CLASE 7 – PARASITOLOGÍA INFESTACIONES/VECTORES 2DA PARTE A. Ceratopogonidae (purrujas) De los 102 géneros vivientes que conforman la familia Ceratopogonidae (Díptera: Nematóceros), las hembras de sólo cuatro de ellos presentan hábitos hematófagos: Austroconops Leptoconops Forcipomyia Culicoides Este último es particularmente importante desde el punto de vista sanitario, y es el numéricamente mejor representado. En otros países se conocen como jejenes. La importancia sanitaria de las especies de Culicoides ha sido puntualizada por numerosos autores que concuerdan en que es necesario considerar las consecuencias que provocan las picaduras de las purrujas o jejenes, así como el rol que estos insectos cumplen como vectores de agentes patógenos para humanos y animales. Picaduras y Alergia Es conocido el prurito y las eventuales reacciones alérgicas que provocan las picaduras de purrujas cuando viajamos a la playa y nos recostamos en la arena, o recorremos un sendero cerca de manglares. Pueden provocar rash cutáneo intenso y asma con sólo sus picaduras. Las reacciones alérgicas pueden deberse a contacto o por inoculación. Se han constatado cuadros asmatiformes típicos en personas sin antecedentes alérgicos, luego de múltiples picaduras producidas por numerosos ejemplares de los cuatro géneros de purrujas y en especial de Culicoides sp. El proceso no es mediado por IgE (Inmunoglobulina E), sino que las manifestaciones clínicas obedecen a una dosis significativamente alta de aminas vasoactivas (fundamentalmente histamina), inyectadas con la saliva en cantidad suficiente para sobrepasar el umbral necesario para ocasionar manifestaciones sistémicas. A este fenómeno tóxico se lo ha denominado “Alergia Pasiva”, ya que aunque clínicamente corresponde a procesos alérgicos, no involucran al sistema inmunológico por activación de linfocitos T y B. No obstante, las exposiciones repetidas a la saliva de las purrujas pueden inducir creación de anticuerpos y células de memoria, o bien, pueden inducir a respuestas de tipo Hipersensibilidad I o Anafiláctica en individuos genéticamente predispuestos. Enfermedades transmisibles Estos pequeños dípteros se hallan involucrados en la transmisión de nemátodos y virus. El rol de vector de los ceratopogónidos es bien conocido hasta el presente sólo para el caso de Mansonella ozzardi, una filaria parásita del hombre relativamente no patogénica (Holbrook, 1996). El virus Oropuche (OROV), perteneciente a la familia Bunyaviridae, se halla antigénicamente incluido en el serogrupo Simbu. Es el más importante agente etiológico de una enfermedad humana transmitidos por Ceratopogonidae. Se reconocen dos ciclos: El silvestre, en el cual la infección transcurre de modo asintomático en perezosos (en quienes el virus fue aislado), aves, primates y roedores. Es transmitido probablemente por los mosquitos El ciclo urbano, por otra parte, se manifiesta por epidemias que afectan al hombre, y las poblaciones de Culicoides paraensis ostentan una gran densidad viral durante las epidemias de Oropuche (Hoch, 1990; Mellor, 2000). El hombre se comporta como un amplificador del virus en condiciones urbanas. Morfología externa y metamorfosis: Son dípteros relativamente pequeños (2 mm de longitud) en su estadío adulto. Se caracterizan por poseer una cabeza globosa. Poseen un par de ojos compuestos muy grandes. El tórax es convexo con un marcado desarrollo del mesotórax, propiamente del mesonoto. Las patas son cortas y pigmentadas. Las alas son membranosas presentando áreas hialinas y pigmentadas, al igual que el resto del cuerpo. El abdomen carece de estructuras externas y lo más sobresaliente son las espermatecas en la hembra y la genitalia del macho. Su metamorfosis es completa, es decir, son holometábolos. Cabeza globosa y gran desarrollo del mesotórax. Cuerpo y alas con regiones pigmentadas alternamente. Tres pares de patas cortas. Las patas muestran la pigmentación del cuerpo y alas. Al finalizar el abdomen sobresale la genitalia del macho. B. Hymenoptera (abejas, avispas y hormigas) Son insectos de tamaño moderado, pequeño o diminuto. En la cabeza poseen un aparato bucal masticador en su mayoría aunque algunas veces se modifica como un aparato chupador o lamedor. Las antenas son de longitud variable y pueden presentar de 3 a 7 segmentos. Poseen ojos compuestos. En el tórax presentan dos pares de alas membranosas, siendo el primer par más largo que el segundo. Otros grupos pueden tener alas reducidas o totalmente ausentes. El abdomen puede ser alargado, lobulado o redondeado y en su región posterior presenta un ovipositor modificado el cual puede estar conectado a glándulas de veneno y conformar así un verdadero aguijón. La metamorfosis es de tipo holometábola. B.1. CLASIFICACIÓN: Encontramos dos subórdenes: a- Symphita: Son fitófagos y presentan el abdomen fuertemente unido al tórax. b- Apocrita: Se caracterizan porque el primer segmento del abdomen (propodeo) se observa fusionado al tórax y el resto del abdomen presenta una constricción a manera de “cintura”. En este suborden encontramos cuatro superfamilias: 1) Apoidea (Abejas) 2) Vespoidea (Avispa) 3) Formicidea (Hormigas) El veneno de los himenópteros tiene como fin la defensa (abejas obreras, abejorros, avispas), lucha de dominancia (abejas reinas) y/o la caza (avispas). El ataque de la abeja es así una defensa altruista, pues el insecto deja clavado el aguijón con su glándula tras la picadura, arrancados del abdomen y muere, mientras las avispas y abejorros pueden picar varias veces. Las glándulas asociadas al ovipositor se modifican a su vez para producir substancias químicas de comunicación1 como el acetato de isopentil, la principal feromona de alarma, que se libera al proyectarse el aguijón y aún más al ser arrancado. Esta feromona modifica el umbral aumentando la agresividad del resto de los individuos de la colmena, e induce una analgesia, vía un sistema opiode, reduciendo los comportamientos de huída durante el ataque. La mayor gravedad de los accidentes producidos por los linajes "africanizados" se debe a sus características etológicas de base genética: 1) son más defensivas, 2) poseen un menor umbral de irritabilidad, 3) probablemente dispersan más feromona de alarma aumentando la probabilidad de ataques múltiples, 4) permanecen excitadas por más tiempo, hasta 24 horas después de una perturbación, 5) realizan una persecución más persistente, hasta 200 metros del sitio del ataque inicial. El veneno puede producir bloqueo neuromuscular y conducir a parálisis respiratoria. Tiene acción destructiva sobre las membranas biológicas, por lo que algunas de las actividades biológicas más conspicuas del envenenamiento son la hemólisis y la miotoxicidad. Sus componentes principales son la melitina y la fosfolipasa A2 (PLA2) que constituyen 50 – 75% de la masa total del veneno, aunque posee varios otros componentes biológicamente activos. A continuación se mencionan algunas características de los componentes más abundantes del veneno de un himenóptero: 1) Fosfolipasa: Las fosfolipasas de himenópteros pertenecen al grupo III de fosfolipasas A2; actúan de forma sinérgica con la melitina en la acción sobre membranas biológicas. Recientemente se ha comunicado que la fosfolipasa posee actividad anticoagulante. Las fosfolipasas hidrolizan fosfolípidos libres y asociados a las membranas provocando lesiones tisulares y muerte celular por lisis. 2) Hialuronidasa: Hidroliza el ácido hialurónico del intersticio y facilita la difusión de los otros componentes a partir del lugar de picadura. Es uno de los principales alergenos. 3) Lipasas y fosfatasas: Intervienen en estos procesos de lisis y además atacan diferentes sustratos tisulares y restos celulares de las células lisadas, aumentando la gravedad de las lesiones locales. 4) Melitina: Representa aproximadamente el 50% de la proteína total del veneno; posee acción citolítica y necrotizante sobre diferentes tipos celulares, mediante mecanismos no enzimáticos. Se le identificó inicialmente como "factor hemolítico directo". Su capacidad de hidrolizar membranas celulares se debe a que puede comportarse como un detergente. 5) Péptido degranulador de mastocitos (MCDP): Produce la liberación de autacoides como derivados del ácido araquidónico, histamina y serotonina y es el mayor responsable del eritema que aparece en el lugar de la picadura. Alteraciones producidas por el envenenamiento Las alteraciones pueden producirse por anafilaxia o por picaduras masivas, y en ambos casos existe riesgo de muerte para el sujeto que recibe el ataque. En los cuadros de hipersensibilidad las alteraciones que se producen son las características para la anafilaxia de tipo I. En los envenenamientos, los mecanismos fisiopatológicos así como las alteraciones orgánicas que se observan, son producidos por la acción tóxica de los componentes del veneno. En sujetos picados por un número de abejas que oscila entre 200 y 1000, se observa hemólisis intravascular, dificultad respiratoria, disfunción hepática, rabdomiólisis (con mioglobinemia y mioglobiuria), hipertensión, lesión miocárdica, colapso y hemorragia. Se ha descrito la presencia de hemólisis y rabdomiólisis. La hemólisis se observa tanto en el hombre como en los animales domésticos y se produciría por la acción de la melitina y la PLA2 en forma sinérgica. Estos dos fenómenos serían las principales causas de las lesiones renales provocadas por el veneno debido a que tanto la hemoglobina como la mioglobina pueden precipitar en los túbulos renales y llevar hasta insuficiencia renal aguda, una de las complicaciones más severas de este tipo de envenenamiento. Cuadro clínico Las manifestaciones clínicas que se pueden ver son muy variables y pueden clasificarse en: Alérgicas: producidas por la picadura en individuos sensibilizados previamente, se presenta como hipersensibilidad de Tipo I o Anafilaxis. Tóxicas: cuando una gran cantidad de picaduras lleva a un síndrome de envenenamiento. En sujetos no alérgicos al veneno se presenta un cuadro que puede ser local. La reacción local puede extenderse dando origen a una reacción regional. C. Generalidades de Acarina. Dentro de este grupo están incluidos todos los indiviudos comúnmente relacionados con las arañas. Es muy numeroso y de distribución mundial. En su disposición corporal, a diferencia de los tres tagmas funcionales de los insectos, estos animales microscópicos, la cabeza y el tórax aparecen fusionados en forma de cefalotórax, seguido del abdomen. El cefalotórax está cubierto por un caparazón dorsal único llamado idiosoma, típicamente provistos de 2 filas de ojos simples cuyo número y disposición es importante en taxonomía. Presentan 4 pares de patas marchadoras (8 en total, a diferencia de los insectos que poseen 6 patas). Tienen 2 pares de apéndices adicionales llamados quelíceros y pedipalpos. En los machos, los pedipalpos son ensanchados y muy esclerotizados para formar órganos copuladores, a diferencia de los insectos, que poseen pene y es posterior, los pedipalpos son anteriores y dan la apariencia de ser un par de patas ubicados en la parte anterior del cuerpo. Los quelíceros usualmente se colocan en la parte anterior y se conectan con glándulas de veneno como ocurre con las tarántulas. El abdomen es globoso u oval. En él, la hembra presenta un gonoporo cerca del surco epigástrico ventral (o sea, la boca está en la parte ventral abdominal y cerca de esta boca está el gonoporo, para que una vez la hembra intercambie el semen con el macho, con sus apéndices ella misma se lo introduce en el gonoporo). Los espiráculos también están en el abdomen en todos los arácnidos, pero los ácaros no presentan orificios espiraculares y respiran a través del integumento. A diferencia de los insectos, su metamorfosis no se puede encasillar en los tipos ya conocidos, sino que más bien sufren anamorfosis, que consta de huevecillos y una serie de estadíos juveniles parecidos a los adultos pero con menos segmentación corporal. Propiamente los ácaros son por lo general de menos de 1 mm de longitud, de los cuales gran cantidad son de vida libre, otros son depredadores y parásitos. Se caracterizan como grupo porque las 2 regiones en que se divide su cuerpo reciben específicamente los nombres de gnatosoma e idiosoma. Los movimientos de estos organimos son movimientos lentos, por lo cual la instauración de esta infestación toma mucho más tiempo en gestarse que la de los piojos o las pulgas, que se mueven rápidamente. Sarnas: El término sarna se utiliza para denominar genéricamente a las dermatosis de origen parasitario. Son enfermedades pruriginosas producidas por la presencia de ácaros parásitos que viven dentro de la piel. Se reconocen tres modalidades de sarna de acuerdo a los hábitos de los ácaros que las producen. Un primer grupo que reúne a los ácaros que se alojan en los folículos pilosos y en las glándulas sebáceas y que frecuentemente se asocian con infecciones bacterianas secundarias. Aquí encontramos ácaros del suborden Actinedida y del género Demodex, que produce lo que se conoce como sarna demodécica o sarna folicular. Un segundo grupo que incluye a los ácaros que contruyen galerías profundas en la epidermis del hospedero, ocasionando las llamadas sarnas penetrantes. Aquí están incluidos ácaros del suborden Acaridida de los géneros Sarcoptes y Notoedes que producen las llamadas sarnas sarcópticas o sarnas notédricas respetivamente. Un tercer grupo que incluye a los ácaros que producen sarnas superficiales, en la que el parásito no penetra la piel del hospedero, también son Acaridida de los géneros Psoroptes, Octodectes y Choriopotes. En nuestro medio, es de máximo interés la de tipo psoróptica, o sea, la producida por el primer género. 1- SARNAS DEMODÉCICAS O FOLICULARES: Los ácaros de los folículos Demodex spp., se distinguen fácilmente por su aspecto elongado, vermiforme, con quelíceros de tipo láminas cortantes para romper la piel. El idiosoma tiene aspecto anillado, con una abertura genital femenina ventral y en el macho está dorsal. El diagnósticos se basa en los datos epidemiológicos del paciente, el tiempo de evolución lento del cuadro, el clásico prurito y eritema por la invasión al folículo y la demostración del ácaro por raspado de las zonas afectadas, si se trata de una zona sin vello, cuando se pueden extraer vellos con su folículo, pestañas completas, se observan al microscopio en un frotis al fresco con solución salina o glicerina (la glicerina aclara el exoesqueleto y la preparación en general). Morfología clásica de Demodex sp. Frotis de una sarna folicular usando glicerina, noténse las formas elongadas y los anillos que rodean el cuerpo. Localización del parásito en el folículo. Viendo esta imagen se nota la importancia de la extracción del vello con el folículo completo. Algunos ácaros salen a la capa epidérmica y eso permite que las zonas no velludas puedan rasparse consiguiendo aquellos parásitos que están superficiales y así poder ser observados en el frotis con glicerina. Frotis al fresco con ácaro con morfología diagnóstica de sarna demodécica. Pestañas con signos y síntomas de sarna folicular. Zona no vellosa afectada por sarna demodécica. 2- SARNAS SARCÓPTICAS (PENETRANTES) CONOCIDAS COMO ESCABIOSIS. Es por definición una sarna humana, pero puede afectar a otros animales, y es producida por Sarcoptes scabiei. Los Sarcoptes adultos son ácaros muy pequeños de cuerpo globoso con estrías paralelas dorsales que se interrumpen en ciertas porciones por espinas triangulares. Los quelíceros están adaptados para cortar y hacer una especie de túneles que producen prurito insidioso y eritema, y en vista de que penetran la epidermis, hay hiperqueratosis, sangre con costras blanquecinas, que plantea diagnóstico diferencial con las dermatitis atópicas. Clásicamente la formación de túneles ocurre en las zonas donde se pliega la piel como las muñecas, codos, cuello, detrás de las rodillas, detrás de las orejas, pliegues inguinales, pliegues glúteos. Las superficies velludas o las zonas planas de la piel no son el sitio donde estos ácaros crecen exitosamente. Ellos necesitan una zona que los proteja. Dentro de un túnel por lo general, las formas adultas están más profundas, y los huevecillos, lo juveniles, están en la zona más cercana al orificio de salida, por lo que el raspado de la lesión hace el diagnóstico de la sarna con los estadíos que se alcancen a obtener. La erradicación de los parásitos se hace con ivermectina o loción con permetrina. El prurito se puede tratar con antihistamínicos, y los fenómenos alérgicos pueden tratarse con corticoides tópicos. Hembra adulta de Sarcoptes scabiei. Abdomen globoso, líneas paralelas interrumpidas en el centro por espinas. Frotis de sarna sarcóptica mostrando huevecillos. Localización de lesiones de sarnas penetrantes, un indicio clínico imperativo. Preparación con glicerina mostrando un adulto más huevecillos. Diagnóstico de sarna penetrante. Distribución de los estadíos de los Sarcoptes en un túnel epidérmico. 3- SARNAS PSORÓPTICAS (NO PENETRANTES) El género más visto en humanos es Psoroptes. Las hembras son ovaladas con gnatosoma prominente. El primer y segundo par de patas son bien diferenciadas y terminan en largos pretarsos. El tercer par de patas presenta un par de látigos terminales. Abertura genital en forma de V invertida con apodemas genitales bien desarrollados. Los machos presentan la extremidad posterior del idiosoma bilobulada de donde salen setas, ventosas anales y el cuarto par de patas más cortas. Hembra con el 1er, 2do y 4to par de patas distinguibles, en el 3ero hay látigos terminales. Izquierda: hembra, derecha: macho, con el 4to par de patas muy cortas y setas anales desarrolladas. Fase de cópula: abajo izquierda el macho, derecha arriba, hembra, y un estadío juvenil a la par. Hembras, una juvenil a la izquierda, una adulta a la derecha.