Intervención socioeducativa con mujeres víctimas de la trata

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Intervención socioeducativa con mujeres víctimas de la trata:
acogida y acompañamiento
Mónica Gijón Casares
mgijon@ub.edu
Departamento de Teoria i Història de l’Educació
Facultad de Pedagogía (Universidad de Barcelona)
Rosa Cendón
info@adoratrius.cat
Sicar cat: atención integral a mujeres víctimas de la trata y a mujeres relacionadas con entornos de
prostitución
Mesa Temática (5) del 2º Congreso Latinoamericano de Trata y Tráfico de
personas: Experiencias y propuestas desde la sociedad civil
Resumen
Abordaremos en la comunicación la intervención con mujeres víctimas de la
trata, concretamente las prácticas desarrolladas por el proyecto Sicar cat-Adoratrices
dirigido a mujeres víctimas de la trata con fines de explotación sexual y a mujeres en
entornos de prostitución de Barcelona. Creemos que resulta imprescindible analizar
las estrategias de intervención socioeducativa de los proyectos y determinar en qué
grado son flexibles a la complejidad y diversidad de los casos de trata, en qué
medida sus diseños pedagógicos permiten una atención integral, y especialmente,
cómo se orientan al reconocimiento de las personas víctimas como sujetos con
capacidad de decisión y agencia de sus propias vidas, con un saber y experiencia
propia alejándonos de miradas paternalistas y victimizadoras.
Organizaremos la comunicación en torno a dos capítulos, en el primero, I.
Trata e intervención social, expondremos algunos factores a tener en cuenta en la
intervención socioeducativa con las víctimas de trata con finalidades de explotación
sexual. En el segundo capítulo, II. Prácticas de acogida y acompañamiento,
presentaremos las prácticas proyecto Sicar cat-Adoratrices, su metodología de
trabajo y analizaremos en profundidad el engranaje pedagógico y la relación de
acompañamiento como herramienta de intervención.
Palabras clave: Trata con fines de explotación sexual, relación de acogida, relación
de acompañamiento, intervención social.
I. Trata e intervención social
La trata es una violación de derechos humanos que vulnera aspectos tan
fundamentales como la vida, la dignidad y la integridad de las personas1. Algunas
conferencias de carácter mundial2, así como instituciones de ámbito transnacional, 1
“Acercándonos a la Trata” en VOCES contra el tráfico. Madrid, Proyecto Esperanza, nº1, p.1-3. 2001. Puede
consultarse en el apartado de materiales en la web http://www.proyectoesperanza.org
2
Entre estas conferencias y convenciones podemos citar: Conferencia Mundial de Derechos Humanos, Viena, 14
a 25 de junio de 1993; Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995); Preparación y celebración
de la Convención contra el Crimen Organizado Transnacional, Viena 1997-2000; Protocolo Adicional contra la
Trata de Personas, Palermo, 2000.
1
la ONU3 o la OIM4-, han desempeñado un importante papel en la visibilización de la
trata, en la persecución y condena, en las medidas de prevención y sensibilización
social; y especialmente, en las medidas de protección, asistencia y reparación hacia
las víctimas.
Por ello creemos que la protección y asistencia a las víctimas debe ser
analizada en profundidad. La intervención social debe estar orientada a la reparación
del daño, al reconocimiento de los derechos de las víctimas, y especialmente, a su
consideración como sujetos de con capacidad de decisión y agencia de sus propias
vidas, con un saber propio y una experiencia singular. Conviene analizar las
estrategias de intervención socioeducativa y determinar en qué medida son flexibles
a la complejidad y diversidad del fenómeno de la trata, y, especialmente, qué
prácticas
pedagógicas
se
han
diseñado
para
generar
una
relación
de
acompañamiento con las personas en situación de trata con fines de explotación
sexual.
¿De qué hablamos cuando nos referimos a la trata?
En el año 2000, el “Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir
y Sancionar la Trata de personas, especialmente de mujeres y niños”, realiza una
definición de trata en el marco de la convención de Naciones Unidas contra el
Crimen Organizado5, “Convención de las N.U. contra la Delincuencia Organizada
Transnacional. Viena 2000”. Este instrumento ha permitido tomar conciencia de la
gravedad del fenómeno nivel internacional, ha asentado el marco legal para definir el
delito, y ha desarrollado una serie de medidas y orientaciones para atender a las
víctimas de trata6.
3
De acuerdo con informaciones de las Naciones Unidas se estima que las ganancias por los delitos de trta
pueden llegar a los 10.000 millones de dólares. Luca Dall’Oglio, Observador Permanente de las Naciones
Unidas, Discurso General de la Asamblea General de la ONU, Nueva York, 12 de octubre 2004.
4
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) viene trabajando en materia de lucha contra la trata
de personas desde 1994. Desde entonces, la Organización ha llevado a cabo alrededor de 500 proyectos en 85
países y ha proporcionado asistencia a unas 15.000 personas que fueron objeto de trata. Sus objetivos
primordiales en este quehacer son prevenir la trata de personas y proteger a las víctimas de la trata al tiempo que
se les ofrece opciones seguras y sostenibles de retorno y reintegración a sus países de origen. http://www.iom.int
5
Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente, mujeres y niños, (Palermo
2000) firmado en Palermo el 13 de diciembre 2000 en el marco de la Convención de las N.U. contra la
Delincuencia Organizada Transnacional. Viena 2000. Ha sido firmado y ratificado por el estado español. Se
publica en el B.O.E. Nº 296 de 11 de diciembre 2003.
6
El protocolo de Palermo recoge en el artículo 3 recoge la siguiente definición: a) Por trata de personas se
entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza
o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una
situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de
2
Cuando hablamos de trata nos referimos a aquellas situaciones que implican
la captación, el reclutamiento y el engaño con falsas promesas; el transporte,
traslado y acogida de las víctimas entre países o a nivel regional; y la explotación
bajo amenaza y violencia utilizando mecanismos que anulan o limitan la voluntad
como el uso de la fuerza, la coacción, el rapto, el fraude, el engaño o el abuso de
poder o de una situación de vulnerabilidad, o la concesión y/o recepción de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de otra persona que tenga autoridad sobre
la víctima.
En definitiva, nos referimos a situaciones en que las personas pueden haber
entrado en el país de destino de forma ilegal o legal pero donde continúa la extorsión
y la explotación por parte de las personas que han facilitado su reclutamiento, han
contribuido en su entrada o las mantienen en reclusión bajo amenazas.
Características del fenómeno de trata
La trata es una gravísima violación de derechos fundamentales y una forma
de violencia que presenta algunas características. En primer lugar, nos encontramos
ante un delito de carácter global que atenta contra la dignidad y la integridad de las
personas en distintas áreas geográficas configurando un complejo mapa de países
de origen, tránsito y destino. Ese carácter transnacional dificulta la persecución de
las redes delictivas. No nos encontramos ante un problema aislado que afecta a
regiones empobrecidas, sino una compleja relación de factores económicos y
sociales, en los que redes y organizaciones criminales se aprovechan del deseo de
migrar y mejorar de muchas personas7.
Otra nota característica es el carácter diverso de la trata tanto en su ejecución
como en las diferentes formas que adopta. En primer lugar, La trata supone una
multiplicidad de acciones delictivas como la asociación criminal, la falsificación
documental, el tráfico ilegal de personas, la extorsión y la violencia gratuita, el
una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esta explotación incluirá, como mínimo,
la explotación de la prostitución ajena u de otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados,
la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos; b) El
consentimiento dado por la víctima de la trata de personas a toda forma de explotación intencional descrita en el
apartado a) del presente artículo no se tendrá en cuenta cuando se haya recurrido a cualquiera de los medios
enunciados en dicho apartado; c) La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño con
fines de explotación se considerará “trata de personas” incluso cuando no se recurra a ninguno de los medios
enunciados en el apartado a) del presente artículo;d) Por “niño” se entenderá toda persona menor de 18 años.
7
El Departamento de Estado de EE.UU desde el año 2000 viene recogiendo un Informe sobre Trata de Personas
(T.I.P) y otras fuentes de Naciones Unidas consideran que pueden se encontrar entre 2.5 millones y 4.5 millones
de mujeres víctimas de la Trata en todo el mundo.
3
blanqueo de dinero, corrupción y estafa a funcionarios, la coacción y el engaño o el
secuestro. En segundo lugar, encontramos diversidad también en cuanto a las
formas que adopta y los fines de explotación que persigue: explotación laboral en el
sector agrícola, fábricas y minas, y en el servicio doméstico, explotación sexual,
explotación para la mendicidad, tráfico de órganos, venta de niños esclavos y niños
soldado,
matrimonio
serviles
y
otras
formas
cercanas
a
la
esclavitud8.
Frecuentemente se reduce la trata a la explotación sexual de mujeres, aunque ya
hemos visto que existen otros delitos de trata que afectan también a hombres y
menores y que requieren intervención especifica.
La trata es un delito versátil, que cambia y sigue transformándose para evadir
la justicia. Las redes de explotación han cambiado en los últimos diez años, como
también lo han hecho las formas de captación, engaño y explotación. La trata ha
evolucionado aprovechándose de la falta de coordinación entre las agencias de
seguridad de los distintos países. Los diferentes marcos jurídicos nacionales y la
dificultad para articular acciones conjuntas entre los gobiernos de los países de
origen, tránsito y destino también han permitido una mayor impunidad para las redes
criminales.
Hasta hace poco, la trata era un también un delito confuso, que se ignoraba
en los países de destino o que simplemente se identificaba con otras realidades
como el tráfico ilícito de o la prostitución. Vamos a diferenciarlos brevemente. El
tráfico ilícito de inmigrantes (smuling of migrants) consiste en el traslado ilícito a
cambio de una suma desorbitada de dinero y al establecimiento de una deuda con
los migrantes. Pero una vez que se han cruzado las fronteras y la persona llega al
país de destino, la red no continúa la explotación en el país de destino. En cambio,
en la trata (trafficking in human beings), además de los supuestos anteriores, hay
que añadir que la red que ha traído a la víctima continúa lucrándose de su trabajo en
condiciones de explotación en la sociedad de acogida
También se suele simplificar la trata con fines de explotación sexual con el
ejercicio de la prostitución. En ese sentido, las diferentes consideraciones y
controversias del movimiento feminista sobre el trabajo sexual -abolicionismo y
defensa de derechos de las trabajadoras sexuales-, han dificultado una percepción
8
BAUCELLS i LLADÓS, J., CUENCA GARCÍA, M.J. (2006) “El perfil criminológico del tráfico para la
explotación sexual en España:un fenómeno viejo con características nuevas” en GARCÍA ARÁN, M. Trata de
personas y explotación sexual. Granada, Comares, pág. 109-156.
4
de la magnitud del problema de la trata9. El trabajo sexual supone el intercambio
sexual a cambio de dinero por parte de personas adultas que libremente así lo
acuerdan10. La trata con fines de explotación sexual se caracteriza por condiciones
de explotación muchas veces desconocidas por los propios clientes. No podemos
referirnos en la trata, a un ejercicio libre de la prostitución ya que la mujer está en
condiciones de falta de autonomía y amenazada físicamente o psicológicamente.
La trata es un delito que cosifica y no está libre del estigma. Si hay un
fenómeno que caracteriza tanto el ejercicio de la prostitución femenina como de las
situaciones de trata es el profundo estigma social que soportan las mujeres. Una
etiqueta social que prejuzga a las mujeres, sin conocer el resto de facetas de su vida
y que también las silencia, restándoles legitimidad e invisibilizándolas como
interlocutoras en la ciudadanía. Pero además, el estigma tiene un efecto
aleccionador en todas las mujeres ya que establece una división entre las “buenas” y
las “malas” mujeres. El estigma cumple así una doble función, silencia a las
prostitutas y sirve de antimodelo para el resto de mujeres (Pheterson, G. 1989;
Juliano, D. 2002 y 2004; Osborne, R. 2004).
Sin embargo, el estigma en los casos de trata tiene dos matices, por un lado
se produce por el hecho de ejercer la prostitución, poniendo en cuestión el arquetipo
de mujer, madre y esposa –aspecto por el que también son juzgadas las
trabajadoras sexuales-; y por otro lado, en los casos de trata se añade el estigma de
“mujer víctima”. Desde esa mirada paternalista suele prejuzgarse a las mujeres
migrantes como sujetos sin capacidad de agencia y autonomía, siempre víctimas de
la exclusión, del analfebetismo y de una suerte de ingenuidad natural que les impide
identificar el peligro y que las aboca “irrefutablemente” a la prostitución. Entre las
víctimas de trata encontramos mujeres con autonomía y capacidad para gestionar
9
Para un análisis en profundidad de las diferentes posturas en el feminismo contemporáneo, ORDÓÑEZ, I.
(2006) Feminismo y prostitución. Fundamentos del debate actual en España. Oviedo, Trabe.
10
Aunque no son objeto de este trabajo conviene destacar las diferentes posturas abolicionasits y prodirechos en
relación a la prostitución: BARAHONA, MºJ.,GARCÍA L.M. (2006) “La prostitución hoy: descripción,
ideología y factores” en Trabajo social hoy, nº47, 2006,, pp.67-92; ARELLA, C.; FERNÁNDEZ BESSA, C.;
NICOLÁS LAZO, G.; y VARTEBEDIAN, J.:(2007) Los pasos (in)visibles de la prostitución. Estigma,
persecución y vulneración de derechos de las trabajadoras sexuales en Barcelona, Virus, Barcelona;
HOLGADO FERNÁNDEZ, I.: (2008) Prostituciones. Diálogos sobre el sexo de pago. Barcelona, Icària;
JULIANO, D. (2002): La prostitución. El espejo oscuro. Icaria, Barcelona; MENESES, C. (2007) La
prostitución, una realidad compleja en Documentación Social. Revista de Estudios Sociales y de Sociología
Aplicada, núm. 144, enero-marzo 2007, Madrid, Cáritas
5
sus deseos en un trayecto migratorio, con formación universitaria y con habilidades
para desenvolverse en situaciones de estrés.
La intervención socioeducativa en las situaciones de trata con fines de explotación:
algunas metáforas
En el caso de la trata con fines de explotación sexual, nos encontramos con
una realidad que tiene implicaciones de carácter social, jurídico, laboral, sanitario,
policial, de extranjería o en las políticas impulsadas por las diferentes
administraciones. Sin embargo, no podemos olvidar que todos esos dinamismos
descritos, convergen siempre en sujetos individuales con necesidades, expectativas
y deseos. El trabajo profesional de educadores y trabajadores sociales con las
mujeres víctimas de la trata es un trabajo poco conocido. Existen en el territorio
nacional diversos proyectos y programas dirigidos a la atención de mujeres en
situación de prostitución y algunos específicos para mujeres víctimas de trata. Sin
embargo, poco se sabe de sus prácticas socioeducativas, de su línea de atención y
de sus propuestas de intervención. El trabajo que aquí presentamos pretende
mostrar el engranaje pedagógico que se pone en marcha para atender a mujeres
víctimas de la trata en un proyecto específico, el programa Sicar cat-Adoratrices.
García Roca (2006) realiza un análisis crítico de la intervención social11,
donde la presenta como un sistema de prácticas más o menos complejas que las
profesiones sociales construyen sobre cuatro metáforas de la noción de exclusión.
La primera, se dibuja bajo la idea de “quedar fuera”; la segunda, se construye bajo el
noción de “desviación”; la tercera, se elabora
subrayando “desafilización” o la
pérdida de lazos; y finalmente, la cuarta metáfora, construye la exclusión bajo la idea
de “naufragio”. Desde estas cuatro metáforas, el diseño socioeducativo responde
respectivamente a los siguientes modelos: modelo de ingeniería social, modelo
terapéutico, modelo político y modelo de acompañamiento. Analizaremos a
continuación cada uno de ellos y cómo se relacionan con la intervención en
situaciones de trata.
Modelo de ingeniería social
11
GARCÍA ROCA, J. “Relatos, metáforas y dilemas para transformas las exclusiones” en VIDAL
FERNÁNDEZ (2006) La exclusión social y el estado del bienestar en España. V Informe Fuhem de políticas
sociales. Madrid, FUHEM. Distribuye Barcelona: Icaria, p.9-27
6
Para García Roca la metáfora “quedar fuera” entiende que la sociedad se
construye en torno a un centro y una periferia, así las personas en situación de
exclusión son sujetos marginales que se encuentran en esa periferia. Los
extranjeros, los pobres o las prostitutas se demonizan, son un daño colateral de
nuestro estilo de vida de bienestar que puede reconvertirse y re-incluirse. El trabajo
socioeducativo consiste en desarrollar un modelo de ingeniería social, un sistema
que pone en el centro de los esfuerzos al sujeto excluido para que realice retorne
rápidamente a ese centro del que ha sido centrifugado. Las prácticas
socioeducativas desde este modelo pueden ser el desarrollo de habilidades sociales,
talleres de formación e inserción, actividades ocupacionales, etc. que centran sus
esfuerzos en las personas que “están fuera”, a menudo sin analizar de forma crítica
el sistema que produce esa división entre los de fuera y los de dentro. El riesgo del
modelo de ingeniería social es diseñar acciones y prácticas para paliar en la medida
de lo posible la visibilidad de la exclusión. Sin embargo, convienen analizar la
complejidad del sistema y la fragilidad de las fronteras entre el centro seguro y el
extrarradio demonizado. La intervención no debería pensarse solo dirigida al sujeto,
sino a la toda la sociedad.
Resulta interesante esta metáfora porque ejemplifica la intervención en casos
de trata que se realizaba hasta principios del 2000, el desconocimiento del
fenómeno reducía las acciones a la intervención policial y a persecución de redes
organizadas. En ese contexto, las mujeres víctimas de trata, al encontrarse en
situación irregular y ser detectadas por las fuerzas de seguridad eran tratadas como
inmigrantes sin papeles y se les abrían procesos de expulsión. La única posibilidad
era la aplicación del artículo 59 del código penal español, que al colaborar con las
autoridades policiales y judiciales en la persecución del delito permitía acceder a la
regularización12. Las mujeres víctimas de la trata eran consideradas así desde la
metáfora del “afuera”, mujeres de la periferia social del estado del bienestar que
intentan cualquier estrategia para entrar en el centro. En ese sentido, eran las
mujeres las que tenían arreglar sus problemas de regularización. Y las políticas de la
Unión Europea se blindaron para evitar la entrada en su epicentro de inmigrantes
irregulares. En vez de proteger y reparar los derechos vulnerados de las mujeres
12
Esta situación ha provocado una instrumentalización de la colaboración con la justicia, que ha invitado a
muchas mujeres a denunciar, aún en situación de riesgo, a cambio de poder regularizar su situación. La realidad
es que por artículo
7
víctimas de trata, eran objetos de políticas estatales de control de los flujos
migratorios. La tarea de sensibilización y denuncia de entidades especializadas en
trata13, comenzó a alertar de la poca eficacia de las medidas policiales y a denunciar
los dinamismos macro y micro sociales complejos del delito.
Modelo terapéutico
La segunda metáfora a la que hace referencia el García Roca es la idea de la
desviación y patología personal o social. Así las personas en situación de exclusión
serían aquellas que se extravían de las pautas establecidas, bien porque están
predispuestas a ello, bien por procesos de cosificación y estigmatización. En ese
sentido, los extranjeros, los pobres o las prostitutas y las víctimas de trata son
aquellos a los que es fácil señalar e identificar, porque llevan sobre sí la carga del
estigma. Desde aquí las personas en situación de exclusión son culpables de su
situación. Las prácticas socioeducativas se construyen desde un modelo terapéutico:
si se identifican las carencias del sujeto excluido el terapeuta puede ofrecer la
solución. En ese sentido, el diseño de prácticas correccionales desde la disciplina y
la autoridad se presenta como efectivas, sin embargo, reducen al sujeto en objeto y
paralizan sus capacidades de transformación personal y colectiva.
La metáfora de la patología y del modelo terapéutico nos sirve para ilustrar
ciertos modelos tradicionales de intervención social desarrollados tanto para las
situaciones de trata como para las mujeres en contextos de prostitución. Desde aquí
se consideraba a las mujeres que ejercían la prostitución desde el doble matiz del
estigma que hemos explicado arriba. Las actuaciones se dirigían exclusivamente al
abandono de la prostitución, causante del estigma social. La sociología tradicional,
consideraba a la mujer prostituta como víctima de sí misma –de su historia, de su
sexualidad, de su promiscuidad, etc-, una mirada cargada de prejuicios que
intentaba buscar las causas de la prostitución en situaciones de maltrato en el
contexto familiar o en relaciones de abuso tempranas. El peligro de este diseño
pedagógico es que, incluso en aquellos casos en los que las mujeres en situación de
trata deciden trabajar en prostitución de forma autónoma, los modelos conductuales
están exclusivamente dirigidos al abandono del trabajo sexual. Afortunadamente no
13
Cabe destacar la actividad del Proyecto Esperanza en Madrid y del Proyecto Sicar cat en Barcelona, ambos
pertenecientes a la entidad Adoratrices, que tuvieron un papel importante en la activación de medidas específicas
para las víctimas de la trata a partir de 1999-2000.
8
existen experiencias abundantes en este sentido, ya que la tarea de intervención se
limita a ver a las mujeres como portadoras de una “patología” y no es crítica con los
modos de mirar de la sociedad.
Modelo político
La tercera metáfora de García Roca tiene que ver con la idea de
vulnerabilidad que se manifiesta en la ruptura de redes sociales y familiares y en
fragilidad de los lazos del sujeto. En ese sentido, los extranjeros, los pobres o las
prostitutas y las víctimas de trata serían aquellas personas que se quedan en el
solas andén. Desde aquí las prácticas socioeducativas tienen que fortalecer la
reconstrucción de redes sociales y estimular las potencialidades de los sujetos para
participar social. El diseño pedagógico apela a la cooperación y a la responsabilidad
común, una lucha colectiva que active dinamismos comunitarios y devuelva el
protagonismo robado a los sujetos excluidos, que pueden ser interlocutores válidos
en la construcción de la ciudadanía. Se refiere el autor a un modelo político de
intervención que confía en el papel activo de los grupos y los individuos para la
gestión de su propia vida.
De nuevo la metáfora de la intervención social desde la reconstrucción de las
relaciones sirve para ilustrar algunas de las prácticas diseñadas por entidades que
trabajan tanto con mujeres en situación de prostitución como con víctimas de trata.
Nos referimos a buenas prácticas que entienden que las intervenciones no solo
pueden reducirse a las mujeres, sino a la sociedad en general. Es frecuente desde
este modelo que las entidades conciban a las mujeres como interlocutoras válidas y
como sujetos políticos con autonomía, capacidad de organización y liderazgo.
Modelo de acompañamiento
Finalmente, la última metáfora que plantea García Roca en relación a la
exclusión es la idea de náufrago. Desde aquí prima la soledad o falta de horizonte
que se dan en situaciones de exclusión y pueden generar sentimiento de impotencia.
En ese sentido, los extranjeros, los pobres o las víctimas de trata no son sujetos
pasivos o enfermos, sino sujetos que necesitan apoyo. El modelo de intervención se
articula desde la idea de prácticas de acompañamiento, cercanía y proximidad que
se basan en la relación de ayuda, que no esperan resultados previsibles y que
requieren la implicación y compromiso de todos los protagonistas.
9
Las prácticas se diseñan desde la colaboración no desde la imposición. El
autor sostiene que el modelo de acompañamiento abre la puerta a lo ético en la
intervención social, a la empatía de un sufrimiento compartido. Las prácticas de
intervención social no pueden diseñarse desde la eficacia y la urgencia para resolver
un problema, sino desde la experiencia vital como camino de conocimiento. El autor
también señala algunos de los límites de las prácticas de acompañamiento, como es
pueden ser un excesivo asistencialismo o simplificar el acompañamiento como la
única medida para la intervención, olvidando la actitud crítica hacia los dinamismos
sociales de la exclusión.
Resulta imprescindible el modelo de acompañamiento en la intervención
socioeducativa situaciones en casos de trata. Desde aquí el diseño de prácticas se
realiza desde el respeto a cada singularidad y la valoración de capacidades y
fortalezas de las mujeres. Conviene superar los planteamientos parciales y diseñar
herramientas holísticas de intervención, empoderamiento y reconocimiento.
Creemos que recoger los aspectos más positivos de cada metáfora de la
intervención propuesta por García Roca –ingeniería social, terapéutico, político y
acompañamiento- puede ayudar en el diseño pedagógico en situaciones de trata.
En ese sentido, la perspectiva sistémica puede ayudarnos a comprender la trata no
como un fenómeno aislado y cerrado, sino como una realidad dinámica y en
continua transformación14, y quizá nos pueda ayudar a diseñar herramientas
complejas y sistémicas para la protección y asistencia de las víctimas.
II. Prácticas socioeducativas de acogida y acompañamiento
El trabajo que presentamos a continuación, es fruto de un trabajo de
sistematización realizado por las trabajadoras del proyecto Sicar.cat – Adoratrices.
El trabajo de sistematización y análisis de la práctica educativa se realizó en el
marco de una investigación sobre las prácticas educativas realizada durante el curso
2007-2008 en el proyecto. El trabajo se realizó con una metodología de carácter
etnográfico, se utilizó la observación en diferentes dispositivos del recurso, las
entrevistas a profesionales, grupos de discusión con mujeres atendidas por el
proyecto y revisión documental. La triangulación de datos permitió elaborar una
14
La perspectiva sistémica ofrece elementos para analizar la complejidad de la realidad, la diversidad de
elementos que la configuran y las relaciones entre sus elementos. PUIG, J.Mª Teoría de la educación. Una
aproximación sistémico cibernética. Barcelona, Horsori, 1984.
10
estructura de prácticas de acogida y acompañamiento y una visilización de los
dinamismos pedagógicos.
Contexto del proyecto: el programa Sicar cat
Sicar cat es un programa de la entidad Adoratrices15 dirigido a mujeres
víctimas del tráfico de mujeres con finalidades de explotación sexual y a mujeres
relacionadas con entornos de prostitución16. Se trata de una respuesta de la entidad
ante el fenómeno de la trata que lleva en funcionamiento desde 2002. No obstante
se han lleva desarrollado programas de atención a la mujer desde hace mucho más
tiempo17. Dirigir la intervención social de la entidad al fenómeno de la trata ha
supuesto un cambio pedagógico en la intervención socioeducativa desempeñada por
el proyecto que analizaremos a continuación.
El proyecto se estructura en tres áreas de trabajo, el Área de Gestión, el Área
de Intervención y el Área de Sensibilización y Denuncia.
Área de Gestión
El área de Gestión se dedica a gestionar los recursos humanos de la entidad
y buscar recursos de financiación. El área de sensibilización y denuncia está
orientada a denunciar y contribuir a concienciar la vulneración de derechos humanos
que supone la Trata. La entidad cuenta con cuatro instrumentos principales de
sensibilización: la comunicación, la formación, la incidencia política y la
investigación. En relación a la herramientas de comunicación el programa cuenta
con página la página web http://sicar.adoratrius.cat, las diferentes campañas on-line
que se realizan al año, una revista de difusión especializada y la exposición
fotográfica “Trata de mujeres y violación de Derechos humanos”. En relación a las
herramientas de formación, el programa Sicar cat realiza charlas y sesiones de
15
La entidad Adoratrices es una institución que desde el siglo XIX tiene como misión la liberación, integración
personal y social, la promoción de la mujer en situación de marginación, así como la denuncia de situaciones de
injusticia, la defensa de los derechos de la mujer, el conocimiento de la problemática social que le afecta y el
análisis crítico de la realidad. Su ámbito de actuación es internacional, y en Cataluña viene desarrollando
diferentes programas de intervención dirigidos a la mujer y la problemática de la prostitución, drogas, violencia
de género, etc. Puede obtenerse más información en la web del programa http://sicar.adoratrius.cat
16
La Trata de seres mujeres con fines de explotación sexual es humanos es una grave violación de los Derechos
Humanos, que conviene diferenciar de la prostitución ejercida de manera autónoma. La Trata implica privación
de libertad, explotación sexual i condiciones de vida degradantes. El “Protocolo para Prevenir, reprimir y
sancionar la Trata de Personas, especialmente de Mujeres y Niños” (Palermo 2000) y el “Convenio del Superior
del Consejo de Europa”, así como el “Plan Nacional contra la Trata” son las herramientas legales que nos
permiten actuar ante el fenómeno.
17
RR. Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramanto. Congregación religiosa.
11
formación sobre el fenómeno del tráfico y la vulneración de Derechos humanos,
dinámicas específicas para jóvenes y adultos sobre el fenómeno de la Trata; y
colabora en la organización de jornadas formativas sobre el fenómeno de la Trata y
la en formación de profesionales especializados. En relación a las herramientas de
incidencia política, la entidad participa en foros especializados y especializados,
mesas técnicas y medios de comunicación. Finalmente, en relación a la
investigación, la entidad colabora activamente en investigaciones y estudios que
permitan comprender el fenómeno en su complejidad, mejorar la atención a las
mujeres y desarrollar herramientas de sensibilización eficaces.
Área de Intervención
En el área de intervención directa ofrece atención en diferentes ámbitos:
psicológico, médico, jurídico, laboral y personal a través de dos modalidades de
intervención: la modalidad residencial y la no residencial. Las distintas realidades y
necesidades que presentan las mujeres atendidas han contribuido a diferenciar y
especializar la intervención directa que realiza el equipo. Un equipo formado por dos
pedagogas, una psicóloga, una trabajadoras sociales y cuatro educadoras sociales.
El área de intervención directa se estructura a su vez en dos modalidades de
intervención, por un lado, la modalidad de intervención residencial que está dirigida a
mujeres que permanecen acogidas en régimen residencial y que se organiza en tres
dispositivos diferenciados: emergencia, permanencia y autonomía. Por otro, la
modalidad de intervención no residencial, que ofrece servicios de acompañamiento y
seguimiento.
• Modalidad residencial
La modalidad residencial está organizada en tres etapas, emergencia,
permanencia y autonomía que ofrecen apoyo, y acompañamiento social
específico a las mujeres según su
necesidad. Las tres etapas están
orientadas a facilitar la integración de la mujer y a potenciar su autonomía.
El dispositivo de emergencia es un recurso con carácter de urgencia
para mujeres que viene derivadas desde las fuerzas y cuerpos de seguridad
del estado, por los servicios sociales públicos, entidades de atención a la
mujer y hospitales. Cuando se detecta un caso de posible victima de la Trata
se ofrece el alojamiento en el espacio de emergencia durante un mes
12
aproximadamente y se ofrecen los servicios de la atención médica,
psicológica, jurídica de emergencia. Se inicia en ese momento una relación
de acompañamiento con el educador de referencia, que se va a encargar de
informar a la mujer de las ventajas e inconvenientes de poner una denuncia,
de las difíciles posibilidades de regularización que supone hasta ahora el
marco legal, de los mecanismos de retorno. A la llegada de una mujer, el
equipo realiza una valoración de la situación de la mujer, de los riesgos
propios y de sus familiares y de las expectativas y necesidades de la mujer,
así como de sus posibilidades de inserción en el país. El objetivo principal de
este periodo es tranquilizar a la mujer, atender a necesidades básicas de
alimentación, alojamiento y sanitarias, y entabla un vínculo con la mer basado
en la acogida.
El dispositivo de permanencia está orientado a mujeres víctimas de la
trata, que una vez resuelta sus necesidades básicas quieran iniciar un
proceso educativo integral pero no dispongan de una red de apoyo
psicosocial adecuada. Se trata de un dispositivo residencial que implica el
deseo y el pacto con la mujer para iniciar un proceso integral en el espacio
afectivo, físico, laboral y personal. En este momento el equipo realiza de
nuevo una valoración de la situación de la mujer y se pactan con ella los
objetivos a largo y corto plazo que la mujer desee conseguir. En este
momento se trabaja especialmente la inserción laboral de la mujer, con las
consecuentes dificultades que implica para a una mujer en situación de
irregularidad. La relación socioeducativa se basa en la relación de
acompañamiento.
El dispositivo de autonomía está orientado a promover la autonomía y
organización de las mujeres. Es la última fase del proceso en el que las
mujeres no conviven con educadoras, sino que se producen espacios
pactados de asesoría y seguimiento donde plantear dudas y resolver
problemas de la vida cotidiana o de cara al futuro próximo. La relación
socioeducativa se basa en más en la autonomía y en la proximidad.
• Modalidad no residencial
La modalidad no residencial, orientado a mujeres que no requieran o no
deseen permanecer acogidas y que necesiten una orientación y seguimiento
13
específico, ofrece acompañamiento y seguimiento a las mujeres que o bien
han finalizado su estancia en algunos de los dispositivos residenciales o bien
no accedido a este recurso pero quieren beneficiarse de algunos de los
servicios del programa como puede ser la atención psicológica, el
asesoramiento legal, la orientación laboral o la atención social.Las mujeres
tienen un educador de referencia que se encarga de atender de manera
individual las demandas de la mujer, ofrecen asesoramiento para la búsqueda
de vivienda, orientación e inserción laboral, derivación a cursos específicos de
aprendizaje del idioma, formación profesional y asesoramiento legal.
En ambos casos -residencial y no residencial-, la práctica socioeducativa las
profesionales destacan la idea de acompañamiento como uno de los ejes que
orientan transversalmente todas las acciones. Las profesionales y el equipo directivo
del proyecto destacan en su intervención la autonomía de la mujer y el respeto a
todas sus decisiones. Por este motivo existe en el proyecto un interés en conocer,
observar y favorecer los procesos integrales de las mujeres, considerarlas como
agentes activos y autónomos de su propio proceso, reconocer sus capacidades y
respetar la libertad individual y la voluntariedad de la mujer
Prácticas socioeducativas
A
continuación
presentaremos
algunas
reflexiones
en
torno
los
procedimientos y prácticas de la intervención socioeducativa. En contextos de
prostitución y trata el
trabajo de intervención directa con las mujeres, que se
produce en tres niveles diferentes: la Intervención de proximidad en medio abierto, el
trabajo socioeducativo que se realiza tanto con mujeres en prostitución en calles y
carreteras; la Intervención de proximidad en medio cerrado: el trabajo que las
entidades realizan en clubes y
pisos de trabajo; y Intervención integral en las
instituciones, que supone un amplio abanico de actividades como planes de trabajo
individual; asesoría, seguimiento y acompañamiento; itinerarios de inserción
sociolaboral; talleres y cursos específicos; grupos de encuentro entre mujeres, etc.
No todas las entidades trabajan en los tres niveles descritos, en el caso de Sicar cat,
la intervención en proximidad se realiza en coordinación con otras entidades que
trabajan en calle y derivan a mujeres para el acompañamiento integral.
14
El trabajo de análisis nos ha permitido encontrar las siguientes prácticas que
los profesionales de Sicar cat-Adoratrices ponen en marcha en su práctica cotidiana
tanto en la modalidad residencial como la no residencial. En ese sentido, podríamos
destacar algunas de ellos:
Intervención integral
ACTIVIDADES INDIVIDUALES
- Entrevista inicial
- Acciones de acogida y recibimiento: bienvenida, presentación,
apropiación del espacio
- Atención a necesidades básicas: alimentación, descanso, salud
- Itinerarios personalizados: objetivos, proceso y evaluación conjunta con
la mujer.
- Tutorías de seguimiento
- Acompañamiento en toma de decisiones
- Rutinas de vida cotidiana
- Hábitos personales
- Acciones de ocio
- Información y orientación
- Despedida
- Valoración (individual)
- Asesoría de consolidación
ACTIVIDADES GRUPALES
- Clases o sesiones informativas especiales
- Talleres breves o puntuales
- Espacios informales: fiestas, excursiones y actividades de ocio
TRABAJO DE EQUIPO
- Valoración-reflexión de la intervención individual
- Supervisión de equipo
- Diseño de estrategias colectivas e individuales de la institución
- Formación
- Coordinación con otras entidades
En otros trabajos de sistemaitzación de entidades educativas hemos
organizado las familias de prácticas en torno a cuatro ejes: prácticas de reflexión,
orientadas al conocimiento personal; prácticas de deliberación para fometnar el
diálogo, prácticas normativas, relativas a las normas, y prácticas de virtud que
encarnan valores y proponen experiencias ricas a los que participan en ellas18. La
sistematización del proyecto Sicar cat-Adoratrices nos ha permitido encontrar tres
familias o núcleos en torno a los que se organizan las prácticas de intervención
socioeducativa: prácticas de cuidado, orientadas a la acogida, al bienestar y al
cuidado de la mujer víctima de la trata. Prácticas de reflexividad, que fomentan la
autonomía y la toma de conciencia, que plantea interrogantes y que promueven la
18
PUIG, J (2003) Prácticas morales. Madrid, Alianza.
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deliberación de la mujer. Prácticas formativas, más parecidas a los talleres. Clases o
espacios de orientación, información y asesoramiento.
Relación de acogida y acompañamiento
Ya hemos comprobado que los itinerarios que se diseñan para cada mujer
atendida en el proyecto, dependen de la realidad de la mujer y de la etapa en la que
se encuentre. Sin embargo, en todos los itinerarios pasan por una atención gradual
relativa a la protección y seguridad, atención y cuidados médicos, el asesoramiento
legal y la inserción formativo-laboral.
Nos gustaría destacar tres aspectos que configuran la relación de
acompañamiento en los recursos de acogida para mujeres víctimas de la trata.
-
Del miedo a la confianza. Las mujeres que llegan derivadas al proyecto
llegan en un estado de temor y desconfianza por las amenazas y
agresiones vividas en primera persona. El cansancio, la necesidad de
recuperación física y psicológica hace necesario que los educadores y
trabajadores desarrollen con especial atención la acogida en un clima
cálido y el respetuoso. No intimidar, respetar los silencios de las mujeres y
mantener una escucha activa son algunas de las herramientas que
facilitan el desarrollo de esta relación.
-
De la información a la autonomía. Una vez la mujer está recuperada
físicamente se inicia el asesoramiento específico. La comunicación de las
alternativas reales de la mujer en situación irregular, la orientación para la
inserción laboral estable y la información sobre las implicaciones que
supone la denuncia de la red traficante implica el establecimiento de un
vínculo más estrecho entre educadora y mujer.
-
Del estigma al reconocimiento. Mientras las mujeres realizan su proceso
socioeducativo de carácter integral, se trabaja el mundo interior de la
mujer y la influencia del estigma social por haber trabajado en la
prostitución. La relación de acompañamiento se orienta a un trabajo sobre
la autoestima y autovaloración, para fortalecer su identidad como mujer.
Los dispositivos pedagógicos del proyecto Sicar.cat se forjan a través de una
relación de ayuda y acompañamiento que cuida con especial interés la acogida, la
autonomía y la libertad de elección de las mujeres que han sido víctimas de la trata.
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BIBLIOGRAFIA
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niños, (Palermo 2000) firmado en Palermo el 13 de diciembre 2000 en el marco de la
Convención de las N.U. contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Viena 2000.
CORREO ELECTRONICO
mgijon@ub.edu, info@adoratrius.cat
BREVE CURRÍCULO DE LAS AUTORAS
Mónica Gijón Casares, mgijon@ub.edu
Pedagoga. Ha trabajado como educadora social en un proyecto específico de
atención a víctimas de trata, Sicar cat-Adoratrices en Barcelona, y ha colaborado en
tareas de sensibilización, tanto en la realización de talleres específicos sobre trata
como la implementación de materiales de sensibilización para la secundaria sobre la
trata.
17
Actualmente es profesora en el Departamento de Teoria i Història de l’Educació de
la Facultad de Pedagogía (Universidad de Barcelona) y desarrolla la investigación
“Mujer, inmigración y prostitución: claves para la intervención socioeducativa”
(EDU2008-04724-I) proyecto I+D financiado por el Ministerio español de Ciencia e
Innovación que desarrolla el grupo de investigación Mujer e Inclusión del GREM en
colaboración con las universidades e instituciones siguientes: Escuela Universitaria
de Trabajo Social de Gijón; Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación de
Universidad Complutense de Madrid; Facultad de Educación de la Universidad de
Las Palmas de Gran Canarias; Proyecto SICAR cat: Apoyo integral a mujeres
víctimas de la trata y a mujeres en contextos de prostitución- Adoratrices, de
Barcelona; y ABITS- Abordatge integral del treball sexual del Ayuntamiento de
Barcelona.
La investigación pretende sacar a la luz el conocimiento de los equipos de
intervención socioeducativa en contextos de prostitución y trata, y determinar en qué
medida se adaptan a la complejidad del fenómeno y a la diversidad de necesidades
y expectativas de las mujeres en situación en el trabajo sexual
Rosa Cendón Leris info@adoratrius.cat
Trabajadora social y pedagoga. Coordina en Área de Gestión y Sensibilización del
proyecto Sicar cat: Apoyo integral a mujeres víctimas de la trata y a mujeres en
contextos de prostitución- Adoratrices, de Barcelona Ha diseñado herramientas de
sensibilización e incidencia política en materia de trata. Participa en diversos grupos
de trabajo y mesas tñecnicas a nivel autonómico y estatal.
Posee una larga trayectoria de atención a la mujer en materia de violencia de
género, ha desarrollado el protocolo de actuación multiagencial en materia de
género de Andorra.
Participa activamente en la investigación “Mujer, inmigración y prostitución: claves
para la intervención socioeducativa” (EDU2008-04724-I) tanto en tareas de recogida
de datos como en el análisis y la triangulación de datos, y en la elaboración de
material para la intervención.
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