PDF (Parte 7) - Universidad Nacional de Colombia

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ILUMINAR. Luz sin sol
En el edificio Bachué, la volumetría reticular
de la envolvente, presenta una particularidad
pues siguiendo con la voluntad de construir
relieves, los arquitectos devuelven a la fachada
una función de la cual ya se había liberado: la
función portante.
En este caso, hay una mayor profundidad de
la envolvente, funcionando como una gran
membrana de planos entrecruzados, que
además de hacer el filtro con el exterior, se
define por su espesor como el único elemento
estructural del edificio; es decir la fachada se
arma reticularmente como si se tratara de una
losa, y a través de este sistema confina y soporta
las placas del edificio. Con esta decisión se
busca otorgar al espacio interior total libertad
de disposición sin columnas intermedias.
Pero esto no es un retroceso en el proceso
de liberación del cerramiento así nuevamente
estructura y cerramiento estén como unidad,
pues esta vez es la estructura y la técnica
constructiva la que se adapta a la composición
de fachada, no la restringe, por el contrario,
refuerza su profundidad y la conformación del
trazado alveolar.
La estructura se basa en pórticos perimetrales
continuos en todos los pisos, donde las placas
hacen las veces de elementos de rigidez
intermedios.
Esta malla profunda implicó un singular relieve
claroscurista, vigoroso y visualmente atrayente,
y donde la sombra toma un papel dominante.
La iluminación al interior es constante y no
requiere filtros adicionales.
EDIFICIO BACHUÉ - CENTRO INTERNACIONAL
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1968 / Bogotá.
Cuéllar, SERRANO, GÓMEZ & CIA.
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3. FACHADAS TRIBUNA.
Balcones y Voladizos.
El proyecto moderno local re incorporo y adaptó al edificio en altura, un
componente propio de la arquitectura tradicional: el balcón. Esta re adaptación
se hizo gracias a las nuevas posibilidades técnicas que en Colombia sistemas
como el reticular celulado permitieron, pues dentro de la concepción como
sistema estructural, el voladizo ya estaba incorporado como solución técnica
y no requería cálculos adicionales o variaciones en la sección de la losa.
Una vez asimilada esta oportunidad técnica, algunos arquitectos empezaron a
incluir en la propuesta de la envolvente de edificios en altura, balcones como
una extensión del interior, un espacio intermedio de transición que se integra
a la fachada. Pero se intuye que, esta estrategia no estaba motivada solamente
por una intención espacial, pues al configurar el balcón a la vez se incorporaron
planos horizontales y verticales que hacen las veces de quiebrasol, elementos
planteados sobre la necesidad de resolver un problema climático.
La relación entre estos dispositivos habitables con el sol y la sombra se
convierten en el principio de una formulación compleja en la arquitectura
moderna que incide en la definición de la envolvente y de cómo dar apertura
y fluidez al mismo tiempo que se filtra y controla. Mientras la cara exterior
intercepta la trayectoria solar, reteniendo luces y sombras, la cara interior es
permeable y busca vincularse con el exterior.
El vínculo entre el sol y la sombra, es la pieza clave que permite entender
la importancia del balcón y de las hábiles soluciones que los arquitectos
colombianos plantearon, principalmente en los proyectos ubicados en
ciudades con climas cálidos, dónde se hace necesario tener espacios abiertos
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158.Esquema volumetría fachadas tribuna. Autor.
159. Le Corbusier, Rascacielos Quartier la Marine,
1938. Iluminar. La profundidad de la fachada como
estrategia de protección solar.
160.Le Corbusier, Unidad de Habitación, Marsella,
1952. Imágenes del balcón en relación a la
iluminación y la sombra
ILUMINAR. Luz sin sol
que permitan la ventilación y eviten el aumento de temperatura al interior .
Es importante también resaltar que estos dispositivos generalmente se
ubicaban de manera estratégica en sólo una de las fachadas, la más expuesta al
sol, pues sería errado construir amplios balcones y aleros en todos los lados;
porque aunque ni el calor del sol, el reflejo, ni la lluvia podrían penetrar al
interior, conllevaría a crear un espacio oscuro y sombrío, requiriendo entonces
mayor uso de iluminación artificial.
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La definición formal de los voladizos y balcones son variables, pueden ser
cubiertos o abiertos, independientes como tribunas o corridos a manera de
pasarelas, salientes o retraídos e inscritos en el volumen de la edificación.
De igual manera es posible encontrar diferencias en la profundidad, la cual
determina en gran medida su habitabilidad, desde un mínimo equivalente al
ancho del muro hasta lo suficiente para albergar algún tipo de mobiliario.
La solución más recurrente en la distribución de los balcones es posicionarlos
uno sobre otro, piso a piso, de forma que den sombra no solo a la superficie
frontal sino también a todo el recinto externo; sirviendo así de protección
contra los rayos laterales y horizontales del sol y al mismo tiempo controlando
el viento; de acuerdo a la profundidad se logra mayor o menor protección
solar. También en otros proyectos se han adoptado soluciones donde el
balcón ya no es solo una extensión de un espacio interior, sino que toma
forma de corredor, definiendo unas bandas en voladizo que a la vez es
fachada y es sistema de circulación, inclusive puede tener un uso mixto según
la profundidad albergando estancias y pasillos.
Uno de los arquitectos referentes en la reflexión del balcón como espacialidad
en la envolvente es Le Corbusier, en un esquema del proyecto de la Marine en
Argel plasma este espacio integrado ya no a un uso doméstico sino al edificio
de oficinas, además lo define como lugar de contemplación del paisaje y de
manera específica dibuja el impacto del asoleamiento y cómo esta profundidad
habitable tamiza y genera sombra evitando afectar el interior.
Esta idea del balcón como solución al problema del sol, se materializa en
la Unidad Habitacional de Marsella, cuando genera un sistema de balcones
integrados al espacio interior que a la vez filtran y minimizan la radiación
directa permitiendo tener luz, sin sol.
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Pocas se desarrollaron con sistemas
diferentes al Reticular Celulado; en algunos
casos se presentaron variaciones al mismo
como sucedió con el BIC en Medellín
(1962-1963) de Obregón & Valenzuela,
para el que se propuso una planta de torre
liberada de columnas intermedias, haciendo
uso del sistema en mención, el cual permite
distancias libres considerables aunque al
precio de engrosar la placa, lo cual se obvió
incorporando unas jácenas que, gracias a la
efectividad del sistema, no requirieron una
altura adicional, conservando la placa su
condición de plano limpio, lo cual favorece
la altura libre de los pisos de la torre.
En este esquema de Le Corbusier se
enfatizan las ventajas que desde el punto
de vista estructural puede ofrecer la
construcción de voladizos, pues el sistema
por componsación de cargas y equilibrios
funcionaría de manera mas uniforme si hay
extensiones lateralmente.
Esta propuesta, la retomó Doménico
Parma incluyendo de manera estándar un
refuerzo perimetral a la zona de columna,
la cual permitiría y estimularía el uso
de voladizos, pues no requería cálculos
adicionales ni cambios de sección. El
sistema reticular celulado proponía de
manera natural el desplazamiento de la
columna hacia el interior generando ya una
profundidad en la envolvente.
161. Le Corbusier, Precisiones, respecto a un estado
actual de la arquitectura y del urbanismo,1930.
Diagrama síntesis cambio de sistemas constructivos.
Analiza la construcción del voladizo como algo
positivo pues equilibra los esfuerzos entre apoyos.
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162. Sistema reticular celulado. Esquema
entramado, configuración de voladizos.
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163. Sistema reticular celulado. Dentro de la
concepción del diseño ya venía incorporada
la posibilidad de implementar voladizos, pues
perimetralmente la columna cuenta con un
refuerzo adicional que absorbería los esfuerzos
del voladizo.
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164.Nel
Rodríguez
Hausler,
Banco
Hipotecario, 1957, Medellín.Fachada Sur.
Central
165.Nel
Rodríguez
Hausler,
Banco
Central
Hipotecario, 1957, Medellín.Corte por fachada Sur.
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ILUMINAR. Luz sin sol
Estas ideas también se vieron en la arquitectura moderna local, debido a que
los factores climáticos y la búsqueda de soluciones comienzan a ser premisas
fundamentales de los arquitectos que actúan en las ciudades con climas
más exigentes: Nel Rodríguez Hausler en Medellín, Borrero, Zamorano y
Giovanelli en sus proyectos en Cali y Obregón & Valenzuela en Cartagena,
estos arquitectos “implementaron voladizos y pisos abiertos para amortiguar
el clima tórrido de la ciudad, haciendo de esto un elemento característico de
nuestra arquitectura”.65
166
El Banco Central Hipotecario se localiza en el centro de Medellín, en una
parcela limitada en uno de sus costados por la Avenida Colombia, importante
eje vehicular y peatonal que vincula el centro tradicional de la ciudad con
los sectores oriental y occidental de la misma. Tal vez por su ubicación en
una zona céntrica y ruidosa y por ser un edificio de oficinas, es que resulta
particular que tenga una fachada permeable, configurada por balcones, pues
el uso de este dispositivo hasta ese momento se relacionaba más con un uso
residencial u hotelero y no con edificios comerciales ni institucionales.
Tal vez lo que Nel Rodríguez entendió allí es que había un desarrollo técnico
tal que, le permitía espesar la envolvente, retrasando la columna y generando
una doble fachada al exterior que le sirviera de filtro no solo lumínico si
no también acústico, el balcón que tiene una profundidad de 2.5 mts. es un
espacio de amortiguación, el cual además se podía habitar; no se ensancharon
los muros, se generó una profundidad manipulando el vacío, no la materia.
Estos espacios cuentan con excelentes calidades ambientales, aunque es una
solución radical es necesaria teniendo presente que el emplazamiento de
la torre respecto al poniente de Medellín condicionaba que el resto de las
fachadas fueran más cerradas y que a través del balcón se diera la relación
visual con el exterior y la ciudad.
La capa interior de la envolvente está compuesta por un cuerpo fijo en vidrio
transparente y la parte superior es una ventana proyectante, esta ventanería
se apoya sobre un muro sillar que está a la altura de la baranda permitiendo la
visual desde el interior.
166. Nel Rodríguez Hausler, Banco Central
Hipotecario, 1957, Medellín. Imágenes balcón
fachada sur, iluminación.
65. Universidad Nacional de Colombia, op. cit., p.231.
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La baranda también es un elemento intencionado, con características
particulares, se intuye que, a pesar de estar enchapado en piedra se
quería contrarrestar la sensación de masividad y mostrarlo como
un componente independiente; esto se logra dilatándola de los
muros, resaltando su capacidad auto portante y generando una
grietas verticales en la superficie, que buscan tal vez, al igual que Le
Corbusier en Marsella, la entrada de luz, pero sobre todo reflejar en
la baranda misma la independencia de la envolvente y su liviandad.
Esto hace pensar que, el arquitecto buscó una solución técnica que
le posibilitara crear un efecto visual en la fachada de permeabilidad
y liviandad. Las barandas aunque son piezas prefabricadas no son
todas iguales, generando un juego de ritmo con la densidad del
material, en una zona cerrado y opaco, y hacia el otro extremo se
va difuminando la masa; pasando de una superficie a una secuencia
de líneas. Esta propuesta, sumada a un orden geométrico otorga
armonía a la fachada y a la relación entre sus partes.
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167. Nel Rodríguez Hausler, Banco Central Hipotecario, 1957,
Medellín. En construcción octubre 1957. T
168. Nel Rodríguez Hausler, Banco Central Hipotecario, 1957,
Medellín. Trazados regulares con la sección áurea fachada y balcón.
169. Nel Rodríguez Hausler, Facultad de Enfermería Universidad de
Antioquia, 1959, Medellín. Balcones. Vista interior corredores en
voladizo.
En el edificio de la Facultad de Enfermería, Nel Rodríguez Hausler
propone una variación respecto al balcón del Banco Central
Hipotecario, pues en este caso ya no son elementos independientes
sino es un corredor en voladizo, una circulación externa a la aulas. La
profundidad de esta envolvente también es pronunciada, generando
una sombra uniforme sobre la fachada interna, evitando así la
iluminación de manera directa al interior.
La fachada interna está compuesta por una superficie reticulada, con
vidrios fijos, opacos, traslúcido y algunas ventanas proyectantes; esta
combinación sumada al efecto del voladizo, genera al interior una
iluminación constante pero no intensa, lo cual por ser aulas de clase
es una condición ideal. La baranda aunque de una manera menos
sofisticada que el caso anterior, busca también una materialidad muy
permeable, tanto que en este caso está compuesta solo de elementos
línea les y no de planos, permitiendo el paso de la luz completamente.
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170.Borrero, Zamorano & Giovanelli, Banco
Cafetero, 1959, Cali.Fachada Norte.
171.Borrero, Zamorano & Giovanelli, Banco
Cafetero, 1959, Cali. Corte por fachada Norte.
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Hacia 1940 se desarrollaron en Cali una serie de proyectos que respondieron
a esa nueva concepción formal vinculada a la conciencia de lugar y de la
adaptación climática, dan cuenta de la especificidad que logro la arquitectura
moderna en Colombia, pues logro generar variaciones propias para el lugar a
partir de elementos arquitectónicos singulares que dialogan con el clima y el
paisaje exterior.
El edificio de Banco Cafetero es un ejemplo de lo anterior, diseñado por
Borrero, Zamorano y Giovanelli en 1959 “es una solución única y original
encontrada a partir de la comprensión y reconocimiento de los factores
climáticos, que se toman como protagonistas arquitectónicos del lugar,
irrepetible en otros contextos.”66
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En este caso, la envolvente se define a partir de voladizos de más de 2.0
mts que, en la fachada norte forman amplios corredores de acceso a las
oficinas, a manera de pasarelas o galerías, van llevando los caminantes por
el edificio pero siempre a través del espacio intermedio de la envolvente.
Esta profundidad, permite proteger el interior al mismo tiempo que se tiene
una fachada completamente permeable; además el cerramiento interno que
delimita las oficinas es cerrado; es decir en este caso la envolvente se delimita
a sí misma y protege al espacio intermedio que conforma, pues las oficinas
buscan la iluminación y visuales en la fachada sur y solo acude al corredor
para circular o ingresar.
En este proyecto además se destaca el uso de la vegetación como elementos
dentro del espesor de la fachada, largas materas se vuelven antepechos y se
acoplan a la composición formal del voladizo, caracterizando aún más estos
corredores como calles elevadas; la interacción de todos estos elementos que
compone la envolvente, enriquecen la calidad formal y espacial del edificio.
No pasa desapercibido que, al igual que en el Banco Central Hipotecario,
la iluminación, la ventilación y la ambientación de la torre, dependen
exclusivamente de la fachada que da al vacío liberado, dado que las otras tres
que definen el volumen se cierran al sol y a las vistas evitando la acción de los
rayos solares.
172.Borrero, Zamorano & Giovanelli, Banco Cafetero,
1959, Cali. Balcones, corredores.
66. Rodrigo Tascón B, La arquitectura moderna en Cali, la obra de Borrero, Zamorano y Giovanelli, Cali,
Fundación Civilis, 1995, p.177.
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La firma Obregón & Valenzuela también realizó varios proyectos en
distintas ciudades del país, donde implementaron el balcón y el voladizo en
los envolventes, en Medellín el Banco Industrial Colombiano construido en
1963 configura la fachada principal de la torre a partir de la repetición de un
mismo módulo de balcón generando una envolvente permeable, pues más de
la mitad de la superficie es abierta para permitir el paso de la luz al interior de
la oficinas de manera controlada.
Esta postura en parte replica lo hecho por Nel Rodríguez en el Banco Central
Hipotecario, formalmente tiene la misma composición, aunque varía la
proporción de la torre y la altura, es a través de esta fachada que se ilumina
todo el interior y se establecen las relaciones visuales con el exterior. Además,
en la fachada occidental se incorpora otro tipo balcón, ya no inscrito dentro
de la volumetría de la torre sino como un pequeño voladizo, como elementos
independientes que generan un grieta en la envolvente para permitir también
el ingreso de la luz de manera controlada ya que esta cara recibe el impacto
del poniente.
Aquí también la baranda esta compuesta por piezas prefabricadas que se
ensamblan en obra, su materialidad se modifica, tratando de quitarle peso y
masividad a la fachada, el cuerpo central es un panel sólido perimetralmente
definido con parales que lo dilatan del piso, este mismo gesto se hace en el
remate superior separando el sillar del tubular de remate.
Otros dos proyectos ejemplares de esta firma están ubicados en Cartagena,
el Hotel Casino Americano (1959) y Banco de Bogotá (1958), presentan
variaciones de esta solución, tratando de dosificar el fuerte calor de esta ciudad
costera. En el Hotel Casino se hace una definición de la envolvente similar a
la explicada en el Banco Industrial, con balcones inscritos dentro del volumen
de la torre, pero aquí por cuestiones climáticas son aún más profundos.
En el Banco de Bogotá se hace una operación distinta, pues se conforma un
voladizo pero no es habitable, las losa se extiende al exterior y la ventanería
y el sillar quedan retrasados, en este espacio se posicionan unos profundos
quiebrasoles en concreto separados de la fachada interior, pero apoyados en
los voladizos de las placas y fijadas a las columnas, conformando una trama
que otorga densidad y espesor a la envolvente.
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173.Obregón & Valenzuela,
Colombiano, 1963, Medellín.
Banco
Industrial
174.Obregón & Valenzuela, Banco de Bogotá, 1958,
Cartagena. Corte por fachada.
175.Obregón & Valenzuela, Hotel Casino Americano,
1959, Cartagena.
176.Obregón & Valenzuela, Banco de Bogotá, 1958,
Cartagena. Corte por fachada, Edison Henao 2008.
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El módulo de la fachada interior fue definido por un
antepecho mueble y ventanales corredizos desarrollados
en la totalidad del intercolumnio.
Por cuenta de este dispositivo de control solar, la fachada
queda en sombra, pero a su vez, dado su correcto trazado,
no genera obstáculos para observar el exterior; pues con
esta misma intención se dispusieron los montantes del
ventanal interior, en correspondencia con los paneles
tanto verticales como horizontales del balcón.
Estos ejemplos muestran la capacidad y la destreza que
adquirieron los arquitectos colombianos para entender el
nuevo papel de la envolvente como espacio intermedio,
logrando hacer múltiples variaciones no relacionadas
con una copia estilística ni formal, sino regidos por una
necesidad funcional solucionada a partir de una conciencia
técnica y espacial.
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