ALTERIDADES, 1993 3 (6): Págs. 27-37 La antropología, una disciplina en campo impropio. Perspectivas desde la antropología económica E. GUILLERMO QUIROS* Este trabajo1 es parte de una discusión acerca de dos tendencias inversas que, en las últimas décadas afectan a la antropología: a) El crecimiento de los problemas de identidad de la disciplina. b) La disminución en el uso de la historia antropológica. Particularmente en la antropología económica, por ser nuestra especialidad, hemos notado que los programas de dictado de la materia y los textos especializados tienden a pasar por alto o a tratar con liviandad los aspectos históricos, adentrándose direcrectamente en las discusiones contemporáneas o dándole un espacio importante a la historia económica. Asimismo, se han incrementado notablemente las discusiones acerca de qué es la antropología, y su viabilidad en situaciones donde, los grupos estudiados, han perdido la cualidad de aislamiento tan clásico en el tratamiento tradicional de la antropología. Sostenemos que la disminución del tratamiento histórico de la antropología económica contribuye a los problemas de identidad de la antropología, conduciendo a una sumisión en las otras disciplinas sociales, hecho retroalimentado por el tratamiento de historias extradisciplinarias. La omisión del tratamiento histórico no sólo afecta la identidad antropológica por un no reconocimiento de su pasado, sino que también la afecta porque, en dicho pasado, existen experiencias análogas a las que la antropología está viviendo en este momento. * Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. La crisis de la antropología tiene, entre sus tributarios, un problema de transplante a campo impropio y, la antropología cuenta entre sus experiencias, léase especialidad, la de los transplantes disciplinarios en campo impropio. Sostenemos que la antropología tiene un problema de transplante a campo impropio porque, la antropología se ha constituido para el estudio de los “otros” en un mundo dividido en “nosotros-otros”. El acercamiento de la mirada del antropólogo a espacios tradicionales de “nosotros”, en que simultáneamente se mueven disciplinas que justamente fueron diseñadas para el “nosotros”, ubica a la antropología en una situación incómoda y de impropiedad. Y sostenemos que la antropología cuenta con experiencias al efecto porque en las antropologías subdisciplinarias de posguerra, entre las que se cuenta la antropología económica, aparece externalizado, y por tanto problematizado, el tema del transplante, y, particularmente, el del transplante de otras disciplinas en el mundo de la otredad. Esto ha dado una experiencia excepcional a la antropología de cómo reaccionamos ante un transplante disciplinario, concretamente, de una disciplina en campo impropio. Queremos destacar asimismo que el resultado de que la antropología se esté moviendo en campo impropio se debe a dos hechos: 1. movimiento del objeto de estudio tradicional hacia espacios del “nosotros”, y 2. movimiento de estudiosos hacia, los supuestos, viejos campos de estudio. La antropología, una disciplina en campo impropio... Sostendremos en esta ponencia que el primer movimiento, el del fenómeno de estudio tradicional, es sin duda el más importante, especialmente para una explicación antropológica en que lo cultural es el eje central del corte nosotros-otros. Por tanto vamos a ver: primero, la experiencia del caso de transplante de la disciplina economía al campo “otros”; segundo, el desplazamiento reciente del objeto de la antropología económica, acercando al objeto antropológico a un campo inapropiado; tercero, el transplante de la ciencia antropológica a, supuestos, tradicionales campos de estudio. La experiencia del caso de transplante de la disciplina economía al campo “otros” Nuestra primera indagación será entonces: ¿Qué pasó con la economía cuando aterrizó en campo impropio? ¿Qué hicieron los antropólogos, a qué apelaron? ¿Renunciaron graciosamente a reconocer la existencia de algo económico o eligieron flexibilizar el concepto y le asignaron el atributo a otras cosas? De ser así, ¿esas asignaciones fueron arbitrarias? Anteriormente hemos sostenido que las disciplinas dan encuadres de fenómenos en un mundo dividido en: Mundo Nosotros Fenómenos económico social ideacional Otros antropológico Esta división del trabajo es una división del mundo, es una cosmovisión, y esta cosmovisión tiene implicaciones y caracterizaciones. Si hay algo que originariamente y fundacionalmente caracterizó al mundo antropológico fue la ausencia de los fenómenos propios tal como son: sin economía, sin sociedad, sin cultura. Es decir, el mundo antropológico se constituyó como un mundo “sin”. Esta caracterización tiene la particularidad, que no abandonará el mundo antropológico de que ciertas modificaciones (no cualquiera) en la imagen de él implica en alguna instancia modificaciones en la imagen del mundo no antropológico. Éste es un hecho desde que el mundo antropológico se constituye.2 Si bien la existencia nosotros-otros es universal, se da en todas las culturas, el intento deliberado y disciplinado de “conocer” a los otros es particular de la antropología y su mundo. La acción de conocimiento se hizo a través del uso 28 de los conceptos (sociedad, economía, ideas) propios, en un comienzo implícitamente y, en los prolegómenos de las sistemáticas (subdisciplinas), explícitamente. Teniendo en cuenta estos tres aspectos, a. diferencia (fenoménica) del mundo antropológico con relación (y fundamentalmente en relación) al mundo no antropológico, b. la intencionalidad del abordaje del mundo antropológico, c. el uso para el ordenamiento del abordaje de las segmentaciones propias. La antropología, y como caso ejemplificador, la antropología económica, utilizó “lo económico” intencionalmente para ordenar las otras culturas, no siendo manifiesto en esas otras culturas el fenómeno típico y se vio obligada a “definirlo”: desde el no tienen economía hasta tienen economía pero... Aquéllos, los que negaban la economía en estas otras culturas lisa y llanamente, identificaban lo económico con el fenómeno económico tal como lo reconoció la economía disciplinaria en su forma más explícita (Bucher es un buen referente del “sin”).3 Los otros, que reconocían lo económico pero con diferencias, más duraderos en la tradición antropológica, sin dejar de estar en referencia con el fenómeno comenzaron a moverse por sus vecindarios: la antítesis, las explicaciones o definiciones, su sentido. El primero, la antítesis, fue un movimiento común a la antropología después del “sin” inicial (Malinowski es un buen ejemplo de esta antítesis). Las segundas, las explicaciones o definiciones, fueron recurrencias a la tradición disciplinaria de la economía (los formalistas y neomarxistas). El tercero, su sentido, fue una apelación al sentido común de lo económico, su finalidad (los sustantivistas).4 Todos, sin excepción, reconocieron este segmento económico entremezclado con los demás (socioideacional), sea cual sea el fenómeno definido. En realidad, con la matriz propia (economía-sociedad-ideas) se superpusieron a una desconocida matriz ajena y ambas se entrecruzaron. Este hecho metodológico dio lugar al concepto de incrustación compatible con toda la tradición antropológica (la idea de indistinción presente en los evolucionistas –Spencer–, se sostiene en toda la tradición a través de diversas denominaciones: multifuncionalidad –Herkovits–, hecho social total –Mauss–, indiferenciación –Godelier– por nombrar sólo algunos ejemplos). Esto se debe a que la antropología aceptó los universales culturales (universales del antropólogo) de E. Guillermo Quirós Así como caza y agricultura son propias de la antropología económica, economía-sociedad-ideas es común a toda la antropología (involucra a todos los fenómenos sociales). Así como producción-distribución-consumo es propio de la economía, sujeto-medio-fin es común a todas las ciencias sociales. Sobre esta estructuración podemos hacer el siguiente esquema: N Com. O Hort. Caza Producción Distribución Medios economía-sociedad-ideas transformándose en una de las estructuras que darán lugar a las especializaciones de posguerra, que son coincidentes con las disciplinas propias y que fueron la base de cualquier etnografía clásica. Es así que cada vez que el antropólogo ingresa en uno de los segmentos se desliza por los otros. Pero su abordaje holístico no es más que la consecuencia de esta matriz superpuesta que da lugar a la idea de incrustación.5 Otra estructura antropológica que ha pervivido es la apertura del nosotros-otros que en el caso de la antropología económica respetó los viejos estadíos evolutivos de caza y agricultura. Estos dos grupos (a veces abiertos en algunos más) constituyeron una forma de ordenamiento de los otros que finalizaba en el nosotros “comercio” como intercambio, como fenómeno típico económico cuando es monetarizado. Así, dos procesos productivos para la subsistencia (otros) y un proceso productivo monetarizado no necesariamente de subsistencia (nosotros) conformaron todo el universo.6 Frente a estas dos estructuras de uso en la antropología, la economía aportó dos estructuraciones propias (lo cual no quiere decir excluyentes): produccióndistribución-consumo (típicamente clásica), y sujetomedios-fines (típicamente neoclásica). Ambas presentes en toda su historia (los neoclásicos no obviaron la estructura clásica sino que partieron de esta última para dar cuenta de aquélla, y los clásicos viceversa). Consumo Fines Cuando uno analiza los estudios realizados por la antropología clásica, se le hace evidente que la misma se movió entre la producción y el intercambio (cuando lo había), acotado particularmente a un consumo (la subsistencia) y en el plano antropológico de los cazadores y horticultores (ver el gráfico). Trabajando sobre una relación de medios-fines (siempre acentuando sobre el fin subsistencia) e integrando el análisis en los demás segmentos (socialideológico). Con esto hemos delimitado el campo tradicional y las estructuras en que ese campo antropoeconómico se constituyó. Retomemos ahora los aspectos específicos del transplante de la categoría económica en el mundo antropológico. La elección central se debatió entre dos posiciones ya mencionadas: a) las explicaciones del valor de cambio y b) la finalidad (o sentido). Los formalistas, basándose en la concepción neoclásica, tomaron la definición dada por éstos para delimitar su fenómeno, el valor de cambio. Los neomarxistas, basándose en la concepción clásica, tomaron la definición dada por éstos para delimitar su fenómeno, el valor de cambio. Ambas definiciones o explicaciones habían excedido en nuestro mundo al fenómeno valor de cambio, obligando a incorporar condiciones para arribar al fenómeno. Los neoclásicos nunca pudieron arribar al precio sin agregarle a la explicación global condicionamientos adicionales. Lo mismo le ocurrió al marxismo. Como la definición,7 la explicación excede al fenómeno. Lo acerca pero no lo precisa. Sin embargo la antropología, formalista y neomarxista, se vio obligada a crear un fenómeno a imagen y semejanza del explicado no del real. Una definición que constituyó su objeto, no 29 La antropología, una disciplina en campo impropio... que lo explicó. Es que sin la delimitación, el objeto no aparece por definición antropológica. Recordemos que ésta es una característica del campo impropio: la inexistencia fenoménica del objeto. La otra elección es la sustantiva que no apeló a las explicaciones sino a la finalidad (o sentido), y como no podía ser diferente en la tradición antropológica de la antítesis, la finalidad fue la conceptuada por el sentido común y opuesta a la imaginada propia de la ganancia: la subsistencia. Aunque los economistas raramente iniciarían su investigación por este fenómeno, no hay dudas de que este fenómeno se asocia a economía, es economía. En la práctica, en las investigaciones de casos, los antropólogos económicos se movieron en el plano de la subsistencia. A la persistencia de la subsistencia se le agrega el hecho de que, ninguno dejó de considerar las otras instancias no económicas. Estas convergencias de los casos de estudio son sin lugar a dudas producidas por la ausencia del fenómeno originario que obliga a redefinirlo en sus adyacencias y que, más allá de las controversias, obliga a un reduccionismo que lleva a un panorama sorprendentemente semejante8 y específicamente antropológico:9 la incrustación y la reciprocidad son quizás las más notables junto con el sustratum fuerte de la subsistencia. Así como uno podría abrir un libro de economía y observar un ambiente especial, las investigaciones de antropología económica, más allá de las controversias, tienen el suyo: los otros en la subsistencia abordados en su lógica incrustada. Veamos nuestro segundo punto. A la discusión clásica, que es a la que nos hemos referido en el apartado anterior, le sucedió en la antropología económica un hecho antropológico decisivo: (campesinos) hasta aquellos grupos en espacios del nosotros (informales). Este pasaje comienza a ubicar a la antropología en un campo “impropio” o aparentemente “impropio”. La barrera clara que dividía los “otros” y el “nosotros” se resiente y, el antropólogo económico, como lo hizo en su momento en “el campo impropio de la economía” buscando el lugar del fenómeno económico, comenzó a mostrar movimientos en “el campo impropio de la antropología” buscando el lugar del fenómeno antropológico. En el plano de los sujetos a estudiar ingresaron en su análisis los problemas de campesinado e informalidad fundamentalmente y en el plano de los temas, si bien se sostuvieron los tradicionales, los problemas del consumo (tratados en la antropología económica tradicional en forma acotada) son considerados crecientemente. Sin embargo es interesante notar que mientras los sujetos se mantienen cercanos a la línea divisoria, los temas tradicionales parecen adecuados a las circunstancias de contacto, mientras que, cuando los sujetos se alejan de la línea divisoria, la temática se comienza a restringir al consumo. En alguna medida uno recuerda que cuando los antropólogos económicos encontraban intercambio (cercano al cambio monetarizado) preferían ubicarse en este plano, pero a medida que se alejaban en la otredad y les resultaba complicado sostenerse en esta “pata” de la economía, era la subsistencia el aliado más apreciado. Los campesinos y los informales parecen tener aspectos de otredad (cercano al primitivo) lo que hace que la ubicación no sea totalmente incómoda para el antropólogo económico.10 Pero, cuando el acercamiento es tal hacia el “nosotros”, donde ya no quedan evidentes “otredades”, es el consumo el aliado más apreciado. Ante el requerimiento de la antropología económica por estos mundos inhóspitos las posibilidades de respuestas, de acuerdo con la experiencia en la antropología económica, son: El fenómeno “otros”, tradicionalmente considerado aisla- El “nosotros” no tiene antropología. En este caso la an- do, avanzó sobre el “nosotros”, ya sea, contactándose o, tropología se remite a su fenómeno originario, y si éste se ya sea, ingresando directamente en espacios tradicional- apaga la antropología seguirá igual suerte. Esta alternati- mente no antropológicos. va es símil a la que hemos denominado preantropológica El desplazamiento reciente del objeto de la antropología económica, acercando al objeto antropológico a un campo inapropiado (ausencia del fenómeno). 11 A mediados de los sesenta la antropología económica (aunque ya lo habían hecho algunos antropólogos con anterioridad) comienza a romper el aislamiento característico de los “otros” y a analizar casos que van desde el contacto de aquellos grupos con el nosotros 30 Otra apelación es las explicaciones: así el evolucionismo incursionó tanto en el campesinado como en la marginalidad (diferentes-atraso/adelanto), también lo hicieron el funcionalismo y el estructuralismo (diferentes-relación funcional o estructural) y el neomarxismo (diferentes- E. Guillermo Quirós explotados). En todos los casos un planteamiento en la diferenciación donde, los estudiados internamente eran sólo los de una de las contracaras, los otros. 12 Finalmente una de las apelaciones es de sentido, en general presente siempre, pero que es exacerbada en los extremos: la apelación a lo no económico que se hace más ciones, aparentemente menos duales y más lejanas de la otredad, ha reconstituido un mundo apropiado a través de la economía-cultura,16 reproduciendo una vieja dualización en que aquella representa la naturaleza a través de lo fisiológico y ésta la cultura (simbólico).17 fuerte en el extremo “nosotros” donde la finalidad de consumo trabajada es la menos fisiológica y la más cultu- Fin económico Fin cultural ral13 en términos restringidos o de ser fisiológico, se aborda en sus aspectos no fisiológicos. 14 N Ganancia Veamos ahora nuestro gráfico en el desplazamiento: O Subsistencia Nat. N N O O Cultura Cult. Infor. Camp. Hort. Caza Producción Distribución Consumo Los campesinos y los informales ahora son estudiados en el ámbito de la producción, en relación directa con la subsistencia, y vinculados con el nosotros pero, dejando el estudio de esta lógica conectiva (nosotros) a las disciplinas del nosotros. Asimismo se produce un desplazamiento al consumo no básico, cultural, y ahora sí alcanza a moverse en el nosotros (clase media, profesionales, empresarios, etcétera). Si los antropólogos económicos se movían en planos de intercambio elegían a éste pero, si no, la subsistencia era lo único que les decía siguen siendo económicos en el sentido menos “disciplinariamente económico” y más del sentido común. Si los antropólogos económicos perciben otredad eligen ésta y hacen antropología económica de ella, pero si no, lo único que les dice que siguen siendo antropólogos es la cultura en el sentido menos “disciplinariamente antropológico” y más del sentido común. 15 El objeto desplazado se ha constituido con todas sus galas en la antropología, de tal manera, que ha transformado un campo inapropiado en apropiado: La oposición sector formal/informal, en la que el antropólogo se ocupa del que no cuenta con los fenómenos típicos del “nosotros”, dejándose el estudio del mundo típico a la economía. Asimismo, y de ahí la pertinencia antropológica, la lógica del mundo informal es atípica y el acceso no es sencillo. Esta reproducción ha extendido el campo de la otredad en lugar de disminuirlo. Pero aún en situa- Que si tenemos en cuenta que encuentra sus mejores antecedentes en los análisis de intercambio de agricultores, la recta va de subsistencia a cultura, pero en forma ascendente, de otros a nosotros. • Cultura N O • Kula • Subsistencia Naturaleza Cultura Recopilemos lo visto hasta ahora, haciendo algunas generalizaciones sobre las dos situaciones presentadas. Hasta el momento hemos hablado de dos contactos: a) el disciplinario, que hemos denominado transplante, que implicó el uso de la categoría economía en el campo antropológico y que produjo transformaciones de adecuación específicas en aquella y (aunque no es tema que abordemos en este trabajo) de hecho produce una modificación en la lectura del campo antropológico (economizar algo implica consecuencias en la visión sobre el objeto economizado); b) el espacial, que hemos denominado desplazamiento, que implica el acercamiento del objeto antropológico al campo “nosotros” y que, como ha ocurrido en el transplante, implica una adecuación específica de la categoría antropología y, de hecho implica una modificación en la lectura del campo supuestamente no antropológico (antropologizar algo implica consecuencias en la visión sobre el objeto antropologizado). En el primer paso implicó un acercamiento de una disciplina a un campo de otra, en el segundo es el campo el que se mueve y conmueve. Como resultado de ello, el economista busca lo más parecido al precio (intercambios materiales) y 31 La antropología, una disciplina en campo impropio... la antropología busca lo más parecido al primitivo (otros diferentes). En estos casos el economista lo imagina maximizando y el antropólogo incrustando. Pero cuando el economista en el mundo más primitivo no halla aquellos apoyos se mueve entre la subsistencia, en el sentido más restringido de ella. Asimismo el antropólogo en el mundo más nuestro, cuando no encuentra aquellos parámetros (otros diferentes), se mueve entre la cultura, en el sentido más restringido. Nosotros-Otros Hombre-Naturaleza Lógica incrustación maximización Fenómeno primitivo precio Sentido cultura subsistencia Esta situación es el resultado de un proceso de transformación de la categoría transplantada a campo impropio que, si bien en un primer momento implica sólo la visión ingenua del fenómeno, en una segunda instancia más sofisticada, amplía el referente a otras instancias: Disciplina en campo propio Punto de partida Disciplina en campo impropio 2a. instancia Punto de partida Definición 2 2a. instancia fenómeno Antítesis Explicaciones Fenómeno Definiciones Sentidos 1 2 1 Explicación Definición Sentido Definición amplia y ambigua (Kuhn) por ser sólo un complemento excepto que coincida con la explicación (Robbins) que es amplia pero más precisa. Definición precisa porque es la que construye el objeto. En el campo apropiado (y hablamos de la economía en el mundo monetarizado contemporáneo o la antropología entre los bosquimanos) las disciplinas se enfrentan con un fenómeno en primer término y dan cuenta de él, a través de explicaciones, definiciones o sentidos. El fenómeno precede a éstas. Pero en campo inapropiado (y hablamos del economista entre los bosquimanos y el antropólogo entre la economía monetaria) las disciplinas no encuentran espontáneamente su fenómeno y necesitan prioritariamente una definición del mismo, que encontrará su abastecimiento en las explicaciones, definiciones o sentidos de la disciplina originaria. 32 El paso del fenómeno al fenómeno implica pasar por una ampliación18 de la imagen originaria, o mejor dicho, hacer jugar las implicaciones de sentido que tenía el fenómeno originario. Es una forma de comprender más ampliamente este fenómeno, no sólo por lo que dicen que es, los disciplinados, sino por lo que el fenómeno es en términos del proceso antropológico. El proceso antropológico-económico (categorías a campo impropio) dejaba al descubierto la imagen completa del concepto económico y permitía volver sobre lo económico ahora en sus múltiples determinaciones. Nótese que es un viaje no a la abstracción sino al otro.19 Las categorías disciplinas son fuertes, se resisten, se mueven, muestran sus límites: lugar privilegiado para que no mientan. El proceso antropológico-antropología (categorías a campo impropio) deja al descubierto la imagen completa del concepto antropología y permite volver sobre lo antropológico ahora en sus múltiples determinaciones. Nótese que es un viaje no a la abstracción sino al nosotros. Las categorías disciplinas son fuertes, se resisten, se mueven, muestran sus límites: lugar privilegiado para que no mientan. A través del desarrollo precedente, en que hemos recurrido a la historia de la antropología económica, se han podido detectar una serie de mecanismos 20 que de obviarse, tal historicidad, no sólo no hubiesen sido detectados sino que, su omisión, llevaría a conclusiones erróneas y contribuiría a la confusión disciplinaria, agravada, en campo impropio, porque en éste, la disciplina aparece en sus transformaciones.21 E. Guillermo Quirós En consecuencia, la supresión de la historia de la antropología económica influye en la identidad antropológica, así como su presencia contribuye a precisarla.22 Es común hoy observar programas y libros de antropología económica, comenzando apresuradamente por una prehistoria de folletín e incluso tratando despectivamente las discusiones clásicas como un error pasado y, a su vez, notar que, de intentarse por alguna historia, se apela prominentemente a la historia de la economía. La primera omisión atenta al vacío antropológico y la apelación, a la sustitución por un discurso seudoeconómico. Veamos ahora nuestro tercer punto que aparentemente contribuye a reforzar la idea de que la antropología está en campo impropio y que apunta a incorporar en la lógica del trabajo este aspecto de la convocatoria de este simposio. El trasplante de la ciencia antropológica a, supuestos, tradicionales campos de estudio Propuesta del simposio: 1. En muchos países que tradicionalmente han constituido los campos de estudio de las ciencias antropológicas nacientes y “clásicas”, se ha establecido una antropología “propia” y se cuenta ya con varias generaciones de antropólogos, con instituciones de investigación y enseñanza consolidadas, con antropología aplicada, reuniones y publicaciones especializadas. 2. A diferencia de situaciones similares en todas las demás ciencias naturales y sociales, este proceso de transplante motiva interrogantes específicos, porque teoría y método de la antropología surgieron para el estudio de “los otros”. 3. ¿Cómo se ha dado la difusión de los mecanismos de producción de conocimiento antropológico, desde sus países de origen hacia sus antiguos campos de estudio? 4. ¿Puede reconocerse una “antropología del Sur” que se distingue de otras precisamente en virtud de este transplante? 5. ¿Hay características de la producción de conocimientos antropológicos que se derivan del hecho de que “los otros” estudiados sean ciudadanos de las mismas colectividades que quienes los estudian? 6. ¿Qué relaciones ha establecido la antropología transplantada con las demás disciplinas sociales en los países del Sur? 7. ¿Cómo la antroplogía producida en el Sur, sus comunidades científicas, sus instituciones, sus investigaciones y sus debates se han insertado en la comunidad antropológica internacional? 8. El simposio abordará estos problemas no tanto desde la reconstrucción histórica, sino con el interés de aclarar las características sociocognitivas de la producción del conocimiento antropológico en el Sur y, de esa manera, la contribución real y posible de la antropología desde el Sur al conocimiento antropológico global. El movimiento de la antropología se ha dirigido hacia su campo impropio desde dos puntos antitéticos: El objeto se acercó a espacios novedosos (problema recién tratado y que denominamos desplazamiento) y los sujetos disciplinados, aparentemente, se habrían acercado al campo tradicional. La tesis23 que sustentamos es que, no han sido los países los campos de estudio tradicionales y es por ello que, aunque se ha establecido una antropología en los países periféricos, este solo hecho, no puede llevar a la conclusión de una comunidad en términos antropológicos entre los antropólogos periféricos y los “otros”, objetos de estudio tradicionales de la antropología. A nuestro entender existen dos hechos que a primera vista diferencian a los antropólogos centrales de los periféricos: éstos viajan menos que aquéllos, y, éstos participan de la misma nación que su campo de estudio. Pero también surgen otros dos que los asimilan: ambos viajan a un mismo campo de estudio, y, ambos pertenecen a diferente cultura que la de su campo de estudio. Desde el punto de vista antropológico, nosotrosotros son estas últimas similitudes las que definen y no aquellas diferencias. La cercanía geográfica y la unidad política no deben ser confundidas con la distancia cultural y, el viaje menor, no debe concluir que el viaje es a un lugar diferente. Es más, y esto refuerza la distancia cultural y el viaje a igual lugar, el abordaje del fenómeno no suele ser radicalmente diferente entre los autores centrales y autores periféricos.24 Sin embargo debemos incluir en nuestro análisis una distinción que puede llevar consideraciones matizadas de los países periféricos y su pretensión de excampos. Si hiciéramos una diferenciación entre estos países apropiándonos de la vieja clasificación de Darcy Ribeiro, países transplantados y países testimonios, 25 podríamos afirmar que en la tradición antropológica han sido campo de estudio en mayor medida los testimonios que los transplantados y, esto influye, en la consideración antropológica en clásicos campos de estudio.26 33 La antropología, una disciplina en campo impropio... Este hecho puede llevar a identificar país-campo de estudio. Sin embargo, considerándose dos circuitos paralelos, el de colectividad o país27 y por otro lado el de formaciones socioculturales tales como clase, origen, raza, formación, en fin, cualquiera sea la forma que la otredad ha adquirido y adquiere, en los países transplantados los antropólogos pertenecen a la nación de su campo de estudio, pero no a la cultura. En este sentido, pertenecen a igual cultura que el de los antropólogos clásicos. En los países testimonios, la situación no debería diferir notablemente con relación a los otros países, reforzado por el hecho de que la participación de antropólogos extranjeros radicados es mayor28 y en la formación, si bien podemos marcar una diferencia adicional de los antropólogos periféricos con los centrales, la misma contribuye, lógicamente, a su homogeneización: los antropólogos periféricos no dejan de leer a los centrales (jerarquizados) y, cada vez más habitualmente, suelen hacer un viaje de formación a otros centros de estudios. Sin embargo existe un hecho que debe ser considerado: la fortaleza institucional de la antropología es mayor en los países centrales y los periféricos testimonios, siendo débil, en los periféricos transplantados. La fortaleza central tiene que ver con la tradición disciplinaria, mientras que la testimonial con el hecho de haber sido un amplio campo de estudio. En el mismo sentido, la debilidad de los países transplantados tendría que ver con la falta de tradición disciplinaria y por no haber sido tradicional campo de estudio. Este hecho hace que tanto los centros de ciertos países testimoniales sean de atracción como los centros de los países centrales. Países % nosotros-otros Centrales Perifé ricos Transpl. Testimon. N N O N importancia internacional Por N O O Por O Por lo expuesto parece lógico concluir que el acercamiento de los antropólogos, si bien puede contribuir a la idea de un acercamiento al fenómeno, antropológicamente es absolutamente menor al del desplazamiento del objeto. De ser correcta nuestra hipótesis de que la debilidad institucional en los países transplantados es producto de la debilidad del fenómeno, haría más sólida esta preminencia. 34 Conclusión La confusión entre pertenencia nacional y pertenencia cultural suele hacer presumir al antropólogo periférico un acercamiento a su campo de estudio, hecho que se ve fortalecido por la tendencia de inidentidad disciplinaria producida por: 1. Consideración de la otredad como un producto etnocéntrico negativo.29 2. Desplazamiento del campo de estudio al espacio tradicionalmente del nosotros. Si se comprendiese que la antropología recrea de manera permanente la otredad aún en campos aparentemente impropios, independientemente del concepto geográfico de espacio, y que la supresión de la idea de otredad no significa su efectiva supresión sino su remisión a planos precientíficos de “implicitud”,30 avanzaríamos en la consideración de la disciplina antropológica.31 La no consideración de lo precedente no lleva en la práctica a un acercamiento a los otros sino a un desdibujamiento en la sumisión a otras disciplinas. En este caso el antropólogo no se transforma en indio sino en sociólogo, es decir, no deja de ser un nosotros. El acercamiento físico y político sin la consideración cultural, da lugar a una imagen fatal para la antropología. Sin la mediación de la otredad, la antropología es una ciencia social sin propiedad. La exacerbación de este acercamiento, evidentemente imaginario con sólo observar objetivamente a los antropólogos y sus culturas, no hace más que suprimir la indagación antropológica de la distancia provocando y provocada por la falta de curiosidad y, como Todorov nos dice, la falta de curiosidad por los otros es un signo de debilidad, no de fuerza.32 Cuando vimos el desplazamiento del objeto, observamos a través de un caso en particular, la reconstitución de un campo de estudio en tierra impropia a través de ciertas transformaciones. Esta situación constituía un campo algo diferente al originario de la antropología, por su particularidad de constituirse sobre viejos espacios “nosotros”, pero a su vez ofrecía notables similitudes con la clásica en la recomposición de un “otros”. Aquel desplazamiento objetal es y ha sido mucho más fuerte que cualquier pretensión de desplazamiento de antropólogos.33 Es aquél el que, si bien no constituye ya una tierra incógnita, tampoco se mueve en una tierra conocida. Esta tierra reconstruida en el objeto desplazado es una tierra confusa en la cual, el antropólogo se mueve E. Guillermo Quirós con más comodidad que el resto de las ciencias sociales y, en la cual, éstas deben sufrir transformaciones. El acercamiento del nativo es más importante que el del antropólogo. Culturalmente el viaje de aquél es más largo que el de éste, aunque espacialmente éste sea mayor. El desplazamiento de Harvard a la Universidad de Buenos Aires es infinitamente menor que el de Málaga a Marruecos.34 No debemos dejarnos llevar por la confusión que se produce cuando se identifica un sujeto con un espacio geográfico. Que el antropólogo provenga de la ciudad no significa que un mapuche en la ciudad se transforme en antropólogo ni que, un antropólogo estudiando a un mapuche en la ciudad esté estudiando el nosotros. Comprender las historias de la disciplina, la importancia de los transplantes que debe procurar la antropología constantemente, entender la dinámica del objeto en los últimos tiempos, ayudan a identificar la especificidad antropológica mucho más que cualquier recurso no antropológico. La obsesiva presencia de la “otredad”35 sólo es detectable en la lectura de la práctica antropológica y con una lectura basada en esa práctica. Preservándose en todos ellos (formalistas, neomarxistas Notas 1 y sustantivistas) en algún punto la antítesis a través de historia de la antropología económica y a la desventaja de 2 algún pero... Originalmente remitido a las ventajas de la lectura de la 5 siempre esta estructura: pudo tratar ideas sin tratar lo tica de los transplantes, entre ellos, el de los centros económico, pero nunca ha tratado lo económico sin dar antropológicos tradicionales a los supuestos clásicos cuenta de ideas y organización social. Este hecho está campos de estudio. íntimamente relacionado con la intención de explicar la La antropología siempre da cuenta de lo nuestro, aunque “lógica” de los otros. El caso más problemático es el de la antropología nunca investiga lo nuestro per se. la elección de la “lógica” economicista que también es de las La delimitación se mueve (incluso puede ser de acerca- “ideas”, pero que en nuestro segmento es de la economía miento pero no de supresión), como el caso del mono que (éste es un problema sobre el que volveremos cuando tratemos consumo). habló: un mono enterado de que su falta para acceder a 3 Sin embargo es cierto que el antropólogo ha jerarquizado su omisión, fue adecuado al tratamiento de la problemá- ser socio del club humano era el lenguaje inició un duro 6 Ver Meek... para una interesante discusión de este punto. trabajo de aprendizaje hasta que logró hablar. Cuando se 7 Definición: La existencia llamativa de un fenómeno no presentó orgulloso al club con su completud le informa- obliga a definirlo con precisión sino a abarcarlo. La de- ron que como consecuencia de ese brillante logro la co- finición no es una condición para operar. Por esta razón misión directiva estaba elaborando un nuevo requisito la definición suele ser más amplia que el fenómeno. La que él, el mono, no cumpliese. El mono descubrió que hi- definición da más alternativas que las que daría el fe- ciera lo que hiciera nunca “sería del club”, sino la “referencia nómeno en sí. Cuando ingresamos en un campo sin el del club”, la diferencia. fenómeno tal como es, la definición es necesaria para su construcción y su holgura es una tabla de salvación. La referencia de “el fenómeno tal como es”, muy preantropológicamente, obliga a decir “sin...” rápidamente. 8 Dado que el fenómeno no aparece como ha sido profundizado, en general no tiene los atributos más interesantes 4 Explicación Finalidad de la disputa: separación producción-consumo, diferencia Trabajo Subsistencia producción-distribución, apropiaciones diferenciales, Elección Ganancia intercambio competitivo, subsistencia no fisiológica, 35 La antropología, una disciplina en campo impropio... actividades no claramente de subsistencia, etcétera. Así, antropología económica en el desplazamiento de la pro- el formalismo se contenta en la asignación de recursos (parte de la producción del neoclasicismo) el neomarxis- ducción al consumo. 17 A efecto de entender la identificación del consumo con lo mo con la relación de las fuerzas productivas (secunda- cultural, conviene tener en cuenta que en la antropología rizando las relaciones de producción) y el sustantivismo económica de hecho existe la idea de dos clases de con- dejando de lado cualquier producción no material- sumos: el económico y el no económico: alimentaria excepto que aparezca el intercambio. 9 Donde surgen temas nuevos específicos de la antropología Fin económica como los problemas de la asignación racional, económico el de las relaciones de producción en el seno de otras instancias no económicas, la organización de la subsisten- no económico puntos de partida, entre otros. 10 11 14 15 consumo restringido Cuando el fin es la ganancia o la subsistencia se adscribe al concepto económico de consumo, mientras que, cuando En el caso de la informalidad (y el campesinado no le fue el fin es otro, cae en la categorización sociocultural. 18 Comúnmente los antropólogos económicos planteaban en zaga) las explicaciones de toda la tradición antropoló- que el fenómeno sólo por comodidad, razones prácticas, gica se hicieron presentes, se delimitó el mundo en dos y ociosidad, se mantenía a un nivel restringido, pero la eco- la antropología se especializó en una de sus partes (Hart nomía daba para más, y eso era lo que hacían ellos: Así como el concepto de economía es diferente en “nos” realizar una implícita extensión. 19 Campo=abstracción. Pero no el trabajo de campo inductivo que en “otros” (ganancia-subsistencia), el concepto de de recolección, sino un trabajo de intercampo. La definición cultura es diferente en “otros” que en “nos” (cultura es un instrumento. Nótese que la explicación originaria es holística-cultura restringida). válida sólo provisoriamente desplazándose a la nueva ex- Bourdieu, Sahlins o la recopilación de Rutz y Orlove son plicación intercampo. Esta es la explicación específica de buenos ejemplos. la antropología. Posiblemente cuando los antropólogos Sentido común: así como existe un fenómeno económico se preocupan tanto por rescatar el trabajo de campo in- en el discurso científico de la economía y un fenómeno tuyan que en su trastienda está la explicación, aunque no económico en el sentido común que lo antecede y convive, la vean. Pero lo que ellos no ven lo puede ver quien los curso de la disciplina y lo convive otro en el sentido co- observa. 20 Dado que hemos enfatizado en el problema específico del mún. El sentido disciplinario es más preciso, por las ca- transplante, sólo hemos hecho referencia a esta contri- racterísticas del discurso científico, que el sentido común. bución de la historia de la antropología económica. Sin Sin embargo cuando la disciplina actúa en campo impro- embargo no queremos dejar de mencionar su importancia pio y el fenómeno es reacio a aparecer, el sentido común para la precisión del concepto de incrustación, del etno- es una alternativa gracias a su menor precisión. Un fenó- centrismo metodológico, la deformación que produce la meno económico entre nosotros es un fenómeno evidente recurrencia anticipada a otras disciplinas (como la erró- tanto en el sentido común como en el sentido científico, nea identificación formalistas-economistas), el papel de pero en su campo impropio (los otros antropológicos) es la explicación del nosotros por las disciplinas del nosotros, más evidente el sentido común y a él apela la ciencia. Un la comprensión de los cambios específicos de la disciplina fenómeno antropológico entre los “otros” es un fenómeno evidente tanto en el sentido común como en el sentido 36 intercambio Criterio que llevó compulsivamente al trabajo recolecti- así también existe un fenómeno antropológico en el dis- 16 producción tros por falta de tiempo en esta exposición, Quirós, 1992. por dar sólo el primer ejemplo). 13 cultura Medios Para esta afirmación nos remitimos a otros trabajos nues- vo por los apurones de la extinción inminente del objeto. 12 ganancia subsistencia Consumos cia, los aspectos no considerados por la economía en sus Fin y los cambios generales en la ciencias sociales, etcétera. 21 Una de las enseñanzas que extraemos de la historia de la científico pero en su campo impropio (los nosotros antro- antropología económica es que la disciplina en campo pológicos) le es pertinente el sentido común y a él apela- impropio reconstruye, si bien de manera particular, un rá la disciplina. Así como los antropólogos económicos espacio apropiado, y que justamente esta propiedad di- más economicistas prefieren situaciones de intercambio, ferencia a la disciplina de las otras. Si bien la antroplogía los antropólogos urbanos más antropólogos prefieren los política pasa por transformaciones formalmente similares más “otros”, o dispuestos a transponer su propia sapiencia, a la económica, la especificidad de estas transformacio- la subsistencia o lo cultural restringido respectivamente. nes en cuanto a contenido las diferencia: el campo antro- Desplazamiento de lo económico a lo cultural, general en pológico las obliga a ser de una determinada manera y la el discurso de las ciencias sociales y que se refleja en la particularidad la establece la lógica de la categoría trans- E. Guillermo Quirós portada. Vis a vis, la antropología transportada a campo se diferencian más por la perspectiva de que se trate impropio se reconstruye en su especificidad, entre ellas, (sustantivismo, formalismo, neomarxismo) o el lugar del la reconstrucción de un campo antropológico aunque el fenómeno (informalismo en el Tercer Mundo o informalis- campo económico o político le marque ciertas obligaciones. mo en el Primer Mundo) que por el origen de los autores: Cuando los antropólogos en campo impropio tendemos a centro o periferia. Es más, los autores centrales que abor- no sólo regirnos por los parámetros económicos, sino por dan un fenómeno de la periferia leen a los autores peri- las discusiones económicas en lugar de las antropológicas, la pérdida de identidad se acrecienta y la antropología se féricos del tema. 25 diluye. La primera discusión debe ser con los antropólogos testimonial porque su tradición africana los hace a nuestro políticos. ¿Por qué la antropología política se compara con otras disciplinas y no lo hace antes con la antropología A nuestro efecto incluiremos los nuevos en la categoría efecto testimonios. 26 económica? Redfield a México; L. Strauss a Brasil... ejemplo de los testimonios. El que la Argentina no haya sido tradicionalmente “campo de estudio” en antropología es un Antropología A. política corrientes A. económica corrientes ejemplo de los transplantados. 27 Conste que estamos considerando aquí el hecho del acercamiento del antropólogo al viejo campo de estudio y no Otras disciplinas el hecho del acercamiento del campo de estudio al anNormalmente se pasa de corrientes a antropología-otras tropólogo. Este último acercamiento, viaje del objeto, discusiones interdisciplinarias y se omite la fase interme- lleva a entrecruces políticos y económicos por parte del dia antropología política vs. antropología económica. Te- campo tradicional que es estudiado tanto por antropólo- niendo en cuenta esta reconstrucción (que marca especi- gos centrales como periféricos. Estamos tratando de mo- ficidad disciplinaria), rescatable a través de la experien- vernos exclusivamente con la idea de “antropólogos del tradicional campo de estudio”. cia antropológica (su historia), es posible ubicar más claramente la real incidencia de los transplantes. 22 28 mente provisoria que pretende incitar al estudio de la co- ca contribuye a su inidentidad mucho más que la aparente munidad antropológica y su fenómeno en términos de las categorías socioculturales mencionadas. muerte del indio. El buscar explicaciones fuera de la disciplina es una propensión de la disciplina antropológica 29 reforzado por la propensión a éste: la sumisión explicativa 30 antítesis, el sentido común. tuaciones incómodas, fue lo suficientemente fuerte como 31 32 No debe confundirse la escisión clave original y estruc- hábil tratamiento histórico de la antropología y el a veces turante de la antropología con el tratamiento que de ella intensivo tratamiento histórico de la economía en nues- se haga. Puede hallarse lo peor o lo mejor en cualquier es- tras sistemáticas contribuye decididamente a la pérdida tructura. Ningún economista escapó a la relación hombre- de fuerza de la antropología. Esta contribución produce el naturaleza y nuestras controversias más extremas se efecto de renuncia anticipada, descreimiento, por desco- asientan en ella. Ningún antropólogo debe renunciar a su nocimiento de la propia disciplina. El problema de trans- estructura nosotros-otros, nuestras controversias más plante, específico de la antropología, es rápidamente, fuertes se asientan en ella. Las soluciones voluntaristas fuera de ella pueden ser interesantes pero no antropológicas. compulsivamente, dado a otras explicaciones, muchas veces absolutamente impertinentes. 33 Si bien la creencia de acercamiento de éstos contribuye a incrementar la confusión disciplinaria. Este apartado intenta ser la enunciación de aspectos que deben ser considerados en un análisis que tenga en 34 Que Gladwin no pueda distinguir a un economista de un antropólogo es porque en Nairobi todos los gatos son cuenta la lógica de la disciplina antropológica que, como hemos sustentado, se asienta sustancialmente sobre el blancos, es decir, antropólogos, y todos los ratones nosotros-otros. Si resintiéramos este punto de partida lo son negros, es decir, primitivos. específicamente antropológico se diluiría. 24 El relativismo a ultranza tiende a suprimir las diferencias, y esto lleva a creerse un colectivo con el objeto. parámetros teórico-metodológicos; estrictamente es la fe del antropólogo por la dureza de las otras disciplinas. El La “explicitud” es uno de los presupuestos diagnósticos de la cientificidad, mientras la “implicitud” lo es de su a otras disciplinas. El orgullo de otras disciplinas, en sipara preferir adaptar el fenómeno antes que cambiar sus La represión del etnocentrismo tiende a reprimir la identidad antropológica. tan fuerte como el trabajo de campo y en gran medida 23 Tómese esta afirmación como una hipótesis absoluta- El destratamiento histórico de la antropología económi- En la tradición de la antropología económica los abordajes 35 Sin concesiones del tipo, diversidad, diferencia, heterogeneidad, etcétera. 37