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Dejarse preguntar
Igor Ibarrondo (Bilbao)
El 17 de Septiembre 2013 estuvimos con José Luis Corzo en nuestro centro de
Boluetabarri (Bilbao), trabajando juntos el dinamismo de “Dejarse preguntar”. Es una
de las “técnicas pedagógicas” de la escuela de Barbiana, junto con otras, lectura de
periódico (la actualidad en el aula), escritura colectiva, pleno tiempo, alumnos que se
ayudan unos a otros… Y, como todas las técnicas, tienen sentido en cuanto que
encierran un estilo pedagógico, en este caso el de la escuela de Barbiana.
Miquel Martí, testigo de aquella escuela, nos recordó también aquí – en mayo – sus tres
principios básicos:
1. No hacer repetidores. El sistema educativo aprueba a los ricos y suspende a los
pobres; la escuela es un hospital que cura a los sanos y rechaza a los enfermos.
Los maestros no quieren saber nada del entorno del alumno. La escuela de
Barbiana acoge a los “fracasados” del sistema.
2. Escuela a tiempo completo. En la óptica de la auténtica igualdad, para el chico
pobre las horas que pasa fuera de la escuela son de empobrecimiento cultural.
3. Dar una motivación. Una nueva sociedad, trabajo = alegría, no esclavitud,
ciudadanos soberanos, armados con la palabra y el pensamiento. Elevar al
pobre a un nivel superior que el de la actual clase dirigente: “más humano, más
espiritual, más cristiano, más todo” (escribió Milani).
Y algunos contenidos metodológicos:
1. La lengua. Dominar la palabra. Leían y escribían sin prisas, captando el
significado de cada palabra, según estas normas de la escritura: tener algo
importante y útil que decir, saber a quién se escribe, recoger todo lo que sirve,
encontrar un orden lógico, eliminar toda palabra innecesaria o que no usamos
al hablar, no ponerse límites de tiempo. Así escribieron las cartas a los curas
castrenses, a los jueces, a la maestra…
2. La historia. Empieza por la lectura del periódico (la del día anterior) y, a
partir de ahí, se estudia geografía, economía, más historia… (que siempre está
escrita por los vencedores). Análisis crítico de las guerras, del concepto de
patria, de las leyes…
3. La educación cívica. Constitución, contratos laborales, formación sindical…
Lectura de Gandhi, de Sócrates, del piloto de Hiroshima…
4. Ciencias Naturales: en el libro del bosque y del campo…
5. Otras actividades: cine, teatro, música.., trabajos manuales, viajes.
Corzo nos recordó una vez más la diferencia entre instruir y educar. Instruir es un verbo
transitivo, en el que alguien (un profesor u otra persona, incluso un alumno) enseña
herramientas, saberes, metodologías… Sin embargo, educar es otra cosa que implica
asumir relaciones personales. “Nadie educa a nadie, nos educamos juntos mediatizados
por el mundo” (Paulo Freire).
“Dejarse preguntar” es una actividad sistemática: se invita a gente, bien de dentro o de
fuera de la escuela, ante un grupo de alumnos y alumnas que les harán preguntas. Esta
actividad persigue dos grandes objetivos, uno instructivo: conocer otras personas, otras
realidades, otras suertes, otros puntos de vista,.., y otro educativo: aprender a
relacionarnos.
Es una actividad que trabaja el dominio de la palabra; el nivel comunicativo de
nuestros alumnos y alumnas. Por eso, entre los profes reunidos, empezamos por analizar
el nivel comunicativo de nuestros alumnos, y salían ideas como estas:
– Nuestros alumnos y también en esta sociedad, parece que estamos todo el día
comunicando, y sin embargo ¿qué nivel de comunicación tenemos?
– Muchos de nuestros alumnos y alumnas tienen un lenguaje pobre, falto de
vocabulario y de sintaxis.
– Timidez, para hablar en ciertos contextos.
– En contextos informales sí que les gusta hablar.
– Hay más leguajes en sus comunicaciones, ropa, tatuajes, saludos… Otras culturas.
– Dificultad para comunicarse consigo mismos, hablar de sí, elaborar sus relatos.
– Importancia del lenguaje, pues es nuestra vía para motivar.
– Necesitamos una pedagogía que motive, que provoque, que suscite y amplíe los
gustos e intereses.
– La escuela no ha enseñado a comunicar. Es necesario enseñar la dialéctica y el
diálogo: hipótesis-antítesis-síntesis-tesis.
– En muchas situaciones lo que falta es un clima afectivo para comunicarnos.
El dinamismo de “dejarse preguntar” (lo probamos con un compañero que además
de profesor de historia suele escribir en la prensa y se dejó preguntar).
Teniendo claros los fines se entiende la dinámica (que ha de provocarla el profesor):
– Estimular la atención, la curiosidad por otras realidades, por otras situaciones, salir
de nuestro día a día, preocuparnos por otros, sentir con ellos (empatía).
– Vencer la timidez, vagancia y desatención, que nos hace no preguntar. El objetivo es
que pregunten todos, en esa sesión o en otras. Que no acaparen los “listillos”. El
profesor es el que dirige la dinámica.
– Las preguntas y respuestas que sean breves, para que haya muchas.
– Es importante trabajar las buenas maneras:
o “¿Le molesta si le preguntamos cuánto gana?”
o Conectar con preguntas anteriores: - “antes has dicho…”
– Que los muchachos tengan un cuaderno donde apuntar las sesiones, la fecha, el
nombre de la persona y sus datos. Se puede hacer con antelación y, luego, apuntan las
ideas principales.
– Por supuesto, apuntan y preguntan todas las palabras que no sabemos.
– El ponente no es el centro del debate, es la excusa para curiosear y relacionarse.
– El maestro no puede pasar por menos que el ponente, es realmente el responsable de
la dinámica.
– Al final del ejercicio, que dure más o menos 1 hora, o al día siguiente, ya sin el
huésped, se repasan los cuadernos:
o ¿Cuántos temas han salido? ¿Cuántas palabras nuevas?
Creemos que la dinámica de dejarse preguntar, es un trabajo interesante para introducir
la actualidad en el aula y, sobre todo, para dar y tomar la palabra. Queremos insistir en
que nuestro sistema educativo (e instructivo), necesita más filosofía de la educación y
pensar hacia dónde vamos (y no tanto en el cómo y en la didáctica). Y en esto la escuela
de Barbiana nos puede enseñar un rato.
Más información:
1. Casa-escuela Santiago Uno, Escritos colectivos de muchachos del Pueblo (Popular,
Madrid 1982)
2. Alumnos de la escuela de Barbiana, Carta a una Maestra (PPC, Madrid 62012)
3. Lorenzo Milani, Experiencias pastorales (BAC Madrid 2004).
4. Paulo Freire, Pedagogía del oprimido (Siglo XXI, Madrid 121992)
5. José Luis Corzo, Educar es otra cosa. Manual alternativo entre Calasanz, Milani y
Freire (Popular, Madrid 2007).