1. REDUCIR LA DESIGUALDAD EN SALUD «Para el año 2000, las diferencias en el estado de salud entre países y entre grupos dentro de cada país deberían haberse reducido por lo menos en un 25%, mejorando el nivel de salud de los países y grupos menos favorecidos» 1.1. Diferencias de salud entre países El primer objetivo del programa regional europeo de la OMS Salud para todos hace referencia a las diferencias en salud entre países. Por esta razón, en la cuarta evaluación de este programa en España se ha optado por incluir dentro de este objetivo un comparación de la situación de salud en los distintos países de la Unión Europea (UE), con el propósito de valorar la posición de España en el contexto de los países de su entorno. Igualmente, en aquellos fenómenos de salud que sea posible, se mostrará la tendencia experimentada en la UE y la tendencia experimentada en España hasta el último año con información disponible. Para describir el estado de salud de la población habrá que centrarse, en primer lugar, en los indicadores más utilizados internacionalmente, como son la mortalidad infantil y la esperanza de vida. A ello hay que añadir una medida subjetiva del estado de salud, como es la autovaloración de la salud, cuya validez para predecir la mortalidad y la utilización de servicios sanitarios se ha puesto de manifiesto en numerosos estudios. Junto a estas medidas se incluirá la descripción de la magnitud y la tendencia experimentadas por los principales problemas de salud en las sociedades desarrolladas, como son las enfermedades del aparato circulatorio —fundamentalmente, la enfermedad isquémica del corazón y la enfermedad cerebrovascular—, el cáncer, otras enfermedades crónicas, como la diabetes mellitus y la cirrosis hepática, los accidentes y causas externas de traumatismos y envenenamientos y, más concretamente, los accidentes de trafico y el suicidio y el sida. Por último, es preciso hacer referencia a algunos factores de riesgo para la salud, como el tabaquismo, el consumo de alcohol, la ingesta calórica y de grasas, la obesidad y la inactividad física o sedentarismo. Mortalidad infantil La mortalidad infantil se ha considerado clásicamente un indicador muy útil para comparar las condiciones sociales, económicas y sanitarias de diferentes países y grupos de población. En España, la mortalidad infantil presenta una magnitud menor que la media de la UE. Concretamente, en 1995, las tasa de mortalidad infantil en España fue de 5,5 defunciones en el primer año de vida por 1000 nacidos vivos, mientras que en el conjunto de la UE ese año la tasa de mortalidad infantil fue de 6. Si se compara con el resto de los países de la UE, España se encuentra en una posición intermedia. Los países con menor tasa de mortalidad infantil son Grecia, Finlandia y Suecia, mientras que los países con mayor tasa de mortalidad infantil son Bélgica, Alemania y Portugal (figura 1.1.1). < 4,06 4,06-5,46 5,47-7,07 >7,07 Figura 1.1.1 Tasa de mortalidad infantil en la UE, 1995 3 La tasa de mortalidad infantil experimentó una tendencia similar entre 1975 y 1995 en la UE y en España. En la UE la tasa se redujo de 18,1 defunciones por 1000 nacidos vivos en 1975 a la tasa indicada de 6 en 1995; por su parte, en España la tasa pasó de 18,9 defunciones por 1000 nacidos vivos en 1975 a la tasa señalada de 5,5 en 1995 (figura 1.1.2). T ASA D E MOR T ALID AD IN FAN T IL 20 15 10 UE España 5 0 19 75 19 80 19 85 19 90 19 95 AÑ O Figura 1.1.2 Evolución de la tasa de mortalidad infantil en la UE y en España, 1975-1995 Esperanza de vida Al igual que la mortalidad infantil, la esperanza de vida también se utiliza para comparar las condiciones sociales, económicas y sanitarias de diferentes poblaciones. Además, este indicador presenta unas enormes ventajas frente a otros indicadores de mortalidad, porque su interpretación es independiente de la estructura etaria de las poblaciones objeto de comparación. La esperanza de vida al nacer, esto es, el promedio de años que se espera que viva un individuo desde el nacimiento hasta su muerte, era de 77,44 años en la UE y de 77,90 en España en 1995. Es decir, España presenta una esperanza de vida superior a la media de la UE. Después de Suecia, Francia y Grecia, España es el país con una esperanza de vida al nacer más alta, mientras que Portugal, Irlanda y Dinamarca son los países con una menor esperanza de vida al nacer más baja (figura 1.1.3). En el conjunto de la UE la esperanza de vida al nacer se incrementó 4,76 años entre 1975 y 1995; concretamente, de 72,68 años pasó a los 77,44 años señalados. En España la esperanza de vida al nacer experimentó un incremento similar —4,64 años—: de 73,26 años en 1975 pasó a 77,90 años en 1995 (figura 1.1.3). Por su parte, Austria y Portugal fueron los países que en este periodo de tiempo experimentaron un mayor incremento: 6,37 y 6 años, respectivamente. 4 Incremento de la EV entre 1975 y 1995 EV Portugal 74,98 Irlanda 75,33 D inamarca 75,77 Bélgica 76,54 Finlandia 76,75 Alemania* 76,84 R eino Unido 76,86 Austria 77,12 Luxemburgo 77,41 Unión Europea 77,44 Países Bajos 77,70 Italia 77,85 España 77,90 Grecia 77,99 Francia 78,62 Suecia 79,07 0 1 2 3 4 5 6 7 AÑ O S Figura 1.1.3 Esperanza de vida (EV) al nacer en los diferentes países de la UE en 1995 e incremento desde 1975 a 1995 * Sin datos de 1975 Autovaloración del estado de salud Otra de las medidas ampliamente utilizadas para la medición del nivel de salud es la que se refiere a la autovaloración del estado de salud. Esta valoración se hace con las respuestas que dan los individuos a la pregunta: ¿cómo diría usted que ha sido su estado de salud en el último año: muy bueno, bueno, regular, malo o muy malo? No todos los países de la UE tienen un sistema periódico de encuestas de salud por entrevista para obtener este tipo de datos. Concretamente, en los datos disponibles por la Organización Mundial de la Salud a partir de la información que le proporcionan los países, sólo se encuentra este tipo de información en 11 de los 15 países de la UE. En la tabla 1.1.1 puede observarse el porcentaje de población que señala que su salud es muy buena o buena en cada uno de esos 11 países, obtenido de las encuestas realizadas en la primera mitad de los años noventa. El Reino Unido es el país donde un más alto porcentaje de población dice que su salud es muy buena o buena —un 85%—, mientras que Portugal es el país con un menor porcentaje de población con autovaloaración positiva de su salud —30,5%— España, por su parte, presenta una situación intermedia, con un 66,5% de la población que declaraba tener un nivel de salud muy bueno o bueno en 1995. Otro indicador más preciso para evaluar el estado de salud de la población es la esperanza de vida en buena salud subjetiva. Se trata de una medida que combina la esperanza de vida con la autovaloración del estado de salud, es decir, tiene en cuenta si los años que en promedio se espera que viva un individuo son años de buena salud. Sin embargo, este indicador requiere un análisis más sofisticado en su cálculo, por lo que no está disponible en la mayor parte de los países en las fuentes rutinarias de datos sanitarias. En España ese indicador se incrementó entre 1986 y 1995; concretamente, la esperanza de vida al nacer en buena salud aumentó de 52,6 años, en 1986, a 54,6 años, en 1995. 5 Tabla 1.1.1 Porcentaje de población mayor de 15 años que declara que su salud es muy buena o buena. Varios países de la UE*. Reino Unido Dinamarca Holanda Suecia Austria Francia Finlandia España Italia Alemania Portugal 85,0 80,5 78,4 75,1 70,2 67,2 66,9 66,5 60,1 45,2 30,5 * Cifras procedentes de encuestas de salud realizadas entre 1990 y 1995. Mortalidad por enfermedad isquémica del corazón En la UE la enfermedad isquémica del corazón es responsable del 16% de las defunciones mientras que en los Estados Unidos de América esta enfermedad produce el 20% de las muertes. Esta diferencia se debe a la baja mortalidad por enfermedad isquémica del corazón en los cinco países mediterráneos (figura 1.1.4). Dentro de la UE, España el segundo país después de Francia con una mortalidad más baja por enfermedad isquémica del corazón. Por su parte, Irlanda es el país con una tasa de mortalidad más alta por esta enfermedad: su riesgo de mortalidad es cuatro veces superior al de Francia y tres veces superior al de España. Otros países con una mortalidad alta son Finlandia e Inglaterra. < 69,00 69,10-94,10 94,11-139,64 >134,64 Base 100: Media UE. Figura 1.1.4 Índice de mortalidad por enfermedad isquémica del corazón. Países de la UE, 1995 Otro hecho notable es la tendencia descendente en la mortalidad por enfermedad isquémica del corazón observado desde la década de los sesenta en los países desarrollados. En el conjunto de la 6 UE, la mortalidad por esta enfermedad descendió un 30% entre 1975 y 1995, mientras que en España el descenso en ese periodo fue del 22% (figura 1.1.5). No obstante, desde el punto de vista de la planificación sanitaria, hay que tener en cuenta que la proporción de fallecimientos por enfermedad isquémica del corazón se ha mantenido prácticamente estabilizada a pesar de esa disminución en la mortalidad. El aumento en el número de fallecimientos por encima de los 75 años, cuya primera causa de muerte es esta enfermedad, explica este hecho. ÍN D IC E D E MOR T ALID AD 150 100 España UE 50 0 19 75 19 80 19 85 19 90 19 95 AÑ O Figura 1.1.5 Evolución del índice de mortalidad por enfermedad isquémica del corazón en la UE y en España, 1975-1995 Mortalidad por enfermedad cerebrovascular La mortalidad por enfermedad cerebrovacular en España presenta una magnitud intermedia con relación al resto de los países y es ligeramente inferior a la media de la UE (figura 1.1.6). Portugal y Grecia son los países con la tasa de mortalidad más alta por esta enfermedad, mientras que Francia y Suecia son los que tienen la tasa de mortalidad más baja. Concretamente, Portugal tiene cuatro veces más riesgo de mortalidad por esta enfermedad que Francia. Algunos países como Suecia, Holanda, Dinamarca y Reino Unido con una mortalidad relativa alta por enfermedad isquémica del corazón tienen una mortalidad relativa baja por enfermedad cerebrovascular; mientras que en otros, como Portugal y Grecia e Italia, ocurre todo lo contrario. Es de destacar igualmente que mientras en la UE las enfermedades cerebrovasculares son responsables del 12% de las defunciones, en otros países, como EEUU y Canadá, la mortalidad proporcional por esta enfermedad es sólo del 7% La característica más relevante es el descenso tan espectacular ocurrido en la mortalidad por la enfermedad cerebrovascular a mediados de siglo en los países desarrollados. En la UE, la tasa de mortalidad por esta enfermedad entre 1975 y 1995 descendió un 45%, mientras que en España el descenso en el mismo periodo fue del 57% (figura 1.1.6). 7 % de cambio 1975 a 1995 Portugal -33 Grecia -12 Finlandia -45 Luxemburgo -32 Italia -36 Irlanda -37 Austria -47 Alemania -52 Unión Europea(*) -- R eino Unido -46 España -57 D inamarca -20 Belgica -52 Paises Bajos -38 Suecia -34 Francia -62 0 50 100 150 200 250 ÍN D IC E D E MO R T A L ID A D Figura 1.1.6 Índice de mortalidad por enfermedad cerebrovascular y porcentaje de cambio entre 1975 y 1995. Países de la UE, 1995 * Sin datos de 1975 Mortalidad por cáncer La magnitud de la mortalidad por cáncer en los diferentes países no presenta tanta variación como las enfermedades señaladas anteriormente ni muestra un patrón geográfico característico (figura 1.1.7). Así, la mortalidad en Dinamarca —país con la tasa más alta— es sólo un 40% mayor que la mortalidad en Suecia —país con la tasa más baja—. Por su parte, España es de los países de la UE con una menor mortalidad por cáncer. 8 < 87,52 87,52-100,81 100,82-106,99 >106,99 Base 100: Media UE. Figura 1.1.7 Índice de mortalidad por cáncer. Países de la UE, 1995 En la UE la mortalidad por cáncer descendió de forma importante desde el inicio de la década de los noventa, aunque en algunos países como Dinamarca, Portugal, España y Grecia continuó aumentando. Si se analiza el periodo 1975 a 1995 se observa que la mortalidad por cáncer descendió en la UE casi un 3%, mientras que en España durante este periodo la mortalidad por cáncer se ha incrementado un 6% (figura 1.1.8). Un descenso similar al ocurrido en el conjunto de la UE se ha observado desde el inicio de la década en la mortalidad por esta enfermedad en los EEUU. 9 íN D IC E D E MOR T ALID AD 150 España 100 UE 50 0 19 75 19 80 19 85 19 90 19 95 AÑ O Figura 1.1.8 Evolución del índice de mortalidad por cáncer en la UE y en España, 1975-1995 Fundamentalmente, este descenso se debe a la disminución de la mortalidad en dos tipos de tumores que causan número elevado de defunciones: cáncer de pulmón y cáncer de mama. La mortalidad por cáncer de pulmón y por cáncer de mama comenzó a descender en la segunda mitad de los años ochenta en el conjunto de la UE. Concretamente entre 1988 y 1995 la mortalidad por cáncer de pulmón y por cáncer de mama descendió un 3% y un 4% respectivamente. En cambio, en España, a pesar de tener una mortalidad menor por estos dos tipos de cáncer que el conjunto de la media de la UE durante ese periodo (tabla 1.1.2), la mortalidad por cáncer de pulmón se incrementó un 11% y la mortalidad por cáncer de mama se incrementó un 3,7%. Tabla 1.1.2 Índice de mortalidad por cáncer de pulmón y por cáncer de mama en 1995 y porcentaje de cambio entre 1988 y 1995. UE y España. Cáncer de pulmón Unión Europea España Cáncer de mama Índice 1995 ___________ % de cambio ___________ Índice 1995 ___________ % de cambio ___________ 100,0 -3,0 100,0 11,0 89,3 -4,0 81,0 3,7 Mortalidad por diabetes mellitus La diabetes mellitus supone una importante causa de fallecimiento en los países desarrollados. Tanto en los EEUU como en la UE, la diabetes mellitus es la séptima causa de muerte con alrededor del 2% de las defunciones. Aunque la mortalidad subestima la magnitud de este problema sanitario ya que el estudio exclusivo de la causa básica de la muerte impide conocer el número de fallecimientos en los que junto a la causa básica aparece reflejada también la diabetes mellitus en el certificado de defunción. 10 Portugal es el país de la UE con una mayor mortalidad por diabetes mellitus. Su índice de mortalidad es cuatro veces mayor que el de Grecia, que es el país con menor mortalidad por esa enfermedad (figura 1.1.9). España, por su parte, se encuentra entre los países con una mortalidad más alta por diabetes mellitus, concretamente su índice de mortalidad es un 16% superior a la media de la UE. En la mayoría de los países la mortalidad por diabetes mellitus ha experimentado un descenso en el último cuarto de siglo y, entre ellos, España, cuyo descenso en el índice de mortalidad entre 1975 y 1995 fue del 21% (figura 1.1.9). Hay que señalar, no obstante, el extraordinario incremento de la mortalidad durante ese periodo en Portugal —un 164%—, así como el incremento de Irlanda, Austria y Holanda. % de cambio 1975 a 1995 164 Portugal Italia -4 Alemania(*) -- España -21 Países Bajos 27 Austria 17 Unión Europea -22 Irlanda 11 Luxemburgo -71 D inamarca -4 Suecia -17 Belgica -62 Finlandia -55 R eino Unido -9 Francia -47 Grecia -78 0 50 100 150 200 ÍN D IC E D E M O R T A L ID A D Figura 1.1.9 Índice de mortalidad por diabetes mellitus en 1995 y porcentaje de cambio entre 1975 y 1995. Países de la UE, 1995 * Sin datos de 1975 Mortalidad por cirrosis hepática La cirrosis hepática en la UE supone alrededor del 1,8% de las defunciones. Si se exceptúa a Grecia —con una mortalidad relativamente baja por esta enfermedad— y a Dinamarca —con una mortalidad relativamente alta—, el índice de mortalidad por cirrosis hepática presenta un cierto patrón norte-sur, caracterizado por una menor magnitud de ese índice en los países del norte y una mayor magnitud en los países del sur (figura 1.1.10). Aunque, curiosamente, la tendencia de la mortalidad por cirrosis hepática ha experimentado un incremento en los países del norte —Irlanda, Reino Unido, Finlandia, Dinamarca— y un descenso en los países del Sur —Francia, España, Italia, Portugal—. Austria es el país de la UE con un índice de mortalidad más alto por cirrosis hepática e Irlanda el país con un índice más bajo. El índice de mortalidad en Austria es seis veces mayor que en Irlanda. España es de los países con mayor mortalidad por cirrosis hepática, aunque como el resto de los países del sur ha experimentado un descenso entre 1975 y 1995; concretamente del 37% (figura 1.1.10). Otros países con descensos importantes en la mortalidad por esta enfermedad han sido Grecia y Portugal. Hay que mencionar, igualmente, el extraordinario ascenso que se ha producido en el Reino Unido en ese periodo, donde el índice de mortalidad se incrementó en un 85%. 11 % de cambio 1975 a 1995 Austria -20 Portugal -58 Italia 38 Alemania(*) -- D inamarca 49 España -37 Unión Europea -32 Francia -57 Luxemburgo -37 Bélgica -18 Finlandia 43 R eino Unido 85 Suecia -52 Grecia -60 Países Bajos -9 Irlanda 20 0 50 100 150 200 ÍN D IC E D E M O R TALID AD Figura 1.1.10 Índice de mortalidad por cirrosis hepática en 1995 y porcentaje de cambio entre 1975 y 1995. Países de la UE, 1995 * Sin datos de 1975 Mortalidad por accidentes y causas externas Los accidentes constituyen la cuarta causa de muerte en la UE, después de las enfermedades del corazón, el cáncer y las enfermedades cerebrovasulares, con un 5% de las defunciones. Además, los accidentes son responsables de gran cantidad de muertes prematuras ya que son la primera causa de muerte en los menores de 35 años. Finlandia y Francia son los países que presentan un índice de mortalidad más alto por accidentes, mientras que el Reino Unido, Holanda y España son los países con una mortalidad más baja (tabla 1.1.3). No obstante, si se pretende conocer el patrón de mortalidad por accidentes en los países de la UE, es preciso desglosar el conjunto de los accidentes en subgrupos más específicos, fundamentalmente en accidentes de tráfico y en suicidio. Así, por ejemplo, la importancia de los accidentes de tráfico en el conjunto de la mortalidad por accidentes varía de un país a otro: entre los países con mayor mortalidad por el conjunto de los accidentes, hay algunos —Dinamarca y Finlandia— con mortalidad por accidentes de tráfico relativamente baja, mientras que otros —Bélgica y Portugal— presentan mortalidad por accidentes de tráfico relativamente alta. Igualmente, entre los países con mayor mortalidad por accidentes, hay algunos en los que la tasa de suicidio es alta —Finlandia y Francia— y otros en los que la tasa de suicidio es baja—-Portugal—- 12 Tabla 1.1.3 Índice de mortalidad por accidentes y causas externas. Países de la UE, 1995. Inglaterra 65,5 Holanda 68,3 España 86,3 Irlanda 88,1 Grecia 90,7 Suecia 92,3 Italia 93,4 Alemania 94,4 Unión Europea 100,0 Luxemburgo 123,5 Austria 124,4 Portugal 127,3 Dinamarca 128,0 Belgica 129,1 Francia 147,8 Finlandia 181,4 Mortalidad por accidentes de tráfico Las defunciones por accidentes de tráfico son las principales responsables de la mortalidad prematura por accidentes. Alrededor de las dos terceras partes de los fallecimientos por accidentes antes de los 35 años en la UE son debidos al tráfico. El índice de mortalidad por accidentes es mayor en los países del sur que en los del norte (figura 1.1.11). Así, por ejemplo, la mortalidad en Portugal o en Grecia es alrededor de cuatro veces mayor que la mortalidad en el Reino Unido o en Suecia. España es de los países con mayor mortalidad por accidentes de trafico y su índice de mortalidad es un 17% superior a la media de la UE. < 64,59 64,59-112,52 112,53-133,33 >133,33 Base 100: Media UE. Figura 1.1.11 Índice de mortalidad por accidentes de tráfico. Países de la UE, 1995 13 En cuanto a la tendencia experimentada en la mortalidad por accidentes de tráfico desde el año 1995, hay que señalar que en el conjunto de la UE hay una tendencia descendente, mientras que en España se advierten periodos de incrementos: uno en la segunda mitad de los años setenta y otro en la segunda mitad de los años ochenta (figura 1.1.12). No obstante, desde el año 1990 se observa un importante descenso en la mortalidad por esta causa. íN D IC E D E MOR T ALID AD 150 100 España UE 50 0 19 75 19 80 19 85 19 90 19 95 AÑ O Figura 1.1.12 Evolución del índice de mortalidad por accidentes de tráfico en la UE y en España, 1975-1995 Mortalidad por suicidio El suicidio representa el 1,3% de las defunciones en la UE. Los países del sur, excepto Francia, presentan el índice de mortalidad por suicidio más bajo, mientras que los países del norte, excepto el Reino Unido, presentan el índice de mortalidad más alto (figura 1.1.13). Así, por ejemplo, Finlanda tiene una tasa de suicidio 8 veces más alta de Grecia y casi cuatro ves más lata que Italia o España. España es de los países con un índice de suicido más bajo: casi un 40% más bajo que la media de la UE. En cualquier caso, conviene señalar que mientras en el conjunto de la UE, el índice de mortalidad presenta una tendencia descendente desde la segunda mitad de los años ochenta, en España la mortalidad por suicidio se mantiene estabilizada en unas cifras similares en la última década (figura 1.1.14). Incidencia de casos de sida La incidencia de casos de sida presenta un claro patrón norte-sur, con una mayor frecuencia de este problema de salud en los países del sur de la UE (figura 1.1.15). A pesar de que el sida tuvo un inicio más tardio en España, Italia y Portugal, que en el resto de países de la UE, esos países presentan la tasa más alta de casos de sida. En 1988 España era ya el segundo país con mayor número de casos de sida, después de Francia, y el segundo país con mayor tasa de incidencia de sida por millón de habitantes, después de Suiza. Desde 1990 la incidencia de esta enfermedad aumentó más en España que en el resto de países, con lo que es el país con mayor tasa de incidencia de sida, seguido de los países mediterráneos, excepto Grecia. Afortunadamente, desde el año 1994 en España y en Francia, desde el año 1995 en Italia y desde el año 1996 en Portugal, se observa una tendencia descendente en la tasa de casos de sida en estos países (figura 1.1.16). 14 < 61,87 61,87-119,28 119,29-147,30 >147,30 Base 100: Media UE. Figura 1.1.13 Índice de mortalidad por suicidio. Países de la UE, 1995 200 íN D IC E D E MOR T ALID AD España 150 100 UE 50 0 19 75 19 80 19 85 19 90 19 95 AÑ O Figura 1.1.14 Evolución del índice de mortalidad por suicidio en la UE y en España, 1975-1995 15 < 10,70 10,70-20,80 20,81-37,90 >37,90 Figura 1.1.15 Índice de frecuencia de casos de sida por millón de habitantes. Países de la UE, 1997 IN C ID EN C IA C ASOS D E SID A 200 150 España 100 Portugal Italia 50 Francia 0 19 91 19 92 19 93 19 94 19 95 19 96 19 97 AÑ O Figura 1.1.16 Evolución de la incidencia de casos de sida por millón de habitantes. Países de la UE con la tasa más alta de casos de sida, 1991-1997 Por último, hay que señalar que según datos del sistema de vigilancia de sida, actualizados a 30 de septiembre de 1998, la tasa de sida por millón de habitantes en 1997 era de 116,7 en España, 82, 7 en 16 Portugal, 58, 7 en Italia y 37,9 en Francia. Por su parte, los países con menor tasa de sida eran Finlandia, con 3,6 casos por millón de habitantes, Suecia con 8,6 e Irlanda con 8,8. Consumo de tabaco Desde hace algunos años, la reducción del consumo de tabaco en la población es uno de los aspectos centrales en las estrategias de salud de los países desarrollados, ya que constituye una de las principales causas de morbilidad y mortalidad evitables. Comparado con el resto de países de la UE, el consumo de cigarrillos por persona y año en España es alto, constituyendo, junto a Grecia, Alemania y Luxemburgo, el grupo de países con un mayor consumo per cápita de cigarrillos en 1997 (figura 1.1.17). < 1.479 1.479-1680 1.681-1816 >1.816 Figura 1.1.17 Consumo per cápita de tabaco. Países de la UE, 1997 En cuanto a la evolución del indicador, si en la UE el consumo de cigarrillos por persona y año ha venido descendiendo desde 1976 hasta 1997, último año disponible, en España la tendencia es ascendente, con un importante incremento relativo en los últimos 20 años (Figura 1.1.18). Otra forma de estudiar la situación del consumo de tabaco en la población son las encuestas por entrevista. La tabla 1.1.4 muestra los resultados de una encuesta llevada a cabo sobre una muestra representativa de la población de 15 y más años en los países de la UE en 1997. Como puede verse, España, con un 34% de fumadores, ocupa junto al Reino Unido, Irlanda y Bélgica, una posición intermedia. Francia, Grecia y Holanda, con prevalencias superiores al 40%, son los países donde el consumo de tabaco es más frecuente, mientras que las menores prevalencias se observan en Portugal y Suecia, con un 24% de fumadores. 17 íN D IC E C ON SU MO PER C ÁPIT A D E T AB AC O 250 200 España 150 100 UE 50 0 19 76 19 80 19 85 19 90 19 95 19 97 AÑ O Figura 1.1.18 Evolución del consumo per cápita de tabaco en la UE y en España. 1976-1997 Tabla 1.1.4 Porcentaje de población de 15 y más años fumadora. Países de la UE, 1997. Suecia Portugal Austria Luxemburgo Italia Finlandia Bélgica Irlanda España Reino Unido Dinamarca Alemania Holanda Grecia Francia 24 24 27 28 29 29 31 31 34 34 37 39 42 44 46 Consumo per cápita de alcohol Como puede apreciarse en la figura 1.1.19, el consumo de alcohol absoluto por persona y año en España en relación con otros países de la UE es alto. Luxemburgo, Portugal, Dinamarca y Francia (los países con mayor consumo de alcohol) y Austria y Alemania superaron los 9,3 litros consumidos en España en 1996, mientras que Suecia y Finlandia, con 4,9 y 6,7 respectivamente, son los países con un menor consumo de alcohol absoluto por persona en ese año. 18 < 8,1 8,1-9,0 9,1-9,9 >9,9 Figura 1.1.19 Consumo per cápita de alcohol absoluto. Países de la UE, 1996 En cuanto a la tendencia en el consumo de alcohol, tanto en España como en el conjunto de la UE es descendente desde 1975 hasta 1996, último año disponible. Como puede apreciarse en la figura 1.1.20, el descenso en el consumo de alcohol ha sido mayor en España que en al conjunto de la UE. íN D IC E C ON SU MO PER C ÁPIT A D E ALC OH OL 150 100 UE España 50 0 19 75 19 80 19 85 19 90 19 95 996 1 AÑ O Figura 1.1.20 Evolución del consumo per cápita de alcohol absoluto en la UE y en España. 1975-1996 19 Ingesta media de energía y lípidos La figura 1.1.21 muestra el número medio de calorías consumidas por persona y día en 1996 en los países de la UE. España, con un consumo de 3295 cal/per/día, ocupa una posición intermedia, superando sólo a Finlandia, Holanda, Reino Unido y Suecia. < 3.276,5 3.276,5-3.503,9 3.504-3.563 >3.563 Figura 1.1.21 Número medio de calorías consumidas por persona y día. Países de la UE, 1996 El consumo de calorías por persona y día experimentó una tendencia ligeramente ascendente desde 1975 a 1996 tanto en la UE como en España. En la UE el consumo medio de calorías pasó de 3181 en 1975 a 3392 en 1996, mientras que en España entre esos dos años el número medio de calorías consumidas pasó de 2990 a 3295, lo que supuso incrementos del 6 y el 10% respectivamente (figura 1.1.22). 20 íN D IC E D E C ALOR ÍAS C ON SU MID AS 150 España UE 100 50 0 19 75 19 80 19 85 19 90 19 95 996 1 AÑ O Figura 1.1.22 Evolución del número medio de calorías consumidas por persona y día en la UE y en España. 1975-1996 Respecto al porcentaje de la energía consumida procedente de lípidos, España, con un 38,8% en 1996, ocupa una posición intermedia en la UE, superando a Irlanda, Italia, Portugal, Suecia, Finlandia y Grecia (figura 1.1.23). Austria, Dinamarca, Francia y Luxemburgo son los países con un mayor porcentaje de energía procedente de lípidos, superando el 40% de energía derivada de la ingesta de grasas. < 37,7 37,7-38,8 38,9-40,3 >40,3 Figura 1.1.23 Porcentaje de la energía consumida por persona y día procedente de lípidos Países de la UE, 1996 21 La tendencia en dicho porcentaje ha sido ascendente tanto en España, donde aumentó un 26% desde 1975 a 1996, como en la UE, donde se produjo un aumento del 11% entre esos dos años (figura 1.1.24). íNDICE DE ENERGÍA CONSUMIDA POR PERSONA Y DÍA 150 España UE 100 50 0 19 75 19 80 19 85 19 90 19 95 996 1 AÑO Figura 1.1.24 Evolución del porcentaje de la energía consumida por persona y día procedente de lípidos en la UE y en España. 1975-1996 Obesidad La tabla 1.1.5 muestra los resultados de una encuesta sobre actitudes de consumo, actividad física, peso corporal y salud llevada a cabo en 1997 sobre una muestra representativa de la población de 15 y más años en los países de la UE, en la que se recogió, por autodeclaración del entrevistado, el peso y la talla. El porcentaje de población obesa (con un índice de masa corporal de 30 kg/m2) en la UE fue de 10%. España, con un 11% de población obesa, supera, junto a Grecia, Alemania y Reino Unido, la media europea. Francia, Italia y Suecia, con un 7%, son los países con menor porcentaje de población obesa. 22 Tabla 1.1.5 Porcentaje de población de 15 y más años con un índice de masa corporal (*) 30 kg/m². Países de la UE, 1997. Francia Italia Suecia Dinamarca Irlanda Bélgica Luxemburgo Portugal Austria Finlandia Holanda Alemania Grecia España Reino Unido 7 7 7 8 8 9 9 9 10 10 10 11 11 11 12 (*) Basado en el peso y la talla declarados por los individuos Actividad física La medición de la actividad física es un aspecto complejo. De los muchos indicadores que pueden ser utilizados, la tabla 1.1.6 muestra el porcentaje de población adulta que declara no realizar actividad física alguna en el tiempo libre de un día típico de la semana. Como puede apreciarse, hay una enorme variabilidad entre los diferentes países de la UE. España, con un 37% de inactivos ocupa una posición alta en el contexto europeo. El país con mayor porcentaje de inactivos es Portugal (61%) seguido de Bélgica y Grecia, con más de un 40% de población inactiva. Finlandia, Suecia, Irlanda, Austria y Holanda, con menos de un 20%, son los países con menor prevalencia de sedentarismo. Tabla 1.1.6 Porcentaje de población inactiva(*). Países de la UE, 1997. Finlandia Suecia Irlanda Austria Holanda Luxemburgo Dinamarca Reino Unido Alemania Francia España Italia Grecia Bélgica Portugal 10 12 14 16 19 20 24 24 31 36 37 39 40 42 61 (*) Población que no realiza actividad física alguna en tiempo libre en un día semanal típico 23