Diagnóstico y corrección nutricional en frutales LOS PROBLEMAS NUTRICIONALES EN LAS DIFERENTES ESPECIES SE CENTRAN EN NITROGENO, POTASIO, MAGNESIO, ZINC Y HIERRO. EL ANALISIS FOLIAR ES LA MEJOR HERRAMIENTA PARA DETERMINAR EXCESOS O ESCASEZ DE ESTOS ELEMENTOS, A EXCEPCION DEL HIERRO. Rafael Ruiz Sch. Ing. Agrónomo M. Se. En especies frutales existen varias herramientas que ayudan en el diagnóstico de los requerimientos de fertilizantes. Ninguna de ellas es suficiente por si sola, por lo tantC?, es necesario utilizarlas en conjunto para lograr una mejor aproxima- ción a las necesidades óptirnas de fertilizan tes. Diagnóstico por síntomas: Se basa en que cada deficiencia o toxlcidad nutricional produce una sintomato- !og(a visual que es caracterlstica y Deficiencia de hierro en vides. !PA La Platina Nº 20, 1983 especifica de un deterrninado nutriente. Esta técnica si bien tiene la ventaja de la simplicidad y rapidez, tiene a su vez varios inconvenientes: en prirner lugar a! aparecer el si'ntoma visual, la planta ya ha sufrl· do un stress nutriciona! producto de !a deficiencia o toxicidad . Esto reviste gran importancia en especies frutales, en las cuales es probable que la deficiencia se presente sin síntomas en la temporada anterior, que es cuando se define la productiviciad de! año siguiente y por lo 37 tanto es tarde para corregirla. Otro problema que presenta el diagnóstico sobre la base de slntomas visuales es la confusión que puede ocurrir con dos o tres dffficiencias simultáneas. En este caso, una de ellas -norrnalmente la más agudapuede encubrir a las otras. La confusión de s(ntomas también ocurre al atribuir a problemas nutricionales, probl8mas de orden patológico, de drenaje, aplicaciones indebidas de pesticidas, herbicidas, etc. Esta es una técnica valiosa que debe utilizarse en combinación con análisis foliar. Sólo !os especialistas en la materia, podrlan prescindir de otros antecedentes para diagnosticar mediante si'ntomas. Análisis de suelo: Esta técnica presenta limitaciones para el diagnóstico nutricional en frutales, puesto que la relación entre los niveles de nutrimentos en el suelo y las deficiencias a nivel de la planta, es poca o nula. Esto se debe, por una parte, a que es difi'cil tomar una muestra representativa de todo el volumen de suelo que ocupan las ra(ces del frutal y por otra, a la capacidad de estas especies para almacenar elementos nutritivos. El análisis de suelo se ha mostrado eficaz en definir el nivel nutricional de potasio cuando este elemento se evalúa correctamente, es decir, considerando el perfil completo del suelo. Los estudios efectuados por !NIA señalan que existe una excelente relación entre el potasio del subsuelo y las situaciones de suficiencia y deficiencia a nivel de !a planta. También el análisis de suelo resulta de importancia para diagnosticar problemas de toxicidad causadas por sodio, boro y cloruros. Por último, el conocimiento del pH del suelo permite conocer el rango en 38 Deficiencia de zinc en almendros. Las hojas se ven pequeñas y arrosetadas. que se encuentra el suelo y elegir un tipo de fertilizante adecuado, si los valores se si.túan en !os extremos de acidez o alcalinidad. El análisis de suelo, en lo posible del perfil completo, es un antecedente que unido a las apreciaciones de slntomas visuales y análisis foliar son de utilidad para un mejor diagnóstico en frutales. Análisis foliar: Es la técnica más útil para diagnosticar problemas de deficiencias o excesos nutricionales en frutales. Esta metodo!ogla consiste en el análisis qu(mico de hojas y la comparación de los valores obtenidos con ciertos valores diagnósticos de~ nominados estándares. Las muestras, para una interpretación correcta del análisis, deben tomarse siguiendo !a pauta de muestreo señalada en la revista Investigación y Progreso Agropecuario La Platina NO 3, 1981yNO14, 1982. Los resultados del análisis señalan si las concentraciones de nutrientes son deficientes, suficientes o excesivas. · Esta calificación permite orientar el plan de fertilización en uso, subiendo !as dosis de aquellos elementos que resulten bajos, o bien, disminuyendo o eliminando la de aquellos que están a nivel alto. Por otra parte el análisis foliar permite confirmar si los slntomas visuales observados corresponden o no a un problema nutriciona! real en e! huerto. PROBLEMAS NUTRICIONALES EN FRUTALES Un buen punto de partida para conocer el tipo de problema más frecuente y la magnitud del mismo es el panorama que recogen los laboratorios de servicio en análisis foliar. Un resumen de alrededor de 2 mil muestras para análisis foliar enviados por agricultores se presenta en el Cuadro 1. lPA La Platina NO 20, 1983 -:g ¡;;"O ~ s· m zo ]:5 1\5 °' RwA 1"\ CUADRO 1. Porcentaje de muestras con deficiencias o excesos nutricionales entre Aconcagua y Curicó detectadas por análisis foliar de 2 mil muestras Especies ¡¡¡ Nitrógeno Def. Exc. Del. Potasio Del. Fósforo Calcio Def. Magnesio Def. Zinc De!. Manganeso Def. 55 C(trícos 50 o 3 20 60 55 Vid 15 7 47 7 14 Guindo 30 o o 15 63 Duraznero 25 5 4 o 70 Peral 75 o 12 80 14 Manzano 35 5 o o o o o 19 55 30 Ciruelo 55 1 3 12 63 Nogal 10 o o o 21 6 30 Palto 22 25 2 25 35 29 1 2 .. En base a las muestras que so11citan estos análisis especiales que fluctuaron entre 6 y 74 muestras. Def.: deficiencia Exc.: exceso Boro* Def. Exc. Sodio* Exc. 25 25 15 Cloro* Exc. 50 o 26 o o 80 5 40 4 50 77 Las cifras del Cuadro indican, que si bien \os problemas nutriciona!es son diferentes de acuerdo a las ·especies, estos pueden centrarse principalmente en deficiencias de nitrógeno, potasio, magnesio y zinc. El hierro, es un problema nutricional de importancia y no aparece señalado, debido a que no es bueno su diagnóstico sobre la base de análisis foliar. En el caso de esta deficiencia sólo es válida la observación de sintomatología carencial como herramienta práctica de diagnóstico. En cuanto a !os excesos destacan los de cloruros, que afectan a Jas especies sensibles. REQUERIMIENTOS DE FERTILIZANTES Si bien mediante el análisis foliar es posible conocer cuáles son los nutrimentos en déficit o exceso, la decisión de cuánto fertilizante agregar se hace sobre bases bastante débiles. Existe poca información nacional de experiencias de ferti! ización en especies frutales que sean confiables. cobertura vegetal durante el peri'odo de crecimiento del frutal, tam· bién significa una pérdida importante de nutrientes. De acuerdo a los conceptos antes señalados, la fertilización a aplicar en una u otra especie y en cada huerto en particular pueden ser diferentes. En este art(culo se entrega una gula preliminar para la fertilización con nitrógeno, potasio, magnesio, zinc y hierro. Nitrógeno: Este elemento debe agregarse todos los años en los huer· los frutales ya que, salvo condiciones muy excepcionales, siempre existe un déficit en el balance suelo-planta, debido por una parte a que es un elemento de alta extracción y sujeto a pérdidas importantes en el suelo y por otra, a que nuestros suelos son pobres en este elemento. En el Cuadro 2 se presenta una pauta general de fertilizaciones con ni~ trógeno para árboles en plena producción y cuándo las producciones son de aceptables a buenas. CUADRO 2. Dosis de nitrógeno para diferentes especies frutales en plena producción y con producciones aceptables a buenas ESPECIES Nectarines Manzanos Nogal Palto Durazneros Perales Guindo Vid Ciruelos Olivo Limoneros Damasco Naranjos La necesidad de fertilizar surge normalmente, porque el aporte del suelo de muchos elementos, especialmente nitrógeno, no basta para satisfacer el requeríiniento nutriciona\ que implica el desarrollo vegetativo y la fructificación. La diferencia debe agregarse yía fertilización. En termlnos simples la dosis de fer" tilizante que se aplique dependerá del balance entre el aporte y la pérdida de nutrientes del suelo. Dentro de los elementos de aporte se encuentra e\ perfil del suelo mismo; cada suelo es capaz de entregar una cantidad de nutrientes que es propio de él y del manejo que se le haga. Las pérdidas de nutrientes involucran al árbol -~mate· rial de poda, hojas, producciónY factores asociados al suelo y manejo, tales como lixiviación, erosión, fijación, volatilización (caso del nitrógeno) La presencia de una 40 120 - 180 100-150 60 - 120 o -80 Unidades de nitrógeno/ha/año' * 100 U de nitrógeno= 630 kg de salitre Oefícíencía de potasio en damasco !PA La Platina Nº 20, 1983 Esta pauta es una gu i'a general y se reconoce, de acuerdo a lo señalado anteriormente, que pueden existir casos en que estas dosis no se ajusten a las necesidades. Defícíencía de magnesio en vides. Esta es una deficiencia poco común en esta especie. En cuanto a la forma y época de aplicación es conveniente parcelarla en un tercio de la dosis a fines de verano, incorporándola mediante un riego y dos tercios a fines de invierno o comienzos de primavera. Si no lloviera en este período es necesario incorporar la abonadura nitrogenada con un riego. Potasio: Las deficiencias de potasio son bastante comunes en especies frutales adquiriendo especial relevancia en vides de mesa y específicamente en el valle de Aconcagua. En dicho valle se conducen en este momento varias experiencias tendientes a solucionar el problema de deficiencia. Es probable que en muchos casos !as deficiencias observadas tengan como origen otras causas y no factores de orden nutricional. Una manera de asegurarse si el problema está o no relacionado a factores de fertilidad es efectuar observaciones de sintomatología visual en relación a análisis foliares, análisis del tenor de potasio y del tipo de arcilla presente en los diferentes horizontes del perfil de suelo. Las experiencias ·efectuéldas por INIA en parronales de Talca indicaron que, cuando la deficiencia a nivel de planta se debe a factores de orden nutricional, el problema se resuelve agregando potasio al suelo. En este caso una dosis de 600 kg de sulfato de potasio por hectárea produjo un 50 por ciento de aumento de rendimiento sobre el testigo sin ferti'lización, y eliminó completamente el problema. Es bastante aventurado señalar dosis generales para corregir eventuales deficiencias de potasio en otras áreas, ya que !os suelos difieren bastante respecto a la capacidad de fijación del potasio agregado. Se puede señalar que, en general, esta dosis podr(a fluctuar entre 300 y 600 kg de sulfato de potasio por hectárea. Magnesio: Este elemento se presenta deficiente en un alto porcentaje de rnuestras de 1 irnoneros, naranjos, 1nanzanos y perales. lPA La Platina Nº 20, 1983 41 Deficiencia de h;erro en duraznero. La corrección de la deficiencia de magnesio debe comenzarse cuando aparecen !os primeros síntomas de! problema en las hojas; clorosis intervenal o necrosis intervenal en hojas medias y basales, especialmente en manzanos y perales. En ci'tricos se mantienen estos si'ntomas, pero la clorosis tiene el aspecto de un manchado más difuso y menos regular. Las experiencias extranjeras señalan que el problema puede ser corregido mediante !a incorporación al suelo de 0,5 kg de sulfato de magnesio, o bien, mediante aspersiones en primavera con nitrato de magne-sio al O,5 por ciento. Experiencias al respecto se encuentran en evaluación en este momento en INIA. Zinc: E! zinc es un microelemento que con frecuencia se encuentra deficitario en cltricos, guindos, durazneros, manzanos, nogales, ciruelos y paltos. La deficiencia en !a mayoría de los casos se presenta asociada a suelos de pH alcalino y/o calcáreos. En otras áreas, tales como la de Curicó 42 el problema se relaciona a bajos niveles de zinc en el subsuelo. La deficiencia se produce además, por adiciones excesivas de guanos frescos. Se caracteriza por la presencia de hojas pequeñas y "arrosetadas" en el sector terminal de !os brotes. También se presenta un moteado en la zona intervenal. Experiencias extranjeras señalan que la fruta se atrasa en su maduración y disminuye de tamaño por efecto de esta deficiencia. La deficiencia se corrige fácilmente mediante aspersiones foliares con sulfato de zinc al 0,1 por ciento a mediados de primavera, siendo necesario repetir si la deficiencia es severa. Información extranjera seña~ la, además, que las aplicaciones en el receso (sulfato de zinc al 1 por ciento) y antes de calda de hojas (sulfato de zinc al 0,5 por ciento) son efectivas pero menos eficientes. Hierro: Es una deficiencia bastante "frecuente en nectarines y durazneros, aun cuando desde Ovalle a! norte aparece afectando a todos los frutales incluso la vid. La deficiencia, dentro de las causas más comunes, está asociada a problemas de fijación del hierro por pH alca1ino y a la presencia de carbonatos y bicarbonatos. El control de esta deficiencia debe efectuarse a través del suelo, ya que con fertilizantes foliares es necesario efectuar aplicaciones cada 20 d{as y con resultados mediocres. Si bien !os suelos difieren en su comportamiento frente a !as agregaciones de hierro, una aplicación de 250 gr de quelato de hierro por árbol corrige definitiva y totalmente el problema. La efectividad del sulfato ferroso es algo menor, pero resulta más económico. En este caso se deben aplicar entre 1 - 1,5 kg/árbol. • IPA La Platina Nº 20, 1983