Introducción Psicopatología y trastornos de la

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REVISTA ELECTRÓNICA DE PSIQUIATRÍA
Vol. 2, No. 1, Marzo 1998
ISSN 1137-3148
Psicopatología y trastornos de la
conducta alimentaria: un estudio con el
SCL-90-R.
E. Calderón, P. Moreno*, M. Gili, M.
Roca
Unitat de Psiquiatria i Psicologia Clínica.
Hospital Joan March. Universitat de les Illes
Balears
* Hospital de Son Dureta. Palma (Mallorca),
España.
ARTÍCULO ORIGINAL
[Resumen] [Abstract]
Introducción
Método
Resultados
Conclusiones
Introducción
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria tienen una gran resonancia social tanto por
su gravedad como por su prevalencia. Las investigaciones de carácter multidisciplinar,
dados los múltiples factores implicados, parecen cada vez más necesarias para clarificar
su posible etiopatogenia, sus formas clínicas y su eventual tratamiento. La comorbilidad
entre los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y los Trastornos
psicopatológicos, tanto del Eje I como del Eje II siguiendo la nomenclatura DSM-IV, es
objeto de continua controversia (1). Un conocimiento más exhaustivo de la
sintomatología psicopatológica asociada facilitará una mejor comprensión y la
realización de diagnósticos más específicos (2).
Aunque con manifestaciones muy diferenciadas los TCA tienen como punto común
afectar principalmente a mujeres jóvenes preocupadas por las características y la forma
del cuerpo, con deseos de adelgazar o temor intenso a ganar peso, guiado por una
percepción y cognición sobre su imagen corporal deteriorada, y con baja autoestima
como consecuencia de las dificultades para controlar el peso. Las complicaciones
médicas asociadas oscilan desde problemas metabólicos a cardiovasculares, renales,
hematológicos, endocrinos, dentales etc. Los pacientes con trastornos alimentarios
presentan elevados porcentajes de sintomatología afectiva -básicamente depresiva-,
ansiosa -fobias, trastornos obsesivo-compulsivos (3)-, abuso de sustancias y trastornos
de personalidad (4). La restricción alimentaria y el ayuno se han relacionado con
pensamientos obsesivos y conducta compulsiva en sujetos normales (5), al igual que con
trastornos depresivos. Es más frecuente la comorbilidad de trastornos de personalidad y
trastornos afectivos en pacientes con trastorno alimentario clínico que en dieta no
patológica y trastorno alimentario subclínico (6).
Según numerosos estudios, entre los TCA cuya sintomatología incluye atracones se
produce una mayor prevalencia de depresión mayor, trastornos de pánico, trastorno de
personalidad límite y trastorno de personalidad por evitación (7).
Sin embargo, la mayoría de los estudios han valorado los datos sobre muestras clínicas,
lo que explica la dificultad a la hora de discriminar entre rasgos atribuibles al desarrollo,
al inicio y/o al mantenimiento del trastorno, y rasgos que constituyen el resultado de un
patrón de alimentación caótico y/o de conductas de purga (8). Aunque para el
diagnóstico se manejen criterios operativos conocidos (DSM-IV, ICD-10), útiles sobre
todo para el diagnóstico transversal, éste puede resultar problemático, sobre todo cuando
la sintomatología no está plenamente establecida: la pobre identificación de la
interocepción y la negación de la enfermedad son dos características presentes en la
anorexia nerviosa. Los pacientes anoréxicos esconden algunos de los síntomas,
minimizan y niegan más su problema que las bulímicas. (9).
Método
Muestra:
Se incluyen un total de 226 mujeres entre 12 y 35 años. La edad media de la muestra
total es de 17,96 años (rango 12-35). Respecto a la variable estado civil la muestra total
está formada por 211 solteras (93,4%), 13 casadas (5,8%) y 2 separadas/divorciadas
(0,9%). En dicha muestra, 180 sujetos son estudiantes (79,6%), 32 trabajan (14,2%), 6
(2,7%) estudian y trabajan y 8 sujetos (3,5%) no estudian ni trabajan. La muestra control
la forman 180 mujeres procedentes de centros de enseñanza pública y privada
(Universidad, Instituto, Formación Profesional) y del mundo laboral (activo/paro). La
muestra Trastornos de Alimentación, procede de Centros de Salud de la red asistencial
pública de Baleares y consultas ambulatorias privadas, e incluye un total de 46 mujeres
con Trastorno de la Conducta Alimentaria. En la Tabla 1 puede observarse una
descripción de las características sociodemográficas de la ambas muestra.
TABLA 1
EDAD
DESCRIPCIÓN VARIABLES
SOCIODEMOGRÁFICAS
Tr. Alimentación Muestra Control
n=46
n=180
X
DT
X
DT
21,73
5,79
17,00
4,41
soltera
casada
separada/divorciada
viuda
n
37
8
1
0
%
80,43
17,39
2,17
0
n
174
5
1
0
%
96,66
2,77
0,55
0
OCUPACIÓN
estudiante
trabaja
paro
n
27
17
2
%
58,69
36,95
4,34
n
156
19
5
%
86,66
10,55
2,77
n
%
n
%
ESTADO CIVIL
NIVEL
SOCIOECONÓMICO
bajo
medio bajo
medio
medio alto
alto
2
6
24
14
0
4,34
13,04
52,17
30,43
0
0
6
113
59
2
0
3,33
62,77
32,77
1,11
Instrumentos:
B) EDI (Multidimensional Eating Disorder Inventory) adaptación española de
Guimera y Torrubia (1987) de la traducción castellana realizada por Tejero,
García y Guimerá (10). Inventario multifásico, con un total de 64 items, diseñado
para evaluar las características psicológicas relevantes en los Trastornos de
alimentación e instrumento de despistaje útil para la identificación de individuos
con alto riesgo. Está formado por las ocho subescalas siguientes: Motivación para
adelgazar (MA), Bulimia (B), Insatisfacción corporal (IC), Inefectividad (IN),
Perfeccionismo (P),Desconfianza interpersonal (DI), Identificación de la
Interocepción (II), Miedo a madurar (MM).
C) EAT-40 (Eating Attitudes Test), traducido y validado en muestras españolas
por Castro, Toro, Salamero y Guimerá, (11). Cuestionario diseñado inicialmente
para cuantificar las alteraciones conductuales de la ingesta y las actitudes
alimentarias de las pacientes con AN. Consta de 40 items sobre diferentes
síntomas relacionados con la AN y analiza tres factores: control oral, dieta y
bulimia.
D) SCL-90-R (Symptom Check List 90 revised), adaptado al castellano por
González de Rivera (12). Utilizado para facilitar la descripción clínica del perfil
psicopatológico (13, 14). Ofrece tres niveles diferentes de información: a) nivel
Global (Severidad general de los Síntomas, número medio de síntomas presentes
y el malestar que manifiesta el sujeto al experimentar dichos síntomas), b) nivel
Dimensional (Somatización, Obsesión-compulsión, Sensibilidad interpersonal,
Depresión, Ansiedad, Hostilidad, Ansiedad Fóbica, Ideación paranoide y
Psicoticismo) y c) nivel de Síntomas Discretos (Sufrimiento Subjetivo y
Dificultades Interpersonales).
Hoja preliminar de variables sociodemográficas y clínicas: edad, estado civil,
profesión/ocupación, nivel socioeconómico, Indices de masa corporal, presencia
de amenorrea, conductas compensatorias inapropiadas como provocación de
vómitos, uso de laxantes y/o diuréticos, hiperactividad, atracones, etc.
Procedimiento:
A toda la muestra se le administró el protocolo de estudio a fin de confirmar el
diagnóstico correspondiente según los criterios DSM-IV para los trastornos de la
conducta alimentaria. Los datos relativos al grupo trastornos de alimentación fueron
recogidos por personal clínico entrenado en cada uno de los cuestionarios (autoaplicados
y entrevista). La administración fue individual, anónima y voluntaria. Los datos de la
muestra control fueron recogidos por estudiantes de último curso de psicología. La
administración fue colectiva, anónima y voluntaria.
Análisis estadístico:
El tratamiento estadístico de los datos se realizó mediante diversos programas del
paquete informático SPSS para MS windows (versión 6.0).
Para la comparación de las medias obtenidas por cada grupo respecto a las diferentes
variables sociodemográficas y clínicas se utilizó la prueba t y el Análisis de varianza
(ANOVA oneway). El nivel de significación utilizado es de 0,05.
Resultados
Los resultados obtenidos en este estudio indican que las diferencias que se establecen
entre un grupo de mujeres jóvenes con Trastorno de la conducta alimentaria y un grupo
sin trastorno de alimentación son estadísticamente significativas tanto si se comparan las
actitudes alimentarias (ver Tabla 2) como las características psicológicas relacionadas
con los trastornos de alimentación (ver Tabla 3) y su perfil psicopatológico (ver Tabla
4).
La tabla 2 muestra cómo las diferencias entre ambos grupos en relación a las actitudes
alimentarias evaluadas a través de la puntuación total del EAT-40 han sido mayores para
los Trastornos de alimentación. Los sujetos del grupo TCA han recurrido con más
frecuencia a la dieta (Factor 1), han utilizado más conductas compensatorias
inapropiadas (Factor 2) y han manifestado sentir mayor control y presión social para
comer que los sujetos del grupo control.
TABLA 2
COMPARACIÓN RESULTADOS EAT-40 EN TRASTORNOS
ALIMENTACIÓN Y GRUPO CONTROL
Tr.Alimentación n=46
Muestra Control n=180
significación
Mean
sd
Mean
sd
t
p
Total EAT40
54.67
22.41
16.48
11.84
11,17
<0,001
Factor 1
26,28
13,76
5,93
8,03
9,62
<0,001
Factor 2
6,30
3,79
1,39
1,81
8,56
<0,001
Factor 3
4,97
4,13
2,06
2,79
4,53
<0,001
En la tabla 3 pueden observarse los resultados obtenidos a partir del EDI para la
cuantificación de las características psicológicas relacionadas con los Trastornos de
alimentación. Los sujetos de la muestra Trastornos de alimentación respecto a los del
grupo control se muestran más motivados para adelgazar (MA), es decir, más
preocupados por la dieta y el peso siendo mayor su temor a aumentarlo, con mayor
tendencia a los episodios de sobreingesta incontrolada (B) seguidos de purga o no; se
muestran también más insatisfechos con su cuerpo, insatisfacción asociada a la
alteración de su imagen corporal (IC), con mayor inseguridad y sentimientos generales
de inadecuación, inutilidad y de falta de control sobre su propia vida (IN), más
expectantes acerca de posibles logros personales y de énfasis en el éxito y el
perfeccionismo (P), mayor aversión a la formación de relaciones interpersonales íntimas
o a expresar emociones a los demás (DI), más incapaces de reconocer las propias
sensaciones de hambre y saciedad (II) y mayor miedo a madurar (MM).
TABLA 3
COMPARACIÓN RESULTADOS EDI EN TRASTORNOS
ALIMENTACIÓN Y GRUPO CONTROL
Tr. Alimentación n=46
Muestra Control n=180
significación
Mean
sd
Mean
sd
t
p
Total EDI
80.43
31.00
38.82
23.50
8,50
<0,001
MA
12,91
5,72
4,32
5,21
9,78
<0,001
B
7,26
6,81
1,74
3,28
5,34
<0,001
IC
15,26
8,47
9,87
8,39
3,88
<0,001
IN
12,41
10,29
4,42
4,34
5,15
<0,001
P
7,11
4,53
4,17
3,47
4,11
<0,001
DI
6,50
4,98
3,25
3,56
4,16
<0,001
II
10,85
5,71
4,68
4,60
6,78
<0,001
MM
8,67
6,15
6,29
5,13
2,42
<0,05
Finalmente en la tabla 4 y en la figura 1 se observa la comparación entre ambos grupos
respecto al perfil psicopatológico del SCL-90-R. Los Trastornos de la Conducta
Alimentaria en general ofrecen puntuaciones promedio mayores que la muestra control
(p<0,01) en todos los índices del SCL-90-R. En los índices globales presentan mayor
malestar general (GSI), intensidad que guarda relación con la gravedad de la
psicopatología presente, mayor número medio de síntomas (PST), y mayor malestar o
distrés por dichos síntomas (PSDI). En cuanto a los índices sintomáticos, los Trastornos
de alimentación muestran mayor sintomatología en el índice Depresión (DEP), seguido
de Sensibilidad interpersonal que indica los sentimientos personales de inadecuación e
inferioridad, en particular cuando el sujeto se compara con otros sujetos (S.INT),
Obsesividad que refleja la dificultad cognitiva general y conductas similares a las del
Trastorno Obsesivo-compulsivo donde los pensamientos, los impulsos y las acciones
son experimentados como irresistibles e irreversibles (OB-C) e Ideación paranoide
(PARA), en cuya base estarían la suspicacia, el pensamiento proyectivo y la hostilidad,
seguidas por Hostilidad (HOST), Ansiedad (ANS), Somatización (SOM) y Psicoticismo
(PSICO). La muestra control presenta mayor elevación en los índices de
Obsesionabilidad y Depresión. Las puntuaciones menos elevadas se dieron en ambas
muestras en el área sintomática Ansiedad fóbica. Las áreas sintomáticas Sensibilidad
Interpersonal y Depresión presentaron las mayores diferencias en las puntuaciones
medias entre ambos grupos. Las que mostraron menores diferencias entre sus
puntuaciones medias fueron las áreas Ansiedad fóbica, Psicoticismo y Somatización.
Los índices de síntomas discretos señalan que la muestra Trastornos de alimentación
presenta mayor puntuación media en Dificultades interpersonales que en Sufrimiento
subjetivo, dándose a la inversa en la muestra control. Las diferencias entre las
puntuaciones de ambas muestras son mayores en el índice Dificultades Interpersonales
que en el de Sufrimiento Subjetivo.
TABLA 4
COMPARACIÓN RESULTADOS SCL-90-R EN TRASTORNOS
ALIMENTACIÓN Y GRUPO CONTROL
Tr. Alimentación n=46
Muestra Control n=180
significación
Mean
sd
Mean
sd
t
p
GSI
1.85
0.78
0.69
0.59
9,43
<0,01
PST
63.52
17.44
34.28
20.04
9,07
<0,01
PSDI
2.49
0.65
1.61
0.57
9,02
<0,01
SOM
1,62
0,97
0,63
0,63
6,62
<0,01
OB-C
2,11
0,95
0,98
0,73
7,55
<0,01
S.INT
2,40
1,09
0,81
0,77
9,36
<0,01
DEP
2,42
1,01
0,85
0,74
9,85
<0,01
ANS
1,72
0,88
0,67
0,68
7,52
<0,01
HOST
1,83
1,20
0,61
0,71
6,61
<0,01
FOB
0,94
0,98
0,30
0,46
4,39
<0,01
PARA
1,92
1,05
0,72
0,83
7,24
<0,01
PSICO
1,33
0,74
0,43
0,59
7,62
<0,01
Suf.Su
1,76
1,07
0.68
0.69
8,51
<0,01
Dif.Int
1,87
1,09
0.64
0.74
8,58
<0,01
Fig. 1
Conclusiones
Este estudio revela que la muestra formada por Trastornos de la Conducta Alimentaria
presenta puntuaciones promedio mayores en todos los cuestionarios administrados
(EAT-40, EDI y SCL-90-R). La coexistencia o eventual comorbilidad entre los TCA y
los trastornos psiquiátricos y de personalidad parece confirmarse. Esta coexistencia
podría deberse a factores etiopatogénicos comunes, asociación comórbida habitual o
procesos adaptativos ante un trastorno crónico y multisistémico. Se dispone en la
actualidad de escasos instrumentos psicométricos que permitan asegurar que el
solapamiento de síntomas no constituya una fuente de sesgo en los diferentes estudios.
La mayor parte de estos instrumentos recoge los criterios de los sistemas nosológicos
habitualmente utilizados. Los sistemas de clasificación son ventajosos por hacer uso de
criterios estrictos conduciendo a grupos más homogéneos de pacientes con similar
patología. Sin embargo, no debemos pasar por alto que la experiencia clínica revela que
dicha especificidad deja sin clasificar a muchos de los Trastornos alimentarios: aunque
cumplen muchos criterios, no están presentes todos y obligan a clasificarlos como
atípicos. Algunos pacientes podrían no ser diagnosticados salvo que incluyeramos
formas de expresión subclínica de trastorno alimentario.
La identificación de la comorbilidad entre TCA y otros trastornos psiquiátricos y de la
personalidad requiere posteriores estudios: no se trata de una limitación trivial dado que
trabajos previos indican un peor pronóstico en cuanto a severidad y complicaciones de
los TCA asociados a sintomatología psicopatológica.
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Referencia a este artículo según el estilo Vancouver:
Calderón E, Moreno P, Gili M, Roca M. Psicopatología y trastornos de la conducta alimentaria: un estudio con el
SCL-90-R. Psiquiatría.COM [revista electrónica] 1998 Marzo [citado 1 Abr 1998];2(1):[16 pantallas]. Disponible en:
URL: http://www.psiquiatria.com/psiquiatria/vol2num1/art_4.htm
NOTA: la fecha de la cita [citado...] será la del día que se haya visualizado este artículo.
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