La siembra de franqueza y sinceridad producirán transparencia del corazón Hermanos corintios, les hemos hablado con toda franqueza; les hemos abierto de par en par nuestro corazón. II Corintios 6:11 NVI En mi visita al Jardín de Dios llego con tantas preguntas a mi Señor, pero primero quiero recrear mi espíritu y todo mi ser en un lugar que Él y solo Él nos invita para compartir de su presencia y de su enseñanza. En un lugar lleno de flores de todos los colores decido dirigir mis pensamientos hacia la palabra franqueza. En el mundo que vivimos la franqueza se mal interpreta todo el tiempo, tanto por aquellos que nos conocen íntimamente, como por los menos conocidos. La franqueza, se refiere a decir las cosas con libertad, así como la palabra sincero, que habla de decir algo sin mezcla, o sea sin encubrir nada, con veracidad, con honradez y claridad. Después que medito sobre el significado de la palabra franqueza, le pregunto a mi Señor, ¿por qué hay tanta falta de este atributo? Él con su acostumbrado deseo de contestar mis preguntas, me da un ejemplo y me dice: ¿Recuerdas cuando David mintió para encubrir su pecado y mi siervo Isaías vino a visitarlo y lo confrontó con sinceridad y franqueza? Resulta que David no quería admitirse a sí mismo que había pecado contra Dios y los hombres. Él prefirió encubrir su pecado, y creer que su vida podría continuar en el engaño y vivir deshonestamente. Sin embargo, cuando mi siervo Isaías lo confrontó con la franqueza y la sinceridad que proviene de Dios, David se sinceró y su corazón se abrió de par en par. Fue entonces en ese momento cuando pude entrar para restaurar su vida y que David entendiera la gravedad de actitud y sus acciones. Necesitamos hombres y mujeres dispuestos a vivir sinceramente y hablar palabras llenas de franqueza. De esta manera no solo ellos caminarán con corazones que sean caminos abiertos para recibir el amor, la restauración, la corrección y la instrucción de Dios, si no que provocarán que esto se produzca en otros. Hasta nuestra próxima visita y meditemos en la Palabra para mantenernos honestos, sinceros y limpios de corazón. Leer las siguientes escrituras: Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto. Proverbios 27:5 NVI Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad. Job 33:3 NVI Tú, Señor, estás cerca de quienes te invocan, de quienes te invocan con sinceridad. Salmos 145:18 RVC