LA EUROPA DE LA RESTAURACIÓN. (1.815- 1.830). 1º. PRINCIPIOS DEL NUEVO ORDEN INTERNACIONAL Y EL CONGRESO DE VIENA. La derrota de Napoleón es percibida por los vencedores como derrota de las ideas revolucionarias y abre ante ellos la posibilidad de construir un orden europeo basado en los principios opuestos a los de la revolución. 1.1. Principios del nuevo orden internacional. 1.1.1. Legitimismo. Consiste en devolver al soberano la plenitud de sus competencias y la legitimidad del derecho divino que la revolución cuestionó. El monarca restaurado aparece como propietario legítimo de sus estados con capacidad para disponer de ellos libremente sin interferencias de parlamentos o leyes constitucionales. Las distintas Iglesias (Católica, Protestante, Ortodoxa) apoyan la autocracia y colaboran estrechamente con el poder, la llamada "alianza del trono y el altar". 1.1.2. Historicismo. La visión de la nación como fruto de una sabia acumulación histórica, producto en última instancia de la providencia divina, lleva a buscar en la tradición las fórmulas ideales de organización social y política (irracionalismo). Cualquier intento racionalista de cambio se considera antihistórico. 1.2. Congreso de Viena. (1.814-1.815) 1.2.1. Equilibrio de poderes e intereses de las grandes potencias. En 1.814 se reunió en Viena un Congreso, convocado por el canciller austriaco Metternich, con el fin reconstruir el mapa europeo sobre los principios de los vencedores. Ideológicamente, se llevó a cabo la restauración del legitimismo en sus más puras esencias. En la práctica, el principio que pesó fue el equilibrio de poderes entre los 1 estados europeos, entendido como la exigencia de evitar que un estado tuviera suficiente poder por sí solo como para someter a los demás. Pese a ser la potencia derrotada, el buen hacer de Talleyrand permitió que Francia fuera admitida en el Congreso junto a los otros grandes, Gran Bretaña, Rusia, Austria y Prusia. El otro condicionante, no siempre confesado, del nuevo mapa europeo fue el peso de los intereses de las grandes potencias. Rusia y Gran Bretaña, las dos vencedoras, desconfiaban mutuamente. Gran Bretaña no deseaba un excesivo engrandecimiento de Rusia por lo que se potenció a Prusia y al Imperio Austriaco para que hicieran de contrapeso al Imperio de los Zares. Por otra parte Gran Bretaña devolvió a Francia colonias de las que se había apoderado durante la guerra pero a cambio, conservó enclaves de gran valor estratégico en las rutas marítimas comerciales. 1.2.2. El nuevo mapa de Europa. RUSIA. Se anexionó la mayor parte de Polonia (incluida Varsovia) Finlandia y Besarabia (actual Moldavia). PRUSIA. Se vio engrandecida en su doble función de muro de contención de Rusia y de Francia. Recibe Posnania y la región del Thorn, el ducado de Posen y Danzig en la zona oriental, junto a la parte sueca de Pomerania, lo que le compensa de la pérdida de parte de Sajonia. En la zona del Rhin, para contener a Francia, gana Westfalia, Luxemburgo y Limburgo; Juliers, Berg Colonia y Tréveris. AUSTRIA. A cambio de Posnania y la región del Thorn se le entrega el reino Lombardo- Venetto con Istría y Dalmacia y de Polonia conserva el enclave de Tarnopol. GRAN BRETAÑA. Refuerza su hegemonía naval tanto en el Mediterráneo (Malta e Islas Jónicas), Océano Atlántico (Heligoland, El Cabo) como en el Indico (Ceilán). Se incorpora el reino de Hannover en la Confederación Germánica. FRANCIA. Queda reducida a sus fronteras de 1.792 y rodeada de estados tapón: Savoya- Piamonte, Países Bajos y Prusia 1 Renana. PAÍSES BAJOS. Nación nueva formada por Bélgica y Holanda bajo la dinastía Nassau reconocidos como monarcas. SUECIA. Se anexiona Noruega (excepto Islandia) a costa de Dinamarca, Groenlandia y las Islas Feroe. DINAMARCA. Se la compensa de la pérdida de Noruega con la entrega de Schleswig, Holstein y Lauenburg. CRACOVIA. Queda como república independiente y libre. CONFEDERACIÓN GERMÁNICA. Sustituye al medieval Sacro Imperio Romano Germánico. Es un conglomerado de entidades políticas independientes de las que los principales miembros son el reino de Prusia y el Imperio Austriaco. Se crea un organismo, la Dieta Germánica, con poder de deliberación y consulta en los asuntos comunes a todos los alemanes, si bien sus decisiones carecen de carácter vinculante entre sus miembros. LA PENÍNSULA ITALIANA. Se mantiene muy fragmentada. Venecia y Lombardía pasan a Austria. El reino Sardo Piamontés anexiona Génova y recupera Niza y Savoya. En el centro, se mantienen los Estados Pontificios regidos por el Papa y al sur, el reino de Nápoles y Sicilia entregado a Fernando IV de Borbón. 2º. INSTRUMENTOS DEL NUEVO ORDEN INTERNACIONAL: LA SANTA ALIANZA Y LOS CONGRESOS INTERNACIONALES. 2.1. La Santa Alianza, la Cuádruple y la Quíntuple. La Santa Alianza, suscrita a instancias del Zar Alejandro I, por Rusia, Austria y Prusia no es mucho más que una declaración de principios legitimistas. Los monarcas se comprometen en nombre de la Santísima Trinidad a considerarse como hermanos y consultarse y a tratar a sus súbditos como hijos. Queda el documento abierto a cuantos príncipes cristianos quieran sumarse. Inglaterra no firma este texto pero propone un acuerdo entre cuatro (Inglaterra, Rusia, Prusia y Austria) cuyo objetivo, más pragmático, será vigilar a Francia para evitar nuevos afanes expansionistas. Nace así la Cuádruple Alianza (1.815). En 1.818, en el Congreso de Aquisgrán, Francia 1 convertida en monarquía legitimista restaurada en la persona de Luis XVIII, se integra en el concierto de las grandes potencias (Quíntuple Alianza). 2.2. El Sistema de Congresos. El Principio Intervencionista. Los acuerdos del Congreso de Viena incluían una revisión periódica de la situación internacional que se desarrollaría en nuevos congresos. El canciller austriaco Metternich, figura representativa como pocas del legitimismo y anfitrión del congreso de Viena, percibió las posibilidades prácticas de la Santa Alianza. A partir de la simple declaración de principios, se podía fácilmente pasar a la colaboración en la defensa efectiva de esos principios. Nació así el principio "intervencionista", por el que las potencias se autorizaban sin más a la intervención armada para contener cualquier nuevo brote de liberalismo, surgiera donde surgiera. El Congreso de Tropau (1.820) estableció el principio de manera oficial; el de Laibach (1.821) autorizó a los austriacos a intervenir en Italia y el de Verona (1.822) permitió la invasión de España por los "Cien mil hijos de San Luis" para restaurar a Fernando VII como monarca absoluto. 3º. SOCIEDAD Y VIDA POLÍTICA EN LA EUROPA RESTAURADA.. 3.1. Cambio social y conflicto. La revolución industrial pasa al continente en las primeras décadas del XIX. La sociedad estamental que se desea restaurar es incompatible con la nueva situación. El conflicto social se da entre las aristocracias terratenientes y las burguesías industriales en ascenso, con la aparición del proletariado que se concentra en las ciudades según la industrialización gana terreno. El proceso no se da de la misma manera en toda Europa, la aristocracia ve aumentar su poder en Europa Oriental (Rusia) y en buena parte de Europa Central (Austria, Prusia, Hungría), mientras en Europa Occidental cede terreno a la burguesía cuya ruptura con Napoleón no significa que desee el regreso al Antiguo Régimen. De modo lento, van disolviendo las relaciones 1 de producción tradicionales, quiebran los talleres, se concentra la mano de obra en las ciudades y el contraste entre la burguesía rica y pujante y el naciente proletariado mísero, dibuja la nueva sociedad de clases que acabará dando al traste con la estamental. En los años 20 se formulan los primeros planteamientos teóricos de "la cuestión social", con los llamados socialistas utópicos franceses e ingleses. 3.2. Vida Política. 3.2.1. La Restauración del absolutismo y el Liberalismo Doctrinario. El régimen francés de la Carta Otorgada. Desde un punto de vista político, la restauración del absolutismo sin limitaciones es una realidad en Europa Oriental y Central. En Rusia, Alejandro I reina despóticamente hasta su muerte en 1.825. Ese mismo año, un movimiento liberal minoritario (decembristas) radicado en el ejército, intenta instaurar el liberalismo, pero son detenidos y Nicolás I, el nuevo zar, aumenta su rigor legitimista. En Austria, el emperador confía en su canciller, Metternich, que será el soporte y puntal del absolutismo en toda Europa. En Prusia, Federico Guillermo III acrecienta su poder y su rigor a medida que los grupos liberales se muestran más activos. En Francia, la restauración pura y simple del absolutismo es imposible tras el paso de la revolución. Allí nace una fórmula intermedia, el Liberalismo Doctrinario que se fundamenta en añadir a los tres poderes del liberalismo clásico (ejecutivo, legislativo y judicial), un cuarto poder, llamado moderador, que descansa en la corona y a la que se faculta para dirimir los conflictos entre el legislativo y el ejecutivo, ya sea disolviendo las Cortes o forzando la dimisión del gobierno, según su criterio. El documento que sirve de ley fundamental a la organización del estado es la Carta Otorgada (1.814) que parte de la soberanía de derecho divino y aparece como una concesión que el monarca, graciosamente, hace a sus súbditos. Luis XVIII reina hasta 1.824 en una situación de gran conflictividad. Carlos X, su sucesor, se lanza a una política autoritaria y represiva sin concesiones, representada en su 1 ministro Polignac, lo que lleva a una insurrección en julio de 1.830, que termina con el Antiguo Régimen en Francia. 3.2.2. La oposición: Nacionalismo y Liberalismo. Las revoluciones de los años 20. NACIONALISMO Y LIBERALISMO. Fueron los grandes perdedores del Congreso de Viena. Los monarcas se repartieron el mapa europeo sin tener en cuenta los sentimientos de los pueblos. Los Países Bajos son una formación artificial en la que Bélgica aparece supeditada a Holanda. Polonia desaparece, repartida entre Prusia y Rusia. Italia o Alemania siguen siendo una mera formulación geográfica sin contenido. La misma filosofía Historicista de la restauración que buscaba en el pasado una fuente de legitimidad, volvió los ojos hacia las tradiciones de los pueblos e indirectamente llevó crear una identificación entre costumbres y colectivos humanos que está en el sustrato del sentimiento nacionalista. El liberalismo, identificado con la revolución francesa, queda fuera de la ley por eso, Nacionalismo y Liberalismo, aún siendo cosas distintas, se mezclan en la acción política y vertebran los movimientos de oposición. La forma de organización es la sociedad secreta insurreccional imitada de la francmasonería y la forma de acción revolucionaria está con frecuencia teñida de un utopismo muy alejado de la realidad social, lo que lleva a su fracaso. LAS REVOLUCIONES DE LOS AÑOS 20. Partiendo de España donde el coronel Riego se pronuncia en Cabezas de San Juan y proclama la constitución de 1.812, un movimiento se extiende por territorios italianos, Portugal y Grecia. Solo en este último país se carga de tintes nacionalistas extremos y se convierte en guerra de la independencia contra Turquía. La Santa Alianza interviene y restaura el Absolutismo en la Península Ibérica y en Italia. Grecia es un caso a parte. Rusia, interesada en aprovecharse de la decadencia del Imperio Turco ampliando su poder en los Balcanes como protectora de los cristianos ortodoxos, apoya la sublevación. Los liberales de Europa hacen 1 suya la causa griega y muchos van a combatir contra los turcos. La unión del pueblo dirigido por líderes espontáneos como Colocotrón o Juan el Negro, con una burguesía rica, cosmopolita y organizada en la Filiké Hetairía, es capaz de crear un sólido movimiento que proclama la independencia en el Congreso de Epidauro y acaudillado por Ipsilantis, derrota a los turcos y proclama la independencia de Grecia en 1.829. Fernando VII pidió la intervención de la Santa Alianza para aplacar la sublevación de las colonias españolas en América pero la negativa de Inglaterra, interesada en el mercado americano, y la postura de los E.E.U.U. que se oponían a cualquier intervención de Europa en el continente, bloqueó la acción de los restauradores. El triunfo del liberalismo en Europa Occidental a partir de 1.830 termina con la Santa Alianza. Austria, Rusia y Prusia firman una Segunda Santa Alianza que es un acuerdo defensivo. 1