Por favor, utilicen sus móviles dentro del avión Concepción Gutiérrez Redondo Servicios Es posible que ésta sea la frase que oigamos a la azafata cuando montemos en avión en un futuro no muy lejano. Conozca en este ameno artículo todos los aspectos técnicos, comerciales y sociales necesarios para lograrlo. Descargar archivo de audio (08:48 min / 2,01 Mb) Un poco de historia En el año 1999, Telefónica Móviles España se hallaba inmersa en un proyecto para la obtención de una licencia para operar un sistema específicamente diseñado para proporcionar servicios de comunicaciones móviles en los aviones. Se trataba del sistema TFTS, que en español se tradujo como 'Sistema Terrenal de Telecomunicaciones con Aeronaves'. Había sido normalizado por ETSI (Instituto Europeo de Normas de Telecomunicación) y, a grandes rasgos, constaba de una serie de estaciones terrestres y la estación móvil (estación de aeronave), comunicadas a través de una interfaz radio. En la Resolución de 10 de mayo de 1999, de la Secretaría General de Comunicaciones, por la que se modificaba el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias (CNAF), se destinaba la banda 1800 a 1805 MHz (entonces ocupada por usuarios del servicio fijo) al 'sistema TFTS de correspondencia pública con aeronaves en el sentido aire tierra junto con la banda 1670 a 1675 MHz'. El proyecto TFTS no prosperó finalmente, pero ésta fue la primera apuesta de implantación de un sistema internacionalmente aceptado en los aviones. ¿Qué hay hoy? Algunas compañías que fabrican equipos para aeronaves, como AirCell, que desarrolló la tecnología que permite acceder a Internet en los aviones, y SITA, que se está mostrando muy activa en organismos de normalización internacionales, están trabajando para desarrollar soluciones que permitan las comunicaciones móviles desde los aviones. SITA ya dispone de un producto que permite realizar llamadas a través de satélite a bordo del avión. Malaysia Airlines ha anunciado que pondrá próximamente a disposición de los pasajeros un sistema de envío y recepción de mensajes de texto durante el vuelo a través de las pantallas de los equipos de ocio ('in-flight entertainment screens, IFE screens') de sus Boeing 747-400 y 777-200. Se trata de otro producto de SITA llamado AIRCOM SMS, cuya principal ventaja es el bajo coste para la aerolínea, ya hace uso de los sistemas de comunicaciones y entretenimiento de la cabina de pasajeros. Hasta ahora, el desembolso que la compañía aérea debía hacer para equipar sus aviones con estos sistemas era muy alto. ¿Cuáles son las incógnitas respecto al futuro? El siguiente paso imaginable es, naturalmente, la utilización de los teléfonos móviles de los pasajeros dentro del avión. Tanto Airbus como su gran competidor estadounidense, Boeing, están realizando pruebas de sistemas que permitan que esto sea una realidad. Así, Airbus probó en septiembre un prototipo a bordo de su equipo A320, en estrecha colaboración con la empresa Icarelink, especialista en telecomunicaciones. En pocas palabras, el sistema es el siguiente: en el avión se coloca una picocelda, que recibe la señal del móvil y la encamina hasta tierra a través del sistema comercial de satélites geoestacionarios Globalstar. Además, Airbus ha llevado a cabo una serie de experiencias preliminares con múltiples tecnologías inalámbricas a bordo del avión. Dichas experiencias fueron el colofón de un proyecto de investigación de dos años llevado a cabo por el 'Wireless Cabin Consortium', liderado por el Centro Aeroespacial Alemán DLR y apoyado por la Comisión Europea. En ellas se utilizaron GSM, UMTS, WiFi y Bluetooth para realizar comunicaciones de datos. El sistema de satélites Inmarsat SWIFT64 proporcionaba el enlace con tierra firme. Se hicieron demostraciones de servicios de navegación por páginas web, e-mail y VPN ('Virtual Private Networks'). Asimismo, se probó un servicio de telemedicina en vuelo, que incluía una emergencia simulada. Se aprecia fácilmente que todo esto puede suponer una auténtica revolución en el modelo de experiencia de vuelo que conocemos hoy en día. ¿Cuándo es factible que Airbus tenga disponibles estos servicios en sus aviones de forma comercial? Se habla del año 2006. Entretanto, se está debatiendo en los foros internacionales una serie de cuestiones del máximo interés, que los operadores móviles deberemos abordar cuanto antes para encontrar nuestra posición en este negocio, si es que se llega a desarrollar. Uno de los temas ineludibles es el de las posibles interferencias con los aparatos de vuelo. ¿Se pueden descartar? Un informe realizado a mediados de 2003 por las autoridades británicas de aeronáutica civil dice que no. El informe viene a demostrar que las señales emitidas por los móviles alteran el funcionamiento de los instrumentos de navegación y causan interferencias en las comunicaciones entre el piloto y la torre de control. Los expertos británicos recomiendan a las aerolíneas exigir a los pasajeros apagar los teléfonos móviles antes de entrar al avión. En cualquier caso, los expertos coinciden en que las interferencias a bordo podrían resolverse fácilmente protegiendo los sistemas de comunicación de los aviones. Pero no son las únicas interferencias que se deberían resolver. También son posibles las interferencias con las redes de los operadores móviles terrestres clásicos. Así, el sistema MPAX de SITA, que así es como se llama el producto de este fabricante que permite la utilización de móviles personales a bordo, funciona en las bandas de frecuencias de 1710-1785 MHz y 1805-1880 MHz, es decir, dentro de las bandas asignadas internacionalmente (por la Unión Internacional de las Telecomu-nicaciones, ITU) a los servicios móviles terrestres. Esto significa que, al menos en Europa, donde muchos operadores GSM utilizan la banda de 1800, sería necesario combatir estas interferencias. Para ello, se propone el apantallamiento de los aviones, o al menos a una atenuación mínima en sus paredes, de manera que la señal de la celda de la cabina del avión no pueda actuar sobre sistemas externos a la aeronave. Seguramente, como suele ocurrir, los temas técnicos encontrarán tarde o temprano una solución. Y serán los aspectos comerciales y de seguridad los que darán más que hablar. En seguida surge la cuestión de la posible licencia para operar un sistema de este tipo, en caso de no ser un operador móvil existente el que proporcione la cobertura GSM dentro del avión. Es posible que algunas instituciones vean aquí una oportunidad de emitir nuevas licencias. Claramente, esto puede tener gran trascendencia en el panorama móvil. Desde luego, previendo que puedan prosperar las propuestas que se están debatiendo en los foros internacionales (nos consta la existencia de tales discusiones dentro de ECC, de CEPT(1) , aunque no dentro de la GSM Association) para que se puedan utilizar los teléfonos móviles GSM en los aviones, los operadores móviles deberíamos posicionarnos en este negocio. ¿Nos interesará establecer un acuerdo de roaming con operadores del tipo de SITA (operador GSM sin clientes, que es el rol que SITA está definiendo para sí) o bien perseguir la instalación de nuestra propia cobertura GSM en los aviones? En este último caso, ¿qué operador móvil? Será necesario garantizar que el servicio no se interrumpe al pasar de un espacio aéreo a otro. ¿Qué es más conveniente desde el punto de vista del cliente, del operador y (si llega) del regulador? Por último, algunos países pueden presentar requisitos especiales, como la restricción del uso de estos sistemas cuando se vuela por debajo de una cierta altitud. Hasta aquí sólo algunas de las consideraciones técnicas, comerciales y hasta regionales. Parece un tema susceptible de discusión dentro de un foro de operadores móviles como la GSM Association. Y no hemos entrado a desarrollar las repercusiones sociales de este servicio. Algunos ya temen que desaparezca el último reducto de paz en el que no se escucha el sonido del móvil: los cielos. Seguro que nos queda mucho por escuchar sobre este tema. Concepción Gutiérrez Redondo. Telefónica Móviles Descargar archivo de audio (08:48 min / 2,01 Mb) 1.- El organismo CEPT (European Conference of Postal and Telecommunications Administrations) tiene 46 miembros, entre ellos todos los países de la Unión Europea. El principal objetivo de CEPT es, según sus propias palabras: ' to strengthen the relations between its members, to promote their cooperation and to contribute to the creation of a dynamic market in the field of European posts and communications'. La Comisión Europea actúa como consejera en CEPT. CEPT supervisa el trabajo de dos Comités. Uno de ellos es ECC (European Communications Committee), centrado en asuntos del espectro radio, del que hablamos en este comentario. El otro se llama CERP (European Committee for Postal Regulation).