Family Care International Resumen ejecutivo de la Serie sobre Salud Sexual y Reproductiva de Lancet “La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia.” Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, 1994, ¶7.2 Las conductas sexuales, la planificación familiar, el aborto, las infecciones de transmisión sexual (ITS) y los derechos sexuales y reproductivos no son asuntos que suelan discutirse de manera regular. Este tipo de temas tienden a despertar opiniones acaloradas, muchas veces generan situaciones incómodas y dan lugar a malos entendidos. Entonces, ¿por qué abordar temas tan controvertidos en una revista científica? En todo el mundo, la carga de discapacidad y las muertes prematuras causadas por los problemas vinculados a la salud sexual y reproductiva (SSR) presentan dimensiones dramáticas que se agravan cada vez más. Las relaciones sexuales no protegidas representan la segunda causa más importante de morbilidad y mortalidad prematura entre las poblaciones más pobres del mundo, siendo la novena causa más importante en los países desarrollados. A pesar del espectacular aumento en los niveles de acceso a métodos anticonceptivos a nivel mundial, más de 120 millones de parejas tienen necesidades insatisfechas de anticonceptivos modernos y un estimado de 80 millones de mujeres tienen embarazos no planeados o no deseados, 45 millones de los cuales terminan en abortos cada año. Las complicaciones vinculadas al embarazo ocasionan la muerte de más de medio millón de mujeres por año y causan diferentes tipos de discapacidades (incluida la fístula obstétrica) en aproximadamente 210 millones de mujeres. Las 135 millones de mujeres que se estima han sido víctimas de mutilación genital se encuentran en riesgo de padecer situaciones de morbilidad obstétrica, partos mortinatos y muerte neonatal. Cada año se registra un estimado de 340 millones de nuevos casos de ITS y 5 millones de infecciones por VIH. La violencia contra la mujer es un factor de riesgo vinculado a muchos de estos problemas de SSR. Las mujeres que padecen relaciones violentas generalmente no pueden tomar decisiones sobre su salud sexual y reproductiva y enfrentan un mayor riesgo de tener embarazos tempranos y no deseados, así como de padecer diferentes tipos de ITS. La atención de la SSR incluye: mejorar la atención prenatal, durante el parto, el posparto y del recién nacido; brindar servicios de planificación familiar de calidad, incluyendo servicios de reproducción asistida; eliminar el aborto inseguro; combatir las ITS, incluyendo el VIH, y las infecciones del tracto reproductivo, el cáncer de cuello uterino y otras morbilidades ginecológicas; y promover la salud sexual. En un momento en el que se registra un creciente grado de sensibilidad entre los líderes mundiales hacia los temas de SSR—y una amplia reticencia al hablar de los mismos en el contexto de iniciativas políticas como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)—resulta de crucial importancia contar con una estrategia amplia de abogacía que permita promover las investigaciones y los programas de SSR. Cada vez con mayor frecuencia se reconoce que el acceso a los servicios de SSR resulta esencial para poder prestar una atención integral que permita enfrentar el VIH/SIDA y reducir la carga global de enfermedad. La Serie sobre Salud Sexual y Reproductiva de Lancet apunta a fomentar una toma de conciencia y de acciones concretas por parte de tomadores de decisiones, políticos, investigadores médicos y otros profesionales, en los temas emergentes y significativos en el campo de la SSR, al tiempo que sirve como una herramienta para llevar adelante acciones de abogacía y promover investigaciones sobre enfermedades y muertes que pueden evitarse. Dado que los temas de la supervivencia neonatal y la salud materna han sido discutidos en publicaciones recientes de Lancet y que una próxima serie se centrará en 1 Resumen Ejecutivo el tema del VIH/SIDA, estos temas no serán abordados en la presente publicación. El Cairo y los ODM La cuarta Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) que tuvo lugar en El Cairo en 1994 marcó un cambio fundamental en las actitudes hacia el crecimiento poblacional—pasando desde el concepto clásico del control de la población y los programas masivos de planificación familiar hacia un enfoque centrado en las necesidades y los derechos sexuales y reproductivos de las personas. En la Conferencia de El Cairo, 179 gobiernos y más de 1.200 organizaciones no Hombres Mujeres <25% 25–49% 50–74% ≥75% Información no disponible en la encuesta Figura: Prevalencia de las relaciones sexuales prematrimoniales, porcentaje de hombres y mujeres alguna vez casados nacidos en 1965-69 que tuvieron relaciones sexuales antes de contraer matrimonio 2 gubernamentales (ONG) adoptaron un Programa de Acción que estableció que la promoción de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, así como el acceso universal a los servicios y a la información sobre SSR, constituyen estrategias clave para alcanzar el bienestar de las sociedades, erradicar la pobreza y alcanzar los objetivos de desarrollo. Hacia fines del año 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, en su quincuagésimo quinto período de sesiones, la Declaración del Milenio y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, fijando de esta manera la agenda de desarrollo que estará vigente hasta el año 2015. Sin embargo, la SSR no fue incluida como un tema prioritario en los ODM. Si bien muchos temas de salud y derechos sexuales y reproductivos aparecen en los ODM, diferentes componentes de la SSR han sido distribuidos entre varios de estos objetivos (por ejemplo, la salud materna, la salud infantil, la igualdad entre los géneros y el VIH/SIDA), mientras que la planificación familiar fue totalmente dejada de lado, minimizando de esta manera el grado de prioridad que se le otorga a estos temas en los programas de salud y desarrollo y en la asignación de financiamiento a nivel mundial. En septiembre de 2005, en el marco de la Cumbre Mundial, los gobiernos corrigieron hasta cierto punto esta omisión y se comprometieron a alcanzar el acceso universal a la salud reproductiva para el año 2015. A pesar de los logros alcanzados en la conferencia de El Cairo, la visibilidad de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en el escenario político internacional y en el campo del desarrollo ha disminuido a lo largo de los últimos 12 años. Entre 1995 y 2003 la contribución de los donantes para la compra de insumos de planificación familiar y para la prestación de servicios disminuyó de US$560 a US$460 millones. Asimismo, el financiamiento para el desarrollo de métodos anticonceptivos también cayó, contrariamente a lo observado en el volumen de fondos destinados a las investigaciones para desarrollar microbicidas para combatir el VIH/SIDA. Los análisis llevados a cabo durante la preparación de la presente Serie, que fueron hechos siguiendo la metodología empleada por el Proyecto del Milenio de las Naciones Unidas, sugieren que los programas de planificación familiar en África costarían más de US$260 millones en el año 2006 y cerca de US$500 millones en el año 2015, y esto sólo para alcanzar las proyecciones de la variante media de fertilidad de la División de Población de la ONU. Las proyecciones sobre los fondos procedentes de donantes ($113 millones) y de fuentes domésticas ($87 millones) se encuentran por debajo de las necesidades identificadas para el año 2006. Mayores niveles de financiamiento, tanto de donantes internacionales como de fuentes domésticas, permitirían ahorrar dinero y salvar vidas. La complejidad de los asuntos relacionados a la SSR crea una serie de desafíos para abordar temas tales como las relaciones sexuales, la planificación familiar, el aborto y las ITS en los marcos de desarrollo. Los avances alcanzados en mejorar la SSR a nivel de país no han sido documentados de Resumen Ejecutivo manera adecuada. Los derechos sexuales y reproductivos no siempre son considerados como temas significativos por muchas de las personas que trabajan en el campo de la salud. Por consiguiente, tanto en los países desarrollados como en los que se encuentran en vías de desarrollo, los derechos no siempre se traducen en prácticas diarias que permitan garantizar la privacidad, la capacidad de elegir, el consentimiento informado, la confidencialidad y el acceso a los beneficios derivados de los avances científicos. Más aún, la creciente influencia de las fuerzas conservadoras amenaza con socavar los logros que se han alcanzado tanto antes como luego de la CIPD. A pesar del profundo impacto que tienen las malas condiciones de salud sexual y reproductiva sobre la calidad de vida de las personas y sobre los niveles del desarrollo de las naciones, la salud y los derechos sexuales y reproductivos han sido descuidados y no han sido considerados como una prioridad por la comunidad de donantes. Las conductas sexuales en contexto Un enfoque de salud pública para examinar las conductas sexuales resulta de vital importancia para proteger a las personas de los embarazos no planeados y las ITS, así como para garantizar sus derechos a la dignidad, el respeto y la posibilidad de elegir. La información sobre las conductas sexuales es esencial para diseñar intervenciones que permitan mejorar la salud sexual y también para corregir los mitos que existen en la percepción pública sobre tales conductas. Las comparaciones entre países sobre conductas sexuales (encuestas de demografía y salud—EDS) revelan tendencias interesantes sobre el inicio de las relaciones sexuales, el matrimonio y el sexo, patrones de parejas, conductos sexuales de riesgo y las prácticas sexuales más seguras. Uno de los resultados más notables de estas investigaciones tiene que ver con las marcadas diferencias que existen entre géneros en lo que respecta a las conductas sexuales. Aunque existen importantes diferencias regionales y de género en la prevalencia de las relaciones sexuales prematrimoniales, la tendencia hacia las experiencias sexuales más tempranas es menos marcada y generalizada de lo que suele suponerse (ver figura). En la mayoría de los países, la actividad sexual comienza entre los 15 y los 19 años de edad, con los hombres comenzando más temprano que las mujeres. Sin embargo, la tendencia hacia el matrimonio tardío ha llevado a un aumento en la incidencia de las relaciones sexuales prematrimoniales. La actividad sexual entre los y las jóvenes solteros/as tiende a ser esporádica, pero resulta más común en los países industrializados que en los países en desarrollo y es más probable que no sea protegida en comparación con las personas mayores y no casadas. Como consecuencia de esta situación, los y las adolescentes presentan altas tasas de embarazos no planeados, de abortos inseguros y de ITS. En el África Subsahariana el 70% de las mujeres jóvenes inicia su vida sexual durante la adolescencia y más del 20% tiene su primer hijo/a a los 18 años de edad— generalmente dentro del matrimonio. Aun en aquellos países donde los métodos anticonceptivos se encuentran disponibles de manera gratuita, como en el Reino Unido, el 25% de los abortos entre adolescentes refleja la ausencia de uso de anticonceptivos, mientras que el resto es resultado del uso incorrecto o inconsistente de métodos menos efectivos como los condones. La monogamia es la práctica dominante en la mayoría de las regiones, pero los registros de parejas múltiples son más comunes entre hombres que entre mujeres y más frecuentes en los países de ingresos medios y altos que entre los países de ingresos bajos. En América del Sur el número de hombres que informa haber tenido una o más parejas sexuales recientes es mayor que el número de mujeres para todos los grupos de edad. Una revisión reciente de 67 estudios sobre las tasas de prevalencia de hombres que tiene sexo con hombres estimó la prevalencia de hombres que alguna vez tuvieron sexo con otros hombres (3-5% en el Este de Asia, 6-12% en el Sur y el Sudeste de Asia, 6-15% en Europa del Este, 6-20% en América Latina, 5% en Inglaterra y Francia). Las mujeres casadas suelen tener mayores dificultades que las solteras para negociar condiciones de sexo seguro y un menor número de ellas usa condones como método de planificación familiar. Asimismo, las negociaciones pueden aumentar las posibilidades de padecer situaciones de violencia física o sexual. En un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la salud de las mujeres y la violencia en diez países se encontró que el 13 al 61% de las mujeres que Intervenciones para mejorar las conductas sexuales: lecciones aprendidas • No existe una estrategia única para la promoción de la salud sexual que funcione por igual en todos los contextos. Lo esencial es comprender por qué y cómo funcionan los programas en contextos sociales particulares. • Las intervenciones de salud pública deben concentrarse en los determinantes más amplios de las conductas sexuales, tales como el género, la pobreza y la movilidad, y no sólo en los cambios en las conductas individuales. • Los mensajes que apuntan a la reducción de riesgos deben respetar la diversidad y preservar el derecho a elegir. Al enfatizar de manera selectiva ciertos temas se pueden generar efectos negativos no deseados. Por ejemplo, el énfasis en las estrategias ABC (abstinencia, fidelidad y uso del condón) distrae la atención de la necesidad de contar con programas más amplios e integrados donde todos los componentes se refuercen mutuamente. • La educación sexual en las escuelas permite mejorar la toma de conciencia sobre diferentes tipos de riesgos y permite informar sobre las estrategias de reducción de riesgos, al tiempo que aumenta los niveles de eficacia y refuerza la voluntad de mantener relaciones sexuales seguras, retrasando el inicio de la actividad sexual. • Los programas preventivos que se centran en las redes sociales que se dan de manera natural han sido empleados para reducir las conductas riesgosas entre los hombres que tienen sexo con hombres en Rusia; así como para aumentar el uso de métodos anticonceptivos en mujeres casadas en Bangladesh y el uso de condones entre las trabajadoras sexuales de la India. • Las prohibiciones y sanciones sociales fuertes, especialmente cuando éstas se encuentran reconocidas en los marcos legales, pueden imponer grandes desafíos para reducir las conductas sexuales riesgosas. 3 Resumen Ejecutivo alguna vez estuvieron casadas experimentaron situaciones de abuso físico infligido por sus parejas y que el 6 al 59% fueron víctimas de violencia sexual. Más aún, los factores de riesgo en las conductas sexuales de los hombres, tales como tener parejas múltiples (femeninas o masculinas), afectan directamente la salud de sus esposas, incluso cuando éstas son monógamas y se abstienen de mantener relaciones sexuales hasta el matrimonio. Por lo tanto, el matrimonio por sí mismo no es una garantía contra el VIH y las ITS y puede, por el contrario, ser un factor de riesgo para las mujeres. Los factores que influyen en las variaciones y tendencias en las conductas sexuales son ambientales e incluyen los cambios en los niveles de pobreza, de educación y empleo; las tendencias demográficas, tales como los cambios en la estructura etárea de las sociedades y la tendencia al matrimonio tardío; los mayores niveles de migración entre países y al interior de los mismos; la globalización de los medios de comunicación; los avances en los métodos anticonceptivos y en el acceso a los servicios de planificación familiar; y las estrategias de salud pública para la prevención del VIH y las ITS. La planificación familiar Necesidad insatisfecha Necesidad insatisfecha (%) Según las encuestas de demografía y salud, la categoría de necesidad insatisfecha de anticonceptivos hace referencia a las mujeres casadas o solteras, de 15 a 19 o de 20 a 24 años de edad, que se presume son sexualmente activas y que no emplean, ni ellas ni sus parejas, métodos anticonceptivos modernos. La planificación familiar es clave para prevenir los embarazos no deseados y los abortos inseguros, para reducir la mortalidad materna, la pobreza, la mortalidad infantil y para empoderar a las mujeres para que se encuentren en condiciones de elegir cuándo y con quién tener hijos. Los programas de planificación familiar han sido altamente exitosos en gran parte de América Latina y Asia, incluso en Bangladesh y Nepal. Sin embargo, en gran parte de Asia la disminución demográfica ha sido criticada como un resultado de prácticas coercitivas. A pesar de la caída en las tasas de fecundidad a lo largo de los últimos 45 años, 26 de los 32 países analizados en las EDS presentan elevadas tasas de necesidad insatisfecha de planificación familiar (20%). En Asia y América Latina, la necesidad insatisfecha en el quintil más pobre de la población es dos veces más alta que en el quintil más rico. Entre los años 1960 y 2000, el porcentaje de mujeres que utilizan métodos anticonceptivos a nivel mundial aumentó de 35 30 25 20 15 10 5 Quintil más pobre 2.o quintil Quintil más rico 0 Asia y América Latina África Subsahariana Necesidad insatisfecha en mujeres casadas según quintiles de las EDS Promedios no ponderados procedentes de datos de 9 EDS en Asia/América Latina y 8 en África, donde las tasas de prevalencia general de anticonceptivos son de entre 20 y 60%. 4 Programas de planificación familiar efectivos y sustentables: componentes clave • Los programas de planificación familiar exitosos reciben apoyo de una coalición amplia integrada por sectores clave de la sociedad, incluyendo líderes religiosos, no religiosos y tradicionales, así como asociaciones de profesionales. • Los altos niveles de compromiso político, la capacidad organizativa y la disponibilidad de financiamiento adecuado son de importancia crítica para lograr el éxito. • Entre el 10 y el 20% de los presupuestos de los gobiernos destinados a la planificación familiar deberían asignarse a campañas educativas y programas de mercadeo social que permitan generar conciencia y dar lugar a debates sobre el uso de métodos anticonceptivos modernos y la conveniencia de tener familias más pequeñas, tal como ocurrió en Kenia hacia fines de la década de los 90. • La movilización de apoyo a nivel comunitario ha tenido un amplio impacto en la aceptación de métodos, aunque este tipo de esfuerzos requieren de un nivel de sensibilidad, habilidades y conocimiento de la cultura local importantes, tal como se observó en el caso de los programas para aumentar el uso de anticonceptivos en Bangladesh. • Se debe poner a disposición del público una variedad de servicios de planificación familiar que resulten accesibles y asequibles a través de los centros de salud, por medio de programas de mercadeo social y de servicios comunitarios. menos de 10% a 60% y el promedio de nacimientos por mujer disminuyó de seis a aproximadamente tres. Sin embargo, en la mitad de los países de renta baja y renta media-baja (la mayor parte del África Subsahariana), la fertilidad, el crecimiento poblacional y la necesidad insatisfecha de planificación familiar siguen siendo elevados, mientras que el uso de métodos anticonceptivos continúa siendo bajo. Se estima que la población de estos países se duplicará en el curso de las próximas décadas, lo que representará un especial desafío para alcanzar los ODM en gran parte de África. Los beneficios de salud que se derivan de la planificación familiar generalmente no reciben la atención que merecen. Una parte significativa de las muertes por aborto, así como la morbilidad y mortalidad obstétrica, podrían evitarse mediante el uso de anticonceptivos efectivos que permitan retrasar o limitar el número de embarazos. Además, la información de las EDS sugiere que la muerte anual de un millón de niños y niñas menores de cinco años de edad, se debe a los intervalos intergenésicos menores de dos años. El uso efectivo de planificación familiar, especialmente durante el posparto, es un paso clave para ampliar estos intervalos. Aunque los menores niveles de fertilidad y la estabilización del crecimiento poblacional por sí solos no garantizarán la consecución de los ODM, sus contribuciones para la reducción de la pobreza, para lograr mejores condiciones de salud, una mejor educación y la equidad de género pueden tener un amplio impacto positivo. La revitalización de la Resumen Ejecutivo agenda del desarrollo debe destacar la importancia de la planificación familiar como una herramienta de desarrollo e integrarla en las metas de los ODM. Para lograr este fin será necesario contar con defensores de la planificación familiar en las agencias de desarrollo, donantes bilaterales, fundaciones y ONGs con capacidad de promover y apoyar la implementación de las políticas de población establecidas en la mayoría de los países en desarrollo. Por último, las políticas conservadoras sobre temas sensibles como la sexualidad adolescente y el aborto, que limitan o impiden el acceso a una gama de servicios y tecnologías, deben ser enfrentadas por la comunidad internacional a través de estrategias de abogacía basadas en la evidencia científica. El aborto inseguro La OMS estima que cada año ocurren 80 millones de embarazos no planeados. Aproximadamente 26 millones de estos embarazos son interrumpidos de manera legal, mientras que 20 millones son interrumpidos por medio de procedimientos inseguros e ilegales, principalmente en los países en desarrollo (97%). En el mundo desarrollado el aborto legal es una práctica segura que presenta tasas de mortalidad extremadamente bajas, de menos de una muerte por cada 100 mil intervenciones. La aspiración manual y la evacuación uterina, inducida a través del uso combinado de la mifepristona y el misoprostol, son procedimientos estándares recomendados por la OMS que han permitido reducir drásticamente las complicaciones vinculadas al aborto. Los abortos inseguros, que cada año ocasionan aproximadamente 68 mil muertes y millones de lesiones, son llevados a cabo por personas que carecen de las habilidades necesarias o se practican en lugares que no cumplen con los estándares clínicos mínimos, o ambas cosas a la vez. Las mujeres recurren a prácticas abortivas por diferentes motivos vinculados a embarazos no deseados o no planeados. Algunas simplemente son demasiado pobres o no pueden interrumpir sus empleos o su educación para dar a luz. En otros casos las mujeres buscan espaciar los nacimientos o desean postergar los embarazos. Los problemas de pareja, así como los riesgos para la salud de la madre o el feto, también pueden llevar a la decisión de abortar. Más aún, algunas mujeres desean interrumpir sus embarazos porque han sido víctimas de violación o incesto. En el año 2000, 101 países en desarrollo no permitían el aborto por violación o incesto, mientras que 65 países no permitían esta intervención para preservar la salud física de la madre. Resulta difícil medir la magnitud de la morbilidad y mortalidad ocasionadas por los abortos inseguros, que presentan las cifras más altas en los 82 países con marcos legales más restrictivos. Se estima que más del 97% de los abortos inseguros ocurren en el mundo en desarrollo, y más de la mitad (55%) en Asia. Cuando el aborto es legal, seguro y accesible, la salud de las mujeres mejora rápidamente. En Sudáfrica, por Oceanía América del Sur América Central Caribe Asia Occidental Sudeste Asiático Sur y Centro de Asia África Occidental Sur de África Norte de África África Central África Oriental 0 5 10 15 20 25 30 35 Número de abortos inseguros por cada 1.000 mujeres de 15 a 44 años de edad 40 Número de abortos inseguros por cada 1.000 mujeres de 15 a 44 años de edad ejemplo, la severidad de las complicaciones resultantes de los abortos inseguros disminuyó significativamente (de 16,5 a 9,7%) un año después de que se legalizara el aborto en 1996. Si bien la legalización representa un paso crítico para eliminar los abortos inseguros, es posible que la misma no se traduzca en un acceso amplio a servicios seguros. Sin embargo, el hecho de garantizar el acceso de las mujeres a servicios seguros de aborto permite reducir los costos médicos de los sistemas de salud. Por el contrario, las leyes de aborto restrictivas se traducen en un porcentaje desproporcionadamente alto de muertes maternas relacionadas al aborto, aun en aquellos países que cuentan con acceso adecuado a sistemas de salud y que pueden garantizar la atención de las emergencias obstétricas. Legalizar el aborto, y hacerlo seguro y accesible generalmente no provoca un aumento en la demanda de este tipo de servicios, tal como se observó en Barbados, Canadá, Túnez y Turquía al liberalizarse la legislación en la materia. Además, el acceso a métodos anticonceptivos seguros permite reducir significativamente—pero nunca eliminar—la necesidad de recurrir a abortos en respuesta a embarazos no deseados o no planeados. Los abortos inseguros siguen representando una carga abrumadora para los sistemas de salud de los países más El aborto seguro: componentes clave • La aspiración manual para la evacuación quirúrgica es el método estándar utilizado dentro de las 12 semanas de embarazo. • El uso combinado de la mifepristona y el misoprostol es recomendado para realizar abortos medicamentosos tempranos. • El tratamiento adecuado y rápido de las complicaciones derivadas del aborto y la finalización de los abortos incompletos son de importancia crítica. • La consejería, la educación y los servicios de planificación familiar post aborto deben ser ofrecidos de manera inmediata. • Se debe abordar el tema del aborto inseguro si se pretende alcanzar los ODM. Ref number 06_5857_Fig1 5 Special instructions (PLEASE MARK Resumen Ejecutivo pobres del mundo. En muchas ocasiones las mujeres que padecen complicaciones derivadas de abortos incompletos son víctimas de discriminación y hostilidad, especialmente cuando intentan conseguir atención para sus complicaciones y finalizar los abortos incompletos en los centros de salud. A aquellas mujeres que buscan atención para tratar complicaciones se les debe ofrecer consejería, educación y servicios de planificación familiar post aborto de manera inmediata. Cada vez con mayor frecuencia las organizaciones internacionales de derechos humanos consideran que la negación de servicios de aborto seguro y de atención post aborto constituyen una violación a los derechos humanos. El debate ético en torno al aborto continuará en el futuro, pero no existen dudas de que el acceso a los servicios seguros de aborto legal permite mejorar la salud y resguardar la vida de muchas personas. Las mujeres seguirán sufriendo y muriendo de manera innecesaria siempre que sigan siendo poco valoradas. Infecciones de transmisión sexual Intervention Efectos Nivel Los esfuerzos por controlar las ITS están disminuyendo y no se suele prestar la debida atención al impacto que éstas tienen sobre la salud y el desarrollo. Según estimaciones de la OMS, en 1999 se registraron 340 millones de casos de ITS curables (gonorrea, sífilis, clamidia y tricomoniasis), 25,7% de los cuales se concentraron en el África Subsahariana. Un estimado de 1,6 millones de mujeres infectadas con sífilis quedan embarazadas cada año en el África Subsahariana, lo cual las pone en riesgo de muerte prenatal o de un parto mortinato. Aproximadamente 20% de las mujeres menores de 24 años de edad en todo el mundo se encuentran infectadas por el virus del papiloma humano (VPH), causante de casi todos los diferentes tipos de cáncer de cuello uterino. Más del 25% de la población mundial mayor de 40 años de edad ha sido infectada por el herpes simple Individual Pareja sexual y niño/a por nacer Población Infertilidad (clamidia, gonorrea) Cáncer de cuello uterino (VPH) Infección con VIH (inflamación del tracto genital) Enfermedades neurológicas y cardiovasculares (sífilis) Herpes simple recurrente ocasionado por inmunodeficiencia Transmisión de ITS Facilitación de la transmisión del VIH Oftalmia neonatal, neumonía neonatal Sífilis congénita Encefalitis neonatal ocasionada por el virus del herpes simple Epidemia Transmisión continua Exacerbación de la epidemia del VIH Consejería Condones Manejo sindrómico Antibióticos/antivirales Vacunas Pruebas de diagnóstico Microbicidas vaginales Circuncisión masculina Notificación a la pareja Prueba prenatal para detectar la sífilis Antibióticos/antivirales para prevenir la transmisión sexual Programa de prevención primaria Tratamiento presuntivo periódico Pruebas a la población Programa de vacunación Intervenciones estructurales Número de personas que se benefician Niveles en los que las infecciones de transmisión sexual surten efecto 6 ITS: intervenciones exitosas • Las pruebas de diagnóstico, los antibióticos, los antivirales y las vacunas resultan efectivos a nivel individual, aunque suelen no estar disponibles en las zonas empobrecidas. • El manejo sindrómico es una estrategia clave para tratar a las personas que padecen ITS y que viven en zonas pobres. • Las pruebas prenatales para la detección de la sífilis representan una intervención al nivel de la pareja que puede evitar medio millón de muertes fetales por año a través de pruebas rápidas y de tratamiento para la sífilis. • La vacunación contra el VPH al nivel de la población puede prevenir hasta el 70% de todos los tipos de cáncer de cuello uterino en el mundo. • La integración del tratamiento para las ITS y los servicios de SSR es de importancia crítica. Las estrategias para el control de las ITS no deben concentrarse solamente en los programas de prevención del VIH/SIDA. • Debe mejorarse el monitoreo, así como las investigaciones sobre los patrones de resistencia. tipo 2. Sin embargo, y a pesar de estas alarmantes cifras, las intervenciones efectivas y el financiamiento que permitan remediar esta situación siguen ausentes. Las intervenciones para controlar las ITS funcionan a nivel individual, de pareja y de la población. Se ha demostrado que las intervenciones que apuntan a impactar en el nivel individual reducen la morbilidad en las personas y mejoran el manejo clínico. Sin embargo, existe una brecha entre la práctica y la evidencia. El monitoreo suele ser inadecuado y existen dudas sobre la transmisión, la duración de la infección y la historia de muchas ITS. Se necesitan estimaciones creíbles basadas en estudios serios sobre el impacto y la eficacia en función de los costos de las intervenciones para el control de las infecciones en las poblaciones de riesgo. Casi la totalidad de la atención y el financiamiento mundial destinado al área de las ITS se dirige a las infecciones por VIH, mientras que otras ITS no reciben suficiente atención y no son siquiera mencionadas en los ODM. Más aún, una persona enfrenta un riesgo mayor de contraer el VIH si ya padece una ITS. Las comunidades médica y de la salud pública deben renovar su compromiso con el control de todas las ITS. Es necesario adecuar las estrategias que apuntan a controlar las ITS a las situaciones epidemiológicas locales o regionales. Si bien la integración de los servicios de salud sexual y reproductiva puede ayudar a alcanzar un público más amplio, también puede colocar a los hombres en una situación de desventaja ya que los servicios de salud sexual y reproductiva suelen dirigirse a las mujeres. Las herramientas de abogacía son de importancia clave para transmitir mensajes claros sobre el control de las ITS y para conseguir intervenciones efectivas en las agendas políticas locales y regionales. Resumen Ejecutivo Llamada a la acción: recomendaciones para acelerar los avances Desde la Conferencia de El Cairo los logros alcanzados en la mejora de las condiciones de SSR a nivel de país no han sido documentados adecuadamente. Sin embargo, algunos éxitos, así como muchos desafíos, resultan evidentes. Entre los logros alcanzados se encuentra la mayor atención prestada a la salud y a los derechos sexuales y reproductivos a nivel de país. Las encuestas nacionales de demografía y salud registran un mayor uso de servicios clave de SSR, tales como los servicios de planificación familiar y la atención del parto por personal calificado. Más aún, en los países en desarrollo el acceso a los medicamentos antiretrovirales ha aumentado de manera significativa y una nueva vacuna contra el VPH tiene el potencial de ayudar a prevenir una de las principales causas de mortalidad entre las mujeres en edad reproductiva. Si bien no existe una gran cantidad de datos sobre el acceso a ciertos servicios de SSR, tales como los servicios para la detección y el tratamiento de las ITS, para la atención post parto, del aborto y la atención post aborto, ni tampoco sobre consejería y servicios para jóvenes, el acceso a este tipo de servicios no parece haber aumentado de manera significativa desde la Conferencia de El Cairo. Las dificultades impuestas por la geografía constituyen una de las principales barreras para el acceso, aunque existe evidencia que demuestra que las mujeres están dispuestas a viajar grandes distancias para acceder a clínicas fijas. En los últimos años se ha reconocido que la calidad de la atención puede representar una barrera para el acceso a los servicios, lo que ha resultado en la implementación de programas de evaluación que apuntan a medir y mejorar la calidad de atención. Además, el agotamiento de los donantes y los crecientes niveles de conservadurismo en algunos de los países donantes imponen limitaciones en el acceso a los programas y servicios de SSR en todo el mundo, especialmente los relacionados a la sexualidad, la juventud y el aborto. La influencia que ejercen los sectores conservadores tiene graves consecuencias para el bienestar de las personas en todo el mundo. Seguir construyendo sobre la base de las lecciones aprendidas en el pasado puede ayudar a alcanzar los objetivos trazados en la CIPD en el curso de los próximos ocho años. Los conocimientos sobre cómo alcanzar condiciones de salud sexual y reproductiva para todos y todas se encuentran disponibles. Sin embargo, es necesario ampliar el alcance de las intervenciones eficaces en relación a los costos, así como revitalizar el compromiso político y movilizar los recursos necesarios y emplearlos con mayor efectividad. Ampliar el alcance de las intervenciones No existe una solución mágica para abordar los problemas de SSR. Las diferentes investigaciones y debates sobre la estrategia ABC (abstinencia, fidelidad y uso del condón) demuestran que, independientemente de cuán tentador sea buscar una intervención única que solucione todos los problemas, las intervenciones multifacéticas son las más exitosas. Este tipo de intervenciones puede ampliarse mediante la expansión o replica de servicios, la integración de servicios adicionales a los ya existentes, o mediante esfuerzos especiales que permitan colocar el tema en la agenda política. Recientemente una serie de recomendaciones sobre políticas destacaron la necesidad de lograr una mejor integración entre los programas de SSR y de la lucha contra el VIH/SIDA en las etapas de consejería y pruebas voluntarias, en el diagnóstico y tratamiento de las ITS que aumentan la vulnerabilidad a la infección por VIH, en los servicios de planificación familiar y en la prestación de servicios a las personas que viven con VIH/SIDA en los centros de SSR. El monitoreo y la evaluación son de importancia clave para medir el impacto y la efectividad de las intervenciones en diferentes tipos de grupos. Sin embargo, las partes interesadas han alcanzado un consenso limitado sobre un núcleo duro de indicadores, imponiendo importantes desafíos metodológicos. Las intervenciones que han funcionado en un contexto específico deben adaptarse a las circunstancias locales para poder replicarlas o integrarlas. Al ampliar el alcance de las intervenciones, es necesario abordar las limitaciones que existen en términos de recursos humanos. La integración de servicios debe traer como resultado un uso más efectivo de los recursos. La creación de un contexto político favorable y la identificación e involucramiento de las partes clave es de crucial importancia para llegar al éxito. Por último, las intervenciones que abordan los determinantes sociales de la salud resultan importantes para mejorar la SSR. Revitalizar el compromiso político Desde la Conferencia de El Cairo el compromiso político con la salud y los derechos sexuales y reproductivos en general ha disminuido, mientras que la atención y el financiamiento destinado a combatir la epidemia del VIH/SIDA han aumentado. Las actividades para la defensa y promoción de la SSR se han centrado en los argumentos basados en los derechos humanos en un momento en que los argumentos económicos que apuntan a reducir los niveles de pobreza son críticos para las políticas de desarrollo y para los donantes. Como resultado, muchas agencias y gobiernos donantes parecen haber perdido interés en los temas vinculados a la SSR. La decisión de no incluir el acceso universal a la salud reproductiva, tal como fuera acordado en El Cairo, como una meta de los ODM representó un importante retroceso para la SSR. Sin embargo, las estrategias de abogacía implementadas por la comunidad de la SSR arrojaron como resultado el compromiso asumido por los gobiernos en la Cumbre Mundial 2005 de alcanzar el acceso universal a los servicios de SSR para el año 2015. Más aún, el reciente informe del Proyecto del Milenio titulado Opciones públicas, decisiones privadas: salud sexual y reproductiva y los Objetivos de Desarrollo del Milenio reconoció que los derechos sexuales y reproductivos resultan esenciales para alcanzar no sólo los 7 Resumen Ejecutivo ODM relativos a la salud, sino la totalidad de los objetivos. Es necesario ampliar el alcance de los esfuerzos de abogacía, especialmente a nivel de los países, para convencer a las autoridades responsables de las políticas públicas sobre la importancia de los programas de SSR. Movilizar recursos La Conferencia de El Cairo de 1994 fija una serie de metas para la movilización de recursos destinados a financiar los programas y servicios de SSR. Sin embargo, los niveles de financiamiento no llegaron a alcanzar, por un 50%, la meta fijada para el año 2000, equivalente a 17 mil millones de dólares. A lo largo de la última década el financiamiento para los servicios de planificación familiar ha disminuido de manera significativa. Por el contrario, el financiamiento para el VIH/ SIDA ha aumentado exponencialmente. Si bien la prevención del VIH y la atención y tratamiento de las personas que viven con SIDA siguen constituyendo prioridades de salud pública a Informes sobre salud sexual y reproductiva de Lancet Horton R. Reviving reproductive health [Revivir la salud reproductiva]. Lancet 2006; publicado online el 1 de noviembre. DOI:10.1016/S0140-6736(06)69484-1. Glasier A, Gülmezoglu AM. Putting sexual and reproductive health on the agenda [Colocar la salud sexual y reproductiva en la agenda]. Lancet 2006; publicado online el 1 de noviembre. DOI:10.1016/S0140-6736(06)69485-3. Langer A. Cairo after 12 years: successes, setbacks and challenges [El Cairo 12 años después: éxitos, retrocesos y desafíos]. Lancet 2006; publicado online el 1 de noviembre. DOI:10.1016/S0140-6736(06)69486-5. 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DOI:10.1016/S0140-6736(06)69483-X. 8 nivel mundial, es importante evitar dejar de lado los servicios de SSR. La diversificación del financiamiento para la SSR sigue constituyendo un desafío. En el año 2005 el gobierno norteamericano aportó más de la mitad del financiamiento destinado a la SSR, incorporando una serie de restricciones ideológicas cada vez mayores que impiden trabajar con ciertos subgrupos y emplear determinadas intervenciones rentables. Para poder corregir este desequilibrio resulta crítico que los donantes aumenten su apoyo a los programas y servicios de SSR que han sido diseñados y desarrollados a nivel de los países. Es posible que los enfoques sectoriales amplios sobre la asistencia externa no aborden los temas de la SSR. Por lo tanto, se necesita un enfoque participativo y multisectorial para alcanzar el acceso universal a los servicios de SSR para el año 2015. Los retrasos en la consecución de este objetivo ocasionarán sufrimientos innecesarios y la pérdida de oportunidades para el desarrollo económico y humano y para la reducción de los niveles de pobreza. SSR: ¿de quién son los derechos y de quién las responsabilidades? Los derechos sexuales y reproductivos, incluido el derecho a elegir si se desea o no tener hijos, cuándo y con quién tenerlos de manera segura, son una parte integral de los derechos humanos. La disminución del compromiso con la planificación familiar niega estos derechos humanos e impone una serie de desafíos económicos para los países más pobres del mundo. El acceso a los diferentes métodos anticonceptivos constituye un paso importante hacia la igualdad de género y la consecución de los ODM. Los derechos traen aparejados una serie de responsabilidades para individuos, investigadores, médicos, administradores de los sistemas de salud, académicos, líderes religiosos, donantes y parejas, incluyendo: (1) la promoción de estándares de atención basados en evidencia científica; (2) la necesidad de detener el reclutamiento de profesionales de la salud en países en desarrollo para llevarlos a los países ricos; (3) la educación de abogados, profesionales de la salud y líderes religiosos en temas de SSR; (4) la eliminación de las barreras conservadoras en el financiamiento para la SSR; y (5) la promoción del desarrollo de capacidades, especialmente a nivel comunitario. Todos los actores clave involucrados en este tema deben asumir la responsabilidad que les compete y tomar las acciones necesarias para alcanzar el acceso universal a la información, los servicios y los programas de salud sexual y reproductiva. Agradecimientos El presente resumen fue elaborado por Family Care International. Las co-editoras de la Serie, Ana Glasier y A Metin Gülmezoglu, editaron el documento. Las siguientes organizaciones apoyan, financieramente o por medio de acciones de abogacía, la Serie sobre Salud Sexual y Reproductiva de Lancet: Global Forum for Health Research; la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO); Family Care International; la Fundación Ford; London School of Hygene and Tropical Medicine; The Lancet; la Fundación David y Lucila Packard; la Fundación John D y Catherine T Macarthur; la Fundación William y Flora Hewlett; PNUD; UNFPA; OMS; World Bank Special Programme of Research, Development of Research Training in Human Reproduction, el Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la Organización Mundial de la Salud.