Políticas educacionales de la IELCH

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IGLESIA EVANGÉLICA LUTERANA EN CHILE: Comprometidos con nuestra Misión: evangelización,
diaconía y palabra profética en el contexto actual
DOCUMENTO
POLITICA EDUCACIONAL DE LA IELCH
i.- Introducción.
-Bases para la educación Luterana.
-Una fe informada.
-Formación en la realidad
-Intencionalidad Misionera.
-Identidad eclesial del Proyecto Educativo Luterano.
-Sólo Cristo.
-Sola Gracia.
-Sola Fé
-Sola escritura.
-Perspectivas Luteranas para la Educación Formal.
-Educación para la libertad.
-Educación Permanente.
-Educación para la realidad
ii.-Diagnóstico
iii.- Nuestro Paradigma
-La ética del Reino de Dios.
-La ética Cristiana.
Iv.-Objetivos
v.-Orientaciones
vi.-Propuestas. Operacionalización
vii.-Los Compromisos.
viii.-Bibliografía.
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diaconía y palabra profética en el contexto actual
I.-INTRODUCCION
El presente documento es el resultado de los diferentes momentos en que la IELCH –a través de
sus comisiones y encuentros- ha deseado plasmar el estudio realizado en torno a la Política
Educacional de la Iglesia.
La Política Educacional tiene como principal objetivo constituir la base de un marco orientador,
para la elaboración y ejecución de programas y proyectos que impulsen el desarrollo de la fe y lo
cognitivo desde la concepción del servicio y el amor a sí mismo, de cada individuo-individua, y
al prójimo.
Las bases doctrinales y los principios que la guían, son los fundamentos para reconocer,
positivamente, una educación liberadora, que contribuya a que las personas adquieran la plena
y autónoma estatura humana con que han sido creadas a imagen y semejanza de Dios.
El tradicional desempeño de la IELCH, el modo de vivir la palabra de Dios y su incansable labor
educacional y diacónica, han sustentado una enseñanza que no se limita sólo a la entrega de
conocimientos ,sino que trasciende el espacio educativo ( la escuela, Jardín o iglesia). Una
revisión histórica del quehacer de nuestra Iglesia en Chile, nos permite fundamentar este punto
(situaciones educativas)
La Constitución Política de Chile, consagra el derecho y deber de los padres-madres, de educar a
los hijos e hijas, y establece la obligación del estado de proteger este derecho, asegurando un
sistema educacional básico gratuito.
Aún cuando la Constitución Política, expresa claramente las responsabilidades en la educación
de los niños -las niñas y jóvenes, desde nuestra experiencia cotidiana las responsabilidades son
asumidas en el siguiente orden: Autoridades gubernamentales; la Comunidad educativa; la
Iglesia; las Familias, todas y cada una de ellas en sus propios ámbito y mancomunadamente con
el objetivo de lograr el desarrollo del ser humano, hombre-mujer, para una vida plena y
abundante.
Los procesos históricos vividos por la IELCH, desde el año 62 en adelante produjeron como fruto
una nueva forma de ser Iglesia Evangélica Luterana en Chile y con ello una nueva visión y un
fuerte compromiso en el ministerio educacional de la Iglesia.
Uno de los primeros cambios, en relación con el período marcado por lo étnico, fue el crecimiento
y fortalecimiento, de la comunidad eclesial, como el lugar en que y desde donde se desenvolvía
la educación de la fe. La Educación cristiana dejó de ser patrimonio exclusivo de las escuelas
alemanas para ser compartido por las Comunidades nacionales.
Sin embargo, la IELCH ,
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reconoce que el ministerio educativo eclesial necesita ser fortalecido, buscar propósitos comunes
a su acción educativa en todos sus niveles .
En este escenario, la globalización supone una sociedad pluralista, la cual debe ser atendida por
toda política educacional. El pluralismo implica la convivencia social de sujetos que no
comparten las mismas creencias sobre el mundo y el ser humano, si bien en tanto sociedad,
pretende realizar un proyecto de humanización. Cada individuo se sitúa ante el contexto social
en relación con su protagonismo, que le mueve a reconocerse como persona, es decir, a ejercer en
un grado suficiente su libertad, su ser ético, pensante y constructivo. Hombres y mujeres que
efectivamente respondan a la pregunta de “qué hacer” en función de un proyecto de realización
humana.
Así nuestra propuesta educativa
apunta a la búsqueda de la justicia integral, pues la
desigualdad y pobreza impiden tal protagonismo. Pluralismo no es sólo distintos modos de
pensar, sino también distintas posibilidades de realización plena del ser humano, hombre-mujer,
y con las debidas garantías para ello.
Para lograr lo antes expuesto, es necesario, diálogo, coordinación, compromiso activo y colectivo
como fruto de nuestra fe y testimonio cristiano.
Debemos ver en esta sociedad pluralista y de pluralismo
valórico, una de las mejores
posibilidades de hacer realidad el Proyecto de Jesús, porque lo que ofrecemos, como Iglesia y
ente educativo, tiene en primer lugar al ser humano, hombre-mujer, en la más alta estima en
razón de ser creados a imagen y semejanza de Dios.
Evidentemente, dicha oferta deberá cohabitar con otras expresiones educativas, será entonces un
reto, para las y los cristianos, ayudar a que el ser humano vea, en medio del trigo y la cizaña,
que existe un camino concreto, presentado en Dios que se hizo historia, de protagonismo real en
el mundo.
Nuestro desafío es la formación integral de niños y niñas, hombres y mujeres.
Entonces: ¿Cómo colaboramos con ellos, para que asuman con propiedad su llamado y adhesión
a Jesús y su proyecto? , Que sepan presentar y defender, en medio de las distintas propuestas
que entrega
la sociedad, lo
que ellos y ellas han descubierto como camino de plena
humanización.
Esto, supone una educación y formación cuya finalidad, estilo y metodología sea consecuente y
no contradiga, el Proyecto de Jesús y su llamada y por tanto sea entregado por educadores y
educadoras imbuidos por la misma experiencia.
Una base fundamental
para la educación liberadora la constituye el hecho que, Dios
manifestado en Jesucristo, se presenta al ser humano como un Dios de amor y de misericordia
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que fortalece, enseña y practica las relaciones mutuas, justas y dignas, que traspasa
el
individualismo-de nuestro ser pecador- para relacionarse y compartir el sentido de la vida
desde una óptica colectiva.
La educación liberadora deberá fortalecer las relaciones fraternas, propendiendo al respeto, saber
escuchar al otro-otra, responsabilizándose por el crecimiento educativo propio y del prójimo,
valorando las potencialidades y capacidades de cada individuo.
i.1 Bases para la Educación Luterana

Una fe educada
“Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencido (convencida) de
la realidad de cosas que no vemos” Hbr.11:1
Uno de los principales aportes prácticos de Lutero fue la traducción de la Biblia, ya que en 1524
vio que tanto pastores como creyentes desconocían las razones de sus creencias.
La fe involucra capacitación, información y análisis respecto de los fundamentos doctrinales, la
IELCH considera esto en la educación cristiana de niños-niñas, jóvenes y adultos en las diversas
áreas del saber.
Desde nuestra confesión Cristocéntrica-trabajando la hermenéutica circular (interpretación
continua) propender a una fe progresiva y en desarrollo que dé cuenta de un saber de los
fundamentos teológicos, con libre expresión; razonadora; incentivando los saberes propios y con
la capacidad de dialogar, entendiendo que hay diversas posturas en el devenir de la fe y los
conocimientos.

Formación en la responsabilidad cívica
La participación ciudadana es parte fundamental de nuestra identidad luterana, más aun, si se
traduce en una participación democrática que permita el trabajo en las aulas, incluyendo en el
proceso educativo, la crítica, discusión, diálogo, decisión y reflexión.
Es también esencial que la formación de nuevos ciudadanos y nuevas ciudadanas, contemplen el
aprendizaje para vivir en
sociedad, eligiendo y comprometiéndose, respetando las
potencialidades, es decir, considerando que todo ciudadano y ciudadana tiene derechos y
deberes.
La labor educativa de la IELCH, es en respuesta al llamado del Evangelio, es ofrecer un servicio
que lleva a una vida más rica y más plena en el contexto de una sociedad que se torna cada vez
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más inhumana, donde el modelo económico neoliberal, como ideología que da apoyo a la
globalización económica excluyente, aumenta las desigualdades en las posibilidades educativas,
generando con ello pobreza, marginación, exclusión, vulnerabilidad, violencia, estigmatización,
prejuicios e individualismo. La práctica del evangelio, desarrolla una acción educativa que
trabaja en pos de oportunidades que permiten expresar justicia, dignidad, igualdad y por sobre
todo, el respeto a los derechos fundamentales de las personas.

Intencionalidad misionera
El objetivo final de la –Intencionalidad misionera de la IELCH-en los proyectos educativos es,
que cada persona que participa en estas expresiones, llegue a ser protagonista de su propia vida,
de objeto pase a ser sujeto capaz de ver con ojos críticos la realidad, capaz de modificar sus
propias conductas y la de su entorno,
como a su vez,
asumir responsabilidades en la
comunidad.1
Para alcanzar la misión y los objetivos planteados, la IELCH, y en consecuencia
sus
Congregaciones y Comunidades, consideran su accionar desde la conjugación de dos conceptos
claves en equilibrio, Palabra y acción educativa.
Si esto es así, debemos entender que a través de la política educacional de la IELCH, no sólo
llegamos al desarrollo social de cada comunidad educativa, sino también llegamos al desarrollo
espiritual de cada persona.
“ Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría;
y la gracia de Dios era sobre él” Lc.2:40
i.2 -Identidad Eclesial del proyecto Educativo Luterano
Cuando hablamos de la fe, lo hacemos reconociéndonos parte de la iglesia universal, en el actual
mundo globalizado. La mirada luterana está presente en la reflexión y orientación de nuestros
pensamientos y prácticas, en el contexto de la sociedad chilena, desde el testimonio de ayer y de
hoy de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile.
En este sentido, toda respuesta desde la fe, a las necesidades de orientación más profunda para
nuestras vidas, irá siempre más allá de ideologías, sistemas económicos, modas y valores que la
sociedad actual nos impone como normas. Nosotras y nosotros confesamos creer en Dios, que se
reveló en Jesucristo. En él confiamos, obedecemos, servimos y testimoniamos. De acuerdo a estos
postulados, en este discipulado de iguales, nos conducimos por gracia de Dios, en libertad,
responsabilidad y esperanzas.
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Documento Iglesia Evangélica Luterana en Chile. Política Social
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La iglesia Evangélica Luterana en Chile reconoce, actúa en razón y comparte las siguientes
materias doctrinales.
Sólo Cristo
Creemos que Jesucristo es Dios verdadero y hombre verdadero, esta es nuestra confesión de fe.
En ella las y los cristianos manifestamos nuestra plena convicción que Dios se revela tal como
es-en toda su plenitud- en las palabras, en las obras, en el camino y en el dolor de Jesús. Dios
mismo nos habla y acompaña, actúa y sufre con y por nosotras y nosotros.
Sólo Cristo, significa leer las Escrituras
desde el testimonio de Jesucristo como Salvador del
mundo. Cristo es el centro de las Escrituras, a quien todo señala. Toda interpretación bíblica
apuntará siempre a la proclamación de Cristo, su vida, compromiso, enseñanzas y consecuente
entrega en favor de la humanidad. Este es el elemento más importante de la teología luterana y
nos ayuda a evitar- una teología cuyo punto de referencia reside en lo que hacemos, lo que no
hacemos y en lo que no podemos hacer- con la pretensión y expectación de ser valoradas y
valorados;
justificadas y justificados
ante los ojos de Dios
en razón de nuestro méritos
personales. 2
El amor incondicional de Dios para con su creación, su pueblo, consiste en la entrega total de
Cristo, que lo lleva a cargar con los pecados del mundo, asumiendo la muerte en cruz.
En la labor educativa este postulado doctrinal será relevado en el reconocimiento que en
Cristo y por él todos somos hijas e hijos de Dios, hermanas y hermanos. Deberá trabajarse en
la Planificación educativa el concepto de NO discriminación en todas sus áreas.
Sola Gracia
Para restablecer la comunión con los seres humanos, Dios en Cristo supera el abismo abierto por
nuestros pecados. La consecuencia de esta separación es el aislamiento del ser humano: su
alienación de Dios, de las demás creaturas y de sí mismo.
El ser humano que es pecador no puede tener comunión con Dios, que es Justo y Santo. En
Jesucristo, Dios se acerca a nosotras y a nosotros, y es Jesús quien asume las consecuencias del
pecado hasta la muerte.
Mediante la muerte y resurrección de Jesucristo, Dios pone el fundamento para la reconciliación
universal, es esto pues, una dádiva de Dios inmerecida para el ser humano, es Gracia que libera,
de
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la permanente búsqueda de ser
aceptada-aceptado; reconocida-reconocido; respetada-
Documento “Matrimonio, Familia y Sexualidad Humana” FLM
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respetado; querida-querido, por Dios. Gracia que nos nivela y presenta, a todas y todos, como
iguales ante el Señor. De esta manera nos reconocemos en igualdad de condiciones y con
falencias y virtudes que no son condicionantes para recibir, celebrar y reconocer el inmenso
amor de Dios, en Cristo Jesús.
En la labor educativa este postulado doctrinal será relevado en que todo ser humano es
merecedor del amor de Dios-en Cristo Jesús- y por consiguiente merece atención , dedicación
y acompañamiento para levantar su autoestima, creando las mejores condiciones para su
pleno desarrollo emocional, social y cognitivo.
Siendo esta gracia de Dios un regalo a la humanidad no corresponde la competencia y la
búsqueda de méritos para obtenerla.
Sola Fe
El ser humano no puede por su propia razón, ni por sus propias fuerzas creer en Jesucristo como
su Señor y Salvador. Sino es el Espíritu Santo, quien llama mediante el Evangelio, lo ilumina
con sus dones, lo santifica y guarda en la verdadera fe.3
En la labor educativa este postulado doctrinal será relevado en que cada individuo deberá
reconocer y hacer reconocer que, por gracia de Dios,
tiene maravillosos dones que le
permiten desarrollarse en esta sociedad. Estos dones pueden y deben estimularse a través de
la labor educativa formal y con especial cuidado a través de la Educación Cristiana. Al reconocer
la santificación del ser humano, estamos hablando de ser pueblo escogido4, querido y cuidado
por Dios.
Sola Escritura
La Biblia es la única norma de fe y de vida, la que será leída e interpretada en la persona de
Cristo, de esta manera podemos concluir que nuestra lectura es Cristocéntrica, testimoniando el
evangelio de la gracia en Jesucristo. La autoridad de las Escrituras (la Biblia) es absoluta por lo
que atañe a la enseñanza de las condiciones de la justificación y la salvación: no se permite a
nadie añadirle nada, pues eso implicaría disminuir el acto y el sacrifico de Cristo.5
En la labor educativa este postulado doctrinal será relevado, en que como expresara Lutero,
las Escrituras deben ser siempre escudriñadas para encontrar a Cristo y su labor salvífica, así
3
Explicación al tercer artículo del Credo según el Dr. Martin Lutero
“Pero ustedes son una familia escogida, un sacerdocio al servicio del rey, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios. Y esto es así para que anuncien
las obras maravillosas de Dios, el cual los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa. Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora
son pueblo de Dios…” 1 Pedro 2:9-10
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Documento “Matrimonio, Familia y Sexualidad Humana” FLM
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cualquier texto educativo deberá ser escudriñado para tomar de él lo que propenda al
desarrollo, la autoestima y los derechos de todas las personas.
i.3 -Perspectivas luteranas para la Educación formal.
Es nuestro compromiso, enseñar a vivir a ser persona, apuntar al crecimiento integral, mediante
procesos individuales y colectivos, donde se respete y fomente la comunicación, el
descubrimiento, se valore la experiencia y la historia propia y social con sentido crítico.
Reconociendo que en una sociedad que tiene como norma educativa, sancionar el error, la
labor educativa luterana
recordará
que en el ser humano se cumple el concepto que el
reformador Martin Lutero, nuestro fundador, expresó claramente en su concepción del ser
humano como “simul justus et pecator” (al mismo tiempo justo y pecador) y como tal, acierta y
desacierta.
Al ser conducido y encausado, este ejercicio, se transforma en un gran elemento pedagógico.
Educación para la libertad: La libertad es uno de los más preciados conceptos fundantes de
nuestra doctrina, en razón de que esa libertad nos es otorgada por Cristo6
en nuestro
relacionamiento con Dios y con nuestro prójimo. La libertad cristiana es el resultado de saberse
amado y aceptado por DIos, que no tenemos que demostrarle nada, porque nos ve a través de la
lente del amor de Jesús.
Podemos actuar sin necesidad de tener que probar nuestro derecho a vivir ni a ser; y quedamos
libertad para servir a todos/as, para hacer el bien, sin querer obtener nada a cambio, eso es
libertad!
Desde nuestra concepción
cristiana-luterana,
esta acción está ligada al principio de la
responsabilidad con las/los otros, como servidores de los demás en razón de que es un don de
Dios y como tal tenemos responsabilidad en nuestras acciones.
Dado este entendimiento, habremos
de educar,
para que la educación sea solidaria y
responsable, dejando fuera del común hacer, los conceptos individualistas y competitivos.
Educación Permanente : Este principio es básico en la medida que nos reconocemos “siempre
aprendices” y estamos dentro del proceso del aprendizaje. Cada ser humano (adulto-adulta,
joven, niño-niña) se encuentra en su relacionamiento diario, aprendiendo
y enseñando
mutuamente, integrando contenidos, significados y comprendiendo las implicancias que esto
tiene para la vida de cada una de las personas involucradas en el proceso cotidiano en la
6
“Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténgase ustedes firmes en esa libertad y nos se sometan otra vez al yugo de la esclavitud”
Gal.5:1
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formación de ciudadanos y ciudadanas. La alegría y entusiasmo en la educación será
dimensionada en la medida que cada una y uno de los participantes se sientan incorporados en
la acción conjunta.
Educar en la realidad: La realidad es el punto de partida. La educación debe ayudar al ser
humano a tomar decisiones, teniendo ante sí, la mayor cantidad de elementos que le permitan
un decidir informado. Escudriñar los textos, analizando y viendo el lado oscuro de las historias.
Ser crítico frente a los acontecimientos, pero a la vez fortaleciendo las esperanzas.
ii.-Diagnóstico: Una de las dimensiones de la Globalización es el concepto “desarrollo” que es
inherente al concepto de utilitarismo y calidad; se da un carácter anti-ético en el concepto y el
movimiento histórico del desarrollo, este tipo de visión tiene como sujeto el hombre económico
“hommo economicus”, desconoce
aspectos no utilitarios de la vida humana: el amor, la alegría,
a pasión, el honor, el ludismo, la hospitalidad, la acogida y aceptación del otro; es intrínseco a la
desintegración de las solidaridades tradicionales de la gran familia, del barrio, de las
comunidades; las prácticas de este hombre conducen a la desaparición de las solidaridades
concretas entre personas, los gestos solidarios no pueden ser reemplazados por las ayudas
burocráticas. Se desarrolla el individualismo
egocéntrico donde las competitividades
individuales, el mercado, el provecho, amplifican el egocentrismo con la sed permanente de más
y más consumo lo que produce una desintegración ética.
Las especializaciones en todos los sectores económicos del trabajo y del pensamiento encierran a
los seres humanos en actividades fragmentadas, aisladas
De este modo el sentido de la
responsabilidad para los otros y para su comunidad, también se desintegra, además que las
prácticas del desarrollo en la ciencia, la técnica, la economía, y el provecho no tienen control
ético. Desde el punto de vista económico las crisis al modelo económico del mercado mundial
des-regularizado provocan la degradación de la calidad de vida.
iii.- Nuestro Paradigma.
Nuestro desafío es encontrar elementos que nos permitan ayudar a transformar el mundo en
crisis de valores. Desde el punto de vista teológico, Jesús es el paradigma de la ética cristiana.
En Mt.28:19-20 que es el mandato a los discípulos, se resume el quehacer teológico de la Iglesia.
La tarea de la Iglesia es en el mundo, en la sociedad, nuestro llamado es ser comunidad de
testimonio y de ministerio, una Iglesia al servicio de Dios, pero a la vez una Iglesia al servicio de
los demás.
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El Modelo de Jesús, fundador de esta comunidad de fe, la Iglesia, es el paradigma de la ética
cristiana. Es a él que seguimos y obedecemos. Él es nuestro Señor, Maestro y Salvador.
Hoy más que nunca urgen nuevas orientaciones para nuestra sociedad a la luz del Nuevo
Testamento, pero a la vez, que cristianos y cristianas asumamos un comportamiento consecuente
con el Evangelio para posibilitar una óptima calidad de vida.
iii.1.- La Ética del Reino de Dios 7
La ética de Jesús.La ética de Jesús se fundamenta en su mensaje, el anuncio del comienzo del Reino de Dios
(Mc.1:15).
El Reino de Dios que se hace presente y se puede experimentar en toda la actuación de
Jesús (Mt.11:5).Las prácticas de Jesús nos muestran, nos iluminan acerca de cómo es el Reino de
Dios, la venida del amor de Dios y de la justicia, que evidencia la misericordia de Dios puesta en
práctica y que ha de ser la base y el fundamento del comportamiento misericordioso entre
hombres y mujeres.
Llamamiento y discipulado.Jesús en todo su ministerio nos invita, en nombre de Dios, a pertenecer a este Reino de Dios. Esta
invitación lleva implícito un llamado y una exigencia. La respuesta nos llama a la metanoia, a
una nueva actitud que conlleva conversión, es decir, un cambio de dirección y reorientación. Es
una oportunidad para pertenecer a esa nueva realidad salvífica y hacer la voluntad de Dios. Este
cambio no es sólo un concepto intelectual, sino un cambio radical de la actitud, de la intención y
de la voluntad, para involucrarnos en la tarea de Jesús (Mc.1:17).
Vocación y misión, llamado y discipulado van de la mano, Él nos llama desde donde nos
encontramos para ser enviados a este mundo cotidiano. La vocación implica el llamado salvífico
que Dios nos hace en el bautismo y en la vida que se sigue como respuesta gozosa a este llamado.
En Jesucristo, recibimos el amor de un Dios misericordioso que nos hace libres para amar a
nuestro prójimo y promover el bien común; en gratitud por el amor de Dios, vivimos nuestra
vocación en nuestros lugares de responsabilidad en la vida diaria -en el hogar, la congregación, el
lugar de trabajo, la comunidad, la nación y la sociedad global.
La ley y el amor.-
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Braaten Carl, Escatología y Ética, - Editorial La Aurora - Argentina - 1977 en Rol de la Ética en el Nuevo
Testamento. . Jorge Bravo C.
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El núcleo de la predicación de Jesús es el Reino de Dios, la ética del Reino está basada en el doble
mandamiento del amor (Mt.22:34-40), que significa el equilibrio teológico de la fe. Así lo
entendieron los cristianos primitivos y enfatizaron este aspecto (1Cor.13; 1Jn.4).
Teoría y praxis.Todo lo realizado por Jesús responde a la ética del Reino, para transformar este mundo y
convertirlo en un mundo mejor para todos. Él era consciente que no sólo con la prédica del reino
de Dios se cambiaría voluntades, actitudes y situaciones injustas, sino que era necesario actuar,
poner en acción todo lo predicado (Lc.4:16-21). Este es el testimonio vivo de una comunidad que
tiene su fe puesta en el Señor y que esta fe, está al servicio de los demás.
Para la ética cristiana, la praxis cristiana procede del poder liberador del evangelio, este
evangelio sólo puede ser expresado en la praxis en la medida que es nutrido por la fe, una fe que
abarca simultáneamente conocimiento de Dios y servicio a los demás.
iii.2.- La Ética Cristiana.
El núcleo de la ética de Jesús es el amor al prójimo, lo que constituye el paradigma de la ética
cristiana.
El amor al prójimo y el amor a Dios.El amor al prójimo proviene del amor de Dios, (Mc.12:28-34), es la respuesta al amor recibido de
parte de Dios. Amor que supera todo legalismo (Mc.3:1-6); las normas y preceptos se subordinan
a la ley del amor. La comunidad de fe es depositaria de la misericordia de Dios para ser
compartida. Este amor no sólo es para el hermano o la hermana en la fe, el amigo o la amiga, el
compatriota, sino que incluye también al enemigo, es la gran dimensión del amor de Dios. El
ejemplo del relato del buen samaritano de Lc.10:30-37 no deja duda que nuestro amor al otro
incluye a nuestros enemigos (Lc.6:27.35; Mt.5:25.44; Mc.11:25).
La renuncia a la violencia no significa debilidad o resignación, más bien es una propuesta de
nuevas prácticas, antes de causar daño se está dispuesto a resistir, es la actitud que distingue a
sus discípulos de Jesús de aquellos que detentan el poder estatal. No están llamados a seguir
modelos autoritarios en la sociedad y la política, sino a rechazarlos y renunciar a la tentación de
dominar o regir, comprometiéndose en el amor y en el servicio. Jesús es el Maestro (Mt.23:8).
La tarea de los discípulos es buscar la paz entre los hombres (Rom.12:18). Las bienaventuranzas nos
llaman a establecer la paz espiritual, social y política entre hombres y mujeres (Mt.5:3-12). Somos
los constructores de la paz (Lc.10:5.16), estamos llamados a construir un mundo de amor, justicia y
paz con misericordia y sin violencia superando las murallas de la hostilidad, sólo así seremos
bienaventurados.
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Jesús no niega el poder y el derecho del Estado en su ámbito social y político, lo que no es posible
es la supremacía del César sobre Dios. La autoridad está concebida para el servicio y el bien
común, (Rom.13:1-7; Mc.12:13-17). Jesús rechazó el abuso del poder del Estado y sus discípulos
asumieron esta actitud crítica. (Mc.8:15; Mc.10:42; Lc.13:32; lc.22:25; Lc.3:19)
iv.- Objetivos:
Educar en y para la Vida, Vivir de acuerdo al modelo de Jesús, el Buen Pastor, presentado en su
ministerio, que las personas descubran valores espirituales contenidos en la fe cristiana -el amor,
la solidaridad, la aceptación, la libertad y la defensa de la dignidad de cada persona, entre otros-;
que se traduzcan en actitudes que manifiesten un espíritu
ecuménico
-que surge de la
consideración de que Jesús se entregó por amor a toda la humanidad y que todos somos
importantes para Dios; que las personas practiquen
la reflexión constante y creativa; que
propicien la libertad, el afecto hacia los otros en acciones cotidianas, desarrollando el sentido de
equidad y apertura hacia distintas formas de pensar y valorar sin que el sostenimiento de uno sea
la negación del otro; actitudes favorecedoras de un clima en el cual cada uno/a pueda sentir que
se enriquece con la acción del otro y que crece en la medida en que se brinda a los demás; una
valoración y una práctica de la vida democrática y el estado de derecho, visto como un sistema
perfectible, proceso que implica la participación ciudadana competente8.
-Desarrollar Valores comunicación y solidaridad. Desde la mirada de la Antropología Cristiana,
sabemos que somos hijos de Dios y desde ahí imaginamos el proyecto de Dios para el ser
humano y su historia. Es un proyecto que no se lleva a cabo sin nosotros y que no existe como
plan preestablecido, sino que está sometido a nuestra propia precariedad, y por ello, a procesos
de búsqueda, pérdida y descubrimiento, en los que se vive alternativamente en la des-esperanza
y la esperanza, en la oscuridad, en la luz, en la lucha con los otros y en el encuentro recíproco.
Estos procesos se viven en todos los niveles de asociatividad, tales como familia, grupos
escolares, asociaciones culturales, intercambio económico, agrupaciones políticas, organizaciones
sociales, instituciones jurídicas, estructuras gobierno local, regional y nacional, coordinaciones
de los países entre sí en un mundo globalizado. En todos estos niveles, pero sobre todo en
aquéllos que están más cercanos a la vida diaria, es posible descubrir valores de comunicación y
solidaridad. Como estos valores están amenazados por las ideologías economicistas que
pretenden abarcar la totalidad de la vida desde el ángulo del valor de cambio y la maximización
8
Competencia como la manera de actuar en forma eficaz en una situación, capacidad que se apoya en conocimientos, pero no se reduce a
ellos, generalmente debemos hacer uso de varios recursos cognitivos complementarios. (Perrenoud, 2000)
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de la ganancia, la función de una antropología cristiana sería mantener esos valores, cuidarlos,
fomentarlos y difundirlos para que se vuelvan modelos de vida en sociedad. (Manuel Ossa,
Teólogo y Pastor Luterano, Miembro del Centro Ecuménico Diego de Medellín)
-Una Cultura de comunión. Nuestra práctica cristiana implica una nueva existencia frente a
nuestro tiempo, una nueva valoración de las cosas, una renovada pasión por la vida. Es un
espacio que va formando un perfil, un carácter, fomentando ciertas virtudes; la práctica de la
mutua consolación, de cargar con nuestras cargas, de recibir al otro, son las cosas cotidianas que
transmiten una especie de “cultura”, una forma de estar en el mundo. Nuestra convicción es que
esta forma de “estar “es la forma en que Dios ha elegido comunicarse. Pero no tenemos otras
armas que el poder de seducción de la cultura y la práctica que encarnamos. Aquí está nuestro
mensaje: no porque de repente nos hayamos tornado sobre nosotros mismos, sino porque Dios
se torna en nosotros hacia el mundo! Una cultura de comunión; esa es la esperanza que nos
inspira para este nuevo siglo. (En las Fisuras. Esbozos Luteranos para nuestro tiempo. Guillermo
Hansen. ISEDET. Bs As.2010)
V.Orientaciones:
v.-1.- Finalidad de la Educación.
“La educación debe contribuir a la autoformación de la
persona (aprender y asumir la condición humana, aprender a vivir) y a que aprenda a
convertirse en un ciudadano. Un ciudadano en una democracia se define por su solidaridad y su
responsabilidad respecto de su patria”. (Morin, 1999: 71)
Las posibilidades, alcances y
limitaciones de transformaciones, cambios se dan en y por los procesos educativos, entendidos
como la articulación entre la enseñanza y el aprendizaje, articulación dada por las prácticas, las
formas y los medios implementados. Mediante las interacciones comunicativas, en ellas los
sujetos re-producen significados, normas, valores, conocimientos, controlan posiciones,
modifican o conservan creencias, actitudes, comportamientos. Este proceso comunicativo
debería estar definido por la interacción horizontal, democrática, guiada provechosamente por
el docente; y la participación activa de los sujetos de la educación. Rescatamos, entonces que la
finalidad del proceso educativo/comunicativo es la democracia como forma integral de vida y
la propuesta de un sujeto activo que aprende a ser ciudadano
v.2.- -En las actividades pedagógicas de Jesús encontramos las muchas formas de enseñanza, las
diferentes maneras en que se aprende y de cómo los escenarios modifican la experiencia
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diaconía y palabra profética en el contexto actual
educativa. La diversidad de métodos empleados por Jesús y el cómo de la pedagogía, el
contexto y las experiencias de sus discípulos se relacionan. En Jesús, lo teórico y lo práctico se
entrelazaron en la práctica educativa. Por eso podemos decir que las experiencias de sus
discípulos y discípulas fueron motivos para la enseñanza y el resultado de la enseñanza fue
motivo para modificar sus experiencias de vida. (CLAI)
v.3.--Postulamos que todas las tendencias pedagógicas tienen fortalezas y hacen un aporte al
quehacer pedagógico, es recomendable trabajar con aquellas que
sean pertinentes al
aprendizaje esperado. Sin embargo reconocemos y enfatizamos los principios constructivistas
del aprendizaje, en el sentido de que la construcción del conocimiento es un proceso que se
produce en la interacción social y está mediado por la cultura.(L.Vygotsky
v.4.-- El conocimiento se construye y se puede llegar a él a través de distintos caminos y no
siguiendo necesariamente los mismos métodos.
v.5.--El aprendizaje es un proceso complejo en el que cada persona resignifica la
realidad a partir de una reconstrucción propia y singular.
v.6. -El compromiso, un valor importante en todos los actores de la Iglesia, entendiendo que la
persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en
otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que
hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para
vivir su fe a través del servicio a los demás.
v.7.-El trabajo en equipo, implica un grupo de personas trabajando de manera coordinada en la
ejecución de un proyecto, reconociendo sus competencias y las de los otros. El equipo responde
por el resultado final y no cada uno de sus miembros de forma independiente. Cada miembro
está especializado en un sector determinado del proyecto. Cada miembro del equipo es
responsable de un cometido y sólo si todos ellos cumplen su función será posible sacar el
proyecto adelante. Un grupo de personas trabajando juntas en la misma materia, pero sin
ninguna coordinación entre ellos, en la que cada uno realiza su trabajo de forma individual y
sin que le afecte el trabajo del resto de compañeros, no forma un equipo. El trabajo en equipo se
basa en la: Complementariedad, Coordinación, Comunicación, Confianza y Compromiso
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diaconía y palabra profética en el contexto actual
V.8.- De Nuestra Identidad Luterana en el ámbito de la Educación.:9 En el ámbito Educativo
tenemos una identidad particular que nos viene de nuestra propia tradición Luterana que se
remonta a los mismos escritos de Lutero sobre el tema de la educación (el más importante, de
1524, es “A los concejales de todas las ciudades de Alemania: que deben crear y mantener escuelas
cristianas”). Y que se origina en las prácticas de Jesús.
La Educación es uno de los vértices donde se encuentran los planos de la religión y la cultura, la
iglesia y la sociedad. Para el Luteranismo ser cristianos implica ser responsables en nuestra vida
social y política; el cristianismo es también un agente en la cultura; la fe no se vive en contra de
la cultura sino en la cultura, la gracia de Dios también se expresa en las actividades culturales,
esa segunda naturaleza que hace a los humanos a imagen y semejanza de su creador. En el
ámbito de la cultura, la iglesia no se concibe como la única poseedora de la verdad, ni como
aquella llamada a ejercer una tutela paternalista sobre sus instituciones y expresiones. La
cultura es una empresa conjunta, diversa, multifacética.
La Iglesia Luterana participa activamente en la sociedad y la cultura porque entiende que su
llamado –que nace del evangelio—la ubica en el mundo que Dios quiere mantener y
transformar en su plan de amor y misericordia. En este plano se ubica el compromiso que tiene
la Iglesia Luterana con la educación. Porque educar, tiene que ver con la formación de personas
para la con-vivencia y el servicio no sólo a sus semejantes, sino a la creación toda. Esta
formación, no es privativa de los cristianos; todos estamos llamados a la educación, a gozar de
sus beneficios y a ser educadores, en distintos ámbitos y con distintas responsabilidades. Todo
esto es parte de la “pedagogía divina”, es decir, la manera en que Dios ha desplegado su
providencia en medio nuestro –donde la razón humana, la “libertad”, el lenguaje, la cultura,
son expresiones posibles dado el espacio otorgado por Dios a sus criaturas.
En el escrito programático de Martín Lutero de 1524 “A los concejales de todas las ciudades de
Alemania: que deben crear y mantener escuelas cristianas”
podemos identificar algunos
lineamientos o principios sobre la Educación, que contextualizados nos permiten articular una
propuesta pedagógica.
Primer principio: Según Lutero la razón
para crear y mantener escuelas cristianas es la
educación en la fe, comunicar el evangelio. En el contexto medieval no se diferenciaban los
límites entre parroquia y escuela. La enseñanza no se reducía a la Biblia y al catecismo –Lutero
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Hansen Guillermo. Doctor en Teología. Pastor de la Iglesia Evangélica Luterana. IELU. “ALGUNAS PERSPECTVAS SOBRE LUTERO Y LA
EDUCACIÖN” 2006
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diaconía y palabra profética en el contexto actual
sugería, siguiendo la tradición humanista, estudiar literatura clásica, lenguas, historia,
matemáticas y música. Los colegios preparan a los educandos y educadores para recibir el
evangelio --evento que ocurre, voluntariamente, en el ámbito de la comunidad eclesial a través
de la Palabra y los Sacramentos.
Segundo Principio: Para Lutero la responsabilidad docente es un llamado que incumbe, de
manera primordial, a los padres y a las madres (por ejemplo el Catecismo Menor--que se sigue
utilizando hoy en las iglesias luteranas para la instrucción de la fe—fue pensado por Lutero
para auxiliar a los padres de familia en la educación religiosa de sus hijos e hijas. Hoy el
modelo de familia nuclear hace que la relación profesor/a - padres sea de índole muy distinta a
la existente en comunidades medievales relativamente pequeñas. Sin embargo hay un principio
que se desprende de esta concepción que refiere a la idea de una comunidad educativa donde
padres y maestros son integrados en un proyecto pedagógico común.
3. Tercer Principio: Lutero consideraba una abominación el des-interés por la educación, a la
larga, produce un daño inmensurable no sólo al individuo sino a todo el tejido Social. En la visión
de Lutero, la educación de los y las jóvenes se enmarcaba en la responsabilidad espiritual que
“ata” a los cristianos mutuamente. Llamó a esto el “sacerdocio universal de todos los creyentes” por el
cual una relación de mutua ayuda y cuidado, consolación y mediación es expresada entre los
miembros de la comunidad. Esta idea implica que la relación entre educador y educando no es
una mera relación funcional o utilitaria (la transmisión de conocimientos y habilidades,
aprendizaje de ciertas técnicas, etc.), sino una relación espiritual y pastoral atenta a todas las
dimensión del otro como “persona” Los gestos hablan más que mil palabras, los medios de
nuestra enseñanza no son sólo nuestros conocimientos y habilidades, sino el modo en que
tejemos relaciones con nuestros colegas, y alumnas, con la comunidad y con el medio ambiente.
4.-Cuarto principio. A los que argumentaban que ir a la escuela era una pérdida de tiempo,
Lutero respondía anteponiendo las necesidades y el bienestar de la comunidad por sobre los
requerimientos a veces utilitarios de los padres y de las autoridades. Les
recuerda que el
“gobierno” (administración) de lo temporal o mundano no es una tarea alejada de la dimensión
espiritual. Es Dios, en su presencia activa y creadora, quien convoca a toda la humanidad a
participar de su obra; los oficios, las artes y las vocaciones son muchos de los medios que Dios
utiliza en su obra. Hablamos de la educación con miras al ejercicio de una ciudadanía
responsable. Es responsabilidad de la humanidad cultivar los dones que se les ha otorgado para
que estos se conviertan en verdaderos carismas, es decir, dones no para provecho sino para
edificación de los otros. La escuela era para Lutero el ámbito por excelencia para forjar un
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pensamiento crítico sobre la base del dominio de ciertas herramientas conceptuales. En su
contexto la clave para despertar este pensamiento crítico era el aprendizaje de los idiomas, del
hebreo y del griego.
5. Quinto Principio: Lutero recrea en forma vívida su propia experiencia educativa, un “infierno y
purgatorio donde nos torturaban con el aprendizaje, como ejercicios de castigo o
disciplina...zurras, temblores, angustias y lamentaciones” (51). En un ambiente menos
estructurado que el nuestro, Lutero casi parece acercarse a lo que siglos después plantearían
Rousseau, Pestalozzi o María Montessori: la defensa del desarrollo de la iniciativa y de la
autoconfianza para permitir a los pequeños hacer por ellos mismos las cosas que les interesan.
Para Lutero el juego y el placer no solamente eran medios fundamentales para el aprendizaje de
idiomas, artes o historia, sino un fin estético que también devela el propósito de la existencia
humana y el valor de la persona amada por Dios Las escuelas no son algo de paso, transitorio,
proveedoras de habilidades y técnicas esenciales para la futura inserción laboral en una economía
altamente competitiva y feroz. Sino que son el espacio fundamental del juego, la imaginación, la
creatividad y el placer que acompaña el respeto y la compañía junto a los otros, Hemos sido
puestos aquí no para exprimir la vida, sino para enriquecerla; es nuestra contribución
fundamental: la formación de hombres y mujeres a la imagen y semejanza de un Dios que al crear
usa la imaginación y el gozo para hacer surgir personas “encantadas” con la vida. Lo lúdico y el
placer –un tema profundamente teológico que se remonta al séptimo día de la creación donde
Dios simplemente descansa ante el gozo que le provoca la creación. Otra dimensión fundamental
que aparece bajo esta noción es el principio de los Derechos Humanos en las escuelas.
vi.- Propuestas, Cómo operacionalizamos:
a.- En el ámbito de la Educación Cristiana: La educación protestante también llamada educación
cristiana, se desarrolla en un proceso donde se trabajan características distintivas de la historia,
informaciones cristianas para adquirir valores, actitudes y formas de vida cristiana promoviendo
el cambio en las personas, comunidades, sociedades y estructuras políticas, hacia una completa
expresión de lo que es el Reino de Dios en Jesucristo.
Pedagogía de la relación.- Para educar en la fe es preciso desarrollar una pedagogía de la
relación interpersonal y de la comunicación; de la cual aquella depende. No hay fe viva sin
experiencia de Jesús vivo y de su Amor. Aprender a amarnos como él nos ha amado, es
aprender a comunicarnos de persona a persona, aprender a escucharnos y aceptarnos,
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diaconía y palabra profética en el contexto actual
alentarnos, ayudarnos y perdonarnos como él lo hace. Dar pruebas concretas y testimonios
vivos de este amor:
Sidorkin10 considera que no existe un modelo de acción educativa que sea de validez
universal y que dé respuesta a la sociedad cambiante en la que nos encontramos. A la luz
de esta premisa desarrolla la teoría educativa centrada en la noción de relación ya que
los niños y niñas se sientan atraídos por la escuela (léase Escuela Bíblica) motivados por
la calidad de las relaciones humanas, de las experiencias comunes que pueden vivir en
ella.
Los/as niños/as y jóvenes tienen un instinto social innato, un impulso por
relacionarse y la necesidad de pertenencia. Es gratificante para los y las niñas
la
oportunidad de hacer vida social; es necesario restaurar el poder de las relaciones, para
llevar la pedagogía de relaciones a la práctica. Debemos entender que las relaciones
humanas se basan en gran medida en saber escuchar y responder sin nociones
preconcebidas, en intentar conocer los intereses y psicología de los/as estudiantes para
poder acercarnos a ellos/as. Todo el mundo necesita atención lo cual supone un
importante paso hacia el acercamiento. Los y las maestras de Escuela Bíblica o Culto
Infantil deben observar cómo se relacionan los/as estudiantes entre ellos/as y cómo van
transformando sus relaciones. Sidorkin propone la pedagogía relacional pues la relación
es compromiso, el compromiso moviliza a la acción y la acción conduce a los cambios.
No debemos olvidar, sin embargo, que las relaciones educativas van cambiando al mismo
tiempo que los/as estudiantes crecen con ellas; la pedagogía de la relación está en continuo
cambio, se ha de reinventar, comunicar y ser capaz de efectuar encuentros múltiples. Por
ejemplo: encuentros previos con las familias para definir y analizar la finalidad de los
proyectos de trabajo y su organización.
Ver – juzgar – actuar11: En los encuentros de Educación Cristiana es necesario relacionar la
reflexión con la práctica, ésta tendría que traducirse en una respuesta, que puede ser una
oración, un compromiso o ambas acciones.
Al trabajar con los niños y niñas partimos de la vida para volver a la vida; de la dimensión
antropológica del estudiante a su dimensión espiritual y religiosa.
Sidorkin, Alexander M.(2007). Las relaciones educativas.. Barcelona: Editorial Octaedro
Diaconía en Contexto Transformación Reconciliación Empoderamiento Una contribución de la FLM a la comprensión y la
práctica de la diaconía Federación Luterana Mundial – Una Comunión de Iglesias Departamento de Misión y Desarrollo.
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diaconía y palabra profética en el contexto actual
Promovemos el discernimiento y el juicio crítico sobre la realidad, a la luz de la Palabra de
Dios mediante una experiencia vivencial del amor de Dios. En este sentido, nos ayuda el
método didáctico que adopta la Iglesia para abordar, analizar, reflexionar y actuar sobre la
realidad. Se denomina ver, juzgar, actuar. Cuando adoptamos el método didácticamente,
aparecen otros pasos que se ubican dentro del actuar y son: celebrar y revisar.
Tener en cuenta que la explicación y abordaje de cada momento, durante el proceso de la
sesión de aprendizaje, responde a una lógica y a un estilo: “contemplar” significa mirar con
detenimiento, admirarse, discernir, y ello debe estar presente durante todo el proceso.
La contemplación se hace más evidente al reflexionar, interiorizar y confrontar: ¿qué nos dice
a cada uno la Palabra de Dios? ¿De qué manera nos sentimos involucrados? ¿Nos gusta esta
realidad? Es justa? Equitativa? Será del agrado de Jesús? ¿Cómo podemos cambiarla?, etc. En
este momento se debe producir espontáneamente el compromiso de cambio personal,
(proyecto de vida) y comunitario para la solución de la problemática. Considerar que cada
encuentro desarrolla la apertura a Dios, a fiarse de Él. También promueve la criticidad que
permite al estudiante desarrollar una cosmovisión cristiana de la realidad en que vive; la
creatividad, le posibilita poner al servicio de los demás todos sus talentos, el espíritu de
solidaridad y de compromiso, su desarrollo como persona, como ciudadano en su
comunidad y con toda la creación, afianzando la toma de decisiones oportunas y asertivas en
favor de sí mismo y del bien común.
b.- Acción Educativa en el ámbito de los Proyectos Diacónicos. Los Proyectos Diacónicos son
un compromiso de la IELCH que se fundamenta en la Diaconía de Jesús, están al servicio de las
personas con menores posibilidades socioeconómicas, en situación de vulnerabilidad, para
mejorar las condiciones de vida de las familias y sus comunidades,
lo cotidiano educativo o el día a día en la construcción de lo humano.- En este umbral de lo
cotidiano educativo se dan
acciones educativas en cada uno de nuestros proyectos, la
cotidianidad de la vida produce una práctica pedagógica sapiencial sintonizadora y
armonizadora
de
encuentros
y
convivencias
que
requieren
reciprocidades
y
complementariedades, que no está libre de conflictos y asimetrías.
Hacerse humanas y humanos en la interacción, en la construcción de vínculos y en el mutuo
reconocimiento es tarea de cada día. La cotidianidad educativa tiene que ver con crianza y
conversación, con lo más concreto, lo más conocido y lo más próximo. Propiciamos la ternura
como la articulación humana y social del eros y el agape en convivencias afectivas. La acción
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diaconía y palabra profética en el contexto actual
educativa apuntará a la constitución de una subjetividad provocadora de teologías y ternuras
humanizantes, una subjetividad amorosa, sensible, afectiva, acariciante, que propicie la
singularidad, la diversidad y la convivencia humana. Más que una atribución de género, la
ternura es un paradigma de convivencia que viene de la práctica de lo amoroso, lo productivo y
lo político; en contraposición a los valores del dominio, el sometimiento y la conquista. Ternura
como valor a la vez íntimo y público, que entiende la democracia como una caricia social y el
conflicto como posibilidad de confrontar amorosamente al diferente, ternura como acto político,
capaz de cubrir con una inmunidad ética y cultural a los agentes involucrados en nuestros
proyectos diacónicos.
La constitución de subjetividades sociales y eclesiales desde la perspectiva de la heterogeneidad,
la singularidad y la rela-cionalidad nos exigirá pedagogías incluyentes y potenciadoras de la
diversidad cultural, religiosa, social, de género y generacional. Prácticas generadoras de
articulaciones, redes y alianzas que fortalezcan los proyectos. La Acción educativa será
ecuménica, intercultural, inclusiva
de la diversidad, afectiva y acariciante posibilitando la
proximidad y la reciprocidad.
c.-En el ámbito de los Colegios y Jardines Infantiles:
-“La educación debe contribuir a la autoformación de la persona (aprender y asumir la condición
humana, aprender a vivir) y a que aprenda a convertirse en un ciudadano. Un ciudadano en una
democracia se define por su solidaridad y su responsabilidad respecto de su patria”. (Morin, 1999: 71)
-La educación es un proceso social y la escuela, como institución, es una de las formas de vida en
comunidad: su proceso es un proceso de vida, más que un proceso para la vida adulta futura. (Dewey:Mi
Credo Pedagógico 1897)
-Educación es aprender a vivir de acuerdo al modelo de Jesús, el Buen Pastor, presentado en su
ministerio. Que los niños y niñas aprehendan prácticas de una convivencia ciudadana solidaria,
con espíritu crítico; capaz de tomar decisiones (proceso que implica evaluar, descartar y elegir),
comprometidos con la justicia, el sentido de la equidad y el desarrollo del país.
-Educación significa construir Comunidades Escolares donde las prácticas de los agentes
involucrados en el Proceso de Enseñanza Aprendizaje estén enmarcadas en los valores y
actitudes que contribuyan al desarrollo de la Excelencia Personal, que posibiliten la
autonomía, el fortalecimiento de la calidad de los Aprendizajes y de la práctica
ciudadana.
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-Educación en lo Formativo Valórico, desde la Ética Cristiana significa operar en el marco del
ágape, el amor justo y compasivo. Este amor no es para guardarlo en el corazón, sino que para
manifestarlo en actitudes hacia nuestro prójimo. Nuestra tarea es buscar lo mejor para el prójimo
con este amor ágape, esto, porque Dios nos amó primero a nosotros. El amor ágape no espera
reciprocidad (como el amor philia y eros), sino que sólo se da, es lo que nos caracteriza como
cristianos, seguidores de Cristo
-Compartimos los cuatro pilares fundamentales de la educación de nuestro siglo, declarados por
la Comisión Internacional de Educación para el Siglo XXI a la UNESCO: "aprender a conocer",
"aprender a hacer", "aprender a ser" y "aprender a vivir juntos".
-Propiciamos un modelo educativo que adscribe los principios de la convención internacional de
los Derechos del Niño y que potencie el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto por el otro.
-La labor educativa se basa en los Derechos Humanos, de donde se desprende que la educación
ha de ser pluralista e inclusiva, respetando las convicciones religiosas, morales e ideológicas de
los alumnos.
- La educación debe fomentar los valores democráticos, comenzando por el respeto a los demás,
con sus afinidades y diferencias, por medio del diálogo constructivo entre todos directivos,
profesores, alumnos y familia, procurando siempre llegar a un consenso entre todos los
elementos de la comunidad educativa.
-Educación para la ciudadanía: entendemos que la ciudadanía se construye desde lo pequeño, que
pasa por la cultura de las personas, que acepta la diferencia. Así también la práctica educativa, ya
sea en la
familia o en la escuela, necesariamente se transforma en un espacio de vivir y
aprehender la ciudadanía.
vii.- Nuestros Compromisos.(¿Desafios?)
Nos comprometemos a:
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diaconía y palabra profética en el contexto actual
- Asumir el rol esencial de los padres y las congregaciones en la formación de la fe de los jóvenes
y
la revitalización del compromiso bautismal de educar en la fe para la vocación, un
compromiso que se mantiene durante toda la vida.
- Formación en los principios de la IELCH12
- Trabajar para que se reconozca la clara Identidad Liberadora de la educación y de la diaconía
- desde los fundamentos teológicos, doctrinales y principios- de la Iglesia Evangélica Luterana en
Chile13
- Vivir de acuerdo al modelo de Jesús, el Buen Pastor, presentado en su ministerio. Que los
niños y niñas aprehendan prácticas de una convivencia ciudadana solidaria, con espíritus
críticos; capaces de tomar decisiones (proceso que implica evaluar, descartar y elegir),
comprometidos con la justicia, el sentido de la equidad y el desarrollo del país.
- Motivar y apoyar a los padres, pastores, estudiantes, educadores, ciudadanos y a todos los
que llevan a cabo sus llamados para la educar.
- Involucrarnos como iglesia, a la luz de nuestra fe, en la reflexión y la práctica educacional en
el ámbito
del hogar, de la congregación, de la educación pública, de las
instituciones
educativas de esta iglesia. Nuestra acción en la educación es:
-
comunicar la fe a los niños y los jóvenes, con poder y convicción,
en el hogar y la
congregación, donde se espera y promueve el aprendizaje continuo en la fe;
- abogar por un acceso equitativo a una educación de excelencia para todos los jóvenes;
- apoyar para que educación chilena sirva al bien común.
“Nos sentimos agradecidos de que Dios, quien ha creado a los humanos con la capacidad para
aprender, enseñar y conocer, bendiga la vida humana por medio de la educación. Oramos para
que el Espíritu Santo nos sostenga, renueve y transforme mientras vivimos nuestro llamado en
la educación en esta iglesia y sociedad con sus muchas oportunidades asombrosas y retos
formidables. Que en este llamado exhibamos el carácter de nuestra nueva vida en Cristo, a la
que San Pablo nos convoca: “No se amolden al mundo
actual, sino sean transformados
mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena,
agradable y perfecta “Romanos 12:2) Que seamos con fidelidad y valentía, una iglesia de
enseñanza y aprendizaje, educando en la fe para la vocación y luchando en cooperación con los
demás para que todas las personas tengan un acceso equitativo a una educación de calidad.
(ELCA, Nuestro llamado en la Educación pág. 49)
12
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Proyecto Trienal (2010-2012
Proyecto Trienal (2010-2012)
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diaconía y palabra profética en el contexto actual
Bibiografía y trabajos citados:
- Braaten Carl, Escatología y Ética, - Editorial La Aurora - Argentina - 1977 en Rol de la Etica en el
Nuevo
Testamento. Jorge Bravo C.
- Cabanellas, Guillermo (1996) Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual.24ª. BsAs
Edit.Heliasta. Vol V.
- Documento “Matrimonio, Familia y Sexualidad Humana” FLM
- ELCA, Nuestro llamado en la Educación
- Explicación al tercer artículo del Credo según el Dr. Martin Lutero
- Hansen Guillermo. Doctor en Teología. Pastor de la Iglesia Evangélica Luterana. IELU.
“ALGUNAS PERSPECTVAS SOBRE LUTERO Y LA EDUCACIÖN” 2006
-Hansen Guillermo.En las Fisuras. Esbozos Luteranos para nuestro tiempo. ISEDET.
Bs.As.
2010
- Proyecto Trienal IELCH (2010-2012)
-Diaconía, Misión y Desarrollo Sustentable IELU Diaconía en Contexto Transformación
Reconciliación Empoderamiento Una contribución de la FLM a la comprensión y la práctica
de la diaconía. Federación Luterana Mundial – Una Comunión de Iglesias Departamento de
Misión y Desarrollo.
-DISEÑO CURRICULAR Formación de Facilitadores para Acompañar Procesos Comunitarios
Participativos de Diaconía. IELU
-Documento Iglesia Evangélica Luterana en Chile. Política Social
-Sidorkin, Alexander M.(2007). Las relaciones educativas. Barcelona: Octaedro Publicado en
EE.UU. en 2002
-MORIN, Edgard. La Cabeza Bien Puesta. Repensar la reforma, Reformar el Pensamiento. Bases
para una reforma educativa. Buenos Aires. Ediciones Nueva Visión 1999.
-Encuentro de Educadores y Educadoras de la IELCH
¿Nosotros como educadores/as podemos anunciar la buena noticia del reino?
Objetivo: Revisar Objetivos y principios de la Educación en la IELCH, definir estrategias y operacionalizar la práctica educativa a nivel de
Maestros/as de Escuela Bíblica, Educadoras/es en los Proyectos Diacónicos y Docentes Educadoras en los Colegios y Jardines Infantiles.
Documentos a trabajar:
1.- Bases Teológicas de la Educación Luterana (Política Educacional IELCH 2003.
2.- Nuestro llamado en la Educación de la ELCA
3.- Lutero y la Educación ( B. Hansen)
Metodología: El encuentro se desarrollará a través de trabajos grupales y plenarios, lo que permitirá la participación, la reflexión, el consenso, la
elaboración de estrategias, acciones concretas y formas de compromiso de cada uno/a de los/las representantes de las Congregaciones. El
criterio para conformar los grupos será el trabajo específico que realizan los/las participantes.(Escuela Bíblica, Proyectos y Docentes/Educadoras).
Se eligieran al menos tres secretarios/as para que al término de la Jornada ya se tenga el documento.
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