| issn 1669-9092 | KONVERGENCIAS, FILOSOFÍAS DE LA INDIA EL BUDISMO Daniel López Salort Son varios los elementos por los cuales podemos expresar en qué consiste el Budismo. Entre ellos cabe mencionar: Las Cuatro Nobles Verdades, El Óctuple Camino, Los Dharmas, Los Skandas, El Surgimiento Condicionado. Las Cuatro Nobles Verdades son: existe el sufrimiento, el sufrimiento tiene una causa, esa causa puede ser eliminada, para eliminar la causa hay que realizar el Óctuple Camino. El Óctuple Camino determina que las vías para superar el dolor deben ser transitadas todas al mismo tiempo y son: los hechos correctos de visión, concentración, intención, palabra, conducta, medios de subsistencia, esfuerzo, atención. Al seguir estas vías, se logra el Nirvana, o extinción del sufrimiento. Por lo tanto, el Budismo no es una religión, si por esto entendemos una doctrina basada en un Dios creador, ordenador, partícipe de la vida humana y de la Naturaleza, pues todo eso es dejado de lado por el Buddha, quien rechaza considerar esas preguntas y sus posibles respuestas. Buddha opta por el silencio. Su propuesta es antropocéntrica, y Septiembre 2010| 1 tiene un objetivo práctico: la liberación del sufrimiento. Obviamente, Buddha niega Los Vedas y las castas. Pero no sólo la divinidad es dejada de lado: también la noción de “yo”. Para el budismo lo que existen son los dharmas: factores que sin ser unidades sólidas ni eternas, en incesante movimiento de aparición y desaparición, de cuyas asociaciones surgen las ideas de “yo”. Este “yo” es el resultado de cinco factores o skandhas: rûpa (lo corporal), vedanâ (la sensación), sanjnâ (la percepción), sanskâra (el impulso, la voluntad), y vitjâna (la conciencia). Pero nunca un skandha existe por sí mismo, son agregados de estados de esas fuerzas llamadas dharmas. La conciencia, por ejemplo, no es un “yo” ni un “alma”, y mucho menos eterno. El término dharma designa realidades muy diversas: leyes, ordenamientos, deberes, procesos cósmicos, facultades de los sentidos, pensamiento, voluntad, buena y mala conducta, vaivenes mundanos, todo como realidades objetivas fuera de la intención del individuo. El Surgimiento Condicionado, o Existencia Condicionada, o Dependencia Originaria, (designada por el vocablo pratîtya-samutpâda), es lo que permite explicar la personalidad, el individuo. Son doce factores: 1) por la ignorancia surgen los 2) impulsos, que dan origen a 3) la conciencia, por ésta nace 4) lo corporal, que como tal tiene 5) los sentidos, los que originan 6) la percepción de lo existente, que provoca 7) la sensación, cuyo valor es producir 8) deseos, que nos significan 9) el apego a la vida, y por esto nace 10) la vida kármica, que al finalizar provoca 11) un nuevo nacimiento o reencarnación, la que inevitablemente culmina en 12) envejecer y morir. La liberación de este encadenamiento causal se conquista aumentando los dharmas que favorecen esa liberación y disminuyendo los contrarios a ella. La historia del Budismo es de por sí misma compleja, por lo que mencionemos simplemente que sus líneas más conocidas son el Hînayâna (desarrollado en el sur de la India y en países como Sri Lanka, Thailandia, etc.), el Mahâyâna (desarrollado en el norte de la India), el Vajrayâna (desarrollado con base en el Tibet, Mongolia, China, etc.) y el Zen (desarrollado con base en Japón). Cada una de estas tendencias o corrientes tienen una larga historia, sus propios modos filosóficos de interpretar las escrituras budistas, sus símbolos y signos de reconocimiento, sus escuelas internas. Septiembre 2010| 2