Visión totalizadora arriesgada, pero necesaria. Pág. 137

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Eduardo Márceles Daconte
Los recursos de la imaginación:
Artes visuales de la región andina de Colombia
Publicultural, Bogotá, 2009.
Álvaro Medina
para dar cohesión a Los recursos
de la imaginación: Artes visuales de la
región andina de Colombia.
Esta visión totalizadora es
arriesgada, pero necesaria. En
mejores páginas de una fructífera carrera. Es el tipo de decisión que se toma teniendo en
cuenta, además, que los artistas
que un día prometieron aportes
mayores nunca llegaron a ellos y
que en toda actividad hay abanA través de la segunda mitad
del siglo XX, Eduardo Márceles
Daconte ejerció en Colombia la
crítica de arte con la intensidad y
la dedicación que esta ambiciosa
investigación nos recuerda. Al
publicar sus ensayos sobre las
artes visuales, presentados aquí
de manera parcial, ya que los ha
distribuido en tres volúmenes y
éste es apenas uno de ellos, el
autor ha preferido ser totalizador
en vez de selectivo, dentro de
sí de los postulados, de los
conceptos o de las teorías que
un día le dieron la razón de ser a
exposiciones y obras.
Si algunos pueden reprochar que el contenido de este
volumen sea profuso, me parece
innegable, por otra parte, que sus
artículos ofrecen la ventaja de
erigirse en el testimonio de un
conseguirlo, Márceles Daconte
procuró abarcar ese momento
en toda su extensión, casi se
diría que sin dejar resquicio sin
revisar, acucioso de someter a
análisis a los artistas que, a su
juicio, trabajaban dentro de los
parámetros de profesionalismo
que él juzgaba incontrovertibles
y valederos.
Este tipo de investigación es
rara en Colombia y bastante
falta hace a la hora de querer
elaborar una historia documentada del arte. En la actualidad,
al abordarla, no basta dar los
particularidades de su obra.
Un artista también es lo que, a
favor o en contra, se opina de
lo que exhibe en determinado
momento. Márceles Daconte
abunda en opiniones que toca
leer y evaluar, de modo que su
esfuerzo es válido, incluso en el
caso de nombres hoy familiares
a nosotros, pero ante los cuales,
asombrada, la posteridad indagará por la suerte que pudieron
correr.
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¿Cuántos artistas trabajaban en
Colombia cuando los primeros
artículos aparecieron en suplementos, revistas y catálogos?
No es fácil precisarlo, pero es
factible calcular que eran casi
mil. Un siglo antes, redondeaban
los cincuenta. Quiere decir
que Márceles Daconte intentó
ponerse a tono con la cantidad,
pero indagando por la calidad,
hasta llegar a incluir, en época
reciente, a un substancial grupo
de artistas más jóvenes que, en su
opinión, se destacan en el ámbito
de esta región de Colombia.
El balance es personal y
pensado con la idea de comunicar la mayor cantidad de
información útil, que el autor
sobre las diferentes posiciones
conceptuales y estéticas que se
iban revelando paso a paso. En
cuanto a la investigación, si no
es exhaustiva, tiene el mérito
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de parecerlo, y esto es algo que
apreciarán mejor los historiadores de las generaciones por
venir. Los recursos de la imaginación:
Artes visuales de la región andina de
Colombia contiene algunos textos
de carácter histórico, elaborados como ágiles resúmenes
de lo sucedido alrededor de una
determinada orientación plástica (véanse los artículos sobre el
expresionismo o la abstracción,
por ejemplo), o de un medio (la
fotografía, la escultura, el humor
bodegón, la imagen de Bolívar),
a los que se agregan ensayos de
en Santander y de modo más
de presencias activas allende las
fronteras (un completo y pertinente estudio sobre los numerosos artistas colombianos residentes en el extranjero).
Es de anotar que Márceles
Daconte ha escrito también sobre
la actividad teatral en Colombia,
que en su momento siguió de
cerca con una dedicación y un
interés semejante al que lo hacía
deambular por galerías y museos.
Viajero incansable, narrador,
cronista y crítico, las páginas de
este libro cierran con una entrevista a Marta Traba que posee,
por las ideas que expone y las
aclaraciones que hace quien fuera
nuestra más prestigiosa y acatada
ciente para creer que algunas de
las declaraciones recogidas serán
muy citadas. Con ese jugoso
diálogo entre críticos, Eduardo
Márceles Daconte le estampa
el sello apropiado al plan totalizador que este necesario libro
pone en juego.
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