EL HALCON QUE NO VOLABA Cuenta una leyenda que en una lejana comarca existió un rey muy respetado. Un día recibió la visita de un mensajero, el cual llevaba consigo un presente de un tamaño bastante notable. El rey curioso y ansioso preguntó: “¿Que me traes hoy, mi fiel mensajero?”. El mensajero respondió: “Os traigo un obsequio de parte del pueblo para su deleite, mi rey”. El rey se levantó de su trono, abrió el obsequio, y encontró una jaula con dos crías de halcón. El pueblo sabía que al rey le encantaban los halcones. El rey inmediatamente los entregó al maestro de cetrería para que los entrenase para la caza. Pasado un tiempo, el maestro cetrero, muy angustiado, visitó el castillo buscando hablar personalmente con el rey. El rey lo recibió y le preguntó con un tono de preocupación: “¿Cuál es el motivo de tu visita?” El entrenador respondiendo le dijo: uno de los de los halcones ya está perfectamente educado, pero tengo que comentarle que algo muy grave le pasa al otro halcón, Majestad”. El rey pregunto: “Dime, ¿qué le sucede a mi halcón?”. Y respondió el cetrero: “Uno de sus halcones no ha querido volar desde que llego al refugio, no ha querido separarse de la rama donde reposa, hemos hecho muchas cosas por tratar de animarlo a volar, pero no ha querido, a tal punto que ha habido que llevarle el alimento hasta allí”. El rey tomó cartas en el asunto. Mandó llamar a curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Encargó entonces la misión a miembros de su corte, pero nada sucedió. Por la ventana de sus habitaciones, el monarca podía ver que la rapaz continuaba en su rama. Publicó por fin un edicto entre sus súbditos: “Daré una generosa recompensa a cualquiera que haga volar a mi halcón”. Paso poco tiempo, cuando un día el rey vio con sorpresa a los dos halcones volando ágilmente por los jardines. Al darse cuenta de esto mando a llamar al responsable de tal milagro. “Tráiganme al autor de este prodigio” -dijo. Y asombrado, comprobó que no era sino un campesino. Dime campesino. ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago, acaso? Entre feliz e intimidado, el campesino sólo respondió: “Fue fácil mi rey, sólo corté la rama en la que siempre se posaba. El pájaro se dio cuenta que tenía alas y se lanzó a volar”. ACTIVIDADES QUE REALICE CON EL 4TO. SEMESTRE ÚNICO. De la semana de miércoles 7 al 14 de septiembre del 2016. TEMA: LA SATISFACCION DE CONOCERNOS REAFIRMANDO MI IDENTIDAD 1.- Lee la lectura “El Halcón que no Volaba”, posteriormente realiza una reflexión de acuerdo a lo leído. 2.- De manera personal realiza una descripción de ti mismo, dibujando un muñeco : en la cabeza escribe habilidades cognitivas (ideas, pensamientos, habilidades), en las manos: actitudes, en las piernas tus características físicas, en el pecho tus emociones y sentimientos. 3.- Escribe aspectos de tu identidad. 4.- Dibuja un espejo con marco y escribe dentro del espejo, cualidades en tu faceta como hijo, amigo y estudiante.