Poder Judicial de la Nación //ta, 3 de mayo de 2013.AUTOS Y VISTO: Este incidente N°186/13 caratulado Habeas Corpus en Favor de los Detenidos Alojados en las Comisarías Nº 42, 45, 41, 40, 44 y del Cuerpo Policial Femenino”, con trámite en el Juzgado Federal de Orán (Expte. N° 1943/12), y RESULTANDO: USO OFICIAL I.Que se elevan estas actuaciones al Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por el Defensor Ad hoc de Orán Dr. Luis Casares a fs. 48/53 en contra del decreto de fs. 44 ampliatorio de la resolución de fs. 33/35 en cuanto se resuelve no hacer lugar a la prohibición de alojar detenidos federales en las Comisarías dependientes de la Unidad Regional Nº 4 (en adelante UR 4 –Tartagal- de la Policía de la Provincia de Salta).II.Cabe recordar que las presentes actuaciones se originaron a raíz del hábeas corpus correctivo que presentara en favor de los alojados en las distintas comisarías y destacamentos dependientes de la UR 4 de la policía provincial, el Defensor Público Oficial ad hoc ante el Juzgado Federal de Orán (fs.1/4), Dr. Luis Casares.Con su acción el representante del Ministerio Público de la Defensa pretendía que se ordene el inmediato traslado de los alojados en las Comisarías Nº 42, 45, 41, 40, 44 y en el Cuerpo Policial Femenino dependientes de la Unidad Regional Nº 4 a lugares adecuados de detención y/o se ordene su inmediata excarcelación, pues las condiciones en las que cumplían su encarcelamiento los detenidos constituía un agravamiento ilegítimo de la libertad.Asimismo, solicitó que se prohíba alojar detenidos federales en las Comisarías de la Policía de la Provincia de Salta sitas en la jurisdicción del Juzgado Federal de Orán por cuanto no reúnen las condiciones mínimas para realizar esa función.A fs. 33/35 el a quo resolvió hacer lugar a la acción de hábeas corpus y ordenó ordenar el traslado de los imputados federales a disposición del Juzgado Federal de Orán alojados en las Comisarías Nº 42, 45, 41, 40, 44 y en el Cuerpo Policial Femenino dependientes de la Unidad Regional Nº 4 a Unidades Carcelarias Federales más cercadas a su jurisdicción.A fs. 43 el Defensor Ad hoc, en los términos del art. 126 del C.P.P.N., solicitó que también se prohíba alojar detenidos federales en las Comisarías de la Policía de la Provincia de Salta, como lo había requerido en su presentación de fs. 32.A fs. 44 el instructor rechazó hacer lugar al pedido de prohibición efectuado por el Ministerio Público de la Defensa, atento que con ello se agravaría aún más la emergencia carcelaria que existe en la jurisdicción del Juzgado Federal de Orán.- Poder Judicial de la Nación Al apelar lo decidido por el Juzgado Federal de Orán (fs. 48/53), el Defensor Ad hoc señaló que las condiciones fácticas del sub judice son similares a las que se ventilaron en la causa Nº 9508 caratulada “Rivera Vaca Marcos y Otro s/ Recurso de Casación” de la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal, en la que a raíz de lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación se dispuso que no se pudiera alojar detenidos federales por un lapso mayor a 24 hs. en el Escuadrón Nº 52 Tartagal de Gendarmería Nacional.Citó jurisprudencia y doctrina que consideró que apoyan su USO OFICIAL pedido e hizo reserva de caso federal.Luego de la remisión de distintos informes (fs. 55/92 y fs. 97/113), a fs. 114 la Brigada de Drogas Peligrosas de la Policía de la Provincia de Salta expresó que Carlos Mealla, Ricardo Miranda, Alejandro Amado Sánchez Gómez y Miguel Ángel Corbalán, los últimos detenidos a disposición de la justicia federal que quedaban alojados en dependencias policiales y por quienes, entre otros, se había hecho lugar al recurso de hábeas corpus, en fecha 06/03/13 fueron trasladado a la Unidad Carcelaria Nº 23.A fs. 120 el Defensor Oficial Ad hoc ante este Tribunal, remitiéndose a los escritos de fs. 48/53 y fs. 44, solicitó que se tenga por debidamente fundado el recurso de apelación oportunamente incoado en contra del punto de la resolución de fs. 33/35 que no hizo lugar al pedido de que se prohíba de alojar detenidos federales en las Comisarías de la jurisdicción de la UR 4.- A fs. 121/123 el Fiscal General Subrogante consideró que corresponde confirmar el decreto de fs. 44, ampliatorio de la resolución de fs. 33/35, pero estableciendo que los detenidos federales no podrán permanecer detenidos en las dependencias policiales dependientes de la UR 4 más que un limitado lapso de tiempo, tal como lo propusiera al dictaminar en la causa Nº 167/13 “Hábeas Corpus a favor de los detenidos en la Comisaría 24, 20, 22, 23 Destacamento Tabacal y Cuerpo Policial Femenino” y que este Tribunal decidiera compartir al resolver el 4 de marzo de 2013 en la causa Nº 642/12 caratulada “Secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Salta s/habeas corpus correctivo colectivo”, con trámite en el Juzgado Federal N° 1 de Salta (Expte. N° 826/12).Destacó que el a quo reconoció que las condiciones de detención de las personas alojadas en las comisarías de la jurisdicción del Juzgado Federal de Orán no cumplen con los estándares normativos que rigen en la materia, pero que frente a esa situación dispuso el traslado de los detenidos a unidades dependientes del Servicio Penitenciario Federal, en concordancia con las pautas señaladas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la Cámara Nacional de Casación Penal. Indicó que no se podía desconocer que sobre el problema de las condiciones de detención y la carencia de lugares adecuados para ello, el Poder Judicial es uno de los agentes que interviene en la problemática planteada en autos pero no el único si se repara que el Servicio Penitenciario Federal se encuentra bajo la órbita del Poder Ejecutivo Nacional a través del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, por lo Poder Judicial de la Nación que la solución definitiva al problema de superpoblación carcelaria que se presenta en nuestra provincia no se va a obtener a través de la vía intentada. CONSIDERANDO: I.Que, en primer lugar, cabe señalar que las cuestiones vinculadas a las condiciones de detención de las personas privadas de su libertad a disposición de la justicia federal en esta jurisdicción no es novedosa, sino de vieja data y repetitiva en el tiempo, como lo demuestran no sólo los USO OFICIAL numerosos hábeas corpus relacionados con esa problemática en los que se tuvo que intervenir, sino también las gestiones que realizó esta Cámara Federal ante los distintos organismos competentes del Estado Nacional a lo largo de los últimos años (v.gr. reunión en la que se convocó a todas las autoridades con incidencia en la temática el día 28 de septiembre de 2009 y “Actuaciones Relativas a la Situación Actual de los Lugares de Detención” ´Expte. N°212/02/02, Letra “E” tramitada ante este Tribunal, y a cuyas constancias es dable remitirse por razones de brevedad.).En consecuencia, ante una situación de las referidas, concierne a este Tribunal, como parte del Poder Judicial, intervenir para proveer tutela judicial efectiva a los derechos fundamentales de las personas que se encuentran detenidas en su jurisdicción, resultando una cuestión de esta naturaleza justiciable por vía de habeas corpus colectivo (“Habeas corpus correctivo interpone Dr. Martínez Gallardo a favor de Salazar, Jesús Cristian s/habeas corpus” resolución de fecha 03/03/2010). Así, en la causa “Salazar” citada, se sostuvo que “en nuestro ordenamiento jurídico se establece que el habeas corpus puede ser interpuesto en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención (Constitución Nacional, art. 43), por lo que su objeto restaurativo es muy claro, de modo que en la medida que se invoquen estas situaciones de gravedad indebida se habilita la acción que, dentro de sus cauces constitucionales, no confronta con la división de poderes. Es que con la implementación de dicha acción, no se pretende que los jueces sustituyan a los otros poderes del estado o impongan políticas de gobierno. Por el contrario, con ello se quiere subsanar o hacer cesar las consecuencias vulneratorias de los derechos fundamentales de los internos, provengan o no de una determinada política penitenciaria”.Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha señalado que incluso en tales situaciones se puede superponer la función propia del Poder Judicial con las de los poderes que intervienen en las políticas carcelarias, pero que la intervención del Poder Judicial no implica una injerencia indebida del mismo en la política sino que precisamente lo único que hace, en su respectivo ámbito de competencia y con la prudencia debida en cada caso, es tutelar los derechos e invalidar esa política sólo en la medida en que los lesiona (Fallos: 318:2002 y 328:1146).II.Que en relación a la prohibición de que se alojen detenidos Federales en las Comisarías de la UR 4 de la Policía de la Provincia de Salta solicitado por el apelante, cabe adelantar que no tendrá cabida por cuanto el Poder Judicial de la Nación alojamiento de reos en ese tipo de establecimiento no resulta ilegítimo per se, sino sólo en la medida que se realice en condiciones que vulnere los derechos que gozan las personas privadas de la libertad y/o sea imposible cumplir con los objetivos y estándares mínimos establecidos en las normas que reglamentan esa situación.Así en el art. 18 de la C.N., Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o USO OFICIAL Degradantes; así como las reglas establecidas por los organismos internacionales como estándares respecto de personas privadas de libertad en las “Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos”, los “Principios básicos para el tratamiento de los reclusos”, y en las recomendaciones efectuadas por el Comité Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y la ley 24660; no se prohíbe de manera expresa y clara la posibilidad de alojar detenidos en comisarías o establecimientos policiales o de fuerzas de seguridad.En efecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en “Verbitsky” (Fallos: 328:1146) relativo a la ilegalidad de las detenciones de mayores de edad en comisarías y establecimientos policiales de la Provincia de Buenos Aires alegado por la parte actora, se limitó a sostener que era deber de la Suprema Corte y demás tribunales de esa Provincia, dentro de su competencia, verificar en cada caso el incumplimiento de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos de Naciones Unidas.- Así, señaló que “ante esta situación es indudable que esta Corte no puede resolver todas las cuestiones particulares que importa, dadas las dificultades antes señaladas y el número de casos y variables posibles, pero es su deber instruir a la Suprema Corte y a los demás tribunales de la Provincia de Buenos Aires para que en sus respectivas competencias extremen la vigilancia para el adecuado cumplimiento de las Reglas Mínimas y de las normas que nacional e internacionalmente imponen el tratamiento digno de toda persona privada de libertad y, en especial, en lo que hace a la tutela de la vida humana y la integridad física de los presos, del personal y de terceros. Por ello en el considerando 41 se señala que “no escapa a esta Corte que de verificarse algunos de los extremos mencionados por el accionante, sería posible que se configurasen eventuales casos de agravamientos que importarían trato cruel, inhumano o degradante u otros análogos, susceptibles de acarrear responsabilidad al Estado Federal. En esta eventualidad, es deber de esta Corte, por estar comprometida la responsabilidad internacional del Estado Federal, instruir a la Suprema Corte y a los demás tribunales de la Provincia de Buenos Aires para que hagan cesar con la urgencia del caso el agravamiento o la detención misma, según corresponda”. III.Que no obstante lo expuesto, atento a la naturaleza de los derechos en juego, y con el objeto de evitar en el futuro situaciones que impliquen graves vulneraciones de garantías constitucionales de los detenidos federales en la jurisdicción del Juzgado Federal de Orán, se procederá a analizar si en las actuales condiciones de las comisarías de la UR 4 Tartagal de Poder Judicial de la Nación la Policía de la Provincia de Salta se puede alojar detenidos federales por un tiempo prolongado.Que sobre la materia resulta una referencia obligada lo prescripto por el art. 18 de la C.N. en cuanto expresa que las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos que allí se alojen, pues reconoce a las personas privadas de su libertad (penados y presos cautelares) el derecho a un trato digno, como así también establece la tutela judicial efectiva que garantice su cumplimiento USO OFICIAL Sobre el punto la Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo que "Un principio constitucional impone que las cárceles tengan como propósito fundamental la seguridad y no el castigo de los reos detenidos en ella, proscribiendo toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que ella exija (art. 18 de la Constitución Nacional). Tal postulado, contenido en el capítulo concerniente a las declaraciones, derechos y garantías, reconoce una honrosa tradición en nuestro país ya que figura en términos más o menos parecidos en las propuestas constitucionales de los años 1819 y 1824 a más de integrar los principios cardinales que inspiran los primeros intentos legislativos desarrollados por los gobiernos patrios en relación a los derechos humanos. Aunque la realidad se empeña muchas veces en desmentirlo, cabe destacar que la cláusula tiene contenido operativo. Como tal impone al Estado, por intermedio de los servicios penitenciarios respectivos, la obligación y responsabilidad de dar a quienes están cumpliendo una condena o una detención preventiva la adecuada custodia que se manifiesta también en el respeto de sus vidas, salud e integridad física y moral. La seguridad, como deber primario del Estado, no sólo importa resguardar los derechos de los ciudadanos frente a la delincuencia sino también, como se desprende del citado art. 18, los de los propios penados, cuya readaptación social se constituye en un objetivo superior del sistema y al que no sirven formas desviadas del control penitenciario" (Fallos: 318:2002). En concordancia con lo expuesto, el Máximo Tribunal ratificó su criterio de que las personas privadas de su libertad son sujetos de derechos y, en cuanto tales, no pueden ser privados de sus derechos individuales en lo que son protegidos por las leyes, salvo las libertades constitucionalmente restringidas tras un juicio en el que se respete la garantía del debido proceso (“Romero Cacharane, Hugo Alberto s/ ejecución penal”, Fallos: 327:388). Al respecto, cuadra señalar que , en la materia resulta vinculante los compromisos asumidos por el Estado Nacional al suscribir la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art. 25), la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 5 inc. 2), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 10) y la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; así como las reglas establecidas por los organismos internacionales como estándares respecto de personas privadas de libertad tal los casos de las recomendaciones efectuadas por el Comité Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes respecto de Argentina el 10 de diciembre de 2004 (ver Fallos: 322:2735, considerando 6°, y 328:1146, considerandos 39, 48 y 50), y las Reglas Mínimas para el tratamiento de Reclusos de las Naciones Unidas, recogidas por la ley 24.660 (Fallos: 328:1146). Poder Judicial de la Nación IV.Precisando lo anterior, el Estado Nacional reglamentó mediante la ley 24.660 el trato que se debe proporcionar a las personas a disposición de la justicia como las condiciones que tienen que reunir los establecimientos en los que se cumplan las privaciones de la libertad de los reos.Así, el art. 177 de la ley 24.660 establece que “Cada establecimiento de ejecución ... Contemplará una racional distribución del tiempo diario que garantice la coordinación de los medios de tratamiento que USO OFICIAL en cada caso deban utilizarse, en particular la enseñanza en los niveles obligatorios, la atención de las necesidades físicas y espirituales y las actividades laborales, familiares, sociales, culturales y recreativas de los internos, asegurando ocho horas para el reposo nocturno y un día de descanso semanal.” Por su parte, el art.178 regula que “Las cárceles o alcaidías tienen por objeto retener y custodiar a las personas sometidas a proceso penal. Su régimen posibilitará que el interno pueda ejercer su derecho al trabajo y afrontar la responsabilidad de asistir a su grupo familiar dependiente e incluirá programas y actividades que permitan evitar o reducir, al mínimo posible, la desocialización que pueda generar la privación de libertad”.Asimismo, el art. 185 establece las condiciones mínimas que deben reunir los establecimientos carcelarios. Así, en lo que al caso interesa, prevé “... los medios siguientes: a) Personal idóneo, en particular el que se encuentra en contacto cotidiano con los internos, que deberá ejercer una actividad predominantemente educativa; b) Un organismo técnico- criminológico del que forme parte un equipo multidisciplinario constituido por un psiquiatra, un psicólogo y un asistente social y en lo posible, entre otros, por un educador y un abogado, todos ellos con especialización en criminología y en disciplinas afines; c) Servicio médico y odontológico acorde con la ubicación, tipo del establecimiento y necesidades; d) Programas de trabajo que aseguren la plena ocupación de los internos aptos; e) Biblioteca y escuela a cargo de personal docente con título habilitante, con las secciones indispensables para la enseñanza de los internos que estén obligados a concurrir a ella;... h) Instalaciones para programas recreativos y deportivos; i) Locales y medios adecuados para alojar a los internos que presenten episodios psiquiátricos agudos o cuadros psicopáticos con graves alteraciones de la conducta; j) Secciones separadas e independientes para el alojamiento y tratamiento de internos drogadependientes; k) Instalaciones apropiadas para las diversas clases de visitas autorizadas”.Por una parte, las aludidas Reglas Mínimas para el tratamiento de reclusos expresan que "Los reclusos pertenecientes a categorías diversas deberán ser alojados en diferentes establecimientos o en diferentes secciones dentro de los establecimientos, según su sexo y edad, sus antecedentes, los motivos de su detención y el trato que corresponda aplicarles. Es decir que: a) Los hombres y las mujeres deberán ser recluidos, hasta donde fuere posible, en establecimientos diferentes; en un establecimiento en el que se reciban hombres y mujeres, el conjunto de locales destinado a las mujeres deberá estar completamente separado; b) Los detenidos en prisión preventiva deberán ser separados de los que están cumpliendo condena; c) Las personas presas por deudas y los demás condenados a alguna forma de prisión por razones civiles Poder Judicial de la Nación deberán ser separadas de los detenidos por infracción penal; d) Los detenidos jóvenes deberán ser separados de los adultos (arts. 8 y 9 aprobadas por el Consejo Económico y Social en sus res. 663 C 31-7-57 y 2076-13-5-77). Por su parte, se considera pertinente recordar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso "Panchito López" (CIDH caso "Instituto de Reeducación del Menor v. Paraguay", el 2 de septiembre de 2004) interpretó los derechos y garantías previstos en el art. 5 de la Convención, estableciendo, en lo que aquí interesa, que: USO OFICIAL 1. "Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral". 2. "Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano". 3. "La pena no puede trascender de la persona del delincuente" 4. "Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias excepcionales y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no condenadas". 5. "Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su tratamiento" 6. "Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados". Dicho Tribunal internacional en lo referente al derecho a la integridad personal, señaló que no sólo implica que el Estado debe respetarlo (obligación negativa), sino que, además, requiere que el Estado adopte todas las medidas apropiadas para garantizarlo (obligación positiva), en cumplimiento de su deber general establecido en el art. 1.1 de la Convención Americana.V.Que analizadas las pruebas colectadas a la luz de los principios mencionados, en especial la carencia de funcionarios especializados en la custodia y trato de detenidos; de lugares específicos y adecuados para comer, esparcirse y recibir vistas; de asistentes médicos y de licenciados en psicología; a lo que se suma las dimensiones impropias para alojar reos por tiempos considerables, se concluye que las instalaciones de las Comisarías de la UR 4 no reúnen las condiciones para funcionar en forma permanente como lugares de detención de condenados y procesados de conformidad a los términos de ley 24.660, las pautas de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos de la Naciones Unidas y la jurisprudencia nacional e internacional precedentemente citadas.En efecto, en esas condiciones y no obstante el loable esfuerzo de las autoridades y funcionarios provinciales, resulta casi imposible cumplir con el tratamiento establecido por la Constitución Nacional y los instrumentos internacionales ya citados.Es que, como puede advertirse, todo detenido a disposición de la justicia tiene el derecho a un debido trato en el lugar donde cumple su Poder Judicial de la Nación restricción ambulatoria, rigiendo el principio de humanidad en la ejecución de las penas privativas de la libertad y poniendo en cabeza del Estado el aseguramiento de las condiciones necesarias para el desarrollo de una vida digna en prisión, lo que evidentemente no se cumple si se permitiera la detención de personas por tiempos considerables en comisarías que carecen de las condiciones mínimas exigidas por la ley para cumplir sus objetivos.VI.Que sobre tales bases, debe quedar claro que en las instalaciones USO OFICIAL de las Comisarías de la UR 4 de la Policía de la Provincia de Salta solo se podrá alojar a detenidos federales por el tiempo mínimo necesario para que el juez federal -luego de realizada una detención- en el proceso penal correspondiente realice las medidas procesales inmediatas (v.gr. tomar declaración indagatoria, resolver pedidos de excarcelación dentro del estricto plazo legal para hacerlo, etc.), como también el que demande coordinar con las autoridades del Servicio Penitenciario Federal el traslado y albergue de los imputados a las Unidades carcelarias más cercanas a la jurisdicción del Juzgado Federal de Orán.El alojamiento de detenidos federales en esas condiciones por un tiempo acotado al que demande realizar las medidas procesales impostergables de toda instrucción penal y el coordinar el traslado a Unidades Carcelarias del Servicio Penitenciario Federal que cuenten con cupo, encuentra respaldo normativo en las Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por el Consejo Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV) de 31 de julio de 1957 y 2076 (LXII) de 13 de mayo de 1977, las que establecen que: “9. 1) Las celdas o cuartos destinados al aislamiento nocturno no deberán ser ocupados más que por un solo recluso. Si por razones especiales, tales como el exceso temporal de población carcelaria, resultara indispensable que la administración penitenciaria central hiciera excepciones a esta regla, se deberá evitar que se alojen dos reclusos en cada celda o cuarto individual. 2) Cuando se recurra a dormitorios, éstos deberán ser ocupados por reclusos cuidadosamente seleccionados y reconocidos como aptos para ser alojados en estas condiciones. Por la noche, estarán sometidos a una vigilancia regular, adaptada al tipo de establecimiento de que se trate”. Es que para establecer si una determinada situación vulnera los derechos de las personas privadas de la libertad, al primer parámetro al que se debe recurrir es a la garantía constitucional prevista en el art. 18 in fine de la Constitución Nacional que establece: “Las cárceles serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas,...”. Con la solución propiciada arribada, se estima que se ampara tanto los derechos de los detenidos como se la situación de emergencia carcelaria que concurre en la jurisdicción del Tribunal.En concordancia con lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el citado precedente “Verbitsky” recordó que en el caso “Bell v. Wolfish”, 441 U.S. 520 (1979) la Suprema Corte de Estados Unidos, consideró que era posible mantener a dos presos en una misma celda teniendo en cuenta, al mismo tiempo, que se trataba de plazos breves de detención y Poder Judicial de la Nación cuando los detenidos tenían una gran libertad de movimiento dentro del penal. Asimismo, también sostuvo que el tribunal norteamericano en “Rhodes v. Chapman” 452 U.S. 337 (1981) juzgó que la presencia de dos presos por celda no significa que sus derechos constitucionales han sido violados siempre que las condiciones de las respectivas celdas resultaran adecuadas en cuanto a la superficie habitada, las condiciones de comida y temperatura y la posibilidad de utilizar otras instalaciones del penal en períodos diurnos. Y si bien el gobierno federal y los estaduales de dicho país invirtieron suficiente dinero en la construcción de nuevas cárceles, pese a eso ello no se ha podido solucionar USO OFICIAL el problema de hacinamiento frente a una tasa de encarcelamiento siempre creciente. Así, nuestro Alto Tribunal recordó que en algunos casos las autoridades penitenciarias norteamericanas han tenido que colocar camas en los gimnasios, en los comedores del establecimiento, en pasillos y en otros extraños lugares. Y citando doctrina especializada de ese país, recordó que otra forma de responder a esta situación ha sido aumentar el número de internos por celda diseñadas para albergar a menos personas. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que con anterioridad la Corte de aquel país también consideró en “Hutto v. Finney” 437 U.S. 678 (1978) que una corte de distrito estaba facultada para limitar la confinación de detenidos en celdas punitivas aisladas a no más de treinta días como un medio de aliviar las condiciones inconstitucionales de esas celdas. En particular, destacó que la decisión de la Corte de distrito era una razonable respuesta a las condiciones sórdidas e inconstitucionales de esas celdas. Posteriormente en “Wilson c. Seiter” 501 U.S. 294 (1991) el citado tribunal estableció dos requisitos para considerar que se presentaba un castigo cruel e inusual para las condiciones de confinamiento. El primer requisito -objetivo- requiere que el preso haya sido privado de una "necesidad humana identificable" como comida, clima adecuado o ejercicio. El segundo requisito -subjetivo- supone que el demandante debe demostrar que el demandado actuó con indiferencia deliberada en fallar en la rectificación de las deficiencias de esas condiciones. Por lo fundamentos expresados, se considera entonces que el alojamiento en las Comisarías de la UR 4, por el tiempo necesario para dar cumplimiento a las medidas procesales inmediatas no constituyen per se un agravamiento de las condiciones de detención en perjuicio de lo allí alojados, máxime si se tiene en cuenta la ubicación del Tribunal de esa ciudad, ciertamente muy alejado de los centros de detención existentes, y a lo que se añade la dificultad que evidenciarán los organismos nacionales para construir establecimientos adecuados en la zona, los que , a fin de –a la fecha- consultar las necesidades del referido Tribunal deberá exhibir una capacidad de alojamiento no menor a 300 personas (el Juzgado Federal de Orán hoy cuenta con más de 200 detenidos a su disposición por causas vinculadas al narcotráfico y trata de personas).Lo resuelto se encuentra en concordancia con lo decidido en fecha 24/02/10 por la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal en la causa N°9508 caratulada “Rivera Vaca, Marci Antonio y Otros S/ Recurso de Casación” en cuanto dispuso hacer lugar a una acción de hábeas corpus colectivo deducido en forma conjunta por el Fiscal Federal, Dr. José Luis Bruno, y la Sra. Defensora Oficial, Dra. María Dolores Pistone, y ordenó que en el Escuadrón 52 “Tartagal” de Gendarmería Nacional, Provincia de Salta, no se alojen personas por un plazo mayor de veinticuatro horas; y finalizado ese plazo, el órgano jurisdiccional –en forma conjunta con las autoridades Poder Judicial de la Nación encargadas de la custodia de los detenidos- procedan a ubicarlos en una institución carcelaria –sea provincial o federal- con el debido resguardo y preservación de las garantías y derechos de rango constitucional del que gozan las personas privadas de la libertad. También ordenó que en el plazo de cinco días los jueces que tengan a disposición personas alojadas en el Escuadrón 52 “Tartagal”, provincia de Salta, ordenen su traslado, previo acordar con la autoridad penitenciaria el lugar de destino, debiendo poner en conocimiento de la defensa dónde serán alojados para que sus allegados y/o familiares conozcan la situación. Y como tercera medida dispuso que los jueces que USO OFICIAL tengan jurisdicción en el citado Escuadrón 52 “Tartagal” realicen un control efectivo y periódico de las condiciones de detención a efectos de garantizar lo decidido. VII.Que, por último, atenta la extrema gravedad de la situación descripta en razón de los derechos esenciales de la persona en juego, se considera pertinente remitir copia de los antecedentes del caso a la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, al Consejo de la Magistratura y al Sr. Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación a fin de poner nuevamente en evidencia el problema existente en materia carcelaria, así como también reiterar la necesidad de que se halle una pronta solución a aquel en las provincias de Salta y Jujuy, especialmente en la zona norte (Orán) por su lejanía y carencia absoluta de instituciones penales cercanas, ámbito sobre el que ejerce jurisdicción esta Cámara. En consecuencia, se RESUELVE: I).- CONFIRMAR el decreto de fs. 44 ampliatorio de la resolución de fs. 33/35 en cuanto se resuelve no hacer lugar a la prohibición de alojar detenidos federales en las Comisarías dependientes de la Unidad Regional Nº 4 (en adelante UR 4 –Tartagal- de la Policía de la Provincia de Salta, con las limitaciones señaladas en los puntos V y VI del CONSIDERANDO. II).- RECHAZAR los recursos interpuestos por el Defensor Público Oficial Ad hoc. Con costas (art. 530 del C.P.P.N).-. III.- EXTRAER COPIAS de las principales actuaciones y remitirlas a la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, al Consejo de la Magistratura y al Sr. Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, a fin de que tomen conocimiento de la grave situación descripta en esta sentencia y requerirles la búsqueda de una solución pronta y definitiva al problema carcelario de las provincia de Salta y Jujuy, especialmente en la zona norte (Orán) por su lejanía y carencia absoluta de instituciones penales cercanas.IV.- DEVOLVER las actuaciones al Juzgado Federal de Origen.REGÍSTRESE Y ARCHÍVESE.Se deja constancia que el Dr. Roberto Loutayf Ranea no participó de las deliberaciones ni suscribe la presente por encontrarse en uso de licencia (art. 109 del Reglamento para la Justicia Nacional y 396 del Código Procesal Penal Poder Judicial de la Nación de la Nación).Fdo. Dres. Jorge Villada y Renato Rabbi-Baldi Cabanillas. USO OFICIAL Secretario: Dr. Guillermo Elías.