51 SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. 401 CELTAS. 1. Druida —2. Caballero.—3. Pueblo armado. En una obra muy apreciable, publicada en Francia hace pocos años (I), se encuentran curiosísimas noticias, háIniraente reunidas, acerca de los celtas de aquel pais: nosotros, creyendo que pueden ser útiles bajo mas de un concepto para cuantos se dediquen al estudio de la historia de España, nos hemos decidido á traducirlas y publicarlas en nuestro SEMANARIO PINTORESCO, como lo hacemos en seguida ilustrándolas con los grabados que adornan el presente nú. mero. «ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LAS GALIAS. i.°—Formas generales del gobierno. «Las Gallas estaban pobladas por un gran número de naciones ó tribus diversas que tenían cada cual un territorio distinto, una organización política, y cuyos intereses comunes eran representados por una asamblea general de los Diputados de Cada nación. Estas naciones ó tribus son las que César comprende bajo el nombre de Civitates; y esta asamblea la que él c:ili(ica de CoiMejo de toda la Galia, Consilium totius Gallia;. La Asamblea representativa era una institución nacional de que Julio César sacó muchas veces partido: Augusto la presidió en una grave circunstancia. Descuidada después y no abolida, fue imitada en la decadencia del Imperio por la célebre constitución de Honorio, sobre la convocación anual de Ips representantes de la Galia meridional en la Civitate de Arles, imitación estéril como institución general, pero importante como institución provincial.—Durante los diez años de la conquista, se vé á Julio César presidir de continuo la asamblea de los representantes de la Galia: una vez la convocó en la ciudad de los Parisienses {in Lutetia Parisiorum). Las Galias por sus divisiones de territorios y de naciones, y por su vínculo deco(1) «Histoire du Droit Franoais préccdée d' uno introduction sur le Droit civil de Reme, par I\I. F. Laferriere, proffesseur Iionoraire, anclen conseiller d' état, inspecteur general des facultes de Droit... París... 18.52.—53,» tomo segundo, libro II, capítulo 2.° AÑO XXn.— 20 DE DICIEMBRE DE d 8 o 7 . munidad política, formaban un Estado federativo, cuya imagen esteríor pueden reflejar el consejo Amphyctiónico de los Griegos, y entre los modernos los cantones de la Suiza, con la Dieta Helvética, ó los Estados-Unidos de la América del Norte. Pero entre todos aquellos Estados liabia alguno s que pretendían la supremacía política, y de aquí nació la lucha de los Eduanos y de los Arvernos, cuyas consecuencias fueron tan fatales á la independencia del pais. «Las civitates ó naciones galas tenían formas de gobierno que pueden reducirse á tres: la Aristocracia, la Monarquía electiva, la Democracia. Pero en todas las ciudades cualquiera que fuese su forma política, habia un Senado compuesto de druidas y de caballeros, y uno ó muchos magistrados delegados para la acción y el juicio en materia de interés público. Los druidas y los caballeros ó nobles formaban, con la mayor frecuencia, parte del senado, sin elección y de pleno derecho. »En las civitates de constitución aristocrática entre los Eduanos por ejemplo, el Senado nombraba anualmente un magistrado supremo llamado por César Vergobrctus: este magistrado tenia derecho de vida y, muerte sobre los ciudadanos; derecho temible, limitado por ,1a corta duración de su ejercicio en la persona que de él estaba investida. »En las civitates en que la monarquía era electiva como entre los Secuanos ó los Carnutenses, el Sonado elogia un rey, un jefe civil y militar revestido depotier temporal ó vitalicio . Los individuos de una misma familia podían ser elegidos sucesivamente; pero no habia monarquía hereditaria . «En las civitates en que se Iiabia introducido la democracia como entre los Eburones (los Liegenses), el pueblo nombraba al senado y á los jefes, y la multitud conservaba tanto imperio sobre el jefe cuanto éste podía tener sobre ella. La organización democrática era la forma menos frecuente según las constituciones primitivas de las civitates galas; pero la guerra de César , contribuyó á producirJi 402 SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. muchas, por la escitacion del patriotismo y la necesidad de la defensa: los privilegios aristocráticos , caiaii ante la suprema razón de la salvación pública. »E1 gobierno de las civitates, en los tiempos anteriores á Julio César, suponía rentas públicas, contribuciones : los Comentarios nos manifiestan que el uso era arrendarlas por adjudicación pública. Los grandes no desdeñaban el hacerse adjudicatarios, y las riquezas procedentes del arrendamiento general los proporcionaban el medio de adquirir el favor del pueblo por medio de liberalidades.—En las Civitates mas célebres por la administración de los negocios públicos, las leyes obligaban á cada ciudadano á informar al magistrado de lo que podia llegar á saber de las naciones vecinas , con prohibición de comunicar estos rumores á otras personas. El magistrado callaba lo que juzgaba conveniente dejar ignorado, y hacia saber al pueblo lo restante. No se permitía al pueblo hablar de los negocios públicos en otra parte mas que en el Consejo. (1) «2.°—División en tres órdenes. wCada nación gala estaba dividida en tres órdenes: los Druidas, los Caballeros, el Pueblo. I.—Los Druidas, que formaban el primer orden, el orden sacerdotal, no ejercían solo las funciones religiosas, sino que también tenían una gran parte en el poder político y judicia! y estaban principalmente encargados de la educación de la juventud. Los Druidas se abstenían de la guerra; s¡ intervenían en las discordias civiles, era para hacerlas cesar por el respeto que inspiraban á los contendientes; estahan esentos de todas las cargas procedentes de la milicia; no pagaban contribuciones; y tenían toda especie de inmunidades (2).—En la isla de Bretaña, se denominaban Bardos y se los consideraba como una de las tres columnas del edificio social (3). ))Escitados por tan grandes ventajas, un gran número de Galos, de propia voluntad ó impulsados por sus padres, entraüan en el Orden druídico que tomaba sus individuos en todas las clases, imponiéndoles una larga iniciación (4). El Orden drúidico no formaba una casta hereditaria análoga á la de 'os Brahmas de la India; sino que salla del seno mismo do la nación. Uno de los Druidas revestido del Pontificado soberano se elevaba sobre todos los demás. Cuando moría era reemplazado por el que le seguía en dignidad. Si muchos tenían los mismos derechos, la dignidad soberana se conferia por los votos de los Druidas, únicos que hacían la elección. Algunas veces el PonlíRcado S3 disputaba por medio de las armas (5). »1I. —Los Caballeros ó Nobles constituían el segundo Orden de la nación (6), y formaban una clase hereditaria. Participaban las funciones senatoriales y formaban parte en la administración del pais. Para evitar en las civitates las influencias opresivas, no seperraitia á dos individuos de la misma lamilla componer juntos parte de un senado, ni ser colegas en el ejercicio de las magis-traturas, ni aun sucederse inmediatamente en los cargos públicos: rigurosas prohi(1) Casar, Comm., VI, 20. Strabon, IV, 4. (2) Uli robus divinis intorsunt, sacrificia pública ac prívala procuranl, religiones iiUorprelanlur: ad hos niagnus adolosceuüum numorus discijilina; causa, concurrlt; magnosque 11 suat apud eos lionore... Druldes a bello abcsse consuoverunt; nequó tribuía una cum reliquls pendunt; milltiíc vacationem, omniumque rcrum habent immunitatom. Ctesar, Comm., \l, 13, H.—Slrahon IV, 1.) (3) il/yyírirtíí, Archeolog;. of Gales, t. TU p. 291. (4) Sabido es que la ciencia de los Druidas estaba contenida en millares de versos que debían encomendarse á la memoria durante los 20 ar~ios de noviciado. (Comm., VI, 14.) (5) His aulem ómnibus Druidibus prseest mus qui summam ínter eos babet aucloritatem. (VI, 13.) (ü) In omni Gallia eorum honiiuum,qui aliquo sunt numero atquehonoro, genera sunt dúo... Alterum cst Druidum, alterum est equitum VI, 13.) hiciones que atestiguan por su mismo esceso, la fuerza del espíritu de familia. Los caballeros se educaban especialmente en el arte guerrero: todos tomaban las armas en cuanto estallaba una guerra; siendo frecuentes los combates, antes de la llegada de César, entre las tribus galas, sea para atacar, sea para rechazar la agresión. »E1 patronato y la clientela existían en las Gallas. Cuanto mas considerable era un hombre por su nacimiento y sus r i quezas, mas clientes contabaá su rededor. En el senode esta clientela se distinguían los ambacti destinados al servicio de la persona; y en un rango mas elevado, los devoti ó soldura (i). La condición de estos últimos era gozar todas las ventajas de la vida habitual con aquellos, á cuya amistad se habían consagrado; pero también debían no sobrevivirlos en los combates (2). César menciona los Soldurii, hablando de la Aquítanía, de lo cual algunos historiailores han deducido que esta institución era especial de los Aquitanos. Pero Valerio Máximo refiere el mismo uso como existente entre los Celtíberos, y Sidonio Apolinar muestra la costumbre aun viva entre los Arvernos del siglo V, (3).—Por lo demás, según las costumbres generales délos Galos, no era permitido á los clientes abandonar á sus patronos, ni aun en la estrema miseria (4). ))III.—El tercer Orden'se componía del Pueblo de las ciudades, de los lugares y de las aldeas (S). César dice: «El »pueblo está casi reducido á la condición servil; no se atre»ve á nada por sí mismo y no es admitido en ningún conDsejo. Plebs jiene servorum habetur loco, quce per se nihil naudot, et nulli adhibetur consilio. (W, 13).» Mr. Berlier, á este propósito, hace una observación muy juiciosa. «Cuando César (dice) nos manifiesta que en laGalia, lamul))titud apenas estaba considerada mas que como esclavos, »no pudiendo nada por sí mismos y no siendo admitidos en «ningún consejo nacional, no 'ha tratado de llevar esta asi«milacion hasta el punto de despojar do los derechos civi))les á todos los Galos que sin ser ni nobles ni Druidas, no «estaban sin embargo en una exacta condición de servidum«bro. Nada conduce á creer que el labrador, el artesano, en «una palabra los hombres libres que, aun cuando colocados «fuera de las clases privilegiadas, no se habían con todo he«cho propiedad de otro, fuesen privados de aquella porción ))de derechos que so refieren al orden puramente civil. Las »!eycs sobre la protección, la trasmisión y la disponibilidad «de los bienes les eran, pues, comunes con los otros Galos »de las clases superiores. Asi se debe entender el citado «pasage de nuestro autor. La esclusion de la multitud no «era sin duda relativa mas que al ejercicio de los derechos apolíticos, y esta estension era ya muy bastante grave en sí, «puesto que alcanzaba á la inmensa mayoría de la nación, ícompuesta de gentes que no eran ni druidas ni caballe«ros.» (6) «Debe añadirse á estas reflexiímes, llenas de sentido común, que la csclusión de la vida pública no era tampoco (t) Atquo eorum ut quisque est.genere copiisquo amplíssimus, ita plurimos circum se Amhactos, clientesque habot. (Comm., VI, 15.—Méfíioire sur I' état des personnes, par /' aübé de Gourey, p. 13.) (2) ...Adcantuannus, qui summam Imperii tenebat cum D C devotis, quosilli Suldurios appellant, quorum Iiajc est conditio, ut ómnibus In vita commodis una cum his fruantur, quorum se amicitla;'dediderint... Ñeque adhuc homínum memoria ropertus ost qulsquam, qui eo interfecto, cujus se amicitia; devovisset, morí recusaret (Comm., III, 22,J (3) CcUÍ/ieri eúam nefas esse ducebant prcelio superesse, cum is occídissel pro cujus salute spirltum devoverant. (Valerio-Máximo, c. I exter. de Celtiber.) Sidonio Apolinar escribe á Ecdlcio: "Et vlx duodevigenti &qultum so«¿fl/í/íí/í? comitatus, aliquot minia Gothorum... translsti.» (Lib. 111, cp. 3.) (4) Litavicus, cum suis clientibüs, quibus nefas moro Gallorum est, etiam in extrema fortuna, desercre patronos, Gergoviam, (Clermont) profugit. (Comm., VII, 40.; (5) In ómnibus civitalibus atque in ómnibus pagís, parllbusque. (Comm., VI, 11.) (0) Précis historique de 1' ancienne Gaule, p. 287, y 28S. SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. absoluta con respecto al pueblo, puesto que habia Givitates en que se habia introducido la forma de la democracia. César nos ha dado á conocer con respecto á esto la civitate d^ los Eburones; y Strabon dice: «La mayor parte de los puei>blos de la Galia tenian en otro tiempo un gobierno arisítocrático; cada año se elegía un gobernador y un geneoral que el pueblo nombraba para el mando de las troipas.» (d) oEsta espresion, la mayor parte de los pueblos, en un escritor ordinariamente exacto, prueba que muchas Givitates tenian un gobierno diferente que el aristocrático; ó un r é gimen que se acercaba á la libertad democrática. Strabon por otra parte, atestigua que el pueblo podia intervenir en la elección anual del jefe del ejército, sin distinción entre las Civitates. El uso de los Galos exigía que en el momento de estallar una guerra todos los jóvenes se reuniesen con armas; las resoluciones se tomaban en este consejo armado; y entonces, sin duda como entre los Germanos, el jefe era elegido con arreglo á su renombre y á su valor, duces ex virtute (2). La servidumbre política del pueblo debe, pues, entenderse solamente en el sentido de que no podia componer parto del Senado de la Civitate, ni de la asamblea general de las Gallas, ni ejercer ningún cargo de magistratura. »Los individuos de la clase plebeya tenian dos medios de salir de su nulidad ó de su debilidad; que eran, colocar algunos de sus hijos en el orden de los Druidas, ó adherirse ellos mismos por los vínculos de la clientela á un Grande, á un Noble que les debiera su patrocinio. En cada ciudad, en cada barriada y clan galo había coaliciones, partidos á cuya cabeza se ponían los que gozaban de mas crédito y autoridad moral; «y esto fué antiguamente instituido (dice César) para uque el hombre del pueblo no estuviese sin socorro contra »el hombre poderoso. Cada jefe de partido tenia cuidado de «proteger á los suyos; y no consentía que fuesen oprimidos, «porque en otro caso perdería su autoridad...» (VI. 11) «Este jjaíronoto político, pasaba de los individuos 6 jefes de clans á las naciones mismas. A la llegada do César toda la Galia estaba en efecto dividida en dos grandes facciones; los Eduanos eran jefes de la una, y los Sequanos los de la otra; los Rhemenses, por la inlluencia de los acontecimientos , tomaron el lugar de estos últimos. Las tribus inferiores se dividían y colocaban bajo la dirección de las naciones principales (3). El patronato individual y nacional era una institución fundamental en las costumbres de los pueblos de origen céltico ; se encuentra en las leyes galas bajo formas diferentes y múltiples (4). uEn resumen era la organización política de lasGalias — l . ° L a Civitate, con su constitución senatoria!, sus jefes anuales, sus magistrados revestidos de un poder temporal ó vitalicio , y su vínculo federativo con otras civitates;—2.° La división de las naciones galas en tres órdenes , los Druidas, la Nobleza, el Pueblo; lo que necesariamente recuerda una división mas moderna;—3." La representación de todas las Civitates en la asamblea general délas Calías;—4." El patronato político ejercido por los j e fes de clans ó de pueblos con respecto á sus clientes, y el patronato nacional ejercido por los dos ó tres puebles mas (1) Estrab. IV, 4, iiánafo l , p . 00.—Víanse también las Antiquités do Vésone, par le comlc de Taillofer, Iniroiliicüon, p. 41, en 4.° francés. (2) IIoc, moro Gallorum, cst initium belli: que, lege communi, onines púberes armati convenire coguntur (Coinm., V, 50.^ Igualmente en las costumbres de los Germanos: Ut turba placuit considunt armati. (Tacit. de Morib. Germ., XI.) (3) Hac eadem ratio est in sumiua totius Gallias, namque omnes civitates ín duas partea divisa; sunt.—Cum Cresar in Galliam venit, alterius faclioiiis principes erant /Edui, alterius Sequani.—In eorum locum Rhemií... ii se remis... in clientelam dicabant. (Comm., F/, 11.^ (4) El libre 1.° de las Lcges Walica:, do Hyweida, contiene muchos pormenores relativos á esto- La palabra galésa íiauwd era equivalente de palroclnium. (Wotton, Glossarimn.) 403 poderosos, cuya supremacía era reconocida y aceptada por los otros. 3.".—Instituciones religiosas; lengua escrita y hablada.—Relaciones con las colonias fenicias .-^Carácter nacional délos galos. • ¡"'.'i''"'^ •••-' ni. En el orden moral había entre los GaloS una: predisposición universal al culto religioso y aun á la superstición (1). Los sacrificios humanos que, según la observación de Bossuet, existieron en todas las naciones de la antigüedad, y que no cesaron en Roma , hasta que las prohibió un senatusconsulto del año 657, se hacían todavía en las Galias, en tiempo de Julio César, y aun de Plinio el Anciano (2); pero las víctimas ofrecidas á la divinidad se tomaban de entre los culpables condenados por los jueces del país. A falta de sentenciados, se inmolaban víctimas inocentes, ofrendas menos agradables á los Dioses, por no llevar igualmente la idea de la espiacion personal (3). «Había dos cultos; el Druidismo y el Politeísmo. » El culto druíüíco , en sus sombríos misterios , honraba á la divinidad bajo el nombre de Esas ó Dios supremo , y á la naturaleza, bajo el símbolo de la encina que Dios se apropiaba por el signo del Muérdago sagrado (4). El druidismo reposaba sobre la unidad de Dios y la inmortalidad del alma, acaso admitiendo la coexístenciaetcrna de la materia , porque Strabon atribuye á los Druidas el dogma de que: «Las almas y el mundo son imperecederas» (o).— César dice que «los Druidas quieren , sobre todo, persua»dir que las almas no mueren, sino que pasan de los homíbros que mueren á otros hombres , ab aliis post morfem ntransire ad alias; » doctrina mas elevada que la mctempsycosís del Indostan ó de Pitágoras, y que inspiraba á los guerreros el desprecio de la muerte en el campo de batalla (6).—Al orden de los Druidas se asociaban mujeres en calidad de druidesas ó profetisas. »EI politeísmo galo reconocía los Dioses del OUrapo griego y romano ; pero honraba , en primer lugar á Mercurio , inventor de todas las artes, guia de los viajeros, dios del comercio, es decir, el símbolo vivo de la civilización (7). Los romanos encontraban , admirados, en la Galia el culto de sus divinidades; y la relación entre unas y otras es tanto mas notable por lo tocante á los nombres de diferentes Diosos del paganismo, cuanto que las denominaciones galas espresan, por los elementos del lenguaje, el carácter distintivo de cada divinidad, con arreglo á la índole de la lengua céltica, de representar las cosas por la composición de las palabras (8). «Ademas, la Galla , como Roma misma y como la Grecia, tenia su altar al Dios no conocido, recuerdo confuso del Dios, que se había manifestado en la cuna del géne(1) Comm., VI., 16 Pomponim Hela, I,ih. III. (2) Bossuet, Disc. sur 1' llist. univ.—El origen de los sacrificios liumanos se atribuye á los usos de los Babilonios. (Hoyes, XVII.) Los Romanos inmolaban víctimas humanas 4 Jiipiíer Latialis. (Tit. Lio., Epitom., XX.) Plinio el anciano señala la época en que cesaron: DCLVIt demum anuo urbis, Cn. Cornolio Lontulo, P. I.icinio Crasso coss. S. N. consultum hclnm csl nc homo immoláreíur: ps.]amqae in tenipus illud sacra prodigiosa celébrala. Gallias utique possedit (magicis factio) et quidem ad nostram mcmoriam. (tlist. nat. lib. XXX. c. 1.) (3) Comm., VI, 10. (1) Plinio, Hist. nat. lib. XXVI, c. 44, dd muchos pormenores sobre el muérdago y la ceremonia dolos Druidas para corlarlo con la hoz de oro La palabra Druida provenia derfc™(que en céltico signilicaha cncíng.) (.l) Strabon, lib. IV, c. 4: «Los Druidas creen que las almas y el «mundo son imperecederos; pero que habrá épocas en las cuales el hier«ro y el agua se sobrepondrán.»—Pomponio Mela dice solamente: Unum ex bis quffi prajcipiunl in vulgus eflluxil... a;lernos esse ánimos vitamqne; alteram ad manes. (111, 151.) (6) Comm., VI, 14. Porap. Mola, ibid. (7) Comm, VI, 17.—En céltico, Merk wr quiere decir mercader ilarch tur, mensagero. (8) El Teutates de los galos proviene de D«w tailh, el Dios de los viageros, ó de Teu tat, padre del pueblo (6 de Tan, Tir, fuego, tierra.) 404 SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. ro humano, y misterioso presentimiento de aquel que el Cristianismo debia anunciar al mundo (1). »II.—Julio César dice... que los Aquitanos, los Belgas y los Celtas diferian en el lenguaje; pero e^ta diferencia no era radical ni llegaba á mas que á distinciones de dialectos, según el testimonio posterior dé Strabon y de Amiano Marcelino (2). Así es como se observa aun en los pueblos de origen céltico entre los de Gales,' los de la Bretaña francesa ó baja, los Gaéis y aun ios Bascos, variedades que no escluyen la analogía y hasta muchas veces una identidad fundamental. ))La lengua céltica, antes y después de la conquista, estaba verdaderamente derramada por toda la Galia , en Lyon como entre los Segusianos, como en Autun, la antigua Bibracte de los Eduanos; entre los Arvernos y los Aquitanos como en las civítates Armoricanas (3). Se hablaba aun en las dos estremidades Norte y Sud, en Tróveris y en Tolosa, según el testimonio de San Gerónimo que habia resi- dido muchos años en las Gálias (1.)—Pero en Marsella, colonia fundada por Jonios de Focea, y enriquecida por sus relaciones con los Griegos y los Romanos, se hablaban tres lenguas diversas, el griego, el latín y el galo; hecho atestiguado por el docto Varron , en un pasaje que nos ha trasmitido San Gerónimo (2). La lengua céltica ha recibido, desde la conquista de Julio César, adiciones de palabras por la comunicación del griego y del lalin ; pero los Galeses septentrionales de la Gran Bretaña, evitando mezclarse con los otros pueblos j han conservado el tipo mas puro del antiguo céltico. »Su lengua comparada con los dialectos de la Bretaña armoricana, con el gaólico de Escocia y de Irlanda , y descargado de las agregaciones posteriores, puede reproducir una imagen fiel de la antigua lengua de los Galos; y presenta ademas, con el griego y el latín, analogías radicales en las palabras primordiales (3). Las tablas comparativas trazadas , con respecto á esto , hace dos siglos por D. Pezron H.riív \'ista de los aliüoamlentos tlc-I camiio tle Cariiac en Hrclafi; y de las cuales se sospechó que contenían exageración bretona, han sido superadas en abundancia y certeza por los resultados de trabajos de nuestros tiempos. «Sobre todo dá una prueba material é indubitable , de la fidelidad que existe en los idiomas célticos, la comparación de las palabras que componen un canto auténtico de Taliésin, bardo galo del Siglo IV, con las espresiones actuales del lenguaje bretón, puestas en paralelo. La demostración se ha hecho en nuestros días por el coleccionador y traductor (1) Strab., lib. III, hablando (le los Celtíberos. Lucano, Phars, III.— Actas de los apóstoles, XVII, 23: «Prasteriens eniín, et videns siinulachra iivestra, inveni et aram, in qua scriptum erat: Ignoto Deo. Quod ergo igiinorantes colitis, hoc ego annuntio vobis.» (2) Strab., lib. IV.—Amm. Marcell., XV: Eadem non usquequaque llngua utuntur omnes, sed pauiulum varíala. (3) San Irenoo decía, en Lyon: «Desde que estoy entre los Galos, me he visto precisado á aprender su lena^uaje bárbaro." (Ireiun't. Oper. Prxf.J—Syi. Apoll.: Sermonis celtici squamam. fEp., 111, 3.^—Sulpicius Sevérus. Dialog., I, 20. de los Cantos populares de la Bretaña (4); y las profundas investigaciones de G. Humbold y de F. Edwards, han producido una luz que confirma todas las tradiciones. (1) Comm. S. Ilicronynií in epist. ad Calatas, 11, prceraíum: Galatas... propriam linguam.candem pene habere quam Treviros.—San Gerónimo habia habitado en Tróveris, que on su tiempo era la metrópoli de las Calías. Para Tolosa, véase á Suctonio, in Vilellio, M. Am. Thierry, 1,13). (2) S. Hieronymi opera, t. XI, p. 135. (3) D. Pezron, en ens Anliquitésdes Celíes ha. i^rasentaáo tres tablas de palabras:—!.' Palabras griegas, 2." palabras latinas, 3.' palabras alemanas tomadas en la lengua do los celtas. D. Le Pelletier ha hecho un diccionario erudito para establecer la afinidad de la lengua bretona con las lenguas antiguas (1752.)—I.a Histoirc des Gaulois ¡t. X!, de ia Hisloire universelle, traduite de I' anglaisj ha dado también un cuadro comparativo para el paralelismo del céltico y dol latín, p. 311.—51. Miclielct (Ilist. (le Frunce. I, H(i), ha presentado analogias indubitables. Pero todos los trabajos anteriores están superados hoy, en análisis y en certeza, por la memoria y la Loxícogralia do M. Edwards. (i) Barzas—Brdz, Cantos populares déla Bretaña ceccionados SEMANAIllO PLNTORESGO ESPAÑOL. »G. Humbold diee en sus investígacioniis sobre los iberos: «Las antiguas lenguas célticas no pueden haber di«ferido gravemente del Bretón y del Gales actuales: la prue»ba de ello está en los nombres de sitios y de personas , en jjolras muchas palabras, y en la imposilidad de suponer una «tercera lengua que hubiese perecido enteramente. »— F.Edwards escribe: «Laslenguas gafilica y bretona tienen un Dcarácter propio y específico ,.•• Y sste carácter, en su ge«neralidad, no solo las reúne sino que las distingue de todas »las demás lenguas de la Europa occidental «(I). «Los Druidas, depositarios de la ciencia y de la religión , no escribían; confiaban á la memoria de sus adeptos 405 los dogmas , la historia , las leyes , los preceptos de la ciencia redactados en verso: en tiempo de César se necesitaba un noviciado de 20 años para hallarse en estado de retener toda la ciencia druídica. Pero en el uso casi general de las cosas públicas y privadas, los Galos empleaban la escritura; y César dice.que usaban letras griegas , groBcis utuntur iitteris (1).—Sealiger ha sostenido que la palabra grcecis, había sido interpolada en el testo de los Comentarios. Admitiéndola como escrita por César , probaría que las letras, los caracteres del alfabeto griego , ó signos análogos, eran empleados para pintar la palabra, para escribir la lengua céltica. Pero deducir de ella que los Galos hablaban general- Pieilia oscihloria. mente ó escribían el griego, y que no había lengua gala ó nacional, como lo han alegado muchos escritores de la anti- gua escuela , entre otros Hotmaim en su Franco-Gallia, y Crévier en la Historia romana, (2) es una opinión que ya no se necesita refutar, y que estaba rechazada anteriormen te por el terminante testimonio do Julio César sobre la lengua hablada y sobre la lengua escrita.—En cuanto á la primera dice, en efecto, haber confiado una comisión á Valerio Procíllo , á causa de su conocimiento de la lengua gala, propter lingux gallioe scientiam; (3).—En cuanto á la irablicados por M. Th. (lela Villeniarcjué (1839.) Intro<h(clio>i, p. XIX. «ElUemiJo (dice el aulor do esta colección), ha respetado una sátira llena de fuego y do cólera del bardo Talicsin, importante, sea como documento de la historia literaria, sea como monumento do la lengua bretona en el siglo Yl.» La composición del bardo Taliés'm, que se dice adivino y gefe general de los hardos de occidente, es de 1" versos. I,a semejanza del bretón moderno impreso al lado del testo, convence de la permanencia del céltico sin alteración importante.—Gtrard de Cambridge (ó mejor Giraud le Ga(1) In reliquis fere robus publicis, privatisque rationibus. (VI, 14.) Itois), historiador gales del siglo XII, dice que por poco que se supiera la (2) Hotni., Franco-Gallia, c. XI. Crévier, Hist. Rom., t. XII, p. 2S1. lengua de su pais, se podia entender la prosa y la poesía que se hablan (3) Comm., / , 47. Hay otros hechos no monos decisivos: César, que compuesto mas de mil años antes que él. fitinerarium Cambria:.) cicrtamcnle sabia muy bien el griego, tenia siempre alrededor suyo intérpretes ordinarios: Quotidiani interpretes; y en su conferencia con Divi(1) C./íumíio/í/, traductlon de M. Wichelet, Eclaircissetnailshisl.de tiacus, empleó como intérprete especial al mismo rrocillo. (1,10.) France, 1,11".—f. Edwards, Redi, surtes Lang. cett., p. 70. 406 SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. segunda , refiere César que queriendo escribir á Quinto Ci- 1 cerón , sitiado por los Galos en su campo, y temiendo que su caria fuese interceptada por estos, escribió en griego para que el enemigo no pudiera llegar á saber el contenido de su escrito (i). El pasaje ile los Comentarios sobre ¡as letras griegas significa pues, solamente, que la escritura de los Galos empleaba signos alfabéticos , semejantes ó análogos á los caracteres de los griegos, pero no que la lengua hablada ó escrita fuese la lengua griega (2). jiMontfaucon , (Religión des Ga«fes),cita antiguas raedallas cuyas leyendas están en lengua gala, y los caracteres son de forma griega; no pone en duda ni su. autenticidad ni su antigüedad ; lo cual vendría á ser testimonio de la identidad de los caracteres ó signos empleados.—Otra probabilidad puede también recogerse con respecto á las letras alfabéticas de los Galos. Se ha encontrado, en los tiempos modernos, un alfabeto incrustado en un antiguo cáliz de la abadía de Landévennec (en Cornualles) , en una cruz de piedra del pais de Léon , y en las piedras sillares del antiguo castillo de Lézarcoót (departamento de Finisterre). Este alfabeto que los autores en Bretaña, han calificado de armoricano, le publicó por primera vez Rostrenen, autor de un Diccionario bretón, quien dice haber visto en 1702 , el castillo cuyos sillares estaban todos marcados con estos caracteres. El alfabeto armoricano ha sido reproducido por el sabio benedictino D. Le Pelletier, y últimamente por el autor de las Noticias cronológicas sobre la Bretaña (3). «Asi, las espresiones de César , grcecis utuntur litteris, pueden muy bien osplicarse sin recurrir á la interpolación supuesta por Scalíger, ni al medio tajante de dom Rivet, que dice en la Historia literaria , que «César ha confundido las letras célticas con las letras griegas, n Estas espresiones se refieren en último análisis, sea á las letras do forma griega , que se hablan difundido por la Galia á consecuencia de sus relaciones con Marsella, sea á un alfabeto céltico análogo á los caracteres griegos que traerá sii origen de las Colonias fenicias de que Avieno Rufo , con arreglo á los mas antiguos documentos , ha probado las costumbres comerciales con los Osimienses de la Armórioa (4). (1) Cojnm., V. 4S: Hanc gi-Gecis -conscriptam litleris mittit, no, intercepta epistola, nostra ab hostibus cognoscantur. M. Berlier dice muy bien: «No se deben confundir estas dos palabras, letras ó caracteres, y tcngm ó lenguag:e, que espresan dos cosas muy diferentes. Los Franceses, los Ing-Jeses, ios Españoles, se sirven de ias mismas letras ú caracteres para escribir cada una de estas cuatro leng;uas, muy diferentes entre sí, no obstante el signo 6 carácter común que tocias lian tomado do los latinos. (Précis liisl des Gantes, p. 300.) (2) Monífnucon, Antiquité ex'pliquéc, lib. I, c. 39 (1729). En 183-5, so han encontrado en Plounéour, cerca de Kemper 200 monedas ^alas, que son anteriores á la invasión romana, segun el testimonio de M. de Caurson fEssai siir la Bret. arm., 1840, p. 414.) Este heclio confirma la posibilidad de las medallas citadas por Montfaucon. (3) Grégoire de Rostrenen, Dictionnairo francais celtique, p. 30. (1730.) La cruz estaba on Plouzané, en Léon, á 2 leguas de Bresl- El castillo estaba situado cerca de Douarnctiez, on el departamento do Finisterre. D. Le Pelletier, Dictionnairo de la languo bretonne, son anti<|uité et son affinitó avec les anciennes langues, préfaco, p. Vil. (17.52.)-INotices clironologiques Sur los écrivains ot jurisconsultos... do la Bretagne, par M. de Kernadet, avocat, p. 248. Brest. (1818). (4) Los Fenicios hablan fundado una colonia en Cádiz, llamada por ellos Tarlcssüs. "Hic (íadir urbs cst, dicta Taitessns prius; wllic sunt columníe PertinacifiHerculis." (KnCKiis, Ora; maritima) Los Tartesios tenían la costumbre de comerciar en los confines de los (Mstrymnidicnses, llamados también Ostnjm!enses,Ossimienses-áOs¡smios, Galos de la Armorica. El cabo dclos OEstr!/?nnídienses, es elcabode Finisterre eii Francia.—Avieno liitfo vivia en el siglo IV; pero escribía siguiendo á los autores griegíos mas antiguos, y dice en su poema Ov(e marUimoí: «Propinquarursus Ínsula Albionum patet, "Tartessiisque in términos OEstrymniduní "Negotiandi moserat.» fAvienus, edit. Panck., p. 110.) «La lengua céltica, ademas, desde aquellos remotos tiempos , era bien distinta de la lengua fíermánica: así J u lio César cita el ejemplo de Ariovisto, que por una larga costumbre se habia connaturalizado con el lenguaje de los Galos; y Tácito dice que la lengua gala hablada por un pueblo establecido en Germánia , probaba que este pueblo no era germano (1).—En nuestros dias los trabajos filológicos de M. Edwards han probado la diferencia de la índole de entrambas lenguas (2). »1II. El carácter nacional de los Galos ha sido bien comprendido por Julio César y Strabon. Los Galos eran inclinados á las cosas nuevas. Se mostraban belicosos, prontos para la guerra y para las empresas peligrosas; desdeñaban la astucia y se confiaban abiertamente á su valor, pero no siempre sabían luchar contra la adversidad. Por lo demas , de un natural lleno de candor y de franqueza, tenían en el corazón el respeto á la religión, el amor á la libertad , el odio á la servidumbre, y el sentimiento profundo de la hospitalidad que marca como sagrada la persona del forastero ó del desterrado (3.) «Pueblo guerrero , los Galos reunidos con armas, en los campos de Marte, {concilium armatum), aprobaban los discursos, las proposiciones de sus jefes golpeando con gran ruido en sus broqueles; (4) castigaban de muerte al que llegaba el último al sitio prefijado para la reunión militar, (3).—Pueblo inteligente, entusiasta, fácil de persuadir, se dejaba cautivar por el poder de la palabra. El Hércules galo de cuya boca salia una cadena de oro para arrastrar á los pueblos encantados, era el doble símbolo de la fuerza y do la elocuencia (6). «Cuando Cicerón, (no abogando entonces por Fonteio, uno de los opresores (ie la Narbonense), habla de las costumbres de la Gália Cisalpina, nacida la primera á la civilización , y mezclada, en verdad, con la sangre de las colonias romanas, alaba aquel « la virtud la constancia de la «provincia gala; » la representa como <i la flor de la Italia, íla fuerza del imperio romano , el ornato de su dignidad. » Guindo Tácito reproduce el discurso sobre la Galia céltica, pronunciado por el emperador Claudio ante el Senado de • Roma , celebra la lealtad de los Galos , su fidelidad á las promesas de la paz con los Romanos. En fin cuando después San Gerónimo habla de la Galia cristiana , exalta su fé, su animosa proseverancia en las sanas doctrinas. (7). « El carácter del pueblo galo , tal como nos le ha trasmitido el testimonio de la antigüedad es aquel on que se reúnen el valor y la lealtad , la fé religiosa y el amor á la li(1) Cowí/»,./, 47: Propter ling:ua; gallicce scientianí, qua multa jam Ariovistus, longinqua consuetudine, utebatur.—Tacit., de Morii, Germ., C.XLIII: Golhinos Gallica lingua coarguit non esse Germanos. (2) Recherches sur les langues celtiques, p, 25 et passim. (3) Galli... roligione moti, cujus haudquaquam negligcna est gens. (TíV. í-iy., V. 40.)... Utad bella suscipienda Gallorum alncer ac proniptus csi; animus, sic mollis ac uiiniuie resistons ad calamitatos perfórendas mons eorum est. Comnl., III, 19,/.. Omnes autein hominos natura libertati studore, ot eondílionem servitutis odisse. (IIT, 10.)—Gallos homines apertos, minimeqift insidiosos, qui por virtutem non per dolum dimicare consuovei-unt. fllirtins, de Bello africano.) Pronto gustaron del estudio do las letras. (Strabon, IV, c. 4, párrafo 1, p. 59 y 09.) (4) En faisant bruire leiirs armes, dice nuestro antiguo y sabio Scipion Dupleix, en las Mémolres des Gaules, p. 51; obra llena de hechos y erudición, y muy superior al libro mas conocido del presidente Fauchet, que Dupleix refuta algunas veces. (.5) Induciomarus... armatum concilium indicit. IIoc, moroGalIoriim, est ínitium beíli: quo, lego communí, omnes púberes armati convenire coguntur. Et qui ex is n'ovísimus venit, in conspeclu ómnibus, cruciatibus affeclus necatur. (Commen., Y, hd.J (H) Luciano, en el Hércules galo pone en escena un Druida que le eaplica la ficción y le dice que pai a ellos, el Dios de la elocuencia, no es Mercurio, sino Hércules, el mas fuerte de losDioses. (7) Cic, Phiüpp. 111. Tácito, Annal., I. San Gerónimo contra Vigilando. SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. bertad nacional, la vivacidad de la inteligencia y la aptitud pBra las letras , la inclinación hacia las ideas , Inicia las cosas nuevas , y la prontitud moral para echar de menos lo pasado ó algunas veces á desanimarse en una lucha desgraciada.—¿ En este carácter antiguo de la nación gala, no encontramos uno de los signos vivos de la filiación nacional de los franceses ? (1)» Alas elocuentes frases que acabamos de verter aleastellano creemos de nuestro deber añadir que los Celtas de España , habiendo erigido monumentos religiosos análogos á ios célticos de las Galías y de las Islas Británicas, segundejamos manifestado en las páginas de este tomo, apenas podrá dudarse que tendrían las mismas creencias que los de aquellos países , y por consiguiente mucha semejanza con los galos (2) en su organización y en sus costumbres, pues que estas, en las naciones primitivas, son una consecuencia de la religión. MANUEL DE AssAS. COLEGIATA DE CERVATOS. ARTICULO ñ . Si el monasterio de Cervatos , que después se hizo Colegiata , fué fundado antes del siglo XI; la actual iglesia, que es ia parte mas antigua del edificio hoy existente , no se remonta mas allá del siglo XII, según lo demuestran sus caracteres arquitectónicos , ademas de las incripciones de la portada. La iglesia consta de una sola nave con ábside semicircular , y á ella está adherido por el lado de la imafronte un campanario cuadrangular. {Véase el grabado de la página S7 del presente tomo.) Su decoración esterior consiste en estribos de poco vuelo en la zona iníerior del ábside; sobre los que, como sobre altos pedestales cargan columnas en la segunda zona , cuyos capiteles reciben el tejaroz ó cornisa del tejado. Este como todos los demás del templo está sostenido por canecillos exornados de variadas figuras. Una faja, de una sola moldura llamada bisante , ornada de agedrezado, divide la zona superior de la inferior elevándose en semicírculo sobre las ventanas de la cabecera de la iglesia , qne son aspilleras decoradas con un arco abocinado y volteado sobre dos columnas de capiteles con figuras ó iconísticos. En el cuerpo de la iglesia , al lado de la epístola , resalta la portada con columnas en los codillos, arco abocinado y cuya archivolta se asemeja á muchos arcos concéntricos, el entrearco lleno, y el dintel adornado de hojas cuyos tallos se entrelazan. Encima de la imposta de que arranca el arco se ven , al lado izquierdo del espectador , Adán y Eva, y entre ambos el árbol del bien y del mal y la engañosa .serpiente ; sobro estos la Virgen María con el niño Jesús, y mas arriba un dragón, al otro lado un sacerdote con casulla de la hechura de los tiempos antiguos , y en medio de dos fieras que parece van á despedazarle, enfrente do la Virgen un diácono, y en la parte mas alta un prolado con báculo y llaves en liis manos. El tejaroz do la portada tiene en sus canecillos y en los mctopas incluidas entre cada dos dc estos, animales monstruosos, algunos de los cuales consti(1) Siempre nos ha cansado admiración ver i i¡. (le Sismondi empelar su grande obra, soliro la Hisloire des Francals, diciendo que la nación gala y la francesa son dos naciones cuyo carácter es desemejante, y cuyas instituciones son absohUamenle dislinlas. (1. p- l . ) - E l conde J. deMaistre jurgaba muy de otra manera. (2), I.os romanos llamaban galos a los celtas do Francia, según maniUesta Julio Cesar en sus Coraenlarios. 407 tuyen parejas simétricamente colocadas: El tejaroz de la nave y una ventana de aspillera , adornada de dos columnas y arco, por cada lado de la puerta conpletan la ornamentación de este muro. En los capiteles de la ventana inmediata á los pies de la iglesia se hallan representados Adán en el de la izquierda, y Eva en el de la derocha, los dos en actituíles que indican la desesperación por haber pecado: y Adán-tiene á sus pies el fruto prohibido. El mismo asunto se repite en la mas próxima ventana del ábside con la única diferenciado estar los personajes en los capiteles contrarios á los que ocupan en la de que íbamos hablando. En un estribo , que forma la pared divisoria de la nave y el ábside se observa, en la zona superior , un nichito con una figura de bajo-relieve. La torre contiene en su parte inferior una bóveda de sillarejo , cuya planta es de 12 ángulos, 3 en cada rincón de los cuatro muros. Está decorada en su parte superior por dos zonas de arcos ornamentales y ventanas, unos y otros apuntados. También exornan arcos ornamentales la parte baja interior del ábside. La nafe tiene por dentro 79 pies de largura, incluyéndose en esta medida el ábside , y 32 y 1(2 de anchura. El diámetro del ábside es como do 27 y li2 pies. El Claustro y las demás partos del edificio no nos parecen dignos de que molestemos con su descripción á nuestros lectores, tanto por la época moderna á que aquellas construcciones pertenecen, como por lo sencillo y casi insignificante de sus formas. Para aquellos que hayan leído con atención el artículo X, do las NOCIOKES FISIONOMICO IHSTÓRICAS DE LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA, que dejamos publicadas en este tomo del SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL , creemos que las noticias artísticas que acabamos de dar sobre la Colegiata de Cervatos, serán suficientes para convencerlos de ser verdad lo que acerca de la época de la construcción de este curioso monumento aseguramos en el primer párrafo del presente artículo. S'LWUEL DE ASSAS. EL RONDADOR DE GANDESA. NOVELA ORIGINAL POR TIMOTEO ALFARO. Conclusión. CAPITULO x n i . Algunos días después del arribo de Teresa á Granada, descendió á la tumba el infeliz hermano de Vicente, con la tranquilidad de los justos., dejando á sus sobrinos poi herederos de su cama y una arca rota, que nadie la quiso comprar, únicos bienes que en el mundo poseía. Teresa, por no pedir al buen amigo Antonio, que tantas veces la había socorrido, y para socorrerla empeñara su ropa, dirigíase á ciertos puntos do la ciudad, donde con tiernas súplicas, lograba limosnas de los transeúntes caritativos. La cama que sus hijos heredaran de Matías, tuvo que venderla á los pocos momentos de enterrarle. Son las siete de la noche; Teresa con sus cuatro niños 408 SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. cruza las calles de Granada: detiénese en cierta esquina, y al primer caballero que pasa, le dice: —Por amor á las llagas de Jesucristo, una limosna... El caballero desaparece sin haberla mirado. —Por la Virgen Santísima... dice á otro, socórrameV. También desaparece sin haberla mirado. —Tengan ustedes piedad... que en todo el dia han .comido estas pobres criaturas... pronuncia con doliente voz, dirigiéndose á un matrimonio que á juzgar por el traje debe ser de alto rango. La señora mírala con ojos escudriñadores, y luego, volviendo cun orgullo la cabeza, dice á su esposo: —Estas gentes especulan con nuestra compasión, nos juran que no comen, les damos, ¿y para qué? para vicios. —Piensas con tu acostumbrado talento; en el dia no se puede dar limosna, responde el caballero, satisfecho de la esperiencla de su esposa. —¡Todo sea por Dios! esclama la desdichada Teresa. Luego pide á otros y en vano pide; ha entrado esta noche Satanás en el corazón do los transeúntes. Abandona aquel sitio Teresa, creyéndole fatal, pero en todos le sucede lo mismo. Dan las ocho en los relojes de Granada, la naturaleza duerme, la nube mas ligera no surca el hermoso azul del firmamento. La hija del difunto Trigueros, acompañada de sus niños, dirígese al punto donde alzaron el cadalso de Vicente, y cuyas señales todavía se conservaban. En este silencioso recinto, las oraciones y lágrimas do Teresa eran la fiel espresion de un pecho creyente, de un pocho desgarrado. El silencioso recinto planta ninguna hollara sino la plantado esta mujer; aquella tierra envilecida por el último suspiro de un criminal, ¿á quién podía ser agradable sino al corazón que también el último suspiro hubiera lanzado con el criminal? Estos eran los pensamientos de Teresa, mas el silencioso recinto, no siempre estaba solitario; otras lágrimas que sus lágrimas humedecían la tierra. Una mujer arrodillada en él, ora con las manos en cruz, ora por el alma de Vicente; y es mujer tan hermosa... bañan su rubia cabellera, su nevado cutis, los pálidos rayos de la luna. Otra mujer que parece la doncella, en pié no lejos (le su señora, aguarda sin duda que las oraciones acaben para acompañarla. Sorpréndese Teresa, el agradecimiento vierte una gota (le rocío en su enjuto corazón; no para todos aquella tierra ora indiferente. Acércase, la mira al rostro, pero no vé mas que una mujer hermosa; nueve años de tiempo sepultara en el abismo de la eternidad, desde que la viuda de Vicente salió de Gandesa, y de su memoria borráronse las facciones de la rubia Isabel: es Isabel la que reza donde un cadalso se alzara. " —Señora, ¿reza V. por mi Vicente? pregunta con timidez la hija del difunto Trigueros. •. —¡Eres Teresa!., exclama Isabel después de mirarla un momento, —Sí... responde la viuda sorprendida de que esta señora la conozca. —¡Teresa! ¡infeliz! vuelve á exclamar Isabel; ¡cuánto habrás sufrido!., ¿poro tú no sabes quién soy? —Como no sea para servir á V.... —Soy Isabel, la hija del señor Pablo, ¿no te acuerdas? —¡Isabel!.. ¡Dios mío!., exclama Teresa brillando la alegría en su triste semblante. ^ S i , yo soy Isabel; el cíelo me ha permitido volver á verte para ser tu apoyo y el apoyo de tus hijos. —¡Isabel! ¡bien lo necesitan estas pobres criaturas! —Yo soy rica... continúa Isabel, ricos serán también la esposa y los hijos del hombre desdichado que amé. Los ojos de Teresa se inundan en lágrimas; Isabel la mira y se enternece. Esta virtuosa señoxa que miraba con desprecio en Gandesa á la hija del Trigueros por su reproba conducta, y que al desprecio uniera el odio cuando en el subterráneo oyó las desgarradoras quejas de Vicente, luego que supo ¡cuan inocente era! ¡cuan sensible y honrada! su desprecio, su odio, trocáronse en el cariño mas profundo, en el mas profundo respeto. Mientras estuvo en capilla Vicente, reSrió su historia al sacerdote, para que el mundo la escuchara, y el mundo la escuchó. Por todas partes circularon coplas, entre las cuales era la mas principal una que el sacristán Méndez escribió con el siguiente título: Los hechos del mas famoso y noble jefe de ladrones que jamás hubo en Sierra Morena. Teresa vivió con Isabel en brazos del cariño, la paz y la abundancia; sus hijos varones estudiaron y fueron personas de brillo, las hembras con personas de brillo se enlazaron, y asi cumplióse la predicción de la gitana. Vas con gran deseo á un imnto para abrazar una persona; desgracias padeces, dichas te esperan; en ese punto encontrarás un apoyo mientras vivas, y tus hijos un tiem-^ po serán hombres que valgan mas que el hombre que los engendró. ". ' ' Los mayores placeres de la viuda de Vicente eran sus viajes á Gandesa donde la veneraban como una santa, donde los huesos de sus padres dormían, y donde sintiera las primeras impresiones do amor: ¡qué gratos son al alma estos lugares! ANTE EL BUSTO DE DON PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA. (Improvisación.) Al contemplar tu frente venerable. Mi espíritu recógese y medita... Pues cuando deja al senlímionto que hable La ardiente inspiración que en mi se agita, Entonces hallo la verdad palpable Que en tu grande comedía se halla escrita: Soñar es el vivir... y loco empeño Mostrara el alma en despertar del sueño. Fuera labrar su eterna desventura, Querer sondar el misterioso arcano • De esa verdad, que en la celeste altura. Se oculta al pobre pensamienlo humano: Y si atrevido, en su febril locura. Levanta el vuelo con orgullo insano, Quema sus alas en su propio fuego Y en triste oscuridad se abisma ciego. Vamos soñando, pues, corazón mío, No intentes despertar; si caminamos Del mundo tras el loco desvario, ' ^ Si es todo una ilusión cuanto miramos. Este valle al cruzar triste y sombrío... ¿A qué ose necio afán? sueña y vivamos. Que alfin,cuando tu espíritu sucumba, A despertar iremos en la tumba. EDUARDO H . BUSTILLO Y PÉREZ. Director y propietario, D. MAISUEL DE ASSAS. EllTOR RESPONSABLE, Do» LEOM FUANCISCO DE I . Í CONCHA. Uedacion y Administración, calle de Vergara, núin. 4 principal izquierdri. '•f'\ .Madrid 18S7.—Impronta á cargo de MANUEL GÓMEZ, calle de la Union, núm. 3.