LOS JUDIOS DEL NORTE DE ÁFRICA Y LA AMENAZA AL MEDIO ORIENTE Como consecuencia de la ocupación alemana y el establecimiento del régimen de Vichy en el sur de Francia, cerca de 415.000 judíos norafricanos se sumaron a aquellos que sufrían persecuciones. La constitución de la "Francia nacional" bajo Pétain marcó un cambio negativo para los judíos de Argelia y Túnez, al implantarse en esos territorios coloniales la legislación racista antisemita del régimen de Vichy. Si bien en Marruecos - donde los judíos gozaban de derechos civiles - no hubo formalmente leyes antisemitas, los funcionarios franceses impusieron ordenanzas antijudías. Los judíos argelinos, que eran ciudadanos franceses desde 1860, perdieron sus derechos, fueron obligados a llevar el distintivo judío e incluso se les impusieron cuotas de ingreso a los colegios primarios. En Libia los italianos impusieron las leyes raciales decretadas en Italia en 1938. Los judíos fueron tratados con dureza por los funcionarios, sus pasaportes fueron marcados, las actividades culturales limitadas y miles fueron enviados a campos de concentración, en especial a Giado en el Sahara, donde cerca de quinientos murieron de hambre y enfermedades. Centenares de judíos poseedores de ciudadanía extranjera fueron deportados a campos de concentración en Europa. En noviembre de 1942, luego de la invasión aliada al norte de África, el ejército alemán ocupó Túnez y con él llegó una unidad de la SS cuya misión era implementar la política antijudía nazi. Luego de un breve período de adaptación los alemanes comenzaron a confiscar bienes pertenecientes a judíos y muchos de ellos fueron reclutados por la fuerza para trabajar en la preparación de fortificaciones. El contacto principal con los alemanes se realizaba en la capital pero también otras comunidades, como la de Djerba, sufrieron los maltratos y el reclutamiento a unidades de trabajos forzados. Los judíos de la capital, Túnez, debieron formar una especie de Judenrat local que fue obligado a elegir unos 5.000 a 6.000 judíos, parte de los cuales fueron concentrados en campos de trabajo. Debido a los reveses sufridos en el campo de batalla los alemanes se replegaron en mayo de 1943. La liberación del norte de África por los aliados desde noviembre de1942 en adelante salvó a los judíos de esa zona de la suerte corrida por sus correligionarios en Europa. Los judíos de Irak En 1934, por influencia del embajador alemán, el gobierno nacionalista iraquí decretó leyes antijudías. En 1936 se llevaron a cabo pogromos. El gobierno proalemán nombrado en 1941 no hizo nada para evitar desmanes antijudíos. La conquista inglesa de Bagdad en mayo de 1941 provocó tumultos por parte de los árabes en los cuales fueron asesinados 197 judíos y centenares resultaron heridos. El nuevo gobierno restableció el orden pero la tensión entre judíos y musulmanes continuó. Muchos judíos iraquíes prefirieron emigrar a China y parte de ellos se establecieron en Shanghai. La amenaza nazi al Medio Oriente Hajj Amin el Husseini, el Mufti de Jerusalén, pronunció su apoyo al régimen nazi ya en 1933. En octubre de 1939 huyó a Irak donde tuvo un rol central en la organización del motín pronazi de abril de 1941. Luego de la represión de la rebelión se exilió en Alemania y colaboró con los países del Eje en su lucha contra los Aliados. Allí desarrolló una propaganda plagada de odio antisemita y trató de influir sobre las potencias del Eje para que ampliaran la política de exteminio a los países del norte de África y del Medio Oriente. En la primavera de 1943 reclutó y organizó unidades musulmanas en Bosnia y Croatia que lucharon a favor de Alemania en el marco de la SS.