LUNES DE LA XXIX SEMANA CANTO Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue bueno contigo; alma mía, recobra tu calma, que el Señor escucha tu voz. . PRIMERA LECTURA Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 2, 1-10 Hermanos: Hubo un tiempo en que estabais muertos por vuestras culpas y pecados, cuando seguíais la corriente del mundo presente, bajo el jefe que manda en esta zona inferior, el espíritu que ahora actúa en los rebeldes contra Dios. Antes procedíamos nosotros también así; siguiendo las tendencias sensuales, obedeciendo los impulsos del instinto y de la imaginación; y, naturalmente, estábamos destinados a la reprobación como los demás. Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó: estando nosotros muertos por los pecados, nos has hecho vivir con Cristo. Por pura gracia estáis salvados; nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra en todos los tiempos la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Somos, pues, obra suya. Dios nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él determinó practicásemos. Palabra de Dios Por la gracia del Señor estamos salvados; es una iniciativa de su amor y no en mérito de nuestras obras, pues si por ellas fuera estaríamos condenados. Pero no, pues nos quiere, Dios nos salva. Salmo responsorial Sal 99, 2. 3. 4. 5 El Señor nos hizo y somos suyos. Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre. «El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades». EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 13-21 En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: Maestro dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia. Él le contestó: Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros? Y dijo a la gente: Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes. Y les propuso una parábola: Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: ¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha. Y se dijo: Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: "Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años: túmbate, come, bebe y date buena vida". Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios. Palabra del Señor Las “riquezas” que Dios nos da no son para almacenarlas sino para compartirlas generosamente; el mayor de los dones es Dios mismo y Él es total donación, gratuidad absoluta. El Señor rompe nuestros “almacenes” para transformarnos en “fuentes” de vida y esperanza. ORACIÓN DE LOS FIELES Oremos al Señor, nuestro Dios, rico para todos los que lo invocan. HAZNOS POBRES DE ESPIRITU, SEÑOR. -Por la iglesia, para que se muestre desprendida, y así pueda decir a todos dónde está la verdadera riqueza. -Por los responsables de la economía, para que sepan crear riqueza y distribuirla justamente. -Por los que corren peligro de acumular riquezas para sí, como el rico de la parábola, para que comprendan que su vida no depende de sus bienes. -Por nosotros, para que no caigamos en la tentación de la codicia, sepamos valorar los bienes terrenos con criterios evangélicos y aspiremos a los bienes de arriba. Señor, Dios nuestro, que la riqueza de tu misericordia llene el vacío de nuestras vidas. CANTO OFERTORIO El Señor es bueno, su misericordia es eterna. El Señor es bueno, su fidelidad por todas las edades. Lo más importante de la vida es gratuito CANTO DE COMUNIÓN ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra! Cuando contemplo el cielo obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies. Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, todo lo sometiste bajo sus pies. ORACIÓN La persona necesita mucho, no muchas cosas. No tiene muchas necesidades, pero tiene mucha necesidad. Necesita de personas, no de cosas. Necesita de amigos, de presencias, de sonrisas, de cariño, de esperanza. Precisa de encuentros, de sentimientos, de ideales, Necesita humanidad. Por tanto, desnúdate de cosas y vístete de humanismo. Que tus manos estén vacías, pero que el corazón esté lleno de nombres. No colecciones tesoros, sino amigos. No atesores acciones, sino relaciones. No multipliques intereses, sino personas. Que tus manos se gasten en estrechar y en compartir. CANTO FINAL El ave cantemos, cantemos el ave, a nuestra Señora la Virgen del Carmen. Ave, ave, ave, María, ave, ave, Virgen del Carmen. Las flores alfombran tu monte Carmelo, te sirven de orquesta las aves del cielo. MARTES DE LA XXIX SEMANA (San Lucas, evangelista) CANTO A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo; a ti levanto mis ojos, porque espero tu misericordia. Como están los ojos de los esclavos, fijos en las manos de sus señores, así están nuestros ojos en el Señor, esperando su misericordia. PRIMERA LECTURA Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 9-17a Querido hermano: Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Coge a Marcos y tráetelo contigo, pues me ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. El abrigo que me dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el metalúrgico, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará lo que ha hecho. Ten cuidado con él también tú, porque se opuso violentamente a mis palabras. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Palabra de Dios. Familiaridad y problemas en las comunidades. Pero la palabra del Señor sale siempre hacia delante, no se le pueden poner barreras. Lo importante no es que aparezcan problemas sino que se corrijan y superen con la fuerza del amor de Dios. “El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje” Salmo responsorial Sal 144, 10-11. 12-13ab. 17-18 Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente EVANGELIO Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 1-9 En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: -"La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Palabra del Señor. -La evangelización, la misión, la saca adelante el Señor; -pero tenemos que agradecerle que cuenta con nosotros en su proyecto; -y lo que llevamos no es nuestro, sino mensaje de Él; no nos anunciamos ni predicamos a nosotros sino a Él; no sirven tanto nuestros guiones, esquemas, reuniones, cuanto la confianza en que Él saca adelante el proyecto. La mies es abundante y pocos los obreros ORACIÓN DE LOS FIELES Para que la vida cercana, abierta y misericordiosa de la Iglesia sea un reflejo del amor de Dios a todos los que lo buscan con sincero corazón. Para que el Señor bendiga y santifique el trabajo de las personas, sus sufrimientos y alegrías y los reconforte y consuele en sus dificultades. Para que los que seguimos a Jesús, vivamos como él vivió, demos testimonio de su presencia en el mundo, y así atraigamos a muchos al evangelio. Renueva nuestras vidas, Señor, con la fuerza de tu amor y aparta de nosotros toda rutina en nuestros encuentros de oración. CANTO OFERTORIO A donde no hay amor, pon amor y sacarás amor. A donde no hay amor pon amor y sacarás amor. CANTO DE COMUNIÓN Tú has venido a la orilla no has buscado ni a sabios ni a ricos, tan solo quieres que yo te siga. Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre. En la arena he dejado mi barca, junto a ti buscaré otro mar. Tú sabes bien lo que tengo. En mi barca no hay oro ni espadas. Tan sólo redes y mi trabajo. Tú necesitas mis manos, mi cansancio que a otros descanse, amor que quiera seguir amando. ORACIÓN A ti, Señor, presento mi ilusión y mi esfuerzo; ante ti, mi Dios, confío, porque sé que me amas. Que en la prueba no ceda al cansancio, que tu gracia triunfe siempre en mí. Yo espero siempre en ti. Yo sé que tú nunca defraudas al que en ti confía. Indícame tus caminos, Señor: enséñame tus sendas. Que en mi vida se abran caminos de paz y bien, caminos de justicia y libertad. Que en mi vida se abran sendas de esperanza, sendas de igualdad y servicio. CANTO FINAL María, tú que velas junto a mí, y ves el fuego de mi inquietud. María, madre, enséñame a vivir con ritmo alegre de juventud. Ven, Señora, a nuestra soledad, ven a nuestro corazón, a tantas esperanzas que se han muerto, a nuestro caminar sin ilusión. Ven y danos la alegría que nace de la fe y del amor, el gozo de las almas que confían en medio del esfuerzo y del dolor. MIÉRCOLES DE LA XXIX SEMANA CANTO Hacia ti, morada santa, hacia ti, tierra del Salvador, peregrinos, caminantes, vamos hacia ti. Venimos a tu mesa, sellaremos tu pacto, comeremos tu carne, tu sangre nos limpiará. PRIMERA LECTURA Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 3, 2-12 Hermanos: Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, del que os he escrito arriba brevemente. Leedlo y veréis cómo comprendo yo el misterio de Cristo, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio, del cual yo soy ministro por la gracia que Dios me dio con su fuerza y su poder. A mí, el más insignificante de todo el pueblo santo, se me ha dado esta gracia: Anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo; e iluminar la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. Así, mediante la Iglesia, los Principados y Potestades en los cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios por la fe en él. Palabra de Dios Tenemos acceso al Señor; un acceso jamás cerrado por Él sino falta de voluntad por nuestra parte; el Señor no limita acercarnos a Él sino al contrario. A pesar de nuestras “insignificancias”, el Señor nos regala el don de compartir con los otros la experiencia de su perdón y amistad. Somos coherederos, partícipes de la promesa Salmo responsorial Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. El es mi Dios y salvador: confiaré y no temeré; porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. Dad gracias al Señor, invocad su nombre; contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso. Tañed para el Señor, que hizo proezas, anunciadlas a toda la tierra; gritad jubilosos, habitantes de Sión: «Qué grande es en medio de ti el santo de Israel». EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 39-48 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del Hombre. Pedro le preguntó: Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos? El Señor le respondió: ¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse; llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá. Palabra del Señor El Hijo del hombre, el Señor, llega; y lo hace en mi compañero/a que quiere hablar y desahogarse; en quien quiere liberarse de la ansiedad; en el enfermo o persona mayor que quiere un poco de compañía por un rato…; y hay que tener bien preparadas las lámparas de la paciencia, la acogida y, sobre todo, la del amor. Oremos al Señor. Él es nuestro auxilio y escudo HAZNOS POBRES DE ESPIRITU, SEÑOR. -Por la Iglesia y sus instituciones, para que se despoje del lastre que atenta contra el evangelio y escandaliza al mundo. -Por quienes gobiernan las naciones, para que se conviertan en causa de esperanza para los pobres. -Para que sepamos desprendernos de todo cuanto nos ata a un pasado caduco, y miremos el futuro con esperanza. -Para que nos ayudemos, unos a otros a crecer como personas y como creyentes. -Por quienes estamos aquí y por los que no han venido, para que unos y otros acudamos a la cita de la conversión en el Reino de Dios. Tú que conoces nuestro corazón, danos la luz y la gracia para cumplir tu voluntad. CANTO OFERTORIO Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros: conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. CANTO DE COMUNIÓN Como el Padre me amó, yo os he amado, permaneced en mi amor, permaneced en mi amor. Si guardáis mis palabras y como hermanos os amáis, compartiréis con alegría el don de la fraternidad. Si os ponéis en camino, sirviendo siempre la verdad, fruto daréis en abundancia, mi amor se manifestará. ORACIÓN Tu Reino, Señor, llega por muchos canales: personas, hechos, palabras, signos... Todo ha sido un regalo del Padre Dios para hacernos presente su proyecto de vida. Me doy cuenta, Señor, que tengo el Reino de Dios en mis manos, en mis entrañas, he sentido tu amor por cada uno de nosotros, percibo que el túnel de la vida no tiene otra salida al margen de los brazos del Padre manifestados en ti, Señor, Jesús. Quisiera responderte dignamente... Tú conoces, Señor, mi pobreza... Ayúdame, Cristo Jesús, a ser responsable de tu Reino. CANTO FINAL Cosas grandes hizo Dios en mí, su nombre es santo, fiel siempre su amor, alegre canto las grandezas del Señor, gozo por siempre en Dios mi salvador. Porque ha mirado la pequeñez de su esclava, los pueblos todos aclaman tu grandeza y dignidad. Porque ha elegido tu libertad siempre nueva, para marcar un camino a toda la humanidad. JUEVES DE LA XXIX SEMANA CANTO Danos un corazón grande para amar. Danos un corazón fuerte para luchar. Hombres nuevos, creadores de la historia, constructores de nueva humanidad. Hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar. PRIMERA LECTURA Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 3, 14-21 Hermanos: Doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, pidiéndole que, de los tesoros de su gloria, os conceda por medio de su Espíritu: robusteceros en lo profundo de vuestro ser; que Cristo habite por la fe en vuestros corazones; que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; y así, con todo el pueblo de Dios, lograréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la Plenitud total de Dios. Al que puede hacer mucho más sin comparación de lo que pedimos o concebimos, con ese poder que actúa entre nosotros, a él la gloria de la Iglesia y de Cristo Jesús por todas las generaciones, de edad en edad. Amén. Palabra de Dios Oración del apóstol por la comunidad; que el Señor la habite en plenitud y con su poder vaya cambiando interiormente a todos ellos. Que permanezcan bien arraigados en el amor de Dios y entre ellos. Lo que trasciende toda filosofía: el amor de Dios Salmo responsorial Sal 32, 1-2. 4-5. 11-12. 18-19 La misericordia del Señor llena la tierra. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos; dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. Dios misericordioso Que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. Pero el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 49-53 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: He venido a prender fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra. Palabra del Señor El Señor trae el fuego que nos hace arder en deseos de unidad, avive la esperanza, la concordia…, el fuego que queme nuestras impurezas, soberbias…. Se forma una nueva familia vinculada sobre la fe y con el Señor como único Padre. ORACIÓN DE LOS FIELES Oremos al Señor, que nos llama a ser vigilantes y nos promete el fuego de su Espíritu. ENVÍA, SEÑOR, AL MUNDO EL FUEGO DE TU ESPÍRITU. -Para que la iglesia dedique todas sus energías al único negocio que le ha sido encomendado: el anuncio fiel del evangelio. -Por todos los partidos políticos, para que pongan el bien común por delante de sus intereses partidistas. -Para que todos los cristianos, mantengamos encendida en el mundo la antorcha de la justicia y de la paz, aun con riesgo de perder muchas cosas queridas. -Por todos nosotros, para que busquemos sin descanso la paz de Dios, aun a costa de la tranquilidad del mundo. Señor, haznos portadores de tu paz. CANTO OFERTORIO Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. CANTO DE COMUNIÓN Aunque yo dominara las lenguas arcanas y el lenguaje del cielo supiera expresar, solamente sería una hueca campana si me falta el amor. Si me falta el amor, no me sirve de nada, si me falta el amor, nada soy. (bis) Aunque todos mis bienes dejase a los pobres, y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar, todo aquello sería una inútil hazaña si me falta el amor. Aunque yo desvelase los grandes misterios, y mi fe las montañas pudieran mover, no tendría valor, ni me sirve de nada si me falta el amor. ORACIÓN Señor, queremos vivir las exigencias del evangelio dando testimonio vivo de seguimiento fiel a Jesucristo, y al mismo tiempo, y, precisamente por eso, de respeto total a la conciencia del otro. Ayúdanos, Señor, a nacer de nuevo: que tu Espíritu nos renueve constantemente, que la frescura evangélica nos empape, que seamos realistas ante las divisiones, que aceptemos nuestra pobreza espiritual, que suframos contigo la contradicción, que luchemos por superarla. Pero siempre, Señor, siguiendo tus huellas de amor. CANTO FINAL Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino Santa María va. Ven con nosotros al caminar Santa María, ven. Ven con nosotros al caminar Santa María, ven. Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. VIERNES DE LA XXIX SEMANA El Señor pone sus palabras en nuestra boca CANTO Juntos para soñar, nuevas inmensidades, juntos para marcar, ritmos de nuevo amor. Juntos marchamos unidos, como escuadrón del amor, juntos templamos en forja, la paz de un mundo nuevo y mejor. PRIMERA LECTURA Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 4, 1-6 Hermanos: Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos; sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la meta de la esperanza en la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. Palabra de Dios Unidad en torno al Señor. La comunidad no se rompe sino por la ausencia del Señor. Cuando Él está en medio, entonces es posible la paz, la concordia, el amor…. No nos reúne nadie más que el Señor; lo otro sería caer en personalismos, tan criticados por san Pablo. Salmo responsorial Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6 Este, Señor, es el grupo que busca tu presencia. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. Unidos en el Señor ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 54-59 En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur decís: "Va a hacer bochorno", y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo. Palabra del Señor Desde la fe, ¿entendemos los signos del Señor en la comunidad? Cuando buscamos la armonía, ahí está el Señor, cuando se perdona, ahí está el Señor. “Sabéis lo que se debe hacer”, dice el Señor, pues hagámoslo, construyamos una comunidad, familia y sociedad según el plan de Dios. Ahora es el tiempo de la conversión ORACIÓN DE LOS FIELES Para que los cristianos vivamos en coherencia nuestra vocación y con humildad de corazón fomentemos la unidad, el amor y la paz. Para que demos respuestas evangélicas y convincentes a los problemas, preocupaciones e inquietudes de los hombres de nuestro tiempo. Para que nuestro corazón sea cobijo de amor y compasión para los que sufren o están solos, y para que promovamos la reconciliación de los hombres con Dios. Señor, atiende las oraciones que te dirigimos y danos tu Espíritu para construir tu reino entre nosotros. CANTO OFERTORIO Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. CANTO DE COMUNIÓN Cerca de ti, Señor, yo quiero estar; tu grande eterno amor quiero gozar. Llena mi pobre ser, limpia mi corazón; hazme tu rostro ver, dame tu amor. Mi pobre corazón inquieto está, por esta vida voy buscando paz. Mas sólo tú, Señor, la paz me puedes dar; cerca de ti, Señor, yo quiero estar. Pasos inciertos doy, el sol se va; mas, si contigo estoy, no temo ya. Himnos de gratitud alegre cantaré, y fiel a ti, Señor, siempre seré. Sin Jesús todo se derrumbaría ORACIÓN Te ofreces a nosotros para que comulguemos con tu presencia y, al acogerte a ti, hecho de tiempo y de historia nuestra, acojamos también la vida de los otros que en ti se han hecho sacramento cercano. Te ofreces a nosotros para que comulguemos con tu proyecto que congrega y resucita tantas horas humanas desmenuzadas como harina por mecanismos que giran como prensas y molinos. Un día, toda la historia descansará en tu encuentro, reconciliada eternidad, como el pan y el vino de la vida tuya y nuestra, compartidos sin codicia en la mesa fraterna donde festejaremos sin ocaso. CANTO FINAL Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino Santa María va. Ven con nosotros al caminar Santa María, ven. Ven con nosotros al caminar Santa María, ven. Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad. SÁBADO DE LA XXIX SEMANA El recién llegado y el último reciben el amor de Dios CANTO Libertador de Nazaret, ven junto a mí, ven junto a mí. Libertador de Nazaret, ¿qué puedo hacer sin ti? Yo sé que eres camino, que eres la vida y la verdad, yo sé que el que te sigue, sabe a dónde va. Quiero vivir tu vida, seguir tus huellas, tener tu luz, quiero beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz. PRIMERA LECTURA Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 4, 7-16 Hermanos: A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Por eso dice la Escritura: "Subió a lo alto llevando cautivos y dio dones a los hombres". El "subió" supone que había bajado a lo profundo de la tierra; y el que bajó es el mismo que subió por encima de los cielos para llenar el universo. Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelistas, a otros, pastores y doctores, para el perfeccionamiento de los fieles, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al Hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y llevados al retortero por todo viento de doctrina, en la trampa de los hombres, que con astucia conduce al error; sino que, realizando la verdad en el amor, hagamos crecer todas las cosas hacia él, que es la cabeza: Cristo, del cual todo el cuerpo, bien ajustado y unido a través de todo el complejo de junturas que lo nutren, actuando a la medida de cada parte, se procura el crecimiento del cuerpo, para construcción de sí mismo en el amor. Palabra de Dios “Lleguemos al conocimiento de Cristo”, un conocimiento vivencial, de adhesión a su proyecto, a su persona. En Él, el cuerpo que es la Iglesia, encuentra razón de ser y fundamento de su unidad; de Él nos nutrimos con la palabra y los sacramentos, pero sobre todo con el amor. Salmo responsorial Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5. Llenos de alegría vamos a la casa del Señor. Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor» Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor. Según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor. En ella están los tribunales de justicia en el palacio de David. EVANGELIO Lectura del santo Evangelio según San Lucas 13, 1-9 En aquella ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera. Y les dijo esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde? Pero el viñador contestó: Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás. Palabra del Señor El Señor nos recuerda otra vez la conversión, el cambio en el corazón. “Déjala todavía este año”; actúa la misericordia, que va más allá de lo que es lo justo. “Yo cavaré alrededor y echaré estiércol”; el Señor nos cuida dándonos su amor. “La misericordia se ríe del juicio” (St 2,13) ORACIÓN DE LOS FIELES Para que la fortaleza y sabiduría del Espíritu inspire y sostenga al Papa y los obispos en el ejercicio de su ministerio. Para que los pueblos progresen en bienes espirituales y materiales y puedan desarrollar sus valores y aptitudes en una convivencia pacífica. Para que María, que permaneció al pie de la cruz, se haga presente al lado de los que sufren y les dé consuelo y fortaleza. Escucha, Señor, nuestra oración y enséñanos a ser fieles al mensaje de Jesús manifestado en su evangelio. CANTO OFERTORIO Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros: conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. CANTO DE COMUNIÓN Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene, nada le falta. Nada te turbe, nada te espante. Sólo Dios basta. ORACIÓN María, Señora del Amor y de la entrega. Señora de la Palabra recibida y de la palabra empeñada. Señora de la paz y la esperanza. Señora de todos los que parten, porque eres la Señora del camino y de la pascua. CANTO FINAL Hoy se llena mi vacío, cuando te llamo, María, tú eres nuestro amparo y guía, por los caminos de Dios. Tú eres nuestro amparo y guía por los caminos de Dios. Buscando voy por la vida, quien me conduzca a Jesús, y ese sendero eres tú, María, y ese sendero eres tú. No hay amargura en tu vida, sólo amor y comprensión, tú eres de Dios ilusión, María, tú eres de Dios ilusión. Paseo María Agustín, 8. Zaragoza www.parroquiadelcarmen.es