O.J.D.: 380273 E.G.M.: 2274000 ra establecer una relación de causa-efecto entre los dos fenómenos. Esto viene a cuento del artículo que publican los profesores Reher y Sánchez Alonso en la edición de ayer miércoles 18 de febrero de su diario. Aceptar que la pretendida "generosidad social" de la ley de 2000 ha actuado como determinante principal de un fenómeno tan complejo comoel flujo migratorio de los últimos años, exigiria, en mi opinión, algo más de lo que ofrece el artículo. Si hay una excepcionalidad española clara durante ese periodo es la descomunal burbuja inmobiliaria, con la construcción, en algunos años, de más viviendas que en todo el resto de la UniónEuropea. Sin tener que leer el BOE, los extranjeros que aspiraban a emigrar de su país podían saber que había trabajo en España y que era fácil que los empresarios contrataran a inmigrantes sin papeles, siempre que aceptaran cobrar menosque los autóctonos. Además,la masivaparticipación de las mujeres en el mercado laboral generó una gran demanda de cuidadoras (de niños y de ancianos) en un país con un apoyoa la conciliación de la vida Vinieron a trabajar laboral y familiar muyinferior al de muchospaises de la Unión Un ejemplo famoso entre econo- Europea. mistas es la gran coincidencia Por otra parte, si la facilidad de acceso a la sanidad y otros entre la actividad de las manchas solares y los ciclos económi- servicios sociales hubiese sido cos, insuficiente a todas luces pa- determinante, tendríamos en Es- Fecha: 19/02/2009 Sección: OPINION Páginas: 24 paria una población extranjera con un peso mayor de dependientes y de no trabajadores. Esto no es así. Comoes bien sabido, la tasa de ocupación de los inmigrantes ha estado siempre por encimade la de los españoles (hasta la llegada de la crisis, al menos)y la proporciónde personas mayores, grandes demandantes de servicios sanitarios, es del 6%entre inmigrantes y del 18%entre españoles. Llegaron muchos inmigrantes a España y una elevada proporción encontró un puesto de trabajo: en cualquier pais, éstos se beneflciarían de la protección social pública. Aquí también. ¿Por qué entonces surgen, precisamenteahora, estas interpretaciones? La crisis se ha cebadosobre los másdébiles, los inmigrantes, y en estos momentospueden beneflciarse de la protección social (sanidad, prestaciones de desempleoo escuela para sus hijos) sin estar trabajando.Es, efectivamente, el momentode replantearse la generosidad de 2000 y negarles sus derechos. Seguro que una parte de la opinión acogerá con agrado estas conclusiones científicas, de la mismamanera que una parte de los trabajadores ingleses hizo huelga para evitar la contratación de extranjeros. Está visto que los malostiempos tienden a hacer aflorar lo peor de nosotros. Juan Antonio Fernández Cordón, demógrafo, CSIC.Madrid.