g China 6 de junio ENCUENTROS DIVINOS LA SEÑORA TANG Y EL SEÑOR ZHANG La señora Tang y su hijo de seis años iban camino del mercado para comprar comida. A menudo iban a comprar a aquel lugar. El niño se entretenía viendo las hortalizas que estaban a la venta, a la vez que observaba a la gente regateando para obtener buenos precios. Aquel día, mientras caminaban hacia el mercado tomados de la mano, la señora Tang y su hijo no esperaban que sucediera nada especial. Pero ¡qué gran sorpresa se llevarían! La señora Tang creía en Dios, y se reunía con algunos creyentes cristianos todos los domingos. Pero se cuidaba de llevar a su hijo a las reuniones, debido a que el Gobierno no veía con buenos ojos que los niños aprendieran acerca de Dios. Mientras se dirigían al mercado por una de las calles de la ciudad, dos caballeros de buen porte se les acercaron, y luego se detuvieron. –¿Sabe usted que guardar el domingo no es bíblico? –dijo uno de ellos, levantando una Biblia y mostrándole a la sorprendida señora Tang varios textos que hablaban del sábado. El otro hombre la estimuló a que comprobara por sí misma lo que le estaban diciendo. –Usted puede buscar en Internet y comprobar cuál es el verdadero día de reposo. Luego, los dos caballeros concluyeron su breve presentación diciéndole a la señora Tang que “Jesús vino a este mundo”, y que la “iglesia del sábado” es “realmente la iglesia de Dios”.Y, tan pronto como habían llegado, desaparecieron entre el gentío. ENCONTRANDO LA IGLESIA Sorprendidos por aquel breve e inesperado encuentro, la señora Tang y su hijo continuaron camino al mercado, donde compraron rápidamente las cosas que necesitaban y se apresuraron a volver a casa. Una vez de regreso en su hogar, la señora Tang comenzó a buscar en Internet respuestas a los interrogantes que los desconocidos habían planteado. La sorprendida señora Tang encontró una excelente página en chino que tenía claras respuestas acerca de si el sábado era el verdadero día de reposo de Dios. El portal también ofrecía algunos sencillos estudios bíblicos. Al ver que la página era auspiciada por un ministerio adventista llamado Amazing Facts, se preguntó si habría una iglesia adventista en las inmediaciones, que ella pudiera visitar. Después de buscar un poco, la señora Tang se alegró al encontrar un grupo de adventistas que se reunía en un departamento de su ciudad. Debe de haber algo especial en este grupo, pensó. MISIÓN NIÑOS · DIVISIÓN ASIÁTICA DEL PACÍFICO NORTE 23 Al llegar al lugar de reunión de los adventistas el sábado siguiente, la señora Tang buscó a los dos hombres que habían hablado con ella en la calle, pero no los vio. De hecho, ella jamás los vio de nuevo. La señora Tang continúa reuniéndose con los adventistas y cree que ella ha encontrado su hogar espiritual. “Esta iglesia enseña lo que dice la Biblia – afirma–. Es muy diferente de la iglesia que conozco. Creo que los adventistas enseñan la verdad y que Jesús vuelve pronto”. EL ENCUENTRO DE ZHANG WEI Todo el mundo respetaba al señor Zhang. Él estuvo en el ejército chino, y luego fue alcalde de su pueblo. Un día, sin embargo, decidió mudarse a una ciudad grande para ganar más dinero. En cierta ocasión, mientras caminaba por una calle de la ciudad, oyó algo inusual: una música que venía de la planta baja de un gran edificio de departamentos. Al mirar a través de las ventanas, pudo ver que había gente cantando. Pronto alguien se acercó al señor Zhang y lo invitó a entrar en el departamento. El señor Zhang se sentía un poco inseguro, aunque con curiosidad de aprender más, por lo que entró en la casa-iglesia adventista. Al darse cuenta de que varias personas tenían Biblias, se interesó en aquel libro. Con alegría, los adventistas compartieron con el señor Zhang algunos de sus textos favoritos de la Biblia y oraron con él. Zhang continuó regresando a la casaiglesia adventista. Un día surgió el tema de la vida sana, incluyendo la alimentación. Al explicar las leyes bíblicas de las carnes limpias y las inmundas, los creyen- 24 tes le dijeron a Zhang que el cerdo era una carne inapropiada para el consumo, y que a menudo dichos animales estaban infestados de parásitos. Pensando que los adventistas estaban equivocados acerca de eso, el señor Zhang decidió hacer un pequeño experimento. EL EXPERIMENTO CON UN CERDO Muchas personas trabajaban en el mismo lugar que el señor Zhang, y el cocinero de la compañía a veces compraba un cerdo entero para alimentar a los trabajadores. Un día, cuando había cerdo en el menú, el señor Zhang fue a la cocina para ver si el cerdo era realmente “inmundo”. Asegurándose de que nadie estuviera mirando, el señor Zhang rápidamente tomó un cuchillo y abrió el animal. Encontró que la carne de aquel cerdo estaba repleta de gusanos de la cabeza a las patas. Sorprendido y disgustado, decidió que jamás volvería a comer carne de cerdo. En poco tiempo, el señor Zhang aceptó todas las verdades bíblicas que estaba aprendiendo en la Iglesia Adventista, y fue bautizado. Después de su bautismo Zhang Wei regresó a su pueblo natal, donde estableció una casa-iglesia adventista con una sola persona: ¡él mismo! Luego empezó a compartir lo que había aprendido de la Biblia con otras personas, y pronto la iglesia creció. Hoy en día, el municipio donde vive Zhang Wei cuenta con seis iglesias adventistas, y en tres municipios vecinos hay iglesias gracias a las oraciones y al poderoso testimonio de Zhang Wei. Este trimestre, parte de la ofrenda del decimotercer sábado ayudará a establecer más iglesias-hogar en China. ¡Muchas gracias por su generoso apoyo! 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