Historia Económica de la Europa pre-industrial Cipolla Capítulo 1: La revolución urbana El surgir o el resurgir de las ciudades en Europa de los siglos XI-XIII marcó un giro en la historia. En épocas grecorromanas habían florecido, pero la decadencia del imperio fechada en el 476 y las invasiones germánicas trajeron aparejada su muerte. La alta edad media estuvo dominada enteramente por el campo, plagada de microcosmos rurales fruto de la decadencia del comercio, que fue consecuencia de la disolución del poder central. La población en ese entonces era escasa y la producción de alimentos más escasa aún. Hambre y enfermedades arrasaban constantemente a los contemporáneos. Las estructuras sociales eran muy básicas y a la vez rígidas: unos rezan, otros combaten y otros trabajan. Es por eso que el surgimiento de las ciudades fue un hecho nuevo. Para Cipolla no hay que concentrarse en diferencias de zona y particularidades de las ciudades que surgieron, sino en la misma sustancia de la evolución urbana. “La base del fenómeno urbano consistió en un masivo movimiento migratorio” de la gente que emigró de los campos a las ciudades. Había varias razones que se pueden agrupar como “push” y “pull”. Dentro de las primeras había montones (hambre, abusos, etc), pero la principal fue el surgimiento del feudalismo que, si bien trajo un aumento de la producción, provocó una estratificación de la sociedad que no permitía ningún tipo de movilidad social. De ahí “Stadluff machts frei” (el aire de la ciudad te hace libre...). La nueva población urbana se desarrollaba así en un mundo circundante adverso, en oposición al sistema feudal. Como ya se dijo antes, ciudades habían existido y existían, pero la diferencia entre estas y las ciudades medievales europeas era que las primeras eran “órganos de organismos más vastos”, mientras que las segundas eran “organismos en sí mismos y autónomos”. No reconocieron el dominio del mundo rural y elaboraron una cultura e ideales propios. Fue el triunfo de la clase burguesa, con su peculiar escala de valores, favorables al desarrollo mercantil, manufacturero y tecnológico, lo que trajo consecuencias revolucionarias. La ciudad, en cooperación ante un mundo hostil, fue así el núcleo de una nueva cultura que elaboró nuevas estructuras sociales. Para este autor, Revolución urbana de los siglos XI-XIII fue el preludio a la Revolución Industrial y creó sus supuestos. Capítulo 3: La historia de la tecnología Tras una serie de innovaciones revolucionarias, se produjo un estancamiento tecnológico entre el 2500 a.C. y el 500 d.C. El mundo griego y romano fue altamente creativo en otros campos del saber humano, pero fueron relativamente inertes en este aspecto. Contrariamente a lo lógico, en la Alta Edad Media se inició un período en el cual las innovaciones se sucedieron de manera intensa. Entre el VI y el XI se inventaron: molino de agua, arado pesado, rotación de tierras, herradura, collar para caballos, molino de viento, etc. Por el otro lado, entre los siglos XI a XV: brújula, telar vertical, innovaciones en la navegación, relojes, armas de fuego, barco de vela, imprenta, anteojos, etc. Es importante preguntarse entonces cuál fue el origen y la naturaleza de estos inventos. Cipolla explicita 3 motivos fundamentales que se desarrollaron a lo largo de siglos y que, si bien no son explicaciones, pueden ayudar a entender el proceso de invención: a- Asimilación activa de estímulos externos, adaptándolos con originalidad a las condiciones y necesidades de aquella zona. Fundamentalmente se importaron de los romanos, chinos y persas. Cabe destacar que los primero inventos estaban dedicados a la agricultura (ver arriba) y a la aprovechamiento de la energía animal al campo, mientras que luego las innovaciones se diseminaron por todas los sectores de la economía, especialmente en actividades no agrícolas. Cipolla argumenta, implícitamente, que esta notable capacidad de asimilación se debió al subdesarrollo europeo, en contraste con la soberbia de los chinos y romanos, que tendieron a estancarse por estar rodeados de bárbaros y considerarse superiores. (esto no es del todo verdad en el caso de los primeros romanos, si en los chinos, dado que se desarrollaron militarmente precisamente por la asimilación de foráneos). Todos estos inventos tuvieron una repercusión de corto y largo plazo fundamental. Para mencionar uno, el invento de Gutemberg hizo que los libros sean baratos y más accesibles, mejorando el nivel educativo. Por otro lado, los molinos también tuvieron una importancia fundamental. Hasta el X el molino de agua se usó exclusivamente para moler trigo, pero en el XII los utilizaron para energía hidráulica. Lo mismo pasó con los molinos de viento, importados de Persia y mejorados. La extensión de los molinos a otros sectores productivos fue parte de un fenómeno más amplio mencionado arriba: la adopción de inventos a actividades no agrícolas. b- Desarrollo por el interés mecánico. Sin entrar en detalles del porque, Cipolla sostiene que se había comenzado a gestar una mentalidad mecánica entre los europeos medievales. Tuvo su maduración en el siglo XVII durante la Revolución Científica y su “mecanización de la concepción del mundo”. Un ejemplo claro es la creación de los relojes y sus derivados. c- Abandono del animismo. Los griegos y romanos consideraban que el hombre estaba sometido a la naturaleza, siendo castigado aquel que invirtiese esta relación. Los europeos en cuestión, por el otro lado, rompieron con esta tradición. Dominar la naturaleza no era pecado. Repetimos: estas y otras cosas por el estilo no son explicaciones, sino parte de la problemática. Esencialmente “el progreso tecnológico de la Edad Media y del Renacimiento no consistió tanto en grandes novedades resonantes, sino mas bien en continuas y humildes mejoras y en sucesivos perfeccionamientos, fruto de una práctica artesanal que jamás fue docta ni sistemática”. El resultado sustancial fue un progresivo aumento de la productividad relativamente proporcionado en los diversos sectores. Hubo si algunos más desarrollados que otros, como el hierro y la navegación en contra de la agricultura, pero el progreso fue general. Los esfuerzos se encaminaron sobre todo a sustituir los factores de producción más escasos, aumentando la productividad específica. Fundamentalmente, en la base de la mayoría de las innovaciones estaba la necesidad de aprovechar de forma más eficaz la escasa energía. La difusión de las técnicas Es preciso admitir que hubo áreas más innovadoras y áreas menos innovadoras. Entre los siglos XII y XV los italianos dominaron, mientras que del XVI al XVII fueron los holandeses. La clave del análisis hay que encontrarla en la difusión. El medio predominante fue la emigración de los técnicos, es decir, la difusión del capital humano. Sin embargo, existían graves obstáculos para este tipo de transmisión de tecnologías. Sobre todo en los sectores que entrañaban grandes intereses económicos y militares, gobiernos y comunidades se mostraron siempre celosos de sus conocimientos y se opusieron a la difusión de sus secretos. Es por eso que se ponían trabas a la movilidad del trabajo en la Europa preindustrial. Gobiernos y administraciones tenían plena conciencia que la emigración de los trabajadores tenía nefastas consecuencias para la economía. Sin embargo, su capacidad para controlarla era muy escasa y los elementos de “push” y “pull” tenían mucha influencia. Los primeros eran generalmente hambre, guerra e intolerancia religiosa. Algunos estados estaban atentos a esto. De los segundos, podemos mencionar un ejemplo: Colbert dio privilegios, subvenciones y títulos honoríficos para que unos suecos montaran una industria de hierro en Francia. El problema radicó en que la inmigración de ciertos conocimientos técnicos no fue suficiente para que la innovación se arraigase y desarrollase. La introducción de nuevas tecnologías son algo socio-cultural para Cipolla. Así, en aquellos países en donde existe una actitud tolerante, las nuevas ideas echan raíces más rápido y más profundas. Capítulo 4: Empresas, crédito y moneda Cuando se habla de tecnología muchos investigadores parecen tener en cuenta solamente el aspecto mecánico de ella, ignorando otros aspectos como el organizativo. En los siglos XI y XV se verificó un notable desarrollo de las técnicas de negocios: ferias comerciales, letras de cambio, surgimiento de técnicas contables, cheques, etc. Después, entre los siglos XVI y XVII, los holandeses y los ingleses desarrollaron instituciones importantes como las Compañías, la Bolsa de Comercio, Sociedades anónimas, etc. Estas innovaciones tuvieron una gran importancia dado que ayudaron a activar el ahorro y contribuyeron a sostener la expansión de la economía en los siglos medievales. ¿En qué sentido influyeron? La Europa de los siglos V al XI el atesoramiento, con sus efectos negativos, era la única alternativa para ahorrar y luego invertir. En ese sentido, las nuevas técnicas de negocios posibilitaron la activación del ahorro con finalidades productivas. Un ejemplo es el contrato de comandita, que facilitaba un puente entre los ahorristas y los comerciantes de ultramar, basado enteramente en la honestidad. Lo importante es que se insertaban en el proceso productivo no sólo los operadores institucionales, sino también cualquier miembro que tuviese disponibilidad líquida. La inflación secular A partir del siglo XI la depreciación progresiva de la moneda fue el factor que equilibró la presión deflacionista del ahorro atesorado. Carlomagno había realizado en su imperio una reforma monetaria, estableciendo el “monometalismo argénteo” (plata único metal...que tanta palabra) en su denario pero, a medida que la economía se desarrolló y el dinero jugó un papel más importante, otras monedas aparecieron. Ejemplo de ello fue el florín de oro. Entretanto el dinero de base se iba depreciando en su valor intrínseco. Las causas principales podemos enumerarlas de la siguiente manera: aaumento a largo plazo de la demanda de moneda como consecuencia del aumento de la población y/o renta y/o grado de monetización de la economía baumento del gasto y de la deuda públicos cpresión de grupos sociales interesados en la inflación de los beneficios ddesequilibrio de la balanza de pagos La depreciación de la moneda fue, entonces como siempre y en todas partes, la solución alternativa fácil y común a toda una serie de problemas.