* El chiste y su escena - Biblioteca Digital de APA

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Sección monografías
*
El chiste y su escena
** Alcira M. Alizade
"En definitiva, cada problema psicológico nos lleva a
adentrarnos tanto en la psicología que, en el fondo, ninguno
puede tratarse aislado".
T. Lipps (1898), "Kornik und Humor"
Introducción
Estas páginas tratan sobre el chiste, y si elijo esta cita de Lipps en su apero
tura es porque refleja el posible sendero que, partiendo del chiste, desemboca en
las múltiples ramificaciones por donde se anudan las formaciones del inconsciente: sueño, acto fallido, síntoma, chiste.
La palabra "chiste" o "Witz" en el idioma alemán se impone con su abanico
de connotaciones: ingenio, ocurrencia, agudeza, chanza, broma, gracia. Sigmund
Freud, en su obra El chiste y su relación COIl el inconsciente, no es siempre estrictamente riguroso y utiliza la misma palabra Witz en su acepción de chiste
así como de broma o gracia. Al mismo tiempo, en otros pasajes del texto, puede
observarse la preocupación con que intenta delimitar los fenómenos en juego en
el chiste propiamente dicho o chiste auténtico (A.E., p. 126). Refiriéndose a esta
distinción semántica escribe: " ... y el uso lingüístico ni siquiera traza un distingo
consecuente entre chanza y chiste" (A.E., VIII, p. 124; G.W., VI, p. 122).
Es justamente a esta delimitación de la especificidad del fenómeno chistoso
a la que he de abocarme.
Considero al chiste propiamente dicho como una estructura verbal vincular
de tres personas donde tiene lugar el montaje de una escena en el marco de un
encuadre, cuya función psíquica es de alivio o aligeramiento del aparato psíquico
a través de la liberación brusca y breve de tendencias inconscientes reprimidas
* Monografía presentada en el Seminario del Dr. Mauricio Abadi, 1981, APA.
** Dirección: Gallo 1306, 3'! "A", (1425) Capital Federal, R. Argentina.
Alcira M. Aliiude
1200
V que
requiere premisas
básicas
intcrsubjct
ivus para su constitución
(concordancia psíquica y disponibilidad
psíquica).
Después de adentrarme
en el estudio de esta estructura,
el montaje de la
escena y el proceso involucrado,
haré una revisión de los momentos
en que
aparece la problemática
del chiste a lo largo de la obra ele S. Frcud,
La escena del chiste
He de considerar
ahora la escena donde se representa
el chiste verbal y los
elementos esenciales involucrados
en el proceso chistoso.
Ante todo quiero delimitar
el territorio
propio al chiste distinguiéndolo
de
los ámbitos afines tales como lo cómico. la chanza, la ocurrencia
graciosa v "el
campo de los fenómenos
de la misma familia a saber: adagios \' proverbios,
acertijos, poesía, creación literaria, emoción
estética,
amén del ilimitado universo
en que la risa puede insensiblemente
transmutarse
en lágr imas" =.
Repito entonces las líneas que escribí en la introducción
intentando
aproximarme
a una definición:
"considero
al chiste como una estructura
verbal
vincular
de tres personas
donde tiene lugar el montaje
de una escena en el
marco de un encuadre,
CU\'a función psíquica
es de alivio o aligeramiento
**
del aparato
psíquico
a través ele la liberación
brusca y breve de tendencias
inconscientes
reprimidas
y que requiere premisas
básicas
intcrsubjctivas
para
su constitución
(concordancia
psíquica v disponibilidad
psíquica) ".
Las tres personas inicrvinicntcs
son:
1. el relator o creador del chiste = prirncra persona;
2. el o los personajes
de la escena = segunda persona,
3. el oyente o los espectadores
= tercera
persona.
v
Estos elementos
se articulan
de la siguiente
manera:
la primera
persona,
actuando
en forma similar a un apuntador
de teatro relata la escena donde se
despliega el relato del chiste mientras
la tercera persona
(el público) asiste a
su desarrollo
y disfruta del advenimiento
del placer.
Por lo tanto, "chiste"
implica la puesta en escena o el montaje
de una
historia mediante un relato verbal con funciones específicas.
Así como el territorio
del humor y de lo cómico puede circunscribirse
a
una sola persona en quien se agota o a dos implicando
el intcrjuego
con un
Superyó
tolerante,
el del chiste implica necesariamente
un contexto
social y
la intervención
del sistema inconsciente ==.
El chiste es un relato al servicio del placer. Porque "desde el 1110111ellto
que la vida 110S impone su severa disciplina, se al;a e/l nosotros una rcsistcncia contra el rigor y la 111011oton1ade las leves del pensamiento
[ ... ] la
razón se convierte en una enemiga que nos tniva de tantas posibilidades de
placer ... " (A.E., XXII, p. 31; G.W., XV, p. 35).
el!
;, Abadi, M., "Teoría
XXXIX, 5, 1982.
del chiste.
Algunas
precisiones",
RE\'.
~',~'~
Erlcichterung
DE
PSICOANÁLISIS,
== alivio, aligeramiento,
desahogo. Freud utiliza este término
(A.E., VIII, p. 150; Studienausgabe,
IV, p. 148) acentuando
la función de
alivio más allá del ahorro psíquico, La tendencia
sofocada encuentra
un
desahogo "más allá de la descarga,
por mediación
de la tercera persona
interpolada"
y "el ahorro se trasmuda
en un alivio general de! aparato
,.",*
psíquico",
Yampey,
N. (1981), "El concepto
de humor
en psicoanálisis".
Seccion
nionograiias
1201
y el chiste es una convocatoria al regocijo y, más profundamente, al aligcramiento del aparato psíquico. "Sueño en vigilia", según la expresión de M.
Abadi, es uno de los caminos o accesos a breves momentos de placer durante
el día. Es la brusca zambullida en el inconsciente que tiene lugar en la consumación del chiste la que da cuenta del placer de la descarga, al accederse a
una representación reprimida. Se produce un verdadero movimiento intcrsistémico. Escribe Freud en el Compendio de psicoanálisis, en 1938 (G.W., XVII,
p. 83; A.E., XXIII, pp. 158/9): "UI1 contenido precoI¡ciel1te puede ser temporariamente inaccesible, estar bloqueado por resistencias como ocurre en el olvido
pasajero (escaparse algo de la memoria) o UWI cierto pensamiento preconcientc
puede ser trasladado temporariamentc
al estado inconcientc, lo que parece ser
la condición del chiste." O sea, del prcconscicntc al inconsciente, y más tarde,
gracias al fenómeno del chiste, brusca liberación hacia la consciencia.
La censura u obstáculo externo o interno, de acuerdo a la clasificación
freudiana, da cuenta de la perentoriedad psíquica a la creación o recreación de
un chiste. Aquí cabe agregar que la cultura y la educación imponen represiones
contra las cuales el aparato psíquico, "incansable buscador de placer", busca
liberarse.
El chiste, en tanto descarga de representaciones vehiculizadoras de tendencias prohibidas, implica también microataques aliviadores de tensión dirigidos
a hipotéticos carceleros del placer.
El chiste es una astucia del aparato psíquico y una forma indirecta ele
expresar, aunque más no sea por un instante, la representación reprimida. Uno
de los mayores atractivos del chiste, así como su eficacia, reside en esta fugaz
liberación en forma tal que se evita la puesta en marcha del conflicto que
supondría su plena conscicntización. Vale decir = eficacia de reír sin saber por
qué. La liberación es tan fugaz en su temporalidad como relegada en su significación. De ahí la rapidez con que suelen olvidarse los chistes y que muchas
veces de poco sirva el esfuerzo en recordarlos (similitud con el sueño). De ahí
el interés y el valor de analizar los chistes significativos en la vida de un
paciente durante el trabajo clínico analítico.
El placer del chiste se expresa en la primera persona, sin considerar el proceso de creación, a través de la repetición al revivcnciar su escena al contarlo, y
en evocar el placer que va produciendo en el oyente. En la tercera persona, el
placer comienza apenas ésta intuye que un chiste ha de advenir. Es el placer
previo, y la técnica se sirve de diversos artilugios para acrecentarlo: comicidad,
ampulosidad del relato, distracción de la atención, entre otros. En el momento
de la consumación del chiste, el placer se incrementa abruptamente, es el
llamado placer mayor que da cuenta de la inmersión en lo inconsciente y en
las leyes del proceso primario.
Existen premisas básicas para que un chiste sea tal. Una es la "concordancia
psíquica" o similitud entre las representaciones inhibitorias de la primera y la
tercera persona. Implica afinidades culturales entre el relator y el oyente, la necesidad de poseer un mismo código, un mismo idioma, una posible "risa
compartida".
Otra premisa básica consiste en la disponibilidad psíquica del receptor, en
que su talante esté dispuesto a recibir un chiste, vale decir, a tener acceso
a un breve momento de placer. La expresión popular "no estoy para chistes"
da cuenta de una autopercepción
de un impedimento psíquico a recibir el
efecto chistoso. Estas "cabezas" serían "no graciosas" para recibir chistes, a
diferencia de las "cabezas graciosas" creadoras de chistes de las que nos habla
S. Freud.
Aleira M. Ali-:.adc
1202
Es interesante
dcstucar que lrcud escribe cccr.:a lJ( !¿¡ "puJ.,ioll a comunic.u
un chiste"
(A.E., VIII, p. 137) cuando analiza el chiste e11 tanto proceso social,
conjugando
en varias oportunidades
el verbo "pulsionar"
al referirse
a la fuerza
que obliga con su perentoriedad
a comunicar
un chiste a los demás
(pp, 136,
147, 148). Menciona
también el "Kontrektationstrieb"
de Moll (S.E., VII, p. 169
nota 2) la expresión
"pulsión de contrcctación"
que designa a una pulsión social
que nos impulsa a contactar
lus unos con los otros. En relación con el chiste,
daría cuenta de su transmisión
v propagación.
Deeir chiste quiere decir palabra o, mejor aun, puesta en ejercicio del poder
de la palabra.
La representación
de palabra
se desliga
en mayor o menor
grado de la representación
de cosa, hay pasaje de un circulo de representaciones a otro, múltiples
asociaciones,
representaciones
indirectas,
sustituciones
metafórico-metonímicas.
Estos movimientos
de la palabra "plástico material
con
que puede crnprendcrsc
tuda clase de cosa" al decir de Frcud (A. E., VIII, p. 34),
provocan
el switch o giro de llave que da cuenta del escamoteo
al obstáculo
y
la liberación
de la tendencia
reprimida
",
El chiste permite a la tendencia
el obstáculo
de la censura.
sofocada
dar el rodeo
necesario
para
sortear
Escribe Freud (A.E., VIII, p. 125): "la técnica peculiar del clust e v exclusiva
de él consiste erz su proccdunicuto para asegurar e! empleo de estos recursos
dispensadores de placer contra e! velo de la crítica, que cancelaría ese placer
[ ... ;] es poco lo que podemos enunciar COIl carácter general acerca de ese
proceder; como ya dijimos, el trahajo del chiste se exterioriza en la seleccion
de un material de palabras y unas situaciones de pensamiento tales que el
antiguo juego eOll palabras y pensamientos pueda pasar el examen de la crítica
y para este fin se explotan con la máxima habilidad todas las peculiaridades
del léxico y todas las constelaciones de la urdimbre del pensamiento.
[ ... ]
Acaso luego podamos caracterizar el trabajo de! chiste mediante una determinada propiedad; por aliara queda sin explicar cómo es posible que se alcance la
scleccion provechosa para el chiste".
Los exactos mecanismos
en juego no son por lo tanto siempre
fáciles de
establecer.
La instrumentación
de esta variedad
de técnicas de la palabra
y del
pensamiento,
donde reconocemos
los dinamismos
básicos que rigen el proceso
primario,
"posibilita la satisfacción de una pulsián (concuspiccnte u hostil) COIl'
tra un obstáculo que se interpone en su camino; rodea es/e obstáculo
y así
extrae placer de una fuente que se había vuelto inasc quibl e por obra de aquel"
(A.E., VIII,
p. 95; Studicnausgabc,
La palabra,
libidinizada,
VI, p. 96).
es el instrumento
efector
de la descarga
pulsional.
Me interesa examinar
ahora mús de cerca la escena del chiste y el "escenario
psíquico"
("Psychischer
Schauplatz",
G.W., VI, p. 200) donde todos los elementos
precedentemente
nombrados
se dan cita. Postulo que se trata en realidad de una
doble escena, y la distancia
que media entre la primera
y la segunda da cuenta
del surgimiento
del mayor o menor efecto chistoso.
Disecar el chiste en sus dos escenas
presenta
al desnudo
que "el sentido
latente del chiste no es chistoso"
(M. Abad i, p. 707) sino que por lo contrario
concurren
allí todas las pasiones
humanas:
odio, rivalidad,
deseos de muerte,
sexualidad.
Es ésa su sustancia.
Escribe M. Abadi: "El chiste amasa con dolor
y COII la sangre ele 1111 narcisismo herido su [ ... ] placer"
y un puco más
* M. Abadi, en "Teoría del chiste. Algunas precisiones",
p. 714, utiliza el modelo del switch o giro de llave para designar
el momento
en que el "otro
uso ele la palabra
aparece".
Sección
monogralias
1203
adelante refiriéndose a lo ficticio e imaginario del placer obtenido: "¡Qw; balsama sobre la herida abierta de mi castración!"
En el pasaje de la primera a la segunda escena un cambio tendrá lugar: el
drama se vestirá de comedia, es la vestidura chistosa, la fachada del chiste.
y la primera escena recibe su particular montaje, donde, en un contexto social
específico, la hilaridad encontrará el espacio posible para su descarga.
Utilizaré algunos ejemplos de chistes del propio texto de Frcud El chiste y
Sil relación COIl el inconsciente
para ilustrar la doble escena en juego.
El primero es el de Screnissimus, miembro de la realeza, quien realiza un
viaje por sus posesiones y entre la multitud repara en un hombre que se parece
llamativamente a su propia, alta persona. Se le acerca y le pregunta: "¿Sin duda
su madre sirvió alguna vez en palacio?" "No, Alteza -responde el hombre-, fue
mi padre".
Intentemos por un momento despojar al chiste de su vestidura chistosa y
representarnos la escena primera, háyasc producido o no en la realidad. Vale
decir, escuchemos la historia fuera del escenario donde el contexto social la
constituye en chiste. Es una escena de rápidas estocadas verbales donde prima
la agresión. La palabra es utilizada en un doble sentido. "¿Su madre trabajó en
palacio?" esconde la pregunta "¿su madre habrá tenido relaciones sexuales con
mi padre?" Y la respuesta es igualmente alusiva y sostenedora de una cierta
distancia con la agresión directa. La satisfacción de la tendencia se encuentra
frente a un obstáculo.
Escena paralizante: los dardos se cruzan, y la agresión se disfraza silenciando a los oponentes. Alusión por alusión, la agresión se mantiene latente.
¿Puede acaso Serenissimus atacar u ofenderse abiertamente ante esta respuesta
de su vasallo? Efecto obturador de la palabra donde sería muy difícil imaginar
el más ligero atisbo de sonrisa ante la respuesta del labriego.
Primera escena de ingenio, el chiste se constituirá en un segundo momento
cuando el contexto se vista de fiesta y la segunda escena sea montada en el
escenario psíquico apropiado para su despliegue.
Veamos otro ejemplo (A.E., VIII, p. 31). Se cuenta que una dama italiana
se vengó de una falta de tacto del primer Napoleón mediante una respuesta
basada en esta misma técnica de la acepción doble. Durante un baile en la
corte, Napoleón le preguntó, señalándole a sus compatriotas: "Tutti gli Italiani
danzano si male?" Ella replicó con prontitud: "Non tutti, ma buona parte"
(Brill,1911).
Observamos aquí también como la doble acepción y el manejo de la palabra
"Buonaparte" han permitido que la dama devuelva la agresión a Napoleón obturando al mismo tiempo ese segundo sentido a nivel manifiesto.
En esa escena el chiste no se ha constituido. No hay talante ni plataforma
apropiada. Es el contexto y el acuerdo entre los protagonistas lo que permite el
advenimiento del chiste.
Intentemos recrear la primera escena. ¿Puede acaso Napoleón ofenderse
frente a la respuesta recibida? ¿Adjudicarle a la dama del baile una intención
aviesa en utilizar esas palabras?
Sobreviene luego el segundo tiempo y, ahora sí, en su escenario apropiado, a
una nueva distancia situacional y psíquica, la historia volverá a ser contada en
su envoltura de chiste. Seguramente las llamadas "cabezas graciosas" por Freud,
creadoras de chistes, poseen una peculiar disposición psíquica para construir
estas tristes, agresivas y tendenciosas escenas primeras para seguidamente dotarlas de la vestidura específica y conducirlas al escenario chistoso.
1204
Alcira M. Alizade
Para sintetizar
lu expuesto,
intentaré
esquematizar
el proceso del chiste
verbal descomponiéndolo
en tres tiempos y recortando
los principales
elementos
intervinientes.
El prima
tienipo es el del placer previo y se instala desde el inicio del
relato y aun antes, ante la promesa Lid próximo relato de un chiste. Es el instante de preparación
al placer ante la representación-expectativa
de un juego
de palabras liberador. El estímulo ha sido lanzado y los recursos técnicos de la
palabra van desplegando una quimérica escena prometedora
de un placer mayor.
Los artilugios
técnicos se suceden: fachada silogística, desplazamientos
sofistas
(A.E., VIII, p. 108), aportes desde la comicidad,
desvío de la atención de la
representación
en juego. La primera
persona
cuenta y la tercera se regocija
de antemano
mientras
entra en escena la segunda persona objeto de la tendencia que ha de descargarse.
De esta manera va cntrctcjicndosc
una filigrana verbal cuya resultante
es
un incremento
de la estasis psíquica, término acuñado por Lípps, que define e!
incremento
tensional
producido.
El efecto liberador
de! segundo tiempo será
tanto mayor cuanto más intensa sea la sofocación de las tendencias
reprimidas.
El segundo tiempo es el de la descarga, del placer mayor, cuando finalrnente, gracias al juego de palabra,
emerge la representación
reprimida.
Los elemcntos específicos
de este segundo
tiempo lo constituyen
la brevedad
y el
brusco movimiento
psíquico, la comprensión
instantánea
de la sustitución
metafórico-metonímica.
El inconsciente
se abre un lugar sostenido desde la vigilia y
la consciencia, para rescatar una representación,
una palabra, vchiculizadora
de
una tendencia vinculada a un complejo mocional.
Retomo aquí el concepto de complejo chistoso (Komplexwitz)
desarrollado
por Freud en 1910 en su carta al Dr. Friedrich
S. Krauss sobre la "Anthropophyteia", Dice allí: "Muchos de los chistes más apreciados SOI1 chistes por COIl1-
pIejos debiendo Sil efecto liberanic y jocoso a la hábil revelación de los com pleios
normalmente reprimidos". Vale decir que, entre el estímulo (relato del chiste por
parte de la primera persona)
y la respuesta
(descarga hilarante
de la tercera
persona),
se encuentra
el complejo chistoso o existente constituido
por un conjunto de representaciones
inconscientes
vinculadas
entre sí. El estímulo
las
gatilla, y su pasaje liberador y fugaz a la consciencia provoca la risa o descarga.
El relato del chiste va produciendo
un goce creciente
ante el premio de un
goce mayor cn el momento
culmine cuando la representación
es sorprcsivamente revelada mediante la fugaz zambullida en el inconsciente.
Y así como "la
represión actúa de manera altamente
individual" al decir ele Freud en su artículo mctapsicológico
de la represión (E.N., I P, p. 1047), de la misma forma actúa la
representación
liberada.
El concepto de "complejo chistoso" es útil para comprender
el efecto chistoso general de un determinado
chiste sin dejar ele lado el carácter singular en
cada oyente, provocando
reacciones
cuantitativas
y cualitativas
diversas.
Una
vez más, el análisis
del efecto producido
por un chiste se presenta
como
otra "via regia" de acceso al inconsciente,
En este segundo tiempo existe una verdadera
"constelación
de desencadenamiento"
(A.E., VIII, p. 129), una multiplicidad
de factores que intervienen
simultáneamente.
El tercer tiempo del chiste es e! de la transmision y propagacion. Si bien
una tendencia
reprimida
ha emergido del inconsciente,
esta fugaz emergencia
retorna a sus orígenes inconscientes.
En la transmisión
del chiste, la tercera
persona se convierte en primera persona para repetir la experiencia
de placer.
Este momento se vincula con el concepto freudiano ele la "pulsión a comunicar
un chiste" que comentara
precedentemente
(p. 5).
Seccián
monografías
1205
Podemos sintéticamente esquematizar el chiste verbal de la siguiente manera:
1~ persona
relator (creatividad, "cabeza graciosa")
2~ persona
personajes de la escena
segunda; despliegue del
escenario psíquico
3~ persona
espectadores u oyente;
descarga; risa; alivio
EXISTENTE
ESTÍMULO
(COMPLEJO
RESPUESTA
CHISTOSO)
3
1
1er. tiempo. Placer previo. Artilugios técnicos
y aumento de la estasis
psíquica (Lipps).
Representación -expectativa.
2do. tiempo. Placer mayor. "Switch". Breve y
brusca inmersión en el
inconsciente.
3er. tiempo. Transmisión. Propagación.
Revisión de las citas de S. Freud
sobre el chiste a lo largo de su obra
Estas citas fueron rastreadas en la Gesammelte Werke, en la Standard Edition y en las ediciones castellanas de Biblioteca Nueva y de Amorrortu.
La primera data de 1895 y la última de 1938. Pese a la extensión en el
tiempo, son poco numerosas. Lo fundamental del pensamiento de Freud sobre
el chiste nos remite al texto de 1905El chiste y su relación con el inconsciente.
Las citas anteriores a esa fecha muestran el hilo de pensamiento en Freud que
lo lleva a dedicarse exhaustivamente al estudio del chiste.
y en tanto formación del inconsciente, Freud mencionará una y otra vez la
estructura del chiste al examinar las particularidades del sueño, el acto fallido,
la formación de síntomas o los complejos inconscientes.
1895
Veamos la primera cita. La palabra "Witz" se encuentra por vez primera
en el historial de Isabel de R., nota al pie de página (G.W., 1, p. 251; S.E., II,
p. 181). Comenta el caso de una paciente, Cecilia M., quien durante cierto
tiempo trastrocaba los pensamientos en alucinaciones, "cuyo develamiento producía a menudo mucha gracia" (Witz). En una oportunidad se representa a los dos
médicos que la tratan, Brcucr y Freud, colgados en sendos árboles vecinos de
un jardín. Esa misma tarde, ambos le habían negado un medicamento que
solicitara. "El uno es el pendant del otro", pensó para sí la paciente. "Pendant"
significa compañero, pareja. "Pcndant" también significa colgantes, pendientes.
Un efecto de condensación produce gracia.
Alcira M. Alitade
1206
1897
El
época:
cuales
tomas
tientpo
hondo
12 de junio de 1897 le escribe a Fliess, su interlocutor
válido de aquella
"Creo que lo cunt part intos torio COIIW esos dos schnorrcr, 11110 de los
comienza
por ad iudicarsc
a sí mismo
la provincia de Posnanaia : tú
lo biolágico, a mi tn c dcia. lo psiquico. Te coní csare que elz el último
lile
dedique a reunir zmil buena col cccicn! de cucnt os judíos, plenos de
sigllificado",
1899
y el 11 de sct icrnbrc le escribe:
"(JI'C' el soiian t : SC(/ demasiado
chistoso
cierto. pcru YO IIU !c'lIgu IliUÍiI qu, l'cr C'JI! ello ni es IlZO!il'O
de 1lI1 reproche. Todos los sonantes S!JI/ i:_:uillllzel/le insoport ablenicntc
chistosos
y lo .1'011 por necesidad,
porque están ,'11 lil/ brct c l' la ví" rlirecta les es/á cerroda [,. .] El a purcnt c caráct er chistoso
ele t oclo. los pr:JCCSOS
inconscicnt cs está
intimantcntc
vincularlo CUIl 1(/ t coria del chist: v de lo cumico,"
CS
SC!'.IlUiIl/ClltL'
Esboza aquí
lo o censura.
el concepto
de "rodeo"
COIllO
asiuci.,
ps.íquica
ante
un obstácu-
1900
1,(/ int crprct acion dc! los Slk'J/US,
E<e lc'xlu capital abunda en citas referidas
a chistes y bromas. Mencionaré
algunas, Frcud se pregunta
(G,W, I1/I1I, p. 182;
A,E" IV, p. 192): "¿Qué pasaría si en ;'L': de Flora se llamase Al/a?",
aludiendo
al nombre dc una paciente en un sueño. Responde:
"Si no se hubieran
ofrecido
estos nexos de pensamiento,
COIZ
probuhil idcul se Iiabrian escogido
otros. Es
tan fácil establecer
relaciones
de ese tipo COII/U
bien pueden
demostrarlo
las
udivinanzas y acertijos COI/ los cuales I/US divertimos durante el dia. El dominio
del chiste [Witz] es ilimitado",
(Las redondas
son nuas.j
Otra cita (G.W,: II/III, pp. 350/1; A,E" V, 1', 351): "El/ vista del papel que
chistes verbales, citas, canciones y proverbios dcscm pciian ('1/ la vida intelectual
de las personas
cultas, es atinado esperar que disiraces
de esa índole se empleen con mucha [rccucncia pura [igurar los pensamientos
oniricos,"
Una y otra vez encuentra
similitudes
cnt rc los artilugios
de que se valen
el chiste y el sueño (G,W" 1I/1I!, p, 422; A,E., V, p. 420). En las páginas 476;7
de A.E" Y, leemos:
"[uent cs de aiccto pasibles de librar el mismo
afecto se
conjugal1 en el trabaio del sllello
pum la [orniacion
de éste". Y agrega en una
cita de 1909 al pie de pügina:
"de manera
análoga
lie explicado
el efecto placentero extraordinutiamenu:
fuer/e de! chist e t endcnciosc)"
(G,W" II/III, p, 484;
S,E" VIII, p. 136),
Frcud observa
cst ructuracioncs
an:¡]og:1s en sueños. chistes
y mitos:
"EL
simbolismo
onirico ¡¡OS lleva mucho nuis allu cid suciio : 110 pertenece
en propiedad a él sino que de igual 1I1(///(I(Z
preside
la [iguracion
en los cuentos
tradicionales,
mitos y sagas, L'I/ los chistes \' ('1/ el folklore
[,. ,] 1/0 es engenamelo por el t iahujo del sucito sil/U
que es UI/(/ peculiaridad,
probablemente
de nuestro pensar inconsciente, que brindo 11 aquél el lila/erial
para la candensacian, el dcsplaranucnto
v la dranuu imcian"
(G,W" II/IIl,
p, 356).
1901
Psicopatologia
de la vida cotidiana. Frcud (G,W" IV, p. 88; A.E" Y, p. 80)
observa que "el parentesco entre el chist,' .l' 1111(/ cquivocacion oral está también
basado en que la equivucaciul1
ora! I/() ('\ 1I ¡;/Cll/U/O
niás
que 1l1/il cOl1denSlICi(JI1",
Antes (G,\V" p. 82; A,E"
como una "palabra
~raciosa"
p, 77) muestra
de qué mancra
un lapsus actúa
intencional,
diferenciando
de acuerdo
con esta
Sección
monografías
1207
intcncionalidad (G.\V., j). 87; A.E., p. 79) la consciente del chiste de la inconscícate del sueño y la equivocación oral.
En un párrafo agregado en 1907 (G.W., p. 97; A E., p. 88) escribe: "Las contingencias favorables del material lingüístico suelen engendrar casos de equivocación oral que producen el efecto desarman te de un desenmascaramiento
o un resultado de total comicidad análogo al chiste [Witz)". En la página 101
G.W. o 93 A.E., comenta algunos "actos fallidos graciosos" y en la 141 G.w.
o 127 A.E. habla de equivocaciones en la escritura que remedan un chiste malo.
Vamos viendo cómo va entrelazando nexos estructurales entre el chiste, el
sueño y los actos fallidos.
1905
El chiste y su relación COl1 el inconsciente Exhaustivo análisis de la estructura del chiste y el dominio de lo cómico. Único texto de Freud dedicado exclusivamente a este sujeto.
1906
La "Gradiva". Freud comenta, refiriéndose a las frases de doble sentido
que Jensen coloca en boca de Zoe y Harold: "Es un t riunio del chiste (Witz)
el poder figurar de la misma forma el delirio y la verdad" (G.W., VII, p. 112;
A.E., IX, p. 70).
1909-1910
Cinco conierencias de la Clark University, EE.UU. En la tercera conferencia
alude al significado oculto en síntomas y chistes (G.W., VIII, pp. 28-30; A.E.,
XI, pp. 26-27). Relata el chiste "Whcrc is thc Saviour?" ya estudiado en su texto
de 1905 y destaca el fenómeno de la "alusión con omisión" para expresar una
idea. Homologa a ambos mecanismos en el chiste y en la "ocurrencia sustitutiva" que tiene lugar en el olvido. Dice: "No podemos esperar que en el chis/e
reencontraremos
todas las circunstancias que conieturanios para la génesis de
la ocurrencia en nuestros pacientes pero insistamos en la identidad de motivación entre chiste y ocurrencia".
1909
No/as sobre lUZ caso de neurosis obsesiva. Freud hace diversos comentarios
sobre risas y sonrisas inapropiadas que enmascaran tendencias agresivas.
1910
Carta al doctor Friedrich S. Krauss sobre la "Anthropophvtcia"
(carta
publicada en el volumen VII de la Anthropophyteia, anales para estudios Iolklorísticos e investigaciones sobre la evolución de la moral sexual, dirigidos por
F. Krauss; cv«, VIII, pp. 224-225).
Retoma aquí el concepto de complejo específicamente referido al chiste
(ver p. 1204). Escribe: "Actualmente denominamos
complejo en psicoanálisis
a una trama de representaciones
con sus afectos correspondientes
:v estamos
dispuestos a declarar que muchos de los chistes m ás apreciados SOIl chistes
por complejos (Kornplexwitzc)
debiendo también su efecto liberante y jocoso
a la hábil revelación de los complejos normalmente reprimidos [... ] podemos
afirmar [... ] que los chistes eróticos y de otra índole que circulan por el pueblo SOIl excelentes recursos auxiliares para investigar la vida psíquica Íllconsdente del hombre, tal como lo SOIl los sueños, los mitos y las leyendas a cuyo
aprovechamiento
ya se dedica el psicoanálisis".
La idea de complejo es fundamental para dar cuenta del mayor o menor
efecto hilarante que determinado chiste produce en determinada persona en
Alcira M. Alitade
1208
función del grupo de representaciones
activadas.
Nos remite a la singularidad
del sujeto. No puedo dejar de recordar
en este punto las líneas que Freud
escribiera al final de la introducción
a su obra sobre el chiste: "parece indicado
tomar COIIlO objeto de indugacion los ejemplos de chistes que el1 nuestra propia
vida IlOS han hecho la tnavor impresión y 110S han hecho reir con más ganas".
1913
Tótem y tabú.
Escribe
acerca
de los chistes
sobre
suegras
(G.W., IX, p. 21;
"El hecho de que la broma (Witz) de los pueblos civilizados
haya tomado C01110 objeto predilecto el tenia de la suegra indica, a mi parecer,
que las relaciones de sentimiento
entre ambos conllevan U/lOS componentes
que ent ran en aguda oposición. Opino que ese vinculo es en verdad 'ambivalente' compuesto de mociones encontradas, tiernas .\' hostiles",
A.E., XIII,
p. 24):
1914
Historia de U1/a neurosis inj ant il, En el cap. VII dice (G.w., XII, p. 107):
"Hasta mucho des pues de los comicnt.os de Sil enfermedad última conservó el
paciente aquella int ensa complacencia en los chistes y las imágenes anales que
corresponden en general a la ruilc:« de algunas clases sociales".
1914
Historia del ntovimicnto psicoanalitico. Escribe: "Mi libro sobre el chiste
diu 1/n primer c ieniplo de la aplicacion del pensamiento analítico a temas estéticos. Esta labor espera aún continuadores,
que seguramente
habrán de obtener
en tal terreno
una rica cosecha".
[Las
redondas
son mías.]
1915
La reprcsion «s.w., X, p. 253; A,E., XIV, pp. 145·146): "Existen técnicas
particulares creadas COI!el propósito de provocar alteraciones tales en el juego
de las [uerzas psíquicas que lo mismo que de otro modo produciría displacer
pueda por una vez resultar placen/ero, y, tan pronto como HilO de estos medios
técnicos entra ell acción, queda cancelada la represion para un representante
de la pulsion que de o/ ro modo seria rechazado. Esas técnicas solo se han estudiado
hasta ahora con precisión
respecto
del chiste. Por regla general la
cancelación de la rcpresion es sólo provisional; enseguida Sé' restablece". [Las
redondas
son mías.]
1916-1917
Conierencias introductorias al psicoanálisis (G.W., XI; A.E., XV):
7.' conferencia:
"Contenido
manifiesto
del sueño y pensamientos
oníricos
latentes".
Freud se está refiriendo
al sueño y a las imágenes visuales del contenido manifiesto
que ocultan pensamientos
abstractos.
Escribe:
"Ven, además,
que por es/e camino se vuelve posible crear en el sueño imágenes sustitutivas
para toda una serie de pensamientos abstractos, imágenes que sirven al proposi/o de ocultamiento. Es la técnica de nuestros acertijos en imágenes". ¿De
dónde les viene a tales figuraciones
su apariencia
de algo chistoso>, se pregunta
Frcud, dejando abierta la respuesta
(G.W., XI, p. 120; A.E., XV, p. 111).
11~ conferencia:
"El trabajo
del sueño":
"tumbién el chiste se sirve C01l
[recucncia de la alusión sin atenerse a la conáicion asociativa entre los contenidos y reem pl azundo esta asociación por una asociación externa inhabitual
fundada en la similicadencia, en la nuüt iplícidad de sentidos de algunas palabras, et c., pero observa, sil! embargo, rigurosamente la condiciori de 'inteligibilidad' pues /10 cal/sarÍa eiecto 'chistoso' ¡¡illgu¡¡o si 110 pudiésemos llegar sin
dificultad desde la alusion al ob jet o de la misma" (G.W., XI, p. 177; A.E., XV,
pp. 158·9).
Scccián
120;
monogralias
Continúo citando:
"ahora
el sueño se ha emancipado
de los lazos más extrínsecos y
eso es incomprensible
v, si se
un chiste malo".
eH
bien, la alusión por desplazamiento
empleada
de ambas restricciones. Se entrama por medio
remotos con el elemento al que sustituye: por
la deshace, su interpretación impresiona como
Estas ricas observaciones
van mostrando
la profundización
de Freud en
el estudio comparativo
entre sueño, chiste, acto fallido. En la misma confcrencia vuelve a referirse a las formaciones
mixtas en los deslices en el habla,
insistiendo
en que hay chistes cuya técnica se basa CIl una condición
de
esta índole.
14~ conferencia:
"Inseguridades
y críticas"
(G.W., XI, p. 242; A.E., XV, pp,
215/6). Transcribo
íntegra esta cita debido al interés que presenta, "En realidad
ha ocurrido con harta frecuencia que el chiste del soñant e se creyera del
intérprete. Hay alÍn otros ejemplos en los que es I11l1ydifícil decidir si se está
frente a un chiste o frente a U11 sueño. Ahora bien, recuerden ustedes que
idéntica duda se nos planteó ante muchos deslices en el habla" (p. 38/9). Frcud
se pregunta el origen
sueño de autoerotismo.
de tanta
semejanza
entre
sueño
y chiste
recordando
UIl
"Esta pregunta, eH su tiempo, me distrajo un poco de
mi camino pues me impuso la necesidad de someter al chiste C0ll10 tal a una
indagación a fondo. De ahi resultó en cuanto a la génesis del chiste, que una
ilación de pensamiento
preconsciente
es aban donada por un momento a la
elaboración inc. de donde después emerge como chiste. Bajo la influencia del
inconciente experimenta la acción de los mecanismos que reinan allí, la con·
densacion y el desplazamiento,
vale decir, los mismos procesos cuya participación hemos descubierto ell el trabajo del sueño, y a esta comunidad ha de
atribuirse la scmejanea entre chiste y sueño, allí donde aparece. El 'chiste
onírico' indeliberado
no ofrece nada de la ganancia de placer del chiste. Quizá
la profundización
en el estudio del chiste pueda enseñarles a ustedes el porqué:
El 'chiste onírico'
[Las redondas
110S
parece un chiste malo, no
710.1'
hace reír.
110S
deja fríos".
son mías.]
1920
Más allá del principio de placer (GW., XIII. p. 36; A.E., XIX, p. 35): "Vil
chiste escuchado por segunda vez 110 Izará casi efecto. La novedad será COI1dicián del goce".
1921
Psicología de las masas y análisis del yo: Cap. 11, "Un grado en el Yo"
p. 146; A.E., XIX, p. 124). Dice: "En el curso de nuestro desarrollo
hemos emprendido una separacion de nuestro patrimonio anímico en ll/l yo
coherente y una parte inconsciente que se dejó fuera de aquél; y sabemos que
la estabilidad de esta adquisición reciente estd expuesta a constantes perturbaciones. En el sueño y la neurosis, eso excluido insiste en ser admitido a las
puertas custodiadas por resistencias, y el! la vigilia y el estado de salud 110S
servimos de particulares artificios para acoger t emporariantcntc
C/1 nuestro
yo lo reprimido sorteando las resistencias y mediante una ganancia de placer.
El chiste y el humor, y en cierta medida lo cómico en general, podrían considerarse bajo esta luz".
(G.W., XIII,
1921
Psicoanálisis y telepatía (GW., XVII, p. 35; A.E., XVIII, p. 176). Considera
el rol del automatismo
psíquico en el chiste. "A las maniobras astrológicas de
la adivina [... ] en el chiste hallamos procedimientos similares cuando se trata
de asegurar a un proceso psíquico un decurso más automático".
I_?/O
lile ira M. 111i;'(/
de
1924-1925
Autobiograiia
(G.W., XIV, p. 91; A.E., XX, p. 61). "Ell1prendí la investigacion
del chiste y encontré
que su esencia residía en SIIS medios técnicos los cuales
110 erall silla los empleados
por la clalroracion
ouirica, o sea, la conilensacion,
el dcsplaramicnto,
etc. A esto se enlazo la invcstigacion
económica
relativa al
nacimiento
del placer en el oyente del chiste. La solucion de este problema
file
la de que dicho placer nacia por la sunrcsion
nionicnt ánca del csiucrro
de
rcpresion
provocado
por la inilucncia
de 1l/1!I prima (incentivo)
de placer oírccido (placer previo) ".
1926
El análisis
profano
(G.W .. XIV, p. 241; A.E., XX, p. 199). Escribe
lrcud:
"También
es propio del niiio investir
con interés sexual las dos ncccsidacics
excrementicias.
La educacion
impone
niás larde 11/111 scparacion
t aiunt c que la
práctica de los chistes vuelve (/ cancelar",
1927
El IUII170r. Considera
l'!1 este
artículo
el fenómeno
veintidós
años después a dedicar un c-tudio
exhaustivo
del dominio del "Wiltz",
del humor. Vuelve así
aunque breve al terna
1932-1933
Nuevas coniercucias
int roduct orias al psicoanátisis.
29" conferencia:
"Más singular
aun es el otro proceso cl-: dcs píurumicntc.
o
trunsiercncia
del acento, que en el pensamiento
concicnt c es conocido
tan sólo
C01770error mental o C0i710 medio del chiste" (G.W., XV, p. 21; A.E., XXII, JI. 19).
30" conferencia.
"Sueño y ocultismo":
"Desde el momento
en que la vida ¡¡OS
impone su severa disciplina,
se al::,a e'1 nosotros una resistencia
contra el rigor
v la monotonía
de las leves del pensamiento
v contra las cxigcucias
de la prucba de realidad. l.a ra;:an se convierte e/l una enemiga que /105 priv« de t ant as
posibilidades
de placer [... ]" Descubrimos
cuánto
placer procura
escapar a
ella por lo menos tcm poralmcnt e y entregarse
a las seducciones
de lo insensato.
El escolar se divierte haciendo juegos ele palabras, el especialista
tonta en 111'0'
nta sus actividades
dcspucs
de 1111 cOl/greso cicntiiico
." hasta el 1101711¡¡-emás
serio saborea el chiste".
1938
Compendio
de Psicoanálisis
(G.\V., XVII, p. 83; AL, XXIII,
pp. 158·15<)):
"El mantenimiento
de ciertas resistencias
internas
es {{/1el coud icion de la normalidad. Un rclaiamicnto
asi de las resistencias,
CO/1 el consecuente
avance
de un contenido
inconsciente, se produce ele IIW:U'/'{/ rcgul a r en el estado ele
dormir, con lo cual queda establecida
la condiciún
para que se [orinen sueños.
A la inversa, W1 contenido
prcconcicnte
puede ser tcm porariantcnt c inaccesible,
estar bloqueado
por resistencias
como OCIII'/',' ell el olvido pasajero
(escaparse
algo de la memoria)
() mili cierto pcns.uuicnio
prcc. puede ser trasladado
tcrnporariarnente
al estado inconsciente,
lo que parece ser la condición
del chiste -,
Veremos
que 1l1Ul nuulan :a hacia atrás COIllO esta, de CO/1/cIlÍdoS () procesos
prcconcientes
al estado inconsciente
clcscm pciui 1I11gran papcí en la causacion
de perturbaciones
ncuroticas".
[Las redondas son mias.]
" Ver p. 1201.
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