Arquidiócesis de Santo Domingo Arquidiócesis de Santiago Diócesis de Barahona Diócesis de Baní Diócesis de Puerto Plata Diócesis de San Pedro de Macorís Diócesis de San Francisco de Macorís Diócesis de Mao-Monte Cristi Valor del Mes: Participación Lema del Mes: “No he venido a ser servido sino a servir” (Mc 10,45) Plan de Pastoral Agosto 2014 Créditos Colaboradores: Angela de Leon, Pbro. Jose Luis Hernández , Pbro. Valerio Baines Sanz, OAR, y Pbro. Daniel Lorenzo Vargas Salazar (Santo Domingo). Coordinación: Eugenia López Diagramación y Arte Final: Jesús Pérez Portadas: Werner Olmos Impresión: Editora Amigo del Hogar Manuel María Valencia No. 4 Santo Domingo, D. N. Tel.: 809.548.7594 Para contacto Vicaría de Pastoral, Teléfono 809-682-0815, Correo electrónico: guiamensual.vipastoral@gmail.com Plan de Pastoral - Agosto 2014 Acción Significativa del Sector: Celebración Restauración Encuentro con los líderes comunitarios y políticos Acción Significativa Familiar: Los padres y los hijos dialogan sobre sus deberes y derechos ciudadanos Índice Primera Parte: Encuentros de Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Acción Significativa del Sector . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 Acción Significativa Familiar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 Segunda Parte: Celebraciones Dominicales y Lecturas de la Palabra de cada día y Meditación diaria del Evangelio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco sobre el anuncio del evangelio en el mundo actual . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88 3 No he venido a ser servido sino a servir Primer encuentro de Evangelización Semana 4-9 de Agosto La Participación “Trabaja como si todo dependiera de ti; ora como si todo dependiera de Dios” (San Agustín) Ambientación: El lugar del encuentro debe tener signos de participación en diversos ámbitos como pueden ser la escuela, el trabajo, la iglesia, la sociedad: unas manos unidas; manos levantadas, fotos de manifestaciones, de celebraciones. Como participación real, unos días antes, se distribuyen las distintas tareas de esta reunión entre quienes acuden. 1. Canto: Qué bien todos unidos. (u otro similar que sepa la mayoría) 2. Oración: La persona nombrada hace la oración invocando el Espíritu Santo. 3. Motivación del tema: Iniciamos este mes de Agosto en el que recordamos la Restauración de la República y en el que se inicia el año escolar de la escuela básica y media. Es por esto que el valor del mes es PARTICIPACIÖN y su lema es ““No he vino a ser servido sino a servir”(Mc.10,45). Para que podamos dialogar en la verdad en la sociedad es necesario participar, que es involucrarse con espíritu de servicio en la vida pública ya sea en la política, en el desarrollo integral como en la escuela donde se forma el futuro de la patria que son nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Antes que nada es importante que iniciemos nuestro encuentro aclarando lo que es la participación contestando estas preguntas: • ¿Qué entendemos por participación? • ¿Qué significa participación en la sociedad? • ¿Por qué estamos llamados a participar en la sociedad? • ¿Qué personas conocemos que participan activamente en la sociedad? Como ya hemos dicho, participar es: intervenir solo o junto con otros, en un suceso o actividad. Participar es: tomar parte activa en un suceso o acción. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia en su número 189 define “… la participación, que se expresa, esencialmente, en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes, contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece. La participación es un deber que todos han de cumplir conscientemente, en modo responsable y con vistas al bien común.” 4 Plan de Pastoral - Agosto 2014 4. Escuchemos la Palabra: Primera Carta de san Pedro, 2,3-10 • Reflexionemos Nos integramos en pequeños grupos para reflexionar sobre el texto: • Partiendo del texto bíblico, hagamos una pequeña lista de a qué estamos llamados y llamadas • El pueblo del que habla san Pedro, ¿es sólo la Iglesia? ¿a qué más se puede aplicar? • Nuestra República Dominicana ¿cuándo vive como pueblo de Dios? • ¿Cómo cristiano y cristiana, contribuyo algo a la construcción de una sociedad mejor? ¿Cómo, cuándo…? Plenario: Después cada grupo pone en común una de las preguntas siguientes, los demás grupos tienen derecho a completar las respuestas. 5. Canto: El pueblo que le ama. (Es un Canto de Alfareros, si no se sabe, se puede escuchar, bien porque se tenga en CD o lo bajan de Internet).O se puede cantar una canción que hable de participación. 6.Comentario La palabra PARTICIPACION y esta actitud de participar, tomándola desde la fe, se entiende como poner en práctica nuestro compromiso bautismal. Tenemos muchos documentos eclesiales que nos hablan de poner en práctica el sacerdocio, el profetismo y la realeza de Cristo que tenemos en nosotros desde el bautismo. Por tanto, desde la fe, participar no es hace cualquier cosa, sino comprometernos activamente, como cristianos, en la vida de la iglesia y de la sociedad. Cuando hablamos del compromiso de la participación del cristiano, corremos un doble peligro: El “intimismo”, decir que tenemos que comprometernos en cambiar nosotros mismos y después cambiará todo lo demás; o el “estructuralismo”, pensar que todo es planetario, global o internacional y que deben cambiarse las estructuras y así cambiarán las personas. En los dos puede haber planteamientos correctos, pero la mayoría de las veces, cuando nos cerramos en uno de los dos, no participamos en nada que tenga que ver con las actividades de Iglesia o de la sociedad. La persona no es sólo individuo ni ser en el mundo, sino que es las dos cosas a la vez; es persona en sociedad, en el mundo. No puede desarrollarse si no es con los demás y en esta relación es donde se juegan aspectos importantes de la vida y valores tan claros como la solidaridad, la participación, la comunicación, la tolerancia... Ser cristiano supondrá superar esa tentación del intimismo y el miedo a ese estructuralismo para participar en la superación personal, la del pequeño grupo en que se vive y no matar los sueños de hacer algo por los “lejanos”, por la estructura. Participemos, podemos y debemos. No vivimos solos, vivimos en sociedad y en comunidad, es más, la sociedad y la Iglesia somos nosotros. Debemos participar de forma activa en la Iglesia, en la comunidad, en todas sus actividades. Y la Iglesia, esa Iglesia grande, la de todo el mundo, es nuestra Iglesia y en ella participamos 5 No he venido a ser servido sino a servir cuando lo hacemos en la pequeña comunidad, en la parroquia, en el grupo o Zona pastoral en la que vivimos la fe. Lo mismo nos pasa con la sociedad: Los ladridos del perro del vecino, la música estridente del colmadón de la esquina o del joven de la puerta de al lado, el agua o la luz que no vienen, la zona verde que nos quieren quitar para construir un hipermercado, la huelga de los camiones de la basura, los olores subsiguientes y el escrito sobre Loma Miranda que acabo de firmar…, me recuerdan que vivo con “los otros”. Por tanto, aquí entramos en un nivel intermedio entre ese intimismo y ese estructuralismo, en el que se me hace posible participar y desde él, mejorar en mi ser individual y en mi ser social; en mi ser cristiano y mi ser comunidad eclesial: y este es precisamente nuestro pequeño mundo: el barrio, la urbanización o el residencial con sus problemas, la pequeña ciudad o el campo, el colegio o la escuela, la parroquia y sus comunidades o grupos de participación y distintos ministerios, el sindicato, las juntas de vecinos, las plataformas populares, la sociedad civil y sus grupos... Son los ámbitos de relación en los cuales se desenvuelve nuestra vida ordinaria y en los cuales podemos y debemos desarrollar la participación y la solidaridad. Sí, todos y todas podemos y debemos participar en lo anterior y en mucho más. Además, hay personas que deben participar y comprometerse mucho más, porque también los cristianos y cristianas debemos participar directamente en los ámbitos políticos, económicos, sociales y estructurales. Terminamos con unas palabras del Papa Francisco, con el número 273 de la Evangelii Gaudium: 273. La misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Allí aparece la enfermera de alma, el docente de alma, el político de alma, esos que han decidido a fondo ser con los demás y para los demás. Pero si uno separa la tarea por una parte y la propia privacidad por otra, todo se vuelve gris y estará permanentemente buscando reconocimientos o defendiendo sus propias necesidades. Dejará de ser pueblo. 7. Para compartir en el grupo Hablamos entre todas las personas participantes en este encuentro. ¿Qué he aprendido sobre la participación? ¿Qué nos ata más, el intimismo o el estructuralismo?¿En qué podíamos participar y no lo hacemos?¿En qué nos comprometemos en participar más directamente? 8. Oremos: Iniciamos este momento de oración con el canto: Somos un pueblo que camina. Destaquemos en forma de oración las palabras de esta canción que me invitan a participar. Cada uno promete al Señor participar más activamente en la sociedad y en la Iglesia. Luego, juntos rezan el Padre Nuestro, Ave María y recitan esta oración: 6 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Señor Jesús, te has hecho humano para comprender mejor nuestra realidad,ayúdanos a vivir en la Iglesia que nos has dado y en la realidad que nos hemos creado;danos fuerza para participar en construir una Iglesia y un mundo mejor,comenzando por nuestros grupos y movimientos,por nuestra parroquia y ministerios,por nuestra familia y barriada o edificio en que vivimos;ayúdanos a entender la sociedad y a poner nuestra parte en cambiarla,que nos metamos en los grupos sociales que nos rodean,defendamos a los más débiles,y luchemos por las causas justas,por la naturaleza y los animales,pero sobre todo por hacer un mundo más humano. Amén. 9. Avisos y canto final. Segundo encuentro de Evangelización Semana 11-16 de Agosto La Participación política Ambientación: La ambientación puede ser la colocación de la bandera, carteles políticos, o de campañas políticas, o poner unos periódicos sobre la mesa. También se puede poner la Biblia y la Constitución de la República en el centro de la mesa. 1.Canto: Queremos construir una ciudad en paz (u otro similar que hable de compromiso) 2. Oración: Todos juntos: Señor, Padre de bondad, tú eres quien gobierna cielos y tierra;/te pedimos por las personas que dirigen los destinos de nuestra patria, /dales tu Espíritu para que sus decisiones sean para bien del pueblo, / y tengan una preocupación especial por las personas más necesitadas; También te pedimos que nos ayudes a participar en política tanto con nuestras actitudes como con nuestras decisiones,/que perdamos el miedo y entremos en grupos, partidos e instituciones políticas,/y que lo hagamos como cristianos, como seguidores de tu Hijo Jesucristo, El, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. 3. Motivación del tema Este próximo 16 de Agosto celebramos la Restauración de la República que marca de manera definitiva nuestra nacionalidad dominicana ya iniciada el 27 de Febrero del 1844. Por eso, dentro de este año del diálogo en la verdad para fomentar la fraternidad se ha colocado como uno de los campos de acción a los políticos, a sus líderes y nuestra misión de participar en la política para construir una patria de todos y de todas. 7 No he venido a ser servido sino a servir De ahí, que en este Encuentro reflexionemos sobre la participación política de los cristianos. Comencemos dialogando sobre lo que pensamos y sabemos de la política. • ¿Qué entendemos por política? • ¿Es lo mismo política que política partidista? ¿En qué se diferencian? • ¿Está permitido a los cristianos participar en la política? ¿Por qué? • ¿Está permitido a los cristianos participar en un partido político? • Leamos este texto del Compendio de la Doctrina social de la Iglesia (no. 565): “Para los fieles laicos, el compromiso político es una expresión cualificada y exigente del empeño cristiano al servicio de los demás. La búsqueda del bien común con espíritu de servicio; el desarrollo de la justicia con atención particular a las situaciones de pobreza y sufrimiento; el respeto de la autonomía de las realidades terrenas; el principio de subsidiaridad; la promoción del diálogo y de la paz en el horizonte de la solidaridad: éstas son las orientaciones que deben inspirar la acción política de los cristianos laicos. Todos los creyentes, en cuanto titulares de derechos y deberes cívicos, están obligados a respetar estas orientaciones; quienes desempeñan tareas directas e institucionales en la gestión de las complejas problemáticas de los asuntos públicos, ya sea en las administraciones locales o en las instituciones nacionales e internacionales, deberán tenerlas especialmente en cuenta”. Respondamos estas preguntas: • ¿Cómo define este texto la participación política de los creyentes? • ¿Cuáles son las dos maneras de participar en la política de los cristianos? 4. Escuchemos la Palabra: Mateo 20,20-28 Reflexionemos Nos integramos en pequeños grupos para reflexionar sobre este texto bíblico y también sobre el texto del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. • ¿Qué actitud de dos discípulos motiva el enojo de los otros? ¿Sucede eso en nuestra realidad? • ¿Qué aconseja Jesús a quienes quieren participar en puestos políticos? • ¿El texto del Compendio ha hablado de algo similar a lo de Jesús? • ¿Tenemos, podemos, debemos meternos todos en política? ¿Por qué sí o no? 5. Canto: Si yo no tengo amor…. 6. Comentario para profundizar En el encuentro anterior hemos hablado principalmente de la participación a nivel “intermedio”, es decir en una serie de grupos e instituciones, tanto 8 Plan de Pastoral - Agosto 2014 eclesiales como sociales, que son cercanos, vecinos… ¿es esto suficiente? ¿A quién le corresponde meterse con la política, la economía y la macrosociedad?, a los demás, a los otros, a los políticos, (y algunos diremos que “a los malos”) ¿Será verdad? Actualmente se constata un descenso de interés, por parte de la mayoría de las personas, y también entre los católicos, por los problemas de la justicia, la igualdad, la solidaridad, etc. Para superar la indiferencia generalizada, y el refugiarse en lo privado, el cristiano debe ir contra corriente y educarse en el compromiso por cambiar y mejorar la realidad desde los valores de la fe, desde Cristo. Los compromisos sociales y políticos desde la fe dan autenticidad a nuestro seguimiento de Cristo y muestran nuestra credibilidad ante los demás. El cristiano debe vivir y defender la vida, y la vida digna, la suya y la de los demás. Entonces nos cabe la siguiente pregunta: ¿Qué posee de característico y peculiar la vida política, para que mediante ella puedan las personas realizar una vida plenamente humana? En la vida política, a las personas no se les debe medir por su capacidad de producir, sino por ser ciudadanos reconocidos como tales por todos, y cuyos derechos fundamentales están protegidos. La comunidad política nos abre a un ámbito más amplio y más rico que el de la familia o el grupo restringido al que pertenecemos. La vida política nos ayuda a abrirnos a un interés mayor que el nuestro propio o el de nuestro grupo. Con la política nos vamos haciendo más personas, más humanos. Y la caridad política es la que más espacio y personas abarca, ya que se ocupa de responder a todas las personas de la patria y del mundo. Así se expresa el concilio Vaticano II en GS 74: «La comunidad política nace, pues, para buscar el bien común, en el que encuentra su justificación plena y su sentido, y del que deriva su legitimidad primigenia y propia. El bien común abarca el conjunto de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección». La política no es mala, y es necesaria para organizar la sociedad. Por ello todos los cristianos y cristianas debemos meternos de lleno en política. De lleno no es cumplir con la obligación de votar en las elecciones, sino de votar y después de exigir a nuestros políticos el cumplimiento de sus deberes, de sus promesas y de sus compromisos con el pueblo. Exigirles durante todo el tiempo. El político votado por un católico debe saber que tendrá siempre tras de si una persona que le apoya si lo hace bien y le exige el cumplimiento y hasta la renuncia si lo hace mal y no cumple con su deber. Defendemos la democracia, pero una democracia participativa durante toda la vida. Los católicos metidos en los partidos políticos, deben ser críticos y defensores de los valores cristianos en todo momento. Además están lo cristianos católicos metidos en política, metidos y metidas en los cargos públicos; deben ser responsables con su conciencia y con los valores de Cristo. Por tanto, por encima de la “disciplina de partido”, estarán los mandatos de Cristo y los valores defendidos desde la fe cristiana. 9 No he venido a ser servido sino a servir Necesitamos meter más el compromiso cristiano en la política para cambiar el rumbo de nuestra vida. Será necesario preparar grandes líderes católicos para meterse en política y necesitamos que las personas que están metidas en cargos políticos escuchen a Cristo y lo sigan con sus vidas y con sus actuaciones en la vida pública. Hace unos meses, el Papa Francisco respondiendo a una pregunta sobre la política decía: “ Involucrarse en la política es una obligación para un cristiano. Nosotros, cristianos, no podemos «jugar a Pilato», lavarnos las manos: no podemos. Tenemos que involucrarnos en la política porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política. Usted me dirá: «¡Pero no es fácil!». Pero tampoco es fácil ser sacerdote. No existen cosas fáciles en la vida. No es fácil, la política se ha ensuciado demasiado; pero me pregunto: se ha ensuciado ¿por qué? ¿Por qué los cristianos no se han involucrado en política con el espíritu evangélico? Con una pregunta que te dejo: es fácil decir «la culpa es de ese». Pero yo, ¿qué hago? ¡Es un deber! Trabajar por el bien común, ¡es un deber de un cristiano! Y muchas veces el camino para trabajar es la política. Hay otros caminos: profesor, por ejemplo, es otro camino. Pero la actividad política por el bien común es uno de los caminos. Esto está claro”. 7.Canto: que hable del compromiso en la sociedad. 8. Para compartir en grupo: ¿Qué he aprendido en este encuentro sobre la participación política? ¿En qué me ha cuestionado? ¿En qué me puedo comprometer en la política? 9. Oremos: Nos colocamos en círculo y se coloca en el centro la bandera dominicana. Todos mirando la bandera hacemos oraciones de petición por nuestro país, por los líderes políticos y por nuestro compromiso político para que se realice el bien común en nuestro pueblo. Luego, cada uno se acerca a la bandera y la toma en sus manos y hace un compromiso de trabajar por la patria. Al final, todos unidos de la mano rezamos el Padre nuestro y el Ave María y cantamos juntos el Himno Nacional. 10. Avisos finales 10 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Tercer encuentro: Semana 18-22 de Agosto del 2014 La participación en la educación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes Ambientación: Para este encuentro, se puede adornar el local de la reunión con unos carteles o letreros con los nombres de las Escuelas, Colegios y otros centros educativos de nuestro sector, o barrio o urbanización. Se pueden colocar cuadernos, libros de textos, mochilas y símbolos de la Escuela. Se puede invitar a profesores y alumnos para que intervengan en el Encuentro de hoy. Al llegar las personas a la reunión se les entrega un papel doblado y cerrado. En cada papel se escribe uno de los componentes de la vida de un centro educativo de esta manera: ALUMNOS/AS. DOCENTES. FAMILIA. PERSONAL ADMINISTRATIVO. DIRECCION. SOCIEDAD. IGLESIA. Cada uno guarda su papel porque en un momento de la reunión las van a utilizar en una dinámica. 1. Canto sobre la Escuela. 2. Invocación del Espíritu Santo pidiéndole que nos ayude a profundizar nuestro compromiso con la Escuela que todos tenemos. 3. Motivación del tema: Todos llamados a participar en la Escuela Durante este mes de Agosto el valor que promueve nuestro Plan de Pastoral es la PARTICIPACION con su lema: “No he vino a ser servido sino al servir”(Mc.10,45). En este Encuentro de hoy nos centraremos en la participación en la escuela ya que la educación es una obra de todos y de todas que constituye el fundamento del desarrollo integral de las personas, de las comunidades y de la sociedad. Iniciamos con esta dinámica: Cada uno tiene un papel en el que está escrita una palabra relacionada con todo centro educativo. Cada uno lee su palabra y comparte con todos y todas qué relación tiene con la educación y cómo deben participar en la tarea educativa en cada centro educativo. Los que tienen la misma palabra se completan unos con otros. 4. Escuchemos la Palabra: Romanos 12, 4-8 Se deja un momento de silencio. Luego compartamos entre nosotros: Cada uno tiene un don especial para realizar una misión en cualquier campo de la vida. Así en la escuela cada uno está llamado a participar desde su propio carisma y misión. 11 No he venido a ser servido sino a servir • ¿Cómo estamos llamados a participar en la escuela según esta lectura? • ¿Cómo puedo contribuir a una educación de calidad e integral? • ¿A qué nos compromete como cristianos? 5. Para profundizar en el tema de hoy El Concilio Vaticano II en su Declaración sobre la Educación titulado Gravissimum educationis (la importancia de la educación) considera atentamente la importancia decisiva de la educación en la vida del hombre y su influjo cada vez mayor en el progreso social contemporáneo. En realidad la verdadera educación de la juventud, e incluso también una constante formación de los adultos, se hace más fácil y más urgente en las circunstancias actuales. Hoy día se reconoce que “todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, en cuanto participantes de la dignidad de la persona, tienen el derecho inalienable de una educación, que responda al propio fin, al propio carácter; al diferente sexo, y que sea conforme a la cultura y a las tradiciones patrias, y, al mismo tiempo, esté abierta a las relaciones fraternas con otros pueblos a fin de fomentar en la tierra la verdadera unidad y la paz. Pero la verdadera educación se propone la formación de la persona humana en orden a su fin último y al bien de las varias sociedades, de las que el hombre es miembro y de cuyas responsabilidades deberá tomar parte una vez llegado a la madurez (GE 1). “Entre todos los medios de educación, el de mayor importancia es la escuela, que, en virtud de su misión, a la vez que cultiva con asiduo cuidado las facultades intelectuales, desarrolla la capacidad del recto juicio, introduce en el patrimonio de la cultura conquistado por las generaciones pasadas, promueve el sentido de los valores, prepara a la vida profesional, fomenta el trato amistoso entre los alumnos de diversa índole y condición, contribuyendo a la mutua comprensión; además, constituye como un centro de cuya laboriosidad y de cuyos beneficios deben participar a un tiempo las familias, los maestros, las diversas asociaciones que promueven la vida cultural, cívica y religiosa, la sociedad civil y toda la comunidad humana” (GE 5). Hoy día se habla de la comunidad educativa del centro educativo integrada por los alumnos, los docentes, los padres y madres, amigos y amigas de la Escuela, personal directivo y administrativo. Cada uno de sus miembros tiene su puesto y su misión como veremos a continuación llevado de la mano por esta Declaración del Concilio Vaticano II. • En primer lugar, los padres y madres de familia o los que hacen sus veces para los niños, adolescentes y jóvenes “Puesto que los padres han dado la vida a los hijos, están gravemente obligados a la educación de la prole y, por tanto, ellos son los primeros y principales educadores. Este deber de la educación familiar es de tanta trascendencia que, cuando falta, difícilmente puede suplirse. Es, pues, obligación de los padres formar un ambiente familiar animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación íntegra personal y social de los hijos. La familia es, por tanto, la primera escuela de las virtudes sociales, de las que todas las sociedades 12 Plan de Pastoral - Agosto 2014 necesitan. Sobre todo, en la familia cristiana, enriquecida con la gracia del sacramento y los deberes del matrimonio, es necesario que los hijos aprendan desde sus primeros años a conocer la fe recibida en el bautismo. En ella sienten la primera experiencia de una sana sociedad humana y de la Iglesia. Por medio de la familia, por fin, se introducen fácilmente en la sociedad civil y en el Pueblo de Dios. Consideren, pues, atentamente los padres la importancia que tiene la familia verdaderamente cristiana para la vida y el progreso del Pueblo de Dios” (GE 3). De ahí que los primeros que están llamados a participar activamente en la vida y trabajo de la escuela son los padres y madres. No se trata de entregarle los hijos e hijas a los maestros y que ellos resuelvan. Es deber gravísimo de ellos y ellas participar activamente en las reuniones y otras actividades de la Escuela, aportar sus habilidades y carismas, apoyar el trabajo de la escuela en su propia casa, contribuir económicamente y colaborar en la Asociación de Padres, Madres y Amigos de la Escuela. • En segundo lugar los educadores y todo el personal que interviene en las escuelas “Hermosa es, por tanto, y de suma importancia la vocación de todos los que, ayudando a los padres en el cumplimiento de su deber y en nombre de la comunidad humana, desempeñan la función de educar en las escuelas. Esta vocación requiere dotes especiales de alma y de corazón, una preparación diligentísima y una facilidad constante para renovarse y adaptarse” (GE 5). “Recuerden los maestros que de ellos depende, sobre todo, el que la escuela católica pueda llevar a efecto sus propósitos y sus principios. Esfuércense con exquisita diligencia en conseguir la ciencia profana y religiosa avalada por los títulos convenientes y procuren prepararse debidamente en el arte de educar conforme a los descubrimientos del tiempo que va evolucionando. Unidos entre sí y con los alumnos por la caridad, y llenos del espíritu apostólico, den testimonio, tanto con su vida como con su doctrina, del único Maestro Cristo” (GE 8). • En tercer lugar los alumnos y alumnas llamados a participar activamente en las actividades académicas, de recreación, de formación humana y religiosa haciendo suyas las diferentes acciones que se realizan por el perfeccionamiento de la escuela. Ellos son el objetivo, el centro y los actores principales y alrededor de los cuales se mueve todo el proyecto educativo. • En cuarto lugar, les compete participar a toda la sociedad tanto los que la dirigen como todos la que la formamos. Como indica el Concilio la sociedad es responsable de la educación de sus miembros. “Obligación suya es proveer de varias formas a la educación de la juventud: tutelar los derechos y obligaciones de los padres y de todos los demás que intervienen en la educación y colaborar con ellos; conforme al principio del deber subsidiario cuando falta la iniciativa de los padres y de otras sociedades, atendiendo los deseos de éstos y, además, creando escuelas e institutos propios, según lo exija el bien común” (GE 3). En este sentido, “el Estado debe procurar que a todos los ciudadanos sea accesible la conveniente participación en la cultura y que se 13 No he venido a ser servido sino a servir preparen debidamente para el cumplimiento de sus obligaciones y derechos civiles. Por consiguiente, el mismo Estado debe proteger el derecho de los niños a una educación escolar conveniente, vigilar la capacidad de los maestros y la eficacia de los estudios, mirar por la salud de los alumnos y promover, en general, toda la obra escolar” (GE 6). • En quinto lugar, la Iglesia que somos nosotros Nos toca participar activamente en las escuelas a los que formamos la Iglesia prestando con generosidad nuestra ayuda en todo el campo de la educación, sobre todo con el fin de que puedan llegar cuanto antes a todos los rincones de la tierra los oportunos beneficios de la educación y de la instrucción. El Concilio nos exhorta a los cristianos que ayudemos “de buen grado a encontrar los métodos aptos de educación y de ordenación de los estudios y a formar a los maestros que puedan educar convenientemente a los jóvenes y que atiendan con sus ayudas, sobre todo por medio de asociaciones de los padres de familia, toda la labor de la escuela máxime la educación moral que en ella debe darse” (GE 6). 6. Para compartir en grupo ¿Cómo estoy cumpliendo con esta responsabilidad sobre la escuela? ¿En qué participo para favorecer la misión de la escuela?¿Qué actividades podríamos realizar en favor de la escuela donde estudian nuestros niños, adolescentes y jóvenes? Se propone esta tarea: Visitemos la escuela de nuestro Sector y pongámonos a su servicio. En este momento se organiza la visita. 7. Oremos por la comunidad educativa de nuestros centros educativos. Cada participante ora por la escuela o colegios del Sector presentando al Señor todos los que componen la comunidad educativa. Terminamos con el Padre nuestro y el Ave María 8. Avisos y canto final relativo a la escuela. 14 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Acción significativa del Sector Encuentro con todos los directivos de las diferentes organizaciones comunitarias “No he vino a ser servido sino al servir”(Mc.10,45) Orientación para este encuentro: Con tiempo se invitan a los líderes o directivos de las diferentes organizaciones comunitarias (juntas de vecinos, asociaciones, gremios) para este encuentro. Pedirle a cada organización preparar una presentación de sus objetivos y acciones realizadas. Adornar con el lema el lugar del Encuentro. Preparar un brindis para el final. 1. Cantos de animación. 2. Bienvenida y presentación de los participantes 3. Oración de invocación al Espíritu Santo. 4. Lectura de Marcos 10, 35-45 Se comparte brevemente sobre este texto bíblico indicando lo que nos pide el Señor a nosotros que trabajamos por nuestro Sector. 5.Dialoguemos sobre nuestras organizaciones comunitarias: Uno o una de cada organización la presenta diciendo cuáles son sus objetivos principales, sus logros y sus dificultades. 6. Recordemos a los que más se han destacado en el servicio en nuestro Sector. 7. Propuestas para que trabajemos juntos por nuestro Sector. En este momento, contestemos entre todos esta pregunta: ¿En qué podemos trabajar juntos a favor de nuestro Sector? Después de escuchar estas opiniones se buscan dos o tres acciones a realizar juntos. 8. Oración final: Se hacen peticiones al Señor por cada organización y se concluye con el Padre Nuestro, Ave María y la Paz. 9. Brindis compartido. 15 No he venido a ser servido sino a servir Acción Significativa Familiar La familia tiene derechos y deberes ciudadanos Orientaciones para esta Acción: Colocarse en círculo o alrededor de la mesa del comedor. Se coloca en el centro una bandera dominicana o un mapa del país o algún símbolo típico de nuestra patria. Se prepara un brindis para el final. Se tienen copiados los derechos y deberes si no se tienen suficientes Guías Mensuales. 1. Oración invocando el Espíritu Santo. 2. Escuchemos la Palabra: Compartimos el significado de esta Palabra. 3. Reconozcamos nuestros derechos: Entre todos vamos a revisar nuestros derechos ciudadanos marcando con una cruz los que sentimos que nos son reconocidos como familia y dejando sin marcar los que vemos que no nos son reconocidos en esta sociedad en que vivimos. • Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. • Toda persona tiene todos los derechos y libertades, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole. 16 Plan de Pastoral - Agosto 2014 • Todo individuo tiene derecho a la libertad. Nadie estará sometido a la esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas. • Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. • Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión. • Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación. • Todo individuo tiene derecho a la seguridad de su persona. • Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. • Todos somos iguales ante la ley y tenemos, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. • Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que le ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley. • Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella. • Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad. • Toda persona tiene derecho a circular libremente y elegir su residencia, a salir de cualquier país y a regresar a su país. • Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. • Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. • Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. • Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie puede ser privado arbitrariamente de su propiedad. • Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. • Los hombres y mujeres, a partir de la edad de casarse, tienen derecho, sin restricción alguna, a casarse y fundar una familia. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse matrimonio. • Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad. • Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección del mismo y a la protección contra el desempleo; y a percibir igual salario por igual trabajo. Toda persona tiene derecho a formar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses. • Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. 17 No he venido a ser servido sino a servir • Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute de su tiempo libre, a una limitación razonable del horario laboral y a vacaciones periódicas pagadas. • Toda persona tiene derecho a la educación; ésta deberá ser gratuita y obligatoria en los ciclos elementales. • Toda persona tiene derecho a tomar parte en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico. • Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente elegidos. • Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos. 4. Todos tenemos deberes que cumplir. Todo derecho humano tiene un deber que cumplir. Ahora revisemos los deberes ciudadanos que tenemos personalmente y como familia que es parte de la sociedad. Vayamos leyendo y poniendo una cruz al que cumplimos y los que no cumplimos lo dejamos vacío. • Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios • Defender y difundir los derechos humanos como fundamento de la convivencia pacífica. • Participar en la vida política, cívica y comunitaria del país; • Integrarse en organizaciones comunitarias del Sector, del municipio y del país • Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas; • Comprometerse a participar activamente en el proceso de mejora de una nación, autonomía personal e inserción social. • Respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas para mantener la independencia y la integridad nacionales. • Colaborar para el buen funcionamiento de la administración de la justicia. • Proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la conservación de un ambiente sano. • Trabajar por lograr el mantenimiento de la paz. • Contribuir al financiamiento de los gastos e inversiones del Estado dentro de conceptos de justicia y equidad. • Involucrarse y apoyar las escuelas de la comunidad. 5. Oremos por nuestra patria para que se respeten los derechos y cumplamos nuestros deberes ciudadanos. Ahora cada uno mencionar uno de los derechos o de los deberes ciudadanos y pedir al Señor por su cumplimiento en nuestro país. Se concluye uniendo sus manos y rezando el Padre Nuestro, Ave María y Gloria. 6. Cantemos el Himno Nacional como signo de compromiso de respetar los derechos y cumplir con los deberes ciudadanos. Luego todos se dan un abrazo de paz. 7. Se comparte el brindis. 18 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Celebraciones Dominicales. Lecturas de la Palabra de cada día Meditación diaria del Evangelio, 1 Viernes Memoria Obligatoria: San Alfonso María de Ligorio, Obispo y Doctor de la Iglesia Blanco Lectura del Profeta Jeremías 26, 1-9 Al comienzo del reinado de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra del Señor a Jeremías: Así dice el Señor: Ponte en el atrio del templo y di a todos los ciudadanos de Judá que entran en el templo para adorar, las palabras que yo te mande decirles; no dejes ni una sola. A ver si escuchan y se convierte cada cual de su mala conducta, y me arrepiento del mal que medito hacerles a causa de sus malas acciones. Les dirás: “Así dice el Señor: Si no me obedecen, cumpliendo la ley que les di en su presencia, y escuchando las palabras de mis siervos, los profetas, que les enviaba sin cesar (y ustedes no escuchaban), entonces trataré a este templo como al de Silo, a esta ciudad la haré fórmula de maldición para todos los pueblos de la tierra.”” Los profetas, los sacerdotes y el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras, en el templo del Señor. Y, cuando terminó Jeremías de decir cuanto el Señor le había mandado decir al pueblo, lo agarraron los sacerdotes y los profetas y el pueblo, diciendo: Eres reo de muerte. ¿Por qué profetizas en nombre del Señor que este templo será como el de Silo, y esta ciudad quedará en ruinas, deshabitada?” Y el pueblo se juntó contra Jeremías en el templo del Señor. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 68 R. /“Que me escuche tu gran bondad, Señor” Más que los pelos de mi cabeza son los que me odian sin razón; más duros que mis huesos, los que me atacan injustamente. ¿Es que voy a devolver lo que no he robado? R. Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. Soy un extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre; porque me devora el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R. Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 13, 54-58 En aquel tiempo fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: “¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?”. Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo: “Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta”. Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe. Palabra del Señor. 19 No he venido a ser servido sino a servir Meditación Debió lamentarse mucho Jesús que su misma gente, los suyos, no pudieran recibirlo como hicieron otros pueblos y por tanto se beneficiaran de su acción mesiánica cuando curó a sus enfermos, alivió la carga de tantos que acudieron a él solicitando su ayuda. La diferencia entre unos y otros está marcada por la fe. Lo dice bien claro el evangelista: “y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe”. La fe, hermanos y hermanas, es indispensable para conseguir la acción milagrosa de Jesús. Quienes vieron crecer a Jesús en el seno de la familia de Nazaret no podían aceptar que él fuera alguien más que lo que ellos conocían: “el hijo del carpintero”. Ese no podía hacer cosa alguna que sobrepasara los límites del humano, del hombre de carne y hueso, carente de cualquier poder especial, más allá de la elocuente pieza oratoria que conmovía a quienes le escuchaban. La gente, muchas veces nuestra propia gente, duda de nuestra capacidad cuando nos destacamos en alguna área del saber, llegan a rechazarnos y a preferir al extraño, quizás más incompetente. A menudo se niega la participación a los de casa y se abren las puertas al que llega de lejos. Pasa con los maestros, con los médicos, con los políticos, con los sacerdotes, una y otra vez, se cumple la profecía: “sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta”. Es una triste realidad que se repite en muchos ambientes, incluyendo el religioso donde hay personas que temen o sienten vergüenza ante su propia gente; catequistas, ministros, predicadores, que prefieren ir a otros barrios o lugares distantes. Es lamentable que entre nosotros se olvide la fuerza actuante del Espíritu y no le demos la oportunidad a quienes le sirven a Dios para que éste se manifieste a favor de toda la Iglesia. Está probado a lo largo de la historia de salvación cómo Dios se vale de instrumentos para manifestar sus decisiones y su poder. Las acciones de hombres y mujeres, dotados de una alta sensibilidad por las necesidades ajenas, mueve a creer que Dios sigue actuando a través de causas segundas. Si llevados por prejuicios, cualquiera de nosotros rechaza a estas causas segundas, está haciendo un rechazo al mismo Dios. Ahora tenemos la oportunidad de dejar actuar a Jesús en nuestra vida, permitir que él se siga dando a conocer en los acontecimientos ordinarios de la vida social, política, económica de nuestro pueblo. Hermanos promovamos la participación de todos en la construcción de una sociedad más justa, apoyemos y valoremos a quienes se dan desde nuestras escuelas, desde nuestros hospitales, desde nuestras comunidades eclesiales, desde los recónditos de nuestros callejones y de nuestros campos, donde también hay lloros y lamentos por nuestras desgracias, nuestros sufrimientos y nuestros enfermos. 2 Sábado Feria o Memoria Libre San Eusebio de Vercelli, Obispo y San Pedro Eymar, Presbítero Verde o Blanco Lectura del Profeta Jeremías 26,11-16.24 En aquellos días, los sacerdotes y los profetas dijeron a los príncipes y al pueblo: «Este hombre es reo de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como lo han oído con sus oídos.» 20 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Jeremías respondió a los príncipes y al pueblo: «El Señor me envió a profetizar contra este templo y esta ciudad las palabras que han oído. Pero, ahora, enmienden su conducta y sus acciones, escuchen la voz del Señor, su Dios; y el Señor se arrepentirá de la amenaza que pronunció contra ustedes. Yo, por mi parte, estoy en sus manos: hagan de mí lo que mejor les parezca. Pero, sepan bien: si ustedes me matan, echan sangre inocente sobre ustedes, sobre esta ciudad y sus habitantes. Porque ciertamente me ha enviado el Señor a ustedes, a predicar a sus oídos estas palabras.» Los príncipes del pueblo dijeron a los sacerdotes y profetas: «Este hombre no es reo de muerte, porque nos ha hablado en nombre del Señor, nuestro Dios.» Entonces Ajicán, hijo de Safán, se hizo cargo de Jeremías, para que no lo entregaran al pueblo para matarlo. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 68 *Escúchame, Señor, el día de tu favor* Arráncame del cieno, que no me hunda; líbrame de los que me aborrecen, y de las aguas sin fondo. Que no me arrastre la corriente, que no me trague el torbellino, que no se cierre la poza sobre mí. R. Yo soy un pobre malherido; Dios mío, tu salvación me levante. Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias. R. Mírenlo, humildes, y alégrense, busquen al Señor, y revivirá su corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 14,1-12 En aquel tiempo oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús, y dijo a sus ayudantes: «Ese es Juan Bautista que ha resucitado de entre los muertos, y por eso los Poderes actúan en él.» Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado por motivo de Herodías, mujer de su hermano Felipe, porque Juan le decía que no le estaba permitido vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista.» El rey lo sintió; pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron y fueron a contárselo a Jesús. Palabra del Señor. Meditación Hermanos y hermanas, nos causa un profundo rechazo la actitud de Herodes, el rey hipócrita que prefirió honrar su palabra más que respetar la vida de un inocente, de uno que tenía por un hombre justo, Juan. Embriagado, emocionado por el baile de la hija de Herodías, la amante del rey, esposa de su hermano Filipo, el gobernante, en medio del festín, 21 No he venido a ser servido sino a servir ha hecho una promesa a la joven bailarina. Pero Herodes no imaginaba cuál pudiera ser la petición de la muchacha: “Quiero que me des en una bandeja la cabeza de Juan”. La orden fue dada y la espada del verdugo cayó sobre su cuello y le separó la cabeza. Qué triste es cuando nos damos cuenta que la historia política de los pueblos está plagada de decisiones como la tomada por Herodes. Muchos políticos, una vez toman el poder, se sienten dueños y señores hasta de la vida ajena. Se adueñan de las cosas ajenas, crean leyes y decretan a favor de sus intereses, sin importarles si ello perjudica a alguien. El único delito de Juan fue llamarle la atención al rey de que no le era lícito vivir con la mujer de su hermano. Juan cumplía con su misión profética, denunciaba lo que estaba mal, y sin importarle la jerarquía, intentaba persuadir al pecador para que cambiara sus actos. Extraordinario valor el de Juan, digna de imitar la perseverancia en la fidelidad a la tarea encomendada. El Bautista pudo echarse atrás y como dicen ahora “dejar que los otros vivan como les parezca”, y sin embargo, sabiendo la desigualdad ente el poder del rey y su debilidad, contando sólo con la ayuda de Dios, que lo llamó, continuó buscando la conversión del pecador, y en su insistencia encontró la muerte. ¿Quién le concedió tal autoridad a Herodes? ¿Es que el poder de los gobernantes no tiene límites? ¿Es que desde un escritorio, desde una bebentina, se puede decidir quién vive y quién no? Andamos mal señores, pues ese comportamiento sigue vigente en nuestra sociedad, perjudicando a los más pequeños, a los económicamente más desposeídos. Los tiranos, los dictadores, los que simulan ser demócratas y se pronuncian a favor del aborto, de la eutanasia y les cierran la puerta de las oportunidades a tantos jóvenes lanzados al negocio del crimen organizado y de la prostitución. También estos son condenados a muerte, a veces privados del derecho a la educación y al desarrollo de una vida decente. Que el Señor nos envíe muchos profetas como Juan, hombres, mujeres que sirvan a los intereses del Reino y que en toda circunstancia estén dispuestos a denunciar el mal no importando de no dónde venga. No más Herodes, no más dictadores, que se empoderen de la voluntad, de la suerte, de los bienes de los demás. 3 II Semana Liturgia de las Horas XVIII Domingo del Tiempo Ordinario Verde Con Cristo participemos para que haya comida para todos y todas Algunas orientaciones para este Domingo: Poner el lema del mes en lugar visible y el lema de este Domingo. Se puede dramatizar el Evangelio dándoles participación a jóvenes y a los adolescentes. Resaltar 22 Plan de Pastoral - Agosto 2014 esos sentimientos de Jesús misericordioso, que no vino a ser servido, sino a servir y que nos regala sus dones, nos da de comer y de beber y nos instruye con su palabra. Invitar Los políticos, a los estudiantes de Escuelas y colegios para que participen durante todo este mes patrio en las actividades parroquiales. Monicion de Entrada: Hermanos y hermanas: Jesús verdadero pan de vida nos reúne para participar del banquete eucarístico en este Décimo octavo domingo del tiempo ordinario. Estamos iniciando el mes de Agosto en el que participamos en las celebraciones de la fiesta de la Restauración de la República, como pueblo en misión, abierto al dialogo, que fomenta la fraternidad en la sociedad para lograr una mejor nación, donde la generosidad sustituya el egoísmo y el servicio al afán de aprovecharse de los demás. Por eso, en este mes el valor a cultivar es la participación que con su lema ““No he vino a ser servido sino al servir”(Mc.10,45) nos invita a mirar a Jesús siempre dispuesto a compartir y a socorrer a su pueblo. El como a los primeros discípulos nos hace servidores como El y nos mueve a participar activamente en nuestra sociedad para que se multiplique el pan de modo que haya pan cada día que sea nuestro de modo que llegue a todos y a todas. Dispongámonos a saciarnos del pan de la Palabra y de la Eucaristía que se nos da con abundancia, para que así podamos ponernos al servicio de los demás. De pie recibamos al Señor que llega a presidir esta Eucaristía a través de su ministro. Primera lectura: Isaías 55, 1-3 A través del Profeta Isaías, Dios nos invita a escuchar y a acoger su palabra, alimentarnos con los dones que El nos ofrece y a participar del banquete ofrecido gratuitamente, para que nuestra vida sea de amor y servicio fraterno a los demás. Escuchemos. Lectura del libro de Isaías 55,1-3 Así dice el Señor: «Oigan, sedientos todos, acudan por agua, también los que no tengan dinero: vengan, compren trigo, coman sin pagar vino y leche de balde. ¿Por qué gastan dinero en lo que no alimenta, y el salario en lo que no da hartura? Escuchen atentos y comerán bien, saborearán platos sustanciosos. Inclinen el oído, vengan a mí: escúchenme, y vivirán. Sellaré con ustedes alianza perpetua, la promesa que aseguré a David.»Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 144 R/. Abres tú la mano, Señor, y nos sacias de favores El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad;el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R/. Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano,y sacias de favores a todo viviente. R/. El Señor es justo en todos sus caminos,es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan,de los que lo invocan sinceramente. R/. 23 No he venido a ser servido sino a servir Segunda lectura: Romanos 8, 35.37-39 El Apóstol Pablo nos recuerda que todos los dones de Dios se encuentran en su Hijo Jesucristo, en quien Dios nos ha donado todo su amor, que “ no ha venido a ser servido sino a servir” y de quien nada ni nadie podrá separarnos jamás. Escuchemos. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8,35.37-39 ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra de Dios. Aleluya No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Evangelio: Mateo 14, 13-21 En el Evangelio de hoy, Jesús, el verdadero servidor se muestra misericordioso, El es pan de vida que nos alimenta plenamente,El se compadece de la multitud que le sigue y se opera el milagro de la multiplicación de los panes, en la que hace participar a sus discípulos haciéndolos servidores de su gente. Cantando aclamamos a Jesús que se nos muestra atento a las necesidades de los que le siguen. Lectura del santo evangelio según san Mateo 14,13-21 En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.» Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, denles ustedes de comer.» Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.» Les dijo: «Tráiganmelos.» Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Palabra del Señor. Meditación Mateo narra cuidadosamente el episodio de la multiplicación de los panes. Nos dice que Jesús se conmueve en su interior. No es para menos, en el momento en que llega, Jesús se encuentra con una muchedumbre 24 Plan de Pastoral - Agosto 2014 que lo espera; al ver a la muchedumbre se conmueve y cura a sus enfermos. Es una muchedumbre “cansada y abatida como ovejas sin pastor”. El verbo que expresa la compasión de Jesús es verdaderamente expresivo: a Jesús “se le hace pedazos el corazón”; corresponde al verbo hebreo que expresa el amor visceral de la madre. Es el mismo sentimiento que tuvo Jesús ante la tumba de Lázaro. El relato de la multiplicación de los panes se abre con una expresión, “al atardecer”, que también introduce el relato de la última cena y el de la sepultura de Jesús. Por la tarde, pues, invita Jesús a los apóstoles a dar de comer a la multitud. En medio del desierto lejano de las aldeas y de las ciudades, el Maestro y los discípulos se hallan ante un problema humano muy fuerte: dar de comer a la numerosa multitud que le sigue. Ante los límites humanos, expresados en los discípulos que no saben qué hacer y que sugieren mandarlo a sus casas, Jesús interviene y realiza el milagro saciando a todos los que lo siguen. Dar de comer es aquí la respuesta de Jesús. El don del pan no sólo es suficiente para saciar a la multitud, sino que es tan abundante que hay que recoger las sobras. Los gestos que acompañan al milagro son idénticos a los que Jesús adoptará más tarde en la “noche en que fue entregado”: levanta los ojos, bendice el pan, lo parte. De aquí se deduce el valor simbólico del milagro: puede considerarse una anticipación de la eucaristía. Además, dar de comer a la multitud por parte de Jesús es un “signo” de que él es el mesías y de que prepara un banquete de fiesta para toda la humanidad. De Jesús, que distribuye los panes, aprenden los discípulos el valor del compartir. Es un gesto simbólico que contiene un hecho real que va más allá del episodio mismo y se proyecta hacia el futuro: el don de nuestra eucaristía diaria, en la que revivimos aquel gesto del pan partido, es necesario que sea reiterado en nuestras misas. Aprendamos a compartir, que nuestro gesto solidario multiplique los bienes materiales que ponemos en común y no dejemos que nada se desperdicie. Oración de los fieles El que preside: Presentemos al Padre nuestras oraciones diciéndole: Haznos servidores de los demás como tu Hijo. Por el Papa Francisco, los obispos, sacerdotes, Diáconos, consagrados y Consagradas, Laicos y Laicas comprometidos, para que participen en la expansión del Reino de Dios y sean verdaderos servidores como Jesús que no vino a ser servido sino a servir. Roguemos al Señor. Por los gobernantes de las naciones, para que cumpliendo con el compromiso de gobernar sepan servir a su pueblo y promuevan una justa distribución de los bienes terrenales, para que no falte el alimento en ningún hogar. Roguemos al Señor Por los indigentes, los desamparados, todos los que sufren, para que en el pan de la palabra y de la Eucaristía encuentren la fuerza necesaria para sobrellevar sus dificultades y encuentren en nosotros la mano amiga y solidaria de Dios. Roguemos al Señor. 25 No he venido a ser servido sino a servir Por nuestras familias para que haciendo uso de los recursos que Dios ha puesto en sus manos, promuevan desde ellas el dialogo y la fraternidad, y de ellas surjan vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Roguemos al Señor. Por todos nosotros, invitados por el Padre a participar de este banquete eucarístico, para que saciados de su Palabra y de su amor participemos en la construcción de una sociedad donde haya una mesa común para todos y todas. Roguemos al Señor. El que preside: Escucha Padre nuestras oraciones que te dirigimos como pueblo tuyo que ha aceptado acercarse a tu banquete y haz que sepamos compartir y repartir los bienes que nos has dado con los más necesitados. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. 4 Lunes Memoria Obligatoria: Santo Domingo de Guzmán, Presbítero y Doctor de la Iglesia Blanco Lectura del Profeta Jeremías 28,1-17 Al principio del reinado de Sedecías en Judá, el mes quinto, nanías, hijo de Azur, profeta natural de Gabaón, me dijo en el templo, en presencia de los sacerdotes y de toda la gente: «Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: “Rompo el yugo del rey de Babilonia. Antes de dos años devolveré a este lugar todo el ajuar del templo que Nabucodonosor, rey de Babilonia, cogió y se llevó a Babilonia. A Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y a todos los judíos desterrados en Babilonia yo los haré volver a este lugar – oráculo del Señor–, porque romperé el yugo del rey de Babilonia.”» El profeta Jeremías respondió al profeta Ananías, en presencia de los sacerdotes y del pueblo que estaba en el templo; el profeta Jeremías dijo: «Amén, así lo haga el Señor. Que el Señor cumpla tu profecía, trayendo de Babilonia a este lugar todo el ajuar del templo y a todos los desterrados. Pero escucha lo que yo te digo a ti y a todo el pueblo: “Los profetas que nos precedieron, a ti y a mi, desde tiempo inmemorial, profetizaron guerras, calamidades y epidemias a muchos países y a reinos dilatados. Cuando un profeta predecía prosperidad, sólo al cumplirse su profecía era reconocido como profeta enviado realmente por el Señor.”» Entonces Ananías le quitó el yugo del cuello al profeta Jeremías y lo rompió, diciendo en presencia de todo el pueblo: «Así dice el Señor: “Así es como romperé el yugo del rey de Babilonia, que llevan al cuello tantas naciones, antes de dos años.”» El profeta Jeremías se marchó por su camino. Después que el profeta Ananías rompió el yugo del cuello del profeta Jeremías, vino la palabra del Señor a Jeremías: «Ve y dile a Ananías: “Así dice el Señor: Tú has roto un yugo de madera, yo haré un yugo de hierro. Porque así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Pondré yugo de hierro al cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia; y se le someterán, y hasta las bestias del campo le entregaré.”» El profeta Jeremías dijo a Ananías profeta: «Escúchame, Ananías; el Señor no te ha enviado, y tú has inducido a este pueblo a una falsa confianza. 26 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Por eso, así dice el Señor: “Mira: yo te echaré de la superficie de la tierra; este año morirás, porque has predicado rebelión contra el Señor.”» Y el profeta Ananías murió aquel mismo año, el séptimo mes. Palabra de Dios. Sal Responsorial 118 R. “Instrúyeme, Señor, en tus leyes” Apártame del camino falso, y dame la gracia de tu voluntad. R/. No quites de mi boca las palabras sinceras,porque yo espero en tus mandamientos. R/. Vuelvan a mi tus fieles que hacen caso de tus preceptos. R/. Sea mi corazón perfecto en tus leyes,así no quedaré avergonzado. R/. Los malvados me esperaban para perderme,pero yo meditaba tus preceptos. R/. No me aparto de tus mandamientos,porque tú me has instruido. R/. Lectura del santo evangelio según san Mateo 14,13-21 En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.» Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, denles ustedes de comer.» Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.» Les dijo: «Traigánmelos.» Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Palabra del Señor. Meditación El texto del Evangelio de hoy manifiesta especial interés en involucrar al discípulo en la actuación del Maestro: “Denles ustedes de comer... Con estas palabras, Jesús nos está invitando a participar. Compasión es mucho más que un sentimiento, compasión es participar. Compadecerse es salir de uno mismo llevando consigo lo que uno tiene, por poco que sea, para compartirlo con el que no lo tiene y que por eso mismo sufre. Lo poco pueden ser cinco panes y dos peces. Pero cuando la compasión es sincera y total, la abundancia de lo poco puede ser milagrosa. La compasión así entendida es signo de que el Reino de Dios ya ha llegado. La compasión, pues, construye el Reino. Pero como un elemento 27 No he venido a ser servido sino a servir esencial de la compasión es compartir gratuitamente lo que uno tiene, muy a menudo tengo la impresión de que el Reino de Dios debe estar lejos todavía, pues “gratis” parece ser una palabra que sólo tiene existencia en los diccionarios. ¿Qué tiene, pues, de extraño que desconozcamos la abundancia milagrosa de lo poco compartido? La compasión-participación a la que el texto invita al discípulo debe moverse en cualquier orden de la vida, pero no es ni mucho menos ajena al Reino de Dios la compasión en el orden de las necesidades básicas, como son la salud y la comida. La compasión de Jesús es una actitud total y liberadora, que supone, en ese momento preciso de la vida diaria, una doble actuación: llegar, desde la necesaria convivencia, a dar una respuesta a las necesidades de los hombres; curar a los enfermos y saciar de pan a los que tenían hambre. Nada más lejos que nuestra realidad de lástima y enternecimiento. Compasión no es enternecerse el corazón; es comprometerse y participar para que la realidad necesitada de unos hermanos nuestros pueda sufrir una transformación. Es evidente que en el amor es más importante el obrar que el simple decir. No son palabras, son las acciones las que muestran lo que es el amor. Seguimos estando bajo el peso de una mentalidad verbalista y nominalista. Jesús empieza “compadeciéndose” de la multitud y termina “compartiendo”, que es la terminación normal a donde no llega casi nadie. Compadecerse, todos, sí. Todos tenemos un alma finísima y lloramos mucho por poca cosa. En seguida compadecemos a cualquiera. Quien compadece y no comparte, no está movido por un amor sincero, hace teatro. ¿Compartir qué? Todo, lo que se tenga, nada, cualquier cosa, unos panes y unos peces, dos mangos, lo que sea Verá usted cómo la cosa se multiplica. Compartir es multiplicar. 5 Feria o Memoria Libre: La Dedicación de la Basílica de Santa María Martes Verde o Blanco Lectura del Profeta Jeremías 30, 1-2. 12-15. 18-22 Palabra que Jeremías recibió del Señor: “Así dice el Señor, Dios de Israel: “Escribe en un libro todas las palabras que he dicho. Porque así dice el Señor: “Tu fractura es incurable, tu herida está enconada; no hay remedio para tu llaga, no hay medicinas que te cierren la herida. Tus amigos te olvidaron, ya no te buscan, porque te alcanzó el golpe enemigo, un cruel escarmiento, por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados. ¿Por qué gritas por tu herida? Tu llaga es incurable; por el número de tus crímenes, por la muchedumbre de tus pecados, te he tratado así.” Así dice el Señor: “Yo cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob, me compadeceré de sus moradas; sobre sus ruinas será reconstruida la ciudad, su palacio se asentará en su puesto. De ella saldrán alabanzas y gritos de alegría. Los multiplicaré, y no disminuirán; los honraré, y no serán despreciados. Serán sus hijos como en otro tiempo, la asamblea será estable en mi presencia. Castigaré a sus opresores. Saldrá de ella un príncipe, su señor 28 Plan de Pastoral - Agosto 2014 saldrá de en medio de ella; me lo acercaré y se llegará a mí, pues, ¿quién, si no, se atrevería a acercarse a mí? -oráculo del Señor-. Ustedes serán mi pueblo, y yo seré su Dios.” Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 101 “El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria.” Los gentiles temerán tu nombre, los reyes del mundo, tu gloria. Cuando el Señor reconstruya Sión, y aparezca su gloria, y se vuelva a las súplicas de los indefensos, y no desprecie sus peticiones. R. Quede esto escrito para la generación futura, y el pueblo que será creado alabará al Señor. Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fijado en la tierra, para escuchar los gemidos de los cautivos y librar a los condenados a muerte. R. Los hijos de tus siervos vivirán seguros, / su linaje durará en tu presencia. / Para anunciar en Sión el nombre del Señor, y su alabanza en Jerusalén, cuando se reúnan unánimes los pueblos y los reyes para dar culto al Señor. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 14, 22-36 Después que sació la gente, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaron a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento les era contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: “¡Animo, soy yo, no tengan miedo! Pedro le contestó: “Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua”. El le dijo: “Ven”. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: “Señor, sálvame”. En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: “Realmente eres Hijo de Dios”. Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron curados. Palabra del Señor. Meditación El Evangelio de hoy presenta a Jesús obligando a los discípulos a subir a la barca a ir al otro lado del mar, donde estaba la tierra de los paganos. La barca simboliza la comunidad, a la iglesia. Ella tiene la misión de dirigirse a los paganos y de anunciar a ellos también la Buena Nueva del Reino que da vida a una nueva manera de convivir en comunidad. La barca es agitada por las olas, pues el viento es contrario. A pesar de estar remando toda la noche, falta mucho para llegar a tierra. Faltaba mucho para que las 29 No he venido a ser servido sino a servir comunidades hiciesen la travesía hacia los paganos. Jesús no fue con los discípulos. Ellos debían aprender a enfrentarse a las dificultades, unidos y fortalecidos por la fe en Jesús quien los envió. Jesús se fue al encuentro de los discípulos. Andando sobre las aguas, llega cerca de ellos, pero ellos no lo reconocen. Gritan de miedo. Jesús los calma diciendo: “¡Animo! ¡Soy yo! ¡No teman!” La expresión “¡Soy yo!” es la misma con la que Dios trató de superar el miedo de Moisés cuando le envió para que libertara al pueblo de Egipto. Para las comunidades, tanto las de ayer como las de hoy, era y es muy importante escuchar de nuevo: “¡Animo! ¡Soy yo! ¡No teman!” Jesús permite que Pedro se acerque a él por el mar. Pero Pedro tiene miedo. Piensa que se hunde y grita: “¡Señor! Sálvame!” Jesús lo asegura y reprende: “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” Pedro tiene más fuerza de lo que se imagina, pero tiene miedo ante las olas contrarias y no cree en el poder de Dios que existe en él. Las comunidades no creen en la fuerza del Espíritu que existe en ellas, y que actúa mediante la fe. Es la fuerza de la resurrección (Ef 1,19-20). ¿Qué ha pasado con Pedro? ¿Qué ha pasado con tantas personas, que animadas en la fe, dispuestas a conquistar el mundo, de repente, empezaron a hundirse y se desalentaron? Tal vez tuvieron miedo a las dificultades y ante la primera tempestad, ante las pequeñas olas de la indiferencia, de las críticas, de las amenazas, perdieron la fe. Los otros discípulos, que estaban en la barca, se quedaron maravillados y se arrodillaron ante Jesús. Así, Mateo sugiere que no es sólo Pedro el que sustenta la fe de los discípulos, sino que la fe de los discípulos sustenta la fe de Pedro. Queremos tener una fe tan fuerte que podamos caminar seguros en medio de las zozobras y dificultades, que nada nos quite la ilusión de acercarnos cada vez más a la meta que nos hemos trazado. El Señor que nos llama y que tiende la mano para que estrechemos la nuestra, elimine de nosotros todos los miedos a que nos arrastra nuestra propia debilidad. 6 Miércoles Fiesta: La Transfiguración del Señor Blanco Lectura del Profeta Daniel 7, 9-10.13-14 Yo, Daniel, tuve una visión nocturna: vi que colocaban unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve y sus cabellos, blancos como lana; Su trono, llamas de fuego, con ruedas encendidas; Un río de fuego brotaba delante de ´El. Miles de miles le servían, millones y millones estaban a sus órdenes. Comenzó el juicio y se abrieron los libros. Yo seguí contemplando en mi visión nocturna y vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía entre las nubes del cielo. Avanzó hacia el anciano de muchos siglos y fue introducido a su presencia. Entonces recibió la soberanía, la gloria y el reino. Y todos los pueblos, naciones y lenguas lo servían. Su poder nunca se acabará, porque es un poder eterno, y su reino jamás será destruido. Palabra de Dios. 30 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Salmo Responsorial: 96 “Reina el Señor, alégrese la tierra.” Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo entero. Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor que se asienta en la justicia y el derecho. R. Los montes se derriten como era ante el Señor de toda la tierra. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. R. Tú Señor altísimo, estás muy por encima de la tierra y mucho más en alto que los dioses. R. Lectura de la Segunda Carta del Apóstol San Pedro 1, 16-19 Hermanos: Cuando les anunciamos la venida gloriosa y llena de poder de nuestro Señor Jesucristo, no lo hicimos fundados en fábulas hechas con astucia, sino por haberlo visto con nuestros propios ojos en toda su grandeza. En efecto, Dios lo llenó de gloria y honor, cuando la sublime voz del Padre resonó sobre él, diciendo: «Este es mi Hijo amado, en quien Yo me complazco». Y nosotros escuchamos esta voz, venida del cielo, mientras estábamos con el Señor en la montaña santa. Tenemos también la firmísima palabra de los profetas, a la que con toda razón ustedes consideran como una lámpara que ilumina en la oscuridad, hasta que despunte el día y el lucero de la mañana amanezca en los corazones de ustedes. Palabra de Dios. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 17, 1-9 En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escúchenle». Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra del Señor. Meditación La Transfiguración se narra en los tres sinópticos (Mt 17,1-9; Mc 9,2-8; Lc 9,28-36), señal de que este pasaje recogía un mensaje muy importante para los primeros cristianos. Confirmó a Jesús en su misión como MesíasSiervo. Ayudó a los discípulos a superar la crisis que les causaba el escándalo de la cruz. Llevó a las comunidades a profundizar en su fe en Jesús, Hijo de Dios, amado del Padre y nueva clave para interpretar la Ley y los Profetas. La Transfiguración continúa siendo una ayuda para superar las crisis que el sufrimiento y la cruz nos producen hoy. 31 No he venido a ser servido sino a servir Nos situamos inmediatamente antes de empezar la subida a Jerusalén. Pedro, en nombre de todos los discípulos, acaba de confesar a Jesús como el Mesías de Dios (Lc 9,18-21). Jesús, para evitar malentendidos, les ha anunciado que él es un mesías sufriente: “el Hijo del hombre tiene que ser rechazado por sacerdotes y letrados, condenado a muerte y resucitar al tercer día”. Después, les ha enseñado también que éste es el camino del discípulo... “quien quiera seguirme, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz cada día y venga conmigo...”. En este contexto de crisis, en el que los discípulos esperaban un mesías glorioso y no podían comprender el camino de sufrimiento que esperaba a Jesús, es donde sucede la Transfiguración. La escena es considerada tradicionalmente como “la transfiguración de Jesús”. No es posible reconstruir con certeza la experiencia que dio origen a este sorprendente relato. Todos sabemos que los evangelistas le dan gran importancia pues, según su relato, es una experiencia que deja entrever algo de la verdadera identidad de Jesús. En un primer momento, el relato destaca la transformación de su rostro y, aunque vienen a conversar con él Moisés y Elías, tal vez como representantes de la ley y los profetas respectivamente, sólo el rostro de Jesús permanece transfigurado y resplandeciente en el centro de la escena. Al parecer, los discípulos no captan el contenido profundo de lo que están viviendo, pues Pedro dice a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Coloca a Jesús en el mismo plano y al mismo nivel que a los dos grandes personajes bíblicos. A cada uno su tienda. Jesús no ocupa todavía un lugar central y absoluto en su corazón. La voz de Dios le va a corregir, revelando la verdadera identidad de Jesús: «Éste es mi Hijo, el escogido», el que tiene el rostro transfigurado. No ha de ser confundido con los de Moisés o Elías, que están apagados. «Escúchenle a él». A nadie más. 7 Jueves Feria o Memoria Libre: San Sixto II, Papa y sus Compañeros Mártires o San Cayetano, Presbítero Verde, Rojo o Blanco Lectura del Profeta Jeremías 31, 31-34 Miren que llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor –oráculo del Señor–. Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días –oráculo del Señor–: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: «Reconoce al Señor.» Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande –oráculo del Señor–, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados. Palabra de Dios. 32 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Salmo Responsorial : Sal 50 R/. “Oh Dios, crea en mí un corazón puro” Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R/. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. R/. Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R/. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 16,13-23 En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?». Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.» Él les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le respondió: « ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.» Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías. Desde entonces empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: « ¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.» Palabra del Señor. Meditación Jesús hace preguntas para saber qué piensa la gente respecto a su persona, el Hijo del Hombre (Mt 16, 13-16). Las respuestas son variadas. Juan Bautista, Elías, Jeremías, algún profeta. Cuando Jesús pregunta la opinión de los discípulos, Pedro se vuelve portavoz y dice: “¡Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo!” La respuesta no es nueva. Anteriormente, los discípulos habían dicho lo mismo (Mt 14,33). En el Evangelio de Juan, la misma profesión de fe la hizo Marta (Jn 11,27). Significaba que en Jesús se realizan las profecías del Antiguo Testamento. La respuesta de Jesús a Pedro (Mt 16, 17): merece el elogio de Jesús: “¡Bienaventurado eres Simón!” Jesús proclama Pedro “¡Bienaventurado!”, porque recibió una revelación del Padre. Aquí también 33 No he venido a ser servido sino a servir la respuesta de Jesús no es nueva. Anteriormente, Jesús había alabado al Padre porque había revelado el Hijo a los pequeños y no a los sabios (Mt 11,25-27) y había hecho la misma proclamación dicha a los discípulos por estar viendo y oyendo cosas nuevas que, antes que ellos, nadie conocía ni había oído hablar (Mt 13,16). Las atribuciones de Pedro: Ser piedra y tener las llaves del Reino (Mt 16,18-20) debe ser fundamento firme para la iglesia para que pueda resistir contra las puertas del infierno. Con estas palabras de Jesús a Pedro, Mateo anima las comunidades perseguidas de Siria y de Palestina a que vean en Pedro al líder destacado de su origen. A pesar de ser débil y perseguida, la comunidad tiene un fundamento firme, por la palabra de Jesús, indica que en Pedro existe un nuevo comienzo del pueblo de Dios. Las llaves del Reino dadas a representan el poder de ligar y desligar es dado a las comunidades (Mt 18,18) y a los otros discípulos (Jn 20,23) Jesús completa lo que falta en la respuesta de Pedro (Mt 16,21-22), y éste reacciona. Jesús empieza a decir: “que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día”. Al decir que debía ir y que debía morir, o que era necesario sufrir, indicaba que el sufrimiento estaba previsto en las profecías. El camino del Mesías no era sólo de triunfo y de gloria, sino también ¡de sufrimiento y de cruz! Si Pedro acepta a Jesús como Mesías e Hijo de Dios, debería aceptarlo también como Mesías Siervo que va a morir. Pero Pedro no acepta la corrección de Jesús y trata de disuadirlo. Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo « ¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!» Es sorprendente la respuesta de Jesús a Pedro: piedra de tropiezo (Mt 16, 23). En realidad, Pedro quería orientar a Jesús tomando la delantera, pero el Maestro reacciona: “«¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!” Hoy, la pregunta va hasta nosotros, ¿quién dicen ustedes que soy yo? La respuesta se dará desde una experiencia personal, tan profunda cuanta haya sido la intimidad cultivada con Jesús. Animemos nuestra fe y reconozcamos a Jesús que nos invita a seguirlo cargando con la cruz de cada día, pues en el aparente fracaso se esconde el triunfo de la fidelidad y entrega al Señor. 8 Viernes Memoria Obligatoria: San Juan María Vianney, Presbítero Blanco Lectura del Profeta Nahum 1,15,2,3,1-3,6-7 Miren sobre los montes los pies del heraldo que pregona la paz, festeja tu fiesta, Judá; cumple tus votos, porque el criminal no volverá a pasar por ti, pues ha sido aniquilado. Porque el Señor restaura la gloria de Jacob y la gloria de Israel; lo habían desolado los salteadores, habían destruido sus sarmientos. Ay de la ciudad sangrienta, toda ella mentirosa, llena de crueldades, insaciable de despojos. Escuchen: látigos, estrépito de ruedas, 34 Plan de Pastoral - Agosto 2014 caballos al galope, carros rebotando, jinetes al asalto, llamear de espadas, relampagueo de lanzas, muchos heridos, masas de cadáveres, cadáveres sin fin, se tropieza en cadáveres. Arrojaré basura sobre ti, haré de ti un espectáculo vergonzoso. Quien te vea se apartará de ti, diciendo: «Desolada está Nínive, ¿quién lo sentirá?; ¿dónde encontrar quien te consuele?» Palabra de Dios. Salmo Responsorial: Dt 32 R/. “Yo doy la muerte y la vida” El día de su perdición se acerca y su suerte se apresura,porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos. R/. Pero ahora miren yo soy yo,y no hay otro fuera de mí;yo doy la muerte y la vida,yo desgarro y yo curo. R/. Cuando afile el relámpago de mi espada y tome en mi mano la justicia,haré venganza del enemigo y daré su paga al adversario. R Lectura del santo evangelio según san Mateo 16,24-28 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Les aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad.» Palabra del Señor. Meditación El evangelio de hoy expresa estas exigencias para todos nosotros. Tome su cruz y me siga. Jesús saca las conclusiones que valen hasta hoy: “Si alguien quiere seguirme, renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga”. En aquel tiempo, la cruz era la pena de muerte que el imperio romano imponía a los marginados y a los bandidos. Tomar la cruz y cargarla detrás de Jesús era lo mismo que aceptar el ser marginado por el sistema injusto que legitimaba la injusticia. La Cruz no es fatalismo, ni exigencia del Padre. La Cruz es consecuencia del compromiso libremente asumido por Jesús: revelar la Buena Nueva de que Dios es Padre y que, por tanto, todos y todas deben ser aceptados y tratados como hermanos y hermanas. A causa de este anuncio revolucionario, Jesús fue perseguido y no tuvo miedo a dar su vida. No hay prueba de amor más grande que dar la vida por los hermanos (Jn 15,13). Quien pierde la vida por causa mía la encontrará. Estos dos versículos explicitan valores humanos universales que confirman la experiencia de muchos, cristianos y no cristianos. Salvar la vida, perder la vida, encontrar la vida. La experiencia de muchos enseña lo siguiente: Quien corre tras los bienes y la riqueza no queda nunca saciado. Quien se entrega a los 35 No he venido a ser servido sino a servir demás olvidándose de sí, siente una gran felicidad. Es la experiencia de las madres que se entregan, y de mucha gente que no piensa en sí, sino en los demás. Muchos hacen y viven así casi por instinto, como algo que viene del fondo del alma. Otros hacen así, porque tuvieron una experiencia dolorosa de frustración que los llevó a mudar de actitud. Jesús tiene razón en decir: Quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará”. Importante es el motivo: “por mí”, o como dice en otro lugar: “por causa del Evangelio” (Mc 8,35). Y termina: “Pues ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?” El Hijo del Hombre, dará a cada uno según su conducta. Estos dos versículos se refieren a la esperanza del pueblo con relación a la venida del Hijo del Hombre al final de los tiempos como juez de la humanidad, como presentado en la visión del profeta Daniel. Cada uno recibirá según su propia conducta. El segundo versículo dice: “Yo les aseguro: entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean al Hijo del hombre venir en su Reino”. Esta frase es un aviso para ayudar a percibir la venida de Jesús como Juez en los hechos de la vida. Algunos pensaban que Jesús vendría luego. Jesús, de hecho, ya estaba presente en las personas, sobre todo en los pobres. Pero ellos no lo percibieron. Jesús mismo había dicho: “Cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicieron conmigo!”. Quien pierde la vida, la gana. ¿Cuál es la experiencia que tengo en este punto? 9 Feria o Memoria Libre: Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Vírgen y Mártir Sábado Verde o Rojo Lectura del Profeta Habacuc 1, 12-2, 4 ¿No eres tú, Señor, desde antiguo mi santo Dios que no muere? ¿Has destinado al pueblo de los caldeos para castigo; Oh Roca, le encomendaste la sentencia? Tus ojos son demasiado puros para mirar el mal, no puedes contemplar la opresión. ¿Por qué contemplas en silencio a los bandidos, cuando el malvado devora al inocente? Tú hiciste a los hombres como peces del mar, como reptiles sin jefe: los saca a todos con el anzuelo, los apresa en la red, los reúne en la nasa, y después ríe de gozo; ofrece sacrificios al anzuelo, incienso a la red, porque con ellos cogió rica presa, comida abundante. ¿Seguirá vaciando sus redes, matando pueblos sin compasión? Me pondré de centinela, en pie vigilaré, velaré para escuchar lo que me dice, qué responde a mis quejas. El Señor me respondió así: “Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido. La visión espera su momento, se acercará su término y no fallará; si tarda, espera, porque ha de llegar sin retrasarse. El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.” Palabra de Dios. 36 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Salmo Responsorial: 9 “No abandonas, Señor, a los que te buscan.” Dios está sentado por siempre en el trono que ha colocado para juzgar. Él juzgará el orbe con justicia y regirá las naciones con rectitud. R. El será refugio del oprimido, su refugio en los momentos de peligro. Confiarán en ti los que conocen tu nombre, porque no abandonas a los que te buscan. R. Tañan en honor del Señor, que reside en Sión; narren sus hazañas a los pueblos; él venga la sangre, él recuerda y no olvida los gritos de los humildes. R. Lectura del Santo Evangelio según San: Mateo 17, 14-19 En aquel tiempo se acercó a Jesús un hombre, que le dijo de rodillas: “Señor, ten compasión de mi hijo, que tiene epilepsia y le dan ataques: muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido capaces de curarlo. Jesús contestó: “¡Gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo les tendré que soportar? Tráiganmelo”. Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel momento se curó el niño. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: “¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros?” Les contestó: “Por su poca fe. Les aseguro que, si fuera su fe como un grano de mostaza, le dirían a aquella montaña que viniera aquí, y vendría. Nada les sería imposible”. Palabra del Señor. Meditación Aquel hombre se puso de rodillas porque su hijo estaba muy enfermo. ¿Te imaginas a un padre de familia, desesperado, poniéndose de rodillas delante de alguien que aparentemente es un hombre como los demás? ¿Qué le movió a hacerlo? El amor a su hijo. Y la impotencia por haber agotado diferentes medios sin resultado. Primero lo había intentado con los discípulos, pero ellos no pudieron curar al hijo de los ataques de epilepsia. Luego ve al Señor, se acerca y cae de rodillas ante Él. No tiene ninguna vergüenza, no le importa lo que digan de él. Únicamente busca el bien de aquel a quien ama. Jesús, conociendo el amor que brotaba del corazón de ese hombre, curó al hijo. Por su parte, los discípulos no entendían en qué habían fallado. Jesús les respondió que les faltaba fe. No dice que no tienen fe, sino que aún es muy pequeña. La fe, aunque es un don de Dios, debe crecer y fortalecerse con nuestra colaboración. Es como ir a un gimnasio: al levantar las pesas una y otra vez, nuestros músculos se desarrollan. La fe también debe ejercitarse, ponerse a prueba, alimentarse. Si nos conformamos con la fe que teníamos a los diez años, cuando hicimos la primera comunión, es lógico que nuestro “músculo” espiritual esté raquítico. Necesitamos una fe adulta, resistente, alimentada con las lecturas adecuadas, con la oración diaria, con los sacramentos y con todo aquello que nos ayude a fortalecerla. El ingrediente secreto para tener éxito en cualquier cosa es la fe. En el combate contra el mal, en el diario afán por expulsar demonios que sojuzgan o merman nuestra vida o la de otros, ¿qué confianza tenemos en Dios, hasta qué punto nos apoyamos en Él? Los discípulos habían recibido el 37 No he venido a ser servido sino a servir poder de arrojar demonios, así como el de curar a los enfermos. Podían sentirse perfectamente legitimados para la tarea de exorcistas, pues no los podía acusar Jesús, ni ningún otro, de pretender grandezas que superaran su capacidad. De hecho, fueron enviados en misión con ese poder y ese objetivo. Pero en esta ocasión fracasan. ¿Por qué? Jesús no les había retirado la confianza ni los había destituido de su función. Y aún así, fallan, lo que significa que una vez más van a comprobar el estado de su fe, estado que con tanta frecuencia denuncia el evangelista: pequeña, raquítica, se dejaba afectar por la duda; es decir, necesitaba madurar, crecer, consolidarse. En nuestro camino de cristianos, ¿en qué momentos flaquea nuestra fe? ¿Ponemos la confianza en Dios? ¿Nos afecta más bien el sentimiento de que nada puede cambiar, de que todo seguirá igual, de que no vale la pena creer, amar y servir, de que no tiene sentido vivir y transmitir el evangelio, de que “la cultura dominante” es la verdadera fuerza de la historia y que por lo tanto lo sensato es acogerla y acatarla? 10 III Semana Liturgia de las Horas XIX Domingo del Tiempo Ordinario Verde Señor fortálecenos en nuestro servicio a Ti y a los demás Orientaciones : Colocar el lema del día en un lugar visible. Recordar el lema y el valor del mes. Como nos acercamos a la celebración de la fiesta Restauradora colocar una Bandera Dominicana y motivar para que se coloque en todos los hogares, para que siempre esté en alto nuestro escudo dominicano y en nuestro corazón las palabras Dios Patria y libertad. Monición de Entrada Hermanos y hermanas: como hijos e hijas de Dios nos invita el Señor a esta Celebración en la que experimentamos esa brisa suave a través de su Espíritu en este décimo noveno Domingo del Tiempo Ordinario. La Liturgia de la Palabra de este día nos presenta al Profeta Elías, a los apóstoles Pablo y Pedro quienes en situaciones diferentes experimentaron miedo y turbulencia en algún momento de su servicio. Pero el Señor no los abandonó en ninguna circunstancia, les acompaña y fortalece para que no tengan miedo. Fijemos nuestras miradas en El que nos invita a no tener miedo, a estar de pie firme, que nos extiende su mano y nos sostiene. Aunque la tormenta sea fuerte, si nuestra fe está puesta en El que todo lo puede y confiamos en su misericordia, la barca no se hundirá. Pidamos al Señor en esta celebración que nos libere del miedo que en ocasiones no nos deja avanzar y como pueblo en misión, continuemos participando en el proceso de evangelización sirviendo a nuestros hermanos y hermanas, especialmente a los más pobres,para que en nuestra patria prevalezca el dialogo que fomenta la fraternidad en la sociedad y en la Iglesia. 38 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Animados con el lema ”No he venido a ser servido sino a servir”(Mc 10,45) celebremos la presencia del Espíritu de Dios que sale a encontrarnos en medio de nuestra comunidad, que nos guía y acompaña en el camino del amor, la justicia y la paz. Puestos de pie recibamos a Jesús en medio de esta asamblea que llega a nosotros en la persona del Ministro. Primera Lectura: 1 Reyes19, 9a. 11-13ª El Señor muestra su fidelidad a Elías en el Horeb que en un momento de desolación por la persecución, experimenta la presencia del Señor a través de una brisa suave. Del mismo modo seguimos sintiendo esa presencia del Señor cuando tenemos problemas por participar y ser fieles en nuestro servicio a El. Escuchemos. Lectura del primer libro de los Reyes En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche. El Señor le dijo: -«Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor. ¡El Señor va a pasar! » Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacia trizas las peñas delante del Señor; pero el Liturgia Señor node estaba en el viento. Después del III Semana las Horas viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva. Palabra de Dios. Salmo responsorial: Sal 84 R. “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación”. Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.» La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará en nuestra tierra. R. La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos. Segunda Lectura: Romanos 9, 1-5 Como el Apóstol Pablo todo verdadero evangelizador sufre en su servicio a los de su mismo pueblo y a su propia familia cuando ellos como sus hermanos no aceptan a Jesucristo como el Mesías y Salvador. Escuchemos Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 9, 1-5 Hermanos: Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo. Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son 39 No he venido a ser servido sino a servir los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén. Palabra de Dios. Aleluya Cf. Sal 129, 5 Espero en el Señor, espero en su palabra. Evangelio: Mateo 14, 22-33 El mundo de hoy está siendo azotado por fuerte oleajes, la barca parece hundirse, sin embargo Jesús que siempre está ahí nos dice, no tengan miedo, ánimo y nos extiende su mano para que avancemos como servidores incansables participando en la extensión de su Reino. Escuchemos + Lectura del santo evangelio según san Mateo Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo en seguida: -«¡Ánimo, soy yo, no tengan miedo!» Pedro le contestó: -«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua. » Él le dijo: -«Ven.» Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: -«Señor, sálvame.» En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: -«¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: -«Realmente eres Hijo de Dios.» Palabra del Señor. Meditación La historia de Jesús caminando sobre el mar sigue a la historia de la multiplicación de los panes. “Por segunda ocasión, los discípulos enfrentan una situación con la que ellos deben lidiar por sí solos inicialmente, pero Jesús una vez más ‘viene en su rescate’ y los salva a través de un acto soberano de autoridad” Aunque Marcos 6:45-52 y Juan 6:16-21 también relatan la historia, Mateo es el único que incluye el suceso sobre Pedro intentando caminar sobre el mar para encontrarse con Jesús. A pesar de que Mateo usa a Marcos como una de sus fuentes, su final es bastante diferente. En Marcos, la historia concluye con los discípulos pasmados, sin entender, y endureciendo sus corazones. En Mateo, los discípulos alaban a Jesús y reconocen que es el Hijo de Dios. “En la literatura bíblica, el mar frecuentemente es representado como el lugar donde habitan las fuerzas demoníacas y hostiles a Dios. En el 40 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Apocalipsis, el reinado final de Dios significa que el mar ya no existirá (21:1)”. Tener dominio sobre el mar es la prerrogativa de Dios. Las Escrituras Hebreas (el Antiguo Testamento) nos dicen sobre Dios caminando sobre las aguas o abriendo camino a través de las aguas para los israelitas (Job 9:8; 38:16; Salmo 77:19; Isaías 43:16; 51:9-10; Habacuc 3:5), pero nunca de un hombre caminando sobre las aguas. Al caminar sobre las aguas, “Jesús hace lo que solamente Dios puede hacer, y habla con la voz de Dios, ‘Yo soy’”. Jesús viene caminando sobre el mar hacia donde están los discípulos. Mateo ha identificado a Jesús como Emmanuel, D i o s c o n n o s o t r o s (1:23); y esta historia refuerza ese papel. Como ya se notó antes, en el tiempo en que se escribió este evangelio, la iglesia de Mateo está luchando con la tormenta de la persecución. Estos cristianos no se están rebelando, pero están temerosamente sirviendo a Dios. La historia de los discípulos en el mar, por lo tanto, refleja exactamente la situación de la iglesia de Mateo. Mantiene la promesa de que Jesús viene a los cristianos en medio de la tormenta, de que la tormenta no es la última palabra, que Cristo está presente con nosotros en medio de la tormenta y nos redime, nos salva de ella. Cuando los discípulos ven a Jesús experimentan temor. La tormenta, aunque peligrosa, es algo familiar. Los discípulos saben qué esperar de una tormenta y qué hacer para mantener la barca a flote. Pero no saben nada de hombres caminando sobre el mar y lejos de la costa, y tienen miedo de que estén viendo un fantasma. A veces nos pasa, estamos muy seguros de sentir el apoyo de Jesús, las cosas marchan bien, pero cuando de repente todo se voltea y se vienen abajo, nos asalta la duda y hasta perdemos la fe. Nos hace falta tomar conciencia de quien es que nos llama. Confiar en la autoridad y el poder de Jesús nos ayuda a mantenernos a flote, aun en las peores situaciones. Oracion de los fieles El que preside: Llenos de confianza en el Padre presentemos nuestras súplicas diciendo: Padre, fortalécenos con tu presencia en nuestra misión Por la Iglesia, por el papa Francisco, por los obispos sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas, Laicos y laicas, para que en medio de las dificultades se mantengan firmes en la fe, se entreguen y participen con valentía en todo el servicio para el cual fueron elegidos. Roguemos al Señor. Por los que gobiernan las naciones, para que, al estilo de Jesús no procuren ser servido, sino que sean verdaderos servidores,fomenten la fraternidad en la sociedad y respeten los derechos de todos los ciudadanos y ciudadanas. Roguemos al Señor. Por los enfermos, los que sufren por la violencia, por la exclusión social, los que vacilan en su fe, por los que tienen miedo, los que pasan hambre, para que reciban el apoyo de todos nosotros. Roguemos al Señor. Por los educadores y por los estudiantes, los políticos para que participen con entusiasmo de todas las actividades en este mes de reafirmación de la dominicanidad y de inicio de nuevo año escolar. Roguemos al Señor. Por esta asamblea reunida en nombre del Señor, para que recobremos la confianza en Jesús, Señor de la Iglesia, que camina sobre oleaje y siempre nos acompaña. Roguemos al Señor. 41 No he venido a ser servido sino a servir El que preside: Escucha Padre nuestra oración confiada y haz que sintamos la brisa suave de tu Espíritu en medio de nuestros problemas, desilusiones y desánimos. Aviva nuestra fe de que siempre estás con nosotros aún en medio de los huracanes de la vida. Por Jesucristo nuestro Señor. 11 Lunes Memoria Obligatoria: Santa Clara, Virgen Blanco Lectura del Profeta Ezequiel 1, 2-5. 24-28c El año quinto de la deportación del rey Joaquín, el día cinco del mes cuarto, vino la palabra del Señor a Ezequiel, hijo de Buzi, sacerdote, en tierra de los caldeos, a orillas del río Quebar. Entonces se apoyó sobre mí la mano del Señor, y vi que venía del norte un viento huracanado, una gran nube y un zigzagueo de relámpagos. Nube rodeada de resplandor, y, entre el relampagueo, como el brillo del electro. En medio de éstos aparecía la figura de cuatro seres vivientes; tenían forma humana. Y oí el rumor de sus alas, como estruendo de aguas caudalosas, como la voz del Todopoderoso, cuando caminaban; griterío de multitudes, como estruendo de tropas; cuando se detenían, abatían las alas. También se oyó un estruendo sobre la plataforma que estaba encima de sus cabezas; cuando se detenían, abatían las alas. Y por encima de la plataforma, que estaba sobre sus cabezas, había una especie de zafiro en forma de trono; sobre esta especie de trono sobresalía una figura que parecía un hombre. Y vi un brillo como de electro (algo así como fuego lo enmarcaba) de lo que parecía su cintura para arriba, y de lo que parecía su cintura para abajo vi algo así como fuego. Estaba rodeado de resplandor. El resplandor que lo rodeaba era como el arco que aparece en las nubes cuando llueve. Era la apariencia visible de la gloria del Señor. Al contemplarla, caí rostro en tierra. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 148 “Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.” Alaben al Señor en el cielo, alaben al Señor en lo alto. Alábenlo, todos sus ángeles; alábenlo, todos sus ejércitos. R. Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo, los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños. R. Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra. R. El acrece el vigor de su pueblo. Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 17, 21-26 En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo: “Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres; lo matarán, pero resucitará al tercer día”. Ellos se pusieron muy tristes. 42 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Cuando llegaron a Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿Su Maestro no paga las dos dracmas? Contestó: “Sí”. Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: “¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?” Contestó “A los extraños”. Jesús les dijo: “Entonces los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti”. Palabra del Señor. Meditación Cuando llegan a Cafarnaún, los recaudadores del impuesto del Templo preguntan a Pedro: “¿No paga su maestro las dos dracmas?” Pedro responde: “¡Sí!” Desde los tiempos de Nehemías, (Siglo V aC), los judíos que habían vuelto de la esclavitud de Babilonia, se comprometieron solemnemente en la asamblea a pagar diversos impuestos y tasas para que el culto en el Templo pudiera seguir funcionando y para cuidar la manutención tanto del servicio sacerdotal como del edificio del Templo (Ne 10,33-40). Por lo que se ve en la respuesta de Pedro, Jesús pagaba este impuesto como lo hacían todos los demás judíos. Es curiosa la conversación entre Jesús y Pedro. Cuando llegan a casa, Jesús pregunta: “Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?” Pedro respondió: “¡De los extraños!” Entonces Jesús dice: “¡Por tanto, libres están los hijos!” Probablemente, aquí se refleja una discusión entre los judíos cristianos antes de la destrucción del Templo en el año 70. Ellos se preguntaban si debían o no seguir pagando el impuesto del Templo, como hacían antes. Por la respuesta de Jesús, descubren que no hay obligación de pagar ese impuesto: “Libres están los hijos”. Los hijos son los cristianos. Pero aún sin tener obligación, la recomendación de Jesús es pagar para no provocar escándalo. Más curiosa que la conversación es la solución que Jesús da a la cuestión. Dice a Pedro: “Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Tómalo y dáselo por mí y por TI”. ¡Milagro curioso! Tan curioso como aquel de los 2000 puercos que se precipitaron en la mar (Mc 5,13). Cualquiera que sea la interpretación de este hecho milagroso, esta manera de solucionar el problema sugiere que se trata de un asunto que no tiene mucha importancia para Jesús. Y, me parece que también aquí hay una enseñanza para nosotros en el sentido de que es una invitación a respetar las tradiciones, tratar de ver que es lo que hay detrás de ellas, cuales son sus valores y entonces abrirnos a lo esencial, a lo fundamental, no quedarnos en la exterioridad, sino ir a lo profundo, a lo decisivo, a la vez animándonos a las cosas nuevas arriesgándonos frente a lo exigente, sin miedo, con generosidad. Por ahí, hay una canción que dice; es el joven el que arriesga, por supuesto no a tontas y a locas, sí con verdadera audacia. 43 No he venido a ser servido sino a servir 12 Martes Verde Lectura del Profeta Ezequiel 2, 8-3, 4 Así dice el Señor: Tú, hijo de Adán, oye lo que te digo: ¡No seas rebelde, como la casa rebelde! Abre la boca y come lo que te doy.” Vi entonces una mano extendida hacia mí, con un documento enrollado. Lo desenrolló ante mí: estaba escrito en el anverso y en el reverso; tenía escritas elegías, lamentos y ayes. Y me dijo: Hijo de Adán, come lo que tienes ahí, cómete este volumen y vete a hablar a la casa de Israel.” Abrí la boca y me dio a comer el volumen, diciéndome: Hijo de Adán, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este volumen que te doy.” Lo comí, y me supo en la boca dulce como la miel. Y me dijo: Hijo de Adán, anda, vete a la casa de Israel y diles mis palabras.” Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 118 “¡Qué dulce es al paladar tu promesa, Señor!” Mi alegría es el camino de tus preceptos, / más que todas las riquezas. R. Tus preceptos son mi delicia, / tus decretos son mis consejeros. R. Más estimo yo los preceptos de tu boca / que miles de monedas de oro y plata. R. ¡Qué dulce al paladar tu promesa: / más que miel en la boca! R. Tus preceptos son mi herencia perpetua, / la alegría de mi corazón. R. Abro la boca y respiro, / ansiando tus mandamientos. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 18, 1-5. 10. 12-14 En aquel momento, se acercaron los discípulos de Jesús y le preguntaron: ¿Quien es el más importante en el reino de los cielos? Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: Les aseguro que, si no vuelven a ser como niños, no entraran en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque les digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. ¿Qué les parece? Supongan que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la pérdida? Y si la encuentra, les aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Lo mismo su Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.” Palabra del Señor. Meditación El evangelio de hoy trae la primera parte del Sermón de la Comunidad (Mt 18,1-14) que tiene como palabra clave los “pequeños”. Los pequeños no son los niños, sino también las personas pobres y sin importancia en la sociedad y en la comunidad, los que no tienen nada material que exhibir. 44 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Jesús pide que estos pequeños estén en el centro de las preocupaciones de la comunidad, pues “el Padre no quiere que ni uno de estos pequeños perezca” (Mt 18,14). Por lo que en todos los órdenes, deben ser los más pequeños los que gocen de nuestro cuidado. Los niños, los que son como ellos, gozan del privilegio de ser acogidos por Jesús. Parece que los discípulos quieren un criterio para poder medir la importancia de las personas en la comunidad: “¿Quién es el mayor en el Reino de los Cielos?”. Jesús responde que el criterio son los niños. Estos no tienen importancia social, no pertenecen al mundo de los grandes, de los que saben. Se observa que es precisamente la pregunta de los discípulos la que da pie a la enseñanza de Jesús. Los discípulos quieren saber quién es el mayor en el Reino. Sólo el hecho de que ellos hicieran esa pregunta revela que habían entendido poco o nada del mensaje de Jesús. El Sermón de la Comunidad, todo ello, es para hacer entender que entre los seguidores y las seguidoras de Jesús tiene que estar vivo el espíritu de servicio, de entrega, de perdón, de reconciliación y de amor gratuito, sin buscar el propio interés y autopromoción. Y vuelve Jesús a enseñarnos cuán lejos estamos de los criterios evangélicos cuando creemos que el orgullo, la prepotencia, el espíritu de grandeza, es lo que nos hará merecedores de la aceptación del Señor. La historia bíblica demuestra que son precisamente los que menos cuentan quienes gozan del favor de Dios. Hacia los huérfanos, las viudas, los sencillos, los pequeños, los que no cuentan, son aquellos a quienes se inclina el favor de Dios. Jesús pone como modelo a los niños: “si no se hacen como niños”. ¿Qué es lo que quiere decir con esto? Jesús se identifica con los de abajo, su amor hacia los pequeños no tiene explicación. Los niños no tienen mérito. Es la pura gratuidad del amor de Dios que aquí se manifiesta y pide ser imitada en la comunidad por los que se dicen discípulos y discípulas de Jesús. Los pequeños deben ser la prioridad pastoral de la Comunidad, de la Iglesia. Deben estar en el centro de la preocupación de todos. El amor por los pequeños y los excluidos tiene que ser el eje de la comunidad de los que quieren seguir a Jesús. Pues de este modo la comunidad se vuelve prueba del amor gratuito de Dios que acoge a todos. 13 Miércoles Feria o Memoria Libre: San Ponciano, Papa y San Hipólito, Presbítero, Mártires Verde o Rojo Lectura del Profeta Ezequiel 9,1-7;10,18-22 Oí al Señor llamar en voz alta: «Acérquense, verdugos de la ciudad, empuñando cada uno su arma mortal.» Entonces aparecieron seis hombres por el camino de la puerta de arriba, la que da al norte, empuñando mazas. En medio de ellos, un hombre vestido de lino, con los avíos de escribano a la cintura. Al llegar, se detuvieron junto al altar de bronce. La gloria del Dios de Israel se había levantado del querubín en que se apoyaba, yendo a ponerse en el umbral del templo. 45 No he venido a ser servido sino a servir Llamó al hombre vestido de lino, con los avíos de escribano a la cintura, y le dijo el Señor: «Recorre la ciudad, atraviesa Jerusalén y marca en la frente a los que se lamentan afligidos por las abominaciones que en ella se cometen.» A los otros les dijo en mi presencia: «Recorran la ciudad detrás de él, hiriendo sin compasión y sin piedad. A viejos, mozos y muchachas, a niños y mujeres, mátenlos, acaben con ellos; pero a ninguno de los marcados lo toquen. Empiezen por mi santuario.» Y empezaron por los ancianos que estaban frente al templo. Llamó al hombre vestido de lino, con los avíos de escribano a la cintura, y le dijo el Señor: «Recorre la ciudad, atraviesa Jerusalén y marca en la frente a los que se lamentan afligidos por las abominaciones que en ella se cometen.» A los otros les dijo en mi presencia: «Recorran la ciudad detrás de él, hiriendo sin compasión y sin piedad. A viejos, mozos y muchachas, a niños y mujeres, maténlos, acaben con ellos; pero a ninguno de los marcados lo toquen. Empiecen por mi santuario.» Y empezaron por los ancianos que estaban frente al templo. Luego les dijo: «Profanen el templo, llenando sus atrios de cadáveres, y salgan a matar por la ciudad.» Luego la gloria del Señor salió, levantándose del umbral del templo, y se colocó sobre los querubines. Vi a los querubines levantar las alas, remontarse del suelo, sin separarse de las ruedas, y salir. Y se detuvieron junto a la puerta oriental de la casa del Señor; mientras tanto, la gloria del Dios de Israel sobresalía por encima de ellos. Eran los seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel a orillas del río Quebar, y me di cuenta de que eran querubines. Tenían cuatro rostros y cuatro alas cada uno, y una especie de brazos humanos debajo de las alas, y su fisonomía era la de los rostros que yo había contemplado a orillas del río Quebar. Caminaban de frente. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 112 “R/. La gloria del Señor se eleva sobre el cielo” Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. R/. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.El Señor se eleva sobre todos los pueblos,su gloria sobre el cielo. R/. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro,que se eleva en su tronoy se abaja para mirar al cielo y a la tierra? R/. Lectura del santo evangelio según san Mateo 18,15-20 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Les aseguro que todo lo que aten en la 46 Plan de Pastoral - Agosto 2014 tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo. Les aseguro, además, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.» Palabra del Señor. Meditación El capítulo 18 de san Mateo es un capítulo genuinamente eclesial. En el texto de hoy este dinamismo recibe el nombre de perdón. Los tres versículos iniciales presentan tres maneras o caminos de ganar al hermano que ha pecado. Los procedimientos reseñados son considerados como corrección fraterna. Y ciertamente lo son, aunque son también mucho más por ir seguidos por las palabras que expresan y significan el poder de perdonar los pecados: “Todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo”. Estas palabras se refieren al conjunto de los procedimientos anteriores, confiriendo a éstos la condición de actos y gestos de perdón con valor ante Dios. Las ofensas y perjuicios entre hermanos son escándalos que conllevan pérdida de fraternidad. Esta no se recupera si el ofendido o perjudicado no gana al ofensor por la vía del perdón. Es necesario que nos perdonemos. Perdonar es ganar hermanos, es construir puentes, abrir puertas. Unirse para perdonar es tarea cristiana, probablemente la más grata al Padre del cielo que quiere que seamos uno. No podemos presentar nuestra ofrenda en medio de la rivalidad y la lucha. El enojo, la malquerencia, hace mucho daño al seno de la comunidad que se reúne en el nombre de Jesús. Por eso la insistencia de recobrar al hermano, aunque haya que convocar a la iglesia entera. Ella debe dirimir los conflictos internos, estos no se sacan a la calle, se ventilan ante la autoridad inmediata y se hace la paz; es así como crece y se fortalece la comunidad cristiana. Presentar nuestra ofrenda en medio de la rivalidad y la lucha. El enojo, la malquerencia, hace mucho daño al seno de la comunidad que se reúne en el nombre de Jesús. Por eso la insistencia de recobrar al hermano, aunque haya que convocar a la iglesia entera. Ella debe dirimir los conflictos internos, estos no se sacan a la calle, se ventilan ante la autoridad inmediata y se hace la paz; es así como crece y se fortalece la comunidad cristiana. El perdón sana, devuelve la paz, cicatriza las heridas. Aprendamos a pedir perdón, y a perdonar. Dejemos atrás nuestro orgullo, y especialmente nuestra soberbia, si he fallado reconozco mi falla y busco el acercamiento. Si es otro el que ha faltado, acepto su petición de perdón y sin burlarme o humillarlo. Debemos ayudarnos mutuamente, extender la mano y acoger al hermano. Si pido perdón no me rebajo, al contrario, me ennoblezco y doy una lección de humildad. Comencemos, pensemos a las personas que hemos separado o de las que nos hemos separado y busquémoslas, para que alegremos el corazón de nuestro Señor. 47 No he venido a ser servido sino a servir 14 Memoria Obligatoria: San Maximiliano Kolbe, Présbitero y Mártir Jueves Rojo Lectura del Profeta Ezequiel 12, 1-12 Me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, vives en la casa rebelde: tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen; pues son casa rebelde. Tú, hijo de Adán, prepara el ajuar del destierro y emigra a la luz del día, a la vista de todos; a la vista de todos, emigra a otro lugar, a ver si lo ven; pues son casa rebelde. Saca tu ajuar, como quien va al destierro, a la luz del día, a la vista de todos, y tú sal al atardecer, a la vista de todos, como quien va al destierro. A la vista de todos, abre un boquete en el muro y saca por allí tu ajuar. Cárgate al hombro el hatillo, a la vista de todos, sácalo en la oscuridad; tápate la cara, para no ver la tierra, porque hago de ti una señal para la casa de Israel.” Yo hice lo que me mandó: saqué mi ajuar como quien va al destierro, a la luz del día; al atardecer, abrí un boquete en el muro, lo saqué en la oscuridad, me cargué al hombro el hatillo, a la vista de todos. A la mañana siguiente, me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, la casa rebelde, qué es lo que hacías? Pues respóndeles: “Esto dice el Señor: Este oráculo contra Jerusalén va por el príncipe y por toda la casa de Israel que vive allí.” Di: “Soy señal para ustedes lo que yo he hecho lo tendrán que hacer ellos: Irán cautivos al destierro. El príncipe que vive entre ellos se cargará al hombro el hatillo, abrirá un boquete en el muro para sacarlo, lo sacará en la oscuridad y se tapará la cara para que no lo reconozcan.”” Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 77 “No olviden las acciones de Dios.” Tentaron al Dios Altísimo y se rebelaron, negándose a guardar sus preceptos; desertaron y traicionaron como sus padres, fallaron como un arco engañoso. R. Con sus altozanos lo irritaban, con sus ídolos provocaban sus celos. Dios lo oyó y se indignó, y rechazó totalmente a Israel. R. Abandonó sus valientes al cautiverio, su orgullo a las manos enemigas; entregó su pueblo a la espada, encolerizado contra su heredad. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 18, 21-19,1 En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús, le preguntó: “Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le contestó: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. Y les propuso esta parábola: “Se parece el Reino de los cielos a un rey que quiso ajustar cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía tres mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus 48 Plan de Pastoral - Agosto 2014 posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo”. El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: “Págame lo que me debes”. El compañero, arrodillándose a sus pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré”. Pero él se negó, y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con ustedes mi Padre del cielo si cada cual no perdona de corazón a su hermano”. Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán. Palabra del Señor. Meditación El Evangelio de hoy habla de la necesidad del perdón. No es fácil perdonar. Pues ciertas heridas siguen profundizando en el corazón. Hay personas que dicen: “Yo perdono pero no olvido” Rencor, tensiones, provocaciones, discusiones, opiniones diferentes, ofensas dificultan el perdón y la reconciliación. Jesús había hablado de la importancia del perdón y sobre la necesidad de saber acoger a los hermanos y a las hermanas para ayudarlos a reconciliarse con la comunidad. Ante estas palabras de Jesús, Pedro pregunta: “¿Cuántas veces tengo que perdonar a los hermanos que pecan contra mí? ¿Hasta setenta veces siete? ” El número siete indica una perfección. En este caso, era sinónimo de siempre. Jesús va más lejos de la propuesta de Pedro. Elimina todo y cualquier límite posible para el perdón: “No te digo siete, sino setenta veces siete.” O sea, ¡setenta veces siempre! Pues no hay proporción entre el perdón que recibimos de Dios y el perdón que debemos ofrecer a los hermanos, como nos enseña la parábola del perdón sin límites. El único límite a la gratuidad del perdón de Dios es nuestra incapacidad de perdonar al hermano. La sociedad del Imperio Romano era dura y sin corazón, sin espacio para los pequeños. Estos buscaban un abrigo para el corazón y no lo encontraban. Las sinagogas también eran exigentes y no ofrecían un lugar para ellos. Y en las comunidades cristianas el rigor de algunos en la observancia de la Ley llevaba dentro de la convivencia los mismos criterios de la sinagoga. Además de esto, hacia finales del siglo primero, en las comunidades cristianas comenzaban a aparecer las mismas divisiones que existían en la sociedad entre rico y pobre (Sant 2,1-9). En vez de ser la comunidad un espacio de acogida, corría el riesgo de volverse un lugar 49 No he venido a ser servido sino a servir de condena y de conflictos. Mateo quiere iluminar las comunidades, para que sean un espacio alternativo de solidaridad y de fraternidad. Deben ser una Buena Nueva para los pobres. Así es hermanos, aprendamos de Jesucristo que murió enganchado en la cruz perdonando, porque su amor no tenía límites. Estemos dispuestos a perdonar sin importar cuál haya sido la falta o la ofensa por la que nos distanciamos. Y saben por qué?, porque Jesús nos perdonó primero pagando el precio de nuestro delito. 15 Viernes Solemnidad: Asunción de la Virgen María Blanco Lectura del Libro del Apocalipsis 11, 19a; 12, 1-a.10ab Se abrió entonces en el cielo el templo de Dios y dentro de él apareció el arca de su alianza. Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Estaba encinta y las angustias del parto le arrancaban gemidos de dolor. Entonces apareció en el cielo otra señal: un enorme dragón de color rojo con siete cabezas y diez cuernos y una diadema en cada una de sus siete cabezas. Con su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se puso al acecho delante de la mujer que iba a dar a luz, con ánimo de devorar al hijo en cuanto naciera. La mujer dio a luz un hijo varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro, el cual fue puesto a salvo junto al trono de Dios, mientras la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios. Entonces oí en el cielo una voz poderosa que decía: «Ya está aquí la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios, ya está aquí la autoridad de su Mesías». Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 44 “De pie, a tu derecha, está la reina” Escucha hija, mira y pon atención; olvida tu pueblo y la casa de tus padres. R. Has cautivado al rey con tu hermosura; él es tu Señor, inclínate ante él. R. En medio de festejos y cantos, entran en el palacio real. R. Lectura de la Primera Carta del Apostol San Pablo a los Corintios 15, 20-26 Hermanos: Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primer fruto de quienes duermen el sueño de la muerte. Porque lo mismo que por un hombre vino la muerte, también por un hombre ha venido la resurrección de los muertos. Y como por su unión con Adán todos los hombres mueren, así también por su unión con Cristo, todos retornarán a la vida. Pero cada uno según su rango: como primer fruto, Cristo; luego, el día de su gloriosa manifestación, los que pertenezcan a Cristo. Después tendrá lugar el final, cuando, destruido todo dominio, toda potestad y todo poder, Cristo entregue el reino a Dios Padre. 50 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Pues es necesario que Cristo reine hasta que Dios ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. El último enemigo en destruir será la muerte, porque él ha puesto todas las cosas bajo sus pies. Palabra de Dios. Lectura del Evangelio según San Lucas 1, 39-56 Por aquellos días, María se puso en camino y fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Pero ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá». Entonces María dijo: «Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí cosas grandes el Poderoso. Su nombre es santo y su misericordia es eterna con aquellos que lo honran. Actuó con la fuerza de su brazo y dispersó a los de corazón soberbio. Derribó de sus tronos a los poderosos y engrandeció a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y a los ricos despidió sin nada. Tomó de la mano a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros antepasados, en favor de Abrahán y de sus descendientes para siempre». María estuvo con Isabel unos tres meses; después regresó a su casa. Palabra del Señor. Meditación Hermanos y hermanas, hoy el santoral católico nos invita a celebrar la Asunción de la Virgen, es decir el honor de la Santísima Virgen María llevada al cielo. Es un dogma, es decir, una verdad de Fe, revelada por Dios (en la Sagrada Escritura o contenida en la Tradición), y que además es propuesta por la Iglesia como realmente revelada por Dios. Esta fiesta reúne a todos los miembros de la Iglesia que hemos aceptado esta verdad proclamada por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus y que dice así:”Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo”. Ahora bien, ¿por qué es importante que los católicos recordemos y profundicemos en el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo? El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica responde a esta interrogante: 51 No he venido a ser servido sino a servir “La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos” (No.966). La importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres del Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la Resurrección de Cristo y la nuestra. La presencia de María, mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros, quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una anticipación de nuestra propia resurrección. También nosotros trabajamos para alcanzar nuestra participación en el Reino glorioso, nuestro acceso a la vida divina prometida a los que son fieles y han vivido la caridad, sirviendo al prójimo en necesidad de ser ayudado. Es decir, participaremos de la vida dichosa de los bienaventurados que han testimoniado en medio de los hermanos el inmenso amor que con el que Dios nos ha distinguido y que a su vez nosotros transmitimos en los gestos de solidaridad con los más pequeños. Alegrémonos con María, la favorecida, la esclava del Señor, en cuya fiesta renovamos nuestra esperanza de acceder al cielo para contemplar por siempre el rostro de nuestro Dios y Padre de todos. 16 Feria o Memoria Libre: San Esteban de Hungría Sábado Verde o Blanco 42º Aniversario Dedicación de la Basílica-Catedral Nuestra Señora de la Altagracia, Diócesis de La Altagracia Lectura del Profeta Ezequiel 18, 1-10. 13b. 30-32 Me vino esta palabra del Señor: “¿Por qué andan repitiendo este refrán en la tierra de Israel: “Los padres comieron agraces, y los hijos tuvieron dentera”? Por mi vida les juro -oráculo del Señor- que nadie volverá a repetir ese refrán en Israel. Sépanlo: todas las vidas son mías; lo mismo que la vida del padre, es mía la vida del hijo; el que peca es el que morirá. El hombre que es justo, que observa el derecho y la justicia, que no come en los montes, levantando los ojos a los ídolos de Israel, que no profana a la mujer de su prójimo, ni se llega a la mujer en su regla, que no explota, sino que devuelve la prenda empeñada, que no roba, sino que da su pan al hambriento y viste al desnudo, que no presta con usura ni acumula intereses, que aparta la mano de la iniquidad y juzga imparcialmente los delitos, que camina según mis preceptos y guarda mis mandamientos, cumpliéndolos fielmente: ese hombre es justo, y ciertamente vivirá -oráculo del Señor-. Si éste engendra un hijo criminal y homicida, que quebranta alguna de estas prohibiciones, ciertamente no vivirá; por haber cometido todas esas abominaciones, morirá ciertamente y será responsable de sus crímenes. Pues bien, casa de Israel, les juzgaré a cada uno según su proceder -oráculo del Señor-. Arrepiéntanse y conviértanse de sus delitos, y no caerán en pecado. Quítense de encima los delitos que han perpetrado y estrenen un corazón nuevo y un espíritu nuevo; y así no morirán, casa de Israel. Pues no quiero la muerte de nadie -oráculo del Señor-. “Arrepiéntanse y vivirán.” Palabra de Dios. 52 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Salmo Responsorial: 50 “Oh Dios, crea en mí un corazón puro.” Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. R. Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 19, 13-15 En aquel tiempo le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y rezara por ellos, pero los discípulos les regañaban. Jesús dijo: “Déjenlos, no impidan a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los cielos”. Les impuso las manos y se marchó de allí. Palabra del Señor. Meditación Jesús amó con predilección -así nos lo muestra el Evangelio en repetidas ocasiones- a los enfermos, a quienes más le necesitaban y a los niños. A éstos los amó con verdadera ternura porque, además de estar siempre precisados de ayuda, reúnen las cualidades que Él exige como condiciones indispensables para formar parte de su Reino. Dos veces en el Evangelio de la vida pública aparece Jesús bendiciendo a los niños y presentándolos a sus discípulos como ejemplo. Una fue en Galilea, en Cafarnaún, y la otra en Judea, probablemente cerca de Jericó, cuando se disponía a subir a Jerusalén. El relato de esta última lo leemos en el Evangelio de la liturgia de hoy: le presentaron unos niños, refiere San Mateo. Quienes los llevan son, seguramente, las mujeres: las madres, abuelas o hermanas. Han entrado en la casa donde está Jesús, empujando probablemente a los pequeños delante de ellas, y los colocan cerca del Señor, para que les impusiera las manos y orase por ellos, como si fueran los gestos y atenciones habituales de Jesús con los niños. Quizá han distraído a los oyentes que escuchan al Maestro; por eso, los discípulos les reñían. Pero el Señor interviene: Dejen a los niños y no les impidan que vengan a Mí, porque de éstos es el Reino de los Cielos. Y después de imponerles las manos, se marchó de allí. Al declarar que el Reino de los Cielos pertenece a los niños, en primer lugar nos enseña, con el sentido propio de las palabras, que los niños no están excluidos en absoluto del Reino y que, por tanto, hemos de tener gran cuidado en prepararlos y conducirlos a Él. Nos dice el Señor también en este pasaje del Evangelio que su Reino pertenece a quienes, como los niños, tienen una mirada limpia y un corazón puro, sin complicaciones, sencillo, sin pretensiones ni orgullo: ante Dios somos como niños pequeños, y así nos debemos comportar ante Él. “El niño está, al principio de la vida, abierto a cualquier aventura. También tú; no pongas ningún obstáculo para 53 No he venido a ser servido sino a servir avanzar en la vida del Evangelio y para continuar durante tu vida en esa novedad”. Dios ha querido que nosotros, a imitación de su Hijo, nos comportemos como aquello que somos: hijos débiles, que necesitan continuamente su ayuda. El Padre quiere que nos llamemos hijos de Dios y que lo seamos, y en estas pocas palabras se encierra uno de los puntos centrales de nuestra fe, que nos da la pauta para comportarnos ante Dios. Para ser como niños, se requiere un cambio profundo, que comporta dejar de pensar, de juzgar, de actuar de aquel modo menos propio de un hijo pequeño; y asimilar la enseñanza divina, para ejercitarse en ella de continuo. ¿Qué se nos pide en este proceso de hacernos como niños? En primer lugar, una firme voluntad de comportarse como hijos de Dios, dócil a su Voluntad, con pureza de mente y de cuerpo, humilde y sencillo de espíritu. 17 XX Domingo del Tiempo Ordinario IV Semana Liturgia de las Horas Verde Como Jesús sirvamos a todos sin distinción Algunas orientaciones: Colocar el lema del Domingo en un lugar visible. Tener algún gesto de acogida a los hermanos y hermanas de otros países. Resaltar en esta celebración la fiesta Restauradora que durante este sábado celebramos colocando banderas. Se puede dramatizar el Evangelio. Monición de Entrada Hermanos y hermanas con mucha alegría nos reunimos para participar de esta fiesta del Señor con un corazón abierto para acoger a todos y a todas sin poner condición alguna. Hemos celebrado un aniversario más de nuestra gesta patriótica de la Restauración de la República Dominicana, ocasión propicia par a reafirmar nuestra dominicanidad, retomemos nuestros valores, nos abramos al dialogo,que hace que nuestra sociedad crezca y viva en fraternidad como nación libre e independiente al mismo tiempo que tengamos un espíritu acogedor abierto a todos los seres humanos de todos los pueblos. El mensaje de hoy gira en torno a la fe, a creer en Jesús como el Salvador, a que la voluntad salvífica de Dios es universal, que no es exclusiva de ningún pueblo o cultura, sino que está destinada para todas las naciones. Jesús que no vino a ser servido sino a servir, hoy nos invita a participar en las tareas de evangelización, a reavivar nuestra fe, a estar abierto al dialogo sin exclusión para ser visible entre nosotros El Reino de Dios. Pidamos al Señor que nos regale el don de la fe,para que podamos vivir desde el seno de la iglesia como la mujer cananea reconociendo en Jesús al Mesías. Con alegría dispongámonos a participar en esta acción 54 Plan de Pastoral - Agosto 2014 de gracias a Dios Padre en su Hijo que llega a nosotros a través de quien preside esta Celebración. Primera lectura: Isaías 56,1.6-7 En este pasaje del profeta Isaías se nos ofrece una visión de servicio y participación profundamente universalista, donde todos sin exclusión alabemos al Señor. También nosotros estamos llamados a servir a los extranjeros que viven entre nosotros e invitarles a formar parte de la comunidad del pueblo de Dios. Escuchemos. Lectura del libro de Isaías 56,1.6-7 Así dice el Señor: «Guarden el derecho, practiquen la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo, para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.» Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 66,2-3.5.6 R./Oh Dios, que te alaben los pueblos,que todos los pueblos te alaben El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R/. Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. R/. Segunda lectura: Romanos 11,13-15.29-32 El Apóstol Pablo nos presenta que su servicio dirigido a los no judíos quiere que sirva a sus hermanos judíos como estímulo para aceptar a Jesucristo. Del mismo modo, nosotros estamos llamados a servir a todos y a todas aunque no sean los de mi familia y de mi grupo humano, pero siempre deseando que a los nuestros les alcance la misericordia de Dios. Escuchemos. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos Les digo a ustedes, los gentiles: Mientras sea su apóstol, haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida? Pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Ustedes, en otro tiempo, eran rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, han obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por ustedes, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos. Palabra de Dios. 55 No he venido a ser servido sino a servir ALELUYA: MT. 4,23 Jesús proclama el evangelio del Reino, curando las dolencias del pueblo. Evangelio: Mateo 15,21-28. Jesucristo que sabe que su servicio está dirigido a las ovejas descarriadas de Israel le conmueve la fe de aquella mujer cananea que le hace romper las fronteras del particularismo religioso de los judíos y hace el milagro que ella esperaba de El. Desde ahí y para siempre el servicio a los demás no mira raza, color, género ni pone condición alguna. Aclamemos su Palabra cantando. Lectura del santo evangelio según san Mateo 15,21-28 En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.» Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.» Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.» Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.» Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.» Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.» En aquel momento quedó curada su hija. Palabra del Señor. Meditación Cuenta el Evangelio de hoy que Jesús salió un día de su país hacia la región de Tiro y Sidón; entonces, una mujer pagana se le acercó para pedirle la curación de su hija endemoniada. Se observa, y hasta llama la atención la forma en que Jesús responde a aquella mujer, un tanto descortés y denigrándola: “No está bien echar a los perros el pan de los hijos”. “Los perros” era el término despectivo e injurioso con que los judíos designaban a los paganos, oficialmente malos. Y fue precisamente una mujer pagana, una perra, la que hizo cambiar a Jesús de modo de pensar. “Tienes razón, Señor, le dijo. Pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos”. Jesús se rindió ante la evidencia. La humildad de aquella desesperada, dejó totalmente desarmado a Jesús: “Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas”. Curando a su hija, Jesús sentó las bases para hacer de los dos mundos -judío y pagano- uno. No hay ni buenos ni malos oficiales. Son las obras, la fe en aquel caso, quienes hablan de la bondad o maldad de las personas. Y son malos todos aquellos que, por su bondad oficial y reconocida, etiquetan de malos a los que no son como ellos. Por este camino 56 Plan de Pastoral - Agosto 2014 convertimos nuestro mundo en un mundo de perros... en donde unos se erigen como los amos, que siempre son buenos y buscan cualquier excusa para excluir a los que dicen que son malos. Este pasaje puede ser mal interpretado si se leen algunos versículos fuera de contexto. La actitud y las palabras de Jesús podrían dar la errónea impresión de que no ama a los paganos, siendo que no es así, pues si situamos el texto en su contexto, vemos que el episodio que aquí se narra sucedió cuando Jesús se dirigía precisamente a tierra de paganos. Lo que este episodio quiere enfatizar no es que Jesús no desee la salvación de los paganos, es evidente que sí la quiere, sino que primero quiere dirigirse al pueblo de Israel, tal como estaba prometido desde antiguo. El Evangelio nos manda a cuestionar nuestra fe. Ella despierta en nosotros una actitud, un comportamiento frente a Jesús, por la fe somos probados, como exalta el capítulo once de la Carta a los Hebreos citando a los héroes de la fe. Ella requiere humildad, espera y especialmente confianza, que es como abrirle un crédito a Dios. No importa, sea como sea, quiera tratarme como quiera, Él hará en mi favor lo que me conviene. Oración de los fieles El que preside: Presentemos a Dios cuya misericordia se ha manifestado a todos los pueblos y razas nuestras oraciones diciéndole: Padre, danos un corazón abierto para acoger a todas las personas - Por el Papa Francisco, los Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Consagrados y Consagradas, Laicos y laicas, para que a imagen de Jesús estén dispuestos a servir y acoger a todos los que vienen de otros países. Roguemos al Señor. - Por los que gobiernan las Naciones, nuestras autoridades, para que se respete la dignidad y los derechos humanos de los inmigrantes y se haga una verdadera regularización de los demás. Roguemos al Señor. - Por los que su vida está siendo amenazada por enfermedades, violencia, la injusticia y la exclusión por razones de raza, económica o de religión, para que no pierdan nunca la esperanza y la fe en Jesús y encuentren en nosotros su amor y atención hacia ellos y ellas. Roguemos al Señor. - Por nuestros jóvenes, para que vean en Jesús un modelo a seguir y movidos por la palabra de Dios, surjan las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal, dispuestos a servir a todos los pueblos sin discriminación. Roguemos al Señor. - Por esta asamblea reunida en el día del Señor, por todas nuestras comunidades, para que en este mes de la Restauración participemos en los Sectores con los Líderes políticos y comunitarios y dialogando en la verdad renovemos la Sociedad.. Roguemos al Señor. El que preside: Padre Bueno, acoge nuestras oraciones. Danos un corazón misericordioso como el tuyo, abierto de par a todas las razas, lenguas, condición humana sin discriminación. Haz que a través de nosotros todos los inmigrantes encuentren tu amor y tu acogida generosa. Por Jesucristo nuestro Señor. 57 No he venido a ser servido sino a servir 18 Lunes Verde Lectura del Profeta Ezequiel 24, 15-24 Me vino esta palabra del Señor: “Hijo de Adán, voy a arrebatarte repentinamente el encanto de tus ojos no llores ni hagas duelo ni derrames lágrimas; aflígete en silencio como un muerto, sin hacer duelo; líate el turbante y cálzate las sandalias; no te emboces la cara ni comas el pan del duelo.” Por la mañana, yo hablaba a la gente; por la tarde, se murió mi mujer; y, a la mañana siguiente, hice lo que se me había mandado. Entonces me dijo la gente: “¿Quieres explicarnos qué nos anuncia lo que estás haciendo?” Les respondí: “Me vino esta palabra del Señor: “Dile a la casa de Israel: ‘Así dice el Señor: Mira, voy a profanar mi santuario, su soberbio baluarte, el encanto de sus ojos, el tesoro de sus almas. Los hijos e hijas que dejaste caerán a espada. Entonces harán lo que yo he hecho: no les embozaran la cara ni comerán el pan del duelo; seguirán con el turbante en la cabeza y las sandalias en los pies, no lloraran ni harán luto; se consumirán por su culpa y se lamentaran unos con otros. Ezequiel les servirá de señal: harán lo mismo que él ha hecho. Y, cuando suceda, sabrán que yo soy el Señor.”’Palabra de Dios. Interleccional: Dt. 32. “Despreciaste a la Roca que te engendró” Despreciaste a la Roca que te engendró, y olvidaste al Dios que te dio a luz. Lo vio el Señor, e irritado rechazó a sus hijos e hijas. R. Pensando: “Les esconderé mi rostro y veré en qué acaban, porque son una generación depravada, unos hijos desleales.” R. “Ellos me han dado celos con un dios ilusorio, me han irritado con ídolos vacíos; pues yo les daré celos con un pueblo ilusorio, los irritaré con una nación fatua.” R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 19, 16-22 En aquel tiempo se acercó uno a Jesús y le preguntó: “¿Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: “¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”. Él le preguntó: “¿Cuáles?”. Jesús le contestó: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo”. El muchacho le dijo: “Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?”. Jesús le contestó: “Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego vente conmigo”. Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico. Palabra del Señor. Meditación El joven rico quiere saber qué hay que hacer para alcanzar la vida eterna, un muchacho bueno, que desde pequeño había cumplido los 58 Plan de Pastoral - Agosto 2014 mandamientos, sin caer en la cuenta que eso no bastaba, era necesario algo más. Se nota cuando rechaza tomar el camino de la pobreza que le propone Jesús vendiendo todo lo que tenía. Este joven no quería abandonar la seguridad que le daba la posesión de bienes materiales y que a tantos ricos les hace olvidar su compromiso con el prójimo. La riqueza, los afanes por almacenar dinero, provoca que se cierre la puerta que lleva a Dios, y que no es otra que la persona del prójimo, por eso, “ve vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y ven y sígueme”. Entonces, ¿no sirve observar los mandamientos? Guardar los mandamientos es apenas el primer grado de una escala que va mucho más lejos y más alto. ¡Jesús pide más! La observancia de los mandamientos prepara a la persona para que pueda llegar a la entrega total de sí a favor del prójimo. Marcos dice que Jesús miró al joven con amor (Mc 10,21). Jesús pide mucho, pero lo pide con mucho amor. El joven no acepta la propuesta de Jesús y se fue, “porque tenía muchos bienes”. ¿Por qué nos apegamos tanto a las cosas que tenemos? A veces no tenemos gran cosa y aún así nos cerramos a los demás, no arrimamos el hombre para compartir nuestra amistad, nuestra esperanza, nuestros dones, no participamos. Hay de quienes están más preocupados en salvar su alma mediante el fiel cumplimiento de lo que dicen las Sagradas Escrituras, pero olvidando que toda ella se resume en el amor, en el amor que Dios nos tiene y en el amor pide de unos y otros, ese amor que comienza por los de cerca y se extiende a las necesidades de la comunidad y del país, participando en sus soluciones. Jesús, precisamente se inclina a favor de los pobres y nos motiva hacer una opción por los excluidos de la sociedad consumista e hipócrita en que vivimos. Jesús y su comunidad, contrario a otros grupos religiosos de su época, vivían con las personas excluidas, consideradas impuras: El mismo vive como pobre. No posee nada para sí, ni siquiera una piedra donde reclinar la cabeza. Y a quien quiere seguirle para vivir con él, manda escoger: ¡o Dios, o el dinero!. Manda hacer la opción por los pobres, como propuso al joven rico. Esta manera diferente de acoger a los pobres convivir con ellos era una prueba del Reino de los Cielos, de la novedad del Reino que inaugura Jesús asumiendo el compromiso solidario con aquellos que menos cuentan en la sociedad. Demos el paso, despojémonos de nuestros propios intereses, salgamos de nuestras falsas seguridades y cumplamos de este modo la voluntad de Dios y preparemos para entrar en la Vida eterna. 19 Martes Feria o Memoria Libre: San Juan Eudes, Presbítero y San Ezequiel Moreno, Obispo Verde o Blanco Lectura del Profeta Ezequiel 28, 1-10 Me vino esta palabra del Señor: “Hijo de Adán, di al príncipe de Tiro: “Así dice el Señor: Se hinchó tu corazón, y dijiste: ‘Soy Dios, entronizado en solio de dioses en el corazón del mar’, tú que eres hombre y no dios; te creías listo como los dioses. 59 No he venido a ser servido sino a servir ¡Si eres más sabio que Daniel!; ningún enigma se te resiste. Con tu talento, con tu habilidad, te hiciste una fortuna; acumulaste oro y plata en tus tesoros. Con agudo talento de mercader ibas acrecentando tu fortuna, y tu fortuna te llenó de presunción. Por eso, así dice el Señor: Por haberte creído sabio como los dioses, por eso traigo contra ti bárbaros pueblos feroces; desenvainarán la espada contra tu belleza y tu sabiduría, profanando tu esplendor. Te hundirán en la fosa, morirás con muerte ignominiosa en el corazón del mar. Tú, que eres hombre y no dios, ¿osarás decir: ‘Soy Dios’, delante de tus asesinos, en poder de los que te apuñalen? Morirás con muerte de incircunciso, a manos de bárbaros. Yo lo he dicho.” Oráculo del Señor. Palabra de Dios. Interleccional: Dt 32 R/.“Yo doy la muerte y la vida.” Yo pensaba: “Voy a dispersarlos y a borrar su memoria entre los hombres.” Pero no; que temo la jactancia del enemigo y la mala interpretación del adversario. R. Que diría: “Nuestra mano ha vencido, no es el Señor quien lo ha hecho.” Porque son una nación que ha perdido el juicio. R. ¿Cómo es que uno persigue a mil, y dos ponen en fuga a diez mil? ¿No es porque su Roca los ha vendido, porque el Señor los ha entregado? R. El día de su perdición se acerca, y su suerte se apresura. Porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 19, 23-30 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “Créanme; difícilmente entrará un rico en el Reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los cielos”. Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: “Entonces, ¿quién puede salvarse?” Jesús se les quedó mirando y les dijo: “Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo”. Entonces le dijo Pedro: “Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?”. Jesús les dijo: “Créanme, cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también ustedes, los que me han seguido, se sentaran en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre y madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros”. Palabra del Señor. Meditación El evangelio de hoy es la continuación inmediata del evangelio de ayer. Trae el comentario de Jesús respecto de la reacción negativa del joven rico. Después de que el joven se fuera, Jesús comenta la decisión de aquel y dice: “Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Se lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos.”. Dos observaciones respecto de esta afirmación de Jesús: 1) El proverbio del camello y del ojo 60 Plan de Pastoral - Agosto 2014 de la aguja se usaba para decir que una cosa era imposible, humanamente hablando. 2) La expresión “que un rico entre en el Reino” no se trata, en primer lugar de la entrada en el cielo, después de la muerte, sino de la entrada en la comunidad alrededor de Jesús. Y hasta hoy es así. Los ricos difícilmente entran y se sienten en casa en las comunidades que tratan de vivir el evangelio según las exigencias de Jesús y que tratan de abrirse a los pobres, a los migrantes y a los excluidos de la sociedad. El joven había observado los mandamientos, pero sin entender el por qué de la observancia. Algo semejante estaba aconteciendo entre los discípulos. Cuando Jesús los llamó, hicieron exactamente lo que Jesús había pedido al joven: lo dejaron todo y se fueron detrás de él. Y sin embargo se quedaron espantados con la afirmación de Jesús sobre la casi imposibilidad que un rico tiene de entrar en el Reino de Dios. Señal de que no habían entendido bien la respuesta de Jesús al joven rico: “¡Ve vende todo, dalo a los pobres y ven y sígueme!” Pues, si lo hubiesen entendido, no se hubieran quedado extrañados ante la exigencia de Jesús. Cuando la riqueza o el deseo de riqueza ocupa el corazón y la mirada no consigue percibir el sentido de la vida y del evangelio. ¡Sólo Dios puede ayudar! “Para los hombres es imposible, mas para Dios todo es posible.” El trasfondo de la incomprensión de los discípulos despunta en la pregunta de Pedro: “Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué recibiremos, pues?” A pesar de la generosidad tan bonita del abandono de todo, mantenían la anterior mentalidad. Abandonaron todo para recibir algo en cambio. No habían entendido aún el sentido del servicio y de la gratuidad. La respuesta de Jesús: “Se lo aseguro que ustedes que me han seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, se sentarán también ustedes en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros”. 20 Memoria Obligatoria:San Bernardo Abad, Doctor de la Iglesia Miércoles Blanco Lectura del Profeta Ezequiel 34, 1-11 Me vino esta palabra del Señor: Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza, diciéndoles: “¡Pastores!, esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas lo que tienen que apacentar los pastores? Se comen su enjundia, se visten con su lana; matan las más gordas, y las ovejas no las apacientan. No fortalecen a las débiles, ni curan a las enfermas, ni vendan a las heridas; no recogen a las descarriadas, ni buscan las perdidas, y maltratan brutalmente a las fuertes. Al no tener pastor, se desperdigaron y fueron pasto de las fieras del campo. Mis ovejas se desperdigaron y vagaron sin rumbo por montes y 61 No he venido a ser servido sino a servir altos cerros; mis ovejas se dispersaron por toda la tierra, sin que nadie las buscase, siguiendo su rastro. Por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: ‘¡Lo juro por mi vida! -oráculo del Señor-. Mis ovejas fueron presa, mis ovejas fueron pasto de las fieras del campo, por falta de pastor; pues los pastores no las cuidaban, los pastores se apacentaban a sí mismos; por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: Así dice el Señor: “Me voy a enfrentar con los pastores; les reclamaré mis ovejas, los quitaré de pastores de mis ovejas, para que dejen de apacentarse a sí mismos los pastores; libraré a mis ovejas de sus fauces, para que no sean su manjar.”’ Así dice el Señor Dios: “Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro.” Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 22 “El Señor es mi pastor, nada me falta.” El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R. Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 20, 1-16 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: “Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo debido”. Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros parados, y les dijo: “¿Cómo es que están aquí el día entero sin trabajar?” Le respondieron: “Nadie nos ha contratado”. El les dijo: “Vayan también ustedes a mi viña”. Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: “Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”. El replicó a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? Así, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”. Palabra del Señor. 62 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Meditación Hermanos y hermanas, tenemos en el Evangelio de hoy un hermoso texto para una enriquecedora reflexión acerca de la bondad y misericordia de Dios, representado en este propietario que sale personalmente a contratar trabajadores para su finca. ¿Para qué tipo de trabajo son contratadas estas personas? Posiblemente para cosechar las uvas. Los obreros que esperan ser contratados eran campesinos que habían perdido sus tierras debido a sus deudas y que dependían totalmente de este tipo de trabajo diario para poder alimentar a sus familias. Se observa cómo el dueño contrata cuatro grupos más de personas a diferentes horas: a la tercera (nueve de la mañana), a la sexta (doce del mediodía), a la novena (tres de la tarde) y a la undécima hora (cinco de la tarde). A estos cuatro grupos el dueño les asegura que les pagará lo que sea justo, por lo cual los obreros entienden que la paga será menos que la de todo un día de trabajo. La paga acordada era lo normal para un día de trabajo: un denario. Los obreros no se quejan porque la paga es justa. Al final de la jornada, el propietario ordena al mayordomo que les pague a los obreros, comenzando por los últimos hasta llegar a los primeros. Y es aquí donde aparece la sorpresa, los que fueron contratados a las cinco de la tarde, y habían trabajado sólo una hora, reciben la paga de todo un día. Cuando llegan los primeros obreros ellos también reciben un denario; pero comienzan a murmurar en contra del propietario pues, por ser los últimos, habían visto que todos habían recibido el mismo pago. Pero el dueño de la viña les explica que la retribución no está basada en su mérito personal sino en la generosidad del propietario, quien tiene la libertad de darle a cada uno lo que él cree se merecen. Como la parábola comienza diciendo que el reino de los cielos es semejante a, entonces sabemos que la misma tiene como propósito dar un ejemplo de la naturaleza de este reino que Jesús viene anunciando. La viña, aquí es un símbolo del reino de los cielos. Si el dueño necesita obreros para trabajar en su viña significa que el reino es algo que se construye en cooperación con Dios, no algo que Dios realiza por sí solo. Este trabajo es remunerado pero esta remuneración no depende de los meritos personales de los obreros sino de la generosidad del propietario. Podríamos decir que la entrada al reino, no depende sólo de las obras de la persona sino de la gracia de Dios. Hermanos, Dios es el dueño de la viña, necesita obreros, los conseguirá y pondrá a trabajar y dará la paga que expresa lo misericordioso que es. No importa la hora en que hayamos comenzado a trabajar, al final, vendrá la paga, la vida eterna, representada en ese denario que habrá de recibir cada uno. Así es Dios, añade a la justicia la bondad y da como resultado su misericordia. 63 No he venido a ser servido sino a servir 21 Jueves Memoria Obligatoria: San Pio X, Papa Blanco Lectura del Profeta Ezequiel 36, 23-28 “Mostraré la santidad de mi nombre grande, profanado entre los gentiles, que ustedes han profanado en medio de ellos; y conocerán los gentiles que yo soy el Señor -oráculo del Señor-, cuando les haga ver mi santidad al castigarlos. Los recogeré de entre las naciones, los reuniré de todos los países, y los llevaré a su tierra. Derramaré sobre ustedes un agua pura que los purificará: de todas sus inmundicias e idolatrías los he de purificar. Y les daré un corazón nuevo, y les infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de su carne el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu, y haré que caminen según mis preceptos, y que guarden y cumplan mis mandatos. Y habitaran en la tierra que di a sus padres. Ustedes serán mi pueblo, y yo seré su Dios.” Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 50 R. /“Derramaré sobre ustedes un agua pura que los purificará de todas sus inmundicias.” Oh Dios, crea en mí un corazón puro, / renuévame por dentro con espíritu firme; / no me arrojes lejos de tu rostro, / no me quites tu santo espíritu. R. Devuélveme la alegría de tu salvación, / afiánzame con espíritu generoso: / enseñaré a los malvados tus caminos, / los pecadores volverán a ti. R. Los sacrificios no te satisfacen: / si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. / Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; / un corazón quebrantado y humillado, / tú no lo desprecias. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 22, 1-14 En aquel tiempo volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo, diciendo: “El Reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados encargándoles que les dijeran: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Vengan a la boda”. Los convidados no hicieron caso, uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Vayan ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encuentren convídenlos a la boda”. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?” El otro no abrió la boca. 64 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Entonces el rey dijo a los camareros: “Atenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos”. Palabra de Dios. Meditación El rey es Dios, y el Hijo es Jesucristo. El banquete está preparado, es decir la alegría y felicidad del Reino; los servidores son los profetas, y a quienes les van avisar como invitados es a los judíos, pero éstos se negaron a ir. De este modo fue como después envió a otros servidores, es este caso los apóstoles, con el encargo de decir a los invitados: “Mi banquete está preparado”, El banquete es la felicidad mesiánica. En aquel tiempo, en esta parábola Jesús se dirige a los judíos y lo hace de forma insistente, como es la llamada insistente de Dios a su pueblo que al parecer esta sordo. Sin embargo ante el rechazo de los judíos, Dios invita a todos, incluso a los pecadores a disfrutar de su reino, pero no basta aceptar la invitación e ir, además, el invitado deberá entrar con las debidas disposiciones espirituales, es decir con una vida de gracia y rectitud. Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio. Es decir, estos malagradecidos consideraron más importante que aceptar la invitación, dedicarse a sus asuntos económicos, preocuparse de su apego a lo material, sus cosas personales, sus propiedades, todo ello mucho más interesante que asistir a tan bella invitación. Así fue, como por preferir las comodidades, estos se hicieron indignos y no merecedores del Reino de los Cielos. También se acusa, que hubo otros que aumentaron su error, es decir quedaron en una situación que no podía ser peor, pues se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron. Es por ejemplo lo que le sucedió a Juan Bautista y muchos otros profetas. Ante el rechazo de unos, la invitación se hace a todos los que vivían en las cercanías, a los caminantes, a los gentiles y, a cuanta persona encontraron, siendo estas personas buenas y también malas, y la sala de fiesta se llenó de una gran variedad de convidados. Cuando el rey, Dios, entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. Lo que esta representando esta escena es que este invitado no está investido de la gracia, la piedad, la bondad, la justicia y la fe. Porque muchos son llamados, pero pocos los elegidos. ¿Entre quiénes estás tú? 22 Memoria Obligatoria: Santa María Vírgen, Reina Viernes Blanco Lecturas Memoria Santa María Virgen, Reina Lectura del Profeta Isaías 9,1-3.5-6 El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierra de sombras, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan 65 No he venido a ser servido sino a servir en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín. Porque la vara del opresor, y el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva a hombros el principado, y es su nombre: «Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de la paz.» Para dilatar el principado, con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino. Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre. El celo del Señor de los ejércitos lo realizará. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: Sal 112 R/. “Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre” Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. R/. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. R/. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? R/. Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo. R/. Lectura del Santo Evangelio según Lucas 1,26-38 En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?» El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.» María contestó: «Aquí está la está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y la dejó el ángel. Palabra del Señor. Meditación Hoy es la fiesta de Santa María Reina. El texto que meditamos en el evangelio describe la visita del ángel a María (Lc 1,26-38). La Palabra de Dios llega a María no a través de un texto bíblico, sino a través de una experiencia profunda de Dios, manifestada en la visita del ángel. Fue 66 Plan de Pastoral - Agosto 2014 gracias a rumiar la Palabra escrita de Dios en la Biblia, que María fue capaz de percibir la Palabra viva de Dios en la visita del Ángel. Lucas presenta a las personas y los lugares: una virgen llamada María, prometida a un hombre, llamado José, de la casa de David. El ángel Gabriel es el enviado de Dios para esta virgen que moraba en la periferia. Los versículos 26-28 nos colocan en el tiempo y el espacio sagrados del acontecimiento que meditamos y que reviven en nosotros: estamos en el sexto mes de la concepción de Juan Bautista y estamos en Nazaret, ciudad de Galilea, territorio de los alejados e impuros.. Aquí ha bajado Dios para hablarle a una virgen, para hablar a nuestro corazón. Nos vienen presentados los personajes de este acontecimiento maravilloso: Gabriel, el enviado de Dios, y una joven mujer de nombre María. El ángel anuncia el gozo, la gracia y la presencia de Dios; María queda turbada y se pregunta de dónde le pueda venir a ella todo esto. ¿De dónde un gozo tal? ¿Cómo una gracia tan grande que puede cambiar incluso el ser? A medida que el diálogo sigue su desarrollo, el alma de la joven virgen se va desnudando para mostrar tanta pureza, tanta humildad y sobre todo, tanta obediencia. Serán los versículos 30-33 centrales en todo el pasaje, los que mostrarán el don de Dios, su omnipotencia en la vida del hombre. Dios comienza, ya aquí, a hacerse vecino, a llamar. Está en pie, espera, junto a la puerta del corazón de María; pero también aquí, en nuestra casa, junto a nuestro corazón…. María ante la propuesta de Dios, se deja manejar por una completa disposición (verso 34); revela su corazón, sus deseos. Sabe que para Dios lo imposible es realizable, no tiene la mínima duda, no endurece su corazón ni su mente, no hace cálculos; quiere solamente disponerse plenamente, abrirse, dejarse alcanzar de aquel toque humanamente imposible, pero ya escrito, ya realizado en Dios. Pone delante de Él, con un gesto de purísima pobreza, su virginidad, su no conocer varón; es una entrega plena, absoluta, desbordante de fe y abandono. Este último versículo (verso 38) parece encerrar el infinito. María dice su “He aquí” se abre, se ofrece a Dios y se realiza el encuentro, la unión por siempre. Dios entra en el hombre y el hombre se convierte en lugar de Dios. Se ha producido el milagro, y todo gracias al sí confiado de una mujer buena, que por más se distingue como Reina y modelo para los hombres y mujeres de todos los tiempos. Por eso la saludamos y expresamos nuestra gratitud. Ella enaltece a la raza humana y repara el daño causado por Eva, permitiendo que Dios obre entre nosotros en la persona de su único Hijo. 23 Sábado Verde Lectura del Profeta Ezequiel 43, 1-7ª En aquellos días, el ángel me condujo a la puerta oriental: vi la gloria del Dios de Israel que venía de oriente, con estruendo de aguas caudalosas: la tierra reflejó su gloria. 67 No he venido a ser servido sino a servir La visión que tuve era como la visión que había contemplado cuando vino a destruir la ciudad, como la visión que había contemplado a orillas del río Quebar. Y caí rostro en tierra. La gloria del Señor entró en el templo por la puerta oriental. Entonces me arrebató el espíritu y me llevó al atrio interior. La gloria del Señor llenaba el templo. Entonces oí a uno que me hablaba desde el templo -el hombre seguía a mi lado-, y me decía: Hijo de Adán, éste es el sitio de mi trono, el sitio de las plantas de mis pies, donde voy a residir para siempre en medio de los hijos de Israel.” Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 84 R. /“La gloria del Señor habitará en nuestra tierra.” Voy a escuchar lo que dice el Señor: “Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.” La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará en nuestra tierra. R. La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. R. El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 23, 1-12 En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: “En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: Hagan y cumplan lo que les digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente a los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame “maestros”. Ustedes, en cambio, no se dejen llamar maestro, porque uno solo es su Maestro, y todos ustedes son hermanos. Y no llamen padre nuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es su Padre, el del cielo. No se dejen llamar jefes, porque uno solo es su Señor, Cristo. El primero entre ustedes será su servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. Palabra del Señor. Meditación Jesús condena la incoherencia y la falta de sinceridad en la relación con Dios y con el prójimo. Está hablando contra la hipocresía tanto de los fariseos como de nosotros, hoy. Hablan y no practican. Jesús reconoce la autoridad y el conocimiento de los escribas, pero el error básico es la incoherencia: “Dicen y no hacen”. Jesús enumera varios puntos que revelan una incoherencia. Algunos escribas y fariseos imponen leyes pesadas a la gente. Conocían bien las leyes, pero no las practicaban, ni usaban su conocimiento para 68 Plan de Pastoral - Agosto 2014 aliviar la carga sobre los hombros de la gente. Hacían todo para ser vistos y elogiados, usaban túnicas especiales para la oración, les gustaba ocupar sitios importantes y ser saludados en la plaza pública. Querían ser llamados ¡“Maestro”¡ Representaban un tipo de comunidad que mantenía, legitimaba y alimentaba las diferencias de clase y de posición social. Legitimaba los privilegios de los grandes y la posición inferior de los pequeños. Ahora, si hay una cosa que a Jesús no le gusta son las apariencias con las que quieren engañar. ¿Cómo debe ser una comunidad cristiana? Todas las funciones comunitarias deben ser asumidas como un servicio: “El mayor entre ustedes será su servidor!” A nadie hay que llamar Maestro (Rabino), ni Padre, ni Guía. Pues la comunidad de Jesús debe mantener, legitimar, alimentar no las diferencias, sino la fraternidad. Esta es la ley básica: “Ustedes son hermanos y hermanas!” La fraternidad nace de la experiencia de que Dios es Padre, y que hace de todos nosotros hermanos y hermanas. “Pues, el que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado!” La palabra “fariseo” significa “separado”. Su observancia era tan estricta y rigurosa que se distanciaban del común de la gente. Por eso, eran llamados “separados”. De ahí nace la expresión “mentalidad farisaica” y que lamentablemente abunda en estos días en nuestras comunidades. Aprovechemos hoy para pasar balance a lo que es nuestro cuidado por las cosas de Dios, por el cumplimiento de la Ley y nuestras relaciones con el prójimo. Nunca nos creamos mejores o superiores a los demás ni tengamos por perfecta la ideología o confesión de fe que profesamos para denigrar o dañar a otros. El mejor es el que se rebaja, el que se humilla o se pone en su provecho de toda la comunidad, salvando la igualdad y disimulando la diversidad. 24 XXI Domingo del Tiempo Ordinario Primera Semana Liturgia de las Horas Verde Desde la fe seamos verdaderos servidores del Señor en su pueblo Orientaciones de este Domingo: Colocar el lema del día en un lugar visible: Presentar como símbolo una llave que indica un papel de responsabilidad y autoridad al servicio del reino de Dios. Una roca como el fundamento sobre la cual Jesús edifica su Iglesia. Monición de Entrada: Hermanos y hermanas una vez más nos congrega el Señor en torno a su mesa para orar y celebrar la Eucaristía,hoy Vigésimo Primer Domingo del tiempo ordinario,reafirmando así una vez más nuestra fe en Jesús, el Hijo de Dios vivo que ha venido a servir no hacer servido. 69 No he venido a ser servido sino a servir El mensaje de este domingo está lleno de simbolismos; el profeta Isaías con la expresión de la túnica como servicio y las llaves como autoridad que a imagen de la del rey es concebida al servicio del pueblo y como ilustración de los poderes que Jesús confía a Pedro, Piedra sobre la cual Jesús edifica su Iglesia, en respuesta a la confesión de fe que se proclamará en el evangelio de Mateo. Ahora bien, todo poder recibido para una misión es verdadero y duradero en la medida que se convierte en servicio generoso a los demás, especialmente a los más pobres, y se tiene siempre viva la fe en Dios Padre y en su Hijo Jesucristo a quienes rendimos todo honor y gloria. Pidamos al Señor que nuestra fe crezca y se convierta en servicio generoso a El y a los demás. Recemos para que nunca se nos quite la llave que se nos ha entregado y nunca crezca el orgullo por cualquier puesto que tengamos sino que sea siempre una ocasión y oportunidad de servicio a los demás. Con la alegría y la fe que recibimos del Señor nos disponemos para alabar y bendecir a Dios Padre, por medio de su Hijo y con la fuerza del Espíritu Santo. Primera Lectura: Isaías 22, 19-23 A los que gobiernan y políticos Dios es quien le da la autoridad para que sirvan al Pueblo, no para que se sirvan de ellos. Si no somos buenos servidores se nos quitará todo poder y se le entregará a otro. Escuchemos. Lectura del libro de Isaías Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio: «Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo. Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacin, hijo de Elías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.» Palabra de Dios. Salmo responsorial Sal 137, 1-2a. 2bc-3. 6 y 8bc (R.: 8bc) R. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario, daré gracias a tu nombre. R. Por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama; cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R. El Señor es sublime, se fija en el humilde, y de lejos conoce al soberbio. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. R. Segunda Lectura: Romanos 11,33-36 El Apóstol, Pablo en su Carta a los Romanos reconoce a Dios como el origen, sentido y meta de todo lo creado y del servicio que realizamos en esta tierra al que estamos enviados por medio de su Hijo: Escuchemos. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos ¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! 70 Plan de Pastoral - Agosto 2014 ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén. Palabra de Dios. Aleluya Mt 16, 18 Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Evangelio: Mateo 16, 13-20 La profesión de Pedro de su fe en Jesucristo como el Mesías, el Hijo del Dios vivo le trae como consecuencia una misión de servicio en la edificación de la Iglesia, continuadora de la vida y misión de Jesús en la tierra. También, nosotros al decidirnos por Jesús somos enviados a servir sin medida al Reino de Dios desde la Iglesia. Escuchemos la proclamación del Santo Evangelio. + Lectura del santo evangelio según san Mateo En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: -«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» Ellos contestaron: -«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.» Él les preguntó: -«Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: -«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le respondió: -«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo». Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías. Palabra del Señor. Meditación Al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Por qué les pregunta primeramente a ellos lo que piensan de Él las gentes? Después de oír lo que las gentes pensaban de Él, se dirige a los apóstoles para preguntarles abiertamente qué es lo que, a estas alturas de su vida y de su contacto de dos años con El, han captado a través de su doctrina, de su conducta, de sus milagros. Era un momento sumamente trascendental. Si no fuera que Jesús tenía un conocimiento de todo por su ciencia sobrenatural, se diría que esperaba impaciente la respuesta de sus apóstoles. La confesión de Simón Pedro expresa el grado de profundidad de la relación discípulo-maestro. Pedro, desde su primer encuentro con Jesús, 71 No he venido a ser servido sino a servir deja al descubierto, por una parte, la amistad no disimulada del Maestro, y por otra, la entrega sin reservas a su servicio o compañía, es así como Pedro sabe quién es Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús, volviéndose a Simón, le dice: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y Jesús lo eligió como la roca para construir sobre ella su Iglesia y le confirió los poderes para llevar a la salvación a todos los hombres. Pedro es la roca, en el sentido de que la fe y los creyentes no pueden tener otra fe que la de los apóstoles y profetas, que son los que enseñan esa verdad, que está construida sobre la piedra angular de Jesús, y así es, como luego dice; y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Es decir, no podrá vencer a la Iglesia, pues ésta está firme y estable, porque está construida sobre la roca firme, que es Jesús. A Pedro se le darán las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo. La promesa es que ese atar y desatar sobre la tierra tendrá su automática ratificación en el cielo. Hermanos, hablemos de Jesús desde el corazón y desde la vida, desde las obras, no de forma teórica, por lo que aprendimos del Catecismo, sino de lo que hemos vivido en la intimidad que hemos cultivado con Él. Digamos lo que en realidad siente nuestro corazón y dispongámonos a recibir los elogios al considerarnos también “dichosos” Oración universal El que preside: Presentemos con fe viva al Padre nuestras oraciones invocando su misericordia diciendo: Padre, aumenta nuestra fe en Ti y en tu Hijo Jesucristo. - Para que el Señor sostenga y ayude al Papa Francisco sucesor de Pedro en esta misión que le ha confiado, de guardar la unidad de la Iglesia y confirmar en la fe a sus hermanos y por todos los Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Religiosos y Religiosas para que sean fieles y fervorosos servidores de Dios en medio de su pueblo. Roguemos al Señor. - Por los que, gobiernan, legislan y juzgan en la sociedad, investidos de poderes, para que sepan que es de Dios de quien dimanan todos los poderes y que la grandeza está en el servir a los más pobres. Roguemos al Señor. - Por los enfermos y todos los que sufren especialmente lo que carecen de lo necesario para vivir con dignidad, para que en nuestro país trabajemos y renovemos con urgencia las estructuras políticas, económicas y sociales para lograr así una mejor distribución de los bienes que Dios nos ha dado. Roguemos al Señor. - Por los padres y madres de familias, para que con sabiduría y la fuerza del Espíritu puedan con la autoridad que viene de Dios guiar y ser ejemplo para sus hijos y despierten en ellos el deseo de servir a través del sacerdocio o a la vida consagrada. Roguemos al Señor. - Para que nunca el Señor nos quite las llaves de cualquier misión encomendada, por no realizar un adecuado servicio a Dios y a los demás. Roguemos al Señor. 72 Plan de Pastoral - Agosto 2014 - Por todos nosotros, para que dialoguemos en la verdad y anunciemos sin temor que Jesucristo es el enviado, el Hijo de Dios vivo. Roguemos al Señor. El que preside: Acoge con amor nuestras súplicas. Haz que nuestra fe en Ti se convierta en servicio generoso a los demás, especialmente a los más pobres de la tierra. Haznos verdaderos y fieles servidores tuyos en los hermanos hasta el final. Por Jesucristo, nuestro Señor. 25 Lunes Feria o Memoria Libre: San Luis de Francia o San José de Calasanz, Presbítero Verde o Blanco Lectura de la Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5. 11b-12 Pablo, Silvano y Timoteo a los tesalonicenses que forman la Iglesia de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Les deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por ustedes, hermanos; y es justo, pues su fe crece vigorosamente, y su amor, de cada uno por todos y de todos por cada uno, sigue aumentando. Esto hace que nos mostremos orgullosos de ustedes ante las Iglesias de Dios, viendo que su fe permanece constante en medio de todas las persecuciones y luchas que sostienen. Así se pone a la vista la justa sentencia de Dios, que pretende concedernos su reino, por el cual bien que padecen. Nuestro Dios los considera dignos de su vocación, para que con su fuerza le permita cumplir eficazmente todo buen propósito y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en ustedes, y ustedes en él, según la gracia de Dios y del Señor Jesucristo. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 95 “Cuenten las maravillas del Señor a todas las naciones.” Canten al Señor un cántico nuevo, canten al Señor, toda la tierra; canten al Señor, bendigan su nombre. R. Proclamen día tras día su victoria. Cuenten a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R. Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses. Pues los dioses de los gentiles son apariencia, mientras que el Señor ha hecho el cielo. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 23, 13-22 En aquel tiempo habló Jesús diciendo: “¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los cielos! Ni entran ustedes ni dejan entrar a los que quieren. ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que devoran los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones! Su sentencia será por eso más severa. ¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que viajan por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo consiguen, lo hacen digno del fuego el doble que ustedes! 73 No he venido a ser servido sino a servir ¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: “Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga”. ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo, jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él”. Palabra del Señor. Meditación El evangelio que leemos en la liturgia de hoy es una continuación del sábado pasado y forma parte del discurso contra la actitud de los escribas y fariseos que Mateo pone en boca de Jesús en el capítulo 23 de su relato evangélico. Cada una de las críticas va precedida de un “¡Ay!”, que expresa, más que una maldición, un dolor, una indignación. Fíjense que Jesús no condena los ritos ni la observancia de la ley (Mt 5,18), lo que condena es el quedarse en los ritos y observancia externos sin que estos reflejen una actitud interior conforme a lo que se practica: “Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello”. A diario vemos a los “fariseos” de nuestro tiempo, esas personas que gustan de ocupar los primeros puestos en todas las actividades y celebraciones litúrgicas de la Iglesia, en la oración comunitaria, en las lecturas de la celebración eucarística, en los sacramentos; pero su vida personal, su conducta “fuera del templo”, no guarda relación alguna con esa “religiosidad” demostrada en el Templo. Son meros actores interpretando un “papel” para “las gradas”. Esa es la actitud que Jesús condena. Son pocas las veces que vemos a Jesús verdaderamente molesto, indignado. Jesús nos está diciendo que el verdadero cristiano es una persona “genuina”, sin dobleces, transparente, que practica lo que predica. Nos está diciendo que, aunque no debemos menospreciar los ritos externos (la purificación exterior de “la copa y el plato”), estos tienen menos importancia que la pureza interior. Cuando lleguemos a ese día que nos espera a todos en que tengamos que enfrentarnos a nuestra vida, no se nos preguntará cuántas veces acudimos al templo, ni cuántas veces participamos en los ritos religiosos, ni cuánto diezmamos; se nos preguntará cuánto amamos. Como dijo san Juan de la Cruz: “A la tarde de la vida te examinarán en el amor”. Siendo Jesús una persona humanamente bien formada, con principios y valores rectos, la actitud de los escribas y fariseos le parece de lo más reprochable. Es por eso que Jesús les reprime y recrimina. Jesús es consciente que ellos influyen mucho en los demás, ya que son los jefes de las sinagogas, y viendo que sus actitudes no son las más adecuadas, se decide a actuar para poner solución a la situación. Jesús es el buen pastor que cuida de sus ovejas y no las deja solas. Es notorio que Jesús se ocupa hasta de nuestras actitudes, tiene presente la forma en que 74 Plan de Pastoral - Agosto 2014 nos tratamos nosotros y como nos dirigimos a él. Entonces, hermanos, cuidemos nuestras actitudes y nuestras prácticas, antes que a los hombres, procuremos agradar a Dios, a quien se le alaba en espíritu y en verdad. 26 Martes Feria o Memoria Libre: Santa Teresa de Jesús Jornet, Virgen Patrona de la Ancianidad Verde o Blanco Lectura de la Segunda Carta de San Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-3a. 14-17 Les rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no pierdan fácilmente la cabeza ni se alarmen por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima. Que nadie en modo alguno los desoriente. Dios los llamó por medio del Evangelio que predicamos, para que posean la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así, pues, hermanos, manténganse firmes y conserven las tradiciones que han aprendido de nosotros, de viva voz o por carta. Que Jesucristo, nuestro Señor, y Dios, nuestro Padre que nos ha amado tanto y nos ha regalado un consuelo permanente y una gran esperanza, los consuele internamente y les dé fuerzas para toda clase de palabras y de obras buenas. Palabra de Dios Salmo Responsorial: 95 “Llega el Señor a regir la tierra” Digan a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente.» R. Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos. R. Aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 23, 23-26 En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: -« ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el décimo de la menta, del anís y del comino, descuidan lo más grave de la ley: el derecho, la compasión y la sinceridad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.» Meditación Jesús se queja de la ceguera de los líderes religiosos, fariseos y de los maestros de la Ley y que exageradamente se manifiesta de modo particular en el legalismo exterior. Esta queja del Señor, ha permanecido hasta estos días, o ¿Acaso no se insiste en hacer cosas en nombre de Jesucristo olvidando muchas veces la misericordia?. En efecto, esto es 75 No he venido a ser servido sino a servir algo que tenemos que reflexionar en forma permanente, tal como lo hacían los fariseos, y es que hoy nos preocupamos de observar escrupulosamente asuntos legales sin antes reflexionar sobre las exigencias de Dios. Ciertamente es un crítica muy válida para hoy, si queremos observar la ley, tenemos que pensar primero en el amor a Dios por sobre todo, a nuestro prójimo, en ser ante todo misericordiosos y por sobre todo, fieles al Señor. No seamos como los guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello. Es una crítica a la poca coherencia. No negamos que son palabras duras de Jesús, ciertamente él se está dirigiendo a los fariseos, a los que trata de hipócritas, pero también es para que descubramos el fariseo que llevamos dentro, ¿o estamos libres de hipocresías?, ¿Está libre de hipocresía la sociedad en la cual vivimos, mi familia, mi Iglesia?. No. Si nos examinamos descubriremos tantas actitudes que toman por principal lo que sólo es secundario, por substancial lo que es accidental. Frente al Señor, solo nos queda ser honestos, coherentes, limpiando primero la copa por dentro para que quede limpia también por fuera. Que no llegue a nuestros oídos el ¡ay! Acusador de Jesús, el reproche a una práctica que desborda los límites de la paciencia cuando vemos a algunos hermanos preocupados por la forma en cómo ponemos las manos, si nos sentamos o no en las celebraciones litúrgicas, si celebramos con zapatos negros o marrones. Nos detenemos a mirar lo exterior descuidando el exterior, y sobre todo atentos a que nos admiren y reconozcan como buenos y piadosos. Se queja Jesús y nos advierte del contraste entre lo exterior y lo interior. Dichosos los que tiene el corazón limpio porque verán a Dios (Mt 5,8) Lo importante es la pureza del corazón, la pureza interior y no tanto la limpieza exterior, que lleva a la autocomplacencia. El cuidado exterior debe ser un resplandor natural de la belleza interior y no un abrigo que esconde un interior viciado. El Señor nos dice que no es suficiente observar la letra de la ley, desconectados del verdadero espíritu de la Ley, El Señor quiere que no deseemos ni codiciemos, que dejemos el desenfreno, la inmoralidad y examinemos nuestro interior a fin de limpiarnos primero desde el corazón. Oigamos a san Pablo cuando nos dice: Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta. Todo cuanto han aprendido y recibido y oído y visto en mí, pónganlo por obra y el Dios de la paz estará con ustedes (Filipenses 4, 8-9). 27 Miércoles Memoria Obligatoria: Santa Mónica Blanco Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3,6-10.16-18 En nombre de nuestro Señor Jesucristo, hermanos, les mandamos: no traten con los hermanos que llevan una vida ociosa y se apartan de las tradiciones que recibieron de nosotros. Ya saben cómo tienen que imitar 76 Plan de Pastoral - Agosto 2014 nuestro ejemplo: no vivimos entre ustedes sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie. No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos darles un ejemplo que imitar. Cuando vivimos con ustedes, se lo mandamos: El que no trabaja, que no coma. Que el Señor de la paz les dé la paz siempre y en todo lugar. El Señor esté con todos ustedes. La despedida va de mi mano, Pablo; ésta es la contraseña en toda carta; ésta es mi letra. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes. Palabra de Dios. Salmo Responsorial 127 “R/. Dichosos los que temen al Señor Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo,serás dichoso, te irá bien. R/. Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión,que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. R/. Lectura del santo evangelio según san Mateo 23,27-32 En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que se parecen a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo ustedes: por fuera parecen justos, pero por dentro estan repletos de hipocresía y crímenes. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que edifican sepulcros a los profetas y ornamentan los mausoleos de los justos, diciendo: “Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas”! Con esto atestiguan en contra de ustedes, que son hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmen también ustedes la medida de sus padres!» Palabra del Señor. Meditacion Jesús, compara la hipocresía de los jefes judíos con «sepulcros blanqueados»: bonitos por fuera, pero «llenos de podredumbre» por dentro. La comparación es muy dura, pero deja claro el posible contraste entre los dos mundos -exterior e interior-y también que lo más importante –porque influye en toda la persona- es lo que uno es «por dentro», cara a Dios. La buena apariencia no quita que dentro haya podredumbre. Jesús, sigues castigando la mentira y la maldad con apariencia de bien. Quizá yo también estoy demasiado pendiente del qué dirán de mí, o me dejo llevar por la ambición o la violencia o el interés por el poder. O me considero de los «buenos», los mejores, los perfectos, cuando en realidad sólo Dios juzga, y si no juzgo a los demás tampoco yo seré juzgado. Nos recomiendas purificar lo de dentro de la misma manera que se ha embellecido el exterior. Señor, que para el interior de nuestros corazones tengamos el mismo afán de purificación y de hermosura que tenemos para nuestras apariencias. -“¡Ay de 77 No he venido a ser servido sino a servir ustedes escribas y fariseos que edifican los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos y dicen: “Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos colaborado con ellos para derramar la sangre de los profetas.” Una tras la otra, cada generación dice lo mismo: “Si hubiéramos estado allí, lo hubiéramos hecho mejor que ustedes…” “Consideren, ustedes, los adultos, cuán lamentable es la sociedad que nos han legado…” Y nos cargamos a nuestros antepasados y nos cargamos a los judíos… y creemos que nosotros no hubiéramos crucificado a Jesús! ¡Resulta una terrible hipocresía creerse mejor que su propio padre, considerarse entre los justos “con lo cual atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas ¡Colman también ustedes la medida de sus padres!”. Muchas veces sentimos nostalgia mirando al pasado, condenando a nuestros antepasados por ésta o aquella actitud, y sin que nos detengamos a mirar lo que hacemos en el presente. Nuestros padres hicieron o dejaron de hacer tal cosa, mientras nosotros de forma irresponsable actuamos peor que ellos. Somos capaces de levantar monumentos o de exaltar a los que siglos atrás levantaban la bandera para defender los derechos humanos, mientras nosotros seguimos denigrando, maltratando, separando, explotando a los obreros, a los campesinos, a los jóvenes y mujeres de nuestros barrios. ¿Cuándo dejaremos de ser hipócritas y de olvidar lo que en realidad nos corresponde? 28 Memoria Obligatoria: San Agustín, Obispo y Doctor de la Iglesia Jueves Blanco 38º Aniversario de la Ordenación Episcopal de Mons. Fabio Mamerto Rivas Santos, SDB, Obispo Emérito de Barahona Lectura de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios 1, 1-9 Yo Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con ustedes. En mi acción de gracias a Dios los tengo siempre presentes, por la gracia que Dios les ha dado en Cristo Jesús. Pues por él han sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en ustedes se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecen de ningún don, ustedes que aguardan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él los mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusarlos en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios los llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel! Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 144 “Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.” Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. Grande es el Señor, merece toda alabanza, es incalculable su grandeza. R. 78 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Una generación pondera tus obras a la otra, y le cuenta tus hazañas. Alaban ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas. R. Encarecen ellos tus temibles proezas, y yo narro tus grandes acciones; difunden la memoria de tu inmensa bondad, y aclaman tus victorias. R. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 24, 42-51 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: “Estén en vela, porque no saben qué día vendrá su Señor. Comprendan que, si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estén también ustedes preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichosos ese criado si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Les aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Palabra del Señor. Meditación Hoy, mucha gente vive preocupada con el fin del mundo. En las calles de las ciudades, muchas veces se ve escrito: ¡Cristo viene ya! ¿Y cómo será esa venida? Después del año mil, apoyados en el Apocalipsis de Juan comenzaron a decir: “Los mil primeros años pasaron, pero los 2000 años no pasarán!” Por esto, en la medida en que se acercaba el año 2000, muchos quedaban preocupados. Hasta hubo gente que, angustiada con la proximidad del fin del mundo, llegó a suicidarse. Otros, leyendo el Apocalipsis de Juan, llegaron a predecir la hora exacta del fin. Pero el año 2000 pasó y no aconteció nada. ¡El fin no llegó! Muchas veces, la afirmación “Cristo viene ya” es usada para dar miedo a la gente y ¡obligarla a entrar a una determinada iglesia! La misma problemática existía en las comunidades cristianas de los primeros siglos. Mucha gente de las comunidades decía que el fin de este mundo estaba cerca y que Jesús volvería luego. Algunos de la comunidad de Tesalónica en Grecia, apoyándose en la predicación de Pablo decían: “¡Jesús volverá luego. Por esto, había personas que no trabajaban, porque pensaban que la venida fuera cosa de pocos días o semanas. “¿Trabajar para qué, si Jesús iba a volver?”. Pablo responde que no era tan simple como se lo imaginaban. Y a los que no trabajaban decía. “¡Quién no quiere trabajar, que no coma!” Otros se quedaban mirando al cielo, aguardando el retorno de Jesús sobre las nubes. Otros se quejaban de que se demorara. En general, los cristianos vivían en la expectativa de la venida inminente de Jesús. Jesús vendría a realizar el Juicio Final para terminar con la historia injusta de este mundo acá e inaugurar la nueva fase de la historia, la fase definitiva del Nuevo 79 No he venido a ser servido sino a servir Cielo y de la Nueva Tierra. Pensaban que esto acontecería dentro de una o dos generaciones. Mucha gente viviría aún cuando Jesús iba a aparecer glorioso en el cielo. Otros, cansados de esperar, decían: ¡No volverá nunca!. Es evidente que el Evangelio de hoy quiere advertirnos de la necesidad de mantener una actitud vigilante, de impedir que se nos robe la oportunidad de permanecer fieles al Señor en la espera del día feliz de su regreso. Es verdad que tenemos muchas preocupaciones, producto de las dificultades que atravesamos y que en los afanes diarios hasta nos olvidamos de las cosas esenciales, y una de ellas es continuar trabajando por la transformación de la sociedad, lo que se dará cuando el corazón del hombre haya aceptado al Señor. Estemos preparados, listos, con la única aspiración de que el Señor nos encuentre como buenos administradores de lo que ha puesto en nuestras manos y desarrollado según el talento que cada uno ha recibido. 29 Viernes Memoria Obligatoria: El Martirio de San Juan Bautista Rojo Lectura del Profeta Jeremías 1, 17-19 Por tu parte, te apretarás la cintura, te alzarás y les dirás todo lo que yo te mande. No desmayes ante ellos, y no te haré desmayar yo delante de ellos; pues, por mi parte, mira que hoy te he convertido en plaza fuerte, en pilar de hierro, en muralla de bronce frente a toda esta tierra, así se trate delos reyes de Judá como de sus jefes, de sus sacerdotes o del pueblo de la tierra. Te harán la guerra, mas no podrán contigo, pues contigo estoy yo –oráculo del Señor- para salvarte. Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 70 R. “Mi boca contará tu auxilio” A ti, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame. R. Sé tu mí roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío, líbrame de la mano perversa. R. Porque tú, Diosa mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor desde mi juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías. R. Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R. Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 6, 17-29 Herodes, en efecto, había mandado arrestar a Juan, y lo había encadenado en la cárcel, a causa de Herodías, la mujer de Filipo, su hermano, pues la había tomado por su mujer. Porque Juan decía a Herodes: “No te es lícito tener a la mujer de tu hermano”. Herodías le guardaba rencor, y quería hacerlo morir, y no podía. Porque Herodes tenía respeto por Juan, sabiendo que era un varón justo y santo, y lo amparaba: al oírlo se quedaba muy 80 Plan de Pastoral - Agosto 2014 perplejo y sin embargo lo escuchaba con gusto. Llegó, empero, una ocasión favorable, cuando Herodes, en su cumpleaños, dió un festín a sus grandes, a los oficiales, y a los personajes de Galilea. Entró (en esta ocasión) la hija de Herodías y se congració por sus danzas con Herodes y los convidados. Dijo, entonces, el rey a la muchacha. “Pídeme lo que quieras, yo te lo daré”. Y le juró: “Todo lo que me pidas, te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino”. Ella salió y preguntó a su madre: “¿Qué he de pedir?” Esta dijo: “La cabeza de Juan el Bautista”. Y entrando luego a prisa ante el rey, le hizo su petición: “Quiero que al instante me des sobre un plato la cabeza de Juan el Bautista”. Se afligió mucho el rey; pero en atención a su juramento y a los convidados, no quiso rechazarla. Acto continuo envió, pues, el rey un verdugo, ordenándole traer la cabeza de Juan. Éste fue, lo decapitó en la prisión, y trajo sobre un plato la cabeza que entregó a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre. Sus discípulos luego que lo supieron, vinieron a llevarse el cuerpo y lo pusieron en un sepulcro. Palabra del Señor. Meditación El rey Herodes había hecho preso a Juan porque vivía maritalmente con Herodías, la mujer de su hermano Filipo. Herodes no hace caso de la opinión del pueblo, que veía en Juan un enviado de Dios. Juan no era parcial con los poderosos y denunció esa injusticia. La frase no te está permitido apela a la Ley, que prohíbe ese matrimonio (Ex 20,17; Lv 18,16; 20,21). La más sensible a esta denuncia es Herodías, la adúltera. La denuncia de Juan desacredita ante el pueblo al poder políti­co y puede crear una fuerte opinión popular contraria a Herodes que provoque la intervención romana o que decida a Herodes a despedir a Herodías. Esta teme por su posición y su poder; Juan es una amenaza para ella. Por eso se propone quitarle la vida, pero hay un obstáculo a su propósito, el temor que siente Herodes por Juan, al que considera un hombre justo, es decir, de conducta agradable a Dios y aprobada por él, y santo o consagrado por Dios, un profeta. El episodio de la muerte de Juan tiene dos lecturas paralelas. Marcos lo desarrolla en un plano narrativo, pero dejando ver a través de él un segundo plano, en el que los personajes adquieren un carácter represen­tativo. Los notables judíos de Galilea han renunciado a la idea de un Mesías enviado por Dios; tienen al pueblo sometido y lo utilizan para ganarse el favor del rey ilegítimo. Son ellos los principales responsables de la muerte de Juan Bautista. Llegó el día oportuno cuando Herodes, por su aniversario, dio un ban­ quete a sus magnates, a sus oficiales y a los notables de Galilea. Entró la hija de la dicha Herodías y danzó, gustando mucho a Hero­des y a sus comensales. El rey le dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras, que te lo daré». Y le juró repetidas veces: «Te daré cualquier cosa que me pidas, incluso la mitad de mi reino». La muchacha represen­ta al pueblo sin voluntad propia y juguete en manos de los dirigentes, mientras que en el texto se puede descubrir a la clase dirigente representada en la madre adultera. 81 No he venido a ser servido sino a servir El rey se entristeció mucho por la petición que le hizo la muchacha pero, debido a los juramentos hechos ante los convidados, no quiso desairarla. Parece que un rey no puede quedar mal ante la opinión pública, perdería su prestigio. Por encima de lo humano están los intereses del poder. Ninguna reacción por parte de los invitados: al rey le está per­mitido todo, es dueño de la vida de sus súbditos. La joven da la cabeza a la madre, quedándose sin nada. La madre consigue su propósito, acallar definitivamente la voz del Bautista. Así terminó la vida y misión de un hombre de Dios, de un profeta. Justamente se narra este episodio cuando Jesús va a manifestarse como Mesías y, para eso, ya no hace falta más preparación, Juan ha cumplido. ¡Qué triste narración! ¡Qué forma de ejercer el poder y que complicidad la de aquella asamblea! Lo más lamentable que ha sido el último caso, otros muchos, hombres y mujeres han muerte por la arrogancia, el falso escrúpulo de nuestros gobernantes. Lo más importante de todo es que la voz del profeta aunque maten su cuerpo no puede ser silenciada. 30 Sábado Memoria Obligatoria: Santa Rosa de Lima, Virgen Blanco Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,26-31 Fijense en nuestra asamblea, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder. Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor. Por él ustedes son en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención. Y así –como dice la Escritura– «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor.» Palabra de Dios. Salmo Responsorial: 32 R/. “Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad” Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,el pueblo que él se escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo,se fija en todos los hombres. R/. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. R/. Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; con él se alegra nuestro corazón,en su santo nombre confiamos. R/. Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,14-30 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco 82 Plan de Pastoral - Agosto 2014 talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno, hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.” Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.” Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.” Su señor le dijo: “Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.” Finalmente se acercó el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.” El señor le respondió: “Eres un empleado negligente y holgazán; ¿con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez. Porque el que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil échenlo fuera, a las tinieblas, allí será el llanto y el rechinar de dientes.”» Palabra del Señor. Meditación La parábola de los talentos es hoy para nosotros motivo de reflexión, y lo tendrá que ser siempre; pues, nos ponemos a observar todo lo que Dios nos ha regalado y tenemos necesariamente que pensar acerca de las acciones que hemos hecho para hacerlos crecer en nosotros. Los talentos no sólo representan las pertenencias materiales, son también las cualidades que Dios nos ha dado. El talento, más que una moneda, era el peso de un determinado número de dinero. En aquel tiempo, el talento era una unidad contable que equivalía a unos 35 a 42 kilos de plata, (algunos sostienen 50, pero no es lo importante), esta medida se empleaba para medir grandes cantidades de dinero, y representaba más o menos unos seis mil denarios, eso era mucho dinero, ya que un denario aparece como el jornal de un trabajador del campo, con esto podemos deducir que el siervo que recibió menos bienes (un talento) obtuvo del Señor una gran cantidad de dinero, entonces pensemos que hemos recibido bienes incontables. Al principio de este Evangelio se alude al que recibió cinco monedas y a su compañero, que negoció con dos. Cada uno debe producir al máximo según lo que ha recibido de su señor; de ahí la premiación y el rechazo. En la parábola se felicita al que ha ganado dos talentos, porque ha obtenido unos frutos en proporción a lo que tenía. Su señor no le exige como al primero, ya que esperaba de él otro rendimiento. 83 No he venido a ser servido sino a servir ¿Qué hacemos cada uno de nosotros con nuestros talentos? ¿Los arriesgamos o los enterramos en la tierra para que no peligren? ¿Nos merecemos esos talentos si no sabemos ponerlos a producir, esto es, a disposición de la vida? Cuando nos hacen un regalo lo disfrutamos, lo usamos, lo mostramos; al igual que cuando nos compramos un carro o un vestido. Siempre estamos deseando mostrar todas las cosas de las que disponemos para que la gente lo sepa, para no, quizá, sentirnos menos que los demás. El Señor, nos está enseñando con este relato, que todos tenemos que corresponder a las gracias que hemos recibido, hayan sido estas mayores o menores. Aquel que recibió mucho, deberá rendir cuenta por lo mucho que recibió, y se le exigirá muchos frutos, así se manifiesta diciendo al que hizo fructificar: “Está bien, servidor bueno y fiel; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu Señor”. Pero aquel que recibió poco, también está obligado a responder por aquello que recibió, y al no hacerlo le dijo: “Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses”. ¿Por qué no hacemos con nuestros talentos lo mismo que los servidores fieles? ¿Por qué no arriesgamos y mostramos lo que somos? ¿Entre quienes queremos estar nosotros, entre quienes multiplicaron sus talentos o entre quienes tienen temor a perderlo? Piénsalo y date una respuesta que dinamice lo que ya has empezado hacer. 31 XXII Domingo del Tiempo Ordinario II Semana Liturgia de las Horas Verde Servir implica entrega y sacrificio hasta la Cruz Orientaciones para este Domingo: Colocar el lema de este domingo. Se puede colocar en un lugar visible una Cruz. Destacar lo que implica dejarse seducir por Jesús, servirle y seguirle dejando las cosas fáciles que el mundo nos brinda. Se puede dramatizar el evangelio. Monición de Entrada: Hermanos y hermanas, hoy vigésimo segundo domingo del tiempo el Señor nos invita a celebrar la eucaristía de una manera muy particular, a dejarnos seducir y definir nuestra vida de cristiano para seguirle como discípulos y discípulas dispuestos a dejar todo por El. En la liturgia de hoy continua el dialogo entre Jesús y sus discípulos, esta vez le habla de la pasión y muerte que tenía que padecer, y este anuncio se convierte un motivo de escándalo entre los discípulos que no entendían el destino trágico de Jesús que cumple plenamente la voluntad del Padre. Jesús nos invita a tomar una decisión radical para realizar la propia existencia a través del servicio, de la entrega y el sacrificio de si mismo por su causa. 84 Plan de Pastoral - Agosto 2014 Ofrezcamos al Señor nuestras disposición de servicio y entrega, participando en la misión que a cada uno de nosotros El nos ha encomendado a pesar de la cruz y de los ataques que recibamos de tal modo que podamos decir como El: “ No he venido a ser servido sino a servir” (Mc.10,45). Dispongámonos a participar con alegría de esta Eucaristía, de pie y con el cántico de entrada recibamos al mismo Jesús que viene a presidirla a través de su ministro. Primera Lectura: Jeremías 20, 7-9 El Profeta Jeremías llamado por Dios a la misión profética se siente solo y abandonado, siente que Dios lo ha seducido pero todo se vuelve contra él. Experimenta el deseo de abandonar su misión, pero no podía porque el Señor lo impulsaba desde dentro a continuar su servicio. Escuchemos. Lectura del libro de Jeremías Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí. Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia», proclamando: «Destrucción.» La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día. Me dije: «No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre»; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía. Palabra de Dios. Salmo responsorial: Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9 (R.: 2b) R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío. Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. R. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. R. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos. R. Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. R. Segunda lectura: Romanos 12, 1-2 Cada cristiano está llamado a ofrecerse como ofrenda agradable a Dios haciendo de su vida un continuo servicio a El y a sus hermanos. Escuchemos . Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos Les exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar sus cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es su culto razonable. Y no se ajusten a este mundo, sino transfórmense por la renovación de la mente, para que sepan discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto. Palabra de Dios. Aleluya Cf. Ef 1, 17-18 El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama. 85 No he venido a ser servido sino a servir Evangelio: Mateo 16,21-27. El auténtico discípulo es el que sigue el ejemplo de servicio y entrega de Jesús, dispuesto a cargar con su `propia cruz y a encontrartse con el conflicto con aquellos que no soportan el Reino de Dios y no tienen los criterios del Padre sino los del mundo. Puesto de pie aclamemos la Palabra con el cántico. + Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 21-27 En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: -«¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.» Jesús se volvió y dijo a Pedro: -«Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.» Entonces dijo Jesús a sus discípulos: -«El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Palabra del Señor. Meditación El reconocimiento de Jesús como Mesías e Hijo de Dios, y la convocación de la iglesia en torno a Pedro, crean el ámbito para que Jesús comience a manifestar a los discípulos su destino, y para que ellos comprendan desde la fe que deben seguirle por este mismo camino. En él se distinguen claramente tres momentos: el primer anuncio de la pasión, el diálogo entre Jesús y Pedro, y la enseñanza de Jesús a todos los discípulos. Jesús da un paso adelante en su manifestación a los discípulos y les muestra con claridad, que su camino hacia la gloria de la resurrección pasa por el sufrimiento y la muerte. La reacción de Pedro muestra que su comprensión del misterio de Jesús: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, es aún imperfecta. A pesar de la revelación que Dios le ha concedido, todavía ve en Jesús un Mesías glorioso a la medida de las expectativas de su tiempo. Jesús rechaza su actitud, porque es un obstáculo en su camino, y sus palabras, como las de Satanás, quieren apartarle de él. Pedro no es todavía un discípulo perfecto, por eso Jesús le repite la invitación que le dirigió en el lago, para que se ponga detrás de él y le siga. Pedro representa aquí a los discípulos de todos los tiempos, que se escandalizan ante las exigencias de Jesús, y que necesitan volverse a colocar de nuevo en actitud de seguirle. Por eso las siguientes palabras del Señor se dirigen a todos los discípulos, para explicarles que en su vida deben compartir el camino de Jesús. Deben renunciar a vivir por sí mismos, no deben tener miedo a arriesgar todo por 86 Plan de Pastoral - Agosto 2014 él; tampoco han de poner su confianza en las riquezas, porque lo definitivo será cómo hayan vivido su entrega a los ojos del Padre. Estas palabras de Jesús abren una nueva etapa para los discípulos, que tienen que pasar de la incomprensión a la comprensión, y de una fe insuficiente a la total adhesión de Jesús. Un programa, el propuesto por Jesús, poco confortable para los seguidores: negarse a sí mismo, cargar con la cruz y perder la vida en el seguimiento. Programa poco favorable para Pedro que pronto se ha olvidado de las inspiraciones de lo alto. Ahora vuelve a su pensamiento positivo, a saber por su cuenta, a pensar como todos… Su reacción es suya: su programa, su perspectiva triunfalista, ambiciosa, seductora de poder. Pedro ahora, rápidamente, se ha convertido en “piedra de tropiezo”; no se construye como él piensa, sino de otra forma: “Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará.” Oración universal El que preside: Con fe viva en el Padre acudamos a El invocándole: Padre, haz que seamos fieles a nuestra misión en toda circunstancia. Por el Papa Francisco, los obispos, sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos, para que se dejen seducir por el Señor y nunca vuelvan atrás en su vocación de servicio al Pueblo de Dios. Roguemos al Señor. - Por los gobernantes de todas las naciones, para que ejecuten las obras que beneficien a su pueblo, especialmente a los pobres, aunque les traiga ataques y desprecios de los poderosos de este mundo. Roguemos al Señor. - Por los enfermos, los indigentes y marginados, los que llevan sobre sus hombros el peso de la cruz del sufrimiento, para que el Señor toque la fibra interna de nuestro corazón y nos estimule a ayudarlos y a fortalecerlos. Roguemos al Señor. - Por todas nuestras familias para que guiadas por la Palabra puedan asumir su rol, aún en medio de tantas amenazas que buscan destruirlas. Roguemos al Señor. - Por todos nosotros que con gozo participamos de esta acción de gracias, para que a invitación de Jesús estemos dispuestos a servirle a El en su pueblo desde una entrega de si mismo por su causa. Roguemos al Señor. El que preside: Escucha nuestras oraciones Padre y haznos fuertes en medio de la cruz personal y los ataques que nos sobrevienen por obedecerte siguiendo tu Reino. Que nada ni nadie nos aparte de tu amor y de tu misión. Por Jesucristo nuestro Señor. 87 No he venido a ser servido sino a servir EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM DEL PAPA FRANCISCO SOBRE EL ANUNCIO DEL EVANGELIO EN EL MUNDO ACTUAL En este mes de Agosto dedicado a la Restauración de la República Dominicana es una ocasión oportuna para que leamos, reflexionemos y oremos con el Papa Francisco sobre el compromiso social que estamos llamados a desarrollar todos los que hemos aceptado a Jesucristo como Señor y Salvador. CAPÍTULO CUARTO LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA EVANGELIZACIÓN 176. Evangelizar es hacer presente en el mundo el Reino de Dios. Pero «ninguna definición parcial o fragmentaria refleja la realidad rica, compleja y dinámica que comporta la evangelización, si no es con el riesgo de empobrecerla e incluso mutilarla»[140]. Ahora quisiera compartir mis inquietudes acerca de la dimensión social de la evangelización precisamente porque, si esta dimensión no está debidamente explicitada, siempre se corre el riesgo de desfigurar el sentido auténtico e integral que tiene la misión evangelizadora. I. Las repercusiones comunitarias y sociales del kerygma 177. El kerygma tiene un contenido ineludiblemente social: en el corazón mismo del Evangelio está la vida comunitaria y el compromiso con los otros. El contenido del primer anuncio tiene una inmediata repercusión moral cuyo centro es la caridad. Confesión de la fe y compromiso social 178. Confesar a un Padre que ama infinitamente a cada ser humano implica descubrir que «con ello le confiere una dignidad infinita»[141]. Confesar que el Hijo de Dios asumió nuestra carne humana significa que cada persona humana ha sido elevada al corazón mismo de Dios. Confesar que Jesús dio su sangre por nosotros nos impide conservar alguna duda acerca del amor sin límites que ennoblece a todo ser humano. Su redención tiene un sentido social porque «Dios, en Cristo, no redime solamente la persona individual, sino también las relaciones sociales entre los hombres»[142]. Confesar que el Espíritu Santo actúa en todos implica reconocer que Él procura penetrar toda situación humana y todos los vínculos sociales: «El Espíritu Santo posee una inventiva infinita, propia de una mente divina, que provee a desatar los nudos de los sucesos humanos, incluso los más complejos e impenetrables»[143]. La evangelización procura cooperar también con esa acción liberadora del Espíritu. El misterio mismo de la Trinidad nos recuerda que fuimos hechos a imagen de esa comunión divina, por lo cual no podemos realizarnos ni salvarnos solos. Desde el corazón del Evangelio reconocemos la íntima conexión que existe entre evangelización y promoción humana, que necesariamente debe expresarse y desarrollarse en toda acción evangelizadora. La aceptación del primer anuncio, que invita a dejarse amar por Dios y a amarlo con el amor que Él mismo nos comunica, provoca en la vida de la persona y en sus acciones una primera y fundamental reacción: desear, buscar y cuidar el bien de los demás. 179. Esta inseparable conexión entre la recepción del anuncio salvífico y un efectivo amor fraterno está expresada en algunos textos de las Escrituras que conviene considerar y meditar detenidamente para extraer de ellos todas sus consecuencias. Es un mensaje al cual frecuentemente nos acostumbramos, lo repetimos casi mecánicamente, pero no nos aseguramos de que tenga una real incidencia en nuestras vidas y en nuestras comunidades. ¡Qué peligroso y qué dañino es este acostumbramiento que nos lleva a perder el asombro, la cautivación, el entusiasmo por vivir el Evangelio de la fraternidad y la justicia! La Palabra de Dios enseña que en el hermano está la permanente prolongación de la Encarnación para cada uno de nosotros: «Lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, lo hicisteis 88 Plan de Pastoral - Agosto 2014 a mí» (Mt 25,40). Lo que hagamos con los demás tiene una dimensión trascendente: «Con la medida con que midáis, se os medirá» (Mt 7,2); y responde a la misericordia divina con nosotros: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará […] Con la medida con que midáis, se os medirá» (Lc 6,36-38). Lo que expresan estos textos es la absoluta prioridad de la «salida de sí hacia el hermano» como uno de los dos mandamientos principales que fundan toda norma moral y como el signo más claro para discernir acerca del camino de crecimiento espiritual en respuesta a la donación absolutamente gratuita de Dios. Por eso mismo «el servicio de la caridad es también una dimensión constitutiva de la misión de la Iglesia y expresión irrenunciable de su propia esencia».[144] Así como la Iglesia es misionera por naturaleza, también brota ineludiblemente de esa naturaleza la caridad efectiva con el prójimo, la compasión que comprende, asiste y promueve. El Reino que nos reclama 180. Leyendo las Escrituras queda por demás claro que la propuesta del Evangelio no es sólo la de una relación personal con Dios. Nuestra respuesta de amor tampoco debería entenderse como una mera suma de pequeños gestos personales dirigidos a algunos individuos necesitados, lo cual podría constituir una «caridad a la carta», una serie de acciones tendentes sólo a tranquilizar la propia conciencia. La propuesta es el Reino de Dios (cf. Lc 4,43); se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos. Entonces, tanto el anuncio como la experiencia cristiana tienden a provocar consecuencias sociales. Buscamos su Reino: «Buscad ante todo el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura» (Mt 6,33). El proyecto de Jesús es instaurar el Reino de su Padre; Él pide a sus discípulos: «¡Proclamad que está llegando el Reino de los cielos!» (Mt 10,7). 181. El Reino que se anticipa y crece entre nosotros lo toca todo y nos recuerda aquel principio de discernimiento que Pablo VI proponía con relación al verdadero desarrollo: «Todos los hombres y todo el hombre»[145]. Sabemos que «la evangelización no sería completa si no tuviera en cuenta la interpelación recíproca que en el curso de los tiempos se establece entre el Evangelio y la vida concreta, personal y social del hombre»[146]. Se trata del criterio de universalidad, propio de la dinámica del Evangelio, ya que el Padre desea que todos los hombres se salven y su plan de salvación consiste en «recapitular todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo un solo jefe, que es Cristo» (Ef 1,10). El mandato es: «Id por todo el mundo, anunciad la Buena Noticia a toda la creación» (Mc 16,15), porque «toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios» (Rm 8,19). Toda la creación quiere decir también todos los aspectos de la vida humana, de manera que «la misión del anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo tiene una destinación universal. Su mandato de caridad abraza todas las dimensiones de la existencia, todas las personas, todos los ambientes de la convivencia y todos los pueblos. Nada de lo humano le puede resultar extraño»[147]. La verdadera esperanza cristiana, que busca el Reino escatológico, siempre genera historia. La enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones sociales 182. Las enseñanzas de la Iglesia sobre situaciones contingentes están sujetas a mayores o nuevos desarrollos y pueden ser objeto de discusión, pero no podemos evitar ser concretos —sin pretender entrar en detalles— para que los grandes principios sociales no se queden en meras generalidades que no interpelan a nadie. Hace falta sacar sus consecuencias prácticas para que «puedan incidir eficazmente también en las complejas situaciones actuales»[148]. Los Pastores, acogiendo los aportes de las distintas ciencias, tienen derecho a emitir opiniones sobre todo aquello que afecte a la vida de las personas, ya que la tarea evangelizadora implica y exige una promoción integral de cada ser humano. Ya no se puede decir que la religión debe recluirse en el ámbito privado y que está sólo para preparar las almas para el cielo. Sabemos 89 No he venido a ser servido sino a servir que Dios quiere la felicidad de sus hijos también en esta tierra, aunque estén llamados a la plenitud eterna, porque Él creó todas las cosas «para que las disfrutemos» (1 Tm 6,17), para que todos puedan disfrutarlas. De ahí que la conversión cristiana exija revisar «especialmente todo lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común»[149]. 183. Por consiguiente, nadie puede exigirnos que releguemos la religión a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos. ¿Quién pretendería encerrar en un templo y acallar el mensaje de san Francisco de Asís y de la beata Teresa de Calcuta? Ellos no podrían aceptarlo. Una auténtica fe —que nunca es cómoda e individualista— siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra. Amamos este magnífico planeta donde Dios nos ha puesto, y amamos a la humanidad que lo habita, con todos sus dramas y cansancios, con sus anhelos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. La tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos. Si bien «el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política», la Iglesia «no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia»[150]. Todos los cristianos, también los Pastores, están llamados a preocuparse por la construcción de un mundo mejor. De eso se trata, porque el pensamiento social de la Iglesia es ante todo positivo y propositivo, orienta una acción transformadora, y en ese sentido no deja de ser un signo de esperanza que brota del corazón amante de Jesucristo. Al mismo tiempo, une «el propio compromiso al que ya llevan a cabo en el campo social las demás Iglesias y Comunidades eclesiales, tanto en el ámbito de la reflexión doctrinal como en el ámbito práctico»[151]. 184. No es el momento para desarrollar aquí todas las graves cuestiones sociales que afectan al mundo actual, algunas de las cuales comenté en el capítulo segundo. Éste no es un documento social, y para reflexionar acerca de esos diversos temas tenemos un instrumento muy adecuado en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, cuyo uso y estudio recomiendo vivamente. Además, ni el Papa ni la Iglesia tienen el monopolio en la interpretación de la realidad social o en la propuesta de soluciones para los problemas contemporáneos. Puedo repetir aquí lo que lúcidamente indicaba Pablo VI: «Frente a situaciones tan diversas, nos es difícil pronunciar una palabra única, como también proponer una solución con valor universal. No es éste nuestro propósito ni tampoco nuestra misión. Incumbe a las comunidades cristianas analizar con objetividad la situación propia de su país»[152]. 185. A continuación procuraré concentrarme en dos grandes cuestiones que me parecen fundamentales en este momento de la historia. Las desarrollaré con bastante amplitud porque considero que determinarán el futuro de la humanidad. Se trata, en primer lugar, de la inclusión social de los pobres y, luego, de la paz y el diálogo social. II. La inclusión social de los pobres 186. De nuestra fe en Cristo hecho pobre, y siempre cercano a los pobres y excluidos, brota la preocupación por el desarrollo integral de los más abandonados de la sociedad. Unidos a Dios escuchamos un clamor 187. Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo. Basta recorrer las Escrituras para descubrir cómo el Padre bueno quiere escuchar el clamor de los pobres: «He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto, he escuchado su clamor ante sus opresores y conozco sus sufrimientos. He bajado para librarlo […] Ahora, pues, ve, yo te envío…» (Ex 3,7-8.10), y se muestra solícito con sus necesidades: «Entonces los israelitas clamaron al Señor y Él les suscitó un libertador» (Jc 3,15). Hacer oídos sordos a ese clamor, cuando nosotros somos los instrumentos de Dios para escuchar al pobre, nos sitúa fuera de 90 Plan de Pastoral - Agosto 2014 la voluntad del Padre y de su proyecto, porque ese pobre «clamaría al Señor contra ti y tú te cargarías con un pecado» (Dt 15,9). Y la falta de solidaridad en sus necesidades afecta directamente a nuestra relación con Dios: «Si te maldice lleno de amargura, su Creador escuchará su imprecación» (Si 4,6). Vuelve siempre la vieja pregunta: «Si alguno que posee bienes del mundo ve a su hermano que está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?» (1 Jn 3,17). Recordemos también con cuánta contundencia el Apóstol Santiago retomaba la figura del clamor de los oprimidos: «El salario de los obreros que segaron vuestros campos, y que no habéis pagado, está gritando. Y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos» (5,4). 188. La Iglesia ha reconocido que la exigencia de escuchar este clamor brota de la misma obra liberadora de la gracia en cada uno de nosotros, por lo cual no se trata de una misión reservada sólo a algunos: «La Iglesia, guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha el clamor por la justicia y quiere responder a él con todas sus fuerzas»[153]. En este marco se comprende el pedido de Jesús a sus discípulos: «¡Dadles vosotros de comer!» (Mc 6,37), lo cual implica tanto la cooperación para resolver las causas estructurales de la pobreza y para promover el desarrollo integral de los pobres, como los gestos más simples y cotidianos de solidaridad ante las miserias muy concretas que encontramos. La palabra «solidaridad» está un poco desgastada y a veces se la interpreta mal, pero es mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad. Supone crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos. 189. La solidaridad es una reacción espontánea de quien reconoce la función social de la propiedad y el destino universal de los bienes como realidades anteriores a la propiedad privada. La posesión privada de los bienes se justifica para cuidarlos y acrecentarlos de manera que sirvan mejor al bien común, por lo cual la solidaridad debe vivirse como la decisión de devolverle al pobre lo que le corresponde. Estas convicciones y hábitos de solidaridad, cuando se hacen carne, abren camino a otras transformaciones estructurales y las vuelven posibles. Un cambio en las estructuras sin generar nuevas convicciones y actitudes dará lugar a que esas mismas estructuras tarde o temprano se vuelvan corruptas, pesadas e ineficaces. 190. A veces se trata de escuchar el clamor de pueblos enteros, de los pueblos más pobres de la tierra, porque «la paz se funda no sólo en el respeto de los derechos del hombre, sino también en el de los derechos de los pueblos»[154]. Lamentablemente, aun los derechos humanos pueden ser utilizados como justificación de una defensa exacerbada de los derechos individuales o de los derechos de los pueblos más ricos. Respetando la independencia y la cultura de cada nación, hay que recordar siempre que el planeta es de toda la humanidad y para toda la humanidad, y que el solo hecho de haber nacido en un lugar con menores recursos o menor desarrollo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad. Hay que repetir que «los más favorecidos deben renunciar a algunos de sus derechos para poner con mayor liberalidad sus bienes al servicio de los demás»[155]. Para hablar adecuadamente de nuestros derechos necesitamos ampliar más la mirada y abrir los oídos al clamor de otros pueblos o de otras regiones del propio país. Necesitamos crecer en una solidaridad que «debe permitir a todos los pueblos llegar a ser por sí mismos artífices de su destino»[156], así como «cada hombre está llamado a desarrollarse»[157]. 191. En cada lugar y circunstancia, los cristianos, alentados por sus Pastores, están llamados a escuchar el clamor de los pobres, como tan bien expresaron los Obispos de Brasil: «Deseamos asumir, cada día, las alegrías y esperanzas, las angustias y tristezas del pueblo brasileño, especialmente de las poblaciones de las periferias urbanas y de las zonas rurales —sin tierra, sin techo, sin pan, sin salud— lesionadas en sus derechos. Viendo sus miserias, escuchando sus clamores y conociendo su sufrimiento, nos escandaliza el hecho de saber que existe alimento suficiente para todos y que el hambre se debe a la mala distribución de los bienes y de la renta. El problema se agrava con la práctica generalizada del desperdicio»[158]. 91 No he venido a ser servido sino a servir 192. Pero queremos más todavía, nuestro sueño vuela más alto. No hablamos sólo de asegurar a todos la comida, o un «decoroso sustento», sino de que tengan «prosperidad sin exceptuar bien alguno»[159]. Esto implica educación, acceso al cuidado de la salud y especialmente trabajo, porque en el trabajo libre, creativo, participativo y solidario, el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida. El salario justo permite el acceso adecuado a los demás bienes que están destinados al uso común. Fidelidad al Evangelio para no correr en vano 193. El imperativo de escuchar el clamor de los pobres se hace carne en nosotros cuando se nos estremecen las entrañas ante el dolor ajeno. Releamos algunas enseñanzas de la Palabra de Dios sobre la misericordia, para que resuenen con fuerza en la vida de la Iglesia. El Evangelio proclama: «Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia» (Mt 5,7). El Apóstol Santiago enseña que la misericordia con los demás nos permite salir triunfantes en el juicio divino: «Hablad y obrad como corresponde a quienes serán juzgados por una ley de libertad. Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia; pero la misericordia triunfa en el juicio» (2,12-13). En este texto, Santiago se muestra como heredero de lo más rico de la espiritualidad judía del postexilio, que atribuía a la misericordia un especial valor salvífico: «Rompe tus pecados con obras de justicia, y tus iniquidades con misericordia para con los pobres, para que tu ventura sea larga» (Dn 4,24). En esta misma línea, la literatura sapiencial habla de la limosna como ejercicio concreto de la misericordia con los necesitados: «La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado» (Tb 12,9). Más gráficamente aún lo expresa el Eclesiástico: «Como el agua apaga el fuego llameante, la limosna perdona los pecados» (3,30). La misma síntesis aparece recogida en el Nuevo Testamento: «Tened ardiente caridad unos por otros, porque la caridad cubrirá la multitud de los pecados» (1 Pe 4,8). Esta verdad penetró profundamente la mentalidad de los Padres de la Iglesia y ejerció una resistencia profética contracultural ante el individualismo hedonista pagano. Recordemos sólo un ejemplo: «Así como, en peligro de incendio, correríamos a buscar agua para apagarlo […] del mismo modo, si de nuestra paja surgiera la llama del pecado, y por eso nos turbamos, una vez que se nos ofrezca la ocasión de una obra llena de misericordia, alegrémonos de ella como si fuera una fuente que se nos ofrezca en la que podamos sofocar el incendio»[160]. 194. Es un mensaje tan claro, tan directo, tan simple y elocuente, que ninguna hermenéutica eclesial tiene derecho a relativizarlo. La reflexión de la Iglesia sobre estos textos no debería oscurecer o debilitar su sentido exhortativo, sino más bien ayudar a asumirlos con valentía y fervor. ¿Para qué complicar lo que es tan simple? Los aparatos conceptuales están para favorecer el contacto con la realidad que pretenden explicar, y no para alejarnos de ella. Esto vale sobre todo para las exhortaciones bíblicas que invitan con tanta contundencia al amor fraterno, al servicio humilde y generoso, a la justicia, a la misericordia con el pobre. Jesús nos enseñó este camino de reconocimiento del otro con sus palabras y con sus gestos. ¿Para qué oscurecer lo que es tan claro? No nos preocupemos sólo por no caer en errores doctrinales, sino también por ser fieles a este camino luminoso de vida y de sabiduría. Porque «a los defensores de “la ortodoxia” se dirige a veces el reproche de pasividad, de indulgencia o de complicidad culpables respecto a situaciones de injusticia intolerables y a los regímenes políticos que las mantienen»[161]. 195. Cuando san Pablo se acercó a los Apóstoles de Jerusalén para discernir «si corría o había corrido en vano» (Ga 2,2), el criterio clave de autenticidad que le indicaron fue que no se olvidara de los pobres (cf. Ga 2,10). Este gran criterio, para que las comunidades paulinas no se dejaran devorar por el estilo de vida individualista de los paganos, tiene una gran actualidad en el contexto presente, donde tiende a desarrollarse un nuevo paganismo individualista. La belleza misma del Evangelio no siempre puede ser adecuadamente manifestada por nosotros, pero hay un signo que no debe faltar jamás: la opción por los últimos, por aquellos que la sociedad descarta y desecha. 92 Plan de Pastoral - Agosto 2014 196. A veces somos duros de corazón y de mente, nos olvidamos, nos entretenemos, nos extasiamos con las inmensas posibilidades de consumo y de distracción que ofrece esta sociedad. Así se produce una especie de alienación que nos afecta a todos, ya que «está alienada una sociedad que, en sus formas de organización social, de producción y de consumo, hace más difícil la realización de esta donación y la formación de esa solidaridad interhumana».[162] El lugar privilegiado de los pobres en el Pueblo de Dios 197. El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto que hasta Él mismo «se hizo pobre» (2 Co 8,9). Todo el camino de nuestra redención está signado por los pobres. Esta salvación vino a nosotros a través del «sí» de una humilde muchacha de un pequeño pueblo perdido en la periferia de un gran imperio. El Salvador nació en un pesebre, entre animales, como lo hacían los hijos de los más pobres; fue presentado en el Templo junto con dos pichones, la ofrenda de quienes no podían permitirse pagar un cordero (cf. Lc 2,24; Lv 5,7); creció en un hogar de sencillos trabajadores y trabajó con sus manos para ganarse el pan. Cuando comenzó a anunciar el Reino, lo seguían multitudes de desposeídos, y así manifestó lo que Él mismo dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres» (Lc 4,18). A los que estaban cargados de dolor, agobiados de pobreza, les aseguró que Dios los tenía en el centro de su corazón: «¡Felices vosotros, los pobres, porque el Reino de Dios os pertenece!» (Lc 6,20); con ellos se identificó: «Tuve hambre y me disteis de comer», y enseñó que la misericordia hacia ellos es la llave del cielo (cf. Mt 25,35s). 198. Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica. Dios les otorga «su primera misericordia»[163]. Esta preferencia divina tiene consecuencias en la vida de fe de todos los cristianos, llamados a tener «los mismos sentimientos de Jesucristo» (Flp 2,5). Inspirada en ella, la Iglesia hizo una opción por los pobres entendida como una «forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la Iglesia»[164]. Esta opción —enseñaba Benedicto XVI— «está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza»[165]. Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos. Además de participar del sensus fidei, en sus propios dolores conocen al Cristo sufriente. Es necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellos. La nueva evangelización es una invitación a reconocer la fuerza salvífica de sus vidas y a ponerlos en el centro del camino de la Iglesia. Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos. 199. Nuestro compromiso no consiste exclusivamente en acciones o en programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un desborde activista, sino ante todo una atención puesta en el otro «considerándolo como uno consigo»[166]. Esta atención amante es el inicio de una verdadera preocupación por su persona, a partir de la cual deseo buscar efectivamente su bien. Esto implica valorar al pobre en su bondad propia, con su forma de ser, con su cultura, con su modo de vivir la fe. El verdadero amor siempre es contemplativo, nos permite servir al otro no por necesidad o por vanidad, sino porque él es bello, más allá de su apariencia: «Del amor por el cual a uno le es grata la otra persona depende que le dé algo gratis»[167]. El pobre, cuando es amado, «es estimado como de alto valor»[168], y esto diferencia la auténtica opción por los pobres de cualquier ideología, de cualquier intento de utilizar a los pobres al servicio de intereses personales o políticos. Sólo desde esta cercanía real y cordial podemos acompañarlos adecuadamente en su camino de liberación. Únicamente esto hará posible que «los pobres, en cada comunidad cristiana, se sientan como en su casa. ¿No sería este estilo la más grande y eficaz presentación de la Buena Nueva del Reino?»[169]. Sin la opción preferencial por los más pobres, «el anuncio del Evangelio, aun siendo la primera caridad, corre el riesgo de ser incomprendido o de ahogarse en el mar de palabras al que la actual sociedad de la comunicación nos somete cada día»[170]. 93 No he venido a ser servido sino a servir 200. Puesto que esta Exhortación se dirige a los miembros de la Iglesia católica quiero expresar con dolor que la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. La inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de maduración en la fe. La opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria. 201. Nadie debería decir que se mantiene lejos de los pobres porque sus opciones de vida implican prestar más atención a otros asuntos. Ésta es una excusa frecuente en ambientes académicos, empresariales o profesionales, e incluso eclesiales. Si bien puede decirse en general que la vocación y la misión propia de los fieles laicos es la transformación de las distintas realidades terrenas para que toda actividad humana sea transformada por el Evangelio[171], nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social: «La conversión espiritual, la intensidad del amor a Dios y al prójimo, el celo por la justicia y la paz, el sentido evangélico de los pobres y de la pobreza, son requeridos a todos»[172]. Temo que también estas palabras sólo sean objeto de algunos comentarios sin una verdadera incidencia práctica. No obstante, confío en la apertura y las buenas disposiciones de los cristianos, y os pido que busquéis comunitariamente nuevos caminos para acoger esta renovada propuesta. Economía y distribución del ingreso 202. La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar, no sólo por una exigencia pragmática de obtener resultados y de ordenar la sociedad, sino para sanarla de una enfermedad que la vuelve frágil e indigna y que sólo podrá llevarla a nuevas crisis. Los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras. Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad[173], no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales. 203. La dignidad de cada persona humana y el bien común son cuestiones que deberían estructurar toda política económica, pero a veces parecen sólo apéndices agregados desde fuera para completar un discurso político sin perspectivas ni programas de verdadero desarrollo integral. ¡Cuántas palabras se han vuelto molestas para este sistema! Molesta que se hable de ética, molesta que se hable de solidaridad mundial, molesta que se hable de distribución de los bienes, molesta que se hable de preservar las fuentes de trabajo, molesta que se hable de la dignidad de los débiles, molesta que se hable de un Dios que exige un compromiso por la justicia. Otras veces sucede que estas palabras se vuelven objeto de un manoseo oportunista que las deshonra. La cómoda indiferencia ante estas cuestiones vacía nuestra vida y nuestras palabras de todo significado. La vocación de un empresario es una noble tarea, siempre que se deje interpelar por un sentido más amplio de la vida; esto le permite servir verdaderamente al bien común, con su esfuerzo por multiplicar y volver más accesibles para todos los bienes de este mundo. 204. Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo. Estoy lejos de proponer un populismo irresponsable, pero la economía ya no puede recurrir a remedios que son un nuevo veneno, como cuando se pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado laboral y creando así nuevos excluidos. 205. ¡Pido a Dios que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males 94 Plan de Pastoral - Agosto 2014 de nuestro mundo! La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común[174]. Tenemos que convencernos de que la caridad «no es sólo el principio de las micro-relaciones, como en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas»[175]. ¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres! Es imperioso que los gobernantes y los poderes financieros levanten la mirada y amplíen sus perspectivas, que procuren que haya trabajo digno, educación y cuidado de la salud para todos los ciudadanos. ¿Y por qué no acudir a Dios para que inspire sus planes? Estoy convencido de que a partir de una apertura a la trascendencia podría formarse una nueva mentalidad política y económica que ayudaría a superar la dicotomía absoluta entre la economía y el bien común social. 206. La economía, como la misma palabra indica, debería ser el arte de alcanzar una adecuada administración de la casa común, que es el mundo entero. Todo acto económico de envergadura realizado en una parte del planeta repercute en el todo; por ello ningún gobierno puede actuar al margen de una responsabilidad común. De hecho, cada vez se vuelve más difícil encontrar soluciones locales para las enormes contradicciones globales, por lo cual la política local se satura de problemas a resolver. Si realmente queremos alcanzar una sana economía mundial, hace falta en estos momentos de la historia un modo más eficiente de interacción que, dejando a salvo la soberanía de las naciones, asegure el bienestar económico de todos los países y no sólo de unos pocos. 207. Cualquier comunidad de la Iglesia, en la medida en que pretenda subsistir tranquila sin ocuparse creativamente y cooperar con eficiencia para que los pobres vivan con dignidad y para incluir a todos, también correrá el riesgo de la disolución, aunque hable de temas sociales o critique a los gobiernos. Fácilmente terminará sumida en la mundanidad espiritual, disimulada con prácticas religiosas, con reuniones infecundas o con discursos vacíos. 208. Si alguien se siente ofendido por mis palabras, le digo que las expreso con afecto y con la mejor de las intenciones, lejos de cualquier interés personal o ideología política. Mi palabra no es la de un enemigo ni la de un opositor. Sólo me interesa procurar que aquellos que están esclavizados por una mentalidad individualista, indiferente y egoísta, puedan liberarse de esas cadenas indignas y alcancen un estilo de vida y de pensamiento más humano, más noble, más fecundo, que dignifique su paso por esta tierra. Cuidar la fragilidad 209. Jesús, el evangelizador por excelencia y el Evangelio en persona, se identifica especialmente con los más pequeños (cf. Mt25,40). Esto nos recuerda que todos los cristianos estamos llamados a cuidar a los más frágiles de la tierra. Pero en el vigente modelo «exitista» y «privatista» no parece tener sentido invertir para que los lentos, débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida. 210. Es indispensable prestar atención para estar cerca de nuevas formas de pobreza y fragilidad donde estamos llamados a reconocer a Cristo sufriente, aunque eso aparentemente no nos aporte beneficios tangibles e inmediatos: los sin techo, los toxicodependientes, los refugiados, los pueblos indígenas, los ancianos cada vez más solos y abandonados, etc. Los migrantes me plantean un desafío particular por ser Pastor de una Iglesia sin fronteras que se siente madre de todos. Por ello, exhorto a los países a una generosa apertura, que en lugar de temer la destrucción de la identidad local sea capaz de crear nuevas síntesis culturales. ¡Qué hermosas son las ciudades que superan la desconfianza enfermiza e integran a los diferentes, y que hacen de esa integración un nuevo factor de desarrollo! ¡Qué lindas son las ciudades que, aun en su diseño arquitectónico, están llenas de espacios que conectan, relacionan, favorecen el reconocimiento del otro! 211. Siempre me angustió la situación de los que son objeto de las diversas formas de trata de personas. Quisiera que se escuchara el grito de Dios preguntándonos a todos: «¿Dónde 95 No he venido a ser servido sino a servir está tu hermano?» (Gn 4,9). ¿Dónde está tu hermano esclavo? ¿Dónde está ese que estás matando cada día en el taller clandestino, en la red de prostitución, en los niños que utilizas para mendicidad, en aquel que tiene que trabajar a escondidas porque no ha sido formalizado? No nos hagamos los distraídos. Hay mucho de complicidad. ¡La pregunta es para todos! En nuestras ciudades está instalado este crimen mafioso y aberrante, y muchos tienen las manos preñadas de sangre debido a la complicidad cómoda y muda. 212. Doblemente pobres son las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con menores posibilidades de defender sus derechos. Sin embargo, también entre ellas encontramos constantemente los más admirables gestos de heroísmo cotidiano en la defensa y el cuidado de la fragilidad de sus familias. 213. Entre esos débiles, que la Iglesia quiere cuidar con predilección, están también los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo. Frecuentemente, para ridiculizar alegremente la defensa que la Iglesia hace de sus vidas, se procura presentar su postura como algo ideológico, oscurantista y conservador. Sin embargo, esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos humanos, que siempre estarían sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno. La sola razón es suficiente para reconocer el valor inviolable de cualquier vida humana, pero si además la miramos desde la fe, «toda violación de la dignidad personal del ser humano grita venganza delante de Dios y se configura como ofensa al Creador del hombre»[176]. 214. Precisamente porque es una cuestión que hace a la coherencia interna de nuestro mensaje sobre el valor de la persona humana, no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre esta cuestión. Quiero ser completamente honesto al respecto. Éste no es un asunto sujeto a supuestas reformas o «modernizaciones». No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana. Pero también es verdad que hemos hecho poco para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias, particularmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido como producto de una violación o en un contexto de extrema pobreza. ¿Quién puede dejar de comprender esas situaciones de tanto dolor? 215. Hay otros seres frágiles e indefensos, que muchas veces quedan a merced de los intereses económicos o de un uso indiscriminado. Me refiero al conjunto de la creación. Los seres humanos no somos meros beneficiarios, sino custodios de las demás criaturas. Por nuestra realidad corpórea, Dios nos ha unido tan estrechamente al mundo que nos rodea, que la desertificación del suelo es como una enfermedad para cada uno, y podemos lamentar la extinción de una especie como si fuera una mutilación. No dejemos que a nuestro paso queden signos de destrucción y de muerte que afecten nuestra vida y la de las futuras generaciones[177]. En este sentido, hago propio el bello y profético lamento que hace varios años expresaron los Obispos de Filipinas: «Una increíble variedad de insectos vivían en el bosque y estaban ocupados con todo tipo de tareas […] Los pájaros volaban por el aire, sus plumas brillantes y sus diferentes cantos añadían color y melodía al verde de los bosques [...] Dios quiso esta tierra para nosotros, sus criaturas especiales, pero no para que pudiéramos destruirla y convertirla en un páramo [...] Después de una sola noche de lluvia, mira hacia los ríos de marrón chocolate de tu localidad, y recuerda que se llevan la sangre viva de la tierra hacia el mar [...] ¿Cómo van a poder nadar los peces en alcantarillas como el río Pasig y tantos otros ríos que hemos contaminado? ¿Quién ha convertido el maravilloso mundo marino en cementerios subacuáticos despojados de vida y de color?»[178]. 216. Pequeños pero fuertes en el amor de Dios, como san Francisco de Asís, todos los cristianos estamos llamados a cuidar la fragilidad del pueblo y del mundo en que vivimos. 96