PRÁCTICA ARTESANAL Y TRABAJO FEMENINO EN

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PRÁCTICA ARTESANAL Y TRABAJO FEMENINO EN COMUNIDADES DE LA
SIERRA DEL ACOLHUACAN (TEXCOCO),
COMO ALTERNATIVA DE DESARROLLO.
M. en C. María Leticia Rivera Cruz1
M. en C. Rebeca Teja Gutiérrez 2
Dr. en C. Adrián Trueba Espinosa3
mleticiarc@colpos.mx
Los pueblos de la parte serrana del Acolhuacan se interrelacionan en un marco de
costumbres y tradiciones; y por tradiciones ancestrales se han dedicado a la
agricultura y la extracción de los recursos de sus bosques. Estas comunidades de
génesis nahua, así como muchas otras zonas rurales de nuestro país, han visto
cada día crecer sus necesidades económicas sin que obtengan los ingresos
suficientes para resolver sus necesidades familiares.
Nuestro país ha sufrido varios cambios a partir de los años cuarenta en la forma
de producir; hasta antes de esa fecha la mayoría de la población se localizaba en
el campo y por ende se ocupaba de las labores propias de este sector. A partir de
entonces, se inicia la industrialización con la que, junto con la explotación
extensiva de la tierra, la mecanización y los cultivos comerciales, poco a poco va
incorporando a campesinos y campesinas en otros sectores fuera del campo, y
éste a su vez se va despoblando. La inseguridad en la propiedad de la tierra, la
falta de créditos, la carencia de abonos e insecticidas, aunado a las sequías
prolongadas, hacen que el campesino tenga que buscar otras fuentes de ingresos
(Turok; 1988).
Hombres y mujeres se han esforzado para obtener recursos que les permitan
adquirir ingresos para satisfacer sus necesidades básicas. Desde la antigüedad la
actividad artesanal fue creada para satisfacer necesidades de grupos y
comunidades con una gran tradición cultural. Estos objetos artesanales comienzan
a tener importancia cuando la identidad de un pueblo se reconoce en sus objetos
artesanales (UNIFEM;1997). De esta forma surge como alternativa de desarrollo la
actividad artesanal en las comunidades de la sierra del Acolhuacan.
La gradual especialización o subdivisión de las labores artesanales de los
miembros del grupo doméstico, ha contribuido a la multiplicación de las
expresiones artísticas y estéticas de los objetos que se elaboran para fines
domésticos, rituales o ceremoniales. Además de estos fines utilitarios, los
artesanos han encontrado otros usos para sus artesanías. Las artesanías tienen el
sentido de economía, porque el tiempo y esfuerzo de fabricación se cuantifica no
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Profesora Investigadora. Centro Universitario UAEM Texcoco.
Profesora Investigadora. Centro Universitario UAEM Texcoco.
como mercancía sino como satisfactores de necesidades propias. De esta forma
puede decirse que surge desde entonces una manufactura sin especialización en
la elaboración de artesanías, ligada indudablemente a la agricultura (Turok; 1988).
Dentro de las comunidades del Estado de México, existe una gran variedad de
arte popular, este es el caso de Santa Catarina del Monte una de las comunidades
del Acolhuacan. Aquí se elabora una artesanía hecha con varas de una planta
llamada Perlilla, con la que hacen diferentes figuras alusivas a las festividades
navideñas y fin de año; además de la floricultura y arreglos florales por los que han
recibido reconocimientos a nivel nacional.
La actividad artesanal en el Acolhuacan, está asociada con la economía
campesina, ya que surge como un satisfactor de necesidades dentro de su
entorno y posteriormente cambia el sentido de la producción cuando por su
rusticidad, colorido y diversidad han atraído la atención de la gente que visita estas
comunidades. Esta actividad ha formado parte de la actividad cotidiana para
muchos grupos domésticos de esta región que resuelven a través de la
elaboración de figuras de vara y arreglos florales sus necesidades de dinero.
El grupo doméstico forma parte fundamental del desarrollo y proceso de la
producción, promoción y comercialización de artesanías elaboradas en la sierra
del Acolhuacan, por ser este el espacio físico y social en el cual se desarrollan las
relaciones sociales, económicas y de parentesco.
Para Franco Pellotier, (citado en Bonfil; 2001:59), el grupo doméstico es “...el
espacio material donde confluyen las relaciones económicas y parentales; este
espacio social se constituye por un grupo social determinado, en este caso, por la
economía campesina”.
Los hombres y mujeres de cada grupo doméstico aportan desde distintos aspectos
y características, sus conocimientos y participan de acuerdo a sus capacidades;
mientras unos crean, otros producen, venden, dirigen, organizan y defienden sus
costumbres y tradiciones contra influencias y cambios drásticos generados en esta
sociedad globalizada.
Las figuras hechas de vara requieren un proceso que consiste en 5 pasos
fundamentales:
1. La vara es comprada cuando aún está verde, se deja orear por unos días
para que se le caigan sus hojitas, sin dejarla secar totalmente para que se
pueda trabajar con ella y doblarla sin que se quiebre.
2. Los niños y niñas elaboran colitas, cuernitos y orejitas de las figuras;
también cortan alambre a la medida necesaria para amarrar la vara.
3. Después, los hombres empiezan a darle forma a la figura. Toman manojos
de vara y la van entretejiendo de acuerdo con la figura que van a hacer, ya
sea venados, patos, coronas, canastas, nacimientos, y con el alambre van
amarrando para darle la forma deseada.
4. Cuando ya está terminada proceden a rasurar la figura. Esto es que
niños(as) y mujeres cortan todas las ramitas que sobresalen hasta dejarla
sin ninguna ramita de fuera.
5. Posteriormente los varones barnizan las figuras de acuerdo al gusto de los
consumidores, ya sea de color oro, plateado o natural.
La participación de las mujeres en la actividad artesanal es importante, porque
ellas apoyan en la búsqueda de bienes para el grupo doméstico, y en la
elaboración de las artesanías permite ahorrar dinero en la utilización de mano de
obra. Las mujeres en su mayoría, aún siguen en el mundo privado del hogar y en
algunas actividades productivas, aunque cada vez se observa más la participación
de las jóvenes en el ámbito educativo y laboral.
Ellas están encargadas de las labores domésticas, la crianza y educación de los
hijos, el cuidado de los animales y las hortalizas; ellas son en su mayoría las que
salen principalmente a la ciudad de Texcoco a vender sus artesanías; productos
que se cosechan en sus pequeños huertos; heno, lama y piñitas de pino
recolectados en el bosque utilizados por la gente en los nacimientos navideños.
La participación del grupo es relativa, y va de acuerdo con la cantidad de trabajo
que se les presenta, 88% de los casos, todos los integrantes del grupo doméstico
participan en la elaboración de las figuras, y en 12% de ellos, las mujeres o los
niños no participan, esto porque no hay mucho trabajo y porque los hijos e hijas
aún son muy pequeños. Son contados los grupos domésticos que emplean a otras
personas que no forman parte del mismo, y sólo se contrata cuando hay muchos
pedidos.
Los productos artesanales que se realizan en este lugar no son muy conocidos,
por lo que se requiere la participación de las diferentes instancias que promuevan
la actividad artesanal en esta región a través de la implementación de estrategias
que den a conocer las artesanías. El objetivo principal de este artículo es
promover los recursos con que cuentan las comunidades rurales del Acolhuacan
para beneficiar a los habitantes de las regiones menos favorecidas y fomentar el
crecimiento económico y social que les permita un mejor nivel de vida y la
preservación de su medio ambiente. Además, dar reconocimiento a la labor que
desempeñan las mujeres y niñas rurales del Acolhuacan, ya que ellas han sido
parte del desarrollo del grupo doméstico por su participación en la obtención de los
ingresos que les han permitido subsistir.
BIBLIOGRAFÍA
Turok, Marta. Cómo acercarse a la artesanía. Plaza y Valdés. México, 1988.
UNIFEM. Primer Congreso de Mujeres Mayas. México, 1997.
Bonfil, Paloma. De la tradición al mercado: microempresas de mujeres artesanas.
México: GIMTRAP, 2001.
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