El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo RITO DE CONCLUSION EL VIACRUCIS DE CRISTO Y EL VIACRUCIS DEL ENFERMO Una vez más nos hemos reunido en nombre de Jesús y hemos meditado sobre su sufrimiento redentor y el sufrimiento de nuestros hermanos enfermos. Terminemos reflexionando en la unión del sufrimiento de Cristo y de una enferma, Santa Elizabeth de la Trinidad, que se da en la Eucaristía. “Yo me siento ya casi en el cielo, en esta mi pequeña cama, sola con el Solo, tomando mi Cruz junto a mi Maestro”. Desarrollándose así en Elizabeth la conciencia que la cama donde ella ofrecía su sacrificio era una especie de altar. “Esta cama es el altar sobre el cual yo me inmolo al Amor”. Lo que la lleva a decir: “Cuando me acuesto sobre mi cama, pienso que subo sobre el altar y digo: Dios mío, no te preocupes. La angustia me toma algunas veces, más ahora me calmo con mucha dulzura.” Toda la pasión de Elizabeth no es otra cosa que una celebración eucarística: “Esta Misa que tu celebras conmigo, donde yo soy la hostia feliz que el Amor divino tiene entre sus manos. La pequeña víctima no encuentra largo el tiempo, cuando está entre las manos de Aquel que la ofrece en sacrificio, y puede decir que aunque pasa por el camino del sufrimiento, permanece mucho más sobre el camino del amor. Todos: Credo, Padre Nuestro, Ave María y Gloria por las intenciones del Santo Padre. Guía: Si es sacerdote el guía: Da la bendición. Si es un laico el guía termina: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén. El camino de la Cruz de Jesús viene tomado como modelo real y cercano de aquel que vive en el sufrimiento. Se descubre, así, que Jesús de Nazaret no dejó fuera ningún tipo de sufrimiento. Por eso, que en este camino de la Cruz se representa no solo con todo su valor de piedad y devoción popular, sino también con su profunda capacidad humana y cristiana. RITO INICIAL Guía: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Todos: Amén. Guía: Hermanas y hermanos, estamos aquí reunidos para revivir y meditar el momento culminante de la existencia terrena de nuestro Señor y Salvador Jesucristo: los sufrimientos de su pasión y muerte en cruz. Consideremos los múltiples aspectos inherentes de sus sufrimientos, para estar mayormente atentos y sensibles a la presencia, junto a nosotros, de los que sufren heridos en su cuerpo, en su mente, o en su espíritu. Confiados en el Padre, que ha ofrecido por nosotros a su Hijo, y sostenidos por el Espíritu Santo, digamos juntos: Todos: Padre Nuestro… Después termina diciendo: Podemos ir en paz. 32 1 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo I ESTACION preocupados, más no desesperados; perseguidos.” (2 Cor. 4,8-9). JESUS ES CONDENADO A MUERTE Todos: To A Alabado sea mi Dios. G Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. To Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Tu Espíritu, Señor, en nosotros es vida, fuerza, luz, sabiduría. Oración: Te agradezco, Señor, porque de frente a esta imagen, tu mirada no se detiene desesperada sobre la cruz, sino serena en medio del dolor; tu mente no permanece confundida por el anuncio de la pasión, sino en una actitud de reflexión sobre la redención; tu corazón no se siente sólo, sino que se gloría por la innovación del amor de toda la familia trinitaria. Amén. Guía: Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Todos: Lecturas: Del Evangelio según San Lucas (23, 23-24). “Pero ellos insistían a grandes voces pidiendo que fuera crucificado, y el griterío iba en aumento. Entonces Pilato pronunció la sentencia que ellos reclamaban.” Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Del libro de Job (1,21.4-7). “Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo volveré a él. Dios me lo dio, Dios me lo ha quitado, ¡que su nombre sea bendito! Respondió Satán: “Piel por piel. Todo lo que el hombre posee lo da por su vida. Pero extiende tu mano y toca sus huesos y su carne y verás si no te maldice en tu propia cara”. Dios dijo: “Ahí lo tienes en tus manos, pero respeta su vida”. Salió Satán de la presencia de Dios e hirió a Job con una llaga incurable desde la punta de los pies hasta la coronilla de la cabeza.” Reflexión: Señor, mi corazón está turbado, mi fe en Tí, ha sido puesta en dura prueba. De frente a mi mismo está abierto el camino del 2 31 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo XV ESTACION dolor; ahora debo comenzar a recorrerlo sin saber por cuanto tiempo ni a donde me conducirá. JESUS RESUCITA Y ENVIA AL ESPIRITU SANTO Todos: Alabado sea mi Dios. Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén. Mis proyectos, el trabajo de años, todo mi pasado, hoy cuentan poco para anular esta sentencia de enfermedad, de condena. Una cosa sola quisiera pedirte: que estés cercano para retirar pronto todas las heridas que me podrían separar de ti, de los demás y de una parte de mi mismo. Oración: Déjame, Señor, desahogarme. ¿Por qué tenía que sucederme esto precisamente a mí? ¿Qué mal he hecho yo? Me lastima la indiferencia de los que están aquí para ayudarme. Los días resultan insoportables cuando no tengo nada que hacer, y las noches son interminables cuando no logro conciliar el sueño. Señor, ahora más que nunca necesito de Ti, no dejes que yo mismo me condene a morir, ven en mi auxilio. Amén. Lectura: Guía: Del Evangelio según san Lucas (24, 1-6). Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. “El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida, y al entrar no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Todos: No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas fulgurantes. Estaban tan asustadas que no se atrevían a levantar los ojos del suelo. Pero ellos les dijeron: ¿por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí. Resucitó.” Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Reflexión: A la luz de la resurrección gloriosa de Cristo tomamos la fuerza para decir a todo el mundo, junto al apóstol Pablo, que “somos atribulados de cada parte, más no esclavizados; somos 30 3 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo II ESTACION Oración: JESUS CON LA CRUZ A CUESTAS La vida es una oportunidad, enséñame a aprovecharla. La vida es belleza, quiero admirarla. Todos: T A Alabado sea mi Dios. G Guía: La vida es hábito, necesito saborearla. La vida es sueño, quiero convertirla en realidad. La vida es un reto, necesito afrontarla. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. La vida es preciosa, quiero gozarla. T Todos: La vida es amor, quiero amar. P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. La vida es una canción, quiero cantarla. La vida es una lucha, quiero aceptarla. La vida es felicidad, quiero merecerla. Lecturas: La vida es vida, quiero defenderla. Del Evangelio según San Juan (19,17). Guía: “Así fue como se llevaron a Jesús. Cargando con su propia cruz, salió de la ciudad hacia el lugar llamado Calvario (o de la Calavera)”. Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Del Evangelio según San Lucas (Lc.9,23-24). Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. “Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y que me siga. Les digo: el que quiera salvarse a sí mismo, se perderá; y el que pierda su vida por causa mía la salvará. Todos: Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Reflexión: Señor, tomar la cruz de cada día y seguirte, no es nada fácil. Señor con esta cruz me pregunto si podré vivir o solamente sobrevivir, navego a la deriva, y me pregunto nuevamente ¿qué cosa quiere decir “vivir” con está nueva realidad? Quiero saber si el secreto está en mí o fuera de mí. Esta crisis representa una situación en la que está en juego mi identidad personal más profunda: 4 29 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo XIV ESTACION Todos: T sigo siendo el mismo o tengo que (re)inventarme. Ayúdame a descubrir mis puntos de apoyo para cargar con esta cruz de cada día y salvar mi vida. No quiero darme por vencido Señor, sino aceptar con dignidad los signos de mi sufrimiento como Tú aceptaste aquellos de tú cruz. A Alabado sea mi Dios. Oración: G Guía: Todo cuanto me rodea, Señor, me parece incierto. Es duro percatarme de mis propias limitaciones; es como dar manotazos al aire. Por un lado siento mi debilidad física, y por otro me abruma la inseguridad del futuro para mí y para mis seres queridos. JESUS ES PUESTO EN SEPULCRO Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. T Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Lectura: Del Evangelio según san Juan (12, 24). Pienso una y otra vez en las palabras que dijiste a tus discípulos: “No tengan miedo… yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo”. Estas mismas palabras me las repites hoy a mí con el mismo amor. La vida no es un destino ciego, sino una peregrinación hacia la luz. Manténme, pues, orientado hacia la meta que has dispuesto para mí. “En verdad les digo: Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero sí muere, da mucho fruto.” No te pido que cambies milagrosamente mi situación, sino que me concedas los recursos de la paciencia y el valor para contigo llevar la cruz de cada día durante mi vida. Amén. Reflexión: Guía: Señor Jesús, cuántos sufrimientos han sido cubiertos y olvidados con una piedra. Tu vida ha sido captada solo después de tu muerte. Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Cuántos han pagado con su vida, luchando en el espíritu de las bienaventuranzas por ti proclamadas, por instaurar la civilización del amor. Cuántos han dado la vida por dar testimonio de Ti. Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Continuamente, oh Dios mi Padre, tengo la sensación de ser sepultado bajo una piedra pesada: hay momentos en que no veo ni un rayo de luz, me siento circundado por la oscuridad y el frío; experimento la incapacidad de ser portador de alegría, de esperanza y de vida, de aquella vida que tu Hijo me participa continuamente a través del Espíritu de amor. 28 Todos: Padre Nuestro, Ave María y Gloria. 5 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo III ESTACION aturdido por la pérdida de la persona amada? ¿Cuándo tendré una explicación para todo esto? JESUS CAE POR PRIMERA VEZ Todos: Alabado sea mi Dios. Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén. Lecturas: Lectura del Evangelio según San Juan ( 1,29). “Al día siguiente Juan vió a Jesús que venía a su encuentro, y exclamó: “Ahí viene el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo”. Oración: Jesús, Luz verdadera que has venido al mundo, ahora te eclipsas a mis ojos por la nube de mis miedos. Tú, Palabra hecha carne, ahora te vuelves un “clamor” lacerante, al ser una súplica penosa para librar al hombre de la muerte, enseñándonos la obediencia de la fe a la santa voluntad del Padre, la acogida apacible de la prueba como crisol de santificación y la aceptación de la muerte como prenda de resurrección. Oh Cristo, Sumo Sacerdote, puente tendido entra la tierra y el cielo, con tu grito de compasión que recoge el gemido de todas las cosas, nos muestras hasta dónde nos lleva el verdadero amor. Has que aprendamos de ti la piedad filial, para ofrecer a Dios en verdad con “clamor y lágrimas” las angustias de la humanidad de nuestro tiempo. Sostén nuestra debilidad, a fin de que, unidos a ti, nos sintamos escuchados y, veamos tu victoria después de ser bajado de la cruz, donde el amor triunfo. Amén. Guía: Del libro del Génesis ( 2,7). Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. “Entonces Yavé Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre tuvo aliento y vida.” Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Reflexión: La condición de fragilidad y de necesidad acrecienta mi dependencia llevándome a aceptar todo de los otros. El peso de la cruz se hace más pesado, sofoca y caigo como un junco inclinado por el apremiante viento de la humillación. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Oración: Oh Señor, la enfermedad ha llamado a la puerta de mi vida, me 6 27 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo XIII ESTACION ha erradicado de mi trabajo y me ha trasplantado en otro mundo, el mundo de la enfermedad. JESUS ES BAJADO DE LA CRUZ Todos: To A Alabado sea mi Dios. G Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. To Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Una experiencia dura, Señor, una realidad difícil de aceptar. Me ha hecho tocar con la mano la fragilidad y la precariedad de mi vida, me ha liberado de tantas ilusiones vanas. Ahora veo todo con otros ojos: aquello que tengo y que soy, no me pertenece, es un don tuyo. He descubierto qué cosa quiere decir “depender” tener necesidad de todo y de todos, no poder hacer nada solo. He encontrado la soledad, la angustia, la desesperación, más también el afecto, el amor, la amistad de tantas personas. Señor aunque me es difícil te digo: ¡que se haga tu voluntad!, te ofrezco mis sufrimientos y los uno a los de Cristo. Te ruego: bendice a todas las personas que me asisten y todos aquellos que sufren. Amén Lectura: Guía: Del Evangelio según san Juan (19, 38.41). Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. “Después de esto, José de Arimatea se presentó a Pilato. Era discípulo de Jesús, pero no lo decía por miedo a los judios. Pidió a Pilato la autorización para retirar el cuerpo de Jesús, y Pilato se la concedió. Fue y retiró el cuerpo. En el lugar donde había sido crucificado Jesús había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo donde todavía no había sido enterrado nadie.” Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Reflexión: ¿Quién llenará el vacío, quien podrá aligerar el dolor del vínculo de un amor definitivamente despedazado? Oh Señor, ¿Para qué vivir? También yo dentro de mí, siento morir. He tomado conciencia de la realidad, me he dado cuenta de lo que he perdido, de las dificultades para hacer frente a la vida sin Tí. He protestado, he llorado, he buscado por todos lados, creyendo percibir tu presencia, tu voz, más tú no estás, no volverás más. ¿Por cuánto tiempo más mi pensamiento será dolorosamente 26 7 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo IV ESTACION obedecido, cuya voluntad había sido su único deseo, su única alegría. Por eso su agonía es como una noche que desemboca en el alba de la resurrección. JESUS ENCUENTRA A SU MADRE Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Es desde la cátedra de la Cruz, donde Jesús, que ha cargado con todos mis sufrimientos que ha asumido mis culpas, me ha enseñado a esperar contra toda esperanza, a sentir que las manos de Dios son más fuertes que la más poderosa mano humana. Por eso, aun cuando la prueba es dura, terrible y angustiosa, tengo que aprender a gritar: En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. To Todos: Oración: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Señor Jesús, mi Salvador, con María, tu Madre, con Juan, el discípulo fiel, con las piadosas mujeres y los pocos viandantes espectadores de la última “hora”, quiero seguir a tu lado mientras cae silenciosa la tarde envolviendo en tinieblas toda la tierra, quiero recoger en mi corazón tu último suspiro, la última luz de tus grandes ojos, tu última lágrima, que cae en el rostro de tu Madre dolorosa, en el rostro de la Iglesia. Amén. Todos: To A Alabado sea mi Dios. G Guía: Lectura: Lectura del Evangelio según San Juan ( 19,25-27). “Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre,.. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a su Madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.’ Después le dijo al discípulo: ‘Ahí tienes a tu madre.’ Y desde aquel momento el discípulo se la llevó a su casa.” Guía: Reflexión: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Maria se presenta como modelo singular de atención y servicio, por eso quiero hacer suyas las palabras que le dijo a San Juan Diego: “No te aflijas, ni te preocupes, ¿Qué no estoy yo aquí que soy tu madre? ¿No estás bajo mi amparo? yo soy la madre de la salud”. Madre amada, quiero sentir tu premura, tu delicadeza y generosidad, quiero sentir tu silenciosa proximidad. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Todos: Madre de la salud e Icono de la salvación, seno acogedor de la vida, ayuda a mi familia y amigos a que aprendan que me dice más su presencia que sus palabras, a veces no se quieren acercar a mi porque no saben qué decirme, pero ellos no saben que lo 8 25 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo XII ESTACION primero que quiero es su presencia, su cercanía, como Jesús la sintió de Ti al pie de la cruz. JESUS MUERE EN LA CRUZ Todos: To A Alabado sea mi Dios. G Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. To Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Oración: Oh, Madre del amor, Virgen de la Salud, que visitando a tu prima Isabel en su delicado estado y, velando impotente a los pies de la Cruz manifiestas tu solidaridad con mi humanidad doliente: escucha mi voz y mi oración que recurre a ti con la certeza de encontrar a una Madre que me acoge y conforta. Escucha, Madre del Salvador y Madre mía, las oraciones que te dirijo: sana mi corazón, convierte mi soledad en serenidad, y mi espera en confiado abandono en Dios. Ven a vivir en mi casa, en mi corazón. Amén. Guía: Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Lectura: Del Evangelio según san Lucas (23, 44-45). “Hacia el mediodía se ocultó el sol y todo el país quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. En ese momento la cortina del templo se rasgó por la mitad, y Jesús gritó muy fuerte: ‘Padre en tus manos encomiendo mi espíritu’, y dichas estas palabras, expiró”. Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Reflexión: Cuando todo está cumplido, cuando el sacrificio de amor está plenamente consumado, cuando no queda más que ofrecer, llega la última palabra de Jesús: ‘Padre en tus manos encomiendo mi espíritu’. Grito de confianza que surge del corazón de un pobre que, perseguido, despreciado, sin posibilidad de salvación humana, se refugia en Dios, descarga en Él todos sus afanes. Es en esta entrega total de sí mismo donde encuentra la plenitud de la paz y se reencuentra como Hijo. La Pasión de Jesús no termina con un “por qué” dirigido a un Dios que se siente lejano, ausente, sino con un acto de abandono filial. Jesús expira poniéndose en manos del Padre, a quien siempre había 24 9 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo V ESTACIÓN mí cuando estés en tu reino”, quiero aprovechar mi dolor para ser merecedor de entrar en el más hermoso de todos los reinos y recibir una herencia incalculable. SIMON DE CIRENE AYUDA A JESUS A LLEVAR LA CRUZ Todos: To A Alabado sea mi Dios. G Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. To Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Oración: Señor Jesús, la gracia del Bautismo ha impreso en mí el sello indeleble de tu dignidad real; mientras la angustia me abraza el corazón, y mi ojos se vuelven a ti clavado en la cruz, humilde Rey de gloria, que estás en silencio a mi lado. Animado por tu apacible rostro, me atrevo a dirigir mi súplica: “acuérdate de mí”, sigue repitiendo a mi corazón la palabra que suscita esperanza. Concédeme comprender, Señor Jesús, que el Paraíso equivale a estar contigo desde ahora y a lo largo de los caminos de la historia y de la enfermedad, y, después, en tu reino de luz infinita. Amén. Guía: Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Lectura: Todos: Del Evangelio de san Lucas ( 23, 26). “Cuando lo llevaban, encontraron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron con la cruz para que la llevara detrás de Jesús.” Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Reflexión: Si un día no puedo seguir adelante yo solo, habrá quien pueda ayudarme, pero necesito que no sean solo profesionales sino también humanos. Ellos son mis Cirineos: médicos, enfermeras, familiares, amigos, agente de pastoral, químico, psicólogo, nutriólogo, el de intendencia, y todo el personal del hospital. Ellos me ayudan a cargar con mi cruz, logrando en ocasiones recorrer un tramo del camino conmigo, convirtiéndose en auténticos discípulos misioneros de la salud, haciendo presente tu alianza de amor. 10 23 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo XI ESTACION Oración: JESUS ES CLAVADO A LA CRUZ Señor, Tú has dicho que el amor más grande es dar la vida por los amigos. Pongo en tus manos a todos los que nos cuidan, para que descubran en su servicio la oportunidad de encontrar no sólo el sufrimiento humano, sino también su propia humanidad. Abre sus ojos para que reconozcan en cada uno de nosotros tu Rostro y tu Presencia. Abre sus mentes para que sepan valorar que somos únicos con una historia y cultura propia. Abre sus oídos para que acojan con amabilidad las voces que claman ser escuchadas. Abre sus corazones para que ofrezcan esperanza donde hay temor. Inspírales, Señor, para que traigan salud con una sonrisa, una buena palabra, un gesto de afecto. Dales la humildad de reconocer que ellos no son la luz, sino instrumentos de tu Luz; que no son el amor, sino la mejor expresión de tu Amor. Amén. Todos: To A Alabado sea mi Dios. G Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. To Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Guía: Lectura: Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Del Evangelio según san Mateo (27, 33). “Al llegar al lugar llamado la Calavera, lo crucificaron allí, y con él a los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda.” Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Reflexión: En lo alto del monte Calvario, como árboles mudos contra el cielo, destacan tres cruces. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Jesús está allí, clavado en la cruz entre dos malhechores, provocado y escarnecido por jefes y soldados, abandonado por los discípulos, mirado desde lejos por la multitud que le había seguido antes, escuchado y alabado por sus palabras y milagros. Es una condición extremadamente humillante, yo también he experimentado esa humillación, al verme en casos despojado de mis vestiduras, de mi condición de “persona”, todos a mí alrededor me ignoran, pasan de largo, no saben ni mi nombre. Por eso te digo desde lo profundo de mi corazón: “acuérdate de 22 11 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo VI ESTACION y al mismo tiempo es capaz de ver su propio rostro en aquel benefactor que se ha preocupado por él. Necesitamos más samaritanos que ayuden a redescubrir la dignidad y menos soldados que despojen las vestiduras de la identidad perdida. LA VERONICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESUS Todos: To A Alabado sea mi Dios. G Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. To Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Oración: Señor, necesito aprender a descubrir el valor de los gestos sencillos, ya que la vida de un enfermo como yo, no se mide por la actividad, sino por la capacidad de comprensión, intuición y afecto. Ayúdame a entender que en medio de mi desaliento, mi vida no es inútil. Aunque esté desnudo, o con una bata de hospital, soy una persona con dignidad y valor. Siendo esta una buena oportunidad para darme cuenta de que valgo por quien soy, y no por lo que tengo. Recuérdame, Señor, que tengo una misión que cumplir. Aun limitado en mis movimientos, con la ayuda de mis cirineos puedo llegar a dar testimonio de valor y de fe. Ayúdame, Señor, a realizar mi proyecto de vida. Amén. Lectura: Del libro de Isaías (53, 2-3). “Este ha crecido ante Dios como un retoño, como raíz en tierra seca, sin brillo ni belleza para que nos fijáramos en él, y su apariencia no podía cautivarnos. Despreciado por los hombres y marginado, hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento, uno de aquellos a los que se les vuelve la cara, no contaba para nada y no hemos hecho caso de él.” Guía: Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Reflexión: Me veo al espejo: sobre mi rostro han aparecido líneas que para mí eran desconocidas. El sufrimiento me está transformando por dentro y por fuera: Señor, ¿Quién soy yo? ¡No me reconozco más! Al menos por un momento quisiera liberarme y sentirme como antes. Tengo necesidad de reconocerme con mi pasado y que los demás me reconozcan aún bajo todas las posibles deformaciones que se manifiesten, pues, sigo teniendo una figura y un corazón humano. Como la Verónica, Señor, yo quiero presentar mi verdadera imagen para que se prolongue independientemente de los cambios físicos que sufra. 12 Padre Nuestro, Ave María y Gloria. 21 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo X ESTACION Oración: JESUS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS Gracias, Señor, por haberme enseñado, durante mi enfermedad, a meditar y a ensanchar mis horizontes. Me has dado tiempo para reflexionar sobre mi mismo y redescubrir mi rostro, pensar en mis prioridades y mis limitaciones. Cosas que hasta hace poco me parecían importantes ahora resultan secundarias. Estoy aprendiendo a apreciar las pequeñas realidades cotidianas y a valorar los gestos más sencillos y humanos. Todos: T A Alabado sea mi Dios. G Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. T Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Puedo advertir cómo nace en mí una nueva espiritualidad, un nuevo rostro; es como si reconociera los signos de una nueva primavera. Gracias, Señor, por haber dado claridad y serenidad a mi vida. Amén. Guía: Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Lecturas: Todos: Del Evangelio según san Mateo (27, 35). Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. “Allí lo crucificaron y después se repartieron entre ellos la ropa de Jesús, echándola a suertes”. Del Evangelio según san Mateo (25, 44-45). Padre Nuestro, Ave María y Gloria. “… Señor ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no te ayudamos? El Rey responderá: ‘En verdad les digo: siempre que no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mí”. Reflexión: Los gestos generosos y concretos de los soldados hacia Jesús herido no son iluminados por la asunción interior de responsabilidad. En cambio sus gestos concretos del samaritano que interrumpe su camino para hacerse cargo de aquel hombre que permanecía en el suelo y que habría permanecido ahí sin rostro ni dignidad y destinado a morir. Es en los brazos de aquel que lo socorre donde comienza a ser de nuevo él mismo 20 13 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo VII ESTACION Todos: T sea la forma más propia de tu atención hacia mí en los momentos de dolor, siendo consciente que comunica la fortaleza del Espíritu Santo para poder luchar contra la enfermedad y al mismo tiempo para transformar la realidad en oración salvífica para mí y mis seres queridos. A Alabado sea mi Dios. Oración: G Guía: Señor Dios, Padre amoroso, que quisiste sanar a los enfermos por medio de tu Hijo, escucha mi oración, llena de fe y envía tu Espíritu Santo consolador para poder levantarme. JESUS CAE POR SEGUNDA VEZ Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. T Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Lectura: Del Evangelio de san Lucas (10,30-32). “… bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad pasaba por ese camino un sacerdote; lo vio, dio un rodeo y siguió. Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, dio un rodeo y paso de largo.” Enriquéceme con tu bendición para que sienta en mi cuerpo y alma tu divina protección y experimente alivio en mis enfermedades y dolores. Te ruego, Señor, Redentor mío, que por la gracia de tu Espíritu Santo suavices mi dolor, sanes las heridas de mi alma y cuerpo. Haz que confortado con el don de tu Espíritu permanezca en la fe y la esperanza, y pueda dar testimonio de tú amor. Amén. Guía: Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Reflexión: Señor, me siento asaltado por la duda y la angustia; estoy postrado en tierra y sin un motivo suficiente para volverme a levantar. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Nada ahora tiene sentido; todo me es indiferente: la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, la decisión por un ideal, mi felicidad y la satisfacción de mis necesidades vitales. Los pensamientos y las fantasías me oprimen día y noche, me convenzo que no podré salir adelante, que no tendré la fuerza necesaria para afrontar las adversidades. Mi equilibrio interior vacila, me siento arrojado en un vacío abismal en el cual no hay 14 19 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo IX ESTACION seguridad ni alguna meta por alcanzar. JESUS CAE POR TERCERA VEZ Señor Jesús, concédeme la fortaleza para superar aquello que me impide levantarme para seguir el camino que tienes para mi.. Todos: T Oración: A Alabado sea mi Dios. Nosotros que vivimos con fe, esperanza y amor hacia Dios elevamos nuestra voz para que nos ayudes a levantar, por eso decimos: Escúchanos, Señor. G Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. T Todos: P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. + Para que nuestra vida sea siempre orientada hacia algo que le de sentido. + Para que alcancemos a comprender que el bienestar interior no proviene del enriquecimiento de los bienes terrenos, sino de una vida rica de valores. + Para que estemos atentos a las posibilidades que nos permiten levantarnos y salir adelante. Lecturas: + Para que sepamos descubrir los diferentes rostros del amor que recibimos. Del salmo 38 (v. 11-12.17). “Señor, ante ti están todos mis deseos, no se te ocultan mis gemidos. Mi corazón palpita, las fuerzas se me van, y hasta me falta la luz en mis ojos. Compañeros y amigos se apartan de mis llagas, mis familiares se quedan a distancia. Yo dije: ‘Que no se rían de mi, ni canten victoria’”. + Para que podamos transformar los momentos de abatimiento, falta de fe y amargura de los hermanos en oportunidades de crecimiento y maduración. Del libro de apóstol Santiago (5, 14-15). Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. “¿Hay alguno enfermo? Que llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración hecha con fe salvará al que no puede levantarse y el Señor hará que se levante…” Guía: Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Reflexión: El dolor y sufrimiento hacen que vuelva a caer, una y otra vez, en ocasiones ya no quiero levantarme. Ayúdame a valorar y buscar los medios que tú me das para obtener fuerza humana en la debilidad y gracia divina, con los sacramentos, que experimente en ellos la continuidad de tu amor. Que la unción de los Enfermos 18 Padre Nuestro, Ave María y Gloria. 15 El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo El Viacrucis de Cristo y El Viacrucis del Enfermo VIII ESTACION Oración: JESUS REPRENDE A LAS HIJAS DE JERUSALEN Sólo Dios me puede dar la fe, pero tú mi hermano(a) el testimonio. Todos: T Sólo Dios puede darme la esperanza, pero tú la confianza. A Alabado sea mi Dios. Sólo Dios puede darme amor, pero tú enseñarme a amar. G Guía: Sólo Dios puede darme la paz, pero tú sembrar la unión. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Sólo Dios puede darme la fuerza, pero tú puedes sostenerme en el desánimo. T Todos: Sólo Dios es la vida, pero tú hacerla renacer en mí. P Porque con tu santa Cruz redimiste al m mundo y a mí pecador. Amén. Sólo Dios puede hacer lo imposible, pero tú puedes hacerlo posible, Lectura: Sólo Dios se basta a sí mismo, pero prefiere contar contigo para que yo lo sienta. Del Evangelio de san Lucas (23,27-28.31). Guía: “Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: ‘Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos’. Porque si así tratan al árbol verde, ¿qué harán con el seco?”. Señor, pequé. Ten compasión y misericordia de mí. Todos: Pecamos Señor y nos pesa. Ten piedad y misericordia de nosotros. Reflexión: Con esto creo que Tú si me puedes comprender, pues lo que menos quiero en estos momentos es la lástima de los demás, y es lo primero que muchas veces he recibido, lástima. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Necesito apoyo para redescubrir mi dignidad de persona, para encontrar los valores que llevo dentro, para aceptar la nueva realidad que no puedo cambiar, para cambiar mi actitud. Ayuda a los que me rodean a que sean instrumentos de tu amor. 16 17