Ejercicios de comunicación, escuchar. Gestión emocional

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Ejercicios de comunicación, escuchar. Gestión emocional
COMUNICACIÓN
¡Ay que me pincho!
Se repartirán telas y objetos que resulten duros, pinchudos, ásperos al tacto (frutos, papel de
lija, piedras con aristas que raspen) y se preguntará a los niños como se sienten. Luego
objetos de textura suave tela, papel de seda, lana, algodón, plumitas de pájaros. Y se les hará
comparar sensaciones corporales. Lo mismo con sabores (limón, algo amargo, luego un
caramelo) Sonidos como tambores, olas, cantos de pájaros, música Heavy, un chillido agudo
de un animal, un maullido, una uña por la pizarra. Las palabras también son sonidos y hay
algunas suaves y dulces y otras duras y pinchudas. No solo son las palabras, sino la forma de
decirlas. Que busquen palabras que les provoquen sensaciones dulces y otras ásperas. Para
ello un grupo de niños cerrará los ojos y al escuchar cada palabra si les parecen amables
levantarán el pulgar hacia arriba y para abajo si las sienten rasposas. Los demás observarán
que les ocurre a los compañeros que tienen los ojos cerrados. La lista de palabras que
pueden haber escrito podría ser:
Gracias
Por favor
Déjame tranquilo
Ven a jugar conmigo
Te odio
Te quiero
Perdona
Tonto
Te voy a pegar
Te doy un abrazo.
Se puede cerrar reflexionando como las plantas y los animales también reaccionan de
manera diferente a las palabras. Incluso en agua, para ello utilizar los materiales de Masaru
Emoto “Mensajes en el agua”.
El baile de las palabras
Van a bailar un baile muy especial, se pondrá música y a medida que la vayan escuchando
irán avanzando por el aula bailando con los ojos cerrados, si se tropiezan con algún
compañero abrirán los ojos y solo si le dicen “Perdón o discúlpame” y el otro contesta “ No es
nada” podrán seguir jugando.
Otros niños estarán sentados esperando a que alguien les diga “Por favor, ¿quieres bailar?” a
lo cual pueden responder “Si, gracias” y en ese caso podrán ponerse en movimiento. Si la
invitación no responde a la consigna no pueden aceptar. Si al aceptar no dice “Muchas
Gracias” no puede bailar.
Se cuidará que todos tengan tanto la oportunidad de “sacar a bailar” como de bailar y de
usar la forma amble en cuanta oportunidad se presente.
Si alguno no usa la forma amable, el maestro o cualquier otro compañero se lo harán ver con
amabilidad “Disculpa ¿necesitas ayuda?”
Se les preguntará como les resultó el baile, si les costó mucho o poco cumplir las consignas.
1
La transmisión de mensajes
Las personas participantes están sentadas formando un círculo. El animador o animadora del
grupo dice al oído de una persona un mensaje para que se vaya transmitiendo de persona a
persona. Por regla general se comprueba que al llegar el mensaje a la última persona, llega
tan distorsionado que no se parece en nada al original. De este modo se pueden analizar los
obstáculos o dificultades en la comunicación y aprender cuáles son los elementos necesarios
para la escucha activa.
Parafrasear
Se forman parejas entre las personas que participan y el animador o animadora del grupo
elige una noticia de interés y pide a la primera persona que tenga a su lado que hable de la
noticia. La segunda persona debe parafrasear a la primera. Sólo cuando la primera le ha dado
el visto bueno a la interpretación de la segunda, la segunda comienza a hablar sobre la
misma noticia. Así la primera persona parafrasea lo que la segunda ha dicho. Se trata de
asegurarnos que el mensaje que ha dicho la otra persona ha sido recibido correctamente,
porque ha activado de manera especial la atención.
El lenguaje corporal
Dispuestos en dos filas los participantes y mirándose de frente, se trata de percatarse de
nuestro lenguaje corporal. Una fila va expresando varios sentimientos y emociones
utilizando exclusivamente el cuerpo, y la otra intentará identificar qué sentimiento o
emoción ha sido expresado. A continuación se abre un debate a partir de peguntas como
éstas: ¿Cómo te sentiste?, ¿fue fácil o difícil distinguir los sentimientos?, ¿por qué fue fácil o
difícil distinguirlos?, ¿qué habilidad social es adecuada para percibir mejor los sentimientos?
Defiende tus derechos
En esta actividad los niños y niñas identificarán los comportamientos asertivos, agresivos y
sumisos. En primer lugar el profesor pedirá a los alumnos que busquen información sobre los
conceptos “asertivo”, “agresivo” y “sumiso”. Para ello pueden preguntar, buscar información
por Internet, consultar libros, etc…
Posteriormente se expone en gran grupo la definición de cada concepto para compartir
entre todos el mismo significado. En pequeños grupos de trabajo, los alumnos tendrán que
buscar ejemplos de los tres tipos de comportamiento y generar una lista de ellos.
Finalmente se ponen en práctica por parejas (una delante de la otra) cada uno de los
comportamientos que han dicho los demás grupos y estos deben clasificarlos según sea un
comportamiento agresivo, sumiso, asertivo. Por ejemplo mirarse a los ojos al hablar
(asertivo), chillar (agresivo) o bajar la cabeza (sumiso).
Una vez vivenciado a nivel de grupo, es interesante conocer cómo se han seinto los alumnos
ante los tres tipos de comportamiento y valorar los comportamientos más positivos para las
relaciones sociales y la autoestima.
2
La radio
Esta actividad ayuda a desarrollar habilidades de escucha empática, a identificar y reconocer
sentimientos y emociones de los demás, y a establecer comunicación social. Los alumnos se
ponen por parejas y se sientas de espaldas. El profesor indicará que deben simular una radio.
Como si estuvieran en un programa radiofónico, no pueden verse ni mirarse, solo hablar y
escuchar.
Una vez organizadas las parejas deben acordar un tema que sea controvertido o polémico.
Una de las dos personas hará de locutor de radio y el otro de oyente. El locutor se limita a
comunicar la noticia y el oyente a escuchar.
El oyente solo intervendrá cuando el locutor le dé permiso para hacerlo como initado de la
tertulia. Posteriormente se intercambiarán los roles. Exponemos algunas preguntas a
reflexionar por parejas y en gran grupo.
¿Qué rol te ha gustado más?
¿Cómo te sientes cuando te hablan sin mirarte y al no poder ver lo gestos de la otra
persona?
¿Qué te cuesta más, escuchar o hablar? ¿Porqué?
ESCUCHA
Buscando a mamá gallina.
Se les dirá a los niños que se toquen las orejas y pasen el dedo por todos los caminitos o
formitas que hay dentro de ellas.
Que se miren entre ellos y verán que todas son muy parecidas, pero al mismo tiempo
diferentes. Se les preguntará que ven de diferente y de parecido.
Luego harán mucho silencio para poder escuchar los sonidos del entorno, de dentro del aula
y de fuera. Se les pide que recuerden algunos sonido que conozcan (para lo cual los que
quieran podrán imitarlos) como por ejemplo , de un turno, de los caballos cuando corren, de
la lluvia sobre el techo, de las bocinas de los coches, de ladridos, de maullidos, pajaritos.
Luego comienza el juego. Uno o varios niños (dependiendo del número de participantes)
recibirán la consigna de que van a hacer como si fueran papá o mamá gallina y que cuando
los otros niños les tomen de la mano y les pregunten ¿pio, pio? Deberán hacer silencio y
tomar la mano del que se las ofrece.
Los niños que no hacen de papá o mamá gallina jugarán con los ojos cerrados todo el
tiempo, hasta que se les avise que pueden abrirlos. Ellos tendrá que ubicar a la mamá o papa
gallina preguntando ¿pio pio?. O sea que cuando hacen la pregunta y no les contesta y
toman su mano sabrán que encontraron a la mamá y papá gallina y permanecerán en
silencio y tomados de la mano. Si no ocurre así seguirán buscando y preguntando hasta que
encuentren a mamá o papá gallina.
Así se seguirá el juego hasta estar todos juntos.
El pueblo dice.
De pie y en círculo, cualquier participante da una orden y el resto la obedece.
Las órdenes pueden ser divertidas y absurdas y lo importante es que para obedecerlas deben
comenzar la frase :”el pueblo dice que caminéis como patos”, “el pueblo dice que taconeen”,
“el pueblo dice que se tapen la nariz”, “que se rasquen la cabeza”, “que se muerdan la
rodilla”, “Que salten en un pie”, “que se meneen así”, “que maúllen como un gato”.
3
Quien se equivoca inicia el movimiento a realizar. Ente las consignas se deben incluir “el
pueblo dice que nos callemos y escuchemos”
Para terminar se puede decir “el pueblo dice que nos sentemos pues el juego se acabó”.
Se puede aprovechar este juego para introducir consignas tales como “el pueblo dice que
ordenemos la clase” , “Que recojamos los papeles”.
Reflexionar sobre si les resultó fácil o difícil o ninguna de las maneras y donde estuvo la
dificultad más importante. Se les recordará que en la vida diaria cuando reciben órdenes si
las escuchan y las cumplen puede ser fácil.
Se que animal eres!!!
Se vendan los ojos e de un participante que está de pie, en el medio de un grupo sentado en
círculo a su alrededor. Quien tiene los ojos vendados recorre el círculo y se sienta sobre algún
compañero que está sentado en dicho círculo. En ese momento el que estaba sentado imita
el sonido de un animal. Si reconoce quién es el que imitó el animal se saca la venda y se la
coloca a quien imitó al animal. Si no adivina continúa el paseo, sentándose sobre otro hasta
que pueda reconocer quien es el que imita al animal.
Se comenta cuanta atención deben prestar para saber quien es el que imita a un animal.
La balsa salvadora (escucha y cooperación niños 6 a 8 años)
La maestra repartirá por el suelo hojas de papel de periódico hasta hacer una gran alfombra.
Dirá a los niños que van a jugar a un juego que se llama “Nos salvamos todos”
Les dirá que esas hojas son una balsa que usarán para cruzar el río y llegar a la otra orilla y
deberán usarla pues es muy profundo para llegar de otra manera.
Algunos de los niños tendrán papelitos de color azul, otros rojo, otros amarillos y otros verde.
Al escuchar el silbato sonar una vez, podrán entrar a la balsa los que tengan papelillos azules,
con dos silbatos los de papelillos rojo, con tres los de papeles verdes y con cuatro los
amarillos.
También habrá quien tiene papeles blancos y ellos son los que deben ser salvados por sus
compañeros pues no pueden entrar sin su ayuda. Ellos sólo escuchan sonidos de animales y
aves y tendrán en su papelito de color blanco el dibujo de un animal o ave.
Si no está la balsa llena no podrá avanzar, pues la consigna que le dejó el capitán es que, o
lleva a todos o no lleva a nadie, pues se trata de una balsa muy colaborativa, quiere que se
salven todos.
La maestra, les dirá o los chicos que están dentro de la balsa en secreto el nombre de algún
animal o ave que deberán imitar y todos juntos harán dicho sonido. Cuando lo escuche el
dueño del papel que tengo ese animal o ave, saltará lo más rápido posible a la balsa. AsÍ
harán hasta que todos hayan entrado y entonces esta empezará a avanzar hacia lo otro orillo
donde los esperará una sorpresa. La maestra puede estor esperándolos con un gran paquete
de chocolates o frutas.
Sólo cuando todos los chicos estén en la balsa ésta avanzará. El avance se realiza haciendo
como si navegaran y arrastrándose sentados, como en trencito, tomados de la cintura y con
ayuda de los pies, hasta llegar al lugar que representa la otro orilla lo que podrá estor
señalizado por uno cinta o soga de color llamativo. Si alguno quedo fuero, tendrán que salir y
volver o repetirse el juego.
Cierre: Se conversará sobre cómo es muy entretenido jugar cuando todos pueden ganar y
cómo fue importante escuchar con atención para poder jugar.
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La nave del faraón
El coordinador relatará lo siguiente historia: "El faraón debe ser trasladado a otra región por
sus esclavos, pues corre peligro su vida, en una noche absolutamente oscuro, sin luna, a
través de un tramo de un río totalmente lleno de cocodrilos hambrientos. El faraón es el
único que llevará unos anteojos especiales con los que podrá ver el camino e irá sobre los
hombros de uno de sus esclavos mas fuertes y corpulentos dando indicaciones sobre la ruta
a seguir mediante variaciones de un sonido".
Una vez que decidan entre todos quién es el faraón, éste elegirá el sonido de un animal o ave
que le resulte fácil de imitar. Suponiendo que sea el chistido de una lechuza, todos sabrán la
consigna de que, si deben girar a la izquierda, oirán un chistido, a la derecha, dos, detenerse,
tres, hacia atrás, cuatro.
Los esclavos formarán una hilera y representarán la embarcación tomando firmemente la
cintura del que está delante. El primero de la hilera será quien guíe los cambios de dirección.
Todos avanzarán en completo silencio, para escuchar los sonidos y con los ojos vendados. En
el medio de lo hilero, irá el faraón sentado en los hombros de uno de sus esclavos.
Cuando el que dirige la embarcación, o sea el primero de la hilera escucha cada señal deberá
cambiar de dirección y con el resto de los tripulantes. El coordinador colocará una música
acorde con el avance rítmico de los remos; cada vez que detenga la música, el faraón dará
una consigna y la embarcación cambiará de dirección. El juego durará hasta que la confusión
los lleve a que alguno se salga de la hilera, el faraón se caiga, u ocurra cualquier otra
circunstancia. Si resisten sin caerse ni equivocarse todos tendrán una recompensa. En
cambio si no llegan al final del viaje ninguno podrá acceder a la recompensa pues significará
que la misión no tuvo éxito
EMOCIONES: IDENTIFICAR SENSACIONES. CONOCER SUS NOMBRES.
Escuchando y sintiendo a nuestro amigo el cuerpo
Explique a sus alumnos que nuestro cuerpo es un amigo que nos avisa muchas cosas para
que estemos sanos y contentos .Con él podemos sentir cosas diferentes de acuerdo a lo que
está ocurriendo, por ejemplo, si nos dan un regalo muy bonito sentimos algo en el cuerpo
distinto o que si nos retan. Aquello que sentimos en el cuerpo se llaman sensaciones Cuando
estas sensaciones son muy fuertes se llaman EMOCIONES...
También, que a veces cuando nos peleamos mucho, por ejemplo, parece como que cuesta
respirar, o se siente como una "cosa dura en el estómago" o, los puños se cierran con fuerza,
o se suda, o se tiene mucho calor. Cada una de los personas tiene diferentes sensaciones en
el cuerpo. Esas sensaciones son como un aviso de qué se está sintiendo dolor, pena, enojo,
furia, vergüenza, miedo. Se les preguntará que siente ellos en sus cuerpos, cuanto están
tristes, con miedo, enfadados.
Para poder llevarnos bien y poder reconciliarnos cuando hay peleas es bueno saber que
emociones se están sintiendo y como se llaman. Se pondrán músicas que evoquen distintos
sentimientos: miedo, alegría, tristeza y van moviendo su cuerpo al compás de la música y
pondrán caras que representen las distintas emociones. Cuando son más pequeños se
puede zapatear de acuerdo con las distintas emociones siguiendo el ejemplo del profesor.
Se les planteará al cierre que reconozcan las distintas sensaciones que tuvieron al bailar o
expresar con el cuerpo induciendo a que expresen con un idioma corporal, por ejemplo al
bailar el enojo me sentía duro, o apretaba los dientes….
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Rincón de las emociones.
Se creará un rincón de las emociones, que será un espacio físico al que cada maestro con
los alumnos puede dar las características que su creatividad le indique.
Allí habrá elementos necesarios para expresar las emociones cuando lo necesiten
(almohadones, muñecos, marionetas para hacerlas hablar y decir lo que sienten,
pinturas, papeles, plastilina, tizas, arcilla para expresar lo que están sintiendo).
Ellos sabrán que allí las emociones están contentas porque las dejan estar. Cuando se
tranquilicen y se pasen pueden volver al aula con sus compañeros.
Reflexión, todos podemos estar felices, enfadados, tristes. Es bueno sentir emociones
siempre que no dañemos a nadie, ni a ellos mismos.
El espejo
También en esta actividad deben disponerse en dos filas, de manera que la una sea el espejo
de la otra. Por medio de esta actividad se trata de reconocer cómo es nuestro lenguaje
corporal gracias a un «espejo». La fila que hace de espejo tiene que imitar los sentimientos y
gestos que la otra realice. Se repite esta actividad intercambiando las funciones de cada fila.
A su término puede iniciarse un debate para analizar los sentimientos percibidos y las
novedades en el lenguaje corporal que hayan aparecido.
Identificar sentimientos
Por medio de piezas musicales o imágenes de prensa escrita, se pide a quienes participan
que se concentren en identificar los sentimientos que les ha sugerido. Es conveniente en el
caso de la escucha de una pieza musical permanecer con los ojos cerrados. A continuación y
con la colaboración de todo el grupo se escribe un listado de los sentimientos que hemos
experimentado. Luego, se deben anotar aquellos sentimientos que no ha costado expresar y
los que sí les ha costado. Para terminar, se forman grupos de cinco personas en los que se
reflexione sobre esta pregunta: ¿por qué me cuesta o no expresar estos sentimientos? y los
resultados se debatan entre todo el grupo.
¿Cómo me siento?
Esta actividad consiste en que los niños y niñas contesten a la pregunta “¿Cómo me siento?”.
El alumnado debe aprender a interiorizar formas de expresar y relacionarse con el mundo
emocional. Para ello, es necesario trabajar previamente con un vocabulario que ayude a
identificar y reconocer las propias emociones. Para ello se pueden presentar términos
emocionales básicos que se irán ampliando con la edad: alegría, tristeza, enfado, vergüenza,
miedo, sentirse querido, feliz, etc.
El profesor debe también formar parte de la actividad y, al igual que su alumnado, debe
expresar cómo se siente. A veces los niños y niñas expresan sus emociones de forma no
verbal. En tal caso, el adulto debe acompañar esta expresión con una palabra que
identifique que emoción siente.
Pienso y siento cosas positivas
Una forma para ayudar a sentirse mejor es pensar en cosas positivas y sentirlas. Para este fin
conviene dedicar tiempo a que el alumnado muestre ciertos pensamientos para que puedan
generar emociones positivas en ellos mismos y contagiarlas a los demás. Algunos ejemplos:
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Cuando pienso en mis animales de compañía me siento muy alegre
Cuando voy a ver a mis abuelos disfruto mucho del día
Cuando pienso en las vacaciones siento ganas de divertirme
Cuando pienso en las flores de colores me siento tranquilo.
Si además de expresar estos mensajes oralmente los escribimos y los exponemos en algún
espacio físico en el aula, estos pueden tener una mayor repercusión positiva, con lo que se
favorecerá el bienestar del conjunto de la clase.
Me cuidan y me cuido
Llevar a la práctica situaciones en las que las personas se sientan cuidadas y respetadas por
los demás no tan sólo favorece las relaciones sociales sino que también contribuye a la
propias autoestima. Conviene realizar estas prácticas primero con uno mismo para conocer
sus beneficios y familiarizarse con ellas.
Realizar masajes por parejas con objetos (algodones, pañuelos, plumas, etc.) o con
las propias manos.
Bailar sin perder el contacto físico y visual con otra persona.
Decirse cosas positivas y mensajes positivos para sentirse querido y reconocido
Practicar los abrazos
Sentir y comunicar emociones
Toda persona necesita sentirse escuchado; sobre todo cuando siente malestar. Disponer de
tiempo para que los niños y niñas expresen sus agradecimientos, felicitaciones, quejas, y
conflictos es una forma en la que desarrollarán sus capacidades de comunicación y relación,
aprenderán a empatizar con los demás y serán más asertivos. Es tan importante expresar
emociones y situaciones positivas como negativas.
En el aula se pueden poner dos buzones en los que el alumnado pueda depositar sus
mensajes para que puedan ser expresados y compartidos con los demás. Uno será el buzón
del bienestar y el otro, el del malestar. Durante una semana, una vez al días se abrirán los
buzones para que sus mensajes sean leídos, expresado y compartidos con los demás. La
expresión y conciencia emocional es un paso previo a buscar soluciones conjuntas.
El enfado
El enfado es una emoción que debe expresarse de forma apropiada, no de forma impulsiva,
ya que eso conlleva a una falta de regulación emocional.
Es importante que los alumnos y alumnas sean capaces de reconocer cuándo y en qué
situaciones manifiestan el enfado, así como proponer estrategias para su regulación.
Esta actividad consiste en que el alumnado complete cuatro mensajes incompletos con sus
propias vivencias y experiencias. Para ello deben reflexionar de forma individual
Me enfado con los demás cuando…….
Cuando me enfado noto que mi cuerpo……..
Cuando los demás me muestran su enfado me siento…………
Cuando me enfado…………
Posteriormente se compartirán los mensajes completados en pequeño grupo, para discutir y
poner en común los aspectos semejantes y diferentes.
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Es interesante conocer las aportaciones de los diferentes grupos y para reflexionar
conjuntamente y adoptar comportamientos que sean útiles para el grupo.
Al final se pueden redactar mensajes en los que se sinteticen las ideas y aportaciones del
grupo- clase como por ejemplo:
Toda persona se puede enfadar cuando…..
Para regular la emoción de enfado se puede……..
Cuando los demás me expresan su enfado, yo………….
La receta emocional
En esta actividad cada alumno debe imaginarse que es cocinero y debe escoger de los
siguientes “ingredientes emocionales” un conjunto de emociones que formarán parte de su
“receta”: felicidad, tristeza, tranquilidad, vergüenza, pasión, ilusión, rabia, asco, amor,
esperanza, miedo, alegría. Es interesante que contesten individualmente a estas preguntas:
¿Por qué has escogido estos ingredientes y no otros?
¿Si tuvieras que elaborar una recta para otra persona, a quien elegirías? ¿Por qué?
¿Qué ingredientes pondrías en la receta? ¿Por qué?
Comparte tu receta con los demás y justifica la elección de los ingredientes que has
hecho.
La ducha
Una propuesta que ayuda a favorecer el bienestar físico y mental de los niños y niñas es
mediante la práctica del masaje. El masaje es también una buena práctica para fortalecer
vínculos afectivos con un o mismo y con los demás y desarrollar una buna autoestima.
Esta actividad consiste en reproducir diferentes masajes como si el niño o niña estuviera
“duchándose”. Primero, el masaje de al ducha es enseñado por el profesor para que después
puedan realizarlo los alumnos entre ellos o bien practicárselo a sí mismos. Estos son los
pasos para reproducir una “ducha” mediante el masaje.
Los dedos de las manos se mueven por todo el cuerpo como si fueran gotas de agua
(el agua)
Masajes con toda la palma de la mano y haciendo movimientos rotativos
(enjabonado).
Los dedos de las manos se mueven como si fueran gotas de agua (el agua).
Las manos abiertas tocando el cuerpo como si fuese una toalla (secado).
Las manos abiertas realizando movimientos ascendentes y descendentes (como si
pusiéramos crema corporal)
Un abrazo o “autoabrazo” como si fuera el albornoz.
El profesor o profesora preguntará a los alumnos cómo se sienten, qué les ha gustado, qué
no les ha gustado tanto y les animará a que puedan practicarlo con sus seres queridos.
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