MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98 (Nota: el tema está planteado comparando ambas tendencias literarias por sus similitudes y diferencias, pero ten en cuenta que el enunciado de la pregunta 5b en Selectividad puede elegir sólo Modernismo o sólo Generación del 98. En caso de que el enunciado sólo te pida uno de ellos, la comparación sólo llévala a conclusión y céntrate en la tendencia que proponga el enunciado) (Introducción) Para explicar ambos movimientos es imprescindible situarlos en el contexto histórico en el que aparecen. Tanto Modernismo como Generación del 98 surgen como tendencias literarias que expresan la crisis de la conciencia de fin de siglo y la crítica que, procedente de la propia burguesía, se hace de los valores de la sociedad burguesa (el utilitarismo, la esclavitud del hombre y concretamente del proletariado por culpa de la industrialización, el materialismo en la consideración de las relaciones humanas). La literatura se convierte en un refugio para el escritor frente a la vulgaridad de la sociedad en la que vive y le permite huir de ella a través de la evasión y la búsqueda de la belleza (Modernismo) o criticarla y denunciarla a través del análisis y la reflexión (Generación del 98). El término “modernismo” surge inicialmente como un insulto hacia un grupo de jóvenes escritores que quiere romper los lazos que le unen con los autores de la generación anterior, los escritores realistas. Como si de un nuevo Romanticismo se tratara, los “modernistas” reivindican la subjetividad, lo irracional, la imaginación, la fantasía y la libertad del artista por encima de cualquier otro valor. La denominación “Generación del 98” surge ligada a una fecha dramática para la historia de España, la de 1898, la pérdida de las últimas colonias españolas (Cuba, Filipinas y Puerto Rico). Ese “desastre”, la derrota en la guerra contra Estados Unidos y la renuncia a nuestras posesiones de ultramar acentúan la conciencia de crisis nacional que todos los escritores de este grupo reflejarán en sus obras, a través de lo que se ha llamado “el problema de España” o “España como problema”, que se plantea críticamente cuáles son las causas de los males de España como nación (pobreza, ignorancia, caciquismo, atraso) y cuáles son las soluciones posibles para su “regeneración”. (Desarrollo) (El problema de si el Modernismo y la Generación del 98 son el mismo o distintos movimientos literarios: semejanzas y diferencias entre ambos) Algunos críticos insisten en analizar Modernismo y Generación del 98 como tendencias literarias distintas e independientes y otros, sin embargo, recalcan sus semejanzas y llegan a considerarlos dos expresiones distintas de un mismo fenómeno. Modernismo y Generación del 98 conviven en el tiempo, comparten algunos rasgos comunes, como el rechazo del Realismo, del materialismo, de la política de la Restauración; se dejan influir por filósofos como Nietzsche (vitalismo irracionalista), Kierkegaard (existencialismo), Shopenhauer (pesimismo) y por movimientos pictóricos o 1 poéticos como el Impresionismo y el Simbolismo. Modernismo y Generación del 98, en conclusión, tienen una actitud común: el anhelo de renovación de la sociedad y la literatura y la valoración del subjetivismo. Otros críticos, sin embargo, destacan la peculiaridad de algunos de sus rasgos, que, por ser esenciales, permiten distinguir Modernismo y G. del 98 de forma tajante. Para los que mantienen esa postura, los hombres del 98 están centrados en el problema de España, su decadencia, su atraso; se inspiran en preocupaciones filosóficas que luego plasman en sus obras literarias (la fe, la existencia del hombre y su identidad...) y eligen el camino del estilo sobrio y sencillo, vehículo en la comunicación de ideas e instrumento para el análisis de la realidad, a través de la reflexión y la crítica (auge del ensayo y la novela como géneros literarios idóneos para estos objetivos. Sin embargo, el Modernismo elige el camino de la huida, de la evasión hacia mundos imaginarios y defiende el esteticismo (la búsqueda de la belleza como objetivo primordial de la literatura. Otros autores, más eclécticos, proponen que a la hora de reinterpretar los conceptos de Modernismo y Noventayochismo se estudien los años juveniles de los autores, casi todos contagiados del Modernismo y se analice después la evolución en la búsqueda de un estilo propio de cada uno de estos autores. La mayor parte de los escritores que se consideran más importantes en la Generación del 98 empezaron su labor literaria considerando como maestro a Rubén Darío (líder del movimiento modernista) e imitando los principios del Modernismo en sus obras. Ej. Antonio Machado, Soledades, galerías y otros poemas o Valle-Inclán, Sonatas. Incluso Juan Ramón Jiménez, un poeta de la generación posterior, del Novecentismo, empezó escribiendo poesía a la manera modernista. En conclusión, se puede decir que 98 y Modernismo pertenecen a una misma generación histórica; tienen coincidencias, como verse especialmente afectados por la crisis de fin de siglo y ser reflexivos y críticos con la sociedad y el momento histórico que viven. Pero, más allá de estas coincidencias, habría que estudiar en cada autor el periodo de formación común en los inicios, la evolución hacia un estilo propio y la disgregación de todos aquellos rasgos comunes que los unieron en la primera etapa de su producción literaria. Analicemos a continuación cómo partiendo de una actitud común, Modernismo y Generación del 98 tienen una concepción de la literatura y unos objetivos artísticos diferentes: Tanto Modernismo como 98 se plantean una oposición fundamental al estilo característico de la literatura del siglo XIX, el Realismo; buscan un “nuevo estilo”, pero ambos lo hacen de maneras diferentes. El 98 se caracteriza por: 1. su antibarroquismo y antirretoricismo. Según Azorín, “escribimos mejor cuanto más sencillamente escribimos” . El valor literario no está ligado necesariamente a la ampulosidad verbal, ni a la excesiva complicación. 2. Creación de una lengua natural, ceñida a la realidad de las cosas que evoca. 2 3. Enriquecimiento “funcional”: instrumento práctico más que estético de comunicación de la lengua, rebuscando en la lengua popular regional o en la raíz etimológica. 4. Lenguaje definitorio, al servicio de la inteligencia. 5. Lengua válida para todos frente a la lengua literaria para una minoría. Su principio fundamental es la verdad. El Modernismo se caracteriza por: 1. Retoricismo. 2. Creación de una lengua artificial, de intención predominantemente estética. 3. Enriquecimiento “musical” del idioma en busca de una expresión distinta, individualizada. 4. Lenguaje sensual, al servicio de la belleza. 5. Lenguaje minoritario. Su principio fundamental es la belleza. El Grupo del 98 (Rasgos generales) En primer lugar hay que plantearse por qué a un grupo de intelectuales, o de escritores concretamente, se les vincula con la denominación de “generación” literaria. El concepto de “generación literaria” no coincide exactamente con el de generación biológica, que se establece esencialmente por la fecha de nacimiento de sus miembros; tampoco equivale exactamente al concepto de “generación histórica”, en la que sus componentes, además de la coincidencia temporal coinciden en lo que se llama un “espíritu de época”, es decir, una actitud intelectual común ante determinados problemas; la generación literaria se define por los criterios mencionados anteriormente (la proximidad temporal entre los autores, el espíritu de época que los aglutina), pero exige también una serie de requisitos comunes en lo que se refiere a su forma de concebir la literatura, a los objetivos que se proponen a través de la creación y a unos rasgos de estilo también similares, aunque cada uno de los miembros de una generación literaria pueda tener su estilo propio y personal. El primero en aplicar el término de “generación literaria” a un grupo de autores vinculados al desastre del 98 fue Azorín, en 1913 y aplicó esta denominación a un conjunto de escritores entre los que él apuntaba ciertas coincidencias, al hacer un balance retrospectivo sobre su producción y sus aportaciones.. Algunos críticos, sin embargo, han visto más inconvenientes que ventajas al concepto de generación literaria y se niegan a aplicarlo, porque lo que debe definir a un grupo de escritores que quiere ser visto como tal no es el rasgo temporal, sino el hecho de que compartan una misma visión del mundo y del arte y expresen actitudes comunes que definan de forma clara cuál es el espíritu común que los une y que permite hablar de ellos y de sus obras de forma conjunta. 3 Si volvemos al concepto didáctico de generación aplicado al grupo del 98, tenemos que remitirnos a la caracterización que el poeta y crítico de la Generación del 27 aplicó, como requisitos generacionales a los hombres del 98: a) Nacimiento en años poco distantes: 1864, Unamuno (el mayor); 1875, Machado (el más joven); pero en general se encuentran en la misma zona de fechas, no más de 15 años (Baroja,, 1872; Maeztu, 1874; Azorín, 1873; Valle, 1866). b) Formación intelectual semejante: autodidactismo (influencia del Krausismo y la institución Libre de Enseñanza + filosofía alemana + literatura marxista). c) Relaciones personales: Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu), pero ese contacto no fue exclusivo entre los miembros del 98, sino que lo hubo con escritores modernistas. Juntos colaboraron en revistas y periódicos como Germinal, El País (periódico del partido republicano), Juventud, Vida Nueva, Helios y también en tertulias. d) Participación e actos colectivos propios, como el apoyo a Galdós en el estreno de “Electra”, en 1901; la visita a la tumba de Larra, en 1901, escritor al que admiraban por la libertad y el contenido crítico de su obra y por la valentía la plantear la necesidad de la “regeneración” de España como nación. En 1902 se celebró un banquete para celebrar la obra de Baroja “Camino de perfección”. En 1904 protestan contra el premio Nobel que se otorga a Echegaray, aunque en esta protesta también estuvieron los modernistas. e) Acontecimiento generacional: el desastre del 98, la pérdida de las últimas colonias de ultramar, creó en todos ellos una conciencia de crisis nacional y de decadencia del poderío político de España que fue un tema común en sus obras realizar un diagnóstico de los problemas de España o, dicho de otro modo, su mayor preocupación fue analizar España como problema. Los acontecimientos de 1898 fueron tan decisivos que se ha llegado a llamar a este grupo de escritores la “Generación del Desastre”, porque todos analizaron aquellas circunstancias históricas desde una conciencia crítica sobre la situación de España en aquel momento. f) Presencia de un “guía”: podrían considerarse así los filósofos Nietzsche o Shopenhauer o el escritor del grupo Unamuno, aunque éste no llegó a desempeñar un papel aglutinante en su generación. Así que en este caso, sólo podría hablarse de una figura relevante dentro del grupo, más que de un caudillo que los dirija. g) Lenguaje generacional: su estilo representa la ruptura con el lenguaje literario de la etapa anterior. Así que sus ideales son la 4 h) sobriedad y la sencillez en la expresión, frente al barroquismo y la retórica vacía. Anquilosamiento de la generación anterior: cada generación surge como el relevo de un conjunto de ideas y autores ya superados, que han dejado de ser creativos y aportar novedades a su época. Estos escritores a los que relevan los jóvenes noventayochistas son los realistas y naturalistas. [A continuación, para completar el panorama de la Generación del 98, incluye aquí el material que os di titulado “La Generación del 98 y la novela noventayochista”. Antes del análisis pormenorizado de las obras de Baroja (El árbol de la ciencia), Unamuno (San Manuel Bueno Mártir), encontrarás un apartado titulado “La Generación del 98: postura ideológica”. Es un resumen de las ideas esenciales que debes saber sobre esta Generación. Luego sigue un estudio detallado de dos de las novelas más significativas de esta generación. En vez de aprenderte una lista de autores y obras, te aconsejo que cuando hables de los géneros literarios que cultiva la Generación del 98, uses este material. Es mucho más interesante esta explicación que la lista de obras y autores. Recuerda que también es muy importante que trates los géneros del ensayo y el periodismo en los autores de la Generación del 98, puesto que son idóneos para realizar la reflexión y la crítica que se plantean como objetivo para analizar los problemas de España y las inquietudes existenciales que les obsesionan.] (Géneros literarios, autores y obras significativos: como acabo de destacar es imprescindible que desarrolles la novela y el ensayo; también debes referirte brevemente a Valle-Inclán y el esperpento en teatro y a A. Machado en poesía ) (Conclusión sobre la G. Del 98) La aportación fundamental a la literatura y al pensamiento de los hombres de la G. del 98 fue analizar de forma crítica los problemas del individuo desde una perspectiva filosófica y los males de la colectividad representados en la decadencia de España. Ese diagnóstico inspirado en una conciencia crítica y patriótica de los males de la nación ya habían sido analizados en autores anteriores, como Cadalso en sus Cartas marruecas, siglo XVIII y Larra, en sus Artículos, siglo XIX. Aunque se ha censurado a los autores del 98 por su actitud esencialmente pesimista y su falta de compromiso político en lo que se refiere a la “regeneración“ que proponían para España en sus escritos, su diagnóstico sincero de los males que aquejaban a España en los inicios del siglo XX permitieron a la generación posterior, los novecentistas, poner en marcha alguna de las soluciones que para España propusieron los noventayochistas. Otro aspecto muy positivo de la generación del 98 fue la renovación del género de la novela (novela porosa o permeable de Baroja y “nivola” de Unamuno) y del teatro, a través del esperpento de Valle-Inclán, que convierte en deformación grotesca la realidad para hacer visible sus inmundicias y contemplar de forma distanciada y crítica sus miserias. 5 A. Machado, el poeta por excelencia de la Generación del 98, ha sido muy apreciado por poetas posteriores, no sólo por la franqueza y profundidad de su poesía, sino por su noble actitud moral y su compromiso político en defensa de la libertad llevado hasta el extremo de la muerte. Es una figura importantísima como maestro de los poetas “comprometidos” y que han defendido en su poesía una militancia política más o menos expresa. El Modernismo (Rasgos generales) [Recuérdese el conjunto de rasgos que se ha mencionado en la comparación de Generación del 98 y Modernismo] El Modernismo rechaza el Realismo y la necesidad que éste se había impuesto de que el arte reflejase la realidad. También ataca la prosa oratoria, ampulosa y vacía. El M. es una forma de protesta social y reforma artística o estética, en la que se pueden manifestar dos actitudes: Unos se preocupan ante todo por el arte. La obra literaria tiene como meta producir belleza, por lo tanto se impone la evasión del mundo que no agrada, y se busca lo exótico, lo raro, lo exquisito, y en este rasgo se hace visible la influencia romántica. Otros se resisten a que la obra literaria tenga sólo como fin la belleza (puro esteticismo), les preocupa el mundo y la sociedad que les rodea; tienen interés por los problemas de España. Al principio ambas actitudes se llamaban modernistas, Luego modernistas y Generación del 98; aunque los dos tienen en común un deseo profundo de renovación estética y la intención crítica de la sociedad en la que viven. Muchos de los autores del 98 se iniciaron como autores modernistas, aunque luego su obra evolucionó por otros derroteros. La poesía modernista: sus orígenes Nace en Hispanoamérica y España a finales del siglo XIX. Rubén Darío, 1890; en el inicio del movimiento “modernista” es un insulto que luego los miembros de este movimiento asumen. La pretensión de todos ellos es crear una literatura genuina, desligada de los modelos españoles. Para ello ponen sus ojos en modelos de otras literaturas, especialmente las corrientes literarias francesas. España también acogerá la renovación de la poesía francesa de la segunda mitad del siglo XIX. La influencia francesa. Parnasianismo y Simbolismo Tras la poesía romántica surgió otro movimiento poético, el Parnasianismo, que toma su nombre de “Parnaso”, que era en la cultura grecolatina el monte consagrado al dios Apolo donde habitaban las Musas, que servían de inspiración en la creación artística. El Realismo en poesía (lo mismo que en novela lo fue Víctor Hugo) estuvo protagonizado por los parnasianos, llamados así porque sus primeras obras aparecieron en una antología titulada el “Parnaso contemporáneo” (1866). Los principales poetas 6 parnasianos fueron Teófilo Gautier (cuyo lema es “el arte por el arte”), Leconte de Lisle, José Mª de Heredia, Banville... Rasgos generales del Parnasianismo: a) Tema: les interesa la historia de los pueblos, de religiones o civilizaciones desaparecidas, la evocación de los grandes mitos griegos, exóticos, ambientes orientales, mundo bíblico, la España medieval... b) Su concepción de la poesía: el poeta no debe nunca revelar sus sentimientos ni sus emociones (reacción contra el Romanticismo); los parnasianos se basan en la idea del arte por el arte, según la cual la poesía, como todas las obras de arte se justifican en sí mismas por su belleza y son ajenas a cualquier consideración moral o social. Estos principios se enfrentan claramente con los de la poesía romántica que potencia la subjetividad y se propone conmover al lector. Los parnasianos están también profundamente preocupados por la perfección de la forma en la poesía. Logran hacer versos impecables, perfectos, pero es una poesía “impasible”, contraria a toda efusión lírica. El Simbolismo: Fue un movimiento poético que surgió como reacción contra la teoría del arte por el arte. El “Manifiesto Simbolista” apareció en 1886. a) Su concepción de la poesía: el mundo sensible es sólo reflejo o símbolo de realidades escondidas y la misión del poeta es descubrirlas. El culto a la belleza externa, la simple perfección formal de la poesía no les satisface. La poesía debe traducir lo que el alma tiene oculto en su más profundo interior. Por eso, frente a los parnasianos, pretenden expresar los sentimientos y las emociones que escapan al análisis racional de la realidad, a través de la poesía. Buscan la musicalidad en el verso. Gran libertad de sintaxis, tienden a darle menos importancia que los parnasianos al vocabulario y la rima. b) Su técnica: el medio de conseguir expresar lo que el alma tiene oculta es el símbolo, que se basa en una correspondencia entre dos objetos, uno generalmente pertenece al mundo físico y el otro al mundo moral. Los principales poetas simbolistas son Baudelaire (1875, Fleurs du mal), Rimbaud, Verlaine, Mallarmé. La estética del Modernismo El Modernismo es una síntesis del Parnasianismo, del que los modernistas toman los temas exóticos y los valores sensoriales de la expresión poética y el Simbolismo del que imitan el arte de sugerir y la musicalidad. El Modernismo recibe otras influencias de autores europeos y americanos, como Edgar Allan Poe, Walt Withman; D´Anunzio, Oscar Wilde, “prerrafaelitas”; autores clásicos españoles, como Berceo y el Arcipreste de Hita o Manrique los cancioneros del siglo XV; en general de toda la literatura medieval. La meta fundamental de la poesía modernista fue la búsqueda de la belleza (vs poesía “burguesa” del siglo XIX). 7 Sus temas preferidos son: a) Evasión en el tiempo y el espacio (el exotismo, el gusto por los temas del pasado, las evocaciones históricas y legendarias, sobre todo de la Edad Media, el Renacimiento y el siglo XVIII; interés por el mundo mitológico y las referencias a la cultura grecolatina) b) Cosmopolitismo: frente a una cultura y una concepción del arte esencialmente nacional, el modernista se considera ciudadano del mundo y considera que su arte debe rebasar las fronteras de lo nacional. París se convierte en la ciudad de referencia donde los artistas entran en contacto con las nuevas ideas que definen el arte moderno. c) La expresión de la intimidad del poeta: en este aspecto, el Modernismo se parece mucho al Romanticismo. Su malestar y su rechazo de la sociedad les hace expresar en su poesía temas como el de la soledad, la tristeza, la melancolía; se exalta, como en el romanticismo, el mundo e las pasiones y lo irracional: el misterio, lo fantástico, el sueño, el gusto por lo otoñal, lo crepuscular, la noche, que son escenarios adecuados para expresar ese malestar. La renovación formal del Modernismo: Una de las principales aportaciones del Modernismo fue la profunda renovación del lenguaje poético que impulsaron. El esteticismo, uno de los principios que defendían en la creación artística, defendía a toda costa la búsqueda de la belleza como objetivo fundamental: que la poesía no sólo diga cosas bellas, contenidos estéticos, sino que lo haga también de una forma bella. Por eso se busca la expresión de los valores sensoriales en el texto, se pretende hacer una “literatura de los sentidos” y la musicalidad de la poesía, que se logra subrayando los efectos sonoros de la métrica (ejemplo, la aliteración: “el ala aleve del leve abanico”). Al servicio del esteticismo se ponen recursos literarios como la aliteración (ya mencionada) y otros recursos fónicos (anáfora...) y recursos léxicos, como el uso de términos cultos y evocadores (unicornio, dromedario, ebúrneo cisne...), la adjetivación ornamental (epítetos), las sinestesias (ejemplos: rojos destinos, risa de oro, sones alados, sol sonoro...), imágenes y símbolos. La métrica ocupa un lugar importantísimo en el proyecto modernista de renovación del lenguaje poético: la métrica es esencial para dotar a la poesía de una forma musical bella, de hacer música con las palabras. Para los modernistas, el poeta debe lograr la armonía del ritmo, los acentos y las rimas, que tienen valores musicales en sí mismos; huyen, por lo tanto, del prosaísmo de la poesía. En cuanto a las estrofas, crean algunas nuevas o desarrollas otras ya inventadas por poetas anteriores, como los románticos. Muestra preferencia por el uso de versos alejandrinos, dodecasílabos, eneasílabos, y también endecasílabos y octosílabos. Usan los llamados pies acentuales para repartir los acentos en las mismas sílabas del verso, creando un ritmo constante en toda la composición. Ej: dáctilos “Ínclitas razas ubérrimas/ sangre de Hispania fecunda [óoo]; anfíbracos [oóo] (“Ya viene el cortejo/ya se oyen los claros clarines”); anapestos [ooó] (La princesa está triste/ ¿qué tendrá la princesa?” ). 8 [Completa el panorama del Modernismo con el apartado del libro que se titula “El Modernismo en España”. A continuación debes mencionar géneros literarios (fundamentalmente la poesía, aunque también hay prosa modernista, como las Sonatas de Valle-Inclán), autores y obras significativos. Selecciona del libro de texto todo aquello que seas capaz de memorizar fácilmente, como la figura de Rubén Darío, que fue el líder del movimiento modernista y fue considerado como el maestro del movimiento, tanto para escritores hispanoamericanos como españoles. Insiste en que muchos escritores españoles que pertenecen a la Generación del 98 se iniciaron en su producción literaria bajo la influencia del Modernismo. Ej. Antonio Machado y Valle-Inclán y posteriormente Juan Ramón Jiménez. (Conclusión sobre el Modernismo) Aunque muchos escritores seguidores del Modernismo desvirtuaron los principios que habían inspirado este movimiento, convirtiendo la poesía en un ejercicio de cursilería, de afectación, de una musicalidad llevada al extremo, de una complejidad y artificiosidad que en vez de embellecer la palabra la retorcía hasta el extremo, es necesario reconocer que las mejores obras del Modernismo sirvieron de impulso para la renovación de la lírica y de la lengua literaria en general que, por culpa del Realismo, había quedado prosificada, vaciada de la belleza formal y convertida en un objeto feo, sin interés emocional alguno, en su huida de los excesos del Romanticismo, que el Modernismo volvió a revitalizar gracias al interés por la imaginación, la fantasía y la subjetividad en la creación de la obra artística. 9