Una sola prueba de antígeno específico de la próstata antes de los 50 años de edad pronostica el riesgo a largo plazo. Autor: Nick Mulcahy Según un estudio presentado aquí en el Congreso Científico Anual de 2011 de la American Urological Association (AUA), el riesgo de carcinoma de la próstata a largo plazo se puede pronosticar mediante una sola prueba de antígeno específico de la próstata (AEP). El estudio derivado de una población de más de 20.000 hombres suecos indica que los que tienen una concentración de AEP superior a 1,5 ng/ml entre los 45 y los 49 años de edad contribuyen con casi a la mitad de los fallecimientos por carcinoma de la próstata en los siguientes 30 años, aproximadamente. El autor principal, Dr. Andrew Vickers, PhD, del Departamento de Epidemiología y Bioestadística en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center en la ciudad de Nueva York, observó que sólo 10% de los hombres en el estudio tenían tales valores altos de AEP. El Dr. Vickers comunicó en la conferencia de prensa de la AUA que «El mensaje fundamental» del estudio es que, basándose en un valor de AEP obtenido en el decenio de los años 40 de un hombre «se puede estratificar el riesgo». Añadió: «Este estudio demuestra en quién realmente nos debemos enfocar». Dijo que los hombres jóvenes de ese «10% superior» necesitan un «seguimiento intensivo», por ejemplo, mediante llamadas telefónicas para recordarles las citas con los médicos, y debieran someterse a pruebas de EAP anuales o bianuales». Añadió: «Debemos asegurarnos de que estos hombres comprendan que necesitan regresar al consultorio». Dijo: «En la actualidad a muchos de estos pacientes se les diría: «Está bien». El Dr. Vickers dijo: «Y están bien, en su mayor parte. Su riesgo absoluto de morir por carcinoma de la próstata es bajo». Sin embargo, en el estudio, que tuvo una mediana de seguimiento de 27 años, 44% de todos los fallecimientos por carcinoma de la próstata ocurrieron en este 10% superior de hombres. En otras palabras, una pequeña proporción de los hombres contribuyó a un gran número de las muertes por carcinoma de la próstata. La Dra. Stacy Loeb, de la Johns Hopkins University en Baltimore, Maryland, quien no participó en el estudio pero asistió a la conferencia de prensa, señaló que una mayor dificultad que hacer que los hombres jóvenes con alto riesgo regresen a la clínica para seguimiento estrecho podría ser lograr que los hombres jóvenes se sometan a una prueba de AEP en primera instancia. Dijo que los hombres jóvenes podrían mostrarse temerosos de efectuarse una prueba de AEP «debido a toda la atención negativa por parte de los medios de comunicación». «Es importante que los hombres jóvenes no se muestren temerosos». Las pruebas de AEP han estado disminuyendo constantemente desde 2003/2005, cuando en casi 50% de todos los hombres mayores de 50 años se realizaba ese análisis, según informes, dijo el Dr. William J. Catalona, director médico de Urological Research Foundation en Chicago, Illinois. Dijo que desde entonces, «en cada categoría de hombres, está disminuyendo». El Dr. Catalona también culpó a la cobertura negativa por parte de los medios. «Los medios no informan nada bueno sobre las pruebas de AEP». Menos atrevidos esta vez El estudio es un derivado de la investigación continua del Malmö Preventive Project en Suecia, en el cual participaron el Dr. Vickers y sus colaboradores. En el nuevo estudio los investigadores de Sloan-Kettering analizaron en forma retrospectiva las concentraciones de AEP en algunas de las muestras de plasma obtenidas entre 1954 y 1986 de una cohorte demográfica no sujeta a detección de más de 20.000 hombres suecos de entre 33 y 50 años de edad. El Dr. Vickers y sus colaboradores obtuvieron información sobre el AEP de 1167 hombres. También analizaron el Registro de Cáncer Sueco, lo que permitió un «seguimiento excelente» de los hombres a quienes se les había diagnosticado carcinoma de la próstata, e identificaron a 241 hombres que presentaron metástasis de carcinoma de la próstata y 163 que fallecieron por la enfermedad. Estos últimos fueron determinados mediante el análisis de las notas de casos o por los certificados de defunción. El Dr. Vickers dijo: «Sabemos exactamente lo que ocurrió a estas personas». En 2010, el equipo de investigadores llevó a cabo un estudio similar (BMJ. 2010;341:c4521), el cual indicó que la prueba de AEP en una ocasión a los 60 años puede ayudar a identificar a los hombres que tienen más posibilidades de morir por carcinoma de la próstata. Medscape Medical News informó sobre este artículo en ese tiempo y la AUA le otorgó una presea al periodismo por la cobertura extraordinaria de noticias. En el estudio de 2010, el Dr. Vickers y sus colaboradores vieron que la mayor parte de las defunciones por carcinoma de la próstata ocurría en el 25%, aproximadamente, de hombres que a los 60 años de edad tenían concentraciones de AEP superiores a 2 ng/ml. El estudio señaló que la detección sistemática repetida podía confinarse a ese 25% de hombres cuya concentración de AEP está por arriba de 2 ng/ml a los 60 años de edad. En ese tiempo, el Dr. Vickers dijo a Medscape Medical News que el hallazgo proporcionaba «una nueva forma de pensar en torno al AEP que ofrece recomendaciones claras para el ejercicio clínico». En esta ocasión los investigadores al parecer han respaldado tal comentario atrevido. El autor principal, Dr. Hans Lilja, PhD, también de Sloan Kettering dijo que el nuevo estudio «no es una solución que sirva de guía para el ejercicio clínico». No obstante, el Dr. Vickers señaló que los nuevos datos cuestionan las recomendaciones «típicas» de los grupos de profesionales en torno a las pruebas de AEP pues las recomendaciones no incluyen la estratificación del riesgo. El Dr. Vickers dijo «suele recomendarse que todos los hombres debieran considerar las pruebas de AEP cada dos años a partir de los 50 años de edad hasta los 70 años». Luego, planteó que dados los hallazgos de esta investigación: «¿puede estar esto todavía justificado?». Cuando el estudio de 2010 fue publicado, el Dr. Vickers dijo que la detección para la estratificación del riesgo tenía dos ventajas principales: reducir el diagnóstico excesivo en los hombres con bajo riesgo de muerte por carcinoma de la próstata y mejorar el cumplimiento de la detección en los hombres en quienes es más útil. Los investigadores de Sloan-Kettering han derivado mucha investigación de la cohorte de Malmo. En el congreso anual de 2007 de la AUA comunicaron que una sola determinación de AEP obtenida cuando un hombre se encuentra en su cuarto decenio de vida es muy útil para pronosticar su riesgo de carcinoma de próstata en etapa avanzada a una edad futura, según lo informó en ese entonces Medscape Medical News. El estudio fue financiado por donaciones del National Cancer Institute, la Swedish Cancer Society, el Swedish Research Council y varias otras fundaciones. El Dr. Lilja informa tener una patente para análisis de AEP libre y HK2.