417 Amor gratuito Cuando Dios celebra las bodas de su Hijo, va a buscar a los pobres y a los pecadores, a los humildes y a los tarados, y les lava los pies. Un Dios de misericordia que sólo tiene la humildad como ley. Canto Día del Seño r 22-C Yo siento, Señor, que tú me amas, yo siento, Señor, que te puedo amar. Hablame, Señor, que tu siervo escucha, hablame, ¿qué quieres de mí? Señor, tú has sido grande para mí, en el desierto de mi vida, hablame. Yo quiero estar dispuesto a todo, toma mi ser, mi corazón es para ti. Por eso canto tus maravillas, por eso canto tu amor. Te alabo, Jesús, por tu grandeza, mil gracias te doy por tu gran amor. Heme aquí, Señor, para acompañarte, heme aquí, ¿qué quieres de mí? 'El corazón soberbio se retrae, se reserva. El corazón humilde se abre, se brinda, se sacrifica. PRIMERA LECTURA Hazte pequeño y alcanzarás el favor de Dios Lectura del libro del Eclesiástico 3,17-18.20.28 Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y te querrán más que al hombre generoso. Hazte pequeño en las grandezas humanas, y alcanzarás el favor de Dios; porque es grande la misericordia de Dios, y revela sus secretos a los humildes. No corras a curar la herida del cínico, pues no tiene cura, es brote de mala planta. El sabio aprecia las sentencias de los sabios, el oído atento a la sabiduría se alegrará. Salmo responsorial Sal 67,4-5ac. 6-7ab. 10-11 (TONO 8) Preparaste, oh Dios, casa para los pobres. Los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría. Cantad a Dios, tocad en su honor; su nombre es el Señor. Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa morada. Dios prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece. Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa, aliviaste la tierra extenuada; y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad oh Dios, preparó para los pobres. 419 Dios se ha ido revelando siempre más asequible. Hasta que en Jesús se mostró como uno de nosotros, y nos llama a ser como él SEGUNDA LECTURA Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo Lectura de la carta a los Hebreos 12, 18-19.22-24a Hermanos: Vosotros no os habéis acercado a un monte tangible, a un fuego encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni habéis oído aquella voz que el pueblo, al oírla, pidió que no les siguiera hablando. Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a millares de ángeles en fiesta, a la asamblea de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los justos que han llegado a su destino y al Mediador de la nueva alianza, Jesús. Aleluya Mt 11, 29ab Cargad con mi yugo y aprended de mí -dice el Señor-, que soy manso y humilde de corazón 420 EVANGELIO El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido Lectura del santo evangelio según san Lucas 14, 1.7-14 Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: - "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido." Y dijo al que lo había invitado: - "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos." Jesús habla sobre la propia importancia y la superioridad La calidad de cada uno no debe ser afirmada por él mismo, sino reconocida por el anfitrión. Lo que sucede en el plano humano, sucede también en el divino. Reunciar a la ambición de honores es condición para entrar en el reino de Dios. El creído, el orgullosos, el que se desvive por los primeros puestos, no sabe amar. Jesús pronuncia una bienaventuranza para el amor gratuito y la generosidad. 421 EL AMOR GRATUITO Vivimos en una sociedad en donde prácticamente todo se compra y se paga. El trabajo, los servicios, la enseñanza, el deporte, el ocio... Nuestra sociedad produce con frecuencia un tipo de hombre egoísta, insolidario, consumista, de corazón pequeño y horizonte estrecho, incapaz de amar con auténtica generosidad/ Es difícil en nuestra sociedad ver gestos verdaderamente desinteresados y gratuitos. Con frecuencia, hasta la amistad y el amor aparecen directa o indirectamente mediatizados por el interés y el egoísmo. Por eso resulta duro a nuestros oídos escuchar la invitación desconcertante de Jesús: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote y quedarás pagado. Cuando des una comida, invita a los pobres..." Jesús no critica la amistad, las relaciones familiares ni el amor gozosamente correspondido. Pero nos invita a reflexionar sobre la verdad última de nuestra conducta. Amar al que nos ama, ser amable con el que lo es con nosotros, puede ser todavía el comportamiento normal de un hombre egoísta en donde el propio interés sigue siendo el criterio principal de nuestras preferencias y nuestra predilección. Sería una equivocación creer que uno sabe amar de verdad y con generosidad por el simple hecho de vivir en armonía y saber desenvolverse con facilidad en el círculo de sus amistades y en las relaciones familiares. También el hombre egoísta "ama" mucho a quienes le aman mucho. Jesús pensaba en una sociedad en la que cada uno se sintiera servidor de los más necesitados. Una sociedad muy distinta de la actual, en la que los hombres aprendiéramos a amar no a quien mejor nos paga sino a quien más nos necesita. Es bueno preguntarnos con sinceridad qué buscamos cuando nos acercamos a los demás. ¿Buscamos dar o buscamos recibir? Sólo ama el que es capaz de comprender aquellas palabras de Jesús: "Hay más felicidad en dar que en recibir." J. A. Pagóla Como interrogante para vivir este evangelio del domingo, puede que me sorprenda a mí mismo descubriendo el trato que doy a la gente rica o importante y el que doy a la gente pobre. Otra cuestión sería analizar la valoración que transmitimos a las nuevas generaciones acerca del elitismo, del ser alguien en la vida y de la dura carrera por alcanzar el mejor puesto. Cuestionar qué pretendemos en la educación de los hijos y qué significa, a la luz del evangelio, "busco lo mejor para ellos..." 422 Oración de los fieles Oremos al Señor nuestro, que abre sus puertas a los desvalidos. -PREPÁRANOS TU MESA, SEÑOR. -Para que la iglesia sea pobre, servidora, humilde, y así aparezca a los ojos del mundo. -Para que todos los que ejercen cargos de responsabilidad trabajen sin descanso por la promoción de los que están en los últimos puestos de la sociedad. -Para que desaparezcan las diferencias injustas y logremos una mayor nivelación social. -Para que nos amemos unos a otros con obras y de verdad, sin exigir nada en cambio. Concédenos imitar a Jesús en su actitud de servicio. P. J. N. S. Quien se sabe amado por Dios queda liberado de la vanagloria y de la envidia; no necesita de triunfos o reconocimientos para saberse valorado sobremanera y apreciado sin medida. Ofertorio Quiso que todos supieran cómo pensaba. Quiso que nadie pudiera llamarse a engaño. Y el que quisiera que salvara el alma. Subió al monte y predicó las bienaventuranzas. Llamó bienaventurados a los que nada tenían, y dijo que los que lloran reirán en la otra vida. Habló de los perseguidos por defender la justicia. Quedó su voz en el aire y llegó hasta nuestros días. Llamó bienaventurado a quien la paz edifica. Y dijo que el hombre humilde al final es quien atina. Habló de la gente hambrienta, de los hombres de alma limpia. Quedó su voz en el aire y llegó hasta nuestros días. Comunión Por un pedazo de pan y por un poco de vino, yo he visto a más de un hermano abandonar su camino. Por un pedazo de pan y por un poco de vino, yo también vi a mucha gente encontrar nuevamente un camino de amor. Yo también vi a mucha gente volver nuevamente al encuentro con Dios. Por un pedazo de pan, por un poco de vino, Dios se nos hizo manjar, se nos hizo camino Por un pedazo de pan y por un poco de vino, Dios se nos hizo manjar, Dios se noz hizo camino.. Al no tener vino y pan, y por faltarle comida, yo vi a más de un hermano, amargado de la vida. Y por no dar de su pan, y por no dar de su vino, he visto a más de un creyente perder de repente el sentido moral. Vi que el camino se hará si se siembra justicia, amor e igualdad. Por un pedazo de pan y por un poco de vino, he visto a más de un hermano volverse un hombre mezquino. Por un pedazo de pan y por un poco de vino, vive la gente en conflicto en un mundo maldito por no repartir; y la mitad de los hombres se mueren de hambre y les toca sufrir. Oración "Vosotros no os habéis acercado a..." Hebreos 12, 18 No nos hemos acercado al dios de los ejércitos, el guerrero el dios de la tormenta, el terrible. Nos hemos acercado al Dios del abrazo y del banquete, al Dios del arco iris y la brisa. Nos hemos.. Nos hemos acercado a Dios. No nos hemos acercado al dios de la espada, el justiciero, al dios del monte, el inaccesible. Nos hemos acercado al Dios hospitalario, acogedor, el Dios que invita y se ofrece. Nos hemos... Nos hemos acercado a Dios. No nos hemos acercado al dios vengativo, el implacable, el dios rencoroso, el resentido. Nos hemos acercado al Dios que se apiada y nos perdona, el Dios que se compadece y nos reconcilia. Nos hemos ... Nos hemos acercado a Dios. No nos hemos acercado al dios cruel, que se complace en el mal, el sufrimiento, la muerte. Nos hemos acercado al Dios clemente y misericordioso que comprende y se hace cargo. Nos hemos... Nos hemos acercado a Dios. J. Suárez Canto final Madre, óyeme, mi plegaria es un grito en la noche; Madre, mírame, en la noche de mi juventud. Madre, sálvame, mil peligros acechan mi vida. Madre, lléname de esperanza, de amor y de fe. Madre, mírame, en la sombra no encuentro el camino. Madre, llévame, que a tu lado feliz cantaré: la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la... Madre, una flor, una flor, con espinas es bella. Madre, un amor, un amor que ha empezado a nacer Madre, sonreír, sonreír, aunque llore en el alma. Madre, construir, caminar, aunque vuelva a caer. Madre, sólo soy el anhelo y la carne que lucha: Madre, tuyo soy, en tus manos me vengo a poner la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la... María Agustín 8- Zaragoza