salud ocular_estrabismo El estrabismo y el “ojo vago” deben tratarse antes de que el ojo complete su evolución, hacia los ocho años de edad Los niños pueden tener todas la patologías oculares típicas del adulto, a las que hay que añadir otras dos típicamente infantiles y muy relacionadas entre sí: el estrabismo y la ambliopía (ojo vago). En ambos casos, el diagnóstico y tratamiento precoz evitará que el problema ocular persista en la edad adulta y, en el caso de la ambliopía, permitirá salvar la visión del “ojo vago”, algo que no es posible pasada la primera infancia. El estrabismo es la pérdida del paralelismo de los ojos, de manera que cada ojo mira en una dirección, provocando una evidente desviación ocular que puede ser alternante (a veces se desvía un ojo y a veces otro) y en cualquier dirección: hacia adentro, hacia fuera, hacia arriba o hacia abajo. En algunos casos la desviación es intermitente, siendo más frecuente y evidente en estados de cansancio o debilidad (un proceso febril, sueño, al final del día..). Según la doctora Ana Wert, especialista en oftalmología pediátrica del Instituto de Microcirugía Ocular de Barcelona (IMO), “esta circunstancia, al no ser detectada en una primera visita al oftalmólogo, puede complicar el diagnóstico”, y por ello advierte que “las revisiones sucesivas son muy importantes si existe la sospecha por parte de los padres”. El estrabismo puede aparecer antes de los 6 meses de vida (estrabismo congénito), durante el resto de la infancia o, en algunos casos en edad adulta, debido a un mal control en el movimiento de los músculos oculares por parte del cerebro, causado por un defecto refractivo, baja visión o una anomalía muscular. La consecuencia más grave del estrabismo es la ambliopía u ojo vago. Al estar los ojos desviados y apuntar cada uno en una dirección, el cerebro del niño, que tiene una gran capacidad de adaptación, suprime la visión de uno de ellos para evitar esa situación anómala y no ver doble. De esta manera, se va utilizando progresivamente menos uno de los ojos, que es el que se vuelve “vago” o amblíope. El tratamiento del ojo vago es más fácil cuanto más pequeño es el paciente. El motivo es que la ambliopía se produce porque el cerebro visual “no aprende por sí sola, cura la patología. En los casos en que se haya desarrollado una ambliopía, se debe recuperar la visión de ese ojo tapando el ojo sano (oclusión con parche) para hacer trabajar más al ojo “vago”. Si pese a estos tratamientos persiste la desviación, se realiza cirugía para reforzar o debilitar los músculos oculomotores encargados de mover el globo ocular mediante mecanismos de poleas o riendas. De hecho, “se trata de acortar o alargar los músculos oculares como si se manejasen las riendas de un caballo, tirando o soltando más de un lado o de otro, en función de hacia donde queremos que La colaboración entre pediatras, ópticos y oftalmólogos es fundamental durante la etapa del desarrollo visual. a ver“, y únicamente podemos “enseñar a ver“ al cerebro durante la infancia. Por el mismo motivo, si el estrabismo se produce pasada la edad de desarrollo visual (los 8-10 años), no provoca ojo vago. Otras causas de ambliopía son defectos refractivos (la imagen que llega al cerebro no es nítida y el cerebro escoge la visión del ojo con menor defecto refractivo), u otras enfermedades oculares que interfieren en el correcto desarrollo de la visión en la edad pediátrica. Tratamiento Si existe un defecto refractivo asociado al estrabismo, el tratamiento indicado es la corrección óptica (gafas o lentillas), que en algunos casos, La importancia de la revisión ocular en la infancia Un diagnóstico tardío es la primera causa de no curación de las enfermedades oculares surgidas en la infancia. Por el contrario, casi todas las patologías que se diagnostican precozmente pueden curarse. Por tanto, las revisiones oculares en edad infantil son cruciales y no siempre se les otorga la importancia que merecen. Según la doctora Ana Wert, las revisiones oculares en los niños deben hacerse antes de los seis meses de edad para descartar anomalías congénitas (catarata, glaucoma, malformación, tumor, etc.), antes de los 4 años para descartar estrabismo y/o ambliopía y siempre que se sospeche de una anomalía ocular en el niño. Además, es aconsejable llevar a los niños anualmente al oftalmólogo hasta los 8 o 10 años, cuando el sistema visual ya está desarrollado. “Durante esta etapa es muy importante la colaboración entre los diferentes especialistas implicados: pediatras, ópticos y oftalmólogos”, destaca la especialista del IMO. Revisiones oftalmológicas en la infancia • Antes de los 6 meses: descartar enfermedades congénitas detección temprana de estrabismo, • Antes de los 4 años:ambliopía, defectos de refracción H asta los 10 años: estrabismo, ambliopía, defectos de • refracción • A partir de los 10 años: problemas de refracción (miopía). gire”, explica la especialista del IMO. La cirugía es ambulatoria y no pone en juego la visión, ya que no se interviene en el interior del ojo. Su efectividad es mayor del 90%, aunque en ocasiones se requiere reintervenir al paciente. El estrabismo puede reaparecer en ojos intervenidos, incluso varios años después de la cirugía, ya de adultos. Estos pacientes, así como los que no fueron tratados de estrabismo en su infancia, continuarán con los ojos torcidos en la edad adulta y podrán ser intervenidos. “Para tener los ojos rectos no hay edad”, afirma la Dra. Wert, que explica que la cirugía del estrabismo no es estética, sino reconstructiva. Otras causas del estrabismo en edad adulta son tumores cerebrales, baja visión, accidentes cerebrales vasculares que provocan parálisis en los nervios ópticos, factores relacionados con enfermedades sistémicas (especialmente tiroideas) o factores secundarios a cirugía ocular. En estos casos de adquisición en la edad adulta, los pacientes de estrabismo si tendrán visión doble y requerirán tratarse para eliminarla. Más información www.imo.es