LECCIÓN Nº 21 Apreciado estudiante: Una vez más te recordamos que es importante que tus parientes y amigos no deben estudiar, ni siquiera leer estas exposiciones avanzadas, a menos que hayan llevado el orden gradual de las mismas, una por semana. Es recomendable realizar las prácticas en grupo si las circunstancias lo permiten; de lo contrario, cada estudiante debe obligarse a hacerlas individualmente, todas las noches, salvo fuerza mayor. Es necesario sobreponerse a ciertos estados de pereza, especialmente en los períodos más o menos largos en los cuales todo individuo se siente solo, desanimado, con mucha pereza mental y física, etc. Esto obedece a ciclos de depresión periódica que se turnan invariablemente con sus opuestos, los períodos de entusiasmo, alegría, deseo de emprender trabajar físicos, intelectuales, esotéricos, etc. En estos últimos ciclos, el estudiante en cambio, está más dispuesto a hacer sus prácticas, es más activo en todo. En el período de depresión se ve expuesto hasta a retirarse de la Gnosis o de cualquier ocupación que emprenda. Quien verdaderamente desea seguir adelante, necesita hacer súper esfuerzos a fin de sobreponerse a los períodos negativos. Ha llegado el momento de conocer uno de los secretos más profundos del esoterismo, tan celosamente guardados en los antiguos templos de Misterios. RAIMUNDO LULIO. Ramón Llull, más conocido como Raimundo Lulio (Dr. Iluminación), fue discípulo de Arnoldo de Vilanova. Nació en Palma de Mallorca en 1234. Durante los primeros treinta años llevó una vida disoluta y vacía. La muerte de la mujer amada lo conmovió profundamente. A Raimundo Lulio le molestaba la negación de la inmoralidad del hombre y se dedicó apasionadamente a refutar a Averroes, desplegando el mismo entusiasmo en la conversión de los mahometanos. Murió en el año 1315. El teólogo creía en la Astrología, enseñó en Palma de Mallorca, París y Montpellier y su doctrina está tan orientada hacia los Gnósticos y árabes, que deberá ser contada entre los profetas del arte Alquimista. Al igual que su colega y amigo Arnaldo de Vilanova, creía en la efectividad de la Piedra Filosofal. Raimundo Lulio en su libro CLAVÍCULA, dice: “Por esto os aconsejo que no obréis con e sol (hombre) y con la luna (mujer), sino después de haberlos llevado a su materia prima (energía sexual), que es el azufre y el mercurio de los Filósofos”. “Oh hijos míos! Aprended a serviros de esta materia venerable, pero os lo advierto bajo la fe del juramento, que si no sacáis el mercurio de esos dos metales, trabajaréis como ciegos en la oscuridad y en la duda. Por eso, oh hijos míos! os conjuro a que marchéis hacia la luz con los ojos abiertos y no caigáis como ciegos en el abismo”. NICOLAS FLAMEL. Nació en París, vivió entre los años 1330 y 1418, arquitecto de la Iglesia Parisien de St. Jacques, de simbolismo hermético y de la que sólo queda su famosa torre. Estudiando un manuscrito alegórico de Abraham el judío, llegó a convertirse en un auténtico Maestro Alquimista. En su obra “Libro de las figuras jeroglíficas” , aparecido en el año 1669, refiere cómo consiguió el manuscrito: “A la muerte de mis padres hube de ganarme el pan escribiendo; por aquel tiempo adquirí un libro dorado, muy viejo y muy voluminoso. El libro se componía de tres fascículos de siete hojas cada uno, la séptima hoja de cada uno aparecía en blanco. En la primera hoja se veía un báculo en torno al cual parecían enroscadas dos serpientes; en la segunda, una cruz de la que colgaba otra serpiente y en la séptima podía verse un desierto, en el centro del cual brotaban hermosas fuentes; pero de ella no salían aguas sino serpientes que se arrastraban en todas direcciones. En la portada del libro se leía: “El judío Abraham, príncipe, sacerdote, levita, astrólogo y filósofo”. En la tercera hoja explicaba cómo se transformaban los metales. Junto al texto se reproducían los recipientes, se daban los colores y todos los detalles, excepto la piedra filosofal, la cual aparecía reproducida con gran arte y de forma tal que cubría por completo las páginas cuarta y quinta. Posteriormente Flamel mandó colocar estas figuras en el cementerio parisien de los inocentes. De los relatos hubo uno que le impresionó bastante, es el siguiente: “Un rosal florido en medio del jardín; en el suelo junto al rosal una fuente de la que manaba agua blanquísima, que luego a una distancia respetable se precipitaba en un abismo. Muchas personas cavaban a lo largo de su curso, con las manos en la tierra, tratando de encontrar la fuente, pero no tenían éxito porque eran ciegos; sólo uno fue capaz: él sopesó el agua”. Esta es realmente una de las simbologías Alquimistas más grandes: expresa claramente el significado del gran Arcano. La Rosa enseña la cristalización de los cuerpos solares. La fuente simboliza la transmutación, es la fuente de agua viva de la cual hablaba Jesús. La humanidad inconsciente busca esa fuente (de agua) y a pesar de tenerla tan cerca no la encuentra, el agua es DESPERDICIADA, cayendo a los abismos; sólo el adepto, el INICIADO, es el único capaz de valorar las aguas seminales. Flamel consiguió finalmente captar el sentido de los procesos, pero seguía sin comprender lo de la materia prima. Consultó entonces con su esposa Perenelle, la cual pronto se dedicó con idéntico fervor al estudio del misterioso libro. Con esto Nicolás Flamel nos indica que es necesaria la mujer para realizar la GRAN OBRA. Marchó luego en peregrinación hacia el sepulcro del apóstol Santiago, en España, encontrándose con el Maestro Canché, el cual le indicó los fundamentos del magisterio. Flamel narra su Iniciación de la siguiente manera: “Todavía trabajé unos tres años, hasta que finalmente encontré el elixir (había trabajado veintiún años), que inmediatamente se reconoce por su fuerte color. Primero lo proyecté sobre una libra y media de mercurio y obtuve de este modo igual cantidad de plata; esto ocurrió en mi casa, estando presente únicamente mi esposa Perenelle; más tarde, ateniéndome escrupulosamente a cada palabra de mi libro, proyecté la piedra roja sobre una cantidad casi igual de mercurio en la misma casa y de nuevo estaba presente mi esposa Perenelle. Realicé la obra por tres veces con ayuda de Perenelle, pues como me había ayudado en el trabajo, lo entendía exactamente igual que yo”. Flamel hizo furor con su libro hasta el punto que éste fue reimpreso ininterrumpidamente durante los siglos XV, XVI, XVII, e incluido en las obras completas de la Alquimia. Para el Maestro Fulcanelli, el peregrinaje de Flamel es una alegoría muy hábil o ingeniosa de la labor alquímica y representa el viaje simbólico que debe realizar todo Iniciado o Alquimista; y que el manuscrito de Abraham el Judío, tan desconocido e inhallable, parece que es una invención del gran adepto, destinada a instruir a los discípulos de Hermes (Moradas Filosóficas, Pág. 338-355). BASILIO VALENTÍN. Ha sido, según la tradición, uno de los más grandes Alquimistas que han existido. Fue Benedicto Alemán, vivió en Erfust a principios del siglo XV, su máxima difusión la alcanzó dos siglos más tarde al ser impresa su obra LAS DOCE CLAVES; sin embargo muchos historiadores consideran mítico a este personaje. El primer agente magnético empleado para preparar el disolvente que algunos han llamado ALKAEST, recibe el nombre de LEON VERDE, debido no tanto a su coloración como el hecho de que no ha adquirido todavía las características minerales que distinguen químicamente el estado adulto del estado naciente, es el embrión de nuestra piedra, de nuestro elixir. Algunos adeptos, entre ellos Basilio Valentín, lo llamaron Vitriolo Verde, para expresar su naturaleza cálida, ardiente y salina. “Nuestra agua toma los nombres de todas las hojas de los árboles, de los árboles mismos y de todo lo que presenta un color verde, a fin de engañar a los insensatos”, dice el Maestro Arnoldo de Vilanova. Basilio Valentín da el siguiente consejo: “Disuelve y alimenta el verdadero león con la sangre del león verde, pues la sangre fija del león rojo está hecha de la sangre volátil del Verde, porque ambos son de la misma naturaleza” (El misterio de las Catedrales). En su libro AZOHT describe en forma cifrada los medios para la producción de la PIEDRA SECRETA. Por la forma en que se expresa, se deduce que se trata de la fórmula del Vitriolo (Visita Interiora Terrae Rectificando Ivenies Occultum Lapidem). (V.I.T.R.I.O.L.) Esta frase quiere decir: Investiga el interior de la tierra, que rectificando encontrarás la piedra secreta. En su libro TESTAMENTUM, Basilio Valentín señala las excelentes propiedades y las raras virtudes del Vitriolo: es un notable e importante mineral al que ningún otro en la naturaleza podría ser comparado, y ello porque el vitriolo se familiariza con todos los demás metales más que todas las demás cosas, se alea íntimamente con ellos, pues de todos los demás metales puede obtenerse un vitriolo o cristal, ya que se conocen como una sola y la misma cosa. El vitriolo es preferible a los otros minerales y debe concederse el primer lugar después de los metales. Pues aunque todos los metales y minerales estén dotados de grandes virtudes, el vitriolo es el único suficiente para obtener de él y hacer la BENDITA PIEDRA, lo que ningún otro en el mundo podría conseguir por sí solo la imitación suya. A este propósito digo que es preciso que imprimas vivamente este argumento en tu espíritu, que dirijas por entero tus pensamientos en el vitriolo metálico y que recuerdes que te he confiado este CONOCIMIENTO de que se puede de Marte (hombre) y Venus (mujer) hacer un magnífico vitriolo, en el que los tres principios se encuentren y que a menudo sirven para el nacimiento y producción de nuestra piedra” (Moradas Filosóficas, página 483-484). AGRIPPA. Heinric Cornelius Agrippa von Nettesheim, nació en Colonia en 1486, fallecido en Grenoble en 1535. Estudió en cuatro facultades, aprendiendo idiomas, Derecho y Ciencias Ocultas. Fundó en París una Sociedad Secreta junto con algunos jóvenes franceses; ésta se extendió por Francia, Italia, Alemania y además Inglaterra. Escribió libros sobre la Historia de la Iglesia y biografías. Una de sus obras es LOS SIETE CONCEPTOS, libro eminentemente Gnóstico. En su opinión hay siete ángeles que corresponden a los siete planetas y cada uno de ellos gobierna como Segunda Casualidad, a lo largo de una época calculada con criterio cabalístico, por encargo de Dios, Primera Casualidad. Estos siete conceptos de los cuales habla Agrippa son las siete esferas vinculadas a siete planetas y simboliza siete principios, siete estados diferentes de la materia y del espíritu, siete mundos diversos de cada hombre y cada humanidad que está forzado a atravesar en su evolución mediante un sistema solar. Los siete Genios o siete Dioses Cosmogónicos, significan los espíritus Superiores dirigentes de todas las esferas y son los siete Devas de la India, los siete Amsha-pands de Persia, los siete grandes Ángeles de Caldea, los siete Ángeles del Apocalipsis Cristiano. Se manifiestan también en la constitución del hombre, que es triple en su esencia pero séptuple por su evolución. Escribió un libro contra hechicería. Conoció la magia, Kábala y Astrología, así como también Transmutación de los metales mediante la Piedra Filosofal, a la que llamaba ALIENTO DE DIOS PETRIFICADO, y a la que consideraba encarnación de todas las almas penetrantes del mundo. Agrippa dice que no es fuera de nosotros donde debemos buscar el principio de las grandes obras, pues en nosotros habita un espíritu que muy bien puede realizar aquello de que son capaces los matemáticos, magos Alquimistas. Siguiendo la doctrina de su amigo y promotor Trithemus, cree que el espíritu que habita entre nosotros es el ALMA UNIVERSAL que anima a todos los cuerpos. PARACELSO. Famoso Alquimista, es uno de los Maestros más exaltados de la VENERABLE LOGIA BLANCA, correspondiente al Rayo de la Medicina, al igual que Hipócrates, Galeno y Hermes. Se llamaba Phillipus Aureolus Theoophrastus Paracelsus Bombastus von Hohenheim. De muy joven fue enviado a la escuela de los Benedictos del Monasterio de San Andrés para su formación religiosa y ahí fue donde trabó amistad con el Obispo Eberhard Baumgaster, al cual se le considera como uno de los Alquimistas más notables de su tiempo; pasó luego a Basilea, donde hizo grandes progresos en los estudios de Ciencias Ocultas. En aquellos tiempos era imposible dedicarse a la medicina sin conocer profundamente la astrología. Había leído las obras del Abate Tritemio y tanto le sedujeron que decidió trasladarse a Wurburg, lugar donde permanecía el sabio Abate en comunión de sus discípulos. Tritemius o Tritemio afirmaba que las fuerzas secretas de la naturaleza estaban confiadas a seres espirituales. Abundaban sus discípulos y a los que estimaba dignos los admitía en su laboratorio, donde se realizaba toda clase de experimentos alquímicos y mágicos; era asimismo un gran conocedor de la Kábala, por medio de la cual había dado profundas interpretaciones de los pasajes proféticos y místicos de la Biblia; por ello colocaban las santas Escrituras por encima de todos los estudios, los alumnos debían dedicarle toda la atención y todo su amor. Esto influyó en Paracelso por el resto de su vida, ya que el estudio de la Biblia fue posteriormente una de las tareas que le ocuparon más intensamente; en sus escritos se encuentra un testimonio de sus conocimientos y del lenguaje y del significado esotérico de la Biblia. Paracelso dice que la Alquimia no tiene por objeto exclusivamente la obtención de la piedra filosofal, la finalidad de la Ciencia Hermética consiste en producir esencia soberana y emplearla debidamente en la curación de enfermedades. Consideró con base propia de la Divina Creación, que toda sustancia dotada de vida orgánica, contenía gran cantidad de potencia curativa. Los metales, las piedras y su variedad llevan en sí misma la quinta esencia, lo mismo que los cuerpos orgánicos y aunque se consideran sin vida para distinguirlos de los animales y las plantas, contienen esencias de cuerpos que han vivido. Paracelso expuso la teoría de los Principios; sostenían que cada sustancia o materia en crecimiento está formada de sal, tierra, azufre, fuego, mercurio y agua; omitió el agua por considerarle producto del fuego y el agua; y la fuerza vital consiste en la unión de los tres principios, hay una acción triple siempre para cada cuerpo; la purificación por medio de la Sal, la Disolución y Consumición por el azufre, la eliminación por el Mercurio. CONDE DE SAINT GERMAIN. Es uno de los Alquimistas más conocidos, no sólo se daba el lujo de fabricar oro, pues decía que eso lo hacía cualquier alquimista; por ello prefería fabricar piedras preciosas. Según el venerable Maestro Samael Aun Weor, este alquimista es en realidad el Maestro RAKOCZI, Rogelio Bacon, Francisco Bacon. Este Maestro pertenece al rayo de Júpiter. Con otros Maestros está viviendo actualmente en el SHAMBALLA, Santuario del Tibet Oriental, en estado de jinas; posee el mismo cuerpo físico con el que se le conoció durante los siglos XVII, XVIII y XIX en todas las cortes de Europa. Es un Maestro realizado, con la magia sexual rejuvenecía a voluntad, desaparecía y aparecía instantáneamente cuando menos se esperaba. Se hacía pasar por muerto entrando al sepulcro, para escapar luego con su cuerpo en estado de jinas. Saint-Germain tiene el don de lenguas, habla correctamente todos los idiomas del mundo; fue consejero de reyes y sabios, leía pliegos cerrados. Transmutaba el plomo en oro y carbón en diamantes; decía tener más de tres mil años. Trabajó intensamente con el arcano A.Z.F., es decir la magia sexual y a eso debe sus poderes recibiendo el Elixir de Larga Vida. Fue Maestro de Cagliostro. CAGLIOSTRO. Fue el mejor discípulo de Saint-Germain. Vivió en la época de Jesucristo, fue amigo de Cleopatra en Egipto, trabajó para Catalina de Médicis. A este Maestro se le conoció en distintos lugares del mundo, a veces usaba en un país un nombre, pero lo cambiaba en otro país. Se le conoció con los nombres de: Tichio, Milissa, Belmonte, Marqués Danna, conde Fénix, Marqués Pellegrine, Marqués Bálsamo, Nesmer, Narut y Conde Cagliostro, según consta en el famoso proceso sobre “El Collar de la Reina”, título de una obra de Alejandro Dumas. Con su conciencia de la piedra filosofal le salvó la vida al Príncipe Obispo de Estrasburgo, Cardenal Rohan. Tuvo muchos discípulos Alquimistas en Estrasburgo. Por el escándalo sobre el collar de la Reina, el 15 de Agosto de 1785 fue detenido junto con el Cardenal Rohan y encerrados ambos en la Bastilla. El escándalo que se produjo fue de tal magnitud, que el pueblo habló contra María Antonieta y Luis XVI, una causa más para destrucción de la Monarquía. El 31 de mayo de 1786 Cagliostro y Cardenal fueron declarados inocentes y puestos en libertad. Una procesión de cinco mil personas acompañó al mago hasta Boulogne y permaneció devotamente de rodillas mientras un barco lo conducía a Inglaterra. Desde Londres pronunció la gran maldición sobre sus perseguidores y anunció la destrucción de La Bastilla, hecho que se cumplió el 14 de Julio de 1789, cuando él estaba viviendo en Roma. La inquisición Romana lo condenó a muerte, pena que fue conmutada por la prisión perpetua en la fortaleza de San Leo, pero el enigmático Conde Cagliostro desapareció de la prisión misteriosamente; ni la prisión ni la muerte pudieron contra él; todavía vive en su mismo cuerpo físico, porque cuando un Maestro “ha tragado tierra” en el sepulcro, según la simbología esotérica, es señor de los vivos y de los muertos. Nadie puede llegar a esas alturas Iniciáticas sin la práctica secreta de la magia sexual. Fue mucho lo que sufrieron los grandes Iniciados antiguos, fueron muchos los que perecieron en las pruebas secretas cuando aspiraban al Secreto Supremo del Gran Arcano. Pero hoy en día, el V.M. Samael Aun Weor ha entregado públicamente -pues ya es momento- el Arcano A.Z.F. para que la humanidad pueda liberarse de la Rueda de Samsara. FULCANELLI. Es un maestro Alquimista de los tiempos actuales. La obra “La Rebelión de los Brujos”, escrito por Jacquies Berguier-Louis Pawels es un golpe a la conciencia de las grandes multitudes ávidas de conocer qué hay más allá de nuestros sentidos físicos y cuál es ese conocimiento que permanece oculto y velado. En esta obra comienza a correrse el velo de las antiquísimas y avanzadas civilizaciones que desaparecieron, muchas de ellas dejando para la posteridad tan sólo leyendas o ruinas destruidas y que han intrigado a los que ven más allá de la letra muerta; pues lo que en nuestra civilización es simbolismo, tocando a las escuelas Iniciáticas y a los Grandes Maestros se encuentra una gran sabiduría oculta tras estos símbolos. En “La Rebelión de los Brujos” empieza a conocer ese misticismo enigmático y oculto de los antiguos alquimistas; la lectura de este libro inicia la búsqueda de las obras del Maestro Fulcanelli y el Maestro Lobsang Rampa, ambos fuentes de luz en la oscuridad del conocimiento. El Maestro Fulcanelli afirma: “La Alquimia, remontándose de lo concreto a lo abstracto, del positivismo material al espiritualismo puro, ensanchado al campo de los conocimientos humanos, de las posibilidades de acción y realización de la unión de Dios y de la Naturaleza, de la Creación y del Creador, de la ciencia y de la religión. La Ciencia Alquimista no se enseña. Cada cual debe aprenderla por sí mismo, no de manera especulativa, sino con la ayuda de un trabajo perseverante, multiplicando los ensayos y las tentativas, de manera que se someten siempre las producciones del pensamiento al control de la experiencia”. Este insigne Maestro, en quien encontramos amplios y profundos conocimientos de la doctrina Gnóstica, en un lenguaje alegórico, muy ocultamente nos entrega el Gran Arcano: “El Alquimista debe unirse a esta virgen en cuerpo y alma, en el matrimonio perfecto e indisoluble a fin de recobrar con ella el ANDRÓGINO primordial y el estado de Inocencia” (Moradas Filosóficas, Pág. 22). “En la segunda ventana no deja de suscitar curiosidad una cabeza rubicunda y lunar, coronada por un phalo; descubrimos en ello la indicación muy expresiva de LOS DOS PRINCIPIOS cuya conjunción engendra la MATERIA FILOSOFAL. Este jeroglífico del agente y del paciente, del AZUFRE y del MERCURIO, del SOL y de la LUNA, padres filosóficos de la PIEDRA, es lo bastante elocuente para suministrarnos la explicación”. (Moradas Filosóficos, Pág. 233). Revela los secretos de las Catedrales Góticas, resumiendo que toda la verdad, la filosofía, la religión, está basada en la PRIMERA PIEDRA, sobre la cual descansa toda la estructura del Templo y en este mismo Arcano el que se encuentra en las Pirámides de Egipto, Templos de Grecia, Catacumbas Romanas y Basílicas Bizantinas. Presenta la Catedral fundada en la Ciencia Alquímica, investigadora de las Transformaciones de la Sustancia Original (Energía Sexual) de la material elemental. Pues la Virgen Madre despojada de su velo simbólico (el velo de Isis), no es más que la personificación de la sustancia primitiva que empleó para realizar sus designios el Principio Creador de todo lo que existe. María Virgen y Madre representa pues la forma; el Dios Sol padre es el emblema del espíritu vital. De la unión de estos dos principios resulta la materia viva, sometida en las vicisitudes de las leyes de mutación y continuidad. Surge entonces Jesús, el Espíritu encarnado, el fuego que toma cuerpo en las cosas, tal como las conocemos aquí abajo: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Misterios de las Catedrales, Pág. 85). Afirma este gran Maestro Alquimista que: “Todo cuanto buscan los sabios está en el MERCURIO (Energía Sexual). Cabía expresar mejor: en la PIEDRA (sexo), la naturaleza y función de esa vasija (Órganos Sexuales) que tantos artistas conocen sin saber lo que es capaz de producir: sin ese mercurio tomado de nuestra MAGNESIA, nos asegura Filateo, es inútil encender la lámpara o el HORNO de los filósofos (el chakra Muladhara); cualquier profano que sepa mantener el FUEGO ejecutará la Obra tan bien como un Alquimista experto; no requiere pericia especial ni habilidad profesional, sino todo el conocimiento de un curioso ARTIFICIO que constituye el SECRETUM SECRETORUM que no ha sido revelado; sin embargo los investigadores que con éxito han remontado los primeros obstáculos y extraído AGUA VIVA de la antigua FUENTE, poseen una llave capaz de abrir las puertas del laboratorio hermético” (Moradas Filosóficas, Pág. 287, 299, 300, 302). PRACTICA Después de sentarte en posición cómoda, harás respiraciones profundas en forma rítmica. Seguidamente localizarás durante 20 minutos aproximadamente el Mantram “ON”, así: OOOOOOOOOOOOOONNNNNNNNNN. La vocal O se pronuncia ovalando la boca, y la N, acampanando el sonido, con modulaciones altas y bajas. Después entrarás en Meditación tal como se te enseñó en la Lección Nº 8. Atentamente, El Instructor