Citas de Marie Poussepin Profesores: No olviden que fueron elegidos por Dios para este noble trabajo. 1. “Siembra en los corazones, aún tiernos, la semilla de la piedad”. 2. “No encerrarás las liberalidades que has recibido del cielo, obrarás de manera que las personas se puedan esparcir alrededor, con largueza y profusión” 3. Es necesario formar buenos sujetos para responder a las piadosas intenciones de las personas que lo soliciten”. 4. “Ten mucha ternura y vigilancia con la juventud que educas” 5. “Es necesario alentar a los débiles y consolar a los que, a pesar de sus buenos deseos, no dejan de caer en faltas”. 6. Emplea, con más gusto, la dulzura que la severidad”. 7. “No hagas jamás correcciones si estás alterado”. 8. Los corazones se abren fácilmente a la persona que se hace amar”. 9. “Conserva la presencia de Dios en todas tus acciones” 10. “Imitemos la vida que Nuestro Señor llevó sobre la tierra”. 11. “La oración es el canal por el cual corren todas las gracias y todos los dones que recibimos de la liberalidad del cielo”. 12. “Sé dulce en tus palabras, sé sencillo en tus discursos, sé modesto en tus respuestas”. 13. “Piensa a menudo que Dios te pedirá cuenta muy rigurosa, del deber cumplido”. 14. “Llegar a ser perfectamente humilde de corazón, implica un gran esfuerzo”. 15. No llegaremos a ser humildes, sino que poniendo los ojos, con frecuencia, en el divino Maestro”. 16. Condúcete con mucha prudencia y paciencia, con gran bondad y singular modestia”. 17. “No hagan menos por los pobres que por los ricos, por aquellos a quienes les cuesta aprender y por los que aprenden fácilmente”. 18. “Sé dulce sin debilidad, firme sin dureza, grave sin altivez”. 19. Haz conocer, los más perfectamente posible a nuestro Señor Jesucristo”. 20. “Trata de hacerte amar y respetar al mismo tiempo.” 21. “Condúcete con suma bondad y modestia.” 22. “Las personas que sean propuestas para este santo empleo: la educación, deben ser humildes, caritativas, fervorosas, pacientes, prudentes y ejemplares”. 23. “Sé muy aplicado en el trabajo, siempre dispuesto a hacer el bien, jamás de mal humor”. 24. “Debes estar instruido en el método de enseñar, y ponerte al alcance de la niñez y de los jóvenes”. 25. “Considera a tus alumnos como son y en la etapa en que se encuentran”. 26. “Corrige sin encolerizarte”. 27. “Para mí, el trabajo; para el prójimo, la humildad y para Dios, la gloria. 28. “Nunca serán más ricos que cuando lleguen a ser perfectamente pobres, como Jesucristo”. 29. “La niñez y juventud son edades muy favorables para educar en las virtudes”. 30. “Edifica con tus palabras y ejemplos”. 31. “No olvides que jamás podrás ocultarte de la vista de Dios”. 32. “Cuida de que no falte nada a nadie”. 33. “Busca la gloria de Dios y el bien del prójimo como ideal supremo” 34. “Pensar la educación es pensar al hombre y pensarlo a él es pensar la vida o sea, retomarlo desde la inteligencia”. 35. “Haz siempre lo que puedas y pide con insistencia al Señor, lo que no puedas hacer” 36. “Te recomiendo el espíritu de la pobreza y el amor al trabajo”. 37. “Instruir con paciencia y asiduamente a los que no saben el empleo, es capacitar para el anuncio de Jesucristo”. 38. “Recuerda que Dios no soporta a los soberbios y las palabras dulces son un panal de miel”. 39. “Dios nos ha conducido aquí, con el fin de que continuemos con esta gran tarea”. 40. “Vivamos con tanto fervor, que el ejemplo haga más impresión que las palabras”. 41. “Te comportarás con mucha prudencia cuando se trate de reprender”. 42. “El silencio es el gran maestro de la oración” 43. “No es la pobreza sino el amor a la pobreza, el que nos hace verdaderos pobres”. 44. “No omitirás nada para formar personas que puedan perpetuar después esas buenas obras”. 45. “La justa valoración de lo que somos es camino de autenticidad”. 46. “No rechacen la corrección y tú, corrige a menudo”. 47. “La discreción te adornará como un collar”. 48. “No pierdas de vista a Dios en tu camino, llévalo prendido en tu vida”. 49. “Acuérdate en tus oraciones de todos tus hermanos”: 50. “Vive bien penetrado de las verdades que debes vivir y enseñar”. 51. “Vive de tal manera que no pases un día sin merecer recibirlo”. 52. “Educar a la juventud es llevarlos a evitar los desórdenes a que los exponen la miseria y al ignorancia”. 53. “El trabajo nos asocia a la obra de la creación y al vida laboriosa de Cristo, quien le da su pleno sentido”. 54. “Es sencillo quien vive en la verdad y se compromete con ella”. 55. La oración es necesaria para mantener el socorro de Dios”. 56. “Habla a Dios con frecuencia, a menudo habla de Él”. 57. “Piensa sin cesar que Dios, es quien te conduce”. 58. “Tu empleo tiene relación con lo que toca al servicio de Dios”. 59. “¡Qué honor es, por el trabajo, contribuir al cuidado de los miembros de Jesucristo!”. 60. “Que tu corazón esté de acuerdo con tus palabras” Citas de Marie Poussepin Alumnos 1. “Es sencillo quien vive en la verdad y se compromete con ella”. 2. “Vive de tal manera que no pases un día sin merecer recibirlo”. 3. “Acuérdate en tus oraciones de todos tus hermanos”. 4. “No pierdas de vista a Dios en tu camino, llévalo prendido en tu vida”. 5. “El silencio es el gran maestro de la oración”. 6. “Imitemos la vida que nuestro llevó sobre la tierra”. 7. “Sé muy aplicado en el trabajo, siempre dispuesto a hacer el bien, jamás de mal humor”. 8. “Condúcete con suma bondad y modestia.” 9. “Llegar a ser perfectamente humilde de corazón, implica un gran esfuerzo”. 10. “Conserva la presencia de Dios en todas tus acciones”. 11. “Llegar a ser perfectamente humilde de corazón, implica un gran esfuerzo”. 12. “Habla a Dios con frecuencia, a menudo habla de Él”. 13. “El silencio es una de las señales, más ciertas, de la presencia de Dios en un alma”. 14. “Es necesario llevar por todas partes el conocimiento de Jesucristo y de sus misterios, e inflamar todos los corazones, si es posible, en el amor de su Divina Majestad”. 15. “Ocupa cuidadosamente tu tiempo en el trabajo”. 16. “La oración es una conversación con Dios... es alimento del alma, luz que ilumina las tinieblas de nuestro espíritu”. 17. “Ten cuidado de no estar lejos de tu deber” 18. “No digas nunca, nada que no sea bueno”. 19. “Sean muy aplicados en el trabajo, siempre dispuestos a hacer el bien, jamás de mal humor”. 20. “La oración es defensa contra las miserias y aflicciones de nuestra vida”. 21. “No olvides que jamás podrás ocultarte de la vista de Dios”. 22. “Busca la gloria de Dios y el bien del prójimo como ideal supremo” 23. “Haz siempre lo que puedas y pide con insistencia, al Señor, lo que no puedas hacer” 24. “Callar mucho para tener algo que decir y merezca ser escuchado.... pero calla también para escucharte a ti mismo”. 25. “Donde hay amor hay celo y creatividad”. 26. “Te recomiendo el espíritu de la pobreza y el amor al trabajo”. 27. “Hacer buen uso de la Palabra es señal de pertenecer a Dios”. 28. “Habla de corazón a corazón con Dios”. 29. “Piensa sin cesar que Dios, es quien te conduce”. 30. “Implora en toda ocasión es socorro de Dios” 31. “No juzgues nunca mal” 32. “El silencio es el gran maestro de la oración” 33. “Habla a Dios con frecuencia, a menudo habla de Él”. 34. “Que tu corazón esté de acuerdo con tus palabras” 35. “No pierdas de vista a Dios en tu camino, llévalo prendido en tu vida”. MARIE POUSSEPIN MARIE POUSSEPIN FUE... • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Apóstol social de la caridad. Expresión concreta de amor a Dios. Semilla fecunda del evangelio. Caridad plena de misericordia. Humilde, piadosa y caritativa. Apóstol social de la caridad por el trabajo. Plena de servicio ante el dolor humano. Evangelio viviente de amor expresado en acción. Caridad ardiente al servicio del pobre. Donación de sí misma a Dios y al hermano. Mujer de fe inquebrantable. Obrera de la providencia. Encarnación de una caridad contemplativa. Mujer cimentada en la palabra de Dios. Mujer comprometida con la realidad histórica de tu tiempo Justa, fuerte, libre y constante. Vida unificada en el servicio, en aras de la caridad. Mujer de fe profunda y sentido común. Hija de la verdad y la caridad. Toda de Dios y toda para el prójimo. Mujer tenaz y valiente que asume las dificultades y sabe esperar con serenidad y madurez. Con una caridad llena de sabiduría nunca dejó de obrar prudentemente. Mujer de acción decidida, de voluntad firme capaz de actuar, batirse, ganar. Hija de la verdad y de la caridad. Mujer de una vida de humilde sumisión, de prudente espera, de sufrimiento sostenido por la fe. Mujer de fidelidad inviolable al bautismo, a la iglesia, al evangelio y a sí misma. Una mujer que más que dar cosas, se dio a sí misma. Humilde ante sus defectos, sencilla ante sus virtudes, optimista frente a sus posibilidades. Siempre fue una respuesta de amor. Síntesis de una vida entregada a Dios y al necesitado Su fe es sostenida por su firme esperanza en la bondad de Dios. Corazón abierto a Dios y a los gemidos del que sufre. Comprometida y sincera, convencida y firme. MARIE POUSSEPIN • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Por su amor al Señor, se conduce en la búsqueda permanente del bien. Tuvo el equilibrio que sólo da el vivir en la presencia de Dios. Siguió el sendero del evangelio, encontrando el pleno sentido de la existencia humana. Comprendió que la vida es crecimiento y que nunca se detiene. No puso frontera a su corazón abierto y generoso. No demarcó, con limites egoístas, la fraternidad y la concordancia. Tuvo criterios seguros sobre la justicia, el trabajo, las personas, el mundo, los pobres y sus necesidades. Tuvo convicciones profundas sobre la virtud, la piedad, la vida y el recto vivir. Tuvo luces sobrenaturales sobre la fe cristiana, la caridad en obras las exigencias personales hacia Dios. Realizó grandes cosas en el silencio, en la sencillez y en la naturalidad. Transformó una época de la historia con la callada fuerza de su fe. Nos dejó el legado de su: piedad, sencillez y trabajo. Aprendió desde niña a amar y a alivianar el sufrimiento de los enfermos y pobres. Encontró siempre la feliz oportunidad de prestar servicio sin ruido. Lucha hasta el fin por la justicia y la liberación del más pobre. Poseía una pedagogía natural, innata, teórica y práctica, fruto de la experiencia de su vida. Comprendió que el servicio a la vida, lleva en sí, cruz y alegría, sacrificio y esperanza. Amó el silencio, vivió el silencio, en clima de oración y de trabajo. No se contenta con formar sino que enseña a formarse. Entendió que ser pobre es solidarizarse con los pobres para luchar conjuntamente con ellos. Entendió que la caridad es el ejercicio concreto del amor.