Guia Practica para la evaluacion del riesgo suicida

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Guía Práctica para la evaluación del riesgo suicida
Autor.- Prof. Dr. Sergio A. Pérez Barrero
Fundador de la Sección de Suicidiologia de la Asociación
Mundial de Psiquiatría
Asesor Temporal de OPS/OMS para la Prevención del Suicidio
en Las Américas.
La evaluación del suicidio es una tarea harto difícil, incluso, para
los más expertos suicidólogos y no existen instrumentos
universalmente aceptados para llevar a cabo esta tarea (1).
La idea de utilizar un modelo clínico no es nueva. Motto destaca
dos tipos de modelos representativos: los estables que sufren
cambios forzosos y los alienados. Los primeros son sujetos
activos, inteligentes, educados, diestros en su profesión,
amistosos y con recursos financieros. Tienen una vida
matrimonial y laboral estable y una conducta social adecuada. Sin
embargo, su necesidad de mejorar su reajuste social y laboral
denota una incapacidad para adaptarse a los cambios bruscos,
drásticos o forzosos, emergiendo en esas situaciones los
pensamientos y la conducta suicida.
Los alienados se caracterizan por tener sentimientos de soledad,
pobre autoestima, pensamientos recurrentes de muerte, sentirse
extraños frente al mundo que les rodea, con ideas suicidas
frecuentes y sentimientos de ser una carga para otros (2). El
mismo autor considera que ciertas personas con riesgo de suicidio
representan un modelo identificable que él denomina “nice
persons” (3).
En el Centro de Intervención en Crisis de Viena, Austria, se
procede de la siguiente manera (4,5).
Si una persona ha llamado la atención sobre sus propósitos
suicidas o si está en una posible situación suicida debe
determinarse su riesgo. El grupo de riesgo lo conforman las
personas con dependencia al alcohol, las drogas o los
medicamentos, personas deprimidas, ancianos, personas que
viven solas, quienes anuncian el suicidio, quienes lo han
intentado o la combinación de estos factores.
Se determina si la persona está en situación crítica aguda y
la naturaleza de dicha crisis (cambio vital o crisis
traumática) y en que estado de la crisis se encuentra.
Se considera la etapa del desarrollo suicida en que se
encuentra (deliberación, sopesar opciones o decisión)
Se evalúa el Síndrome Presuicidal: colapso afectivo,
fantasías suicidas, restricción de las relaciones humanas.
Según estos autores este modelo puede predecir hasta el 50%
de las nuevas crisis después de una tentativa de suicidio.
Otros investigadores han sugerido diversos instrumentos para
la evaluación del riesgo de suicidio, pero el inconveniente que
les caracteriza es que deben ser aplicados por psiquiatras,
psicólogos, residentes de psiquiatría, médicos generales o de
familia, enfermeras, trabajadores sociales u otros trabajadores
vinculados con la salud mental.
Es por ello que desde 1993 se aplica en Granma, Cuba, la Guía
Práctica para la evaluación del riesgo de suicidio, instrumento
de fácil uso por los médicos de familia, otros trabajadores
sanitarios, voluntarios en la prevención del suicidio así como
por cualquier otra persona interesada en el tema.(6)
Dicha Guía consta de 10 ítems cuya suma, a diferencia de otras
escalas valorativas, no califica el riesgo de elevado, moderado
o pequeño como plantean algunos autores, ya que predispone a
la minimización de un problema grave como la conducta
suicida, independientemente de sus formas de expresión, sino
que establece solamente lo que se debe hacer en cada caso
según la puntuación obtenida.
A continuación se enunciarán los ítems de la Guía Práctica, su
puntuación y se justificará su inclusión en la misma.
1) ¿Los familiares temen que el sujeto realice un intento de
suicidio?
Mediante esta pregunta se recabará cualquier conducta
anómala o expresión verbal que haga sospechar a los
familiares esta posibilidad. Por su estrecha vinculación con
las familias este aspecto es de fácil abordaje por los médicos
de familia, aunque también por amigos íntimos, familiares y
otros parientes. (7)
La respuesta positiva acumula 3 puntos
2) Actitud poco cooperadora del sujeto en la entrevista.
Motto considera la ambivalencia o el negativismo al
entrevistar a un individuo con riesgo suicida un signo
importante a tener en cuenta. En este ítem que se propone
no se califica la conducta del individuo en términos que
pudieran ser poco usuales o desconocidos para el
entrevistador. La actitud poco cooperadora define un
comportamiento fácilmente evidenciable y aunque puede
deberse a diferentes trastornos psiquiátricos (mutismo
delirante, depresión con lentitud psíquica y motora,
trastorno esquizotípico o esquizoide de la personalidad,
rechazo a recibir ayuda en cualquier trastorno de la
personalidad), no se necesita realizar un diagnostico para
contabilizar este ítem.
La respuesta positiva acumula 3 puntos.
3) El sujeto manifiesta deseos de morir.
Si el individuo coopera , puede manifestar tales deseos, lo
cual denota inconformidad del sujeto con su propia
existencia y es el preludio de una futura ideación suicida, lo
cual fue expuesto por Menninger al referirse a los tres
deseos existentes en todo suicida: el deseo de morir, el
deseo de matar y el deseo de ser matado. Por otra parte el
deseo de morir puede ser la manifestación inicial del
comportamiento suicida si se le suman otros factores de
riesgo para esta conducta. (8)
La respuesta positiva acumula 2 puntos
4) El individuo manifiesta ideas suicidas.
Mediante este ítem se intenta evaluar la presencia de
ideas suicidas en el sujeto en el momento presente (el “aquí
–ahora”)
La respuesta positiva acumula 4 puntos
5) El sujeto expone un plan suicida.
Evidentemente no es lo mismo tener deseos de morir o
pensar quitarse la vida sin precisar como hacerlo, que
elaborar o planificar como llevarlo a vías de hecho, lo cual
es de extrema gravedad para la supervivencia de la persona.
El plan suicida es la manifestación más estructurada y por
tanto más grave de la ideación suicida (9)
La respuesta positiva acumula 5 puntos.
6.- El individuo tiene antecedentes de trastornos
psiquiátricos.
Mediante este ítem se recaban los antecedentes patológicos
personales de enfermedad mental sin que el médico u otro
personal paramédico o voluntariado se enfrenten a la
necesidad de realizar un diagnóstico psiquiátrico preciso.
Aquí quedan incluidas todas las enfermedades que pueden
conllevar al suicidio y la importancia de este ítem es
reconocer al enfermo mental como un grupo con mayor
posibilidad de cometer suicidio que la población en general.
(10) (11) (12)
La respuesta positiva acumula 4 puntos.
7.- El sujeto tiene antecedentes de hospitalización
psiquiátrica reciente
Este ítem se tiene en cuenta debido a la frecuencia con que
ocurre el suicidio en los egresados de un servicio de
psiquiatría, principalmente durante los primeros seis meses
La respuesta positiva acumula 2 puntos.
8.- El individuo tiene antecedentes de intento de suicidio.
Es reconocido que entre el 1% a 2% de los sujetos que
realizan un acto suicida se suicidan durante el primer año y
entre el 10% a 20% en el resto de sus vidas lo que justifica
su inclusión en esta guía.
La respuesta positiva acumula 3 puntos.
9.- El sujeto tiene antecedentes familiares de conducta
suicida.
William Farr en 1841 sentenció: “No hay un hecho mejor
establecido que el efecto imitativo en la conducta suicida” y
en la actualidad se menciona el papel que juegan los medios
de difusión masiva en la génesis del suicidio cuando esta
temática no es bien tratada. (13). Por otra parte, en este ítem
quedan incluidos los llamados factores biológicos y
genéticos de la conducta suicida.
La respuesta positiva acumula 3 puntos.
10.- Presencia de un conflicto actual (pareja o familia)
Independientemente que no son estos los únicos conflictos
que pueden precipitar un intento de suicidio o un suicidio,
las evidencias los consideran entre los más frecuentes en
cualquier latitud y cultura. Aquí se incluyen el resto de los
posibles estresores agudos que pueden desencadenar una
crisis suicida.
La respuesta positiva acumula 2 puntos.
Si la suma de la puntuación de todos los ítems sobrepasa los
18 puntos el sujeto debe ser trasladado a recibir atención
psiquiátrica de urgencia ya que el peligro de suicidio es muy
elevado.
Bibliografìa
1. - Motto J.A (1990)."Estimation of suicide risk by the use of
clinical models", Suicide and Life-Threatening Behaviour, vol.
7(4):236-45, Winter,
2.-Motto J.A. y A. Bostrom (1990): "Models of suicide risk. Nice
person", Crisis, 11(2):37-47.
3.-Motto JA (1990): "Empirical indicators of nearterm suicide
risk", Crisis, 11(1):52-9.
4. - Sonneck G; Sjogren C. (1990) Contribution to suicide risk
assessment. Crisis 11: 34-36
5. - Sonneck G; Werner H (1990) A simple method to predict
suicidal crisis after suicide attempts (parasuicides). Crisis 11:3133
6.- Pérez Barrero SA (1994). Guía práctica para la evaluación del
riesgo suicida. Revista Psiquiatrica Peruana Vol. 1:33-36
7.- Pérez Barrero SA (1995) El suicidio y su atención por el
médico de la familia”, Rev. Cubana de Med. Gen. Integral, 11(4):
319-26.
8.-Pérez Barrero, SA (1996) El suicidio, comportamiento y
prevención, Ed. Oriente, Santiago de Cuba.
9.-Pérez Barrero SA (1999) Lo que usted debiera saber sobre...
SUICIDIO, Imágenes Gráfica S.A., México DF. , 1999.
10.-WHO (2000). Preventing suicide: a resource for primary
health care workers.
11.-WHO (2000). Preventing suicide: a resource for general
physicians.
12.-Wasserman D (2001). Suicide- an unnecessary death. Edited
by Martin Dunitz.
13.-WHO (2000). Preventing suicide: a resource for media
professionals.
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