La transparencia como instrumento de ética pública para garantizar el buen gobierno en México Ximena Puente de la Mora I. INTRODUCCIÓN En México existen numerosos ejemplos que nos indican la lucha que ha tenido nuestro país por enfrentar con éxito los retos que nos presenta pertenecer a un país dentro de la sociedad del conocimiento, específicamente en lo que respecta a los instrumentos de ética pública a través del énfasis que desde el gobierno se le ha dado a temas tan importantes a nivel internacional como el tema de transparencia y acceso a la información, pero vamos a ver que el desarrollo de una sola apartado para garantizar la ética pública en una sociedad, no son suficientes para garantizar un buen gobierno y que debemos de considerar el cumplimiento de un verdadero estado de derecho como la participación ciudadana para hacer un verdadero y efectivo cambio en la sociedad. II. ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO DE DERECHO EN MÉXICO Esta denominación corresponde a una evolución del término Estado Liberal y Democrático, de tal manera que significa la incorporación de principios económicos, así como la inclusión de determinados derechos sociales y económicos que no se encontraban en el anterior modelo social. Actualmente, el Estado Social y Democrático de Derecho se nos presenta como una pauta de organización y de estructuración muy reciente que está asumiendo el estado, que de alguna manera engloba y redimensiona los conceptos de Estado de Derecho, Estado Democrático y Estado Social. Sin embargo, como considera Nuñez (2002: 51) no sólo significa que a los derechos y libertades individuales del Estado Liberal se le agreguen una serie de derechos sociales y económicos, por el contrario, modifican también la propia consideración del Estado, que debe asumir un protagonismo desconocido, dándole un sentido dinámico que antes no tenía. Así, en este orden de ideas, siguiendo a Nuñez, el Estado se obliga a conseguir para el ciudadano dos ámbitos de bienestar y seguridad que aunque en muchos casos se trate de ideas, son los ideales que una comunidad decide proponerse como los máximos objetivos de su ordenamiento jurídico. En este sentido, expresan la moral social vigente en un ámbito cultural y en un momento histórico determinados. Muestran pues un consenso en torno a esos objetivos considerados por el constituyente como prioritarios y fundamentales. Los antecedentes del Estado Social y de Derecho los podemos encontrar en la Constitución Mexicana de 1917 y la Constitución alemana de Weimar de 1919, pues ambos textos posibilitaron el acceso al poder a las clases sociales diferentes a las que tradicionalmente se habían establecido. III. TRANSPARENCIA COMO INSTRUMENTO DE ÉTICA PÚBLICA Podemos considerar a la ética como el conjunto de principios y normas morales que regulan las actividades humanas de acuerdo a los principios de la recta razón, de tal manera que sienta el principio de todas las ciencias prácticas. Así el concepto básico de ética se refiere al término ethos, que significa el carácter, el modo de ser a través de los actos y de los hábitos, la ética se convierte así en un control interno que el individuo ejerce sobre sí mismo. 1 De aquí que la ética sea consubstancial al ser humano (que la pone en movimiento en su espacio de libertad, pues la ética solo opera a partir de las conductas voluntarias del individuo, por tal efecto, la ética rebasa las hipótesis normativas previstas como obligatorias en el aparato jurídico vigente (Villanueva, 2006: 283). En México, ha revolucionado el concepto de ética exteriorizada hacia los funcionarios públicos, a través del concepto de transparencia y acceso a la información, dos términos estrechamente vinculados con el término de derecho a la información, por lo tanto podemos iniciar este apartado con la aclaración de que el derecho a la información en sentido amplio y como garantía fundamental comprende, de acuerdo al posicionamiento de Jorge Carpizo y Ernesto Villanueva tres aspectos básicos a saber: (Villanueva, 2001: 7) 1. El derecho a atraerse de información. Incluye las facultades de acceso a los archivos, registros y documentos públicos y la decisión de qué medio se lee, se escucha o se contempla. 2. El derecho a informar. Comprende las libertades de expresión y de imprenta y el de constitución de sociedades y empresas informativas. 3. El derecho a ser informado. Incluye las facultades de recibir información objetiva y oportuna, la cual debe ser completa, y con carácter universal, sin exclusión alguna. El derecho a la información constituye un derecho subjetivo público cuyo titular es la persona y el sujeto pasivo o el sujeto obligado es el Estado, García Murillo señala que este concepto comprende un aspecto amplio , ya que se encuentran tanto los procedimientos (acopiar, almacenar, tratar, difundir, recibir), los tipos (hechos, noticias, datos, ideas), los ámbitos (individual, colectivo, nacional e internacional, así como las funciones (recibir datos, información y contexto para entender las instituciones y poder actuar). La información entonces, de acuerdo con Stein Velasco José Luis, se convierte en “una necesidad para toda la sociedad democrática y condición indispensable para el correcto y debido ejercicio democrático… la información permite a una sociedad conocer, debatir y pronunciarse sobre las acciones de un gobierno. Sin los anteriores elementos un gobierno carece de la permanente base para construir su legitimidad” Stein, 2005: 132). Por lo tanto este es un tema que le interesa a todo el Estado tanto autoridades como ciudadanos, como parte de un proceso continuo de legitimación en la que éstos últimos adquieren un papel predominante de exigir no solo que existan medidas legales para garantizar este derecho, sino que estas medidas se hagan efectivas en la vida cotidiana, a fin de poder obtener información y que ésta sea veraz, objetiva, oportuna. Así dentro de este esquema de derecho a la información, en el que las autoridades tienen diversas obligaciones con los ciudadanos y las personas en general, son los mimos individuos que tienen sus diferentes responsabilidades, independientemente de la actividad que realicen. Así las cosas, el tema que trataremos posteriormente será un valor que debemos de considerar como predominante si pretendemos analizar la ética y la transparencia como instrumentos para llevar a cabo la materia señalada. 2 IV. LA DIGNIDAD HUMANA Y ETICA COMO PREMISAS DEL SER HUMANO Y DE SUS DERECHOS FUNDAMENTALES. Resulta interesante señalar que algunos autores conceptualizan la dignidad humana como algo originario, que deriva de la esencia misma del ser humano, otros señalan que viene de una tendencia social del hombre y otros más apuntan que es producto de las obligaciones derivadas del mismo pacto indispensable para la convivencia humana. Este punto resulta relevante tratar puesto que la dignidad del hombre representa el vértice fundamental que soporta el edificio de los derechos humanos, ya que brinda una cohesión unitaria e interna que estos derechos tienen entre sí. Dignidad y derechos se implican a tal grado que se intercambian mutuamente sin perder su propia fisonomía. El ser del hombre es lo que confirma su propia dignidad, como eje fundamental de los derechos humanos. “Ser persona es un rango, una categoría que no tienen los demás seres irracionales. Esta presencia o superioridad del ser humano sobre los que carecen de razón es lo que se llama la dignidad de la persona humana” (Millán, 1962: 15). La dignidad de la persona como valor único e incondicional que reconocemos en la existencia de todo individuo, no admite discriminación alguna por razón de raza, sexo, religión, o cualquier otra característica o preferencia particular, es además independiente de la edad, inteligencia, salud mental o capacidades desarrolladas o manifestadas, así como la conducta y el comportamiento, es decir, es independiente de cualquier capacidad accesoria. La sola presencia del género humano es lo que origina un debate de respeto hacia la persona, sin que sea exigible ningún otro requisito. Se puede considerar pues a la dignidad humana como un principio por el cual los hombres deben ser tratados de la misma forma, ya sean iguales o distintas sus decisiones, intenciones o manifestaciones de comportamiento. La dignidad humana no es una cosa, no es algo tangible, “discutir la dignidad humana es discutir las relaciones humanas y no discutir las posesiones humanas, sean materiales o espirituales” Galán, 1999: 101). V. DERECHO A LA INFORMACIÓN COMO DERECHO FUNDAMENTAL. REFORMA AL ARTÍCULO 6 CONSTITUCIONAL El derecho a la información lo vemos plasmado explícitamente desde el año 1977 con texto bastante breve y poco clarificador al enunciar: “El derecho a la información será garantizado por el Estado”, producto de una iniciativa presidencial del cinco de octubre de ese año, así como del dictamen de las Comisiones Unidas de Estudios Legislativos y Primera de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados de las que se desprende que el derecho a la información es una garantía social, correlativa a la libertad d expresión, que se instituyó con motivo de la llamada “Reforma Política” y que consiste en que el Estado permita que, a través de los diversos medios de comunicación, se manifieste de manera regular la diversidad de opiniones de los partidos políticos. Con el alcance tan limitado que se le dio inicialmente a este derecho, el derecho ala información quedaba subsumido solo al ámbito de los partidos políticos a tener espacios en los medios de comunicación, particularmente en los medios electrónicos, la ausencia de un derecho fundamental derivado del último párrafo a favor del gobernado, y posibilita que el gobernado reciba “ciertos datos de la actividad realizada por las autoridades” siempre y cuando se expida una ley secundaria que establezca tal posibilidad (Villanueva, 2006, 144). 3 Como se puede apreciar, en esta reforma constitucional solamente se enuncia el inicio de vierta protección legal, pero no se llega a concretar un alcance mayor que tenga repercusión real en el ciudadano. Así mismo Miguel Carbonell lo clasifica dentro del capítulo de derechos de seguridad jurídica “en virtud de que supone más un instrumento de certeza de derecho que el ejercicio de una libertad… no es una mera posibilidad de actuar libre de interferencias, sino que requiere de una serie de medidas de carácter positivo por parte del Estado e incluso de los particulares para poder realizarse” (Carbonell, 2006: 581). En este derecho el Estado tiene entonces un doble carácter; un carácter pasivo en el sentido de abstenerse de impedir la búsqueda de informaciones de los particulares. Así el derecho a la información señala Carbonell puede considerarse una especie de la más amplia libertad de expresión. El Estado tiene también un papel activo en la protección de este derecho en cuanto le corresponde garantizar la efectiva realización de este derecho, y así posibilitar el acceso a la información por parte de cualquier interesando mediante distintos medios que pueden ser: la regulación especifica en la materia que obligue a las autoridades a cumplir con este deber de proporcionar información (claro siempre y cuando no sea reservada ni confidencial), de no obstaculizar el ejercicio de este derecho, y de promover, entre otros, una cultura de transparencia entre la población (Carbonell, 2006: 582). A fin de poder analizar el camino de la reforma constitucional mexicana que incorpora específicamente el derecho de acceso a la información como un derecho fundamental, nos tenemos que remitir necesariamente a la publicación de la Ley Federal de transparencia representa un avance significativo Entre las mismas divergencias que el mismo Instituto Federal de Acceso a la Información reconoce (IFAI, 2007: 46), a través de distintas evidencias, podemos mencionar los siguientes: • Existían estados donde los organismos encargados de resolver las controversias en materia de acceso a la información no son especializados. • Los plazos para resolver las controversias en materia de acceso a la información eran muy distintos, que iban de 5 días hábiles a r0 días naturales. En otros casos, ni siquiera se definían los tiempos exactos para la resolución de controversias. • Algunas leyes estatales imponían requisitos al solicitante como mostrar alguna identificación, firmar o imprimir una huella digital en la solicitud de información, entorpeciendo con esto el verdadero sentido de la ley federal. • En algunas entidades federativas se establecían que en materia política la información estaba disponible solamente para ciudadanos mexicanos de la entidad. Esta situación se ponderó sobretodo en el la llamada “Declaración de Guadalajara” suscrita por los gobernadores de los Estados de Chihuahua, Zacatecas, Aguascalientes, en donde se propone una reforma constitucional que plasme los mínimos de transparencia y acceso a la información que deben existir en todo el país, situación que se tradujo en una propuesta concreta de reforma constitucional a los que se sumaron los gobernadores de Veracruz y el Distrito Federal. Después de un proceso democrático sin precedentes, en el que La Cámara de Diputados el 06 de marzo aprueba por unanimidad (1 abstención, 425 votos en total) y la Cámara de Senadores aprueba también por unanimidad el 24 de abril (111 votos, 0 abstenciones) y lo ratifican congresos de diferentes Estados de la República; finalmente el texto de la reforma al artículo 6 constitucional finalmente se publica el 20 de julio de 2007 en los siguientes términos: Artículo 6º de la Constitución Mexicana … “Para el ejercicio del derecho de acceso a la información, la Federación, los Estados y el Distrito Federal, en el ámbito de sus respectivas competencias, se regirán por los siguientes principios y bases: I. Toda la información en posesión de cualquier autoridad, entidad, órgano y organismo federal, estatal y municipal, es pública y sólo podrá ser reservada temporalmente por razones de interés público en los términos que fijen las leyes. En la interpretación de este derecho deberá prevalecer el principio de máxima publicidad. II. La información que se refiere a la vida privada y los datos personales será protegida en los términos y con las excepciones que fijen las leyes. III. Toda persona, sin necesidad de acreditar interés alguno o justificar su utilización, tendrá acceso gratuito a la información pública, a sus datos personales o a la rectificación de éstos. IV. Se establecerán mecanismos de acceso a la información y procedimientos de revisión expeditos. Estos procedimientos se sustanciarán ante órganos u organismos especializados e imparciales, y con autonomía operativa, de gestión y de decisión. V. Los sujetos obligados deberán preservar sus documentos en archivos administrativos actualizados y publicarán a través de los medios electrónicos disponibles, la información completa y actualizada sobre sus indicadores de gestión y el ejercicio de los recursos públicos. VI. Las leyes determinarán la manera en que los sujetos obligados deberán hacer pública la información relativa a los recursos públicos que entreguen a personas físicas o morales. VII. La inobservancia a las disposiciones en materia de acceso a la información pública será sancionada en los términos que dispongan las leyes. 5 VI. PRINCIPIOS ÉTICOS EN LA IMPLEMENTACIÓN DEL ACCESO A LA INFORMACIÓN COMO CATEGORÍA LEGAL Y ETICA DE LOS CIUDADANOS MEXICANOS La sociedad en todos los tiempos exige con más insistencia un comportamiento ético en todos los desempeños profesionales, especialmente en lo que se refiere a servidores públicos y esta modificación a nuestro máximo órgano legal, que establece una obligación de actuar con transparencia para todos los servidores públicos, en donde se prima también la rendición de cuentas, y se poderla también el principio de máxima publicidad. En este orden de ideas, los principios éticos nos sirven como criterios básicos de carácter general que recogen las ideas morales y fundamentales que se deben de tomar en cuenta al centrarse específicamente en distintas actividades, especialmente las jurídicas o jurisdiccionales. Asó según Guerrero (2008: 131). Así pues podemos mencionar los principios básicos de la ética los siguientes: • Autonomía. Cualidad que implica que el legislador no depende de ningún poder externo a su conciencia, sino sólo obedece a un dictado del buen juicio, que se forma a partir del estudio del expediente. • Independencia. Implica esencialmente que la justicia no puede ni debe de estar supeditada a ningún tipo de influencia, ni injerencias, ni presiones mediáticas de los comunicadores. • Imparcialidad. La cualidad que implica que las decisiones que tome un juzgador, sean producto de su prudente reflexión, sin tener más objetivo que la justicia. En sus decisiones han pretendido influir los poderes político y económico, la prensa, los medios de comunicación social, los grupos sociales de presión, armados, minoritarios, mayoritarios, las élites de diversa configuración, etc. • Prudencia. El juzgador debe poseer distintas virtudes que permitan que su labor sea adecuada, eficiente y eficaz. • Discreción. Se refiere a la secrecía que debe tener el desarrollo personal de la actuación judicial. • Probidad. Honradez. Una conducta proba es aquella que observa todas las exigencias morales de una conducta humana, • Conocimiento pleno del caso. El juez debe conocer cabalmente los casos que se sometan a su decisión y analizará los pormenores y recovecos que tengan los expedientes para no pasarlos por alto al dictar sus resoluciones, En esta función se deben de tomar en cuenta todos los matices y los pequeños detalles para atender plenamente la función jurisdiccional. • Actuación expedita. El desempeño judicial está sujeto al tiempo y el espacio. En relación con la categoría temporal suele afirmarse que la justicia debe ser pronta, expedita, rápida y abierta a todos, de modo que si no es pronta, tampoco es justicia. Por todos los principios que acabamos de mencionar anteriormente creemos importante señalar que se han establecido diversos modos de llevarlos a cabo entre estos el camino que ha seguido el tema de transparencia y acceso a la información, desde la publicación de una ley federal, después la publicación de varias leyes estatales, de una reforma constitucional al artículo 6 y otra más al artículo 16 para tratar de especificar todos estos valores específicamente en esta área. 6 Por lo tanto, podemos considerar que resultó amplísimo contenido a una reforma constitucional en la que se pretende garantizar detalladamente el derecho de acceso a la información como derecho fundamental, debemos señalar que si consideramos a la Norma Fundamental como un instrumento donde se establecen mínimos indispensables que se pretenden garantizar y desarrollar en leyes, de entrada parece incluso excesivos los términos de esta reforma, como un intento de democratizar nuestro sistema a través de un detallado ordenamiento. Se considera pues en nuestro país, que “la información es el elemento fundamental del oxígeno de la democracia. Si los miembros de una sociedad no saben lo que ocurre en ella, si las acciones de los gobernantes se ocultan, entonces ellos no pueden participar en los asuntos y decisiones que son de su incumbencia, ni tampoco exigir una rendición de cuentas por aquellos responsables”; (Stein, 2005: 101) la información entonces permite a una sociedad conocer, debatir y pronunciarse sobre las acciones de gobierno. Sin los anteriores elementos, un gobierno carece de la permanente base para construir su legitimidad. Por tanto, toda acción gubernamental en un sentido anterior conlleva a su propia deslegitimación. En este sentido, se establecieron también algunas disposiciones importantes en artículos transitorios las cuales vamos a considerar. En el segundo de sus artículos transitorios, señala que “La Federación, los Estados y el Distrito Federal, en sus respectivos ámbitos de competencia, deberán expedir las leyes en materia de acceso a la información pública y transparencia, o en su caso, realizar las modificaciones necesarias, a más tardar un año después de la entrada en vigor de este Decreto. Lo anterior, con el objeto de armonizar y unificar el contenido de las diferentes legislaciones estatales. Por su parte, el artículo transitorio tercero establece también la obligatoriedad de que la Federación, Estados y Municipios, deberán contar con sistemas electrónicos para que cualquier persona pueda hacer uso remoto de los mecanismos de acceso a la información y de los procedimientos de revisión a los que se refiere este Decreto, a más tardar en dos años a partir de la entrada en vigor. En este orden de ideas, el contenido del artículo tercero transitorio establece la obligatoriedad de contar con sistemas electrónicos para que cualquier persona pueda hacer uso de los mecanismos de acceso a la información y de los procedimientos de revisión a que se refiere este decreto, poniendo para ello un plazo de dos años después de entrar en vigor este decreto, es decir, el 20 de julio de 2009 ya deberíamos de contar en todo el país con estos sistemas electrónicos de consulta. Debemos recordar que en México, un porcentaje mínimo de la población, se habla alrededor del 20% de la misma tiene acceso a Internet, por lo tanto en algunas dependencias no cuentan ni siquiera con páginas web, y los que cuentan con ella no poseen sus documentos digitalizados, ni siquiera cumplen en muchas de ellas con los requisitos de publicidad de información pública que la misma ley señala. En este apartado nuestro objetivo es poder acercarnos a los niveles de acceso a la información que garantizan otros países como Suecia donde afirman responder una solicitud de un documento digitalizado en menos de 24 horas (Ackemann, 2008: 6). A pesar de ello, el 96% de las consultas de acceso a la información que recibe el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) se realiza a través de correo electrónico, siendo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Educación Pública, las dependencias con mayores solicitudes de información. 7 Ahora bien, el propósito de esta reforma constitucional como comentábamos anteriormente, es la democratización del Estado, que comprende diversas concepciones, de acuerdo a las diferentes etapas, puesto que este concepto ha evolucionado y se ha adaptado para responder a las distintas necesidades e incluso intereses a lo largo de la historia. En la sociedad contemporánea la democracia, la participación política y el combate a la corrupción son elementos indispensables para entender el mismo funcionamiento de la sociedad. A pesar de la importante reforma constitucional en materia de transparencia y acceso a la información, según el último Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno, publicado por Transparencia Mexicana, en el 2007 197 millones de actos de corrupción en el uso de servicios públicos provistos por autoridades federales, estatales y municipales, así como concesiones y servicios provistos por particulares, y se pagaron más de 27 mil millones de pesos de “mordidas” en servicios públicos por los hogares, en comparación de los 19 mil millones de pesos registrados en 2005. VII. CONCLUSIONES El propósito principal de abordar una reflexión ética es conseguir que los seres humanos adquieran un perfil moral, que modifique en el fondo a la persona, y que al mismo tiempo traspase los obstáculos y que se convierta en una pauta a seguir en su actividad cotidiana, es decir, en el ámbito personal, familiar, y por supuesto en el ejercicio de sus funciones. En el sistema político mexicano los objetivos con esta reforma son claros: acabar con la cultura del ocultamiento de la información, para dar paso a la cultura de la transparencia y acceso a la información y por supuesto rendición de cuentas, para posibilitar que la justicia, es decir, dar a cada uno lo que le corresponde sea no una mera aspiración sino una realidad. El camino es bastante largo y no está exento de tropiezos, los índices de corrupción en nuestro país no nos dejan mentir, todavía tenemos índices altísimos que en nuestra valoración latinoamericana e internacional no nos convienen, esperemos que esta situación cambie y mejore también la confiabilidad de la ciudadanía con sus funcionarios de la administración pública. VII. BIBLIOGRAFÍA Ackerman John M. y Sandoval Irma E. (2008), Leyes de Acceso a la Información en el Mundo, México, IFAI. Carbonell, Miguel (2006), Los derechos fundamentales en México, México, UNAM, Porrúa, CNDH. Carpizo, Jorge y Villanueva Ernesto, “El derecho a la información. Propuestas de algunos elementos para su regulación en México”, en Valadés, Diego y Gutiérrez Rivas Rodrigo (2001), Derechos Humanos. Memoria del IV Congreso Nacional de Derecho Constitucional III, México, Universidad Nacional Autónoma de México. García Murillo José Guillermo (2004), Derecho a la Información. 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Zaragoza M Edith, (2008), Ética y Derechos Humanos, México, IURE Editores. RESEÑA BIOGRÁFICA Dra. Ximena Puente de la Mora Es licenciada por la Universidad de Colima, Maestra en Ciencias Jurídicas por la Universidad de Navarra, Pamplona, España, y Doctora en Derecho por el Doctorado Interinstitucional en Derecho, Universidad de Guadalajara; los tres grados obtenidos con mención honorífica. Ha participado como especialista en diversos eventos relacionados con tecnologías de la Información y Derechos Humanos. Ha asistido a diferentes cursos y seminarios en la Universidad de Québec en Montreal, en la Universidad Católica de Chile y el Instituto para la Cooperación Universitaria en Roma, Italia. Ha sido ponente en las 2das. Jornadas de Derecho de Familia en la Plata Argentina, en el X Congreso Internacional del CLAD en Santiago de Chile, en el Congreso Internacional de Derecho Mercantil UNAM y en el Congreso Internacional “Reforma del Estado: Democracia, gobierno e instituciones” de la Universidad de Colima Ha sido becaria por la Agencia Alemana de Intercambio Académico al realizar una estancia de Investigación en el Instituto Max Planck para la Propiedad Intelectual, Derecho de la Competencia y Derecho Fiscal con sede en la Ciudad de Munich, Alemania y ha sido becaria también del Departamento de Estado de Estados Unidos de Norteamérica para participar en el curso avanzado “Política Exterior y Derechos Humanos en Estados Unidos” con el reconocimiento del Departamento de Estado en la Ciudad de Washington D.C. Cuenta con más de 17 artículos especializados y ponencias en distintos eventos de reconocido prestigio, relacionados con temas de privacidad, protección de datos y derechos humanos así como también ha participado en proyectos de investigación con financiamiento relacionados con el derecho constitucional; es coautora del Libro “Derecho de Autor para Universitarios” y “Derecho Procesal. Temas diversos, ambos publicados por la Universidad de Colima. Cuenta con diversos premios y reconocimientos: la Medalla “Ing. Arq. Rodolfo Chávez Carrillo”, la medalla Jaques Cartier, y el Premio Peña Colorada, por haber obtenido el más alto promedio de educación media, diplomado en la Universidad de Québec en Montreal Canadá y licenciatura en derecho respectivamente. También obtuvo el Primer Lugar en el “1er. Premio Regional de Ensayo sobre Transparencia y Acceso a la Información”, evento fue promovido por la Conferencia Mexicana de Acceso a la Información Pública (COMAIP) de la región Centro Occidente. Actualmente es profesora investigadora de Tiempo Completo con Perfil Deseable PROMEP Y miembro del Sistema nacional de Investigadores (SNI). 9