BARTOLOMÉ DE TORRES NAHARRO Nació en la Torre de Miguel Sexmero, Badajoz, hacia 1485. Fue una de las figuras claves en el nacimiento del teatro español y un ejemplo de cuánto debe la primitiva escena peninsular a la tierra extremeña. Probable estudiante en Salamanca, sacerdote, soldado en Italia, miembro de las cortes cardenalicias romanas y napolitanas, Torres Naharro vio representadas varias comedias suyas en el palacio del papa León X. En 1517 publicó la Propalladia, conjunto de obras líricas y dramáticas reimpresa con modificaciones y añadidos en 1520 y 1526. Se conocen nueve ediciones aparecidas en el siglo XVI. Debió de morir hacia 1520. Su obra teatral está formada por un Diálogo del Nacimiento y por las ocho comedias siguientes: Serafina, Trofea, Soldadesca, Tinellaria, Himenea, Jacinta, Calamita y Aquilana. Al frente de la Propalladia incluye Torres Naharro el famosísimo Prohemio, donde expone una especie de preceptiva de la obra dramática, de la comedia, y donde traza las grandes líneas que estructuran su propia producción teatral. En el Prohemio se reflexiona sobre la diferencia entre comedia y tragedia, se opta por la división de la pieza dramática en cinco actos, llamados jornadas, se sugiere el número de personajes, que debe oscilar entre seis y doce. El autor reclama la propiedad en el comportamiento de las figuras dramáticas y en la ambientación general de la obra, es decir, la verosimilitud. Divide las comedias en dos clases, las comedias a noticia, aquellas que tratan de «cosa nota y vista en realidad de verdad», y las comedias a fantasía, «de cosa fantástiga o fingida». Naharro utiliza, al frente de sus comedias, un segmento llamado introito, que tiene como finalidad fundamental la de establecer el primer contacto con el espectador. Es recitado por un rústico que utiliza el tradicional lenguaje pastoril presente en las obras de Encina y Lucas Fernández. Las comedias a noticia (Tinellaria, Soldadesca) son esbozos rápidos salidos de las cocinas cardenalicias o de la vida de los militares españoles en Roma. Es la Roma subterránea en la que viven personajes despersonalizados, marcados exclusivamente por su condición social. El uso de varias lenguas añade confusión a un mundo en ebullición. La indole novelesca, inventada, de las comedias a fantasía (Himenea, Serafina) permite a Naharro recurrir a la tradición literaria (el conde Arnaldos, en el caso de la primera de ellas) y abrir una de las problemáticas más fecundas del teatro español, la de las relaciones amorosas condicionadas por la presión social (en la Himenea) y, más expresamente, por el tema de la honra y de la asunción de la autoridad familiar condicionada por las normas que impone la sociedad. Naharro ofrece unos textos fundamentales a la hora de construir los principios de un «teatro civil» en la historia de la escena española. Recurre a la fórmula irónica capaz de dar respuesta amable a los problemas planteados por la crisis social de la España que sale de la Edad Media y que se introduce en los amplios espacios de la Europa renacentista. Bibliografía: J. E. Gillet, Propalladia and Other Works of Bartolomé de Torres Naharro (Bryn Mawr-Filadelfa, 1943-1962); Stanislav Zimic, «El pensamiento humanístico y satírico de Torres Naharro», en Boletín de la Biblioteca Menendez Pelayo, LIII, 1977, pp. 61-306; Ronald E. Surtz, The Birth of a Theater. Dramatic Convention in the Spanish Theater from Juan del Encina to Lope de Vega (New Jersey-Madrid, 1979). A.H.