Con la cabeza llena de pájaros

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Con la cabeza llena de pájaros
diariopalentino.es - domingo, 15 de abril de 2012
Lipocromo o melánico. Leyes de
Mendel, verde mosaico refracción azul
y champú neutro para plumas. Cuando
Fernando Sáez, Carlos Rodríguez y
Fermín Rodríguez se aficionaron a la
cría de pájaros, no imaginaban toda la
ciencia que había detrás de la
canaricultura.
Hoy son tres de los 150 miembros del
Club Ornitológico Palentino, expertos
en genética, veterinaria y ornitología y,
como dicen sus mujeres -según
confiesan medio en broma-, tienen la
cabeza llena de pájaros.
El "Club Ornitológico
Palentino" es el más
importante de la Región en
número de socios y palmarés
• La cría de canarios es toda
una ciencia, que comparten
y disfrutan en común.
DP
El Club palentino es, hoy por hoy, el más
importante de la Región en número de
criadores y calidad de especies. «Algunos de
nuestros socios han ganado campeonatos
nacionales o mundiales y no paran de
llegarnos aficionados de otras provincias, que
prefieren asociarse aquí», comenta el
presidente, Fermín Rodríguez. Su prestigio
obedece a varias causas.
Tienen un almacén para guardar alpiste y
otros productos que compran al por mayor,
organizan multitud de actividades de
divulgación y encuentros entre criadores para
intercambiar experiencias, además de los
concursos provinciales y regionales, que han
llegado a congregar más de un millar de aves.
El aviario de Fernando Sáez parece un
pequeño laboratorio genético. Jaulas
perfectamente ordenadas,
medicamentos, un voladero, lámparas
especiales, carpetas clasificadoras...
Todo un hotel de lujo para las 164
parejas de canarios, que cruza con
minuciosidad para lograr pájaros
perfectos (puede llegar a producir hasta
300 crías). Sáez se ha especializado en
los canarios de tonalidades rojas, todos
ellos descendientes de un cruce con un
ave en peligro de extinción: el
cardenalito de Venezuela. «En las
competiciones, los pájaros se ajustan a
unos estándares. Y cuando crías, tratas
de que tus canarios se ajusten lo
máximo posible a esos estándares». En
estas fechas no descuida la
concentración. El período de cría
comienza en marzo y dura hasta julio o
agosto y el éxito en las próximas
competiciones dependerá del trabajo de
estas semanas. Fernando separa los
huevos de cada hembra y los guarda
hasta que finaliza la puesta, para
después volverlos a colocar en su sitio.
«Con este proceso, se consigue que la
hembra los críe a todos a la vez y, así,
ninguno sea más débil», explica
Fermín, el presidente del Club. Una vez
eclosionan, cuida con mimo cada pollo
y cada pareja, empezando por la
alimentación. «Esto no se limita al
alpiste. Comen semillas germinadas,
brócoli, manzana...», comenta Carlos
Rodríguez. Y, si algo va mal, los
canarios tienen su propia farmacia.
«Desde antibióticos hasta fármacos
para que las hembras dilaten si se les
atraviesa un huevo. Nos hemos
convertido en expertos en
enfermedades», añade Fernando, que es
capaz de detectar si uno de sus pájaros
sufre una infección o padece de
hepatitis. «Las enfermedades hepáticas
Los canarios están en pleno proceso de cría
son comunes porque comen mucho y
DP
no hacen ejercicio, al estar en
cautividad».
También es básico cuidar el ritmo circadiano. «Tengo luces temporizadas para simular
el día y la noche. Cuando se apaga la principal, buscan su nido para dormir. Si de noche
no les dejara luz, las crías morirían porque las madres no sabrían volver al nido».
VACACIONES ‘CANARIAS’. Fernando está felizmente jubilado. «Puedo dedicarme
a los canarios por completo», afirma orgulloso. Tiene la suerte de que no le gusta viajar.
«No puedes faltar un día», subraya. «Cuando otros compañeros se van de viaje, me
dejan su llave para que les cuide los aviarios».
El resultado de este trabajoso proceso se verá en agosto, cuando los pollos luzcan, ya
adultos, un plumaje de oro. Y es que algunos ejemplares pueden alcanzar precios muy
altos en el mercado especializado. «Sabemos de un juez que llegó a pagar más de 4.000
euros por un pájaro. Los más baratos valen 50 euros y de ahí para arriba», señala
Fermín.
Cada criador procura especializarse en un color, una especie o una forma física, para
poder buscar su nicho dentro de las competiciones. El presidente del club se ha
especializado en los canarios gibosos de postura, un canario un tanto monstruoso con el
cuello largo, el plumaje ralo y las patas desnudas. «Son unos pájaros horrorosos»,
bromea Carlos. «Cuando hacemos exposiciones, hay quien nos pregunta si están
enfermos». Pero, precisamente, su encanto reside en sus deformidades y en el reto de su
crianza, ya que «son mucho más frágiles», según Fermín.
Cada uno encuentra en sus aves un motivo para seguir. Pocas veces es el económico,
aunque Internet ha abierto nuevos mercados. «Los líderes mundiales son los belgas, los
holandeses y los italianos, pero cada vez hay más criadores de países árabes como
Turquía, Kuwait, Marruecos o Qatar». «Cuanto mayor es el palmarés del criador, más
fácil es vender los pollos, con gran pedigrí», indica Carlos, especialista en canarios
verde mosaico refracción azul. Pero el reto de crear un pájaro perfecto, con el tono
cromático deseado casi en cada pluma, es el motor para esta disciplina ornitológica. Un
largo aprendizaje a veces tortuoso. Y es que, según subraya Fernando, «por el camino se
te mueren muchos pollos».
Sea como sea, están seguros de que el Club Ornitológico Palentino tendrá futuro.
Fermín explica que la socia más pequeña es un bebé «y tenemos otra de siete años. En
Palencia siempre ha habido tradición, sobre todo entre la gente mayor. Un canario da
mucha compañía».
Carlos Rodríguez, Fernando Sáez y Fermín Rodríguez DP
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