- -- - - - - - Este documento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. SO grupúscul o , a poyán d ose en la socio b io logía Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante. E DWARD O. s in h aberla estudi ado d e m a si ado , nos d aba a entender que la s d iferencia s en tre la s r a za s y entre los pueblos no eran cosa d e la híst o ri a , s ino una necesidad bi ológic a. Lo que n o s traía ciertas rem in iscencias d e algunas viejas tesi s sob re la su perio ri d ad d e la s r aza s, revigo r iza d as co!! a yuda d e la ge nét ica moderna. A deci r verdad, yo n o había leído a Wilson. Pe r o W il son está tan desprestigiado ent re la izquierda, tanto e n Franci a como en lo s Estado s Unido s . que llegué a la concl usió n de que un hombre que tenía tanto s enemigos n o podía carecer totalmente de interés. Acerté : Wilson no e s un ideólogo . Como él mismo me aseguró: «La sociobi ología n o es un programa político; es un prog rama de in ve stigaci ón.• WILSON S omos los prisioneros de nuestros gene s A finales de los a ños treinta, un so li ta r io niño d e Ala· bama ocupaba s u s horas libre s e n o bse rvar el c o m p o rt a. miento de las h ormiga s. Veinte a ños m á s tarde , llegado a profesor de la Universidad d e H arvard, Edward Osborne Wilson está reconocido como la autoridad mundial en el tema. Ha demostrado que los insectos «so ci a le s» - h o rmi· La naturaleza selecciona también los comportamientos gas. termitas . abejas - están perfe ctamente programados d esde el momento d e s u n a cimiento. co mo robot s. El desDarwin hab ía a p licado la teoría d e la e vo lución a las tino de Wil son recue rda a l d e Hen r i Fabre , e l fund ador forma s ex te r n a s, a la a n a to m ía humana o animal. Un s a lt o fran cés de la entomologia. • Lo s trabajo s de Fab re s iguen deci sivo , m e e xp lica Wilson, fue efectuado en los años treinteniendo valor -me dice Wil son- , pero yo he a ñ a d id o un ta po r el sabio austríaco Konrad Lorenz. És te explica no elemento que él no p odía de scubrir sólo m ediante la o bsersolamente la evolución de las formas, s in o también la del vaci ón. » Fabre se había preguntado. en vano, cóm o se cocomportamiento animal , por la lógica darwiniana: crea una municaban la s horm iga s. Wil son h a hall ado la re spue sta: cienci a nueva, la etología. - Por e l intercambio d e sus tancias químicas .• Fue una con fe re n ci a de Konrad Lorenz, pronunciada No habría incluido a Wil son en mi galería d e - ve r dade. en Harvard en los años cincuenta, la que determinó el ros pen sadores . si s e hubiera limitado a contemplar las destino de Wilson. Constituyó. lo rec uerda bien, «u n deshormigas. En realidad. como todo s los con structore s de lumbramiento • . Al mismo tiempo, Wilson descubría que si stemas, Wilson ha traspasado las frontera s de s u di sciLorenz e r a más intuitivo que científico, pues, en el momenplina para s aca r d e e llo consecuenci as generales . Ahí es to de elaborar su teoría, Lorenz ignoraba el funcionamiendonde se toma interesante p a ra n o sotros, lo s n o-e special isto del s is te m a genético. Como Darwin, había presentido ta s; y di scutido, como todo s lo s in ventore s. las leye s de la se le cci ó n natural de las e species, pero sin Pues Wil son es e l fund ador de una teoría nue va y pol épode r e xp lica rlas. Esta e xp licación vendría más tarde, y mica: la sociobiología. Simplificando al máx imo. dirí a que confi r m a r ia la teo rí a : todo el com por tam ie n to. en e l ani la sociob io lo g ía e s la a p lic ación a la sociología humana de mal , es gené tico... o casi. característ icas biol ógi ca s o bservadas e n lo s animales. SeTa mbién lo es «e n parte e n e l h ombre o. agrega Wil son... gún Wil son. lo s comportamien tos humano s d e b e r ía n t anto Y ahí es d onde com ie nza e l «esc án d a lo» d e la soc íob io loa l p atrimonio gené tico le ga d o po r la evolución n atu ral gía . «S i m e hubi era d etenido en el s im io - s u b raya- j amás como a la c u lt u ra a d q uirida . La verdad , dudé b a stante a ntes d e ir a ve r a Wil s on. habría tenido p robl emas c on el establishment c ie n tí fico ; la S u s lib ro s. e n aquella época todavía no traducidos a l fr an- . sociob io lo gía es e n gene r al b ien acep tada cuando concierc és, h a b ían sido enarbola dos . a finales de lo s años setenta. I ne a l com portam ie nto an imal. Pero como t ra spa sé esta por una corri ente político-intelectual inquietante: la «n u efr ontera p ara intere sarme en el homb r e. h e t e n id o que Sorman, Guy. (1991). Edward O. Wilson. Somos los prisioneros de nuestros genes. En Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo (pp.66-74). México: Seix Barral. va derecha •. En es te punto, Gould tenía razón . Es te rui dosufri r medida s vejato r ias y agresio,!1es d e todo t ipo , la s I I I - - - - - - - - Este documento es proporcionado al estudiante para la crítica y la investigación respetandos ladificultad, reglamentación en según materia de derechos de autor. c uales c uesta c reer que puedan p roduci rscon e fines e n educativos, un respeta_ dad. tenemo Wi lson, en reconocer cuán to Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante. ble cam pus de lo s Estados Unido s . . . estamOS condicionados por nues tra b íol og ía , y cuánto d e lo Pe ro empe cemo s po r la s hormiga s. Las horm igas: robo ts ci vilizado s Los an im al e s son robots. m e d ic e Wil son. Cuanto más <soc ia le s . so n . como la s h orm iga s o la s termitas. más robotizados están . Las hormiga s n o a pren den prá cticamente n ada dura nte s u vida. Está n p ro g ramada s desde su nací. miento. Ello no impide que su c omportami ento y su socie. dad sea n en extremo com p lejos. Sobre la m esa d e Wil so n , una d ocena de c aja s de pl ás. tico transparente s e com u n ican entre s i mediante túneles. En ca da caja. h ormiga s -rec ogida~ en Costa Rica- Se e nt regan a u tomáticam en te a s u s ocu pacio n e s . Cada caja corresponde a una funci ón: masticar hojas, transporte, alimentación, n id ífica c í ón, reproduc ci ón. evacuación de los ca dáve res. «S i las dejara tranquilas -me explica Wilsoninvadirlan la habitación en pocas se m a n a s , y el planeta en e l lapso d e pocos años. Sólo la e xiste n ci a de otras especies limita s u proliferación.• La evoluci ón d arwiniana ha se leccionado en esta s hormigas los comportamientos soci a les com plejos m á s favorables para s u multiplicación. Tales comportamientos son heredados y transmitido s por los genes. No hay nada en estas hormigas que sea cultural o aportado por el medio ambiente: lo s insecto s «s ocia les . no son afectados por la d iscusi ón cultura/naturaleza. innato/adquirido. Todo. en ellos, es innato y natural. Si ob serva m o s estas hormigas, me dice Wilson, rápida. mente nos impresionaremos al comprobar que viven en una sociedad que se parece a ciertas sociedades humanas. Esto es válido para muchos comportamientos animales. Por ej emplo, las termitas tienen un sistema de castas que evocan algunas de nuestras ci vilizaciones. Los c h im p a n cés ti enen cond uct a s que, s i fue r an observadas en el hombre por un etnól ogo, serian co nsiderad a s c o mo perfectamente humana s. • Má s a ú n -añade-, s e puede encontrar f ácilm ente en los chimpancé s todo s lo s r a s gos que constituyen lo s p r ime ro s c a pí t u los d e lo s m anuales d e ant ropología.• Lo que no le s impide a lo s ant ropólogos explic ar que tales compo rtam ien tos humanos. o la s o rganizaciones sociales elementales de la s sociedades primitivas. son enteramen te de origen cultural. ¡Y h acen eso s in ninguna prueba! En reali68 que supo~emo~ se d ebe a nuestra. cult'.'ra ad~'.'i ri da está, en rea lidad . m scnto e n nu estro pa tnmomo genet rco. Wil son ilustra s u teo r ía con d o s ejem p los típic o s d e las civiliz aciones humana s: la p rohibi ci ón del in cesto y e l a ltru ism o . Nuest ros sentim ie n tos está n programados Para lo s antropólogos , en particular Claude L év iStraUSS, la prohibición del incesto es una característica constit u ti va de todas las soc ied a d es humanas , el fundamento mismo de la cultura. E s esta prohibición cu ltu r a l lo que hace indispen sable la búsqueda de esposas, y desemboca en los intercambios organizados . A esta tesis . Wilson opone la explicación de la sociobiología: el incesto ha sido frenado por la evolución; y s u prohibición, inscri ta en nuestras ge n es; no es una el ección de civilización. sino ..m producto d arwiniano . ¿Por qué la se lecci ón natural habría eliminado el gen del incesto? Porque, se gú n Wil s o n , las e species, incluyen. do al hombre, no son otra cosa que máquinas de llevar y transmitir genes. Pues bien. el incesto conduce a la degeneración, al empobrecimiento del patrimonio genético. Por otra parte, la prohibición del incesto puede observarse en varias e species de mamíferos salvajes, en particular entre los chimpancé s. Pasemos al altruismo. El hecho de que un animal -o un hombre- se sacrifique por el bien de sus congéneres siempre ha planteado un problema a los darwinianos . Dentro de la lógica de la evolución, cada individuo deberla egoí sta m en t e preferir la transmisión de su propio patrimonio genético. Salvo, explica Wilson, si se admite que cada especie lleva los genes de un patrimonio colectivo: el sacrí· ficio de uno mismo se co n vie r t e entonces en algo lógico; permite la proliferación de la e s p eci e . ¿ No es esto lo que pasa en las guerras . donde el s a c r ificio de algunos perrnite la supervivencia de la mayoría? La guerra seria , pues, también un fenómeno e xplicable por la biología. Al menos. preci sa Wil son, las guerras limitadas, como todas las del pasado, que n o ponían en peligro la supervivencia del co njunto d e la es pecie. Co m o n o m e convence lo que , e n este caso, m e parece Sorman, Guy. (1991). Edward O. Wilson. Somos los prisioneros de nuestros genes. En Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo (pp.66-74). México: Seix Barral. 69 - - - - - - - - - - - más metafórico q ue cientifico, Wil so n p r o p o n e un tercer de también co n d uc ir a desastres . El h ombre e s la únidocumento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. ejemplo, másEste complejo, tomando las relaciones de p a r e n: PU~specie Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante. vivien.te que ~a ~ r.eado .Io s medios para d e st ruirtesco. E n la mayor pa rte de sociedades primitivas observa. ca La in teligenCIa Y el individuali smo n o programado s . en das por los etnólogos, los tíos son más afectuosos con los , sr: homb re , amena zan a la especie misma. • Felizmente hijos de sus hermanas que con los d e s u s hermanos. ¿Por e - a de W il son- , nue stra he r encia genét ica h a sele cciona. qué? El enigma sería nuevamente resuelto por la soc io b iod_an' 1 m ism o ti e mpo con d u cta s que l iImitan este n.e sgo d e logia wilsoniana: un modelo matemático simple demuestra °t~destrucción. o ¿Por ejemplo? «Las r el ig iones y. d e maque la transmisión genética del patrimonio colectivo está auera m á s general , la s grande s instituciones.• Éstas can a li más garan tizado por lo s sobrinos nacidos de h e r m ana s n el individuali smo destructor, e impiden el estallido de que por lo s n a cido s d e h e rmano s . f::ociedad humana que podría llevar a la extinción de la De u n a m anera ge n e r a l, me explica Wil s o n , lo s socioespecie. biólogos p r o c eden según este m é to do : construyen u n m oEn el análi si s d e Wilson, la c u es t ión n o e s , por tanto. d elo matemát ico que d es c r ib e comportam ien tos que o p ti· ber s i las religiones so n verdaderas o falsas : so n absolumizan latransrnisi ón genética. Lu e go o bserva n si la s e spe. s:mente ne cesarias para la s u pervive n cia del hombre, y la cies se con forman a este modelo. En caso afirmativo, es ispiraci ón r e li giosa está genéticamente pro~r.~mada. ~s muy p robable que el comportamiento o bservado d ependa también en nuestros genes donde. en su opimon, h?bna d e la selección n atu r a l, y no d e · Ia transmisión c u ltural. ue buscar los orígenes del Bien y el Mal. dos nociones ~rogramadas que c a n a !iza n nu~st~~s instintos hacia la procreación en vez de hacia la extmcion. No so mos li bres de des truirnos Seríamos. pue s, prisioneros de nuestros genes . La rnayor parte de los fil ó sofos, precisa Wil son, ha admitido el S e gún Wil son, el verdadero debate con temporán eo no principio de la evolución; pero rec~aza. .que .un~ .d e sus enfre n ta ya a lo s d a rwin iano s con lo s no-darwinianos: «La consecuencias pueda ser la determinaci ón biol ógica del t eoría d e la evolución es insoslayable. o La d is c u si ón se Bien y el Mal. ¿ Q u é quedaría de nuestra libertad, si estaprod uce en e l seno mismo del darwinismo. Algunos, como mos así programados? . M i hipótesis -responde WilsonS tephen Go uld, consideran que la evolución se a plica a es que nuestros genes nos predisponen ~ un determinado todas la s especies, h a s ta la a parición del hom b re. Pe ro com portam ie n to m ás que a otro, pero sm que haya autopiensan que e l h orn o sapiens, desde su a parición, h a cesamatismo. > Nuestras elecciones evolucionan en función de d o de evolucionar, y que el cere bro del hombre le confie re nuestra cultura y de la presión del grupo; nuestra libertad una libertad total. no programada. A partir de e se momenexiste, pero aquello que deseamos se inscríbe en u n camto, se gún esta escala, la cu ltu ra h abría reempla zado a la po delimitado por nuestros genes. Según W il so n , lo que n aturaleza como factor de la evoluci ón humana. La otra nosotros . q u e r e m o so se sitúa en parte fuera de nuestro escuela , la de la sociobiolog ía, estim a por e l contrario que control. ya que actuamos en el interior de un código genéel h ombre con t in úa evolucionan do y q u e no existe nece sariatico . Ejemplo de ello: el matrimonio. Si no nos casamos con m ente la unidad de la especie humana . En e fec to, me d ice cualquiera es porque . n u est ro s genes nos tienen atados». Wilso n , «nada d emuest ra ni la u ni da d d el h ombre , ni su He aquí por qué Wilson se muestra relativamente optito tal libertad. ni su fijeza », Por consiguien te . carece d e funmista so b r e e l futuro de la e specie humana. _N u e s t r a prod amento cien tí fico desecha r la s h ipótesi s d e la socio b io lo gía gramación genética d ebería impedimos nuestra propia desso pretexto de que . polític amente , no nos convienen . • Me trucción en un holocausto nuclear. o Le hago observar que parece con tradictorio - dice Wilso n- a dmiti r que el ceresi, a pesar de todo, conseguimos destruimos es porque b ro sea el producto de la evolución, y exp licar acto seguido nuestra cu ltu r a habrá ganado la batalla a nuestra naturaq u e ese cerebro ha escapado a toda p resi ón biol ó gica . o leza. y que la sociobiología no habrá sido entonces más Es cierto, reconoce, que el cerebro h u m ano es un ór ga que una hipótesis falsa. Wilson lo reconoce así, tanto más no q u e no tiene e quivalente en las otras es pecies, y que que... ya n o se encontrará entonces a nadie para plantearnos h a dado cierta libertad de elección. Pe ro esta li bertad se la cuest ión. 70 Sorman, Guy. (1991). Edward O. Wilson. Somos los prisioneros de nuestros genes. En Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo (pp.66-74). México: Seix Barral. 71 -- - --- ...... ( ca sobre la s d emá s espec ies en la p r ot ec ci ó n co n t ra el f;'o. ¿Aca so eso la convie r te en u n a raza s u pe ri o r? Este documento no tiene costo alguno. El uso indebido de este documento es responsabilidad del estudiante. c oncl u s ió n de Wil so n : « E l p o stu la d o d e la unid ad d e la « No pret en do - señal a W il so n - que la se lecc i ón natu. hu m a na n o es tá demo s tra d o. » P ro b a ble m e n te lo sp eci e ra l ex p li q ue e l ciento por ci e n to d e nuestros c o rupo rta m íe j-, Cierto sea lo co ntra rio, a u nque no se t r a t e d e u na idea tos. » La sociob io logia es só lo un com po ne n te e n la intej-, ~ U y popular.. . As í p ues , todos lo s hombres no son" iguapretaci ón de la conducta h u m a n a , con variaciones im po r. les ' , Pe ro e s as d iferencias no imp lican ni nguna s u pe r io r itan te s en func ión de las c u lt u ras . Ademá s , a la mane ra de da d . W ilso n r ecu erda que Da rwi n habí a pue st o ya en gua rla antropología en el caso de la s soc ie dad es prim itivas. la dia contra la tentaci ón de pa sar " d e la dife rencia a la sociob io log ía investiga lo s o rige nes de es to s co m po rta. supe r io r id a d » . En ningún caso la sociob iol ogia con d uce al mientas, más que estudiar su s manife staciones ac tua les. racism o . ins is te W ilson . «De s ta co e n par ticu lar que el I:1 e ~­ Ob s erv o de pa sada que Wil s o n h a rebajado mucho sus tizaje no produce ninguna degene ració n , ya qu e . e n la mezambiciones ini c iales. E n su o b r-a fund adora . S o cio biología, cla de raza s, jamás se pierde ni n gún gen . La única perspeca parecida en 19 73, o p inaba que la nueva cienc ia pe r mi ti ría tiva ab iert a respecto al me st iz a je en q u e a l fina l prod u ce -en teoría- prever todos lo s co m porta m ie n tos huma nos. est a d is t ic a mente al mismo ti e m po una mayor varie d a d de Bajo los golpes de la crítica y de spué s d e su s prop ias sabio s y una mayo r varieda d de t irnado re s . » in ve st ig.aci o ne s , Wil so n p ien sa hoy. que la selección ge n én. ca e xpl ic a cad a vez m e no s n ue s t ras ac t it u des a medida que nos alejam o s d e n u e s t ro estado p r imiti vo . Admite que la evolución c ultural h a to m a d o desde h ace miles d e a ños La socio biología >l O si n 'e para na da el r el evo de la evo lu c ió n natural. Pero no tot al me nte: n ues- I tra s gen e s s ig u e n sujeta ndo a nues t ra c u lt u r a . El la zo con La socio b io lo g ia . me repit e Wil s o n , no e s un pro g r a m a que la s uj e t a n se alarga a vec e s d em a si ado . se torna cas i polít ic o . si n o un pr o g rama d e invest iga c io n c s q u e ocu pa in vi s ib le , pero p r o ba b le m e n te s ig u e e xis t ic n do. Además, hov a m uc h o s laboratori o s . en part icu la r en lo s E st ado s a ñade Wi lson . h ay s in duda u n a interacc ió n , " un a coevo luUn"id os . Canad á y Gran B ret a ñ a : la Uni ón Sovi ct ica y Ch ici ón d e la cultura y la nat ura leza ». Algun as con d u c tas I na comien za n a in te re sarse en ella. Lo s soci o b ió lo go s s e culturale s acaban por in sc r ib ir s e en el pa ll-im oni o ge n é tided ica n a in terpretar los comportam ientos hum a nos en co. ba sta con a lg unos m il e s de año s . En c u a lq u ie r caso. no ' fun c ió n de l óp t imo gen é t ico. Tra ta n tambi én de de s c r ib i r e s po si bl e . piensa , cons idera r a prio ri q ue to d o ca m b io los o r igenes y lo s progre so s d el conocim ie nto . Wi lson h a hi s t ó rico sea e sencia lment e c u ltu ral y n o ten ga j a m á s nindemo s t r a d o con ello cómo , e n la s m á s d is tintas c iviliza c iogu n a di m en si ón ge n ética . ne s . la d ife r e nc iac ión d e lo s colores cor res pondia a la o rTome m o s n u e va mente, s ug ie re Wi lso n . el ej e m p lo g r ao gan iza c ió n in te r n a del c ere b r o . y no a predis pos ic iones to a Stephen Gou ld sob re los á rabes y la s m atemá t icas. cul tu ra le s . Fina lme n te. lo s soc iob ió logos in t e nta n co mLos á rabes d e s t a caban en m a tem áti ca s h a ce m il a ños, p ero prend e r la coevoluc ión: ¿có m o pueden la s m u tac io nes geno 'h o y. La exp licaci ón de Gou ld e s ciento por cien to c u lt uné tica s y la s m utacione s cultura les in flu e nci a r se m u t u a r a l. ¿ Por q ué? Porque , polí ticament e, es fá c il d e soste ne r . me nte ? Pe r o también se p od r ia defend e r que el pa trimonio ge n é ti- I Como e n el c a so de toda teoría c íe rn ifi c a . la validez de ca d e estas pob laciones ha evolucionado y le s hace a ho ra la soci obiologia, m e dice W il so n . sera medida por su c a pa menos aptas pa ra la s m a te m á t ic a s . Lo cual , s u b r a va Wi lcida d de prever lo s fenómenos ob servables, en pa rt ic u la r son. n o lo s c o nvie rte e n una ra za inferior. los comportam ientos humanos que a ctualmente re sultan S igui endo con la s matem áti cas , W ilso n dice que en el má s inexplicable s. Pe r o estas inve stiga ci one s . s i lle gan a tran scurso de la hi storia d e la humanidad el número de un re sult ado , sólo con d u ce n a l cono ci m ie n to. no a pre s cripmujere s m atemáticas es muy pequeño . ¿ Po r qué no adm icione s . • :\Ii s o b ras -co n clu ve W il son-e- n u tien en gran tir que ca rece n de p re d is po sic ió n ge né t ic a para las mateutil idad práe tica e n un p la zo in m ed ia to . :\Ii ambición pri n má tíc as? Na d a permi te descart ar e s ta h ipótes is . A la invercipal e s d elimit ar mejo r la na tu ra leza e xacta de la espec ie sa. p arece queSorman, lo s Guy. e squimale a lglosuprisioneros na ventaja (1991). EdwardsO.tien Wilson.en Somos de nuestrosgenégenes. En Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo (pp.66-74). México: Seix Barral. 73 La .c o e v o lu c i ánEsted documento e la naturale za yal estudiante la cu ltu es proporcionado con ra fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. 72 ----- _ r-o¡¡_ _ - _ --------- Este documento es proporcionado al estudiante con fines educativos, para la crítica y la investigación respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. humana . No reivind ico ono tra queEl uso el indebido derede cho a prose. Este documento tienecosa costo alguno. este documento es responsabilidad del estudiante. gu i r e st a s in ve st iga ci o ne s , a u nq ue s ea n impopulare s . » Wil son. no c a b e dud a . jamás será po pular. La izq ui er. d a le det e st a porque Wi ls o n duda de la igu aldad na t ural e n tre lo s ho mbre s . A la d e re cha le gusta ría r e cupera rlo p e ro no pued e acep tar s u ateísmo. .' E n qui nce a ños de pol émica. d e s d e la p u bl íc a ci ón de S ociobiologia, Wil son m e aseg ura haberse acost u m b ra do a l t umul to . Por ot ra pa rt e , es te ho mb re tranquil o n o teme e l a is la m ie nto . So specho in clu so que e l ni ñ o d e Alabama prefiere la compañia de la s hormigas a la d e lo s h ombres. «An te s de que nos se paremos -me di c e- qui e ro m o strar_ le la j oya de mi co lección . .. Y sac a d e u na caj a de c a rtón un peda zo d e á m bar e n el c ua l ha y un a minú s cula h orrn]. ga fo sili zada . «¡T ie ne c u at ro mill o ne s de a ños: la descub rí en la is la de Santo Dom in go ' » ¿ El men saje de Wi ls on ? Est a ho rmi ga es taba a h í antes que nosotro s. y no s sob revi vi rá s í reh usa mos vernos tal co m o la na tural ez a no s ha hecho. De regreso a Fran cia, se nt i la c u rio s id ad de averigua r lo que nuestros biólogos escribian so b re las ob ras de IVil sml; d e scubri e n to nce s algunos textos HIUY ilu st rati vos so bre la [alta de se ren id ad d e lo s sa b ios. «La soci o bio lo gia lleva a la h u rn a n ida d a la te rm ite ra », escribe I acqucs Ru jjie, u no de n uestros sa b ios más emin e ntes, e n su o bra [un dame n tal, Tra ite du vivant, ' A grega q ue es «elitis ta .. y q u e ha ce - resu rgi r la Ingla te r ra vi ctoria na » . Ruiiie n os injorma tambié n d e q u e, mucho miles que IVil so n. ¡al tal K. Esch erich habia h ech o «Ulla co nf us ió n caricatu resca e ru re lo in nato y lo adquiri do ». Pues b ien, E sc he rich era «p róx im o a l partido nac ionalso ci alista, y sus teo rias si rv ie ron a los pe nsado res d el Tercer Reich », Este caballe ro e ra, «COII/ O IVilson, u n brillan te e n to m o logo »... Só lo en un d ete rminad o mome nto, dá ndose c ue nta de su s excesos, R u ffi é admite que «las ex ageraciones de la sociobiologia se d e ben a los admi rad o res de W ilsOlI m ás que al p ro pio Wi lson ... R epa ración algo tard ia ... En realidad, es el d erech o a la in vestigación lo que pa rece aq ui discu tirse le a W il son po r pa rte de Ia cques Ru]fié. Con éxito, puesto que, en Francia. , !O h ay ning u na su bvención pública d estin ad a a esta discip lina. t. 74 Tra ste du ~·j \'a "r . Fayard . l(1991). Q82 . pp . 670-67 1. Sorman, Guy. Edward O. Wilson. Somos los prisioneros de nuestros genes. En Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo (pp.66-74). México: Seix Barral.