Críticas recibidas sobre las cajas lumínicas

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Críticas realizadas a sus Instalaciones con cajas lumínicas
Sara Diciero y la Luz como personaje y misterio
En la Sala "C" del Centro Cultural Islas Malvinas, en la calle 19 entre 50 y 51 de nuestra
ciudad, expone la artista Sara Diciero sus "Travesías lumínicas", muestra que ha sido
un aporte genuino al panorama plástico de la ciudad.
Diciero trabaja con la forma, el color y la luz, integrando el todo como una comunicación
plena que llega y conmueve al espectador. Recorriendo la historia memoramos que la
luz ha sido objeto de meditación pero también de evolución para el arte y los artistas.
Los dos últimos siglos lo prueban y sobradamente con los ensayos de los
impresionistas, por tomar un ejemplo muy socorrido, pero viene de lejos si recordamos a
Leonardo o Vermer de Delft que exploraron la relación entre el mundo y la luz que lo
revela. Y los últimos años de la pasada centuria han allegado, también, lo suyo en las
instalaciones y las tentativas de muchos escultores para integrar la luz a la materia.
Y Diciero se aventura en ese terreno difícil pero fértil y despliega ante la pupila sus
hallazgos. El salón está habitado por una magia que recuerda la invocación primitiva,
los círculos de piedra remotos o las ventanas coloreadas de la Edad Media. En Diciero
también juega, y mágicamnete, una luz de sutil trasfondo religioso. El color, las formas y
las manchas se ordenan y danzan al influjo de una luz que semeja ordenar y dar ritmo al
silencio y a la muerte, alejándolas con su invocación a la luz, el tercer personaje
dinámico de su obra. Y un cosmos nuevo resurge y nos envuelve con su encanto y
evocación.
Si se ha discutido sobre si el arte aún con los medios más refinados de la técnica, ese
costado de nostalgia y anhelo de magia que perdura desde nuestros ancestros, puede
ser por cierto, logrado y comunicado cuando hay amor por la obra y el humano, cuando
se la siente como un medio y no un fin, por sorprendente que sea, en sí mismo surge
como un fruto pródigo y logrado.Y sara Diciero lo prueba en esta muestra inolvidable y
que nos aguarda en "Islas Malvinas" hasta el 30 de este mes que compartimos, Y que
prueba también, que en medio de la desesperanza, nuestros artistas aún, siguen
soñando...
Jorge Héctor Paladini
Escritor
La Plata, junio de 20002
La nueva exposición de Sara Diciero en el Centro Cultural Islas Malvinas provoca la
maravillosa sensación de encontrar que el sentido de la obra se une al sentido del
espacio. Lo que antes fue un cuartel militar, es hoy un excelente espacio cultural; lo que
ayer fue un centro clandestino de detención, hoy irradia luz y vida a través de la
creación plástica.
Y esto es así porque Diciero utiliza como soporte artístico artefactos eléctricos que se
usan habitualmente para hacer publicidad. Los diversos frentes pintados al óleo irradian
una luminosidad particular que atraviesa la penumbra del espacio. Es luz pintada que
resbala por el piso, se eleva y desmaterializa el muro.
La muestra se compone de cuatro instalaciones con cincuenta y dos cajas lumínicas
que alcanzan, desde un original lenguaje, el justo equilibrio entre la imaginación activa y
el compromiso físico del contemplador.
Su inquieta personalidad buscó un soporte no tradicional que le permitiese detener con
las manos toda la vorágine del círculo cromático.
Y esto es porque se expresa con el óleo, un material dúctil que lleva más de quinientos
años de existencia, y cuyas posibilidades de veladuras y transparencias son agudizadas
por la intensidad lumínica.
Sin embargo, su originalidad no sólo reside en el tratamiento que le da a la pintura, sino
en la intensidad que le otorga al soporte y al impacto que la luz causa sobre éste.
El protagonismo lo tiene la luz; la artista sostiene en esencia toda expresión plástica que
une diversos estilos y materiales. Las placas de resina o acrílico son intervenidas a
través del color; el aporte de la luz en un ámbito oscuro da por resultado una sensible
provocación a la retina.
Los títulos de las instalaciones: "Travesía terrestre", "Travesía a distancia", o "Vistas
panorámicas", "Microorganismos", "Travesía nocturna", nos sugieren que de esta
manifestación abstracta podemos sospechar una topografía desconocida, heridas de la
tierra, aventurar un paisaje lunar con hendiduras y cicatrices, descubrir el azul intenso
de un glaciar flotando a la deriva, o sentir el calor del sol con sus amarillos y naranjas
incandescentes.
Tenemos la absoluta libertad para dejarnos llevar e introducirnos en esta suerte de
superficies escabrosas pero sensuales, insondables y hasta fantasmagóricas, rodeadas
de un misterio que admite miles de sugestivas interpretaciones, y que nos transportan a
lugares sensibles y desconocidos de nuestro mundo interior.
Julio Sapollnik
Crítico de Arte
Periódico Arte al día informa
Julio de 2002
Inagenes de dos mundos fantásticos
Desde fuera de una de las salas del Centro Cultural Malvinas, llama mucho la atención
el tipo de luz que se ve dentro, una especie de penumbra. Al entrar las cosas se
aclaran, se trata de la muestra de Sara Diciero, a la que tituló "Travesías lumínicas".
Esta artista ha concebido una serie de "paisajes" abstractos a partir de la tecnología
derivada de los baklights, es decir cajas que contienen tubos de luz, con una de sus
caras pintadas sobre una capa de resina transparente.
Dispuestas en grupos compactos, cada caja supone una obra sin conexión con las que
se encuentran a sus lados. La pintura surge, en muchos de los casos, como algo propio
del azar. En otras, la artista logra determinadas atmósferas "guiando" el recorrido de la
mancha lo que le quita un tanto de espontaneidad.
En otra de las salas del Centro, se encuentra una gran muestra de Carlos Rubín, en la
que presenta una visión un poco más "trágica" ...
....Dos excelentes muestras y dos brillantes tipos de mundos fantásticos.
Ricardo Álvarez Martín
Crítico de Arte de La Plata
Diario El Día 7/7/2002
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