Resources Los Complejos de Edipo y Electra Estrenado en Hablemos de Niños, Edición, no. 31 Por la periodista Karina Madriz con colaboración de Master Natalie Kennedy (Garvey) y Lic. Nora Bernstein Un niño enamorado de su madre y una niña de su padre es muy posible si tienen entre tres y seis anos de edad Ellos experimentan una etapa de desarrollo en donde tal situación se hace normal. De acuerdo al análisis psicosexual realizado por Freud, los niños pasan por cinco etapas en la cuales sus zonas erógenas se convierten en centro de atención. La primera fase es la oral y se da desde el nacimiento hasta los 18 meses, seguida por la etapa anal hasta los tres anos. Continua con la etapa fálica que va desde los tres hasta los seis anos. Luego viene, el periodo de latencia, que comienza a los seis anos y abarca hasta lo pubertad. Por ultimo, sucede la etapa genital. En la etapa fálica, se manifiestan tanto el complejo de Edipo en los niños como el de Electra en las niñas. Pero, ¿en que consisten estas manifestaciones? Complejo de Edipo El Complejo de Edipo se el surgimiento del deseo inconsciente del niño varón por el amor exclusivo de su madre. En ese momento, el niño se comportará de manera hostil con su padre. Según la psicóloga Natalie Kennedy, el niño siente que hay una competencia y, durante estos anos, experimentara sentimientos intensos de rechazo, celos, fracaso, inferioridad, y dolor cada vez que sus padres estén juntos y note que se llevan bien. Ella enfatiza que es importante que, en este punto, los papeles de la familia estén en orden y explícitos, es decir, que el niño logre percibir que la madre y el padre trabajan juntos como un quipo. De acuerdo con las teorías del desarrollo, otra característica de esta etapa es que el niño al fin reconoce las diferencias de genero, por lo que es de gran ayuda para el ver que tanto el hombre como la mujer participan en su atención y que existen diferencias entre el papel masculino, retratado por el padre, y el femenino, por parte de la madre. Complejo Electra En el caso del Complejo de Electra, la niña sufre de amor hacia su padre y vea la madre como una contrincante. Este concepto procura explicar la maduración de la mujer. A diferencia del caso de Edipo, el complejo de Electra pasa mas inadvertido, ya que la relación entre las niñas y su madre es mas estrecha y esto les dificulta su competitividad. En la mayoría de los casos, la preferencia de la niña es hacia su progenitor; no obstante, se puede llegar a dar un proceso contrario: que la niña no acepte al padre porque se siente defraudada debido a su rechazo. ¿Por qué se dan estas actitudes? La psicóloga Natalie Kennedy explica que una de la características humanas es que somos seres sociales. Esto significa que vivimos en constante relación con las demás personas que nos rodean. Tras muchos anos de investigación se ha intentado señalar con precisión las etapas concretas del desarrollo y factores generalizados, para comprender mejor por que una personal desarrolla un rasgo particular de personalidad o falta de progresión en función de su desarrollo. A pesar del esfuerzo solamente se ha logrado concluir que los primeros seis anos de vida giran en torno a la formación y la comprensión de la propia identidad. Preguntas como ¿Quien so yo?, soy una persona de importancia? Y cual es mi lugar en la familia? Son muy frecuentes por parte de los niños en esta etapa. Los infantes logran respuestas a través del entorno familiar, los cuidados, la calidad de tiempo compartido con los niños y la delación de sus responsabilidades por parte do los padres. Sin embargo, no debe preocuparse, por que “en lo que respecta a las características particulares del complejo de Electra y Edipo, es natural y normal que los seres humanos tengan una energía sexual acomunada de sus deseos de experimentar,” asegura la especialista Natalie Kennedy (Garvey). Resources ¿Cómo debemos actuar? Una prueba fácil de aprobar Lo primero que deben hacer los padres es entender lo que esta sucediendo con su hija o hijo y darse cuenta de que la raíz de esta fase son las intensas emociones asociadas con el amor romántico. El vinculo madre-hijo es la base de las futuras relaciones del niño. Es importante ayudar al niño o niña a comprender las emociones por las cuales esta pasando y darle apoyo y orientación. Es decir, el papel de los padres es ensenar los limites saludables y apropiados, y es de suma importancia que analicen su propia relación porque los niños tienen la tendencia inconsciente de repetir los mismos patrones. La psicoanalista Nora Borenstein afirma que los infantes deben entender que no todo se pude y no todo esta permitido, porque existen leyes y reglas. Para lograr que todo el proceso se vuelva fácil, se recomienda a los padres guiar a sus hijos de una forma diferente como con preguntas, declaraciones e incluso juegos. Por ejemplo, pueden jugar casita para que noten cuales son los papeles de cada uno, o hablar del novio a la novia donde saldrán a flote temas como los besos. “Recomiendo a los padres tener tiempo para reunirse y hablar con sus hijos al final del día,” asevera Natalie. Además aconseja que si los sentimientos de celos surgen en momentos en que mama y papa se llevan bien es mejor aclararle al niño que mama y papa realmente se aman entre si y que siempre lo amaran a el como su hijo. Durante estas edades, el niño llega a comprenderse a si mismo y reconoce su lugar en la familia, su lugar con la madre y el padre, y la diferenciación de genero. El único peligro que pueden representar estas etapas no es que el niño pase por ellas, sino mas bien que se estanque en una determinada y , aunque es poco probable que eso suceda, para mayor seguridad no olvide brindarle a su hijo el apoyo necesario. La experta Nora Borenstien asegura que todas estas manifestaciones de la sexualidad infantil no deben ser ni estimuladas ni prohibidas por los adultos. Asimismo, se espera que la gran actividad de investigación y motivación, tanto de la niño como del niño, decaiga sin intervención alrededor de los cinco a los seis anos, para reaparecer en la pubertad. El complejo de Edipo y Electra son constituyentes básicos del psiquismo humano y cumplen un papel fundamental en nuestra estructuración como sujetos, en la identidad sexual y hasta en la elección futura de la pareja amorosa. Así que no hay que temerles, solo comprenderlos.