Residencia en la tierra II

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Comentario de “Walking around” de Pablo Neruda.
Walking around
1
Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.
5
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
10
15
20
25
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndose de pena
Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
30
35
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
40
45
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas
que lloran lentas lágrimas sucias.
( De “Residencia en la tierra II”, 1933-35 )
Pablo Neruda (1904-1973 )
Introducción al texto
La Segunda Residencia (1933-35) está compuesta en los años de estancia del poeta en
España, tras unos años de diplomático en Extremo Oriente (La India, Indonesia) en los
que escribirá un libro de tono absolutamente novedoso al que llamaremos la Primera
Residencia (1925-1932).
Pablo Neruda se inscribe en la ruptura vanguardista de los años 20 contra la poesía y el
arte tradicional caracterizado por lo que se denominaba la pureza. Junto a Cesar
Vallejo y su libro Trilce (1922) y Vicente Huidobro y su obra Altazor (1919-1931)
componen la triada de los fundadores de la primera vanguardia literaria en
Hispanoamérica. Podríamos relacionarlo también con el sombrío libro de T.S. Elliot
The waste land (1922) en el que aparece también una imagen problemática, oscura y
contradictoria del ser humano en el mundo. En la literatura española podríamos
emparentarlo con el libro Sobre los ángeles de Rafael Alberti y con el extraordinario
alegato poético y social que constituyó Poeta en Nueva York (1931) de Federico García
Lorca.
El manifiesto “Sobre una poesía sin pureza”, que Pablo Neruda publicó en el primer
número de la revista Caballo verde para la poesía (1935 ), resume el estado ético y
estético de una época de crisis generalizada, que rompe con Juan Ramón Jiménez e
indaga en nuevos caminos para la vanguardia.
En efecto, si hay una poesía que se sitúa en las antípodas de la de Juan Ramón Jiménez
o Pedro Salinas es la de Pablo Neruda. De hecho Juan Ramón Jiménez y Pablo Neruda
representan polos opuestos y mantuvieron una fuerte rivalidad y enfrentamientos
personales y poéticos. No en vano, el poeta de Moguer había sido la primera influencia
que recibieron los jóvenes poetas del 27. Con la llegada de los años sombríos de finales
de la década de los 20 y los años 30, la figura de Pablo Neruda será el nuevo foco de luz
que iluminará a los ya maduros poetas de la generación de Lorca, Alberti, Aleixandre...
Hacía mucho tiempo que los versos de Neruda habían dejado de identificarse con las
lilas, las amapolas y los pájaros, como símbolos de un esteticismo natural y
despreocupado. Aunque la Guerra de España supuso una conmoción, y en eso no
miente, necesitamos tener en cuenta que llevaba años escribiendo sobre basuras,
cáscaras, hierros oxidados y ropa sucia para comprender las razones poéticas de su
politización.
Según la nueva poética de Neruda, el mundo no está bien hecho, el ser humano es una
porción de fragmentos descoyuntados, hundidos en el desarraigo existencial. La
civilización supone la escisión entre mundo y mente. La vida es continua alienación y el
hombre se hunde en la náusea y en un mar de angustia. Es lo que refleja el poema
Walking Around.
La indagación solitaria en la subjetividad que había iniciado hacía poco se encuentra
con la nada, porque lo único que descubre el paseante es la fragilidad de sus esencias
interiores, comparables al paisaje deteriorado de las ciudades.
Neruda se cansa de ser hombre en “Walking Around” al comprobar que la indagación
subjetivista se había convertido en un callejón sin salida, condenada a identificarse más
con los vertederos que con la melancolía de las ruinas.
El poeta camina solo en la gran ciudad como ser gregario, perdido entre la multitud
anónima. La vida es vulgar y uniforme. Neruda refleja la fealdad, la aridez, la
separación, la violencia de ese orden impersonal, burocrático y mercantil. Todo es
inhóspito y el poeta se siente "navegando en un agua de origen y ceniza", "hospitales
donde los huesos salen por la ventana, / a ciertas zapaterías con olor a vinagre,/ a
calles espantosas como grietas/ (...) paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia, /y
patios donde hay ropas colgadas de un alambre: calzoncillos, toallas y camisas que
lloran lentas lágrimas sucias.
Todo emana desamparo y un frío mortal. Neruda pinta la ciudad como los pintores
expresionistas. Los hombres que deambulan por ella son dirigidos por ordinarios y
vulgares destinos. La visión del poema es prosaica y degradada... pero, sin embargo,
Neruda rescata toda esta materia deforme y pedestre, toda esta realidad perecedera y
ruinosa... El poeta recoge todos estos desechos y apela a su angustia existencial para
convertir este material en palabra poética. Muestra en estos versos la pluralidad de lo
real, convierte el caos y el desorden en un nuevo lenguaje poético que se revela como
campo de fuerzas contradictorias. No nace esta nueva poética de la tradición literaria,
sino de su propia aprehensión de un mundo caótico, feo y contradictorio en el que el
hombre se ve perdido, sin mitos a qué asirse. Constituye con los otros poetas que hemos
citado el nacimiento de una nueva poética en consonancia con las vanguardia artísticas
que se alejan de la "pureza". La poesía de Neruda no puede entenderse sólo como
muestra de una tradición o antitradición hispana. Revela todo un movimiento
internacional que se dio en los años 20 y 30.
Su lenguaje, como el mundo que muestra, es desarticulado, conecta con el antiarte, es
un arte de la negación sombrío y angustiado. Revela la insumisión, el rechazo, el
vómito, el surgimiento de la tiniebla interior... Está cargado de desazón y de oscuridad.
Da salida a los más oscuros instintos del hombre. Pero a partir de una obra como ésta, la
realidad poética se ha ensanchado poderosamente. La poesía ya no se centra en la
búsqueda de la trascendencia o de la belleza o la eternidad. Estas no están por aquí. El
mundo es sombrío y el ser humano camina como un caracol encogido entre tinieblas de
ciudades deshumanizadas.
Apunte biográfico de Pablo Neruda
Pablo Neruda es el seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, poeta chileno
considerado uno de los más importantes del siglo XX. Nació en Parral el año 1904.
Adopta su seudónimo a los 16 años y en 1921 se traslada a Santiago donde estudiará
pedagogía en francés en la Universidad de Chile aunque nunca llegó a convertirse en
profesor de francés.
En 1923, con sus ahorros y la colaboración de sus amigos sufraga la publicación de su
primer libro Crepusculario. Al año siguiente aparecen sus Veinte poemas de amor y una
canción desesperada, en el que todavía se nota una influencia del modernismo y que se
convirtió en un éxito de ventas (ha superado el millón de ejemplares), y lo situó como
uno de los poetas más destacados de Latinoamérica.
Posteriormente se manifiesta un propósito de renovación formal de intención
vanguardista en tres breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza ;
Anillos (en colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del hombre infinito.
En 1927 comienza su larga carrera diplomática cuando es nombrado cónsul en Rangún,
Birmania.
En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a Federico García Lorca y en Barcelona
a Rafael Alberti.
En 1935, Manuel Altolaguirre entrega la dirección a Neruda de la revista Caballo verde
para la poesía en la cual es compañero de los poetas de la generación del 27. Ese
mismo año aparece la edición madrileña de Residencia en la tierra.
En 1936 al estallar la guerra civil española muere García Lorca y Neruda es destituido
de su cargo consular, y escribe España en el corazón.
En 1945 obtiene el premio Nacional de Literatura.
En 1950 publica Canto General, texto en que su poesía adopta una intención social,
ética y política.
En 1952 publica Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas
elementales.
En 1958 aparece Estravagario con un nuevo cambio en su poesía. En 1965 se le otorga
el título de doctor honoris causa en la Universidad de Oxford , Gran Bretaña. En octubre
de 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura.
Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973 . Póstumamente se publicaron sus
memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido.
Poeta enormemente imaginativo, Neruda fue simbolista en sus comienzos, para unirse
posteriormente al surrealismo y derivar, finalmente, hacia el realismo, sustituyendo la
estructura tradicional de la poesía por unas formas expresivas más asequibles.
Su influencia sobre los poetas de habla hispana ha sido incalculable y su reputación
internacional supera los límites de la lengua. De ideas políticas izquierdistas, fue
miembro del Partido Comunista chileno y senador entre 1945 y 1948. En el año 1970
fue designado candidato a la presidencia de Chile por su partido y, entre 1970 y 1972,
fue embajador en Francia.
División de su obra
PRIMERA ÉPOCA. Desde los orígenes en la infancia hasta el primer viaje fuera de
Chile (1927): poesía del amor, singularmente egocéntrica, algo anárquica en la forma y
muy nihilista en lo que toca a la concepción del orden social y del mundo. Influencia de
Rubén Darío.
Crepusculario (1923) y Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924) son
las obras más representativas. Estos dos libros son, por lo demás, los mejor difundidos
de su autor y los que conservan mayor número de admiradores entre quienes nada
quieren saber de su aventura política.
SEGUNDA ÉPOCA. Cuando Neruda salió de Chile, se fue al Oriente y se estableció en
Rangún (Birmania). Las piezas escritas entonces caben casi totalmente en la versión de
Residencia en la tierra (1937).
TERCERA ÉPOCA. Es ya la etapa política iniciada con España en el corazón (1937) y
proseguida con Canto general (1950), libro que vale por no pocos volúmenes
individuales, pues contiene miles de versos y se distribuye en muchísimos temas. Otros
títulos dignos de atención en esta etapa son Canto de amor a Stalingrado (1942) 28 de
enero (1947), etc.
La tercera época se prolonga en los años que siguen, pues el autor no ha renegado de su
filiación política, y continúa siendo, para todo el mundo de la cultura, uno de los más
representativos escritores comunistas del presente; pero es justo aceptar que podría
intentarse una división final.
CUARTA ÉPOCA. Aparecen las Odas elementales. En los últimos años, y a partir de
1954, Neruda ha querido aclarar su expresión, muy turbia en algunos períodos, y en
especial en las épocas segunda y tercera, según la enumeración anterior, y de esta
decisión nacieron las Odas, en conjunto una especie de diario lírico íntimo (y civil a la
vez, pues la intención política subsiste), en que se tratan, alternativamente, cosas
domésticas, reminiscencias de viajes, bagatelas, sucesos del vivir callejero, pequeñeces
y hasta trivialidades.
Además de los libros citados y cabalgando sobre las fechas anotadas antes, hay libros
enteros que salen de estos marcos, a saber: Versos del capitán (1953), aparente retorno a
la primera época, como Cien sonetos de amor (1959).
Desde otro punto de vista, cabría señalar en la expresión y estilo de Neruda, esto es, en
el sistema de formas literarias que emplea obtener la comunicación con el lector, ciertos
cambios u posiciones que darían base a un estudio monográfico. Sin llegar a tanto
anotamos los principales cambios que vemos en su estilo:
1.- PERÍODO DE EXPRESIÓN DIRECTA. Desde los orígenes hasta la publicación de
Veinte poemas de amor (1924), el poeta aspira a decir con rectitud lo que siente. Si está
enamorado, lo declara; si un paisaje le gusta, lo describe y elogia. Hay, en fin, una
relación directamente proporcional entre lo que siente y lo que se expresa, sin perjuicio
del uso de metáforas, símbolos y otras figuras que pueden contribuir a facilitar la
expresión. En este mismo período podemos imaginar, además, cierto abandono íntimo:
el poeta no calcula el efecto que va a causar, y su canto parece, a menudo, ser el fruto de
una fluencia natural irrestañable.
2. PERÍODO EXPERIMENTAL. Poco después vienen los libros a los cuales daremos
el nombre de experimentales, en el sentido de que con ellos el poeta muestra sus
búsquedas en el estilo. Está experimentando, o si se prefiere, tanteando, a ver si su
expresión logra alguna mayor originalidad
3. PERÍODO DE EXPRESIÓN INDIRECTA O INVERSA. ¿Cómo salió Neruda del
período experimental? Había dos maneras honorables de salir: o volver a la expresión
directa o adoptar otra, que para abreviar llamaremos indirecta o inversa. El primer fruto
de este cambio es ya todo un libro, Residencia en la tierra, que se convierte en un ciclo
de varios años de producción. Los cambios son notorios. El breve poema de amor, de
expresión en todo directa, truécase en un extenso poema unitario (con unidad de
inspiración), donde la expresión es a menudo (y no siempre) indirecta o inversa. Apela
el autor a cosas incomunicables por definición, como los sueños, o descompone la
realidad en una visión íntima (suprarrealismo), para su solo uso, que no puede pretender
que capte el lector en las propias dimensiones que cobró para el poeta. Es el período
popularmente llamado oscuro, es decir, de difícil comprensión, esotérico, durante el
cual Neruda perdió algunos de sus admiradores, pero adquirió otros, los snobs, quienes
declaraban primero que la poesía no era para ser entendida, segundo que la de Neruda
era ininteligible y tercero, que en consecuencia se le debía admirar sin trámite.
4. PERÍODO DE EXPRESIÓN DIRECTA. Neruda pudo quedarse en la estación
anterior, produciendo poemas simbólicos, oscuros, de significado recóndito, pero de
pronto alteró su ruta. Hay quienes creen que cambió porque su espíritu, algo inquieto, le
invita a buscar nuevas metas para su arte, a fin de no repetirse. Hay quienes en cambio
suponen que la novedad se produjo no en forma espontánea sino sugerida, es decir,
forzada desde fuera. Neruda, en suma, habría vuelto a la expresión directa (patentizada
en las Odas elementales), no por decisión suya sino por las necesidades de la
propaganda comunista a que aparece, en parte a lo menos, subordinada su poesía. El
asunto es muy difícil de zanjar y basta exponerlo.
Interpretación general de “Residencia en la tierra”
Pasada la época de las divagaciones románticas de los primeros libros en Residencia en
la tierra Neruda nos ofrece una reflexión sobre la totalidad de la vida. Su mirada se
dirige a las fuerzas de la naturaleza. A lo largo de sus poemas busca obsesivamente los
estratos del ser y se esfuerza por encontrar argumentos que justifiquen la existencia
humana.
Sin embargo, el resultado de esta indagación es desolador. Parece ya presagiar el
cambio tan profundo que se va a dar en su obra tras la experiencia de su estancia en
España, envuelta entonces en la guerra civil.
Según Amado Alonso
"Los ojos del poeta, incesantemente abiertos, como si carecieran del descanso de los
párpados ("Como un párpado atrozmente levantado a la fuerza"), ven la lenta
descomposición de todo lo existente en la rapidez de un gesto instantáneo, como las
máquinas cinematográficas que nos describen en pocos segundos el lento desarrollo de
las plantas. Ven en una luz fría de relámpago paralizado el incesante trabajo de zapa de
la muerte, el suicida esfuerzo de todas las cosas por perder su identidad, el derrumbe de
todo lo existente, el desvencijamiento de las formas, la ceniza del fuego. La anarquía
vital y mortal, con su secreto y terrible gobierno. El deshielo del mundo. La angustia
de ver a lo vivo muriéndose incesantemente: los hombres y sus afanes, las estrellas, las
olas, las plantas en su movimiento orgánico, las nubes en su volteo, el amor, las
máquinas, el desgaste de los inmuebles, y la corrupción de lo químico, el
desmigamiento de lo físico, todo, todo lo que se mueve como expresión de vida, es ya
un estar muriendo...".
“... No hay página de Residencia en la Tierra donde falte esta terrible visión de lo que
se deshace. Es lo invenciblemente intuido por el poeta, visto, contemplado” . “Es la
visión alucinada de la destrucción, de la desintegración y de la forma perdida.
Esta es, sin duda, la impresión más inmediata y evidente que suministra la lectura de las
Residencias.
En Residencia en la Tierra, asumida ya como verdad definitiva la lúgubre tiranía del
tiempo y de la muerte, se produce correlativamente, una poderosa profundización del
erotismo.
También es evidente que en esta etapa su poesía bebe en las escondidas fuentes de los
sueños y del inconsciente.
No menos evidente es el sentimiento constante de la decepción de la sociedad.
No hay salida o escapatoria. Estamos condenados a impregnarnos de esa viscosidad en
la que flota lo real.
Diríase que Neruda se ha propuesto exasperarnos, y que no ha encontrado mejor manera
de lograrlo que la técnica superrealista del expresionismo poético.
Residencia no es sino el reflejo de la perturbación de la sensibilidad al tomar contacto,
con la realidad material, inmediata, de un mundo desestructurado.
Ante este paisaje el poeta no puede sino mostrar su impotencia y su rechazo de un
mundo en el que parece forzado a ser un muerto viviente.
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
…………………………….
no quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos,
aterido, muriéndome de pena.
( Walking around )
Análisis del texto propuesto
“Sucede que me canso de ser hombre”. Esta es la introducción al poema. Toda una
declaración en la que reniega de la existencia humana. Habla en primera persona pero
en realidad está hablando en un yo universal. Es la sociedad humana, la propia
existencia del género humano lo que rechaza.
El poema es de un pesimismo aplastante. Recuerda algunos versos de otras
composiciones llamadas “existencialistas” como el célebre “Lo fatal” de Rubén Darío o
incluso algún soliloquio clásico como el de Segismundo en “La vida es sueño”.
Son las reflexiones amargas de un hombre que inicia su deambular cotidiano y no
puede por menos que volver a su martilleante preocupación : está cansado de tener que
pertenecerr un día más a la triste condición humana.
Disposición del contenido
( Versos 1-11)
Después de este anuncio con el que abre el poema, nos describe algunos de los síntomas
de su cansancio, cómo se va apoderando de él progresivamente esta percepción hasta
alcanzar su pelo, sus uñas, incluso su sombra. El único deseo sería el de dejar de ser
consciente, el convertirse en un ser de piedra o lana. Esta primera parte se cierra con el
mismo verso con que comienza, podría incluso funcionar como una unidad
independiente, como un poema enquistado dentro del corpus principal.
(Versos 12-17 )
El marcador “sin embargo” nos traslada a otra dimensión posible : es el reino de lo
superreal, donde no rigen ni la lógica ni el orden ni las leyes que definen la
compatibilidad semántica. Parece la única escapada permitida, a medio camino entre el
humor y el delirio.
(Versos 18-25 )
Recupera la larga lista de argumentos que justifican su dejación como ser humano. No
quiere pertenecer al reino de las sombras, de los muertos, de los seres con una existencia
meramente vegetativa aunque con la pesada carga de ser consciente (…/. Absorbiendo
y pensando, comiendo cada día /..)
(Versos 26-45)
”Por eso…” . Nos ha dicho hasta ahora cuáles son las causas de su desgracia. En esta
parte del poema, la más larga y también la más críptica , nos describe las consecuencias,
o más bien el inevitable paisaje que se abre ante los ojos de quien está sometido a tan
terrible condición .
Así que la mirada que dirige hacia el mundo por el que pasea le devuelve imágenes
alucinantes, desestructuradas, caóticas, absurdas, sin ninguna coherencia ni lógica…
Cierra el poema insistiendo en la idea de que está de paso, paseando (walking around”),
empujado por el tiempo (este lunes que me empuja…) a través de un espacio que le es
totalmente ajeno, con el que no se identifica salvo cuando advierte en él lo que podrían
ser unas lágrimas : las que caen de una ropa tendida en un patio….de unos calzoncillos,
toallas y camisas….
…. Que lloran lentas lágrimas sucias.
Es el fin del romanticismo. Es el triunfo de lo sórdido y lo siniestro. El paseo se ha
convertido en un descenso a los infiernos, sin concesiones para nada.
¿Qué ha pasado en el mundo, en ese mundo que no puede nombrase?, eso es lo que
indaga, por un procedimiento increíble, la expresión poética nerudiana. Rechaza, la
nominación traslaticia, metafórica, para dar paso, en cambio, al relato de una historia de
nombres y de formas afectadas por el caos, el vacío y la falta de Sentido.
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