MODELO DEL MES OCTUBRE DEPARTAMENTO DE DIFUSIÓN CICLO 2004 Los modelos más representativos de la exposición Jubón del siglo XVII Por Amealia Descalzo AREA 1 1 DESCRIPCIÓN Jubón femenino: corto hasta la cintura, con cuello de tirilla y sin mangas. Se confecciona con cuatro paños: dos delanteros y dos espalda. Los delanteros, con un pronunciado pico, se cierran por delante con veinticinco ojales que se corresponden con el mismo número de botones con el alma de madera y forrados con un cordoncillo que forma un tejido en ligamento tafetán. La espalda con costura en el centro se interrumpe a la mitad y, a partir de ahí, se ajusta al torso con nueve ojetes a cada lado de los paños de espalda. El cuello de tirilla remata en pequeñas piezas rectangulares que recorren todo el perímetro del cuello. Todo el perímetro del borde inferior del jubón está recorrido por haldetas trapezoidales. Un cordoncillo trenzado en algodón de color marrón recorre el perímetro de las haldetas y costuras del cuello. La prenda está forrada en lino. El cuello, los perfiles de los delanteros interiores y haldetas del delantero están forradas en seda del mismo color que el cordoncillo. Abanillos Collar Faldillas 2 PROCEDENCIA El jubón entró a formar parte de la colección del Museo del Traje en 1934 por donación de D. Eusebio Güell López, Vizconde de Güell. DATACIÓN El jubón que aquí se estudia sigue los patrones de jubones femeninos de Juan de Alcega de 1580 y de Francisco Rocha Burguen de 1618, por lo que consideramos que este jubón fue confeccionado entre 1580 y 1620. Aunque esta hechura se seguirá manteniendo hasta 1640 aproximadamente, es a partir de esta fecha cuando la moda femenina comienza a experimentar un cambio sustancial: aparecen los jubones con faldones y los primeros modelos de guardainfantes para ahuecar las faldas. CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS Y MODO DE FABRICACIÓN El jubón es de seda con bastas flotantes por urdimbre de color gris que dibujan una decoración en zig-zag y roleos. Va forrado en lino en su color a excepción del cuello – collar y abaninos-, perfiles de los delanteros interiores y haldetas –faldetas- del delantero, que van forradas en seda del mismo color que el cordoncillo. La explicación y recomendaciones que hacen los maestros sastres de la época en sus libros de patrones sobre como aprovechar la tela, dimensiones de los paños y seda en uso, como cortar las prendas, etc., nos aportan una valiosa Información para conocer el modo de fabricación. Veasé la que incluye Juan de Alcega para cortar un jubón de caractrísticas similares al que exhibe el Museo. “Para cortar este jubón de seda para mujer será necesario doblar la seda la mitad sobre la otra mitad, haziendo lomo por el un cabo y de la parte de nuestra mano derecha se cortara la espalda deste jubón del lomo de la seda, y luego sobre la espalda se cortará los quartos delanteros por las orillas, y se cortarse an luego las mangas pie a cabeça. Los collares salen arrimados sobre el cabeçon de la espalda, y de los medios salen faldillas, y abanillos, y los demas adreços necessarios a este jubon. A se de advertir, que si le quisieren echar trançado el collar en la espalda a este jubon, assentara mejor, y es cosa muy usada entre officiales platicos, por causa que no haga arugas en la espalda, y lo tienen por mejor. Por tanto el que le quisiere echar traçado, lo podra hazer, y sacarle por la espalda un poco y tornarle a coser, y echarle por la costura la guarnición, o pespunte que llevare por las demas costuras, y si este jubon fuere pespunteado se cortara má largo que la medida lo que le pareciere que a de encoger en el dicho pespunte” 3 Del mismo modo que recomienda Juan de Alcega, ha sido cortado el jubón femenino que aquí se estudia. Los paños que forman los delanteros se cortan en una pieza al igual que los de la espalda, pero incluyendo éstos el cuello. Aparte se han cortado las otras piezas que completan el cuello –collar- y las haldetas o faldillas como eran denominadas en la época. Cada una de las piezas se han forrado por separado y unidas después entre sí con una costura de repulgo. Juan Alcega, 1850 Juan Alcega, 1850 CONTEXTO SOCIAL E HISTÓRICO Fue durante el reinado de Felipe II y Felipe III cuando estuvo en uso el jubón femenino que aquí se exhibe. Si durante el siglo XVI y concretamente durante el reinado de Felipe II, España fue la nación más poderosa de Europa a todos los niveles, - político, territorial y económico- durante el reinado de Felipe III se inicia la profunda recesión económica, agravada por las campañas bélicas, la corrupción administrativa de su reinado y las continuas pestes y malas cosechas. 4 Felipe III (1578-1621) fue hijo de Felipe II y de su cuarta esposa Ana de Austria. Subió al trono a los veinte años de edad. En 1599 se casó con Margarita de Austria, su prima con la que tuvo ocho hijos de los cuales Felipe, heredó la corona. Hombre débil y de escasa voluntad, amante de la caza, el teatro y de las fiestas, confió la dirección de los asuntos de estado a Francisco de Sandoval y Rojas, Marqués de Denia y Conde de Lerma. Durante su reinado la corte se trasladó a Valladolid en 1601 y tuvo lugar un suceso de trascendental importancia para la economía española, como fue la expulsión de los moriscos, por acuerdo del Consejo de Estado en 1609. Alianzas, tratados y batallas fueron dibujando la historia de este monarca. España se vió involucrada en la guerra de los Treinta Años (1618-1648), rompiendo así la política de signo pacifista del reinado y provocando grandes gastos a la débil economía española. Margarita de Austria. Juan Pantajo de la Cruz. Museo del Prado , Madrid A pesar de la evidente decadencia en que se vio sumida España en el ámbito económico y social, el reinado de Felipe III, marco el apogeo de las letras españolas, produciéndose durante este período las grandes obras de Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo y Lope de Vega. Isabel Clara Eugenia. Franz Pourbus Monasterio de las Descalzas Reales. Madrid En el siglo XVI y coincidiendo con el reinado de Felipe II se impuso en toda Europa el modo de vestir de los españoles, del que cada país dio su versión particular. Con el reinado de Felipe III el vestido español, en el ámbito europeo fue perdiendo importancia, a la par sin duda que su economía. La moda española en este período tendía a aprisionar el cuerpo, al reducir al 5 mínimo los movimientos y a mantener erguida la cabeza. El vestido español colaboró activamente en adoptar el lenguaje corporal que caracterizaba a la sociedad española. Su hechura favorecía los movimientos graves, sosegados y altivos, armonizando así con la fama que entonces tenían los españoles dueños de medio mundo, de altaneros y orgullosos. FUNCIÓN Y USO: GRUPO SOCIAL Y POLÍTICO En la indumentaria masculina el jubón fue una prenda interior, que se vestía sobre la camisa. Durante el reinado de Felipe II y Felipe III, el jubón y las calzas fueron las dos prendas obligadas en todos los guardarropas masculinos. Sobre ellas los hombres podían vestir un coleto sin mangas o una ropilla con ellas. Para cubrirse llevaron echadas sobre los hombros, prendas cortas, como la capa, el herreruelo y el bohemio. En la indumentaria femenina, junto a otros tipos de vestidos, las mujeres sobre los cuerpos y faldas interiores podían vestir jubón y basquiña, formando un conjunto que bien podría estar confeccionado con la misma tela o con tela diferente. Sobre el jubón y la basquiña, como prenda de encima se podían vestir la Galerilla, la Ropa o un Manto. Según los estudios de doña Carmen Bernis, el jubón desde su aparición en el traje civil europeo del siglo XIV, con sorprendente simultaneidad en todo el Occidente, se había convertido en una prenda imprescindible para los hombres que vestían a la moda. Se vestía siempre sobre la camisa; cubría la mitad superior del cuerpo hasta la cintura, donde se sujetaba a las calzas con las agujetas. Para darle rigidez se forraba con varios lienzos. Los llamados jubones “fornidos” se rellenaban con borra o algodón. Mediante estos procedimientos, el jubón ajustado, estirado y armado, modelaba el torso según la silueta de moda. De un hombre en calzas y en jubón se decía que estaba desnudo. El jubón quedaba oculto por los otros vestidos; sus partes visibles eran el “collar” tieso y duro rodeando el cuello y las mangas. El jubón era una de las prendas de hechura más difícil y más costosa. Ello explica que existieran gremios especializados de juboneros, independientes de los sastres. Sobre la confección de los jubones contiene noticias interesantes las ordenanzas de juboneros de Córdoba, de 1478 y las de juboneros de Sevilla, impresas a principios del siglo XVI. Sobre los jubones de seda, las de Córdoba disponen: 6 “En cada uno de ellos se ponga un lienzo de lino de fuera nuevo desde arriba fasta ayuso, e que dentro se ponga otro lienzo nuevo de arriba ayuso, de lino o de estopa, como fuere demandado, e que en la falda de tal jubón e jubones se ponga en cada uno tres lienzos”. Sobre los otros jubones y sobre los jubones fornidos, estas mismas ordenanzas disponen: “Otrosí que los jubones nuevos que se ovieren de facer para hombres de quince años e dende arriba, de paño de fustán o de otra cualquier cosa, que sea jubón nuevo, que sea hecho con un luenzoi de parte de fuera nuevo, e que sea desde arria fasta ayuso todos cuatro cuartos, e que dentro lieve otro lienzo de estafo (sic) nuevo desde arriba fasta ayuso todos cuatro cuartos del dicho tal jubón e jubones, así los cuartos traseros como los delanteros, e que si fuese demandado jubón fornido que le sea echada su tela de algodón nuevo e no de otra cosa alguna”. Un rasgo singular de los jubones era que su cuello “collar” quedase rígido y duro, para ello se forraba con varios lienzos o se engrudaba. Fray Hernando de Talavera dice de los jubones: “en el buen tiempo collar y puñetes eran de otro paño. Los collares ya anchos y muy apartados y de muchos paños enforrados; ya justos, ya pegados y solamente engrudados”. Pero en las ordenanzas de juboneros de Sevilla, engrudar era un truco que no se debía emplear, pues: “que ningún jubetero ni sastre ni persona alguna no sean osados de facer collar alguno de jubón engrudado con engrudo ni con harina ni con otro betumen, salvo que los hagan de su lienço e paño bastados con hilo y no de otra manear alguna” (Ordenanzas municipales, principios del siglo XVI). Son innumerables los textos, (Inventarios, Cuentas, Testamentarias…) en los que se hace referencia al jubón y a través de su lectura nos informan sobre los tejidos empleados y sobre la costumbre de hacer el collar y las mangas –las partes visibles- con una tela diferente que la del cuerpo. También a través de los textos sabemos que collares y mangas se confeccionaban como pendas sueltas. En las primera décadas del siglo XVI la moda de los amplios escotes en la indumentaria masculina, originada por la tendencia a alejarse del último estilo 7 gótico de cuellos cerrados y altos, influiría también en la hechura del jubón adaptándose éste a los escotes cuadrados . Arquero con gorra, cofia de red, jubón y calzas enteras. Hacia 1510-1520 Retablo de los mártires . Museo Arqueológico de Granada En la segunda mitad del siglo XVI, la moda española se impone en toda Europa como hemos visto, y el jubón como prenda rígida contribuyó notablemente en dar al torso masculino la tiesura y empaque que exigía la moda. Una novedad que trajo el siglo XVI en la historia de esta prenda fueron los jubones sencillos sin forro y los jubones de lienzo o de holanda, las dos telas que se empleaban para hacer camisas –prenda interior-. Estos jubones sencillos perdieron el carácter de prenda rígida y estirada que había sido el rasgo más distintivo del jubón desde su aparición. Los patrones que nos ofrece Juan de Alcega nos permite conocer la hechura del jubón. En ellos se observa cómo los delanteros se curvan para acoplarse al abombamiento del torso. Este corte se había acentuado en los 8 últimos años de la década de los sesenta; venía a ser la expresión de una de las muchas influencias que el traje militar ejerció sobre el traje civil, al tratar éste de reproducir la forma de la coraza. Para modelar el torso, según la silueta de moda, el jubón siguió forrándose con varias entretelas como venía siendo habitual. Por otro lado al observar los patrones que nos ofrece sobre el jubón Francisco de la Rocha observamos como estructuralmente los delanteros cada vez son menos curvos. JUBÓN FEMENINO El jubón como prenda femenina no se menciona hasta la segunda mitad del siglo XVI. De hechura similar al masculino se diferencia por su prolongación en pico en el talle. En el guardarropa femenino aparece como prenda exterior. En los libros de sastrería de 1580, 1618 y 1640 los patrones para hacer jubones son casi iguales en todos ellos. En el período que nos ocupa los jubones daban al torso la forma de un cono aplastado con el vértice hacia abajo. Sin embargo el jubón fue adaptando su hechura a los dictados de la moda. 9 10 BIBLIOGRAFÍA ALBAYZETA, J. Geometria y trazas pertenecientes al oficio de sastres donde se contiene el modo y orden de cortar todo genero de vestidos Españoles, y algunos Estrangeros, sacandolos en qualquier ancharia de tela, por la vara de Aragon y explicada esta con todas las destos Reynos, y las medidas que usan en otras Provincias Estrangeras. En Zaragoza por Francisco Revilla, 1720. ALCEGA, J. Libro de geometría práctica y traça, el cual trata de lo tocante al officio de sastres. Edición facsímil de la de: Madrid, Casa de Guillermo Drouy, año de 1580. ANDÚJAR, Martín de. Geometría y trazas pertenencientes al oficio de sastres: donde se contiene el modo y orden de cortar todo genero de vestidos…. Madrid en la Imprenta del Reyno: a costa de Alonso Pérez, 1640. BERNIS MADRAZO, C. Indumentaria medieval española. Instituto Diego Velázquez. CSIC. Madrid, 1956. BERNIS MADRAZO, C. Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Instituto Diego Velázquez. CSIC. Madrid, 1962 BERNIS MADRAZO, C. Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos. I. Las mujeres; II Los hombres. Instituto Diego Velázquez. CSIC. Madrid 1979. BERNIS MADRAZO, El traje y los tipos sociales en el Quijote. Madrid, 2001. PUERTA ESCRIBANO, Ruth de la. Historia del gremio de sastres y modistas. Valencia, 1997. PUERTA ESCRIBANO, Ruth de la. Los tratados del arte del vestido en la España Moderna. Archivo Español de Arte. CSIC. Madrid, 2001; nº. 293; pp. 45-65. PUERTA ESCRIBANO, Ruth de la. Cortar la ropa de otra manera, en el catálogo de la Exposición: El filo de la Cultura. Diputación de Valencia. 29-XI-2000 al 25III-2001. Pp. 119-128. ROCHA BURGUEN, F. Geometria y traça perteneciente al oficio de sastes: donde se contiene e modo y orden de cortar todo genero de vestidos españoles y algunos franceses y turcos. (En Valencia: por Pedro Patricio Mey.: acosta del mismo autor, 1618). 11 DEPARTAMENTO DE DIFUSIÓN DEPARTAMENTO DE DIFUSIÓN Domingos 12:30 ENTRADA LIBRE Texto realizado por: Amalia Descalzo Maquetación: Rosa Jiménez 12