¡Einstein tenía razón!: el espacio-tiempo es real J. Rubén G. Cárdenas Por 46 años, Francis Everitt, físico de la Universidad de Stanford, ha promovido el experimento espacial llamado Prueba Gravitatoria B (GPB, por sus siglas en inglés), uno de los experimentos más exóticos realizados en el espacio. Esta misión, concebida en los finales de la década de los 50, financiada por la NASA con 750 millones de dólares y lanzada en órbita en 2004, tuvo como objetivo indagar y probar dos principios de la teoría de la relatividad general de Einstein. El primero, llamado el efecto de geoide, supone que en presencia de un cuerpo tan grande como la Tierra, el espacio tiempo se distorsionará, de la misma manera que una lámina de corcho lo haría si una bola de boliche estuviera sobre ella. El tiempo y el espacio, de acuerdo con la teoría de la relatividad de Einstein, van tejidos conjuntamente, formando una tela de cuatro dimensiones denominada "espacio-tiempo". El segundo efecto, conocido como torsión de marcos ocurre cuando la rotación de un cuerpo muy grande, hace girar el espacio tiempo de sus vecindades. De este modo, tanto la ?bola de boliche? como la lámina de corcho giran también. Figura 1. Efecto geodésico o geoide. Imagen tomada de : http://einstein.stanford.edu/ Figura 2. Efecto de arrastre de marcos. Imagen tomada de: http://einstein.stanford.edu/ Para medir estos fenómenos, Everitt y su equipo de investigación equiparon a la nave espacial Gravity Probe B con un telescopio especial sujeto a varios giroscopios de alta tecnología. El giroscopio es un artefacto que se utiliza para mantener un rumbo fijo en vehículos aéreos o barcos; aprovecha dos propiedades de los cuerpos en rotación: la inercia giroscópica y el efecto de precedencia. La inercia giroscópica es la tendencia que tienen todos los cuerpos en rotación a seguir girando en el mismo plano y sobre el mismo eje. Una forma sencilla de experimentar este fenómeno es sostener verticalmente con ambas manos por su eje una rueda de bicicleta, si alguien hace girar la rueda, veremos que inclinarla resulta ciertamente difícil, y más difícil será cuanto más rápido gire. La figura siguiente muestra este comportamiento: si se ejerce una fuerza sobre la rueda de bicicleta cuando está girando, se provoca que la inercia de giro mantenga a la rueda en el plano de giro contrarrestando la fuerza externa. Supongamos ahora que la rueda de bicicleta está sujeta por una cuerda que va de su centro al techo de una habitación. Si colocáramos la cuerda y la rueda, como se muestra en la siguiente figura, e hiciéramos girar a la rueda, la inercia giroscópica mantendría la rueda en el mismo plano, siempre en la misma posición. (veamos este video "Que es un giróscopo" : http://www.youtube.com/watch?v=pF_SUvPAOSs) Figura 3. Inercia giroscópica. Supongamos ahora la misma cuerda y la misma rueda de bicicleta. Si desviamos la rueda girando del plano en que se encontraba, es decir, si inclinamos su eje con respecto al de la cuerda, la rueda seguirá girando, pero ahora en este mismo plano. Es un efecto impactante; miren este video donde se muestra primero el efecto de inercia giroscópica y luego el de precesión. En el video este último efecto comienza cuando la rueda empieza a perder inercia rotacional y se desvía del plano de la cuerda. (http://www.youtube.com/watch?v=8H98BgRzpOM) Figura 4. Precesión Un giroscopio típico consiste en dos anillos concéntricos y perpendiculares entre sí, unidos a un cuerpo que puede girar, por ejemplo, una pequeña rueda; si ésta comienza a girar se mantendrá siempre en el mismo plano. Esto obligará a toda la estructura a mantenerse en el plano de giro del cuerpo. Figura 5. Lo interesante es que el efecto de inercia y el de precesión obligan a la estructura a mantener un ángulo fijo, medido entre el plano de giro de la rueda y la horizontal, el cual puede ser definido por nosotros (inclinando más o menos el plano de rotación del cuerpo que gira). Este hecho es el que permite apuntar el giroscopio hacia un punto de referencia. Figura 6. Ya que los efectos de inercia y precesión dependen solamente del cuerpo girando, podemos montar este dispositivo en un cuerpo que se mueve a su vez, como un avión, y encontraremos que no importa si el avión se mueve. El eje y el plano de giro del giróscopo siempre serán constantes, ¡¡¡porque no dependen del movimiento del avión, sino del giro de la rueda dentro del giróscopo!!!. Esto significa que el ángulo que se defina entre el punto de referencia y la horizontal, será siempre el mismo. Para utilizar este dispositivo para mantener el rumbo del avión, se conecta el giróscopo al avión, por medio de imanes o células eléctricas de tal manera que se pueda detectar cuando ha variado la inclinación del avión con respecto del eje de giro del giróscopo (que no se mueve). Si el avión se inclina demasiado, las células eléctricas mandan una señal, y de este modo, el piloto puede saber, cuando ha sido variado el rumbo. Figura 7. Figura 8. Ahora, la idea detrás del experimento Gravity Probe B es sencilla: si se coloca un giroscopio en órbita alrededor de la Tierra, con el plano de giro apuntando hacia alguna estrella distante como punto fijo de referencia (libre de fuerzas externas) el eje del giroscopio debería seguir apuntando a la estrella para siempre. Si Einstein estaba en lo correcto, y los efectos de geoide y arrastre de marcos son ciertos, los giroscopios tendrían una deriva muy suave a lo largo del tiempo para seguir la distorsión del espacio tiempo. Esto es: una leve diferencia en el ángulo entre el plano del giroscopio y la posición de un punto de referencia que originalmente se midió para calibrarlo. Debido a que el espacio-tiempo se distorsionaría, la posición del eje de giro del giroscopio cambiaría también. Para el giroscopio, ¡la estrella se movería de posición! Se apuntó entonces el telescopio a una estrella de referencia, IM Pegaso, y se calibraron los ejes de los giroscopios para que siempre apuntaran a esa estrella. La desviación sería apenas perceptible. La predicción de la teoría de relatividad general para un cuerpo con la masa de la Tierra es de una desviación de 0.0018 grados (efecto geodésico), y de 0.00005 grados para el efecto de torsión de marcos. Cada vez que la nave de una vuelta completa a la Tierra. El objetivo del experimento GP-B consistió en medir el efecto geodésico con una precisión de ~ 0,01%, y para medir el efecto de arrastre de marcos, que no había sido medido directamente, con una precisión ~ 14%. El experimento GPB fue concebido por los físicos Leonard Schiff y George E. Pugh en 1959, y Everitt se involucró en el proyecto desde 1962; mientras el experimento en sí mismo era relativamente sencillo de hacer, las demandas en ingeniería eran enormes. Para medir los ángulos minúsculos predichos por la teoría de Einstein, el equipo de la GPB tuvo que construir un giroscopio casi perfecto, cuyo eje de giro no se alejara de su punto de referencia inicial por más de cien mil millonésimas de un grado o 0.0001 segundos de arco cada hora que la nave diera una vuelta completa a la Tierra. (El segundo de arco es la unidad que se usa para medir ángulos muy pequeños. 1 Diseño tecnológico Para realizar mediciones así de precisas, con un objeto tan grande como la Tierra, los giroscopios que se utilizaron tenían que ser prácticamente libres de fricción, y no ser afectados por el calor, por los campos magnéticos o por algún movimiento impredecible. El ambiente prístino del espacio permitió que el experimento fuera posible. Se utilizaron cuatro giroscopios del tamaño de una bola de ping-pong (tal vez sean los objetos esféricos mas perfectos jamás creados por humanos) hechos de cuarzo, cubiertos con metal hecho de metal de niobio. Y una coraza de plomo que "blindaba? a los giroscopios del campo magnético de la Tierra. Además, todo esto se ubicó en un contenedor térmico llamado dewar conteniendo 645 galones de helio líquido para enfriarlo hasta 2 grados por encima del cero absoluto. El helio ayudaba a que el revestimento de naobio se mantuviera a temperaturas de superconducción (el niobio a estas temperaturas, pierde toda su resistencia eléctrica, lo que se conoce como superconducción) de tal modo que este metal pudiera detectar las mínimas desviaciones en el eje de giro del giroscopio por medio de señales eléctricas. Figura 9.Giroscopios recubiertos de cuarzo fundido (izq) y de naobio (der) Imagen tomada de http://einstein.stanford.edu/TECH/technology1.html El equipo de Stanford colectó 17 meses de datos de transmisiones de la GPB, pero pequeñas imperfecciones en la calibración de los giroscopios perjudicaron los resultados ya que el revestimento de naobio y los giroscopios en sus cápsulas tenían una diferencia en masa, lo que causaba que pequeñas perturbaciones eléctricas impredecibles desviaran a los giroscopios. Everitt tuvo que solicitar más tiempo y dinero para descubrir como corregir los datos. Cuatro largos años después, el equipo de Everitt confirmó el efecto geodésico y propuso resultados creíbles del efecto de torsión de marcos. La distorsión teórica del espacio tiempo por el efecto geodésico fue de 6,614.4 milisegundos por año. Para el efecto de torsión de marcos, el valor se estimó en 14 mil milisegundos por año. Sin embargo, la NASA se vio forzada a detener el financiamiento en mayo del 2009. Lo que podría haber ocasionado que la GPB se detuviera para siempre de no ser por la tenacidad del Dr Everitt, quien ha salvado de la quiebra al proyecto en más de una ocasión. En 2008, obtuvo una contribución de 500 mil dólares de Richard Fairbank, hijo del físico William Fairbank, reconocido por sus trabajos en Física de Bajas Temperaturas y antiguo mentor de Everitt. Fairbank estipuló que la contribución que el hiciera, tendría que ser igualada por la universidad de Stanford y por la NASA, y así sucedió. Pero a mediados de 2008, aquellos 1.5 millones de dólares estaban terminándose. Everitt se puso entonces en contacto con Turki al-Saud, vicepresidente de los institutos de investigaciones de la ?Ciudad para la Ciencia y la Tecnología Rey Abdulaziz?. En Arabia Saudita, y además, miembro de la familia real. Saud, quien tiene un doctorado en aereonáutica y astronáutica por la universidad de Stanford, arregló un pago de 2.7 millones de dólares. Y el trabajo del equipo de Everitt pudo continuar trabajando. La misión espacial terminó en 2005, pero desde entonces, Everitt y su equipo han estado mapeando las anomalías de niobio en cada giroscopio encontrando un patrón en la distorsión, eliminando así este ruido de los datos. El equipo ha seguido adelante. En agosto, estudiantes de posgrado hicieron un gran avance en el análisis de datos para que la desviación de arrastre de marcos esté dentro de los 14 por ciento de incertidumbre del resultado previsto. El Dr. Everitt espera conseguirlo con un error de menos de 3 por ciento para finales de este año. El efecto geodésico se encuentra actualmente en un 1 por ciento de error del resultado previsto por la relatividad y se espera que el error de medición disminuya más. Notas 1 Un ángulo de un grado se puede dividir en 60 minutos de arco, y cada minuto de arco se pueden subdividir en 60 segundos de arco. Así, un ángulo de un grado contiene 60 minutos de arco x 60 segundos de arco= 3,600 segundos de arco. Un milisegundo de arco es 1/1000 de un segundo de arco o 1 / 3, 600 000 de un solo grado. Este ángulo es aproximadamente del ancho de un cabello humano visto a 10 millas de distancia, o el ancho de un cuarto promedio visto a 6.000 kilómetros de distancia, o la altura de un astronauta en la Luna visto desde la Tierra. Como comparación, la deriva del eje de giro de los giroscopios más sofisticados usados en la Tierra, que se encuentra en aviones de alta tecnología y submarinos nucleares, es de siete órdenes de magnitud (más de diez millones de veces) mas grandes que la permitida por la GPB). Bibliografía Xiao Y. M., et al., Gravity Probe B: III. The Precision Gyroscope, Proceedings of the Sixth Marcel Grossmann Meeting on General Relativity, Kyoto, Japan, eds. H. Sato and T. Nakamura, World Scientific, pp. 394-398, 1991. Gómez, Teodoro, Einstein relativamente fácil, Ed. Océano. 2001. Hacyan, Shahen, Relatividad para principiantes, Col. La ciencia para todos, núm. 78, FCE, México, 2002. Alemañ, Rafael, Relatividad para todos, Ed. E. Sirius (Madrid) (2004), 2 ediciones. ISB-978-84-92509-00-3. C. Will, Relativity at the centenary. Physics World, January 2005, 27-32. -----------------------------------------------------------------* Posgrado de Ciencias de la Tierra. Centro de Ciencias de la Atmósfera. UNAM Se agracede la lectura de la nota y sus sugerencias al doctor Hacyn Shahen I. Física, UNAM. Imagen del icono tomada de http://einstein.stanford.edu/