i¿* CH1R. para conseguir esta r a i z , no obstante necesitar la planta de siembra dos a ñ o s , para que alcance el tam a ñ o y sazón convenientes. N o se traspone, y se cultiva de asiento en las eras en que se verifica la siembra. En habiendo crecido y espesado sobre el t e r r e n o , se dará una e n t r e c a v a , que al mismo tiemp o que sirve de labor, aclare la planta sobrante; dexando de intervalo entre cada una de diez á doce dedos. Los tallos que produce el primer a ñ o , deben segarse antes de mostrar su flor; de esta m a nera no consumirán en valde la substancia de la raiz, que se conservará mas gruesa. Para aumentar estas plantas por medio de sus r a i c e s , lo que como ya queda dicho se hace en la primavera, se abre una zanjilla de pie y medio de h o n d o , y uno de ancho, y en ella se van colocando las raices á la distancia de doce a catorce dedos unas de otras. Después de hecho el plantío se vuelve á rellenar la zanjilla, o b servando el no echar mas de dos dedos de tierra para cubrir las coronas ó parte superior de las raices. Se darán las escardas y labores correspondientes para mantener el terreno suelto y sin malas yerbas. Ademas de lo expresado, el mayor cuidado en este temperamento es el de los r i e g o s , que deben repetirse con frecuencia, siendo planta naturalmente m u y propensa á la humedad. Recolección de la raiz. Resiste esta planta maravillosamente los hielos mas fuertes de este c l i m a , y %sí ^pueden dexarse las raices sin inconveniente en el t e r r e n o , sacando solo la porción que diariamente se necesite para el consumo. N o obstante para desocupar t e r r e n o , se pueden sacar de tierra, guardándolas entre arena arregladas por tandas, del mismo modo que se hace con la chirivía común. Recolección de la simiente. L a simiente que produ-