Progresismo desde el 11 de setiembre Apuntes de ontología de la actualidad Víctor Samuel Rivera Universidad Nacional Federico Villarreal El 1 de abril la Agencia EFE hizo circular en el mundo la noticia de que el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó a la Presidente de Chile, Michelle Bachelet de poner en peligro la unidad latinoamericana. El nudo de la polémica es que Bachelet invitó al Vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden y al Premier de la Reina de Inglaterra, el socialista Gordon Brown, a la cumbre de países progresistas. El punto central es qué entiende cada cual por la palabra “progresista”, pues es manifiesto que si Bachelet invitó a las potencias militares más agresivas del planeta a una cumbre progresista es porque debe tener sus motivos, y porque hay una experiencia vigente de lo “progresista” que así se lo permite. En ésta lo progresista aparece como un sinónimo de “liberal”, de tal modo que las potencias o los partidos progresistas son también “liberales”, en el sentido de seculares, democráticos y partidarios de la economía de libre mercado. Pero es manifiesto también que para Chávez no pueden ser considerados “progresistas” los Estados Unidos o Inglaterra, entre otras razones, justamente porque son países liberales. En realidad es porque son liberales que esos países son también los enemigos de Venezuela y su cordón latinoamericano “progresista”. Aceptamos que es evidente para Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Víctor Samuel Rivera, Progresismo desde el 11 de setiembre. Apuntes de ontología de la actualidad. algunos que el propio régimen de Chávez no es progresista, y que tampoco lo son sus aliados, países algunos de los cuales la retórica de Georges W. Bush trató como “Estados Canallas”. Pero la disparidad de opiniones sobre si lo liberal es o no progresista nos revela algo sobre un consenso más profundo que manifiesta una experiencia histórica. En esta experiencia de consenso ser progresista ya no es lo mismo que ser liberal, pero lo fue. Y en el descanso de esta evidencia pasada, resulta que ser liberal puede ser políticamente enemigo de ser progresista. Estamos ante una experiencia presupuesta conflictiva respecto de la idea del progreso y lo liberal que vamos a intentar tratar ahora. Se trata de una apertura de sentido para “progresista” que lo sitúa fuera de los márgenes de lo “liberal”. Nuestro problema subyace a una apertura de conflicto político. Para Estados Unidos e Inglaterra, el “progreso” se define con los rasgos criteriales de lo que hace tan sólo una década se consideraba “el pensamiento único”, la koiné política de la aldea global. Esto se traduce en la imposición de los criterios de democracia liberal, los derechos humanos liberales y el libre mercado; estas palabras expresaban realidades normativamente comprometedoras, pero “progresistas”; eran comprensibles en los países progresistas y no lo eran en los canallas: Allí su modelo de “progreso”. Como fenómeno del acontecer, es fascinante que Chávez tenga en su agenda de Estados que hay que llamar “progresistas” hoy a los mismos Estados Canallas y sus aliados, 2 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Víctor Samuel Rivera, Progresismo desde el 11 de setiembre. Apuntes de ontología de la actualidad. países políticamente incorrectos, que notoriamente no son democracias liberales, sino teocracias, regímenes políticos totalitarios, Estados étnicos nacionalistas o –en el más feliz de los casos- países que tienen buenas razones para desconfiar del libre mercado (los países latinoamericanos del ALBA), que estimulan la vida religiosa (como Rusia), la adhesión nacionalista, sea como fuere ésta entendida (Bolivia o Rusia), no hay ya respeto a la libre propiedad (Venezuela) y hay una tendencia marcada al control de la información. Pero estos Estados son progresistas y Estados Unidos no es progresista. Lo primero que uno puede destacar en la afirmación de Chávez del 1 de abril es que en realidad subyace un problema de semántica política: sobre qué o quién define a alguien o a algo como “progresista”. En realidad se trata de una cuestión ontológica, pues es referida a los criterios de algo, definir qué es o no algo; en este caso ser progresista o ser liberal. El ya preguntarnos por estros límites manifiesta una incertidumbre, y es esa incertidumbre en la que tiene lugar una verdad, una verdad acerca de quién, qué y cómo es posible la realidad de ser progresista. Ocurre, pues, un milagro: Nos guía lo que no entendemos; vamos donde no entendemos y tal vez no queremos. Respecto de los límites del progreso, su ingreso en la incertidumbre significa que están descentrados, esto es, que puede haber progreso en direcciones que se relacionan entre sí de manera polémica, incluso de manera altamente política en la línea de la oposición amigo-enemigo. No estamos sólo ante una terrible irregularidad semántica; estamos ante el ser del acontecer, 3 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Víctor Samuel Rivera, Progresismo desde el 11 de setiembre. Apuntes de ontología de la actualidad. pues tenemos progreso, y lo tenemos en varias direcciones que, por ser antagónicas políticamente, implican la desarticulación de la idea más básica de que un evento político es “progresista”. Por eso no entendemos y no queremos. Desde la hermenéutica creemos que a todo esto subyace en realidad una cuestión ontológica más profunda en la que se instalan los límites que buscamos, en la que lo que no entendemos, para que ocurra, debe ser comprendido. Como hermenéutica es de la interpretación histórica, en este caso de la izquierda y la derecha, de lo progresista y de su opuesto que gira en torno de una patencia extinta. Nos interesa aquí establecer los límites de la incertidumbre, aclarar el bosque de un progreso que no es ya el mismo para todos, en parte para hacerlo el mismo. Esto es ontología de la actualidad. Tratar del progreso y el liberalismo, la modernidad, el nihilismo u otros términos en filosofía política es un motivo lícito de desconfianza en el lector especializado, en particular porque hay una larga tradición académica que atiende a la precisión como un requisito del pensamiento, un requisito originalmente tomado de las ciencias naturales, pero que no por ello puede desatenderse. Esto ocurre de manera particular en los términos políticos que, cuando se transponen a la hermenéutica de la vida cotidiana se refieren de modo inevitable a oposiciones polémicas, muy en particular con los deudores de las tradiciones de lenguaje conceptual liberal que se relacionan con la filosofía analítica. Las oposiciones polémicas son importantes en 4 Víctor Samuel Rivera, Progresismo desde el 11 de setiembre. Apuntes de ontología de la actualidad. Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico política, pero son indeseables en filosofía. No puede haber filosofía de la política, sin embargo, si esas oposiciones son olvidadas. En primer lugar, intentamos articular un lenguaje hermenéutico político referido a la actualidad del acontecer. Pero esto presupone desde siempre las oposiciones no deseadas por el especialista. No hay que preocuparse mucho por eso. Pero las oposiciones son interesantes aquí porque constituyen un acontecer, esto es, son el despliegue de una realidad que pasa, que en este caso es la de los criterios de “progresista” que hay que seguir para ser incluido en la lista de “países progresistas”, en ninguno de los casos expresión apropiada para Estados Unidos. Hay un rasgo peculiar en la expresión citada del Presidente de Venezuela que sugiere una ambigüedad particular relacionada con el contraste progresismo/ liberalismo, que es el que se haya en realidad detrás de sus declaraciones. Chávez nos hace pensar en la manifiesta contraposición conceptual liberalismo/ revolución. Resulta que lo liberal no es revolucionario. ¿Quién ha olvidado –sin embargo- que el origen del liberalismo es la revolución? El liberalismo es para los filósofos la filosofía que puso en marcha la revolución de las Luces, la Ilustración, “el programa normativo de la Ilustración”. Pero el sentido revolucionario de la Ilustración viene afectado –como ha sido puesto ya de relieve por Vattimo- por la situación hermenéutica. En esta situación es un hecho que el programa entero de lo significado por “liberalismo” manifiesta la verdad de su opuesto como vigente y no importa quién sea el opuesto. Allí donde está el liberalismo es verdad la vigencia de su 5 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Víctor Samuel Rivera, Progresismo desde el 11 de setiembre. Apuntes de ontología de la actualidad. opuesto, sea lo que sea su opuesto. Por alguna razón lo revolucionario y lo progresista se intenta definir en una situación histórica en la que resulta que es más progresista lo que puede explicarse desde la Ilustración, pero no hacia ella. En filosofía es notorio que esta situación hermenéutica que referimos es reciente, y por eso nos admira. En la teoría pudimos constatar el triunfo social del liberalismo en la década de 1990, en que el pensamiento único parecía exitoso tanto en la teoría como en la práctica. Coloquemos un hito en el ataque antiliberal del 11 de setiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York. Para el espectador, cualquier acontecimiento imaginable no comprendía este hecho, pero este hecho sucedió. En hermenéutica reconocemos el ser en los hechos significativos; en los hechos inolvidables y terribles. La muerte de alguien querido, la traición de un amigo entrañable, un hecho factual que transforma el significado de los hechos futuros. En el mundo político estos hechos se identifican polémicamente, se reconocen en contextos en los que cambian las expectativas de ciertos agentes. “Ya no es lo mismo después de esto”, decimos. Nada es igual si la Bolsa de Nueva York ha quebrado. No es lo mismo, por ejemplo, si el calentamiento global hace desaparecer violentamente el agua potable en unos meses, que si tarda lo mismo 40 años, si nuestros parientes mueren de cáncer en semanas a que tarden en morirse por la misma causa la vida entera. Los acontecimientos cambian las “chances” –diría Vattimo. Incluso para el más conservador, que desea que todo siga 6 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Víctor Samuel Rivera, Progresismo desde el 11 de setiembre. Apuntes de ontología de la actualidad. igual, cambia la perspectiva de sí mismo. En algún sentido el ataque del 11 de setiembre fue una chance y, en ese sentido, hizo vigente lo que esa chance iba a significar. Después del 11 de setiembre del 2001 no tiene ya sentido pensar que el liberalismo es el pensamiento único, porque otro pensamiento ha destruido las Torres Gemelas. El otro pensamiento, pues, es vigente. Es importante observar que no necesariamente estamos de acuerdo con lo que efectivamente ocurrió esa fecha tan trágica para los habitantes de Nueva York. Lo importante es que ese evento impensable cambió el significado del pensamiento del liberalismo, lo mismo que la caída del muro de Berlín cambió el significado del comunismo para siempre. En la hermenéutica la facticidad guarda una relación con la deliberación y el cálculo racional de ventaja. Esto quiere decir que la praxis impone razones. Cuando esas razones transforman el significado de las expectativas el carácter normativo de los hechos se transforma, gira, se bifurca o se trastoca. En el trasfondo del 11 de setiembre se hizo real una vigencia de la radicalidad del otro, que se legitima así por la fuerza en el orden de la praxis. Fue el acontecer de lo ilustrado como algo en competencia con lo ilustrado. En la vigencia plena del pensamiento único este acontecimiento no tiene sentido; una vez ocurrido, es el pensamiento único el que deja de tener sentido y, por tanto, lo que ha perdido su sentido es el liberalismo como expectativa, que, en el mejor de los casos, ha dejado de ser la única expectativa. En los usos ordinarios de “liberalismo” se da por hecho una referencia a la 7 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Víctor Samuel Rivera, Progresismo desde el 11 de setiembre. Apuntes de ontología de la actualidad. Ilustración y, de manera más amplia, al programa normativo de la modernidad, que fenómenos como los atentados de Al Qaeda ponen en cuestionamiento. No se trata de que Al Qaeda sea vigente, sin embargo, sino que la negación es vigente, pues aunque el horror del hecho dificulte aceptar a Al Qaeda, es un hecho irreparable que existe la negación, que puede haber un no, y que ese no tiene una realidad. Hasta antes del 11 de setiembre, el no era teoría. Desde el 11 de setiembre, el no es la hermenéutica de la práctica humana. Hablar del liberalismo es también hacer frente a su oposición. Es claro que ésta no es meramente retórica, sino que apunta a ejercicios efectivos de resistencia, oposición o alternidad con los otros, que toman rasgos del 11 de setiembre. Esta afirmación pretende extenderse incluso aun cuando en los usos ordinarios hay una contraposición retórica, por ejemplo, el liberal puede referirse al Jefe religioso de Irán como un reaccionario, pero eso es cierto en una semántica de oposición polémica frente al liberalismo. A nadie escapa que Irán es aliado del régimen de Chávez y que quienes apoyan a Chávez de una u otra manera son también aliados de la teocracia iraní. Pero he aquí el punto: Para Chávez tanto como para los clérigos de Irán tomarse en serio ser progresista es tanto como asumir el significado destinal del 11 de setiembre. La semántica común que se presenta como apertura histórico destinal del liberalismo ha sufrido una extraña revolución. Lo progresista se vincula con un acontecer de ruptura frente y en contraste con lo liberal. El ejemplo dramático con que he intentado explicar este 8 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Víctor Samuel Rivera, Progresismo desde el 11 de setiembre. Apuntes de ontología de la actualidad. asunto no implica una adhesión ni una simpatía con sus consecuencias morales personales. Implica sí la exposición que hace el hermeneuta de la alternidad entendida como un claro que se hace manifiesto en el bosque. La alternidad - parece querer decir Chávez- se instala como un factum hermenéutico fundamental que es también el acontecer frente al otro más primigenio de las oposiciones políticas en la actualidad. “Liberalismo”, que parece una palabra vacía, es el fondo hermenéutico de las iniciativas por un mundo futuro que se presenta bajo expectativas no ilustradas. El 11 de setiembre vino al caso que la utopía liberal de mostró ser enemiga en el seno de su tragedia, lo que hace sospechoso incluso aceptar las consecuencias normativas del programa con el que se identifica. ¿No es acaso ese programa el trasfondo de la violencia del otro? Es un hecho manifiesto que aún un sector de la humanidad –y más aún la humanidad occidental- se identifica con el programa de la Ilustración, y ve el progreso y lo progresista en el avance de lo liberal en una historia liberal, en la que los derechos humanos liberales, la democracia liberal y la liberal economía de mercado triunfan inmutables en una expectativa de un mundo único e irrebatible. Pero es manifiesto en la experiencia histórica y en los lenguajes político sociales que una agenda progresista corre paralela al evento de no, que dice que no, y ese no no es una teoría, sino es el acontecer efectivo de la negación, sombra que se extiende sin límite, como una marcha para evitar o saltar por sobre las consecuencias del mundo liberal. Al Presidente Chávez la 9 Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO de Pensamiento Político Hispánico Víctor Samuel Rivera, Progresismo desde el 11 de setiembre. Apuntes de ontología de la actualidad. “unidad latinoamericana” le parece más “progresista” que los programas fácticos del Parido Demócrata y la socialdemocracia inglesa. Su sentido de lo progresista es también la apertura histórico destinal de un camino, de múltiples caminos para la praxis humana que no se conciben ya a sí mismos bajo nada que sea históricamente “único” y donde lo único ha literalmente saltado por los aires. La ontología de la actualidad vislumbra otros caminos cuyo acontecer, sin embargo, cuyo significado y cuya práctica dejaremos que muestre el Ser mismo. 10