Domingo 28 de octubre de 2012 Domingo 28 de octubre de 2012 Bendecidos para ser una bendición Bendecidos para ser una bendición Serie para reflexionar sobre la mayordomía 2012 Serie para reflexionar sobre la mayordomía 2012 Propio 25B ♦ Marcos 10:46-52 Anímate; levántate; él te está llamando…. C uando mi esposo y yo nos mudamos a Texas en el 2001, nosotros estábamos buscando una orientación para establecer nuestras vidas después de vivir en México por cinco años. Sin tener casi nada nuestro, nos acercamos a Dios en oración y fuimos bendecidos con una comunidad que nos ayudo, nos dio la bienvenida y nos apoyo. Gustavo encontró empleo después de un par de meses. Yo empecé a orar regularmente, ayude en la Iglesia y pronto comencé a pedirle a Dios que me guiara antes de tomar decisiones importantes. Mi esposo empezó a hacer lo mismo, y a manera que incluíamos a Dios más en nuestra vida, empezamos a ver la abundancia en las bendiciones que Dios nos había dado. Al ver más las bendiciones de Dios en nuestra vida, nos sentíamos mas comprometidos a compartir. E l momento más difícil para nosotros fue cuando teníamos que decidir si nos comprometíamos a ofrendar o no nuestros recursos económicos. Nosotros estábamos viviendo con un solo ingreso y esperando nuestro tercer hijo, no sabíamos como resolveríamos esa situación. Al continuar orando sobre nuestras incertidumbres, el llamado de Dios en mi vida fue más fuerte y más claro. Me di cuenta que el momento de la verdad había llegado para mostrarme si yo estaba realmente dispuesta o no a contestar el llamado de Dios y seguirlo. Propio 25B ♦ Marcos 10:46-52 Anímate; levántate; él te está llamando…. C uando mi esposo y yo nos mudamos a Texas en el 2001, nosotros estábamos buscando una orientación para establecer nuestras vidas después de vivir en México por cinco años. Sin tener casi nada nuestro, nos acercamos a Dios en oración y fuimos bendecidos con una comunidad que nos ayudo, nos dio la bienvenida y nos apoyo. Gustavo encontró empleo después de un par de meses. Yo empecé a orar regularmente, ayude en la Iglesia y pronto comencé a pedirle a Dios que me guiara antes de tomar decisiones importantes. Mi esposo empezó a hacer lo mismo, y a manera que incluíamos a Dios más en nuestra vida, empezamos a ver la abundancia en las bendiciones que Dios nos había dado. Al ver más las bendiciones de Dios en nuestra vida, nos sentíamos mas comprometidos a compartir. E l momento más difícil para nosotros fue cuando teníamos que decidir si nos comprometíamos a ofrendar o no nuestros recursos económicos. Nosotros estábamos viviendo con un solo ingreso y esperando nuestro tercer hijo, no sabíamos como resolveríamos esa situación. Al continuar orando sobre nuestras incertidumbres, el llamado de Dios en mi vida fue más fuerte y más claro. Me di cuenta que el momento de la verdad había llegado para mostrarme si yo estaba realmente dispuesta o no a contestar el llamado de Dios y seguirlo. S S U U eguir verdaderamente a Dios a partir de ese momento sigPreguntas de Reflección nificó que era el momento de dejar mis expectaciones para • ¿Tu vida de oración apoya y mí y mi futuro tanto en mi vida alimenta una vida firme en la personal como profesional. De- abundancia de Dios? jar todo significaba dejar TODO y permitir que Dios sea Dios en • ¿Permite que Dios se encuencada especto de mi vida. Al com- tre en todos los aspectos de su partir esta visión profunda con mi vida, incluyendo en las decisioesposo, él de inmediato estuvo nes que toma con su dinero? de acuerdo. Nosotros entregamos nuestra primera promesa finan- • ¿Cómo es la practica de ofrenciera con una ofrenda completa dar un acto de confiar en Dios? aunque él estaba advertido casi diariamente de que su empleo era inestable. Además de eso, nos comprometimos a responder peticiones de ayuda de aquellos alrededor de nosotros o de situaciones de gran necesidad. na vez que nos comprometimos con este punto, esto transformó nuestras vidas. Repetir este compromiso con Dios y enseñar a nuestros hijos cómo respondemos al amor de Dios nos ha ayudado a fortalecer nuestro matrimonio, nuestra vida familiar, y nos ha mantenido firmes profesionalmente (¡él esta en el mismo trabajo después de 10años!); y nos brindado sanación e integridad en nuestra vida personal. Nosotros constantemente nos permitimos acordarnos de nuestros vecinos que enfrentan dificultades en sus vidas diarias y de como responder a Dios nos ha permitido transformar las dificultades en bendiciones. Nosotros vivimos y trabajamos para el Reino de Dios aquí en la tierra, en nuestro hogar, vecindad, Iglesia y en el mundo. Cindy Ruiz Iglesia Episcopal de St. Elizabeth Diócesis Episcopal de Fort Worth Copyright © 2012 Iglesia Episcopal eguir verdaderamente a Dios a partir de ese momento sigPreguntas de Reflección nificó que era el momento de dejar mis expectaciones para • ¿Tu vida de oración apoya y mí y mi futuro tanto en mi vida alimenta una vida firme en la personal como profesional. De- abundancia de Dios? jar todo significaba dejar TODO y permitir que Dios sea Dios en • ¿Permite que Dios se encuencada especto de mi vida. Al com- tre en todos los aspectos de su partir esta visión profunda con mi vida, incluyendo en las decisioesposo, él de inmediato estuvo nes que toma con su dinero? de acuerdo. Nosotros entregamos nuestra primera promesa finan- • ¿Cómo es la practica de ofrenciera con una ofrenda completa dar un acto de confiar en Dios? aunque él estaba advertido casi diariamente de que su empleo era inestable. Además de eso, nos comprometimos a responder peticiones de ayuda de aquellos alrededor de nosotros o de situaciones de gran necesidad. na vez que nos comprometimos con este punto, esto transformó nuestras vidas. Repetir este compromiso con Dios y enseñar a nuestros hijos cómo respondemos al amor de Dios nos ha ayudado a fortalecer nuestro matrimonio, nuestra vida familiar, y nos ha mantenido firmes profesionalmente (¡él esta en el mismo trabajo después de 10años!); y nos brindado sanación e integridad en nuestra vida personal. Nosotros constantemente nos permitimos acordarnos de nuestros vecinos que enfrentan dificultades en sus vidas diarias y de como responder a Dios nos ha permitido transformar las dificultades en bendiciones. Nosotros vivimos y trabajamos para el Reino de Dios aquí en la tierra, en nuestro hogar, vecindad, Iglesia y en el mundo. Cindy Ruiz Iglesia Episcopal de St. Elizabeth Diócesis Episcopal de Fort Worth Copyright © 2012 Iglesia Episcopal