Año 1 Número 0 2012 elTaller revista de monografías Ambigüedad en el lugar de enunciación en la Carta dirigida a los españoles americanos de Juan Pablo Viscardo y Guzmán Alejo Rodríguez Gras En este trabajo intentaré analizar la carta que le dedica Juan Pablo Viscardo y Guzmán a los españoles americanos en 1791. El objetivo es descubrir la naturaleza ambigua del lugar de enunciación que adopta el autor y cómo esto se hace visible a través del texto de su carta. ¿Cuál es el nosotros que construye Viscardo y Guzmán en la carta y qué implicancias tiene? ¿Qué significa ser americano? ¿Quién es el otro o los otros? ¿Cuáles son las ideas que influyen en el pensamiento revolucionario y libertario del autor? A modo de breve reseña histórica, haré referencia a un occidente dividido en dos. Por un lado la Europa moderna, cuna del iluminismo y de las revoluciones industriales, creador de ideas políticas nuevas y revolucionarias. Por el otro, las colonias americanas con solo 3 siglos de edad, semi-salvaje y salvajemente maltratada por una España atrasada en comparación con sus países vecinos. América del norte ya se desvinculó 93 Año 1 Número 0 elTaller revista de monografías 2012 de sus colonizadores ingleses pero faltarán, aún, varias décadas para que suceda lo mismo en el resto del continente. La carta de Viscardo y Guzmán adquiere un enorme valor al ser la primera que se escribe haciendo explícita la necesidad de romper con el vínculo desventajoso que une a América con España. Es una carta dirigida al pueblo llamándolo a levantarse en contra del opresor español. La carta circuló varios años en clandestinidad y llevó algún tiempo hasta que se tradujera al español. Que la carta haya sido escrita en la Europa del siglo XVIII y en francés aporta significativamente al elemento de ambigüedad del lugar de enunciación, por un lado. Por el otro, no resulta extraño ya que se escribe dos años después de que se llevara a cabo la Revolución Francesa; los vientos de cambio y revolución ya estaban soplando e iban desparramarse hacia otros lados. Los motivos que desembocan en la Revolución Francesa son los mismos que motivan la carta de Viscardo y Guzmán y, en consecuencia, las revoluciones independentistas latinoamericanas. La Carta se escribe cuando ya hace trescientos años que occidente entró en la era moderna. Este proceso pasó por varios estadios de peleas, revueltas y descubrimientos. Las reformas religiosas del siglo XVI dieron lugar a una nueva forma de ver a la religión y al hombre. La reforma protestante le dio un nuevo valor al liberalismo y al comercio. Hobbes, Locke y Rousseau produjeron sus escritos acerca del contrato social entre pueblo y gobierno. Poco a poco, el arcaico sistema monárquico totalitario y despótico va siendo cuestionado en el viejo continente. Las nuevas ideas de la modernidad están latentes y necesitan llevarse a cabo. Desde la perspectiva europea, la modernidad se refiere a un período de la historia que se remonta al renacimiento europeo y al 94 Año 1 Número 0 2012 elTaller revista de monografías ―descubrimiento‖ de América […] o bien a la Ilustración europea (idea que sostienen los académicos y los intelectuales y reproducida por los medios en los países anglosajones – Inglaterra, Alemania y Holanda – y un país latino – Francia –). (Mignolo, 2005:31) La posición de España es, sin embargo, marginal: los españoles no estuvieron entre los grandes ideólogos políticos iluminados sino que mantuvo un lugar periférico en el avance hacia la modernidad occidental. 1 Las guerras de independencia americanas son producto de estas ideas modernas. Los grandes libertadores americanos van a compartir una característica muy importante: son americanos iluminados. Como tales se van a encontrar en una posición ambigua: son americanos descendientes de europeos con residencia en América y en Europa. Desde América, viven las injusticias de la sujeción colonial, que tienen que ver con una situación de inferioridad a la que son sometidos por España. Desde Europa, se nutren de las ideas necesarias para llevar a cabo la revolución. Al comienzo de la carta, Viscardo y Guzmán utiliza una metáfora que más adelante va a retomar; es una metáfora médica que describe el estado de situación de España y sus colonias: Si como es triste nuestra condición actual fuese irremediable, sería un acto de compasión el ocultarla a vuestros ojos; pero teniendo en nuestro poder su más seguro remedio, descubramos este horroroso cuadro para considerarle a la luz de la verdad. (2004:72) Viscardo y Guzmán analiza los síntomas que aquejan a España y a las colonias y lleva a cabo un diagnóstico. El diagnóstico es terrible pero hay un remedio. El problema, en realidad, es el paciente: 1 Años más tarde, Simón Bolívar se preguntaría, ―¿Y la Europa civilizada, comerciante y amante de la libertad, permite que una vieja serpiente, por sólo satisfacer su saña envenenada, devore la más bella parte de nuestro globo?‖ (2009:69) 95 Año 1 Número 0 2012 elTaller revista de monografías Y sucede que en las enfermedades políticas de un Estado, como en las enfermedades humanas, que nunca son más peligrosas que cuando el paciente se muestra insensible al exceso del mal que le consume (2004: 72). España es insensible al mal que le aqueja, pero este mal ¿le aqueja a España o le aqueja a las Colonias? Es decir, ¿es España y las colonias una sola cosa o no? En el prólogo a La Idea de América Latina, Walter Mignolo dice que ―El continente americano y los pueblos que vivían allí se presentaron como inferiores en los relatos europeos desde el siglo XVI.‖ (2005:20) Así sucede, lo americano es inferior y de segunda clase, como tal, nunca va a ser visto como perteneciente a la cultura y civilización españolas sino como ajeno. En la invención europea de América Latina, los americanos son el otro. La insensibilidad de España hacia el mal que le aqueja va a requerir de un procedimiento amputatorio por parte de los americanos. Pero para que tal procedimiento tenga lugar, los españoles americanos van a tener que ver cuál es su situación con respecto a esto, es decir, ¿dónde se van a parar? ¿cuál va a ser su lugar de enunciación? El texto de la carta se posiciona en un nosotros que, como ya dije, es ambiguo. Se supone que este nosotros debería ser representativo de los americanos en conflicto con la tiranía española, pero no; lo es sólo de los españoles americanos, lo cual no desambigua su lugar de enunciación. ¿Quiénes son los españoles americanos? El tercer párrafo de la carta hace referencia a ―nuestro antepasados‖ (2004:73) y algunas líneas más abajo se los vincula con los conquistadores y la forma en que sus esfuerzos no fueron ni tenidos en cuenta ni recompensados por la corona. Los conquistadores son aquí los forjadores de la estirpe hispanoamericana, aquellos que abandonaron sus hogares y se aventuraron al mar con vistas 96 Año 1 Número 0 2012 elTaller revista de monografías a descubrir nuevas tierras y nuevas aventuras, aquellos gallardos descendientes de las novelas caballerescas en un nuevo y salvaje contexto. Sin embargo, más adelante los conquistadores van a ser equiparados con los emisarios de los reyes, el ―enjambre de aventureros,‖ (2004:78) aquellos con función de gobierno en América, que llevan a cabo su rol no con intereses nobles y genuinos sino con ambición y codicia. La relación conquistadores/emisarios de la corona es presentada desde otra perspectiva: La manera de indemnizarse de la ausencia de su patria, de sus penas, y de sus peligros es haciéndonos todo los males posibles. Renovando todos los días aquellas escenas de horrores que hicieron desaparecer pueblos enteros, cuyo único delito fue su flaqueza, convierten el resplandor de la más grande conquista, en una mancha ignominiosa para el nombre español. (2004:78, el resaltado es mío) Los que hicieron desaparecer pueblos enteros fueron, precisamente, los conquistadores. Entonces ¿son los conquistadores aquellos con cuyo sudor se fundó una estirpe o son los conquistadores exterminadores de indígenas? Acá se presenta una visión ambigua del conquistador y una paradoja interesante: el nosotros enunciativo es por una parte víctima de la tiranía de los conquistadores y por la otra son conquistadores ellos mismos. Otro elemento interesante que pone de manifiesto la cita anterior es el uso de los pronombres cuyo y su resaltados por mí. Tanto cuyo como su son pronombres problemáticos en tanto que son ambiguos: el primero puede ser utilizado para referir a todas las personas del singular y el segundo a la segunda y la tercera del plural y del singular. En este caso, cuyo es ambiguo en tanto que no sabemos si la referencia incluye al autor (nuestro) o si es una tercera persona (el de ellos). Pero su resuelve esta 97 Año 1 Número 0 2012 elTaller revista de monografías ambigüedad; la flaqueza de los pueblos desaparecidos es la de ellos y no la nuestra. Si bien las víctimas de la tiranía son, en el presente de la carta, los actuales americanos, es decir los españoles americanos, esto no incluye a los indígenas, que son las verdaderas víctimas de los tres siglos de tiranía y masacre española. Para agregar aún más a la idea de la ambigüedad del lugar de enunciación voy a hacer referencia a otro uso de otra metáfora que aparece en el texto. Viscardo y Guzmán presenta a España como tirana y déspota y construye al nosotros de la enunciación no como vasallos insatisfechos a los que se le ha negado algún derecho sino, lisa y llanamente, como esclavos. Se hace referencia una y otra vez a las cadenas que los atan y al estado de servidumbre en el que se encuentran. Por otra parte, el autor cita al Inca Garcilaso de la Vega para ilustrar con un ejemplo concreto la forma en la que la tiranía española lidia con los americanos. Acá sí Viscardo y Guzmán se apropia de los problemas de esclavitud, tortura y masacre de los indígenas, no como un argumento a favor de la revolución sino como refuerzo de su metáfora. Aquel argumento que por sí solo sería suficiente para arengar a la revolución, es reducido aquí simplemente a una mera figura retórica e instrumental. Junto con el uso metafórico que Viscardo y Guzmán hace de la noción de esclavitud, también está el uso particular que hace de la idea de derecho natural. Si entendemos derecho natural como aquel derecho inherente al ser humano y previo a su organización social y jurídica, entonces el uso que aparece aquí, nuevamente, es metafórico. bajo cualquier aspecto que sea mirada nuestra dependencia de la España, se verá que todos nuestros deberes nos obligan a terminarla. Debemos hacerlo por gratitud a nuestros mayores, que prodigaron su sangre y sus sudores, para que el teatro de su gloria o de sus trabajos, 98 Año 1 Número 0 2012 elTaller revista de monografías se convirtiese en el de nuestra miserable esclavitud. Debémoslo a nosotros mismos por la obligación indispensable de conservar los derechos naturales, […] ¿el hombre puede renunciar a su razón, o puede ésta serle arrancada por fuerza? La libertad personal no le pertenece menos esencialmente que la razón. El libre uso de estos mismos derechos es la herencia inestimable que debemos dejar a nuestra posteridad. (2004:91) Los reclamos de la carta son de carácter moderno en consonancia con la época que le toca vivir a Europa. Puntualmente, los problemas son de gobierno y administración, de tipo tributario, de injusticia social, y de falta de libertad comercial, ninguno de los cuales está vinculado a los derechos naturales del hombre, y en particular de los americanos. Aquellos que sí se vinculan con los derechos naturales tienen por víctima a los nativos americanos. Las ideas de esclavitud y de libertad personal aquí manifiestas no están vinculadas a los derechos naturales sino a la incipiente noción de liberalismo en boga en un momento en que capitalismo/liberalismo se naturalizan como las formas universales de relaciones interpersonales e interestatales. El proceso que culminó con la consolidación de las relaciones de producción capitalistas y modo de vida liberal, hasta que adquirieron el carácter de las formas naturales de la vida social, tuvo simultáneamente una dimensión colonial/imperial de conquista y/o sometimiento de otros continentes y territorios por parte de las potencias europeas, y una encarnizada lucha civilizatoria interna al territorio europeo en la cual finalmente terminó por imponerse la hegemonía del proyecto liberal. (Lander 2000: 20) Para terminar con esta exposición y antes de concluir este trabajo, quiero hacer referencia a la noción de Nuevo Mundo presentada en el primer párrafo de la carta ya que, considero, es la forma más clara de manifestación de la ambigüedad del lugar de enunciación. Según 99 Año 1 Número 0 2012 elTaller revista de monografías Viscardo y Guzmán, ―El Nuevo Mundo es nuestra patria, su historia es la nuestra, y en ella es que debemos examinar nuestra situación presente […]‖ (2004:73). Queda claro que el punto de vista que asume el autor en esta cita es, a través de la referencia al Nuevo Mundo, europeo. Lo contradictorio es que, si bien los que más sufrieron la anulación de su historia fueron los indígenas y, en su caso, por la flagrante violación de su derecho natural, los españoles americanos quedaron suspendidos en una suerte de Limbo intermedio entre tener historia y no tenerla; ser parte y no ser parte. Más adelante, el autor se queja de que ―La España nos destierra de todo el mundo antiguo separándonos de una sociedad a la que estamos unidos con los lazos más estrechos […]‖ (2004:75). El mundo antiguo es Europa y, en occidente, es el único que conserva su historia. A modo de conclusión final, creo conveniente llevar a cabo algunas reflexiones que derivan de esta lectura de la Carta dirigida a los españoles americanos y que tienen que ver con las preguntas enunciadas en la introducción a este trabajo. Los participantes presentes en la carta son España y los españoles americanos; los ausentes son los nativos de estas tierras. El lugar que asume el nosotros de la enunciación es ambiguo en tanto que se trata de españoles en América que reclaman sus derechos naturales como americanos cuando, en realidad, son descendientes de europeos en una América usurpada. Por otra parte, no son naturales los derechos que denuncian, sino de carácter moderno. Se identifican con la imagen heroica del conquistador español pero sancionan duramente su status de asesino. El otro explícito se constituye en la España tirana y, el implícito, en los indios ausentes, verdaderas víctimas de la violación a los derechos naturales. 100 Año 1 Número 0 2012 elTaller revista de monografías El vocabulario utilizado a lo largo de la carta pone de manifiesto dos cosas. Por un lado, la visión que adoptan los españoles americanos es la visión europea: la visión que habla de descubrimiento, de nuevo y de viejo mundo. Por la otra, la problemática a la que hace referencia también es una problemática europea y tiene que ver con los conflictos de los cuales incluso los españoles son víctimas: la modernidad. Bibliografía Bolívar, Simón, 2009, Doctrina del Libertador. Venezuela, Biblioteca Ayacucho. Lander, Edgardo, ―Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos‖. Disponible en Internet en: http://www.clacso.org/wwwclacso libros/lander/10.pdf. Mignolo, Walter D., 2005, La idea de América latina. La herida colonial y la opción decolonial. Traducción de Silvia Jawerbawm y Julieta Barba, Barcelona, Gedisa. Viscardo y Guzmán, Juan Pablo, 2004, Carta dirigida a los españoles americanos. Traducción de David Brading, México, FCE. 101