Sección monografías * El chiste y su escena ** Alcira M. Alizade "En definitiva, cada problema psicológico nos lleva a adentrarnos tanto en la psicología que, en el fondo, ninguno puede tratarse aislado". T. Lipps (1898), "Kornik und Humor" Introducción Estas páginas tratan sobre el chiste, y si elijo esta cita de Lipps en su apero tura es porque refleja el posible sendero que, partiendo del chiste, desemboca en las múltiples ramificaciones por donde se anudan las formaciones del inconsciente: sueño, acto fallido, síntoma, chiste. La palabra "chiste" o "Witz" en el idioma alemán se impone con su abanico de connotaciones: ingenio, ocurrencia, agudeza, chanza, broma, gracia. Sigmund Freud, en su obra El chiste y su relación COIl el inconsciente, no es siempre estrictamente riguroso y utiliza la misma palabra Witz en su acepción de chiste así como de broma o gracia. Al mismo tiempo, en otros pasajes del texto, puede observarse la preocupación con que intenta delimitar los fenómenos en juego en el chiste propiamente dicho o chiste auténtico (A.E., p. 126). Refiriéndose a esta distinción semántica escribe: " ... y el uso lingüístico ni siquiera traza un distingo consecuente entre chanza y chiste" (A.E., VIII, p. 124; G.W., VI, p. 122). Es justamente a esta delimitación de la especificidad del fenómeno chistoso a la que he de abocarme. Considero al chiste propiamente dicho como una estructura verbal vincular de tres personas donde tiene lugar el montaje de una escena en el marco de un encuadre, cuya función psíquica es de alivio o aligeramiento del aparato psíquico a través de la liberación brusca y breve de tendencias inconscientes reprimidas * Monografía presentada en el Seminario del Dr. Mauricio Abadi, 1981, APA. ** Dirección: Gallo 1306, 3'! "A", (1425) Capital Federal, R. Argentina. Alcira M. Aliiude 1200 V que requiere premisas básicas intcrsubjct ivus para su constitución (concordancia psíquica y disponibilidad psíquica). Después de adentrarme en el estudio de esta estructura, el montaje de la escena y el proceso involucrado, haré una revisión de los momentos en que aparece la problemática del chiste a lo largo de la obra ele S. Frcud, La escena del chiste He de considerar ahora la escena donde se representa el chiste verbal y los elementos esenciales involucrados en el proceso chistoso. Ante todo quiero delimitar el territorio propio al chiste distinguiéndolo de los ámbitos afines tales como lo cómico. la chanza, la ocurrencia graciosa v "el campo de los fenómenos de la misma familia a saber: adagios \' proverbios, acertijos, poesía, creación literaria, emoción estética, amén del ilimitado universo en que la risa puede insensiblemente transmutarse en lágr imas" =. Repito entonces las líneas que escribí en la introducción intentando aproximarme a una definición: "considero al chiste como una estructura verbal vincular de tres personas donde tiene lugar el montaje de una escena en el marco de un encuadre, CU\'a función psíquica es de alivio o aligeramiento ** del aparato psíquico a través ele la liberación brusca y breve de tendencias inconscientes reprimidas y que requiere premisas básicas intcrsubjctivas para su constitución (concordancia psíquica v disponibilidad psíquica) ". Las tres personas inicrvinicntcs son: 1. el relator o creador del chiste = prirncra persona; 2. el o los personajes de la escena = segunda persona, 3. el oyente o los espectadores = tercera persona. v Estos elementos se articulan de la siguiente manera: la primera persona, actuando en forma similar a un apuntador de teatro relata la escena donde se despliega el relato del chiste mientras la tercera persona (el público) asiste a su desarrollo y disfruta del advenimiento del placer. Por lo tanto, "chiste" implica la puesta en escena o el montaje de una historia mediante un relato verbal con funciones específicas. Así como el territorio del humor y de lo cómico puede circunscribirse a una sola persona en quien se agota o a dos implicando el intcrjuego con un Superyó tolerante, el del chiste implica necesariamente un contexto social y la intervención del sistema inconsciente ==. El chiste es un relato al servicio del placer. Porque "desde el 1110111ellto que la vida 110S impone su severa disciplina, se al;a e/l nosotros una rcsistcncia contra el rigor y la 111011oton1ade las leves del pensamiento [ ... ] la razón se convierte en una enemiga que nos tniva de tantas posibilidades de placer ... " (A.E., XXII, p. 31; G.W., XV, p. 35). el! ;, Abadi, M., "Teoría XXXIX, 5, 1982. del chiste. Algunas precisiones", RE\'. ~',~'~ Erlcichterung DE PSICOANÁLISIS, == alivio, aligeramiento, desahogo. Freud utiliza este término (A.E., VIII, p. 150; Studienausgabe, IV, p. 148) acentuando la función de alivio más allá del ahorro psíquico, La tendencia sofocada encuentra un desahogo "más allá de la descarga, por mediación de la tercera persona interpolada" y "el ahorro se trasmuda en un alivio general de! aparato ,.",* psíquico", Yampey, N. (1981), "El concepto de humor en psicoanálisis". Seccion nionograiias 1201 y el chiste es una convocatoria al regocijo y, más profundamente, al aligcramiento del aparato psíquico. "Sueño en vigilia", según la expresión de M. Abadi, es uno de los caminos o accesos a breves momentos de placer durante el día. Es la brusca zambullida en el inconsciente que tiene lugar en la consumación del chiste la que da cuenta del placer de la descarga, al accederse a una representación reprimida. Se produce un verdadero movimiento intcrsistémico. Escribe Freud en el Compendio de psicoanálisis, en 1938 (G.W., XVII, p. 83; A.E., XXIII, pp. 158/9): "UI1 contenido precoI¡ciel1te puede ser temporariamente inaccesible, estar bloqueado por resistencias como ocurre en el olvido pasajero (escaparse algo de la memoria) o UWI cierto pensamiento preconcientc puede ser trasladado temporariamentc al estado inconcientc, lo que parece ser la condición del chiste." O sea, del prcconscicntc al inconsciente, y más tarde, gracias al fenómeno del chiste, brusca liberación hacia la consciencia. La censura u obstáculo externo o interno, de acuerdo a la clasificación freudiana, da cuenta de la perentoriedad psíquica a la creación o recreación de un chiste. Aquí cabe agregar que la cultura y la educación imponen represiones contra las cuales el aparato psíquico, "incansable buscador de placer", busca liberarse. El chiste, en tanto descarga de representaciones vehiculizadoras de tendencias prohibidas, implica también microataques aliviadores de tensión dirigidos a hipotéticos carceleros del placer. El chiste es una astucia del aparato psíquico y una forma indirecta ele expresar, aunque más no sea por un instante, la representación reprimida. Uno de los mayores atractivos del chiste, así como su eficacia, reside en esta fugaz liberación en forma tal que se evita la puesta en marcha del conflicto que supondría su plena conscicntización. Vale decir = eficacia de reír sin saber por qué. La liberación es tan fugaz en su temporalidad como relegada en su significación. De ahí la rapidez con que suelen olvidarse los chistes y que muchas veces de poco sirva el esfuerzo en recordarlos (similitud con el sueño). De ahí el interés y el valor de analizar los chistes significativos en la vida de un paciente durante el trabajo clínico analítico. El placer del chiste se expresa en la primera persona, sin considerar el proceso de creación, a través de la repetición al revivcnciar su escena al contarlo, y en evocar el placer que va produciendo en el oyente. En la tercera persona, el placer comienza apenas ésta intuye que un chiste ha de advenir. Es el placer previo, y la técnica se sirve de diversos artilugios para acrecentarlo: comicidad, ampulosidad del relato, distracción de la atención, entre otros. En el momento de la consumación del chiste, el placer se incrementa abruptamente, es el llamado placer mayor que da cuenta de la inmersión en lo inconsciente y en las leyes del proceso primario. Existen premisas básicas para que un chiste sea tal. Una es la "concordancia psíquica" o similitud entre las representaciones inhibitorias de la primera y la tercera persona. Implica afinidades culturales entre el relator y el oyente, la necesidad de poseer un mismo código, un mismo idioma, una posible "risa compartida". Otra premisa básica consiste en la disponibilidad psíquica del receptor, en que su talante esté dispuesto a recibir un chiste, vale decir, a tener acceso a un breve momento de placer. La expresión popular "no estoy para chistes" da cuenta de una autopercepción de un impedimento psíquico a recibir el efecto chistoso. Estas "cabezas" serían "no graciosas" para recibir chistes, a diferencia de las "cabezas graciosas" creadoras de chistes de las que nos habla S. Freud. Aleira M. Ali-:.adc 1202 Es interesante dcstucar que lrcud escribe cccr.:a lJ( !¿¡ "puJ.,ioll a comunic.u un chiste" (A.E., VIII, p. 137) cuando analiza el chiste e11 tanto proceso social, conjugando en varias oportunidades el verbo "pulsionar" al referirse a la fuerza que obliga con su perentoriedad a comunicar un chiste a los demás (pp, 136, 147, 148). Menciona también el "Kontrektationstrieb" de Moll (S.E., VII, p. 169 nota 2) la expresión "pulsión de contrcctación" que designa a una pulsión social que nos impulsa a contactar lus unos con los otros. En relación con el chiste, daría cuenta de su transmisión v propagación. Deeir chiste quiere decir palabra o, mejor aun, puesta en ejercicio del poder de la palabra. La representación de palabra se desliga en mayor o menor grado de la representación de cosa, hay pasaje de un circulo de representaciones a otro, múltiples asociaciones, representaciones indirectas, sustituciones metafórico-metonímicas. Estos movimientos de la palabra "plástico material con que puede crnprendcrsc tuda clase de cosa" al decir de Frcud (A. E., VIII, p. 34), provocan el switch o giro de llave que da cuenta del escamoteo al obstáculo y la liberación de la tendencia reprimida ", El chiste permite a la tendencia el obstáculo de la censura. sofocada dar el rodeo necesario para sortear Escribe Freud (A.E., VIII, p. 125): "la técnica peculiar del clust e v exclusiva de él consiste erz su proccdunicuto para asegurar e! empleo de estos recursos dispensadores de placer contra e! velo de la crítica, que cancelaría ese placer [ ... ;] es poco lo que podemos enunciar COIl carácter general acerca de ese proceder; como ya dijimos, el trahajo del chiste se exterioriza en la seleccion de un material de palabras y unas situaciones de pensamiento tales que el antiguo juego eOll palabras y pensamientos pueda pasar el examen de la crítica y para este fin se explotan con la máxima habilidad todas las peculiaridades del léxico y todas las constelaciones de la urdimbre del pensamiento. [ ... ] Acaso luego podamos caracterizar el trabajo de! chiste mediante una determinada propiedad; por aliara queda sin explicar cómo es posible que se alcance la scleccion provechosa para el chiste". Los exactos mecanismos en juego no son por lo tanto siempre fáciles de establecer. La instrumentación de esta variedad de técnicas de la palabra y del pensamiento, donde reconocemos los dinamismos básicos que rigen el proceso primario, "posibilita la satisfacción de una pulsián (concuspiccnte u hostil) COIl' tra un obstáculo que se interpone en su camino; rodea es/e obstáculo y así extrae placer de una fuente que se había vuelto inasc quibl e por obra de aquel" (A.E., VIII, p. 95; Studicnausgabc, La palabra, libidinizada, VI, p. 96). es el instrumento efector de la descarga pulsional. Me interesa examinar ahora mús de cerca la escena del chiste y el "escenario psíquico" ("Psychischer Schauplatz", G.W., VI, p. 200) donde todos los elementos precedentemente nombrados se dan cita. Postulo que se trata en realidad de una doble escena, y la distancia que media entre la primera y la segunda da cuenta del surgimiento del mayor o menor efecto chistoso. Disecar el chiste en sus dos escenas presenta al desnudo que "el sentido latente del chiste no es chistoso" (M. Abad i, p. 707) sino que por lo contrario concurren allí todas las pasiones humanas: odio, rivalidad, deseos de muerte, sexualidad. Es ésa su sustancia. Escribe M. Abadi: "El chiste amasa con dolor y COII la sangre ele 1111 narcisismo herido su [ ... ] placer" y un puco más * M. Abadi, en "Teoría del chiste. Algunas precisiones", p. 714, utiliza el modelo del switch o giro de llave para designar el momento en que el "otro uso ele la palabra aparece". Sección monogralias 1203 adelante refiriéndose a lo ficticio e imaginario del placer obtenido: "¡Qw; balsama sobre la herida abierta de mi castración!" En el pasaje de la primera a la segunda escena un cambio tendrá lugar: el drama se vestirá de comedia, es la vestidura chistosa, la fachada del chiste. y la primera escena recibe su particular montaje, donde, en un contexto social específico, la hilaridad encontrará el espacio posible para su descarga. Utilizaré algunos ejemplos de chistes del propio texto de Frcud El chiste y Sil relación COIl el inconsciente para ilustrar la doble escena en juego. El primero es el de Screnissimus, miembro de la realeza, quien realiza un viaje por sus posesiones y entre la multitud repara en un hombre que se parece llamativamente a su propia, alta persona. Se le acerca y le pregunta: "¿Sin duda su madre sirvió alguna vez en palacio?" "No, Alteza -responde el hombre-, fue mi padre". Intentemos por un momento despojar al chiste de su vestidura chistosa y representarnos la escena primera, háyasc producido o no en la realidad. Vale decir, escuchemos la historia fuera del escenario donde el contexto social la constituye en chiste. Es una escena de rápidas estocadas verbales donde prima la agresión. La palabra es utilizada en un doble sentido. "¿Su madre trabajó en palacio?" esconde la pregunta "¿su madre habrá tenido relaciones sexuales con mi padre?" Y la respuesta es igualmente alusiva y sostenedora de una cierta distancia con la agresión directa. La satisfacción de la tendencia se encuentra frente a un obstáculo. Escena paralizante: los dardos se cruzan, y la agresión se disfraza silenciando a los oponentes. Alusión por alusión, la agresión se mantiene latente. ¿Puede acaso Serenissimus atacar u ofenderse abiertamente ante esta respuesta de su vasallo? Efecto obturador de la palabra donde sería muy difícil imaginar el más ligero atisbo de sonrisa ante la respuesta del labriego. Primera escena de ingenio, el chiste se constituirá en un segundo momento cuando el contexto se vista de fiesta y la segunda escena sea montada en el escenario psíquico apropiado para su despliegue. Veamos otro ejemplo (A.E., VIII, p. 31). Se cuenta que una dama italiana se vengó de una falta de tacto del primer Napoleón mediante una respuesta basada en esta misma técnica de la acepción doble. Durante un baile en la corte, Napoleón le preguntó, señalándole a sus compatriotas: "Tutti gli Italiani danzano si male?" Ella replicó con prontitud: "Non tutti, ma buona parte" (Brill,1911). Observamos aquí también como la doble acepción y el manejo de la palabra "Buonaparte" han permitido que la dama devuelva la agresión a Napoleón obturando al mismo tiempo ese segundo sentido a nivel manifiesto. En esa escena el chiste no se ha constituido. No hay talante ni plataforma apropiada. Es el contexto y el acuerdo entre los protagonistas lo que permite el advenimiento del chiste. Intentemos recrear la primera escena. ¿Puede acaso Napoleón ofenderse frente a la respuesta recibida? ¿Adjudicarle a la dama del baile una intención aviesa en utilizar esas palabras? Sobreviene luego el segundo tiempo y, ahora sí, en su escenario apropiado, a una nueva distancia situacional y psíquica, la historia volverá a ser contada en su envoltura de chiste. Seguramente las llamadas "cabezas graciosas" por Freud, creadoras de chistes, poseen una peculiar disposición psíquica para construir estas tristes, agresivas y tendenciosas escenas primeras para seguidamente dotarlas de la vestidura específica y conducirlas al escenario chistoso. 1204 Alcira M. Alizade Para sintetizar lu expuesto, intentaré esquematizar el proceso del chiste verbal descomponiéndolo en tres tiempos y recortando los principales elementos intervinientes. El prima tienipo es el del placer previo y se instala desde el inicio del relato y aun antes, ante la promesa Lid próximo relato de un chiste. Es el instante de preparación al placer ante la representación-expectativa de un juego de palabras liberador. El estímulo ha sido lanzado y los recursos técnicos de la palabra van desplegando una quimérica escena prometedora de un placer mayor. Los artilugios técnicos se suceden: fachada silogística, desplazamientos sofistas (A.E., VIII, p. 108), aportes desde la comicidad, desvío de la atención de la representación en juego. La primera persona cuenta y la tercera se regocija de antemano mientras entra en escena la segunda persona objeto de la tendencia que ha de descargarse. De esta manera va cntrctcjicndosc una filigrana verbal cuya resultante es un incremento de la estasis psíquica, término acuñado por Lípps, que define e! incremento tensional producido. El efecto liberador de! segundo tiempo será tanto mayor cuanto más intensa sea la sofocación de las tendencias reprimidas. El segundo tiempo es el de la descarga, del placer mayor, cuando finalrnente, gracias al juego de palabra, emerge la representación reprimida. Los elemcntos específicos de este segundo tiempo lo constituyen la brevedad y el brusco movimiento psíquico, la comprensión instantánea de la sustitución metafórico-metonímica. El inconsciente se abre un lugar sostenido desde la vigilia y la consciencia, para rescatar una representación, una palabra, vchiculizadora de una tendencia vinculada a un complejo mocional. Retomo aquí el concepto de complejo chistoso (Komplexwitz) desarrollado por Freud en 1910 en su carta al Dr. Friedrich S. Krauss sobre la "Anthropophyteia", Dice allí: "Muchos de los chistes más apreciados SOI1 chistes por COIl1- pIejos debiendo Sil efecto liberanic y jocoso a la hábil revelación de los com pleios normalmente reprimidos". Vale decir que, entre el estímulo (relato del chiste por parte de la primera persona) y la respuesta (descarga hilarante de la tercera persona), se encuentra el complejo chistoso o existente constituido por un conjunto de representaciones inconscientes vinculadas entre sí. El estímulo las gatilla, y su pasaje liberador y fugaz a la consciencia provoca la risa o descarga. El relato del chiste va produciendo un goce creciente ante el premio de un goce mayor cn el momento culmine cuando la representación es sorprcsivamente revelada mediante la fugaz zambullida en el inconsciente. Y así como "la represión actúa de manera altamente individual" al decir ele Freud en su artículo mctapsicológico de la represión (E.N., I P, p. 1047), de la misma forma actúa la representación liberada. El concepto de "complejo chistoso" es útil para comprender el efecto chistoso general de un determinado chiste sin dejar ele lado el carácter singular en cada oyente, provocando reacciones cuantitativas y cualitativas diversas. Una vez más, el análisis del efecto producido por un chiste se presenta como otra "via regia" de acceso al inconsciente, En este segundo tiempo existe una verdadera "constelación de desencadenamiento" (A.E., VIII, p. 129), una multiplicidad de factores que intervienen simultáneamente. El tercer tiempo del chiste es e! de la transmision y propagacion. Si bien una tendencia reprimida ha emergido del inconsciente, esta fugaz emergencia retorna a sus orígenes inconscientes. En la transmisión del chiste, la tercera persona se convierte en primera persona para repetir la experiencia de placer. Este momento se vincula con el concepto freudiano ele la "pulsión a comunicar un chiste" que comentara precedentemente (p. 5). Seccián monografías 1205 Podemos sintéticamente esquematizar el chiste verbal de la siguiente manera: 1~ persona relator (creatividad, "cabeza graciosa") 2~ persona personajes de la escena segunda; despliegue del escenario psíquico 3~ persona espectadores u oyente; descarga; risa; alivio EXISTENTE ESTÍMULO (COMPLEJO RESPUESTA CHISTOSO) 3 1 1er. tiempo. Placer previo. Artilugios técnicos y aumento de la estasis psíquica (Lipps). Representación -expectativa. 2do. tiempo. Placer mayor. "Switch". Breve y brusca inmersión en el inconsciente. 3er. tiempo. Transmisión. Propagación. Revisión de las citas de S. Freud sobre el chiste a lo largo de su obra Estas citas fueron rastreadas en la Gesammelte Werke, en la Standard Edition y en las ediciones castellanas de Biblioteca Nueva y de Amorrortu. La primera data de 1895 y la última de 1938. Pese a la extensión en el tiempo, son poco numerosas. Lo fundamental del pensamiento de Freud sobre el chiste nos remite al texto de 1905El chiste y su relación con el inconsciente. Las citas anteriores a esa fecha muestran el hilo de pensamiento en Freud que lo lleva a dedicarse exhaustivamente al estudio del chiste. y en tanto formación del inconsciente, Freud mencionará una y otra vez la estructura del chiste al examinar las particularidades del sueño, el acto fallido, la formación de síntomas o los complejos inconscientes. 1895 Veamos la primera cita. La palabra "Witz" se encuentra por vez primera en el historial de Isabel de R., nota al pie de página (G.W., 1, p. 251; S.E., II, p. 181). Comenta el caso de una paciente, Cecilia M., quien durante cierto tiempo trastrocaba los pensamientos en alucinaciones, "cuyo develamiento producía a menudo mucha gracia" (Witz). En una oportunidad se representa a los dos médicos que la tratan, Brcucr y Freud, colgados en sendos árboles vecinos de un jardín. Esa misma tarde, ambos le habían negado un medicamento que solicitara. "El uno es el pendant del otro", pensó para sí la paciente. "Pendant" significa compañero, pareja. "Pcndant" también significa colgantes, pendientes. Un efecto de condensación produce gracia. Alcira M. Alitade 1206 1897 El época: cuales tomas tientpo hondo 12 de junio de 1897 le escribe a Fliess, su interlocutor válido de aquella "Creo que lo cunt part intos torio COIIW esos dos schnorrcr, 11110 de los comienza por ad iudicarsc a sí mismo la provincia de Posnanaia : tú lo biolágico, a mi tn c dcia. lo psiquico. Te coní csare que elz el último lile dedique a reunir zmil buena col cccicn! de cucnt os judíos, plenos de sigllificado", 1899 y el 11 de sct icrnbrc le escribe: "(JI'C' el soiian t : SC(/ demasiado chistoso cierto. pcru YO IIU !c'lIgu IliUÍiI qu, l'cr C'JI! ello ni es IlZO!il'O de 1lI1 reproche. Todos los sonantes S!JI/ i:_:uillllzel/le insoport ablenicntc chistosos y lo .1'011 por necesidad, porque están ,'11 lil/ brct c l' la ví" rlirecta les es/á cerroda [,. .] El a purcnt c caráct er chistoso ele t oclo. los pr:JCCSOS inconscicnt cs está intimantcntc vincularlo CUIl 1(/ t coria del chist: v de lo cumico," CS SC!'.IlUiIl/ClltL' Esboza aquí lo o censura. el concepto de "rodeo" COIllO asiuci., ps.íquica ante un obstácu- 1900 1,(/ int crprct acion dc! los Slk'J/US, E<e lc'xlu capital abunda en citas referidas a chistes y bromas. Mencionaré algunas, Frcud se pregunta (G,W, I1/I1I, p. 182; A,E" IV, p. 192): "¿Qué pasaría si en ;'L': de Flora se llamase Al/a?", aludiendo al nombre dc una paciente en un sueño. Responde: "Si no se hubieran ofrecido estos nexos de pensamiento, COIZ probuhil idcul se Iiabrian escogido otros. Es tan fácil establecer relaciones de ese tipo COII/U bien pueden demostrarlo las udivinanzas y acertijos COI/ los cuales I/US divertimos durante el dia. El dominio del chiste [Witz] es ilimitado", (Las redondas son nuas.j Otra cita (G.W,: II/III, pp. 350/1; A,E" V, 1', 351): "El/ vista del papel que chistes verbales, citas, canciones y proverbios dcscm pciian ('1/ la vida intelectual de las personas cultas, es atinado esperar que disiraces de esa índole se empleen con mucha [rccucncia pura [igurar los pensamientos oniricos," Una y otra vez encuentra similitudes cnt rc los artilugios de que se valen el chiste y el sueño (G,W" 1I/1I!, p, 422; A,E., V, p. 420). En las páginas 476;7 de A.E" Y, leemos: "[uent cs de aiccto pasibles de librar el mismo afecto se conjugal1 en el trabaio del sllello pum la [orniacion de éste". Y agrega en una cita de 1909 al pie de pügina: "de manera análoga lie explicado el efecto placentero extraordinutiamenu: fuer/e de! chist e t endcnciosc)" (G,W" II/III, p, 484; S,E" VIII, p. 136), Frcud observa cst ructuracioncs an:¡]og:1s en sueños. chistes y mitos: "EL simbolismo onirico ¡¡OS lleva mucho nuis allu cid suciio : 110 pertenece en propiedad a él sino que de igual 1I1(///(I(Z preside la [iguracion en los cuentos tradicionales, mitos y sagas, L'I/ los chistes \' ('1/ el folklore [,. ,] 1/0 es engenamelo por el t iahujo del sucito sil/U que es UI/(/ peculiaridad, probablemente de nuestro pensar inconsciente, que brindo 11 aquél el lila/erial para la candensacian, el dcsplaranucnto v la dranuu imcian" (G,W" II/IIl, p, 356). 1901 Psicopatologia de la vida cotidiana. Frcud (G,W" IV, p. 88; A.E" Y, p. 80) observa que "el parentesco entre el chist,' .l' 1111(/ cquivocacion oral está también basado en que la equivucaciul1 ora! I/() ('\ 1I ¡;/Cll/U/O niás que 1l1/il cOl1denSlICi(JI1", Antes (G,\V" p. 82; A,E" como una "palabra ~raciosa" p, 77) muestra de qué mancra un lapsus actúa intencional, diferenciando de acuerdo con esta Sección monografías 1207 intcncionalidad (G.\V., j). 87; A.E., p. 79) la consciente del chiste de la inconscícate del sueño y la equivocación oral. En un párrafo agregado en 1907 (G.W., p. 97; A E., p. 88) escribe: "Las contingencias favorables del material lingüístico suelen engendrar casos de equivocación oral que producen el efecto desarman te de un desenmascaramiento o un resultado de total comicidad análogo al chiste [Witz)". En la página 101 G.W. o 93 A.E., comenta algunos "actos fallidos graciosos" y en la 141 G.w. o 127 A.E. habla de equivocaciones en la escritura que remedan un chiste malo. Vamos viendo cómo va entrelazando nexos estructurales entre el chiste, el sueño y los actos fallidos. 1905 El chiste y su relación COl1 el inconsciente Exhaustivo análisis de la estructura del chiste y el dominio de lo cómico. Único texto de Freud dedicado exclusivamente a este sujeto. 1906 La "Gradiva". Freud comenta, refiriéndose a las frases de doble sentido que Jensen coloca en boca de Zoe y Harold: "Es un t riunio del chiste (Witz) el poder figurar de la misma forma el delirio y la verdad" (G.W., VII, p. 112; A.E., IX, p. 70). 1909-1910 Cinco conierencias de la Clark University, EE.UU. En la tercera conferencia alude al significado oculto en síntomas y chistes (G.W., VIII, pp. 28-30; A.E., XI, pp. 26-27). Relata el chiste "Whcrc is thc Saviour?" ya estudiado en su texto de 1905 y destaca el fenómeno de la "alusión con omisión" para expresar una idea. Homologa a ambos mecanismos en el chiste y en la "ocurrencia sustitutiva" que tiene lugar en el olvido. Dice: "No podemos esperar que en el chis/e reencontraremos todas las circunstancias que conieturanios para la génesis de la ocurrencia en nuestros pacientes pero insistamos en la identidad de motivación entre chiste y ocurrencia". 1909 No/as sobre lUZ caso de neurosis obsesiva. Freud hace diversos comentarios sobre risas y sonrisas inapropiadas que enmascaran tendencias agresivas. 1910 Carta al doctor Friedrich S. Krauss sobre la "Anthropophvtcia" (carta publicada en el volumen VII de la Anthropophyteia, anales para estudios Iolklorísticos e investigaciones sobre la evolución de la moral sexual, dirigidos por F. Krauss; cv«, VIII, pp. 224-225). Retoma aquí el concepto de complejo específicamente referido al chiste (ver p. 1204). Escribe: "Actualmente denominamos complejo en psicoanálisis a una trama de representaciones con sus afectos correspondientes :v estamos dispuestos a declarar que muchos de los chistes m ás apreciados SOIl chistes por complejos (Kornplexwitzc) debiendo también su efecto liberante y jocoso a la hábil revelación de los complejos normalmente reprimidos [... ] podemos afirmar [... ] que los chistes eróticos y de otra índole que circulan por el pueblo SOIl excelentes recursos auxiliares para investigar la vida psíquica Íllconsdente del hombre, tal como lo SOIl los sueños, los mitos y las leyendas a cuyo aprovechamiento ya se dedica el psicoanálisis". La idea de complejo es fundamental para dar cuenta del mayor o menor efecto hilarante que determinado chiste produce en determinada persona en Alcira M. Alitade 1208 función del grupo de representaciones activadas. Nos remite a la singularidad del sujeto. No puedo dejar de recordar en este punto las líneas que Freud escribiera al final de la introducción a su obra sobre el chiste: "parece indicado tomar COIIlO objeto de indugacion los ejemplos de chistes que el1 nuestra propia vida IlOS han hecho la tnavor impresión y 110S han hecho reir con más ganas". 1913 Tótem y tabú. Escribe acerca de los chistes sobre suegras (G.W., IX, p. 21; "El hecho de que la broma (Witz) de los pueblos civilizados haya tomado C01110 objeto predilecto el tenia de la suegra indica, a mi parecer, que las relaciones de sentimiento entre ambos conllevan U/lOS componentes que ent ran en aguda oposición. Opino que ese vinculo es en verdad 'ambivalente' compuesto de mociones encontradas, tiernas .\' hostiles", A.E., XIII, p. 24): 1914 Historia de U1/a neurosis inj ant il, En el cap. VII dice (G.w., XII, p. 107): "Hasta mucho des pues de los comicnt.os de Sil enfermedad última conservó el paciente aquella int ensa complacencia en los chistes y las imágenes anales que corresponden en general a la ruilc:« de algunas clases sociales". 1914 Historia del ntovimicnto psicoanalitico. Escribe: "Mi libro sobre el chiste diu 1/n primer c ieniplo de la aplicacion del pensamiento analítico a temas estéticos. Esta labor espera aún continuadores, que seguramente habrán de obtener en tal terreno una rica cosecha". [Las redondas son mías.] 1915 La reprcsion «s.w., X, p. 253; A,E., XIV, pp. 145·146): "Existen técnicas particulares creadas COI!el propósito de provocar alteraciones tales en el juego de las [uerzas psíquicas que lo mismo que de otro modo produciría displacer pueda por una vez resultar placen/ero, y, tan pronto como HilO de estos medios técnicos entra ell acción, queda cancelada la represion para un representante de la pulsion que de o/ ro modo seria rechazado. Esas técnicas solo se han estudiado hasta ahora con precisión respecto del chiste. Por regla general la cancelación de la rcpresion es sólo provisional; enseguida Sé' restablece". [Las redondas son mías.] 1916-1917 Conierencias introductorias al psicoanálisis (G.W., XI; A.E., XV): 7.' conferencia: "Contenido manifiesto del sueño y pensamientos oníricos latentes". Freud se está refiriendo al sueño y a las imágenes visuales del contenido manifiesto que ocultan pensamientos abstractos. Escribe: "Ven, además, que por es/e camino se vuelve posible crear en el sueño imágenes sustitutivas para toda una serie de pensamientos abstractos, imágenes que sirven al proposi/o de ocultamiento. Es la técnica de nuestros acertijos en imágenes". ¿De dónde les viene a tales figuraciones su apariencia de algo chistoso>, se pregunta Frcud, dejando abierta la respuesta (G.W., XI, p. 120; A.E., XV, p. 111). 11~ conferencia: "El trabajo del sueño": "tumbién el chiste se sirve C01l [recucncia de la alusión sin atenerse a la conáicion asociativa entre los contenidos y reem pl azundo esta asociación por una asociación externa inhabitual fundada en la similicadencia, en la nuüt iplícidad de sentidos de algunas palabras, et c., pero observa, sil! embargo, rigurosamente la condiciori de 'inteligibilidad' pues /10 cal/sarÍa eiecto 'chistoso' ¡¡illgu¡¡o si 110 pudiésemos llegar sin dificultad desde la alusion al ob jet o de la misma" (G.W., XI, p. 177; A.E., XV, pp. 158·9). Scccián 120; monogralias Continúo citando: "ahora el sueño se ha emancipado de los lazos más extrínsecos y eso es incomprensible v, si se un chiste malo". eH bien, la alusión por desplazamiento empleada de ambas restricciones. Se entrama por medio remotos con el elemento al que sustituye: por la deshace, su interpretación impresiona como Estas ricas observaciones van mostrando la profundización de Freud en el estudio comparativo entre sueño, chiste, acto fallido. En la misma confcrencia vuelve a referirse a las formaciones mixtas en los deslices en el habla, insistiendo en que hay chistes cuya técnica se basa CIl una condición de esta índole. 14~ conferencia: "Inseguridades y críticas" (G.W., XI, p. 242; A.E., XV, pp, 215/6). Transcribo íntegra esta cita debido al interés que presenta, "En realidad ha ocurrido con harta frecuencia que el chiste del soñant e se creyera del intérprete. Hay alÍn otros ejemplos en los que es I11l1ydifícil decidir si se está frente a un chiste o frente a U11 sueño. Ahora bien, recuerden ustedes que idéntica duda se nos planteó ante muchos deslices en el habla" (p. 38/9). Frcud se pregunta el origen sueño de autoerotismo. de tanta semejanza entre sueño y chiste recordando UIl "Esta pregunta, eH su tiempo, me distrajo un poco de mi camino pues me impuso la necesidad de someter al chiste C0ll10 tal a una indagación a fondo. De ahi resultó en cuanto a la génesis del chiste, que una ilación de pensamiento preconsciente es aban donada por un momento a la elaboración inc. de donde después emerge como chiste. Bajo la influencia del inconciente experimenta la acción de los mecanismos que reinan allí, la con· densacion y el desplazamiento, vale decir, los mismos procesos cuya participación hemos descubierto ell el trabajo del sueño, y a esta comunidad ha de atribuirse la scmejanea entre chiste y sueño, allí donde aparece. El 'chiste onírico' indeliberado no ofrece nada de la ganancia de placer del chiste. Quizá la profundización en el estudio del chiste pueda enseñarles a ustedes el porqué: El 'chiste onírico' [Las redondas 110S parece un chiste malo, no 710.1' hace reír. 110S deja fríos". son mías.] 1920 Más allá del principio de placer (GW., XIII. p. 36; A.E., XIX, p. 35): "Vil chiste escuchado por segunda vez 110 Izará casi efecto. La novedad será COI1dicián del goce". 1921 Psicología de las masas y análisis del yo: Cap. 11, "Un grado en el Yo" p. 146; A.E., XIX, p. 124). Dice: "En el curso de nuestro desarrollo hemos emprendido una separacion de nuestro patrimonio anímico en ll/l yo coherente y una parte inconsciente que se dejó fuera de aquél; y sabemos que la estabilidad de esta adquisición reciente estd expuesta a constantes perturbaciones. En el sueño y la neurosis, eso excluido insiste en ser admitido a las puertas custodiadas por resistencias, y el! la vigilia y el estado de salud 110S servimos de particulares artificios para acoger t emporariantcntc C/1 nuestro yo lo reprimido sorteando las resistencias y mediante una ganancia de placer. El chiste y el humor, y en cierta medida lo cómico en general, podrían considerarse bajo esta luz". (G.W., XIII, 1921 Psicoanálisis y telepatía (GW., XVII, p. 35; A.E., XVIII, p. 176). Considera el rol del automatismo psíquico en el chiste. "A las maniobras astrológicas de la adivina [... ] en el chiste hallamos procedimientos similares cuando se trata de asegurar a un proceso psíquico un decurso más automático". I_?/O lile ira M. 111i;'(/ de 1924-1925 Autobiograiia (G.W., XIV, p. 91; A.E., XX, p. 61). "Ell1prendí la investigacion del chiste y encontré que su esencia residía en SIIS medios técnicos los cuales 110 erall silla los empleados por la clalroracion ouirica, o sea, la conilensacion, el dcsplaramicnto, etc. A esto se enlazo la invcstigacion económica relativa al nacimiento del placer en el oyente del chiste. La solucion de este problema file la de que dicho placer nacia por la sunrcsion nionicnt ánca del csiucrro de rcpresion provocado por la inilucncia de 1l/1!I prima (incentivo) de placer oírccido (placer previo) ". 1926 El análisis profano (G.W .. XIV, p. 241; A.E., XX, p. 199). Escribe lrcud: "También es propio del niiio investir con interés sexual las dos ncccsidacics excrementicias. La educacion impone niás larde 11/111 scparacion t aiunt c que la práctica de los chistes vuelve (/ cancelar", 1927 El IUII170r. Considera l'!1 este artículo el fenómeno veintidós años después a dedicar un c-tudio exhaustivo del dominio del "Wiltz", del humor. Vuelve así aunque breve al terna 1932-1933 Nuevas coniercucias int roduct orias al psicoanátisis. 29" conferencia: "Más singular aun es el otro proceso cl-: dcs píurumicntc. o trunsiercncia del acento, que en el pensamiento concicnt c es conocido tan sólo C01770error mental o C0i710 medio del chiste" (G.W., XV, p. 21; A.E., XXII, JI. 19). 30" conferencia. "Sueño y ocultismo": "Desde el momento en que la vida ¡¡OS impone su severa disciplina, se al::,a e'1 nosotros una resistencia contra el rigor v la monotonía de las leves del pensamiento v contra las cxigcucias de la prucba de realidad. l.a ra;:an se convierte e/l una enemiga que /105 priv« de t ant as posibilidades de placer [... ]" Descubrimos cuánto placer procura escapar a ella por lo menos tcm poralmcnt e y entregarse a las seducciones de lo insensato. El escolar se divierte haciendo juegos ele palabras, el especialista tonta en 111'0' nta sus actividades dcspucs de 1111 cOl/greso cicntiiico ." hasta el 1101711¡¡-emás serio saborea el chiste". 1938 Compendio de Psicoanálisis (G.\V., XVII, p. 83; AL, XXIII, pp. 158·15<)): "El mantenimiento de ciertas resistencias internas es {{/1el coud icion de la normalidad. Un rclaiamicnto asi de las resistencias, CO/1 el consecuente avance de un contenido inconsciente, se produce ele IIW:U'/'{/ rcgul a r en el estado ele dormir, con lo cual queda establecida la condiciún para que se [orinen sueños. A la inversa, W1 contenido prcconcicnte puede ser tcm porariantcnt c inaccesible, estar bloqueado por resistencias como OCIII'/',' ell el olvido pasajero (escaparse algo de la memoria) () mili cierto pcns.uuicnio prcc. puede ser trasladado tcrnporariarnente al estado inconsciente, lo que parece ser la condición del chiste -, Veremos que 1l1Ul nuulan :a hacia atrás COIllO esta, de CO/1/cIlÍdoS () procesos prcconcientes al estado inconsciente clcscm pciui 1I11gran papcí en la causacion de perturbaciones ncuroticas". [Las redondas son mias.] " Ver p. 1201.