Del 16 al 29 de marzo de 2006 // CULTURAS // 3 (21) CINE FOTOGRAMAS DE LA MEMORIA. De izquierda a derecha, imágenes de ‘La jetée’, ‘Level five’, ‘La jetée’ de nuevo y ‘Sans soleil’. Abajo, fotograma de ‘Remembrance of things to come’. PANORAMA: LA INDISPENSABLE OBRA DE UN CINEASTA ÚNICO Y A CONTRACORRIENTE La fascinación Chris Marker { Cineasta inclasificable, creador de hipnóticas imágenes que funden poesía, ensayo y política, y joven artista de más de 80 años: Chris Marker. JOSÉ MANUEL SANDE* acido en 1921 o en 1929, en Francia o en Mongolia, cineasta militante y maestro de la ocultación –únicamente localizable en un apartado de correos parisino–, buen guardián al mismo tiempo de su obra, una exuberante fusión de arte, política y tecnología por un lado, y de transgresión de las categorías de género y prácticas narrativas tradicionales en el cine (Marker mezcla como nadie poesía, epístola, ensayo o historia, ficción y no ficción) por otro, definen la idiosincrasia y particular ética de la mirada de Chris Marker, pseudónimo de Christian François BoucheVilleneuve. Fotonovela, CDROM, video-instalación, videocreaciones o clips, hasta precoces libros ilustrados: poco ha importado el soporte del que se ha servido desde la década de los ‘50 del siglo pasa- N FILMOGRAFÍA SELECCIONADA 1953. Las estatuas también mueren (con Alain Resnais) 1956. Domingo en Pekín 1957. Lettre de Sibérie 1960. Descripción de un combate 1961. ¡Cuba sí! 1962. La jetée 1962. Le joli mai 1965. Le mystére Koumiko 1967. Loin du Vietnam (codirigida por Godard, Resnais, William Klein, Varda, Lelouch e Ivens) 1969. Clase de lucha 1974. La solitude du chanteur du fond 1977. El fondo del aire es rojo 1982. Sans soleil 1984. 2084 1985. A.K. 1992. Le tombeau d’Alexandre 1996. Level five 1997. Inmemory (CD-ROM) 2000. Cineastas de nuestro tiempo: un día en la vida de Andrei Arsenevitch 2004. Chats perchés } do este brillante revolucionario muy capaz de comprender y utilizar además aquellos aspectos virtuosos derivados de los cambios tecnológicos. Vinculado en sus años mozos de la posguerra al programa educativo audiovisual de la UNESCO Peuple et Culture, comienza su carrera con un trabajo sobre las Olimpiadas de Helsinki y el estimulante trabajo sobre arte africano, Las estatuas también mueren (1953), donde la perspectiva descolonizadora y el potente texto mostraban ya sus credenciales. Codirigido por Alain Resnais, otro realizador obsesionado por la memoria y el tiempo, para él escribirá prodigiosos textos. Funda el cine-ensayo con Lettre de Sibérie (1957), meditación en forma de reportaje sobre la realidad siberiana, germen de tantos otros viajes, siempre con nuevas aportaciones. La consagración la alcanza con un cortometraje mítico, su único trabajo que podemos considerar íntegramente de ficción, La jetée (1962), ‘fotonovela’ montada con un único movimiento perceptible y muestra de su querencia por la ciencia ficción como género de experimentación narrativa e indagación en la historia. Otra preocupación omnipresente, la apertura a vías revolucionarias desde la experiencia contemporánea, trasluce en el vigor de la naciente revolución de los barbudos de ¡Cuba sí! (1961). A partir de entonces se sublima la figura de Marker como cineasta itinerante y generoso, un fotógrafo testigo que busca la igualdad de las miradas, un trotamundos radical que deja amigos, compromiso, sosiego y misterio allá por donde pasa. Lugares lejanos y rostros admirados como expresión de un yo perspicaz y observador envuelto en un ritmo de producción inagotable: Vietnam, Valparaíso, Pekín, Brasil, Cuba, Guinea-Bissau, Israel, Rumania, Japón, Siberia, Kosovo, dirigentes políticos, acontecimientos y personalidades históricas, artistas como Tarkovsky, Kurosawa, PINCELADAS SOBRE CINE INSURGENTE Viajero, poeta, ensayista y fotógrafo sobre el que circulan las más variadas historias, apasionado por Japón y por los gatos, dos rasgos explican su presencia con letras mayúsculas en la historia del cine: la provechosa y constante indagación sobre la memoria, el tiempo, la historia y las imágenes; su capacidad de disociar con sabiduría imagen y comentario, creando de modo sugerente una multiplicación de dimensiones en Marker es un cineasta itinerante, un fotógrafo testigo que busca la igualdad de las miradas la comprensión del receptor. Escandalosamente desconocido en nuestro país, la difusión de un completo ciclo sobre su obra durante los meses de marzo y abril (CGAI de A Coruña, hasta el 31 de marzo, e IVAC-La Filmoteca de Valencia, hasta el 16 de abril) y la inminente publicación en el festival de Las Palmas de Gran Canaria de una de las primeras aproximaciones importantes escritas en nuestro país dedicada al ciMedvedkine, Montand, Signoret. Su estilo introspectivo y respetuoso filtra hasta hoy los rastros de un espíritu de vanguardia y espontáneo pionerismo. En Le joli mai (1962), filme-encuesta, reinventa el cine directo. En época de revueltas y turbulencias políticas, se implica en trabajos de intervención que alcanzan el cooperativismo y el trabajo pedagógico con obreros. La existencia del artista anónimo diluido en el colectivo se convierte también en esencia de neasta francés, Mystère Marker, coordinada por María Luisa Ortega y Antonio Weinrichter, abre nuevos caminos en la comprensión de esta vasta obra. El libro se divide en tres partes: el estudio de su obra a cargo de reconocidos especialistas; textos y palabras del propio Marker, además de una antología de textos escritos a lo largo de este medio siglo sobre él. Más información en: www.cgai.org y www.ivac-lafilmoteca.es la expresión disidente. Es uno de los creadores del colectivo SLON, cubre huelgas como la de Rhodiaceta y pasa a ser autor de ‘ciné-tracts’, boletines de noticias para estudiantes y trabajadores. Entre su ingente actividad de estos años, envía desde París celuloide virgen a Chile para que Patricio Guzmán pueda salvar del horror su monumental tríptico La batalla de Chile, sorteando el bloqueo estadounidense. El fondo del aire es rojo (1977), miscelánea resumen de una década de luchas centrado en el remontaje de material entresacado de títulos militantes que atestaban su productora ISKRA, resultará la síntesis ejemplar de todas estas sensaciones, unos años que Marker denomina los de la Tercera Guerra Mundial. Infatigable, su osada amalgama de materiales tiene otro punto de inflexión en la magistral Sans soleil (1982), donde itinerario, diario, ensayo, (auto)biografía, poesía, etnografía, apropiacionismo, memoria, fragmentariedad, compromiso y reflexiones sobre el tiempo se ofrecen como indagaciones básicas entretejidas por rimas y asociaciones imagen-texto a modo de metáforas. El optimismo ante las posibilidades de uso de las nuevas tecnologías –contra el relativo pesimismo de otro gran ensayista fílmico: Godard– nos aproxima al Marker más innovador. En Level five (1996) la elaboración de un juego informático funciona a modo de exquisita disección de un terrible episodio bélico de la Segunda Guerra Mundial, la batalla de Okinawa. Inmemory (1997), sugerente CD-ROM que anticipa los nuevos soportes y formatos, reúne las virtudes del artista del bricolage multimedia. Los frentes de experimentación, multiplicidad de niveles, reflexión sociopolítica de lo tecnológico, impulsan una construcción libre y abierta compuesta por ocho zonas: Guerra, Poesía, Museo, Foto, Viaje, Cine, Memoria, Xplugs. Encuentra respuesta en el mundo del arte contemporáneo mucho antes de que la caterva posmoderna intuya los caminos del mestizaje de formas. Siempre sorprendente, en su último trabajo, el divertimento Chats perchés (2004), insinúa su espíritu más lúdico, ajustando las piezas del mundo entre sus retóricas de funcionamiento, lo banal, lo hermoso y lo trascendente: el gato, animal tutelar y símbolo de libertad, deviene sujeto clave de su cosmología. Compañero en las antologías del cine documental de tantos otros maestros (Ivens, Lanzmann, Álvarez, Flaherty, Rouch o Varda), su versatilidad, incapacidad de acomodo, el arsenal de propuestas y la renovación constante lo dejan sin embargo como un islote extremo, un visionario que viene a desenmascarar todas las contradicciones de nuestro tiempo. * José Manuel Sande es historiador, escritor cinematográfico y docente en Cine documental e Historia del cine español.