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ÉPOCA MEDIEVAL (s.VIII-XV)
LA GIRONA MEDIEVAL
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SALA
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No sabemos casi nada del periodo
(unos 70 años) en que los musulmanes mantuvieron el control sobre Girona. La conquista se produjo entre
el 712 y el 714 y la ciudad quedó incorporada al distrito fronterizo de la
Marca Superior que comprendía
probablemente el territorio de la Cataluña Litoral y las tierras occitanas
hasta el norte de Narbona, donde debieron instalarse grupos árabes y bereberes. Las crónicas árabes hablan
de gobernadores (valíes) de Narbona, Girona y Barcelona con sus
guarniciones, a menudo sublevados
contra la autoridad de los emires cordobeses. Los grupos musulmanes residentes en estas tierras alejadas del
poder central utilizaban muchas
veces un doble juego: luchaban y
pactaban a la vez con el gobierno de
Córdoba y con los francos del norte,
estos aprovecharon la ocasión para
ocupar la Narbonense y aproximarse
hasta los Pirineos hacia el 760. Así,
Girona fue, por unos años, una ciudad de frontera. La falta de noticias
sobre el mantenimiento de instituciones urbanas tan primordiales
como la Seo de la Bisbal, sin documentación anterior a la conquista de
Carlemany (Carlomagno), hace sospechar que se produjo una importante crisis política, quizá en los
últimos años del dominio islámico.
Foto: J.M. Oliveras
LA ETAPA ISLÁMICA
Escultura de “Sant Carlemany”,
de Jaume Cascalls, siglo XIV.
Tesoro de la Catedral de Girona.
GIRONA Y CARLEMANY
La figura del emperador Carlemany aparece indisolublemente ligada a la ciudad de Girona, aunque
nunca la visitó, pero la conquista de
su hijo Luís, en el año 785, dejó un
recuerdo imborrable.
Todo parece indicar que la toma de
la ciudad por los francos –en el año
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785- se produjo de forma pacífica: el
gobernador árabe Ibn Al-‘Arabí probablemente negoció el traspaso con
el conde franco Rostand, que después sería el primer conde franco de
Girona y, tal como dicen las crónicas
“aquel año los hombres de Girona
entregaron la ciudad al rey Carlos”
(de hecho a sus representantes). La
caída de la ciudad seguramente significó la de todo su territorio hasta el
río Tordera.
La tradición posterior de Girona
envolvió aquellos hechos con relatos
legendarios y milagrosos. Carlemany aparece dirigiendo a su ejército hasta la montaña de Sant Julià
de Ramis y después de derrotar a los
sarracenos sitia Girona. Los milagros sucedidos entonces (apariciones de cruces en el cielo), asustan a
los moros, que huyen, y Carlomagno
entra victorioso en la ciudad y levanta una gran iglesia catedral que
dedica a Santa María. La leyenda
cuajó profundamente entre la gente
de Girona, y el emperador fue venerado como un santo en Girona durante la edad media.
PEQUEÑOS CAMBIOS
URBANOS
La fisonomía de la ciudad de Girona cambió significativamente durante los dos siglos de reinado de los
carolingios (IX y X). El cambio más
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ÉPOCA MEDIEVAL (s.VIII-XV)
LA GIRONA MEDIEVAL
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organizados en numerosos y pequeños núcleos –las villas-, cuyo origen
se remonta a siglos anteriores y tenían una estrecha relación con la ciudad mediante un densa red de vías
–romanas o más antiguas. La condición de estos núcleos rurales era
muy diversa; algunos formaban
grandes dominios perteneciendo a la
Seo –como Parietes Ruffini i Domini (Domeny) o Castellum Fractum (Sant Julià de Ramis), o también
bajo el dominio condal como Palatio
(Palau Sacosta) o Castellare (Castellar de la Selva). En otros casos la
propiedad se encontraba algo más
EL TERRITORIO. LAS VILLAS
Los alrededores de Girona estaban
repartida, aunque dominaba la gran
nobleza terrateniente que fue el origen de las alcurnias feudales como
los Vilademany, Cartellà, Cervià o
Palol.
Al servicio de estos núcleos payeses se encontraban un montón de
iglesias parroquiales y sufragáneas
que tenían una gran antigüedad,
como pone de manifiesto en ocasiones la arqueología o la vieja tradición de sus advocaciones (Sant
Menna de Vilablareix, Sant Cugat de
Salt, Santa Eugènia, Sant Dalmai,
Sant Andreu d’Estanyol, Sant Feliu
de Domeny, Sant Sadurní de Palol)
Dibujo: Eduard Canal
significativo fue el refuerzo del perímetro amurallado, rehecho sobre los
cimientos de los muros romanos del
siglo III y ampliado sólo en un punto,
al norte de la Catedral, donde ahora se
encuentra el Claustro y la canónica románica, además del ábside del gótico.
Estas reformas se explican por el peligro frecuente de las “saifas” (campañas de verano) musulmanas de los
años 793 (la más peligrosa de todas),
796, 827 y 850. Todavía en el año 982
el ministro cordobés Al-Mansur atacó
Girona después de su “saifa” por el
Vallés y la Selva.
Parece probable que fuera en el
cambio de siglo IX y X cuando se
produjo la consolidación de la basílica de Santa María como Seo única
de Girona (en tiempos del obispo
Servusdei o poco después). Antes, a
lo largo del siglo IX los documentos
mencionan, casi siempre a “Sant
Feliu y Santa María” (o viceversa)
cuando se refieren a la Seo de Girona. Sólo después del 900 se habla
de Santa María como única advocación de la Seo de Girona. Las dos
basílicas fueron a la vez iglesias catedrales en el siglo IX y esta situación quizá se remontaba a siglos
anteriores, aunque parece seguro que
la primera catedral fue Sant Feliu.
Vista de la Girona carolingia.
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ÉPOCA MEDIEVAL (s.VIII-XV)
LA GIRONA MEDIEVAL
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Autor: Eduard Canal
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Mapa de las villas, Girona y el área de
influencia de su mercado, en el siglo XI.
que son de origen paleocristiano.
Una prueba de esta densidad la encontramos cuando el obispo Teuter
otorgó, en el año 887, quince basílicas parroquiales a la canónica de la
Seo, todas situadas alrededor de Girona.
les daban una real independencia
respecto a los poderes civiles y militares (los condes).
Su nombramiento, de acuerdo con
los antiguos cánones eclesiásticos,
correspondía al pueblo y al clero
reunido en asamblea, como parece
que pasó en el año 888 después de la
muerte del obispo Teuter, cuando se
reunieron los clérigos, los nobles y
el pueblo para proclamar a Servusdei como obispo y pidieron la consagración, al arzobispo de Narbona.
Pero hay razones para pensar que
esta aclamación no fue más que un
acto protocolario y que, de hecho,
los nombramientos se decidían
desde la corte real en el siglo IX y
por las altas jerarquías condales y
episcopales a partir del siglo X.
Como pasó por ejemplo, con la elección del obispo Guiu en el año 908.
Un ejemplo muy claro de la importancia política de la función Bisbal
se encuentra en la disputa que enfrentó el titular Servusdei con el
obispo “intruso” Ermemir, seguramente porque el nombramiento del
primero en el año 888 no fue aceptado por todo el mundo. El conde
Sunyer de Ampurias (y quizá también de Girona) hizo que eligieran a
Ermemir como obispo, en una lucha
que le enfrentaba contra la casa de
los condes de la Cerdaña, entonces
custodiada por Guifré el Pilós (Guifredo el Velloso). La resolución del
conflicto llegó poco antes del 893
con el triunfo de Servusdei que fue
también el triunfo de la alcurnia de
Pilós.
LOS CONDES,
BENEFICIARIOS E
INDEPENDIENTES
Desde la conquista carolingia, Girona y su condado fueron goberna-
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LOS OBISPOS. SERVUSDEI.
El papel de los obispos resultaba
fundamental en las ciudades episcopales de la edad media como Girona.
Su función no se limitaba a las actividades estrictamente religiosas, ya
que la posesión de un extenso patrimonio, los preceptos de inmunidad
real o papal, y los derechos políticos
como el cobro de algunos impuestos,
Lápida de Servusdei, s.X, procedente de la iglesia de Sant Feliu, Girona.
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ÉPOCA MEDIEVAL (s.VIII-XV)
LA GIRONA MEDIEVAL
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dos por condes nombrados por lo
reyes francos (Carlemany y sus herederos), que recibían el cargo como
un beneficio personal y revocable
por el monarca. Los primeros condes
pertenecían a la aristocracia franca o
hispano-gótica: Rostand, Odilo o
Rampón actuaron a menudo como
jefes militares en la peligrosa tierra
de frontera que sería conocida como
la Marca Hispánica. La fidelidad de
la segunda generación condal fue
cuestionada por las revueltas frecuentes de grandes magnates como
Bernat de Septimania, Berenguer de
Tolosa o Bernat de Gotia, gobernadores de numerosos condados a
ambos lados del pirineo. La creciente fragilidad de la monarquía
franca daba paso a las usurpaciones
de poder por parte de la nobleza territorial (duques y condes). En Girona encontramos la evidencia de
este proceso en los últimos años del
siglo IX, cuando Guifré el Pilós y
Sunyer de Ampurias se disputaban la
posesión del condado y del obispado
de Girona, para ampliar unos dominios que empezaban a ser patrimoniales; la victoria del primero
significó también el nacimiento de
una dinastía condal de facto independiente.
A lo largo del siglo X, los hijos y
nietos de Guifré gobernaron en la
mayoría de condados y su presencia
fue esporádica en Girona, cosa que
DOCUMENTOS
- La catedral conserva en su museo testimonios de la Seo prerrománica, como la
arqueta arábiga de Hisham o Hixem II y
algunos restos arqueológicos en el subsuelo del edificio.
- En Sant Feliu y en la Seo se conservan
lápidas funerarias de obispos como la de
Servusdei (muerto el año 907) y Amulf
(970).
- Diversos ornamentos litúrgicos conservados en el Museo de la Catedral.
Moneda episcopal de plata, s .X-XI,
Museo de Arqueología de Cataluña, Girona, número de inventario 1792.
favoreció la figura del obispo como
primera autoridad de la ciudad. Esta
cesión de poder queda patente por
ejemplo en la donación del conde
Sunyer al obispo Guiu de un tercio
de la moneda hecha en Girona. De
cualquier modo, la institución condal quedó presente en la ciudad tal y
como muestra la venta en el año 988
del palacio del conde Borrell al
obispo Gotmar, situado al sur de la
Seo.
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- Torres y restos de las murallas de la ciudad que pertenecen a la reforma emprendida por los francos (principios del siglo
IX?), como la Torre del Telégrafo o la “Vescomtal”. También la ampliación correspondiente al sector del claustro (interior de
las torres Julia y Cornelia).
- El archivo de la Catedral conserva
mucha documentación como la reunida en
el Cartulario de Carlemany, y diplomas
carolingios y papales de los siglos IX y X.
También manuscritos depositados en este
archivo, expuestos en el Museo de la Catedral y otros pertenecientes al Museo Diocesano.
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